Naruto retrocedió lentamente, torpemente. Palpando la grafiteada pared a sus espaldas, tratando fallidamente de no tropezar con las latas de aluminio que se expandían por el suelo.
El Uchiha lo tenía bien sujeto de la cintura y aun así las probabilidades de que su cuerpo tocara el suelo no eran nulas. No, Naruto sabía a la perfección lo impulsivo que podía llegar a ser Sasuke en uno de esos ataques de calentura que se suscitaban cuando menos lo imaginaba.
Esta vez era en el callejón, justo a espaldas de la plaza. Sasuke apenas si le había dirigido la palabra cuando se hubo separado de sus compañeros de grupo y ahora compañeros de equipo en un trabajo escolar del cual no estaba enterado.
Y lo único que Sasuke hizo fue preguntarle acerca de quién era él, no ella, ni ellos, él, específicamente le preguntaba por Neji y, al parecer, su respuesta no fue muy convincente para el Uchiha.
Un simple momento de celos, inquietud… ¿inseguridad?
Naruto no sabía qué era lo que Sasuke sentía, ya que este no solía decírselo. No exteriorizaba verbalmente sus molestias a menos que verdaderamente fuera algo de relevancia. Y últimamente todo parecía serlo entre ellos dos.
O bien, Sasuke no estaba satisfecho con la relación, con la intimidad a la que recurrían casi cada noche. La otra opción no era muy convincente, pero tampoco debía ignorarla por completo.
Tenía que preguntarle o Sasuke no le diría nada. El dialogo suele servir en algunos casos, a pesar de que Sasuke era un hombre de pocas palabras podían solucionar lo que fuera que estuviera inquietándolo, a ambos.
-Sasuke- se removió incomodo contra el muro a sus espaldas, alguna saliente de la pared había rasgado parte de su camisa cuando Sasuke lo empujó con firmeza hacia ella, dolió.
Su gesto de incomodidad disminuyó a medida que el beso se tornaba cada vez más candente, ya no solo era la inquieta lengua de Sasuke saboreando el interior de su boca, también las caricias comenzaban a hacer acto de presencia y eso realmente le gustaba a Naruto.
Solo una cuestión lo incomodaba…el lugar.
Si algún policía llegaba a verlos ahí estarían en problemas, a él no le perjudicaban tanto pero a Sasuke…
-No- alcanzó a decir Naruto en medio de ambas bocas. El cuerpo de Sasuke hacía fricción con el suyo y no podía negar que también se estaba excitando.
Pero Sasuke no escuchó su petición, volvió a unir sus labios una vez más, silenciando cualquier nimiedad que pudiera decirle Naruto en ese momento.
Debía tener en cuenta que mezclar bebidas energéticas cuando lo que su cuerpo le pedía era sexo era una pésima idea, quizás era la bebida pero a Sasuke le resultó similar ese efecto al de un afrodisiaco.
Y no que repudiara del todo la idea de consumir afrodisiacos, simplemente debía recordar tomarlos en lugares más…privados.
Poco y nada le importaba lo que pensaran o dijeran de ellos, tener sexo en un callejón era igual de indecente que dibujar en la pared con una botella de spray.
Nuevamente no se percató de sus acciones hasta que Naruto lo empujó firmemente del pecho para apartarlo, estaba atacando su cuello otra vez, marcándolo, sentía la necesidad de hacerlo y…no estaba celoso.
Claro que no, el hecho de ver como Naruto socializaba con otro individuo de su edad dentro de la plaza no tenía nada que ver con su actual conducta, así como tampoco influía haber presenciado las miraditas nada discretas que le lanzaban a su chico dentro de la escuela.
-Sasuke- y esta vez el aludido se apartó forzosamente, solo para encontrarse con el rostro de molestia e incertidumbre de Naruto.
Tuvo la necesidad de besarlo una vez más pero se contuvo.
Era una idiotez mostrarse inseguro ahora, aunque no descartaba del todo ese hecho. Hace años, cuando estaban juntos en el orfanato, no tenía que compartir a Naruto con nadie, solo eran ellos dos, aislados del mundo, pero en compañía del otro.
Sin embargo, no podía mantener al chico encerrado en su casa todo el tiempo... ¿o sí?
Más bien no era correcto, Naruto necesitaba estudiar y él necesitaba dinero, solvencia económica, pero ¿Qué había de la emocional?
Seguía cuestionándose sobre ello desde hace casi una semana y llegaba a la misma patética conclusión…aun era muy pronto.
-¿Estás molesto?- Naruto suavizó la mirada, pasando a acariciar la mejilla del ensimismado joven que no hacía otra cosa que observar su cuello con cierto deje de confusión en sus pupilas negras.
-No digas tonterías- casi con la misma rapidez en la que Naruto realizó aquel suave toque, sus manos fueron apartadas, no sin cierta brusquedad de por medio.
Naruto suspiró afligido, contempló como Sasuke echaba las manos a sus bolsillos para emprender la caminata.
Le preguntaría cuando estuvieran en casa, tal vez fue mala idea entablar una breve conversación con sus compañeros…no.
Sacudió enérgicamente la cabeza, esas eran estupideces, que Sasuke no tuviera vida social no significaba que él tampoco debía tenerla.
A pesar de todo no podía evitar sentirse culpable por el comportamiento de Sasuke, cada vez más posesivo, distante y extraño.
Apenas llegaron a la casa. Naruto se detuvo frente a la puerta, esperó a que Sasuke la abriera pero dudó en ingresar cuando el Uchiha siguió de largo hasta las escaleras sin siquiera mirar atrás.
Ahora estaba completamente seguro de que Sasuke se había molestado con él.
Llevó instintivamente dos de sus dedos hacia su cuello, ya no quería que le dejara marcas. A diferencia de Sasuke, él no usaba saco o chaqueta, no soportaba usar esas prendas, prefería usar ropa ligera y vestir únicamente el uniforme tal cual estaba indicado en el reglamento.
Desvió la mirada a la película que sostenía en su mano izquierda y una sonrisa se amplió en sus labios. Tenía una excusa para estar con Sasuke, aprovecharía ese momento para preguntarle sobre su conducta, ya que sentía que él tenía la culpa de eso y si Sasuke no se lo decía, no sabría qué hacer para ayudarlo.
Porque una pareja se apoya mutuamente, y aunque Sasuke no se tomara tan en serio su relación, él si lo hacía.
Por más diminutos que fueran los problemas, Naruto no podía dejarlos pasar desapercibidos, contrario a Sasuke que fingía que no ocurría nada, aún cuando su comportamiento demostraba lo opuesto.
Subió los escalones con sigilo luego de cerrar la puerta tras de si.
Ni bien entró a la recamara de Sasuke, ladeó la cabeza confundido.
Sasuke yacía recostado con su mirada fija en el techo y ambos brazos reposando detrás de su nuca, su semblante dubitativo no le agradó a Naruto pero optó por no decir nada.
Solo entró con paso seguro. Anduvo a gatas sobre el colchón hasta posicionarse encima de Sasuke, con ambas piernas a los costados de su cadera.
Y entonces Sasuke lo notó. Era imposible no hacerlo cuando esos ojos azules lo observaban con curiosidad, el rostro de Naruto estaba a escasos centímetros del suyo, e incluso pudo sentir su respiración contra su piel.
Enredó los dedos en los cabellos dorados para atraerlo más hacia su rostro. Naruto sonrió nervioso pero no apartó la mirada.
Lentamente acercó sus labios a los contrarios y esta vez el contacto fue correspondido de inmediato por Naruto, no se opuso en lo más mínimo a que Sasuke lo besara.
Los movimientos labiales de Sasuke eran suaves, a diferencia de lo agresivo que se había mostrado afuera de la plaza. Ahora Naruto si lo estaba disfrutando, no había otro movimiento de por medio que no fuera el de los labios de ambos.
Sasuke besaba de manera asombrosa y Naruto ya lo había corroborado infinidad de veces, en ocasiones no lograba seguirle el ritmo, pero igualmente lo disfrutaba.
Segundos o minutos. Ninguno estuvo consciente de cuanto duró aquel beso, solamente la respiración les obligó a separarse del contacto tan ameno y placentero.
-La película- sonrió Naruto, limpiando la comisura de sus labios con su antebrazo. Sasuke resopló y acto seguido, miró hacia otro lado. –Voy a ponerla- agregó, retrocediendo sobre el colchón.
Resignado, Sasuke presenció como el rubio se bajaba de la cama para dirigirse al aparato electrónico situado junto al buró.
Quiso reclamarle cuando la intensa luz le dio de lleno en el rostro. Naruto había oprimido el apagador sin avisarle antes, pero se tragó la queja al reparar en lo que le sucedía.
No estaría tranquilo hasta decírselo y lo peor del asunto era que no se trataba de un tema en particular, eran dos y no sabía cómo reaccionaría Naruto cuando se decidiera a comentárselos.
No lo haría de golpe, sería demasiado… ¿impropio?, no. Le importaba un carajo si eran temas superfluos, necesitaba decirlo y punto. No obstante iría con calma esta vez.
Primero un tema, después el otro. Así le daría tiempo a Naruto de pensarlo detenidamente, no quería forzarlo a hacer algo que no quisiera.
Porque prometió estar a su lado y además cuidar de él.
-Hum no encuentro los subtítulos- Naruto rascó su nuca, mirando atento la pantalla y las opciones que se desglosaban en ella. No podía ser tan distraído como para comprar una película sin…
-Ven- pero la voz de Sasuke lo sacó de sus divagaciones y actual debate con el televisor.
Pasó saliva pesadamente, sopesando la idea de que el Uchiha se hubiera enfadado por eso. Ni siquiera se molestó en quitar la película.
Avanzó hasta la cama con el vago pensamiento de que Sasuke quisiera tener relaciones.
-Podemos ver algo mas- se encogió de hombros, forzándose a sostener su mirada con la de Sasuke. El rostro meditabundo y serio de este no ayudaba en su sugerencia.
-Olvídate de eso- masculló Sasuke, exhaló profundo antes de levantarse de la cama. Naruto lo siguió con la mirada. -¿Qué opinas…?- Naruto se incorporó del colchón en cuanto Sasuke sacó un cigarrillo del bolsillo delantero de su saco para posteriormente encenderlo. Ya no estaba confundido, la actitud de Sasuke comenzaba a abrumarlo e incluso a asustarlo.
-¿Qué opino de…?
-¿Qué opinas de tener un hijo?- la pregunta interrumpió el burdo intento de Naruto por entrever la situación que Sasuke deseaba abordar.
El labio de Naruto tembló involuntariamente, de pronto la tristeza se apoderó de su cuerpo.
-¿Quieres tener un hijo?- forzó una sonrisa, gesto que no pasó desapercibido para el Uchiha, este llevó el cilindro a sus labios, cerró los ojos al momento de inhalar el humo proveniente del cigarrillo, permitiendo con ello que su ansiedad se disipara, tan solo un poco.
-Si- firme y llano aclaró su respuesta. Naruto se quedó en silencio, divagando en lo que estaba pasando y…nada.
Por más que lo intentó, no logró asimilar el comentario de Sasuke, ahora comprendía el motivo para que Sasuke se comportara de esa manera, es que… ¿trataba de apartarlo?
Sus pies avanzaron por si solos hacia la salida, pero fue detenido del brazo por Sasuke antes de que lograra su cometido de salir de la habitación.
-No me has respondido- Sasuke se vio obligado a escupir el cilindro al suelo, no tardó en pisarlo para enseguida ejercer contacto visual con Naruto.
-Responderte… ¿Qué?- Naruto forcejeó por soltarse del agarre, le dolía saber que Sasuke quería formar una familia ahora, ¿Por qué esperó tanto?
Pudo simplemente decírselo antes y se habría apartado de inmediato, lo que menos quería era ver infeliz a Sasuke, y lo que más le dolía, era saber que lo dicho por Sakura años atras en el orfanato era cierto, Sasuke quería tener hijos y él…
Él no podía dárselos.
-¿Qué opinas de tener un hijo?- Sasuke casi escupió las palabras, detestaba inmensamente tener que repetir la pregunta, especialmente por el significado de la misma. Podían alquilar un vientre pero si Naruto no quería…
-Si es lo que quieres- contestó Naruto en un murmullo. De un fuerte tirón logró zafarse finalmente del agarre de Sasuke.
Se encaminó decidido a las escaleras y, para su sorpresa, Sasuke no lo siguió.
El Uchiha se limitó a observarlo bajar tambaleando los escalones. Naruto necesitaba tiempo para pensarlo y él lo sabía desde un comienzo. Fue por eso que no quería decírselo y a juzgar por la reacción de Naruto debió haber esperado, o en su defecto, no haberle dicho nada.
Naruto salió a la calle con una fuerte opresión en su pecho. Le parecía irreal que de un momento a otro Sasuke le comentara tan fríamente que deseaba formar una familia.
Porque prácticamente estaba terminando con su relación… ¿cierto?
Si Sasuke quería ser feliz con una chica él no se lo iba a impedir, aunque le doliera.
-Tener un hijo- murmuró, mirando a la lejanía. Al principio comenzó a caminar sin rumbo, pero la imagen del parque se cruzó en su cabeza al momento de abandonar el coto.
**
Al caer la noche. Naruto regresó a la casa que compartía con Sasuke, con el amor de su vida.
Tenía pensado quedarse a pasar la noche en algún hotel, pero no le había avisado a Sasuke y podría preocuparse.
¿Preocuparse?... ¿es que su mente no razonaba que Sasuke ya no lo necesitaba para nada?
Aparentemente no porque estaba ahí, recargado en la puerta, esperando pacientemente a que los minutos transcurrieran.
Pensar, toda la maldita tarde estuvo pensando al respecto, en ese asunto de tanta importancia que Sasuke se estaba guardando desde hacía ¿días?... ¿semanas?... ¿meses quizá?
No tenía idea de cuánto tiempo pero seguía doliéndole.
Sus manos temblaron cuando trató de abrir la puerta pero pudo hacerlo luego de dos intentos fallidos.
Encendió la luz enseguida, las luces apagadas y las puertas de las habitaciones cerradas, eso solo indicaba una cosa…
Sasuke no estaba.
No supo si se sentía aliviado o peor con ello. Sasuke bien podría estar con alguna chica, una futura candidata al hijo que tanto deseaba tener.
Y sus pestañas se humedecieron sin que lo notara.
Subió las escaleras con desanimo y ni siquiera corroboró su sospecha de la ausencia del Uchiha. Solamente se dirigió a su recamara para dormir. Desafortunadamente tendría que asistir a clases al día siguiente y ahora que tenía con quien hacer equipo, no quería que lo vieran en ese estado tan decaído.
Lo que le costó años recuperar, Sasuke lo derribaba en un solo día…su autoestima, su confianza, su relación.
Abrazó la almohada con fuerza cuando su cuerpo tocó la cama. Ya lo hablaría con Sasuke mañana, por ahora debía descansar. Podía rentar algún departamento cercano y buscar el empleo que Sasuke no le había permitido tomar.
**
Suspiró abrumado por tercera ocasión. Su mentón reposaba sobre la palma de su mano.
Las ojeras eran evidentes porque por más que lo intentó, no logró conciliar el sueño en dos noches, Sasuke no había vuelto desde el viernes y eso lo preocupaba aun más, pero decidió no enfocarse en ello. Ni siquiera respondía sus llamadas.
Estaba en clases y debía prestar atención o de lo contrario lo sacarían como la vez pasada, solo que ahora se haría acreedor a un reporte, y no deseaba eso para nada.
-Naruto- el aludido alzó la mirada cuando escuchó su nombre. Sus ojos se encontraron con los de Menma y recobró la postura de inmediato.
Una sonrisa a medias, un ligero ademan…un ¿saludo?
Y Menma pasó de largo sin decir nada más.
Naruto parpadeó unos instantes. Estaba rodeado de gente extraña aunque ciertamente él no podía considerarse como alguien “normal”.
Primero Sasuke con su actitud distante y cuyo motivo ahora conocía.
Y ahora Menma que no le había dirigido la palabra en toda la semana desde su llegada y ahora lo saludaba como si nada, incluso le sonrió.
Vio entrar al profesor y hundió su rostro entre la pila de libros que reposaba en su banca. Ese sería un día largo y tedioso.
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