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Solo eran 24/4 por Nasky

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Notas del capitulo:

Hola hola! hoy subiendo cap temprano, espero estén bien, por lo menos sin tanto calor como yo, ¡está terrible! pero bueno, a aguantar solo queda.

Saludos, nos vemos el próximo viernes ^^, espero estén bien

Abro la puerta, entro y detengo la puerta, ella pasa, pero como le estorbo se detiene, en el momento que cierro la puerta la acorralo contra la pared ¿recuerdan que “no me podía hacer tonta tanto tiempo”?

-           ¿De verdad me quieres solo observar? - pego mi cuerpo al de ella- ¿Cómo quieres que te recoja si ni te he cogido una vez? - suspiro a nada de sus labios- y, sobre todo, tus ojos también son lindos- es increíble como el aliento apenas sale de su boca, el color de su cara, cuello y lo que alcanza a dejar ver el cuello de su blusa también.

Ella no responde nada, se queda quieta, me separo lento, pero con una enorme sonrisa, estoy satisfecha y no voy a negar que con las hormonas todas locas, tengo tiempo sin tener contacto con nadie y más porque pocas ganas me quedaron cuando mi última relación se fue porque no pudo “soportar” mi enfermedad

-           No juegues con fuego Ania, que te puedes quemar- digo entre risitas y yéndome directo a la cocina- hablando de quemar- alzo la voz para que me escuche- ¿quieres la comida muy caliente o tibia está bien?

Como no la escucho me asomo, sigue medio ida en la entrada

 

Ese es el plan, así que, abro la puerta, entro y detengo la puerta, ella pasa, pero como le estorbo se detiene, en el momento que cierro la puerta para acorralarla me tropiezo con ella jalándola hacia el suelo en una inminente caída, ya puedo sentir los moretones en mi cuerpo y el dolor muscular que tendré, pero no, la mujer me abraza protegiéndome con su cuerpo y girándonos para ser ella la que toque el suelo en primer plano hasta la completa caída.

Siento sus brazos sujetándome fuertemente el cuerpo, mi cabeza que está en sus manos y su… ¿pecho? ¡Dios! ¡Son tan acolchonadas! Bueno, no es que no sepa que los pechos de nosotras las mujeres son suaves, pero es que ella… o sea… no es talla súper grande como… ¿usará un bra reductor? ¡Mierda!, hasta tentación de moverme entre ellas para comprobar, pero presiento que sería muy obvio y de por si ella me protegió como para… ¡me protegió y yo aquí de pervertida! ¡¿Qué clase de persona soy?!

Levanto mi cara (realmente estoy toda roja, siento mi cara arder), sus cálidos y penetrantes ojos me observan, ¡rayos! ¡Estúpido Santiago!, como sea, no deja de verme

-           ¿Estás bien? ¿te pasó algo? ¿te golpeaste? - pregunta preocupada en lo que me voy levantando

-           No, tú me protegiste- ¡cielos! - estoy bien ¿tu cómo estás? - paso la mirada por su cuerpo, a ver si así puedo ver algún moretón y lo único que veo es el buen cuerpo que se carga

-           Estoy bien, no fue tan tosco, necesito revisarte- demanda, me le quedo bien, inclino la cabeza hacia el lado derecho

-           ¿Mmmm? - pregunto sin entender

-           Quítate la ropa, necesito ver si realmente no te hiciste daño- mis ojos se abren ante la sorpresa, la veo con incredulidad, creo que escuché mal, mi mente tal vez entendió mal, ella se va sentando e inclinando para ponerse de pie

-           ¿eh? - se escapa apenas perceptible de mi boca

-           Solo me levanto y vamos a la sala, tu cuarto o baño para revisarte- comenta liada en levantarse

-           ¡¿Tú estás loca?!- me sobresalto

-           Bien, la sala no- se queja al levantarse

-           ¿En dónde te pegaste? - me molesto, se toca el fabuloso trasero que tiene, digo, las pompis

-           No me…- pone cara de sufrimiento e inmediatamente la quita, se toca la espalda y vuelve la cara de congoja

-           Déjame revisarte y curarte- suelto con pesadez, tengo un bálsamo muy bueno para los golpes- después de todo fue mi culpa que te pegaras- suspiro

-           Solo si prometes que después me dejarás asegurarme que no te pasó nada, incluso con mis brazos- frunce el ceño, che vieja manipuladora, se pone por completo de pie tocándose la espalda baja, ¡pinche vida!

-           Bien- musito caminando hacia el baño y ella me sigue medio lento

 

Entramos al baño, siento el movimiento de mi panza pidiendo completar su llenado de alimentos (lo bueno es que no suena), se me queda viendo

-           Enséñame- en lo que ella se descubre busco el bálsamo “maravilloso”

-           Mi vida completa si quieres- susurra y recuerdo que exactamente eso fue lo que me trajo hasta este momento, su BOCOTA

-           Esa no la necesitamos ahorita, pero si ponerte algo en los golpes- regreso mi vista a ella con el bálsamo ya, tiene cara de sorpresa y un ligero rubor- tengo un perfecto oído- le aclaro y el color le sube en tonalidad

Lo bueno de su piel o más bien dicho de ella, es que no se pone morada tan rápido, digo, los golpes en la piel no se le ponen morados (suspiro), necesito concentrarme en algo que no sea su piel, color o suavidad… ¡mierda! ¡Esto no está funcionando!

-           Está muy rojo ¿te duele mucho? - todo por querer regresársela

-           No- suspira, me ahorro verle la cara, creo que me pondría peor

-           Bien, esta pomada es muy buena, a mí me funciona muy bien y eso ya es mucho decir- le digo terminando de ponerla- listo

-           Gracias- me doy vuelta para dejar el bálsamo en su lugar y quitarme el exceso con papel- es caliente

-           Si, por eso no me lavo las manos ahorita, no quiero más males en mi- sonrío y me dirijo a la puerta hasta que ella me toma del brazo y me detiene

-           ¿A dónde vas? - pregunta

-           A la cocina a calentar la comida, tengo hambre- le hago ver lo obvio

-           Aun no verifico que nada te haya pasado a ti- frunce el ceño

-           Bien- me volteo, quito mi camisa y subo la parte de la espalda de la camiseta para que vea que nada pasó

-           Tus brazos- me indica, se los enseño girándome- tus piernas- la veo con cara de ¡estás loca! - no voy a ceder hasta verificar- lo dice toda mandona y firme

-           Como jodes- susurro

-           No escuché, pero no me importa, ya dije- pinche genio se carga

-           Ya- desabrocho el pantalón y lo dejo caer, ella revisa minuciosamente mis piernas

-           Menos mal- suspira con tranquilidad- ya veía al doctor regañándome por mandarme a cuidarte y terminando peor de como estabas- toca su pecho con la mano derecha toda aliviada, mínimo puedo decir que no hubo nada libidinoso en su actitud.

Subo mis pantalones toda incómoda, ella está más al pendiente del olor de la pomada

-           No huele mal y te hará bien- le hago ver saliendo del baño- ¿tú también comerás? - asiente a mi lado- después de eso debes descansar el golpe- me meto a la cocina

La comida fue silenciosa, apenas y nos mirábamos, comentó sobre los cambios al menú que, si realizaría, algo más de los medicamentos e hizo anotaciones en su libretita. Posteriormente se ofreció a lavar la vajilla y yo me fui directo a mis clases, la primera es el repaso de francés (en el que participa también Santi y aprovecha para tomarme el pelo un poco más), después de eso me sigo con los demás idiomas y mi concentración donde y como debe estar.

 

-           ¿Hola? - escucho al toquido de la puerta de mi cuarto

-           Pasa- la veo de reojo en lo que voy cerrando mis clases, hoy me siento particularmente cansada- dime

-           Para la salida de hoy ¿Qué tipo de lugar es? - ve mi cuarto, como si no quisiera perderse detalle- digo, para saber que ropa ponerme

-           No pienso ir, me siento cansada- su mirada que observa el cuarto se clava en mi

-           ¿Por qué no me dijiste? - comienza a poner cara entre preocupada y molesta- todo ese tipo de información es buena para que sepa el doctor- frunce el ceño- ¿es por la caída?

-           Me siento cansada desde que terminamos de comer- comienzo a exponerle y de la nada o forma mágica comienza a escribir-  pero es lo normal, así que tampoco es que me sienta mal- suspira con pesadez apretando los labios y me vuelve a ver fijo

-           Ambar, toda información referente a tu salud física como anímica es importante- se queda callada como pensando las palabras correctas, suspiro, la veo a los ojos

-           Prefiero quedarme viendo película- acepto

-           ¿De verdad te sientes bien? - su tono de preocupación hace que mi sentido de culpabilidad salte

-           Si, en verdad, deberías ir tú con ellos, se la van a pasar bien

-           No puedo salir a ningún lado sin ti o contigo, ¿acaso no recuerdas que el doctor dijo 24/4?- me sonríe dulcemente

-           Ah conque 24/4- creo que hasta ahorita le puse atención- eso ha de ser una exageración- Ania niega con la cabeza

-           Mmmm entonces hay que avisarle a tu amigo- señala el celular que tengo a mi lado un poco incómoda

-           ¿Qué pasa? - le pregunto haciendo a un lado mi computadora

-           Necesito revisar tu piel también- desvía la mirada y mi sonrisa sale a relucir

-           ¿De nuevo? ¿Necesitas o quieres? - pregunto maliciosa, la verdad es no soy tan así, pero ver que se retrae cuando en este tipo de situación es un gusto nuevo

-           Necesito- musita

-           Ah, solo necesitas- se talla el dorso de la mano izquierda con la palma de la derecha

-           Para reportar al doctor- su voz nerviosa me hace sentir un poco de ¿poder? - hace rato solo revisé lo de la caída

Me levanto de la cama y camino hacia ella mientras Ania retrocede dos pasos y casi topa con la pared

-           Hay que prender la luz para eso- pico el apagador y le sonrío- yo no muerdo- le sonrío

-           Pensé eras más…- se queda con las palabras en la boca mientras regresa su mirada a mis ojos y baja a mis labios, eso me pone un poco nerviosa

-           ¿Más? - acerco más mi cara, el sonrojo aparece en su cara y suena mi celular- ¿alo?

-           ¡Ponme en alta voz! ­- casi grita el tonto de Santi

-           Ya, ¿qué quieres? - pregunto molesta sentándome en la cama

-           Te conozco y me vale madres las escusas que te estés inventando, me las paso todas por el…

-           ¡Qué pesado eres! - lo interrumpo

-           Si si, me vale madres, voy a pasar por ustedes y si no estás te saco hasta en calzones- ¡como lo odio! Ania se ríe­- Así que Ania querida, es un lugar al aire libre, bastante lindo, lleva ligero, pero no tan ligero- me enfurruño

-           Ok- responde esta con una sonrisa

-           Si la loca esa te dice que está cansada o se siente mal no le creas, son puras mentiras para no salir por aguada antisocial- gruñe mi amigo y yo con el

-           Jódete- le digo

-           Mejor te jodo a ti, ya quedé con Andrea, así que pónganse lindas nenas que nos vamos de roll- comenta efusivo­- oie, si unos roles o rollos de piña, mmmm que ricos, debo de pasar a la tienda antes para comprarlos- Dice embelesado, puedo apostar a que tiene esa cara de sucio antojoso

-           Te vas a poner gordo y te van a salir barros por antojoso- le restriego, el condenado solo se ríe

-           Me ocuparé de eso después, las dejo, tengo que ponerme más guapote de lo que ya soy y eso es fácil, pero toma su tiempo- sin decir más cuelga y Ania sigue entre risitas

-           Pinto loco- musito

-           Bien podrías ponerle seguro a tu puerta- me hace ver entre risitas

-           No, el condenado se mete hasta por la ventana cuando se propone- me quejo yendo a mi closet- aparte tiene copia de las llaves de aquí- suspiro

-           ¿Por qué? - pregunta seria

-           Porque después de lo del hospital estuvo friegue y friegue conque nadie llegaría tan rápido como el- esa vez si se puso bien loco y la siguiente vez que lo necesité llegó súper rápido, así que cedí a darle la copia de llaves

-           Mmmm- se gira para salir, se detiene de golpe y me ve- no he revisado tu cuerpo

-           Ya lo revisaste hace rato, así que no te hagas- tomo la blusa de mangas largas- estoy bien, mi piel está bien- y mi vida ahorita no tanto porque no está en su completa tranquilidad con inquilinos y amigos molestos

-           Mmmm- sale del cuarto.

 

Santiago como siempre llega una hora después, con una sonrisa y la evidencia de que se tragó los rollos de piña, las cuales se las señalo dándole un zapecillo después.

-           Abusiva- frunce el ceño y el muy puerco se chupa el dedo para limpiarse el chocolate de la cara

-           Asco- lo veo feo

-           Pero si tu no me vas a chupar la cara- comenta presuntuoso saliendo del carro

-           ¡Gracias a Dios! - rezongo- ¿aun no entiendo cómo es que te hablo? - lo veo feo ya afuera del carro y comienzo a caminar

-           Porque soy un encanto que es imposible no hablarle y quererle- se pone creído

-           Si tú dices- tose Ania sacándome una risita, el rodea los ojos

-           ¡Andy!- le grito haciendo seña, está con dos tipos bastante pasables, ella me hace seña de que vayamos a su mesa

-           Hola linda- Santi la saluda y le susurra- ¿y la amiga que me prometiste? - Andrea se ataca de la risa y lo ve malévolamente- ¡no me hagas esto! - Santi gruñe entre dientes

-           Pensé te gustaría aquel, este es mío- señala con la mirada y se ataca de la risa al ver la cara de Santi- ay, ya vienen, fueron al baño, ella trajo a su hermano- Santi hace puchero y luego sonríe satisfecho

-           Santi, dame las llaves- le digo al ver que pide bebida

-           ¡¿No beberás?!- se alebresta

-           Recuerda que traigo enfermera y me están checando- Ania le sonríe

-           ¿Tu beberás? - le pregunta Andy a Ania

-           Una o dos nada más- le comenta- cerveza nada más- aclara

-           Bueno, mientras no seas tan aguada como está- me señala con el pulgar.

Las chicas llegan, presentan en general, todos se ponen a bailar, yo pido refresco y observo, Ania no ha dejado de verme, aunque sí ha bailado con Santi un poco, no mucho porque Santi anda “modo galán”

-           ¡Ania! - llega una tipa muy entusiasta, Ania pega un brinquito en el asiento y pone cara de “sorpresa incómoda”

-           Luisa- le sonríe amable (que buena actriz)

-           Oye, ya terminaron de fumigar la casa, ya puedes regresar- le guiña el ojo coqueta, Ania se pone incómoda (más de lo que ya estaba)

-           Ah, gracias- sus manos toman el tarro como jugando con el

-           Podrías irte a beber y- se acerca más la tipa al oído de Ania- bailar un poco conmigo- lo dice un poco más rasposa

-           Ah, lo siento- intervengo- ella está en horario de trabajo cuidándome así que no podrá ni ir contigo ni regresar en unos días a lo que sea que llames casa- le comento cortada, ella me ve extrañada y regresa la vista a Ania

-           Es cierto, estoy trabajando- la mujer loca va a abrir la boca e intervengo de nuevo

-           Tengo que ir al baño, así que vamos- digo tajante para cortar la conversación, hasta el momento no me había tocado ver a Ania tan incómoda.

Ania se para y me sigue

-           Gracias- musita

-           De nada, solo no te acostumbres- paso de largo los baños

-           ¿No ibas a ir? - niego con la cabeza y voy a la barra a pedir más refresco con hielos

-           Así que por eso el doctor te mandó a mi casa sin cobrarme- sonrío, pinto doctor hijo de la guayaba, ¡mató dos pájaros de un solo tiro!

-           Lo siento- su voz es tímida y con pesadez

-           No fue tu culpa y conozco bien a ese hombre, no te lo puedo adjudicar a ti cuando sé cómo es- esto me da un buen punto para reclamarle la siguiente vez

-           Pero- la detengo con la mano, veo a la tipa cerca y jalo a Ania para bailar, me ve extrañada

-           Tú me tienes que cuidar y lo has hecho, ha de ser aburrido el tener que ir a mi trabajo solo a mirar- se me queda viendo sin dejar de moverse- la tipa esa te ronda bastante y a ti se te nota que te mueve- me aproximo a ella- pero no sé qué te detiene- me alejo al paso- total, son tus asuntos, pero mientras tengas que cuidarme no dejaré que se te acerque y te distraiga de tus deberes

-           Soy profesional- me hace ver bastante seria, debo decir que su cerveza debe de estar asquerosamente caliente porque lleva más de 3 horas con ella

-           Te pedí un refresco y que quiten esa cerveza, debe estar como para pulque- hago cara de asco y ella se ríe

-           Ella tiene novio- me aclara- solo compartimos departamento- y yo le creo lo que Santi se limpió de chocolate con servilleta

-           Ya veo- le sonrío, la pieza acaba y regresamos con los demás que no dejan la plática

Santi vuelve a sacar a Ania a bailar, yo me negué en toda la noche, sigo algo cansada, sin embargo, platico con todos, los tipos (Zacarías y Edmundo) son muy agradables, las chavas que iban con ellos también, pero nada más, veo alrededor y cuando regreso la vista el idiota de Santiago ya está dándole el baile de Ania a la tipa esa

-           Mi amigo a veces es pendejo- Andrea y los demás se ríen en lo que me paro y voy donde ellos, tomo a Santi y lo pongo a bailar- A veces amigo mío, eres un idiota de primera- se me queda viendo perplejo- Ania no quería estar cerca de ella- sonríe avergonzado

-           No me di cuenta- musita

-           Tú no te das cuenta de nada- entrecierro los ojos

-           Claro que sí, me puedo tirar a cualquiera de esos hermanos- sube y baja las cejas creído

-           O mejor dicho ellos te tiran a ti- hace puchero, le hago seña con la cabeza, ellas dan una vuelta, Santi me gira y nos metemos entre ellas ¡Demonios Santiago! ¡¿Qué tengo que hacer con la tipa castrosa?!

-           No sabía que también te gustaba a ti- suelta presuntuosa, yo la veo aburrida

-           Ya quisieras- gruño- deja de jugar con ella, a ti no te va esto, se te nota a leguas- es de esas que prefieren vivir toda su eternidad en el closet y hacer de todos los demás infelices a como ella es

-           ¿Qué sabes tú? - me pregunta molesta

-           Que tienes cara de perra de closet, donde no tienes los pantalones suficientes para tener una relación verdadera ni, aunque sea un hombre- le sonrío petulante

-           Hündin- me dice, sonrío

-           Me han dicho cosas peores, sin embargo, tu alemán es pésimo y si vas a ofender hay mejores adjetivos y groserías o te puedo enseñar en más idiomas si quieres- frunce el ceño- déjala en paz- le digo entre dientes

-           Me vas a decir que la vas a enamorar de ti- sonríe burlona

-           Ella sabe que debe hacer, pero afortunadamente el karma existe y cuando te rebote estaré muy ocupada incluso como para burlarme de ti

-           Esta conversación solo nos incumbe a ella y a mí- detiene el baile

-           Ah, gracias a los cielos por eso, porque tener una plática contigo un minuto más, sería mejor estar en el infierno- siento como me jalan para atrás

-           ¡No te atrevas a ponerle un solo dedo encima! - el dedo de Ania sale sobre mi hombro mientras yo pestañeo seguido asimilando lo que acaba de pasar, al parecer la mujer quedó a nada de darme un bofetón

-           ¿Me dirás que la prefieres a ella? - se pone indignada la vieja

-           Te dijo que la estoy cuidando y es lo que hago, ya tú fuiste muy clara cuando me llamaste para que viera como te cogía tu novio, así que deja tus pesadeces

-           ¡Tiempo de irnos! - interviene Santi poniéndose entre ellas, nos hace seña de que nos adelantemos- tocas a mi amiga y aunque seas muy nena se te rompe la mano- Santi saca su lado más siniestro, ese que sinceramente hasta a mí me da miedo, luego regresa a la sonrisa de siempre- que pases la noche- le dice feliz alcanzándonos entre brinquitos, pinche loco.

La verdad es que ya es tarde, así que me pongo en el volante

-           Dormiré en tu cama- Santi se sienta en la parte trasera dejando a Ania de copiloto

-           Te jodes- comienzo el trayecto

-           Podemos dormir juntas y que él duerma en mi cama- digamos que agradeceré que había semáforo rojo para frenar

-           Él se duerme en el sillón y cada quien en su cuarto- amo dormir SOLA- o está el suelo si no le parece- refunfuño

-           Lamento lo de hace rato

-           No te vi a ti buscándola o propiciando todo- digo más pendiente del camino que de la conversación

-           Pero te iba a pegar- suspira llorosa

-           No lo hizo, me quitaste antes- giro en una calle- aparte, la culpa fue del costal que tenemos atrás- si el guëy hubiera hecho bien la vuelta yo hubiera quedado con Ania y no con la pendeja

-           Les corté la noche- me río

-           No, ya todos tenían cara de ebrios, Andrea y Santi no duran más cuando tienen esa cara, así que sin problemas

-           Él se quedó sin pareja- señala con el pulgar la parte trasera

-           Hasta crees- me rio por la nariz- seguro sacó el teléfono de tres de ellos- me ve sorprendida- mi amigo es astuto, solo tiene la cara de tonto- reímos, estaciono, despierto “cariñosamente” (le doy una nalgada súper fuerte) a Santi que pega un brinco y nos vamos al departamento, cae como costal en el sillón y cada una de nosotras se va a su cuarto a dormir.

 

Despertar me es pesado, por eso me choca salir cuando al día siguiente hay trabajo; abro el ojo con pesadumbre, creo que hoy me haré un café con tres shots, me levanto y entro al baño dispuesta a bañarme, pongo el agua, veo a mis pantuflas que dejé a un lado (desde ese día se han portado tan bien), toco el agua, me aseguro que yo ya esté en puros cueros, alguien entra rápido al baño, si es Santi le voy a pegar en los bajos, giro a ver con todo el odio

-           Disculpa, pensé en bañarme, pero no imaginé que ya estabas dentro- Ania habla rápido

-           ¡Se toca la puerta! - expreso mi molestia

-           Bueno, aprovecho para revisarte

-           No, el agua se gasta- me meto a la regadera

-           Me puedo meter contigo y revisarte

-           O te puedes ir a revisar a tu amiga- para que se pone con jueguitos tan temprano, ¡odio que me pongan de mal humor tan temprano! Y como el silencio habla la culpa me golpea- mira, lo siento, no me agrada que entren así cuando es mi momento de baño- siento la deliciosa agua tocando cada parte de mi piel y se lo agradezco- no debí decir eso, perdona- suspiro y asomo la cabeza, ella tiene la mirada gacha

-           Lo entiendo- ¡pinta vida!, se gira para salir y se detiene- de todos modos, te espero para revisarte

-           ¡No! - ¿Qué parte de mi momento en el baño no entendió? - me puedes revisar después, ahorita no- gruño

-           Adelantaré el desayuno entonces- su voz y actitud cabizbaja me da más golpes en mi conciencia

-           Te lo agradeceré con un café muy cargado- asiente

-           Veré que quiere Santiago- dice en la puerta

-           Dudo que este, ese siempre que salimos para cuando despierto ya no está aquí, corre a su departamento a arreglarse- solo la escucho salir y lo agradezco, espero este tiempo me sirva para relajarme y poder soportar el día en el trabajo.

 

Entrar a trabajar no es lo malo, lo malo es ver a esos dos como si nada, con todas las energías del mundo y yo aquí fingiendo estar en el mismo estado de movimiento que ellos ¿Qué droga se toman que no invitan?

-           ¿Tendrán habitación doble para hoy y mañana? - una señorita con el cabello rizado y claro pregunta muy amable

-           Claro que sí, ¿gusta vista a la alberca o prefiere…- sigo con la conversación, la mujer es amable, tiene una mirada tierna y dulce; un rato más llegan con ella otras tres chicas risueñas hablando portugués, termino de atenderlas y sigo con mis labores

-           Esos si son bombones- comenta Santi que no les quita la vista, la que preguntó por el servicio voltea y discretamente me dice adiós- y la tienes para ti, que envidia

-           Sabes que no me meto con clientes

-           Pero esta preciosa la mujer- no lo voy a negar, es muy linda, pero siento un qui maligno cerca de mi

-           Es bonita si, solo te recuerdo que dejes de ver a las personas con hambre, es molesto- lo pellizco

-           Jejejeje lo siento- me recargo en el

-           Tengo sueño, ¿Cómo es que ustedes están vivos? - pregunto en lo que llega Andrea

-           Cafeína- responde feliz ella

-           Y buen sexo que tuvo- Santi la señala

-           Si, ese fue el plus, un buen mañanero- le brillan los ojitos a Andy

-           A mí me echaron cual saco en el sillón- Santi hace puchero- yo que quería dormir contigo- Andy se ríe

-           Ni en tus sueños- rodeo los ojos

-           En mi sueño hasta me abrazas- pone pose orgullosa

-           Mmmm- comenta mi amiga

-           Disculpa- la misma clienta llama nuestra atención- ¿podrías recomendar donde comer y cenar hoy? - me pregunta, siento un sonrojo en mis mejillas

-           Claro, saco unas guías que tenemos preparadas para estos casos, esos dos se hacen a un lado haciéndose weyes- estos son lo que yo recomiendo si quieren algo tranquilo, si gustan algo más movido está estos o algo más económico pero de buena calidad estos, si ya más noche gustan salir están este y este lugar- le muestro y agrego el mapa para que pueda entenderme mejor- el hotel cuenta con servicio de taxi las 24 hrs para su comodidad y seguridad, solo se ponen en contacto con nosotros y se les va a recoger o desde antes se puede programar si gustan

-           Muchas gracias, si tengo duda, llamo- me guiña el ojo un poco colorada y regresa con sus amigas

-           Maldeta, que pegue- susurra Andy viendo como salen del lugar

-           A trabajar, que pasa el jefe y si nos ve sin hacer nada seguro nos llama la atención- me ocupo en lo mío aun sintiendo las mariposas en la panza.

 A la hora de la comida pienso en la cliente que ya no regresó y mañana que se vaya no la veré porque afortunadamente es mi hermoso día de descanso, eso me recuerda, veo frente mío a quien siento me está sepultando desde hace rato ¿le habré hecho algo?

-           ¿Mañana quieres hacer algo especial o solo descansar? - me ve interrogante

-           ¿No trabajas mañana? - niego con la cabeza

-           Ni tampoco hace idiomas ni nada, por lo regular se queda de parasito en su departamento sin mover un pinto dedo- interviene Santi

-           Podemos hacer lo que gustes- opina Ania, ¿acaso no pregunté yo?

-           Yo opino salir hoy también- propone feliz Santi con ojos ilusionados

-           Me apunto- dice Andrea llegando

-           No, ya salí ayer- les cancelo los planes

-           Ay, pero si queremos ir aquí- saca un mapa Santi y Andrea señala el lugar, veo a qué lugar se refieren y… mmmm… estoy tentada a caer.

-           Creo que por el tratamiento y los cuidados no sería bueno que Ámbar se desvelara dos noches seguidas- interviene Ania, los otros dos hacen puchero

-           Solo por tu salud, pero puedo pasar mañana para hacer caminata y desayunar aquí- comenta Santi y Andrea vuelve a señalar el lugar

-           Tu no descansas mañana- le encaro a Andrea

-           Ah, pero el lugar se ve bonito- asiente feliz, veo de reojo a Ania que no está muy cómoda

-           No, lo siento, ha sido una semana muy pesada para mí, si acaso una salida sería algo demasiado tranquilo- comento

-           Pffft la biblioteca no abre los domingos- Santi pone el tono monótono y aburrido

-           Podemos solo ir a comer fruta- propone Ania, no me disgusta la idea, Santi asiente

-           Me vienen a traer comida entonces, hay que hacer la dieta- nos reímos, esta mujer en su vida ha hecho una dieta como se debe.

 

Salgo de trabajar, Ania está muy pensativa y caminando lento

-           Santi no nos va a ir a dejar hoy- ni que lo piense, ese va a ir directo a su departamento para morir

-           ¿Mmm? - a veces no la entiendo, la veo alicaída así que supongo es por la tipa de ayer

-           ¿Quieres ir a tu departamento con la chica de ayer? - hace una expresión de disgusto que se va transformando en enojo

-           Estoy trabajando y aunque no lo estuviera no quiero- suelta seca- ¡aunque ya no me quieras cuidándote me tomo muy enserio mi trabajo! - comenta indignada

-           Yo no pongo en duda tu- me quedo pensando en la palabra en lo que le hago la parada a la combi- profesionalismo- me siento- solo que a lo mejor quieres hablar y arreglar las cosas con ella

-           No hay nada que arreglar ahí, mis cosas están en tu casa, así que no tengo nada que hacer en ese departamento por el momento- ese “momento” me molesta

-           Bien, hoy solo quiero dormir- me ve analizándome

-           ¿Te sientes mal? En la mañana que te revisé te veías muy bien- frunzo el ceño, aún recuerdo que entró cuando estaba por vestirme y la desgrasada me revisó toda

-           Se llama cansancio del desvelo- le aclaro, creo que Ania sabe sacarme de quicio y eso no es muy fácil, mis compañeros de trabajo lo pueden asegurar

-           ¿Qué tal si descansas en lo que yo cocino? - su propuesta es demasiado tentadora

-           Acepto- ni para qué hacerme la difícil.

 


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