En la enfermería, el Omega yacía en la camilla esperando a que llegara su madre y la del Alfa; pensaba en qué debería de decirle para justificar dicho ataque o todos los que le dirían los directivos que había estado ocultando en todo ese tiempo.
Talló sus ojos borrando los restos de lágrimas para escuchar cómo la puerta se abría.
-Así que… -susurró la enfermera al verlo- ¿en casa no te han hablado de tu casta?
Se acercó a su botiquín de primeros auxilios, lo primero era curar las heridas visibles como la hinchazón en su mejilla y los raspones en sus manos.
-Mi mamá dijo que no había demasiadas señales para preocuparme -contestó sin dejar de mirarle-, en realidad no creo que sea parte de alguna casta sino… sólo no le caigo bien.
Se rió por lo bajo antes de sollozar.
-¿Ah no? -preguntó buscando los diferentes tipos de supresores que tenía-, ¿es un caso más de bullying?
-Ajá.
-Ajá -repitió moviendo su cuello, parecía que intentaba relajarse pero se encontraba liberando un poco de sus feromonas- Entonces sólo no le caes bien.
-Él es más grande que yo, evidentemente va al gym y todas las chicas hablan de lo guapo que es, es obvio que tiene qué molestarme. Soy tan pequeño y mis amigos son los raros del salón; es como en las películas, así que lo entiendo…
-Sí que lo haz pensado -susurró tomando desinfectante y algodones- Tu mano.
Su voz de mando actuó inmediatamente en ese omega, que extendió su extremidad por completo hasta ponerla al alcance de ella.
-Sea cuál sea el motivo, ¿no estás cansado? Vienes aquí todas las semanas.
-La siguiente semana no vendré -presionó sus ojos ligeramente incómodo por la sensación del alcohol en sus heridas-, lo suspendieron.
-Y cuando regrese, qué crees que pasará.
-No estoy seguro -susurró viendo el algodón teñirse de rojo.
-Mi familia tiene el linaje Alfa -confesó-, mi hija también lo es.
-¡Wow! ¿Tiene una hija?
-Cuando eres descendiente directo, el gen se sigue heredando para mantener la casta pura. De este modo, un alfa engendrará alfas a diferencia de los omegas, cuyos genes tienden a perecer ante los contrarios.
-¿Entonces ya no nacen omegas?
-Oh, sí nacen, cuando un alfa de segunda o tercera generación engendra con un omega, puede nacer un omega.
-Alfas engendran alfas y alfas defectuosos engendran omegas, vaya, eso es una grosería a los omegas.
-En el principio de los tiempos se creía que el problema estaba en los omegas y comenzaron las cacerías; alfas matando omegas que no engendraban alfas pensando que era su culpa cuando… la realidad era otra.
-Eso sí lo sabía -susurró- que los omegas se volvieron premios de cacería, pero no que era literalmente.
-Los omegas supervivientes de entonces, se preocuparon por esconderse a toda costa de los alfas. Algunos cercenaban sus glándulas de olor, otros las quemaban, eso se volvió un ritual propio de la casta. Cuando se convertían en preadolecentes eran presentados a los viejos sabios quienes ejecutaban los rituales, antes de eso el promedio de vida de un omega eran 25 años.
-Me estoy poniendo triste -se rió incómodo- y no sé por qué.
-Pero los omegas con glándulas mutiladas que lograron acceder a niveles de educación superiores en medicina, desarrollaron inhibidores y supresores para que los futuros cachorros omegas no fueran participes de ese tipo de masacre.
-He escuchado hablar de los supresores, dicen que los puedes conseguir en cualquier farmacia sin necesidad de receta médica.
-Esa medicina hace que un omega tenga la vida digna que siempre debió tener. No hay celo, no hay sumisión ante la voz de mando, no es débil ante los aromas, los gruñidos son ruido de fondo y las púas de la lengua desaparecen.
-¿Púas en la lengua?
-En la actualidad, los omegas suelen tener laceraciones en el paladar… los alfas tiene control sobre ellas así que esa es una característica que destaca en la casta omega.
Entonces el chico pasó su lengua por su paladar, sintiendo el sabor metálico de la sangre y preocupándose un poco.
-Justo en la adolescencia es cuando los cambios comunes del cuerpo se camuflajean con el despertar de la casta. Los chicos tienen la voz más gruesa y jugando puede desatar su voz de mando; cuando eres un alfa puedes detectar a otros alfas por su aroma, por decir, las chicas que usan perfumes y cremas jamás olerán a flores y sol para otra alfa, sino a cobre. Es algo triste porque ella podría tener el aroma más delicado del mundo pero para otra será cobre lo que llegará a su nariz.
-¿Entonces los alfas para sus semejantes tiene el mismo aroma?
-Así es -contestó- un alfa hombre olerá a carbón para otro alfa, y una alfa olerá a cobre para otra alfa.
-¿Y los omegas?
-Los omegas olerán a lo que huelan, sus aromas no cambian desde el punto de vista alfa, pero no hay muchos estudiosos omegas para responder tu pregunta, lo siento.
-Supongo que es por la cacería.
-Uhmm… creo que es porque todos los omegas son doctores excepcionales que se centran en cómo esconder su casta. Había escuchado en algún foro que los omegas van con otros omegas en plan “Oye, ¡yo también lo soy! Ahora somos amigos” los omegas son más fraternos, la historia los hizo así.
-Supongo que si es morir de manera violenta o hablarle a otro en mi posición…
-Por eso hoy en día hay una gama amplia de supresores e inhibidores. Desde la pubertad hasta la vejez, toda la vida pueden estar bajo el uso de supresores sin que estos creen complicaciones peligrosas en sus cuerpos. Todavía hay científicos desarrollándolos para darla la oportunidad a los futuros omegas de elegir qué tipo de vida quieren vivir.
-Sabía que un omega era una especie de incubadora o moría.
-Eso nos lleva a este momento -la enfermera tomó dos cajas de inhibidores- ¿qué clase de vida quieres vivir, Omega?
Ambos medicamentos estaban frente a él, pero dejó de leer las marcas para sacudir su cabeza y volver a la realidad.
-¿Omega? -preguntó- ¿Yo un omega?
-Abre la boca -el muchacho la abrió a la par-, ahí están las heridas por tus púas.
Quería explicarle que es una mala costumbre suya, que siempre está mordiendo sus labios y arrancando los cueritos de los labios pero era incapaz de moverse.
-Tenemos un expediente para cada alumno con sospecha omega, el tuyo tiene reportes de seguir voz de mando de uno de tus compañeros y no entiendo por qué los directivos dejaron que llegara tan lejos. Sólo porque ese chico reniega de su casta y tiene secuestrado a su alfa interno, si no, ya tendrías que usar gargantillas o parches.
El pequeño omega la miraba asustado, pero aún manteniendo su boca abierta.
-Les advertí que los abusos podrían dejarte secuelas, el amanecer de la casta debe de cuidarse como si fuera un bebé recién nacido. Un paso mal dado y estarás eligiendo el camino incorrecto -la enfermera pasó un hisopo por esas heridas del paladar, anestesiándolas-, he conocido omegas con un mal despertar que han terminado sus vidas abruptamente. No quiero asustarte mucho pero… tienes que responder mi pregunta, ¿qué clase de vida quieres vivir, Omega?