-Tienes suerte de que tengo que ir a trabajar por la mañana o te patearé el trasero-. SiHa miró al extraño e hizo todo lo posible para mostrarse feroz. Estaba bastante seguro de que no estaba desviando la mirada, pero dio su mejor oportunidad.
El chico con el que SiHa bailó bajó la mirada hacia él, una montaña de músculos que probablemente podría aplastar a SiHa como un insecto. La cabeza del tipo estaba rapada, haciendo que las luces del club rebotaran en su brillante cúpula. Sus ojos estaban demasiado cerca, pero aun así era sexy. Si no hubiera resultado ser un completo idiota, SiHa podría haber dejado que el tipo lo joda.
-Eres más problemático de lo que vales-, dijo Baldy. -Eres una prueba de que las apariencias no son todo-.
-Y eres una prueba de que...- Mierda. SiHa no podía pensar en un regreso lo suficientemente bueno. Él levantó sus manos. -Oh... vete a la mierda-.
Baldy le pasó la mano carnosa, pero SiHa se agachó y se dirigió hacia la multitud. Alcanzó el borde de la pista de baile antes de que lo agarrara del cuello y tirara hacia atrás.
-¡Ayuda!- A veces su boca lo metía en muchos problemas. Esta fue una de esas veces. Por otra parte, SiHa no apreciaba que Baldy le dijera que sus labios parecían chupar una pelota de golf a través de una manguera de agua. No solo era tan crudo, era tan cliché. Baldy podría haber encontrado una mejor línea que eso.
Algunas personas carecían de creatividad.
SiHa luchó por liberarse, pero cuanto más tiraba, más se ahogaba su camisa. Lo amordazó y sintió la sangre acumulándose en su rostro, cortando su oxígeno. Si Baldy no lo dejaba ir pronto, SiHa se desmayaría.
Un tipo alto y musculoso con piel marrón claro corría hacia ellos. Sus rasgos se encontraron en una línea sombría cuando la multitud se separó y lo dejó pasar.
-Lo sabes mejor-, le dijo el recién llegado a Baldy. -¿Cuántas veces tienes que ser advertido sobre maltratar a la gente?-
SiHa cayó tan rápido que se desplomó en el suelo. ¿Esa cerveza derramada en la que acababa de caer o vomito? Él entonces no quería saber. -¡Eres un gilipollas!-
Como si SiHa pesara una pluma, el recién llegado se agachó y lo hizo ponerse de pie. -¿Estás bien?-
-Me mordió la boca, Junhyun-, argumentó Baldy. -Será mejor que esté contento de no haberme arrancado los dientes-.
SiHa tiró de su pierna hacia atrás y pateó a Baldy directamente en las bolas. El tipo aulló cuando Junhyun empujó a SiHa hacia la salida. -No tienes que hacer eso. Tenía todo bajo control-.
-¿Él es el imbécil y me están echando?- SiHa le dio a Junhyun el dedo antes de girar y dirigirse hacia la puerta. -Este club apesta de todos modos-.
Realmente no era así, pero Baldy había estropeado las cosas.
-Tú también-, dijo Junhyun detrás de él.
Cuando SiHa miró hacia atrás, vio a Junhyun arrastrando a Baldy hacia la salida. Oh mierda. Si los tiraran a la basura, Baldy podría ir tras él. El tipo tenía ego y, a juzgar por la expresión de su rostro, estaba completamente enojado porque por culpa de SiHa lo habían expulsado.
Agitando sus pasos, SiHa corrió hacia la salida. Salió al estacionamiento y miró a su alrededor. Había llegado en un Uber al club, por lo que no tenía un coche para correr.
Cuando miró hacia atrás otra vez, Baldy se paró junto al gorila, mirando a SiHa. -Tu culo es mío-.
-Vete a la mierda-, gritó SiHa antes de correr hacia la calle. Simplemente no sabía cuándo cerrar la boca, y ahora Baldy estaba detrás de él. SiHa corrió una cuadra antes de agacharse por un callejón, esperando que el tipo no lo encontrara y rezando para que nadie lo atacara.
Este no era exactamente el mejor de los barrios. Sería solo su suerte escapar del imbécil y terminar siendo molestado por algún drogadicto. SiHa hizo una mueca cuando pateó una botella. Se disparó lejos de él mientras giraba, luego golpeó la pared, emitiendo un fuerte eco.
¿Por qué, oh, por qué no había nacido con sentido común, o con una sensación de autoconservación? A SiHa constantemente le pateaban el culo porque su boca no sabía cuándo dejarlo. Sería diferente si hubiera nacido con una tonelada de músculos, pero era escuálido y no podía salir de una bolsa de papel.
Se metió detrás de un contenedor de basura, luego echó un vistazo alrededor del desagradable contenedor, esperando ver si Baldy lo pasaba por alto. El viento sopló suavemente y su zorro ártico olió a vampiro.
SiHa miró alrededor de los edificios abandonados cuando escuchó que los autos pasaban por la calle. Necesitaba un lugar seguro donde esconderse hasta que supiera que Baldy ya no estaba. Vio algunas puertas, pero la primera que probó estaba cerrada. No es que quisiera entrar al edificio, pero tampoco quería que le tiraran los dientes.
La segunda puerta chirrió abierta sobre bisagras oxidadas. El sonido era ominoso y los instintos de SiHa le gritaban que corriera. Se quedó allí por un momento, debatiendo si entrar o arriesgarse con el idiota.
Sus nervios lo dominaron y SiHa dio un paso atrás, listo para despegar cuando vio a Baldy pasando por el callejón. Una vez tomada la decisión, entró corriendo, agradecido de tener la capacidad de ver en la oscuridad. Por otra parte, deseó no haber podido. Parecía estar en un hotel ruinoso que no había estado operativo durante años.
Y olía como si las personas sin hogar se hubieran apoderado de él.
SiHa no quería ir más lejos, pero... un impulso extraño lo hizo seguir. Comenzó a agarrar la barandilla mientras miraba hacia arriba de los escalones, pero mantuvo su mano a su lado, temiendo que algo desagradable se depositara en la barandilla.
Los pasos crujieron, algunos puntos con agujeros. SiHa no estaba seguro de que las escaleras aguantaran mientras subía por ellas. Esta fue la peor idea que alguna vez tuvo. Nada bueno podría venir de explorar un hotel abandonado.
Por la noche.
En la oscuridad.
SiHa podría ser un cambia formas, pero eso no significaba que pudiera luchar para salir de una mala situación. Tal vez si hubiera sido un lobo, un oso o incluso un gato depredador. Pero él era un pequeño zorro ártico, y lo único que podía hacer era contra un ratón o un gato callejero.
Sentía como si una mano invisible lo arrastrara por el pasillo del segundo piso. El pasillo estaba lleno de periódicos, muebles olvidados por mucho tiempo, y el olor no había mejorado. SiHa saltó a cada ruido y estaba listo para correr gritando desde el lugar cuando se detuvo en la habitación 208.
El olor de la sangre lo golpeó, y SiHa casi se orinó cuando un ratón se escurrió por su zapato. Chirriaba mientras corría, y SiHa oró porque no tuviera amigos cerca.
Dio un pisotón y el ratón se alejó, chillando como si gritara a SiHa por asustarlo. Entonces SiHa volvió su atención a la habitación.
Una vez más, dejó de lado el sentido común y la autopreservación mientras revisaba el pomo. La puerta estaba abierta, pero SiHa no estaba seguro de sí debería abrirla.
Su audición superior captó un gemido bajo. Esta es una mala idea. No entres ahí, idiota.
Pero SiHa nunca se había llevado bien con su voz de la razón porque siempre lo desconectaba. No podía contar cuántas veces se había puesto en peligro porque su curiosidad lo había superado.
Justo como lo hizo ahora.
Los nervios de SiHa se tensaron cuando abrió la puerta y asomó la cabeza dentro de la habitación. Estaba completamente oscuro, pero el olor a sangre se hizo más fuerte.
Cuando se movió más adentro, su mirada se deslizó hacia la cama. Una persona yacía allí, acurrucada de costado. A juzgar por el gran cuerpo del extraño, SiHa podía decir que era un hombre. También podía ver que la espalda del chico estaba cubierta de sangre.
Mierda, mierda, mierda. No está bien.
-Oye, señor-. SiHa se acercó a la cama. -¿Necesitas una ambulancia?-
Bueno, duh. Con tanta sangre cubriéndole la espalda, probablemente necesitaba un hospital. SiHa sacó su teléfono celular, listo para marcar cuando el olor del lobo flotaba hacia él. En lugar de pedir ayuda, SiHa guardó su teléfono en su bolsillo.
Si este tipo era un cambia formas, debería poder sanar si se cambiaba a su lobo. Entonces, ¿por qué no lo hizo? ¿Por qué simplemente estaba allí tumbado, permitiéndose sufrir?
SiHa rodeó la cama, manteniéndose a una distancia segura, y vio que el frente del hombre también estaba ensangrentado. Estaba acurrucado en una bola, pero sus brazos, estómago y piernas tenían cortes.
Entonces SiHa vio el collar alrededor del cuello del tipo. Se acercó y vio símbolos grabados en el metal. SiHa no tenía idea de lo que querían decir, pero su instinto le decía que estaban impidiendo que el tipo se moviera.
Entonces otro olor más profundo y más primario se estrelló contra él. SiHa jadeó mientras miraba al tipo que debería haber muerto por tanta pérdida de sangre.
¡Era el compañero de SiHa!
SiHa corrió a la cama y examinó el collar. Tenía que quitárselo si quería salvar la vida de su compañero. SiHa tiró de él, pero no se movió. Ni siquiera podía ver nada que lo desbloqueara.
El collar era una pieza continua, pero tenía una pequeña cerradura en un lado. SiHa no había metido exactamente un par de cortadores pernos en sus jeans ajustados y no tenía la llave. Miró a su alrededor, desesperado por cualquier cosa que pudiera cortarle el collar, pero la habitación estaba vacía, a excepción de los muebles minimalistas y marchitos.
Si SiHa no podía deshacerse del collar, tenía que tratar de sacar a su pareja del hotel e ir a su apartamento. Este lugar no era seguro. Si un vampiro entraba y olía la sangre, su pareja no tendría ninguna posibilidad.
-Oye, ¿puedes soportarlo?- SiHa golpeó el hombro del chico, cuidando sus heridas. -Realmente necesito que abras los ojos, señor-.
Trató de levantar a su compañero, pero no solo pesó demasiado, sino que gritó cuando SiHa lo agarró del brazo.
-Lo siento, lo siento, lo siento-. SiHa lo dejó ir, preocupado de haber causado más dolor. -No sé qué hacer. Tienes que ayudarme-.
SiHa podría volver al club y pedirle ayuda a alguien, pero no quería dejar solo a su pareja y no conocía a nadie en The Manacle. SiHa hizo lo único que se le ocurrió. Llamó a su mejor amigo.
-Necesito tu ayuda-, dijo cuándo Andy respondió.
-Amigo, es la una de la mañana. A menos que me necesites para ayudarte a enterrar un cuerpo, me voy a volver a dormir-.
-Necesito que me ayudes a llevar a un tipo medio muerto a mi departamento-. SiHa se puso rígido cuando crujió una tabla del suelo. Él necesitaba salir de aquí. Se sentía como si estuviera en una película de terror y un psicópata correría a la habitación en cualquier momento con una motosierra o un machete.
-¿En qué tipo de problemas te metiste ahora?- SiHa oyó crujir las sábanas. Andy se estaba levantando.
-Es una larga historia-, dijo. -Lo explicaré más tarde. ¿Puedes venir a ayudarme?
-Sé que tus estándares son bajos, pero no deberías llegar a los muertos-.
-Medio muerto-, SiHa lo corrigió. -Ahora pon tu trasero aquí y ayúdame-.
-¿Dónde estás?-
Esa fue una maldita buena pregunta. SiHa no estaba familiarizado con esta parte de la ciudad. Su apartamento estaba ubicado en el centro de la ciudad, pero a pocos kilómetros del club. -En un hotel abandonado-.
-Por Dios-, dijo Andy. -Realmente sabes cómo raspar el fondo del barril-.
-No es un hotel cutre-, argumentó SiHa. -Uno cerrado. Es por ese club, The Manacle-.
-Oh, sé dónde estás. Ese hotel fue cerrado por un incendio -, dijo Andy. Eso es lo que los humanos están diciendo. Pero por lo que escuché, hubo un ataque a gran escala allí, un baño de sangre. Hombre, hay un mal allí, SiHa. No te metas con los muertos porque se meterán contigo.
Eso no ayudó a los nervios ya deshilachados de SiHa. -No necesito una maldita lección de historia en este momento-.
-Está bien, está bien-, dijo Andy. -Estoy en camino, pero si algún fantasma me ataca, volveré para perseguirte-.
SiHa amaba a su mejor amigo, pero a veces, quería estrangularlo.
-Estoy en la habitación 208. Date prisa-.
-Siempre y cuando no estés en el lobby. Ahí es donde tuvieron lugar todos los asesinatos-.
-Cállate y ven aquí.- SiHa colgó. No necesitaba más detalles horripilantes. Él ya estaba impresionado por estar allí en primer lugar.
Su compañero gimió, luego lentamente abrió sus ojos. Buen Dios Todopoderoso. Tenía los ojos azules más sexys que SiHa había visto en su vida. -Ayúdame.-
SiHa se arrodilló y apartó el cabello oscuro de la frente de su pareja. -La ayuda está en camino. Te sacaré de aquí, y luego encontraré la manera de quitarte ese collar-.
-H-Ho Yeon-.
SiHa frunció el ceño. -Estoy aquí para ayudar y me estás llamando el nombre de otro hombre-. Entonces se dio cuenta. -Oh, ese es tu nombre-.
Duh.
El tipo era una completa ruina, pero le dio a SiHa una suave sonrisa que lo derritió hasta los pies. -Sí.-
-Está bien, Ho Yeon. Mi mejor amigo está en camino. Te llevaremos a mi casa. Por ahora, solo descansa-.
-Tenemos que salir de aquí.-
Al igual que eso no era un hecho. -Tan pronto como llegue aquí. Eres demasiado grande para que yo pueda levantarte solo. A menos que puedas levantarte-.
-No.- La voz de Ho Yeon era apenas un susurro, ronco, y parecía que estaba luchando por mantener los ojos abiertos.
-No lo creo-. SiHa miró el cuerpo de su pareja, haciendo una mueca por lo mal que las heridas tenían que doler. -¿Qué te ha pasado?-
Ho Yeon cerró los ojos, y SiHa supuso que se había desmayado. Maldición. Cargar peso muerto sería más difícil. Si Ho Yeon estuviera despierto, podría ayudar. Pero no había una gran oportunidad en el infierno de que pudiera caminar solo.
Lástima que Baldy había resultado ser un idiota. Él podría haber ayudado a SiHa. Por otra parte, SiHa no estaría en esta mierda si no hubiera huido del tipo.
Minutos parecían horas mientras SiHa esperaba. Se tensó con cada ruido, y siguió olfateando el aire para asegurarse de que nadie se acercaba furtivamente. Si Ho Yeon dijo que necesitaban salir de allí, quienquiera que le hubiera hecho esto podría regresar.
Y SiHa quería desaparecer antes de que eso sucediera.
continuará...