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Más que una mascota por DenisseZepol

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ChanYeol paseó por el despacho de SeHun, mientras esperaba a que el anciano se conectara a través de videoconferencia. Estaba demasiado lejos para llegar allí antes de que fuera tarde para su pareja, así que el más antiguo accedió a hablar a través de vídeo 


 


—Está llamando —dijo SeHun, y después salió de su despacho cerrando la puerta detrás de él. ChanYeol agradeció la privacidad, lo que tenía que hablar era sólo para los oídos del anciano. 


 


—Park. —El anciano dijo mientras inclinaba la cabeza—. Ha pasado un largo tiempo desde que hablamos. 


 


—Ha pasado mucho tiempo, Anciano. —ChanYeol se inclinó delante del monitor—. Y le doy las gracias por hablar conmigo tan rápido. —Dioses, odiaba las formalidades, pero si quería que el anciano lo ayudara, tenía que ser ceremonioso. Incluso si quería ir directamente al grano. 


 


—Pregunta —dijo el anciano en un tono aburrido y de mal humor. 


 


—Encontré a mi pareja. 


 


El anciano se enderezó, mirando alrededor de ChanYeol. Él sabía que el anciano estaba buscando a su pareja. Entonces se desató el infierno. —¿Y dónde está el que vas a marcar como tu pareja? —Le preguntó, sonando un poco irritado—. Tiene que estar a tu lado. 


 


—¡Me lo robaron! —ChanYeol gruñó—. JaeHyun se ha llevado a mi mascota. 


 


—¿Mascota? —El anciano le preguntó, sus cejas alzándose—. ¿Estás diciendo que la mascota es tu pareja? 


 


—Lo estoy —respondió. ¿Qué parte no había entendido el anciano? No le importaban los protocolos o cualquier otra cosa que no fuera encontrarlo. Ya hacía tiempo que JaeHyun se lo había llevado y podría haber... No, no iba a pensar de esa manera. Baek había demostrado ser ingenioso y creería que sería capaz de mantenerse seguro. 


 


—Sólo hay otras dos reclamaciones en nuestra historia de mascotas convirtiéndose en parejas. ¿Estás seguro de eso, Park? 


 


ChanYeol mantuvo un gruñido detrás de sus labios. Quería gritarle al anciano que él sabía muy bien que Baek era suyo y que empezaran con el procedimiento —Sí, Anciano. 


 


—Muy bien. ¿Cuál es su nombre, para que pueda ser marcado? 


 


— Baek.


 


La mano del anciano se detuvo. —¿Baek?


 


ChanYeol asintió. 


 


— Baek, entonces. Ahora, ¿sabes quién se lo llevó? 


 


ChanYeol podía oír el veneno subyacente en el tono del anciano. Estaba prohibido a otro vampiro tocar a la pareja de alguien. Pero la pena de muerte tendría que esperar. Había planeado tener este honor. —Sí, Anciano. Como he dicho, fue JaeHyun. —Colocó la grabación en el lateral del ordenador y pulsó la tecla play. 


 


El anciano se volvió y examinó lo que se había acabado de cargar. —Usó engaños y mentiras para ganar lo que no era suyo —el viejo hombre silbó—. Va a morir por esto. 


 


—Primero tengo que encontrarlo —señaló ChanYeol. El anciano se volvió y una sonrisa cruel apareció en su rostro, fulminante. Se obligó a permanecer inmóvil y a no temblar. El hombre realmente era muy viejo y arrugado, pero no era un vampiro para subestimar. 


 


—Hecho. 


 


ChanYeol se quedó asombrado cuando el monitor se apagó. ¿Qué mierda? ¿Cómo diablos podría encontrar a Baek si el anciano había desconectado la conferencia? Miró hacia abajo cuando su cadera vibró. Cogió el teléfono y vio que tenía un mensaje de texto. Sonrió maliciosamente cuando leyó en la pequeña pantalla la ubicación donde JaeHyun se escondía actualmente con el muchacho. Salió de la casa y montando en su moto, fue detrás de su pareja. 


 


 


 


*****


 


 


 


Baek miró a través de las hojas de los arbustos. Había pasado una buena media hora desde que JaeHyun se fue. Tal vez fuera seguro salir. Se agachó y se deslizó por debajo. 


 


—Te tengo — JaeHyun gruñó mientras lo cogía por el pelo—. No me has dado más que problemas por lo que has aprendido del idiota de Kris. Te perdí entonces pero eso no va a pasar ahora. 


 


El muchacho lloró cuando JaeHyun le torció más el pelo. Extendió la mano hasta sus pantalones y agarró el cuchillo, tirando de él, antes de empujarlo tan profundamente en el muslo de JaeHyun como pudo. 


 


—¡Hijo de puta! —gritó JaeHyun cuando lo soltó para sacar el cuchillo. Baek no iba a esperar a ver lo que hacía. Corrió lo más rápido que podía con las piernas entumecidas. 


 


Su corazón saltó y se instaló en algún lugar cerca de su garganta cuando vio a dos cazadores dirigiéndose hacia su camino, con sonrisas en sus rostros musculosos amenazantes. 


 


—Así está bien, ven a mí, pequeña mascota —dijo un hombre casi feliz. 


 


Baek se dio la vuelta para correr en otra dirección, pero JaeHyun estaba cojeando por el garaje detrás de él, con el ceño fruncido en su rostro. Lástima que el hijo de puta no se había desangrado en el patio. 


 


—No te quedes ahí parado — JaeHyun gritó mientras le señalaba con el dedo—. ¡Arréstenlo, idiotas! 


 


No estaba seguro de a dónde ir. Estaba rodeado. JaeHyun iba a golpearlo hasta que estuviera negro y azul y no había ni una maldita cosa que pudiera hacer al respecto. Llegó hasta sus pantalones rasgados y cogió el cuchillo de su muslo, sosteniéndolo frente a él mientras se alejaba. 


 


—¡Manténgase alejado de mí! —Sólo entonces, oyó el sonido de una moto en su camino. Conocía el sonido. La moto ChanYeol tenía una explosión muy distinta a otras. Su corazón empezó a latir salvajemente a sabiendas de que su Amo venía a recogerlo. 


 


—No lo voy a joder, no te voy a perder de nuevo — JaeHyun gruñó mientras iba tras él. 


 


Se alejó aún más, sosteniendo el pequeño cuchillo en sus manos. —¡Le voy a cortar las pelotas si se acerca! —Guauu. Quedó impresionado consigo mismo. Nunca pensó que él sería tan asertivo, pero lo era sólo porque él no quería ser apartado de su Amo. Era bueno para él. ChanYeol se comportaba como si le importara. No quería otro Amo que no fuera él. 


 


Gritó cuando JaeHyun le atacó. Se tambaleó hacia atrás, y ambos aterrizaron en el suelo, frío y húmedo. Los ojos de JaeHyun se agrandaron mientras le miraba. —Yo sólo quería tu dulce sangre, mascota. 


 


—No puede tenerla —gritó Baek y entonces se dio cuenta que aún sostenía el cuchillo... y lo metió en el estómago de JaeHyun. Su cabeza estalló cuando ChanYeol rugió. Vio, entre sombras, un movimiento tan rápido que el muchacho no estaba seguro de si era su maestro o un cazador que se aproximaba a ellos. Se encogió cuando JaeHyun le fue súbitamente arrebatado de encima. 


 


—¿Estás herido? —preguntó ChanYeol. 


 


¿Por qué tendría que preguntarle eso? Miró hacia abajo donde ChanYeol estaba mirando para ver sangre manchando su piel y descendiendo por su pecho desnudo como corrientes de lluvia. —No, es la sangre de JaeHyun —respondió, y luego se puso de pie, arrojándose en brazos de ChanYeol. Nunca en su vida había sido tan feliz por ver a alguien. 


 


—¡Vas a pagar por esto! — JaeHyun gritó mientras se ponía en pie, tambaleándose un poco por la buena cantidad de sangre perdida. 


 


—No, no lo va a hacer. 


 


Baek giró la cabeza para ver a cuatro vampiros saliendo de las sombras, dando vueltas alrededor de su grupo. Se aferró más fuerte a ChanYeol cuando miró a sus ojos fríos y oscuros. 


 


—Ellos fueron enviados por el anciano —ChanYeol susurró para él—. No están aquí para llevarte. 


 


Baek aún no se relajó. Se agarró a él tan fuerte que era difícil decir dónde terminaba uno y comenzaba el otro. —Yo le apuñalé, Amo —susurró—. Sólo soy una mascota. Podría morir por hacer esto. 


 


—No —dijo ChanYeol mientras sostenía su cara y se inclinaba. Sus ojos eran tiernos cuando le miraba—. Eres mi pareja, Baek. Nadie va a colocar sus manos en ti de nuevo. 


 


—Pero... —se chupó el labio inferior, teniendo cuidado con sus dientes. Sabía que iba en contra de las reglas que una mascota atacara a un Dom. También iba en contra de todo lo que se le había enseñado. 


 


—Eres mi pareja, Baek —dijo ChanYeol de nuevo—. Eso significa mucho más que una mascota. Me perteneces para el resto de nuestras vidas. Yo mismo he registrado nuestro apareamiento con nuestro anciano. Nadie te puede separar de mí. —Los ojos ChanYeol se volvieron fríos y duros cuando él los levantó para mirar más allá del hombro del muchacho—. Hacer eso después de que una pareja sea reivindicada es una sentencia de muerte automática. 


 


—¡No! — JaeHyun gritó mientras giraba alrededor del círculo de vampiros—. Él es el mío. Lo reclamo. 


 


—Es demasiado tarde para eso —respondió uno de los vampiros—. Rompiste una de nuestras leyes más sagradas. Te llevaste lo que no te pertenece, y ahora tienes que pagar las consecuencias de tus actos. 


 


—¡No es más que una mascota! — JaeHyun parecía indignado. 


 


—No —dijo ChanYeol cuando sus ojos se volvieron tiernos de nuevo al mirar al muchacho—. Baek es mucho más que una mascota.


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