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Gamma por Verde Lima

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Oven

Me dolió dejar a mi Mop triste y dolido, intenté suplicarle de nuevo a la bruja de Pot que me dejara volver a la cocina, quizás soy un poco-demasiado protector con Mop, pero era mío, mi amigo, mi hermano y un beta hijo puta me lo ha lastimado.

Tenía que cambiar de plan, los laxantes no iban a ser suficiente esta vez.

Pero mi destino siempre fue una perra, y me tocó volver a limpiar caca de alfa.

Me tengo que esperar a que un extraño rito de apareamiento alfa acabe, en serio, las mujeres alfas dan un miedo de la hostia, y verlas follándose a un macho creo que es la cosa más extraña que he visto nunca.

Pero ese alfa se va todo contento, con su cuello mordisqueado y el culo un poco dolorido.

Pero quién soy yo para juzgar a nadie si hasta hace poco me dejaba follar por un beta que ni me cae bien.

Pero la carita de Mop me tiene todavía afectado, para mí puedo ser un insensible, pero saber que el imbécil de Chip le ha dejado por una beta, no me sorprende, pero sí me duele por él. Porque esa llamita preciosa se ha apagado dentro de sus ojos.

Y si Mop sufre, yo sufro con él. Pero yo no soy de padecer en silencio, yo soy más de venganza sucia, estoy en una puta letrina, es obvio que mis ideas siempre me llevan a lo mismo.

Quizás por eso estoy haciendo cálculos aproximados, pensando a quién sobornar para que le eche mi regalito a Chip por mí, y a la tonta de su beta, también. Por juntarse con él, ¡te jodes!

Por eso no me doy cuenta de que no es que no esté solo, es que Hammer ha llegado, y está mirando como el jodido alfa pervertido que es.

Está apoyado contra la puerta, en el dintel, su cuerpo es ridículamente grande. ¿Por qué tienen que ser tan grandes y musculosos? ¿En serio llegan a poder rascarse la espalda ellos solos o también hacen todas esas mierdas de peleas de dominación para que el que pierda les rasque el lomo?

No me extrañaría, son raros; raros y enormes.

Ya sé que está ahí, pero si él solo va a jugar a mirarme, yo solo voy a jugar a ignorarle.

Y el jueguecito no le gusta una mierda al grandullón.

—Estos baños están bastante mejor, ¿no?

Su voz sigue siendo como el sonido de un martillo contra un yunque, me hace reventar los oídos. Pero si ese gilipollas se cree que le voy a dar las gracias por ascenderme de limpiador de mierda vulgar, a limpiador de mierda real, me come un huevo.

Sigo limpiando con mi fregona modo gamma súper aplicado; aplicado y sordo.

Pero el muy cabrón se me pone por delante, me pisa lo fregado y estoy tan tentado a limpiarle las botas que hasta me rio.

—Al menos podrías ser un poco más agradecido, gamma—ruge.

—Mi nombre es Oven y limpiar mierda es limpiar mierda, y la de alfa apesta igual que la del resto.

Como este capullo lo tiene todo grande, la vena en su frente está toda gorda, lo mismo se muere sobre mi suelo todo limpio.

—A veces no sé si es que eres muy listo o muy tonto.—La vena sigue gorda, pero su polla también, tengo buena vista periférica.

—A veces no sé si me quieres morder o me quieres follar, estaría bien que te decidieras—le rebato, y parece sorprendido. En serio, ¿tan tontos piensan que somos los gammas que ni sabemos hablar?

—Eres un gamma—me dice, como si eso fuera algo que yo no supiera.

—La tienes dura.—Le señalo con mi fregona el bulto en sus pantalones, puestos a resaltar obviedades.

—Soy más que lo que me la pone dura, soy un alfa y puedo controlarme perfectamente.—Y hay tanto en esa frase que me molesta, que ya estoy viendo rojo, porque sí, hay desprecio y superioridad, y estoy cansado, estoy cansado de que nos ninguneen, de que no seamos suficiente ni para echar un puto polvo como el mastodonte este me está diciendo en mi puta cara.

—Pues si no vas a hacer ninguna de las dos cosas, vete, que estoy hasta los huevos de tanta tontería y tengo mucho trabajo que hacer.

Y a tomar por culo la escoba, el cubo lleno de agua, y todo lo que llevo para limpiar. Tengo no se cuantos kilos de alfa cabreado contra mí y una pared, y toda la mierda esa de feromonas con olor a eucalipto que no me deja ni respirar.

—¿Cómo te atreves a hablarme así?—me gruñe, pero es tan grande que en el fondo yo lo oigo casi pegado a su clavícula, así que el muy cabrón me levanta el mentón para que le mire.—¿Quién coño te crees que eres para hablarme así?

Y esa voz de alfa es una puta locura, porque esta diseñada para acojonarte, para hacerte suplicar por tu vida, para que tú seas nada y él lo sea todo. Porque la naturaleza es una perra traicionera.

Sé lo que tengo que contestar, pero también sé que no quiero hacerlo, que no quiero hacerlo nunca más.

—¿Quién eres?—Su voz es tan atronadora, es la que usan cuando quieren joderte la vida, y no me doy cuenta de que he empezado a llorar.

Intento apartar mi mirada, pero no me deja, no me lo va a permitir, y sé que es momento de que me rinda.

—No soy nadie.

Eso parece ser lo quiere oír, y a la vez no. Yo solo quiero irme de allí, quiero volver a mi mierda de vida, porque siempre puede haber algo peor, y esto es tener a un alfa jugando contigo.

—Eres Oven, un gamma muy extraño.

Y se va, yo no entiendo nada, de verdad que no entiendo nada, solo que tengo mucha agua que recoger, y no sé si más o menos dignidad que antes.

 

 

 

Hammer

Para que mentirme a mí mismo sobre las ganas que tenía de volver a verle, nunca he sido alguien de mentirme a mí mismo y no ver la realidad.

Ese gamma me atrae, me atrae lo mismo que me repele, su olor es excesivamente fuerte, su rostro siempre parece enfadado, y tiene un aire irreverente nada acorde con seguir viviendo delante de un alfa.

Pero no he dejado de pensar en él desde que me fui a uno de los campamentos de la frontera de nuestro territorio.

Las cosas están tranquilas desde que hicimos una alianza con la manada de Blue, Sweetwater, no es lo más común, las manadas no somos amigas de grandes uniones, pero debo reconocer que esta solo nos está trayendo prosperidad.

Nuestro territorio es amplio y próspero, nuestras tierras ricas, pero tenemos mal acceso al mar, y la manada de Blue es fundamentalmente un gran pueblo marítimo.

Pero tener aliados no nos hace perder de vista nuestros puntos flacos, y esos son las montañas. Ninguna manada cercana es lo suficiente grande ni lo suficiente estúpida para meterse en nuestro territorio, pero siempre está bien dejarlo claro, y tener controlado a los deltas solitarios que crean sus propios grupos de saqueo.

Esos deltas no son más que alfas repudiados, vencidos y humillados, y por eso son los más peligrosos, no quieren nuestro territorio, quieren hacer el máximo daño posible y saquear todo a su paso.

Hace semanas nuestros hombres de la frontera acabaron con uno de esos grupos, y estamos siguiendo el rastro de los que escaparon.

Ese es mi trabajo, eso es a lo que me he dedicado siempre, pero ese dichoso gamma no deja de colarse en mis pensamientos. Y no son solo las ganas de follármelo. Me tengo por un alfa lo suficiente controlado para poder discernir cuando algo va más allá.

No es solo sexo lo que me hace pensar en él, el sexo puebla mis días, todos los alfas están a mi disposición por rango. Incluso los betas, si me gustaran.

Pero debo reconocer que jamás contemplé que un gamma pudiera atraerme, que recordara sus gestos de pequeño gruñón y me hicieran sonreír y bufar molesto al mismo tiempo.

Y saliendo de las letrinas sé que no es solo sexo, porque aunque me palpita la polla, no le he bajado los pantalones, como hubiera hecho con cualquiera al que deseara. Es que de verdad me interesa saber quién es este Oven, ¿de qué está hecho para que solo mi voz de mando consiga doblegarlo?

Sí, me ha gustado verlo rendirse, porque es mi naturaleza exigir que se dobleguen ante mí, porque es lo que ese gamma tiene que hacer. Pero no he querido destruirlo en ningún momento, de una manera curiosa quiero que siga siendo como es y quiero verlo, quiero verlo mucho más.

¿Pero hasta qué punto es aconsejable que me deje llevar por lo que deseo? No he mentido en las letrinas diciéndole que soy un alfa en control, porque lo soy, sin embargo, con él cada vez me cuesta más saber dónde está la línea, la suya y la mía.

 

 

 

Notas finales:

¿Quién le dice que ya ha caído con todo?

 

Nos leemos.

 

Besitos

Sara

 

 

 


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