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Más que una mascota por DenisseZepol

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Hacía horas que ChanYeol se había marchado y Baek estaba fuera de sí. Su Amo dijo que probablemente no estaría fuera más de una hora más o menos, pero se había marchado por la mañana, el sol comenzaba a ponerse y no contestaba al teléfono. Sólo sabía que algo terrible le había pasado. No había otra explicación. ChanYeol nunca estaría fuera durante tanto tiempo si podía evitado. No querría que él tuviera miedo. Al menos, esperaba que no lo quisiera. 


 


ChanYeol parecía un buen Amo, cariñoso, y desde la noche anterior, cuando lo folló, se había vuelto más amoroso y protector. Todavía no entendía bien lo que quería decir ser su pareja, pero esperaba que significara que no tendría que dejarlo. Realmente le gustaba ChanYeol. 


 


Baek se frotó la sien mientras caminaba alrededor de la pequeña habitación. Su cabeza empezó a dolerle hacia un par de horas y sabía que era todo el estrés y la preocupación. En el momento que ChanYeol regresara, pararía. 


 


— Baek. 


 


Se sobresaltó cuando oyó a alguien en la sala principal decir su nombre. Debería estar mirando los monitores, pero se le había olvidado en su preocupación por su Amo. ChanYeol estaría tan molesto con él... Corrió hacia los monitores y vio a un hombre de pie en medio de la habitación, mirando a su alrededor. Había algo familiar en el hombre, pero no conseguía ubicarlo. Sabía que lo había visto antes ¿pero dónde? 


 


—¿Baek? —El hombre gritó—. ¿Estás aquí? 


 


Se mordió el labio. Su Amo le había dicho que estuviera quieto si viera u oyera algo. Claramente había sido una orden. 


 


—Park me envía. 


 


¡ChanYeol! Baek fue hacia la puerta aún con esas palabras resonando en su cabeza. Debía permanecer oculto en la habitación y no salir para nada pero... 


 


—Está herido, Baek. Te necesita 


 


Se retorció las manos mientras saltaba de un pie a otro. Quería ir hasta el otro hombre y pedirle que le llevara hasta él pero al hacer eso, estaría desobedeciendo a su Amo. Tenía un Amo maravilloso y no quería que se enfadara con él. ¿Qué tenía que hacer? ¿Qué tenía que hacer? 


 


—Mi nombre es JaeHyun. Nos conocimos en el bar. 


 


Al oírlo, se acordó del hombre. —No te voy a hacer daño. —Entrecerró los ojos mientras miraba hacia abajo, a los monitores y se acordó, también, del deseo en los ojos del hombre cuando le había mirado. No confiaba en él. Bueno, en realidad, no confiaba en nadie, excepto en su Amo, y en JaeHyun, incluso menos. Cualquiera que codiciara la mascota de otro Dom estaba equivocado. 


 


—Maldita sea, Baek —gritó JaeHyun—. No tengo tiempo para esta mierda. Park se está desangrando, y tú estás ahí con juegos mentales. ¡Fuera de aquí ahora mismo! 


 


Su corazón se rompió. ¿Y si estaba diciendo la verdad? ¿Y si no lo estaba? No sabía qué hacer. Si estaba diciendo la verdad e ignoraba la orden, ChanYeol podría morir pero si estaba mintiendo y aceptaba la orden, podría morir. 


 


Realmente no había ninguna decisión que tomar. Rápidamente miró alrededor de la sala buscando cualquier tipo de arma. Conociendo a ChanYeol, tendría algunas en la habitación pero probablemente estarían escondidas. Sus ojos aterrizaron en una pequeña caja marrón de madera que estaba en el borde de la mesa. Se inclinó, agarró el lateral de la caja y la atrajo hacia él. 


 


Como lo sospechaba, la caja estaba llena de cuchillos. ChanYeol era un hombre extraño. No le sorprendería si cada pared tuviera un compartimiento oculto con armas porque parecía que le gustaban sus armas y sus escondites secretos. Cogió algunos cuchillos, aunque, una vez hecho, no estuviera seguro de qué hacer con ellos. No tenía zapatos ni ropa interior así que esconderlos allí no era posible. 


 


Miró sus pantalones. Los bajos ya estaban cortados por lo que quizás JaeHyun no se daría cuenta si cortara un poco más. Empujó sus pantalones hacia abajo y luego se sentó en el suelo. Dejó caer los cuchillos al lado de él, excepto uno, y con eso empezó a hacer cortes a la altura de la rodilla. Una vez que tuvo varias tiras atadas, puso un cuchillo en el muslo y el otro en la zona baja de la espalda, y otro más en su ingle. Era un cuchillo pequeño. Una vez que estaba todo en su sitio, tiró de sus pantalones hacia atrás y cogió el último cuchillo. 


 


JaeHyun seguía gritando en la otra habitación, podía oírle gritar a través de las paredes. Empezó a ir hacia la puerta cuando se acordó del teléfono. Rápidamente se volvió de nuevo y trató de llamar a ChanYeol una última vez. Cuando no recibió ninguna respuesta, casi tiró el teléfono contra la pared por su frustración. ¿Por qué no había respuesta? Cogió un pedazo de papel y le escribió una pequeña nota, diciendo que JaeHyun había llegado y lo que el hombre le dijo. Lo puso bajo el monitor esperando que lo viera si volvía a la casa, asumiendo que JaeHyun no le estaba diciendo la verdad sobre que estaba herido. 


 


Con su corazón martilleando en el pecho y el miedo llenando cada fibra de su ser, caminó hacia la puerta que daba a la habitación principal. Abrió con cuidado la puerta desde el interior, cerrándola tan silenciosamente como pudo. Él estaba en la habitación que contenía las sábanas, tan fresco como podía estar sentado en un estante polvoriento quién sabía desde cuándo. 


 


—¡Baek! 


 


Podía escuchar la rabia en el tono de JaeHyun. Cuanto más le llamaba, más profundo era el gruñido en su voz. Quería a ChanYeol desesperadamente, pero si el hombre no había respondido a su teléfono después de que le hubiera llamado doscientas mil veces, significa que estaba solo. Le había dicho que podría cuidar de sí mismo, pero ahora era el momento de demostrarlo. Y estaba aterrorizado. Abrió la puerta de la habitación y de inmediato vio la ardiente lujuria en los ojos de JaeHyun antes de que enmascarara la expresión. Tendría que haberse quedado escondido. 


 


El pensamiento llegó demasiado tarde cuando JaeHyun cruzó la habitación y esposó sus muñecas. —Tenemos que darnos prisa. —Park está herido y necesita sangre. 


 


—¿Cómo se hirió? —preguntó cuando estaba siendo prácticamente arrastrado. Las manos le apretaban tanto que le quemaban. 


 


—Eso no es importante. Tenemos que darnos prisa. — JaeHyun se volvió hacia él al salir del almacén. Notó como miraba rápidamente alrededor antes de empujarlo en un camión que estaba esperando. El motor aún estaba encendido. 


 


—Quédate en el suelo y no te levantes. No quiero que te vean los cazadores. 


 


JaeHyun dobló rápidamente su cuerpo entre el panel y el asiento. Era pequeño, por lo que encaja perfectamente, con espacio de sobra. Se mordió el labio inferior cuando el camión empezó a moverse, balanceándose hacia atrás y hacia delante. 


 


—¿Cómo Park ganó tu propiedad? — JaeHyun le preguntó mientras conducía un poco demasiado rápido para su comodidad. Sabía que no debía decírselo porque aunque ChanYeol no le había prohibido hablar de cómo había entrado en su vida, por el poco tiempo que había estado con su maestro, sabía que era un hombre muy privado. 


 


—Me prohibió hablar de ello —mintió. 


 


—Muy bien —dijo JaeHyun irónicamente—. No es importante. 


 


Eso fue muy extraño. Todas las alarmas en la cabeza del muchacho se dispararon. Esto no estaba bien. Sabía que había algo extraño con el Dom, pero había pensado que ChanYeol estaba realmente herido. JaeHyun no iba a decirle cómo se hirió su Amo, y ¿entonces decía algo tan extraño como que no era importante? 


 


—¿A dónde vamos? —Lo intentó de nuevo. 


 


—Siéntate ahí y quédate quieto, muchacho. Una mascota es para ser vista y no para ser escuchada. —Le ordenó. 


 


Baek se movió un poco, sintiendo los cuchillos que se había colocado. El problema era que no estaba seguro si JaeHyun estaba diciendo la verdad sobre ChanYeol o no. Incluso si el hombre era un idiota, no quería decir que estuviera mintiendo. 


 


Sólo tendría que esperar y ver a dónde iban. Su espalda comenzó a sufrir calambres mientras JaeHyun conducía, sentía como si hubiera estado conduciendo durante horas. Si ChanYeol había dicho que estaría de vuelta en menos de una hora, significaba que no estaría muy lejos. Entonces, ¿por qué JaeHyun aún estaba conduciendo? 


 


—Quédate ahí —le dijo, cambiando de dirección una vez más. 


 


Quería decirle al hombre que era un maldito dolor de culo, pero le había ordenado guardar silencio. No es que tuviera que obedecerlo ya que no era su amo, pero una mascota era entrenada para ser obediente. JaeHyun no le estaba haciendo daño, por lo que sólo se sentó en silencio, sufriendo. 


 


El camión llegó finalmente a una parada y JaeHyun apagó el motor. —Quédate aquí hasta que yo te diga que puedes salir —le dijo mientras salía del camión y cerraba la puerta. 


 


Si ChanYeol estaba en extrema necesidad de sangre, ¿por qué tenía que quedarse? Se volvió hasta que la parte superior de su cuerpo descansaba en el asiento, y luego, lentamente, levantó la cabeza lo suficiente para ver por la parte inferior de la ventana. Tenía que salir de ahí. ¡JaeHyun le había engañado! Se quedó sin aliento al ver a uno de los cazadores que les perseguían hablar con JaeHyun y este no parecía hostil, al menos. Parecía como si estuviera hablando de negocios con el cazador. 


 


Se deslizó rápidamente hacia el lado del conductor del camión y agarró la palanca de la puerta. Se mordió el labio inferior mientras tiraba de ella y la puerta se abría un poco. Mirando hacia atrás por la ventana del pasajero, salió de la camioneta y abrió la puerta. Miró a su alrededor y vio que estaban en una acera. Esperaba que JaeHyun no viviera en la casa de ladrillo rojo que estaba a su izquierda, porque tomó una respiración profunda y corrió en dirección al patio trasero.

Notas finales:

Gracias por leer. 


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