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Nuestro Camino por Momoka Yuuki 92

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Notas del capitulo:

¡Hello! 


Lamento mucho no seguir como esta programado el #omegacember, pero estos deberes y la vida real me consumen bastante de mi tiempo xD


Este capítulo me gustó mucho como quedó, espero que también a ustedes les guste como a mí.


Así que sin más que añadir les dejo las advetnecias de siempre:


- Posibles faltas de ortografía y redacción.


- Los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto, solo la historia me pertenece.


- Lo que se encuentra en manuscrita son eventos o recuerdos narrados en pasado.


¡A leer!

Cap.04 Cuello

Había transcurrido más de dos meses desde que había entrado en celo. No era muy normal que eso ocurriera, ya que había estado expuesto a feromonas más agresivas dentro de su clan y eso en definitiva jamás le había pasado.

Cuando Naruto les preguntó a sus padres, estos lo relacionaron con los cambios que estaba sufriendo su cuerpo gracias a la etapa de desarrollo que estaba atravesando, pero esta vez el creía que sus progenitores estaban ocultándole algo.

Para cuando se presentó una semana después del aquel incidente se dio cuenta que su amigo Sasuke no se había presentado al colegio y todavía paso una semana hasta se presentó al mismo, portando algo sobre su cuello que lo delataba como omega.

Su actitud impulsiva e hiperactiva no le ayudó al momento de ver la reacción y cara en diversos tipos de emociones en las fans de su amigo, mismas que en su mayoría eran betas u omegas de distintas clases que esperaban que el moreno fuera un alfa, componiendo una sonrisa por demás divertida.

Pero aquel sentimiento de alegría fue sustituido rápidamente por una de creciente molestia al ver ahora como aquel séquito de niñas se transformaba en uno de puros alfas y uno que otro beta detrás de Uchiha.

Otra cosa de la que se había percatado en el tiempo transcurrido después de aquello es que el aroma de su nombrado mejor amigo se había vuelto más concentrado en comparación con el tenue de un inicio, y que, a pesar del obvio consumo de supresores, ahora le era más fácil leer a Sasuke por medio de su fragancia, misma que lo volvía “loco” en maneras que no sabía definir.

Sus padres siempre le hablaron de la importancia que tienen sus cuellos el momento de crecer y presentarse como su segundo género dictamina, porque era obvio que una herida hacia la yugular era casi sinónimo de muerte, pero en el cuello también se encontraba localizada la glándula que emitía las feromonas tanto en los alfas y omegas.

Él como alfa sabía que era difícil que uno de su estirpe se dejara marcar o morder por otro alfa de igual categoría, además que para ello sucediera ambos tenían que estar de acuerdo, no era necesario que se usara un collar de protección, pero con los omegas era otra cosa.

El aroma de los omegas era atractivo para cualquier alfa y betas de clase uno, por lo que era parte del instinto cortejar al omega de la misma manera, por medio de aromas. Pero además los omegas de cualquier clase tenían un par de inconvenientes en su contra, el primero era la voz de mando del alfa, claro que entre mejor nivel del omega, mayor resistencia tenían ante ella, pero no los hacía inmunes. Otro de los inconvenientes era la misma fragancia cargadas de feromonas del alfa, ya que estas al ser bien dominadas y controladas podían lograr que el omega entrara en un semi - celo involuntario y deseara ser marcado.

Estos inconvenientes recién nombrados además del propio celo del omega es lo que les obligaba a portar un collar que le protegiera contra posibles ataques, además de que también tenían la función de disminuir un poco su aroma al estar cubriendo su glándula.

Aunque Naruto no negaba que ese collar que portaba Sasuke era muy bonito y discreto, de un color negro, liso de piel y con el dije del símbolo de su familia. Otra cosa que le gustaba de ese cuello era lo largo y pálido que se veía al contrastar con ese collar, pero todavía más que eso era el aroma que ahí se concentraba. Entendiendo ahora porque la importancia del cuello al menos en los omegas.

Su relación con Sasuke había cambiado un poco después del inesperado celo de ambos, en el cual ni él ni Uchiha habían tocado el tema, ya que lo consideraban algo demasiado personal, y aunque siempre estuvieron acostumbrados el compartir todas sus experiencias esto los llenaba de bochorno al recordar ciertas cosas al estar en ese periodo.

Pero dejando eso de lado, ahora ambos estaban en la azotea, lugar que se había vuelto su refugio en esos últimos meses, ya que ese mismo les brindaba una privacidad que no conseguían en ningún otro lugar del colegio, siendo que estar sobre Sasuke de esa forma tampoco sería algo bien visto por sus demás compañeros y mucho menos por los profesores.

Uchiha estaba sentado sobre suelo de la azotea, mientras que su espalda estaba recargada sobre la pared de la pequeña bodega que ahí había, así mismo tenía a Naruto sobre él, mientras que este tenía la nariz enterrada entre la base de su cuello y hombro.

— Nunca me voy a cansar de hacer esto — decía Namikaze entre suspiros y susurros, inhalando el aroma a lavanda y menta que desprendía su pelinegro amigo — es tan embriagante.

Al chico de cabellos color sol le fascinaba el estremecimiento que provocaba en el azabache, así como también el silencio que se formaba entre ellos, ya que Uchiha nunca se había opuesto a que invadiera de esa manera su espacio personal, pero tampoco decía nada al respecto, solo sabía que las pálidas mejillas se pintaban de carmín y que aquellos brazos le envolvían cada vez que él también dejaba escapar un poco de su fragancia.

— ¿Te gusta mi aroma? — preguntaba curioso Naruto, ya que Sasuke parecía quedarse mudo cuando estaban así, volviendo a obtener como respuesta un largo suspiro y que ahora fuera Sasuke quien escondiera su rostro sobre su cuello.

Y estando en esa situación, es que Naruto entendía con mayor profundidad la importancia de aquellos collares, ya que sus instintos por momentos se apoderaban de él, haciendo que de manera casi inconsciente besara aquella suave piel y que mordisqueara apenas aquel collar de cuero negro, sabiendo que cuando hacia eso, sentía el contacto de los labios de Sasuke sobre su propio cuello.

Cuando Sasuke Uchiha se presentó después de quince días al colegio pasado el incidente de los bravucones alfa, toda la clase (pero sobre todo las chicas del club de fans de Uchiha) soltaron una exclamación de sorpresa y decepción al ver aquel artilugio rodeando su cuello, pero como siempre, Sasuke los ignoró a todos, yendo directamente a tomar asiento en su lugar.

Sabía en que en cuanto sus compañeros supieran sobre su casta estos iban a armar un alboroto y vaya que no se equivocó, y aunque se pasó ignorándolos la mayor parte del tiempo, no dejaba de ser cansado tener a tantas personas alrededor de él además que, gracias a sus ya despiertos sentidos, podía detectar un aroma en demás atrayente pero también para él, fácil de interpretar.

Podía sentir como Naruto no estaba para nada contento con toda esa sobre atención hacia su persona y aunque sabía o quería creer que no eran celos, no dejaba de ser molesto también para Namikaze.

Así estuvieron alrededor de un mes, días en los que Naruto no se despegaba para nada de Sasuke, haciendo que sus instintos tomaran control de él y que, a pesar de tomar supresores, impregnara a Sasuke con su aroma, trayendo con ello problemas con el azabache al sentir como el rubio lo “marcaba” de esa manera.

Pero lo que terminó con la paciencia de Naruto fue el como uno de los tantos alfas que ahora estaban tras el azabache tuvo el descaro de tratar de impregnar con su aroma al azabache omega, logrando con ello que Sasuke le soltara tremendos golpes por la osadía hacia su persona y que Naruto que no se despegaba de él salvo cuando se tenían que separar para ir a sus hogares, le metería tremendo susto y que el desafortunado alfa terminara con un par de muelas menos.

Sabiendo que ambos se podían meter en problemas salieron corriendo hacia su lugar “secreto” ya que solo ellos eran los que accedían a esa parte del colegio.

Ambos se encontraban ofuscados por lo que acababa de ocurrir, querido regresar y darle una lección más grande a ese alfa que se atrevió a querer sobrepasarse con Uchiha, pero ambos sabían que a partir de ya estaban en problemas y que no tardarían en mandarlos a llamar para amonestarlos.

Solo ahí fue que Sasuke se dio cuenta que el más afectado de todo el asunto era Namikaze, mismo que respiraba y bufaba agitado mientras veía la puerta que daba acceso a la azotea con ojos fieros, pero Sasuke no quería que armara más jaleo, ya se había salvado aquella vez de ser suspendido y sabía que en esta ocasión si regresaba a terminar lo él sentía no había acabado, terminaría con más que solo un reporte.

 — No necesitas estar tan enojado dobe — trató de tranquilizar el joven de piel blanca.

— Es que… — Naruto se jaló sus cabellos, tratando de aliviar aquel sentimiento de ira — no puedo soportar como esos idiotas tratan de “impresionarte” — dijo fastidiado, dando vueltas como león enjaulado.

Uchiha rodó los ojos, no lo culpaba, así como los y las alfas andaban tras de él, los omegas, betas y alfas estaban tras de su amigo, solo que este era tan distraído que ni cuenta se daba.

Había leído que el aroma de un omega era capaz de calmar a un alfa alterado, por lo que respirando profundo, Sasuke empezó a liberar de poco su aroma a lavanda, notando con un deje de sorpresa como Naruto dejaba de andar de un lado para otro, deteniéndose de golpe y volteando a verlo de una forma curiosa.

No entendió porque sintió sus mejillas calentarse, pero aquella penetrante mirada color azul y del como con unos cuantos pasos se acercó a él solo logró que se quedara inmóvil, pero sin detener su labor de liberar un aroma que fuera relajante para su compañero.

Lo que no esperó y le sorprendió aún más, fue que Naruto también empezara a liberar una fragancia relajante, notando como ese aroma a chocolate amargo tomaba un toque más dulce, empezando sin ser realmente consientes a mezclar sus fragancias.

— Me gusta mucho como hueles — esa fue la primera vez que de forma honesta y con una mirada cargada de sinceridad y un sentimiento aun no identificable, el rubio le dijo al omega de cabellos ébano.

Sasuke no contestó, pero llegó a pensar lo mismo que le dijo Naruto, quedándose inmóvil cuando este invadió por completo su espacio personal, enterrando su nariz en la base de su cuello, sintiendo como Naruto aspiraba profundamente sobre el mismo, para después soltar el aire de manera lenta, haciendo estremecer la piel de su cuello y el calor aglomerarse con mayor intensidad en sus pómulos. No supo en que momento, pero también empezó a apretarse contra el cuerpo de aquella persona que llamaba su mejor amigo, aspirando aquella fragancia a chocolate con un toque a naranja.

 No se separaron hasta que el timbre de acceso a clase se hizo presente, dejando a ambos con una sensación de paz y tranquilidad, tanta que sin protestar aceptaron la sanción por golpear a uno de sus compañeros y salir huyendo de la escena del crimen.

Y así fue como empezaron aquello de irse a esconder en la azotea, creando un lazo invisible que se iba fortaleciendo poco a poco sin ser todavía conscientes de ello, solo disfrutado y relajándose con la compañía del otro.

Cuando el timbre sonó, ambos se volvieron a separar, a Naruto le encantaba ver como las mejillas de Sasuke se encontraban sonrosadas, pero lo que más le fascinaba ver en ese fino rostro era como sus cejas se contraían y aquellas perlas negras brillaban en espera de algo que no era capaz de transmitir en palabras, pero sí en esa mirada color carbón.

— Vamos a clases dobe — carraspeó Uchiha, recuperado el semblante de siempre, tomando de la mano al mencionado, entrelazando los dedos y bajando los escalones que los llevaba al pasillo — espero y hayas terminado la tarea de ciencias sociales.

— Sabes que sí teme — contestó feliz Namikaze, deteniendo su andar bruscamente a unos pocos escalones antes de llegar al pasillo, jalando a Sasuke hacia su pecho y darle un fuerte abrazo.

Incomodo, el pelinegro empezó a removerse de aquellos brazos que le sostenían, iba a empezar a gritarle improperios y razones para que le soltará cuando fue girado de repente y quedó frente a frente de su rubio compañero.

Sus negros ojos se abrieron en par cuando los labios de aquel alfa rozaron delicadamente, en apenas una caricia sus propios labios, para luego ser soltado suavemente y ser tomado de la mano para bajar los últimos escalones y caminar hacia su próxima clase.

Aquel efímero contacto causo tantas sensaciones en ambos, pero lo que detectaban con mayor claridad era el bombeo constante de sus corazones.

 

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer!


Espero de verdad que les haya gustado este capítulo :D


A pesar de que casi no tengo tiempo, estoy disfrutando de escribir esta historia, así que por favor tenganme un poco de paciencia :c


Muchas gracias por sus lecturas y comentarios :D


¡¡¡Nos vemos en el próximo capítulo!!!


¡Besos!


°3°/♥


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