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Sintiéndome por Avril

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Notas del capitulo:

Actualizado: Viernes, 20 De Abril De 2007 Hora 07: 39 A.m

Autora: Avril

Nota: Este fan fic es original, por lo tanto todos los personajes y el texto, ideas, etc fueron creadas por mi, si alguien quiere subir este fic a otra pagina contactese conmigo.

Avril_Loveless@hotmail.com (Si alguien me quiere agregar para lo que sea, es libre de hacerlo)

Ahora es mi primer fic yaoi, espero que les guste, acepto cualquier tipo de comentario mientras sea constructivo y no destructivo. 

Atte: Avril 

N/A: Primero que nada les voy a dar mi excusa de por que no actualizare hasta Junio, por que voy a estar un mes y medio fuera del pais SI CREANMEN!!! Ya se suena raro y mas en épocas de clase, pero todo eso se debe a problemas familiares, ust saben familia, divorcio, tironeemos a la hija menor, Ok, mañana viajo a España con mi papa, el cual estaba pasando vacaciones acá en la Argentina, por eso, y como mi papa es tan controlador, y bla bla no podes salir por ahí por que te vas a perder voy a tener que pasarme la mitad del dia encerrada en una casa con una tipa que no me cae para nada bien  ¬¬* Pero así están las cosas, no voy a tener Internet por eso la actualización repentina, así que queridos lectores perdónenme, pero apenas vuelva sigo con la historia, por que hasta que no la finalice no subo mas, aun que mi próxima historia será de Papa To Kiss In The Dark, Dios como amo a esos dos *¬* Sin mas, lean, perdonen nuevamente, espero me sigan leyendo y comentando sobre esta freak historia.

Chauchi!!!

 (`´*.¸(`´*.¸ ¸.*`´)¸.*`´)

-«´¨¸¸. Ocultas Sensaciones`¨¸¸»-

(¸.*`´(¸.*`´ ``*.¸)``*.¸)

 

(¸.·`*·._ ♥  Al tratar de olvidarte, empiezo a recordarte, y esto es una tristeza que está dentro de mi corazón.  ♥ _.·*¸.·*¨)

Toma asiento en la cama matrimonial, tiene sueño, parpadea un par de veces tratando de encontrarle forma a esas luces tan irritantes y confusas, un mareo repentino y cae de espaldas a la cama, sumergiéndose en la inconciencia.

~  ●  ~  ≈  ●  ≈ ~ ♥ ~ ~  ●  ~  ≈  ●  ≈ ~ ♥ ~ ~  ●  ~  ≈  ●  ≈  ~ ♥ ~  ~  ●  ~ 

 

Movió lentamente sus dedos, para después cerrar sus dos manos convirtiéndolos en puños, abrió los ojos, parpadeo tratando de recordar, se llevo una sorpresa al verse sumergido en una oscuridad total, tanto tiempo había permanecido inconciente, en efecto, se sentó en la mullida cama con calma, no quería tener otro mareo, de pronto un recuerdo se le vino a la mente, se le olvido la delicadeza y se levanto de un salto de la cama.

-Demonios, llegare tarde a la cita con el doctor-Dijo apretando los dientes.

Estaba enfadado consigo mismo, era difícil conseguir cita con ese doctor, el doctor Murria, y el venia a olvidarse, miro la hora, marcaba en un color blanco las 9:05 camino hacia el interruptor y lo prendió, tuvo que acostumbrarse a la fuerte luz antes de poder seguir con su labor.

Se dirigió al espejo del baño, de dio cuenta que todavía llevaba el pijama entre maldiciones abrió el cajón, saco una camisa manga larga suelta de color blanco con rayas de color gris, unos pantalones de Jean ajustados, y se cambio rápidamente, no había mas tiempo que perder, su cita era a las 9:30, nuevamente va al baño, toma el peine y trata de acomodar su cabello en vano. Suspira suavemente.

-No hay forma-Replico mirando por ultima vez su reflejo.

Ahora corría hacia el teléfono, necesitaba un taxi, por su insuficiente edad no podía manejar aun que no era algo que le llamara la atención, además para que lo necesitaba, vivía y estudiaba en la Academia Marista. El no era de salir a bailar mucho o salir directamente y menos ahora, toco con ternura su vientre. Amaba a ese pequeño/a bebe/a que se estaba formando en su vientre

 Miraba por la ventanilla, las luces de la ciudad eran irritantes, por eso el prefería el campo, el campo de su abuelo en especial, extrañaba montar a caballo, ayudarle a su abuela a ordeñar las vacas o juntar los huevos que habían puestos las gallinas, imágenes de el feliz venían a su mente, también le gustaba ayudar a su abuelo a reparar el granero o las vallas que mantenían el rebaño en las tierras de su propiedad, estas vacaciones "irían" a visitarlo, por que ahora eran dos.

Pudo divisar el edifico de extraordinaria anchura y longitud, el Hospital Yeztakob, el mas caro y mejor de todos los que habían en Londres, pago al taxista y bajo del auto, una brisa que le hizo erizar los pelos de la nuca lo recibió, estaba fría la noche, metió sus manos en los bolsillos del Jean, había olvidado su campera de cuero negro, camino hacia las puertas cuidadas por guardias, hombres corpulentos, fieramente armados, los saludo con una sonrisa, ellos ya lo conocían desde pequeño, estaba nervioso, los hospitales despertaban su lado temeroso y precavido, no sabia a ciencia cierta por que, pero le infundían un miedo paranoico, una enfermera se le acerco, enseguida abrió los ojos como platos, en su mano derecha llevaba una jeringa, su segundo miedo.

-Señor Demarice-Pregunto con una bella sonrisa en su cara, tenía sus largos cabellos rubios dorados atados en un rodete, manos finas y delicadas, uñas pintadas de color crema, labios pintados de un rojo claro, y preciosos ojos marrones que le dieron confianza.

-Si, soy yo-Respondió también con una sonrisa, se sentía mas relajado.

-El doctor Mirra lo esta esperando, sígame por favor-Dijo esperando que el joven dijera o por lo menos asintiera con la cabeza, hecha la afirmación comenzó a caminar con paso ligero. Por sus largas piernas no le costo seguirla sin necesidad de trotar.

La mujer lo había dejado frente a una puerta de color tan blanco como la mayoría del hospital, en un cartel rezaba Doctor.J.Mirra, toco intranquilamente la puerta, escucho el ruido de una silla al hacer contacto contra el suelo, un rechinido metálico, pasos apresurados. En segundos se encontró con su doctor desde pequeño, estaba sonriente como la ultima vez no mas que con mas canas. Cuando lo conoció desde pequeño tenia un pelo negro azabache ahora con canas en cierto lugares, su tez blanca resaltaba sus bondadosos ojos azul marino, era un poco mas alto que el, de panza regordeta, su bata tenia un bolígrafo en el único bolsillo que se encontraba en el lado izquierdo, desde las rodillas para abajo de podía ver un pantalón de vestir negro y zapatos lustrados del mismo color, lo que le gustaba de ese medico es que ni el ni su consultorio olían a hospital, ese conjunto de alcohol, remedios, el clásico olor a jarabe que no te queres tomar de niño. Si no más bien era un olor a menta.

Cuando el Doctor con una mano le señalo el asiento al frente de el tomo asiento mirando todo a su alrededor, pocas cosas cambiaban con cada visita, solo uno o dos objetos por otros, seguía teniendo las dos estanterías llenas de libros de distintas ramas de la ciencia, su fina planta que parecía una pequeña palmera en su maceta blanca, el piso de color blanco con decorados en marrón oscuro, su escritorio de caoba sin ninguna astilla, suave al contacto con la piel, tenia dos retratos de su esposa Judith y su hijo Albert, muy buenas personas los dos, uno mostraba el pasado y otro el presente, sus archivos sobre sus pacientes en la mesa,  sus títulos colgados en la parte de la pared izquierda. Todo como lo recordaba el año pasado.

-Sebastián, en que puedo ayudarte, vos dirás-Dijo el doctor apoyando sus codos en el escritorio y poniéndose en la posición de rezo.

-Estoy embarazado William-Soltó después de suspirar, el silencio era incomodo, el doctor lo miraba con una mirada muerta, no denotaba nada, ningún sentimiento, lo que lo hacia ponerse cada vez mas nervioso. Cuanto tendría que esperar por su reacción.

Poco a poco en la cara del hombre se fue formando una sonrisa, que se ensancho, se paro con una profunda alegría y se vio Sebastián siendo abrazado por William Mirra, mientras le decía lo contento que lo ponía, lo feliz que estaba y luego le regañaba en tono falso por no haber venido a verlo a el cuando se sentía mal, y preguntando con quien se había atendido.

Cuando por fin el hombre de 50 años tomo asiento, Sebastián contesto.

-Gracias William, fui a un doctor que quedaba cerca de la Academia, me lo recomendó Derek, se llama Shinji Namide, es extranjero, me hizo unas muestras de sangre y unos cuantos exámenes mas y a los tres días me llamo dándome la noticia-Termino.

-Esta bien, pero ahora yo seré tu doctor de cabecera como en todos tus años, yo me encargare de llevar por buen camino tu embarazo, va a nacer un niño o niña muy sano, pero contame como es que tus padres o tu pareja no te han acompañado hoy-Pregunto con inocencia. El no sabia el dolor que le hacia al recordarle al chico que nunca había tenido una pareja si no un amante, que se había ido sin siquiera enterarse de su futuro hijo, y con sus padres todavía no tenia el valor de hablarlo aun que ya se imaginaba su reacción, era mejor no mentir de que serviría.

-Te voy a ser franco (1) mis padres aun no lo saben y con respecto a mi pareja, no cuento con una, por favor William no le digas nada a mis padres, aun no me siento listo para afrontarlos-Rogó con lagrimas en los ojos. Tenía miedo, por primera vez en su vida tenia mucho miedo.

El viejo hombre acerco su mano a la de Sebastián, la apretó con fuerza, tratando de infundirle ánimos.

-Entiendo, no te preocupes de mi boca no saldrá palabra, ahora bien háblame de cómo te esta tratando el embarazo en estas primeras semanas, mas bien te dijo cuanto llevabas-Pregunto con alegría, una alegría que transmitió al chico.

-Muchas gracias, dijo que tenia dos semanas, y tengo muchos mareos y nauseas y hoy perdí el sentido, eso antes no me había pasado nunca-Reflexiono.

-Hey, saca esa cara de preocupado los desmayos son tan normales como las nauseas o el mareo-Dijo sonriente.

Sebastián también sonrió.

Después de hablar unas cuantas cosas mas entre ellas trivialidades, se dispuso a abandonar el consultorio, ya tenia cita para el jueves de la semana que viene, un último abrazo y cruzo la puerta ahora irían...

-Pero si es el famoso Demarice-Dijo una voz masculina a su espalda, se volteo rápidamente pálido. Era su eterno enemigo por así decirlo, ese chico lo odiaba desde la infancia no sabia la razón, y tampoco le había dado en lo largo de los años ya que nunca contestaba a sus sarcásticos y ofensivos comentarios o gestos. Ese creído podría contarles a sus padres de su visita al hospital.

-Mauro -Dijo una segunda voz, esa no la conocía, miro al costado del chico, encontrándose con un hermoso chico, que debía de ser de sus misma edad, sus mejillas ya estaban sonrojadas de eso estaba seguro, tenia unos llamativos ojos entre verde agua y miel, una combinación muy rara, eran calidos, aun que no le quitaba la pinta de astucia en ellos, sintió una melancolía al verlos, no sabia por que, siguió con su vista, tenia una piel bronceada en un color anaranjado, labios carnosos de un rosa ni claro ni fuerte, cortas y enmarcadas pestañas, rostro perfecto, como el de los galanes de telenovela, resaltando por su varonil y principesca sonrisa, su pelo era de un color  anaranjado, uno muy raro ya que la mayoría eran rubios, pero lejos de ser feo era bellísimo, corto desmechado, estilo rebelde, como el cantante de Green Day, era mas alto que el, de contextura musculosa, se notaba que hacia ejercicio y mucho, era muy lindo, parecía un príncipe azul de generación, dejaba al típico príncipe azul como un mendigo en harapos y sucio. Sonrió y casi rió por su comentario.

-Parece que le has gustado Aarón-Dijo burlesco y con algo mas que no pudo diferenciar el ojiceleste. Si antes había estado sonrojado ahora seguramente se encontraba rojo, o eso fue lo que pensó Sebastián.

-Con su permiso, tengo cosas que hacer que perder el tiempo contigo Mauro, un gusto Aarón-Dijo sin dejar el enojo de lado. Y  salio de ahí con paso decidido.

-Maldición-Dijo cuando ya se encontraba en la vereda. "No tendría que haberle hablado así, si ahora les cuenta a mis padres, y fui muy descortés con Aron, que bonito nombre tiene, pero no es momento de pensar en ese chico tan sexy, de seguro piensa que soy un ortivo y le da la razón a su primo por molestarme, como jodo (2)  todo".

Saco su celular del bolsillo, tenia que llamar un taxi vio que tenia un mensaje de texto nuevo, ya lo leería en su departamento en la Academia, espero unos minutos hasta que por fin dio la línea, ahora solo le quedaba esperar, "Carazos esta que te morís de frió acá afuera" Empezó a sobarse sus manos contra sus brazos, tratando de darse calor corporal, se llevo una sorpresa al sentir algo pesado sobre sus hombros, que le producio un calor instantáneo, pudo ver que era un saco, y si estaba caliente seria por que alguien lo había estado usando, volteo a ver de quien se trataba, hoy esta de sorpresas, era el chico pelinaranja.

-Es una noche muy fría-Dijo este con una impactante sonrisa, impactante sonrisa que dejo por momentos embobado al ojiceleste que con una sacudida de cabeza, haciendo mover su pelo chistosamente trato de volver a la realidad.

-Gracias-Dijo sonriéndole, el calor del saco de ese chico era el repelente perfecto para el frió, de momentos pensó rechazarlo pero no quería resfriarse, se acordaba de su bebe en todo momento.

-Perdona a mi primo es medio arisco-Dijo amistosamente.

-No te preocupes que ya estoy acostumbrado a tu primo y sus comentarios-Dijo Sebastián. "Así que es su primo no se parecen mucho, bueno solo un poco en la contextura peor ningún rasgo familiar, que raro, pero bueno, en que estoy pensando".

-Estas esperando a alguien-Pregunto de forma casual. Aun que su tono de voz parecía neutro estaba lleno de curiosidad. (Aarón) "Este chico es hermoso, parece un ángel, no se como mi primo lo trata así, parece tan simpático y honesto, lo tengo que conocer, tengo que saber que es esta sensación."

(Sebastián) "Hn ese brillo en sus ojos, realmente son hermosos."

-Taxi-Dijo de repente para sacarse ese pensamiento de la cabeza.

-Que-Pregunto Aarón confundido.

-Estoy esperando un taxi-Dijo.

-Hace demasiado frió, te vas enfermar, además mañana comienzan las clases, queres que te lleve-Pregunto metiéndose las manos a los bolsillos del fino traje negro que traía.

-No hay...-

-No es molestia, yo también ya me quiero ir de este lugar, además también empiezo mañana las clases-Dijo.

-Seguro- "Por que yo no estoy tan seguro."

-No podría estarlo mas, ahora decime, aceptas?-Pregunto poniendo una cara muy graciosa y tierna, parecía un cachorrito.

-Bien, muchas gracias-Respondió, no podía haberse resistido a esa cara, tan bella, tan tierna, tan...

Llegaron hasta un auto que supo conocer era un Lamborghini Diablo VT2 (Es el mejor auto según mi parecer si tuviera tanta plata me lo compro xD Al final les dejo un enlace para ver unas dos fotos =) ) era de un color rojo sangre, era un auto que te dejaba sin palabras, simplemente único.

-Es hermoso-Dijo el chico admirando el auto desde la punta hasta la cola.

-Gracias-Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Cuanto te costo-Pregunto el chico sin salir de su paraíso.

-Que-Pregunto el otro.

-El auto-Dijo este.

-El auto?- "Yo creía que a mi me decía hermoso, ni modo"- Me salio USD $2070.000-Dijo todavía con su orgullo de macho herido.

-Impresionante-

-Mejor entramos ya tengo frió-Dijo Aarón apretando el seguro puesto en las llaves, abriendo las puertas para arriba, dejando a un mas asombrado Sebastián que subió con sumo cuidado, siempre había amado a los autos deportivos, y ese en especial era un sueño.

El viaje transcurrió entre palabrería por parte del castaño, de el auto acá el auto allá, mientras el pelinaranja asentía y contestaba o corregía, quería preguntarle sobre el y había terminado hablando todo el camino sobre su auto, lo dejaron a la entrada del gran edificio de la Academia un chico vino a buscar las llaves para ir a dejarlo al garaje.

-Nuevamente muchas gracias por traerme y prestarme tu saco-Dijo haciendo ademán de quitárselo.

-Adentro, así no te da frió-Dijo este acomodándoselo para que lo abrigara bien.

Sebastián sonrió entre alegre y triste, hacia mucho nadie se preocupaba por el y su bienestar le había caído bien ese chico.

Los pasillos estaban vacíos, miro su reloj, las 12:00 en punto, claro todos ya se abrían acostado a dormir, mañana comenzaban las clases a las 7:10 de la mañana.

-Quédate con el saco, me lo das mañana, están frió igual los pasillos-Rió, tenia una linda risa, varonil y fina ala vez, para nada vulgar o chillona-Ya te debo parecer un paranoico o acosador-Dijo.

-Para nada, gracias, has sido muy amable conmigo, lamento haberme comportado tan grosero en el hospital, solo que tu primo a veces me saca de quicio, empecemos de vuelta-Dijo tendiéndole su mano-Mi nombre es Sebastián Demarice-Dijo sonriente.

Aarón estrecho la mano igualmente con una sonrisa-Aarón Tanner, un gusto-

-Igualmente, bueno será mejor que me vaya, nos vemos mañana supongo-

-Claro, espero que estés bien y cuídate mucho Demarice-Dijo caminando hacia las habitaciones del lado A-12.

"Supongo que lo dirá por el hospital, si seguro."

 -Adiós-Alcanzo a gritarle antes que desapareciera en una esquina con su paso seductor y galante.

Ya adentro de sus departamento, por que así le llamaban sus departamentos en vez de cuartos, cada uno tenia uno propio era bastante grande unos con vista al patio, otros con vista a la piscina al aire libre, habían dos una afuera y otra adentro climatizada, su balcón daba al patio, era hermoso, el césped color verde esperanza, los grandes robles de hojas que brillaban radiantes abajo el caluroso sol, cuando florecían las flores, en realidad era bello hasta cuando invernaba, todo cubierto de nieve, prendió la luz, esta ilumino todas las habitaciones y lugares del departamento, era un sistema muy útil, el rugido de su estomago lo saco de sus pensamientos, tenia hambre y era mejor no hacerle pasar ni un minuto mas a su bebe hambre y menos ahora que recién se estaba formando.

-Ojala pudieras decirme que quieres comer, pequeño-Dijo sobandose (3) su vientre. Sabia que tenia que decirle bebe tardaría meses en saber el sexo, pero algo le decía que llevaba un niño dentro de él.

Fue hacia la heladera y la abrió para ver que comería esa noche, había un envase de leche, tres huevos, dos tomates cinco papa, y dos chuletas de cerdo crudas, seria mejor alimentarse bien, se prepararía las dos chuletas en la olla, una tortilla de papa y una ensalada de tomate y tomaría leche, algo medio raro con la cena pero no le importaba además estaba acostumbrado a mezclar las comidas.

Termino de cocinar en un dos por tres y ya estaba comiendo la comida, le había salido muy rica, era bueno cocinando, razón por la que siempre Derek  venia y Scott usualmente. Terminada la cena, limpio los platos, cubiertos, y demás utensilios que había usado para cocinar y comer, los seco y guardo, se tomaría una ducha caliente antes de dormirse, dejo el saco bien puesto en su perchero junto a sus sacos para que no se doblara o manchara, se saco la ropa y abierta el agua, se puso bajo esta, miles de gotas mojaron su cara, su torso, sus brazos sus piernas, dándole calidez, relajando su estresado cuerpo, como la vez anterior, se paso el jabón por todo su cuerpo, para después seguirle el shampoo en su pelo y el acondicionador, cerro la canilla y se tapo con un toallon.

-Definitivamente ahora estoy mucho mejor-Dijo dándose una vaga vista en el espejo dirigiéndose para la cama del cuarto.

Se puso un bóxer azul y el pantalón de su pijama se seda de color canela, se recostó en la cama, tomo el celular en sus manos y apago el interruptor a su costado quedándose con la única luz de la pantalla de su celular, se había acordado que tenia un mensaje, era de Derek avisándole que ya había legado esa tarde, por que estaba de viaje en Rusia, y preguntándole por el D "Doctor" Derek y Scott estaban al tanto de su estado, lo habían confortado, alentado, animado, y cuidado y todavía lo seguían haciendo, eran sin duda alguna los mejores amigos que alguien podría tener. Era demasiado tarde para contestarle así que dejo el celular al costado y se acurruco en la cama, seria la primera vez que pasaría la noche solo, una de los pocas noches en que dormiría en el departamento suyo, generalmente las pasaba con el.

Pudo sentir húmedos sus ojos, y como tibias lagrimas bajaban de sus ojos hasta su mentón, algunos se perdían en sus labios, ase paso una mano con brusquedad, se había prometido no llorar después de esa tarde.

~ ● Besos, Carisias, Palabras De Amor, Besos Carisias, Llenos De Pasión ● ~

Se aferro con más fuerza a las suaves sabanas...

~ ● Lo tiro a la cama con brusquedad, sabia que el amaba poseerlo de esa forma tan salvaje, de esa forma tan endemoniadamente excitante, como un animal, estaban medio desnudos, el pelimarron tenia todavía los pantalones puestos, con el cierre abierto y el primer botón desprendido, sin zapatos, mientras que el otro tenia el pantalón bien puesto y la camisa desprendida, una sonrisa lasciva por su parte, un anhelo de amor de la suya.

Se subió a la cama arriba del menor, empezando a besarlo apasionadamente en la boca, jugueteando con su lengua, acariciando su paladar, degustando esa boca que lo volvía loco, por su parte Sebastián trataba de seguirle el ritmo, ese hombre estaba lleno de pasión, era un demonio en la cama, separo sus labios del chico y comenzó a bajar, besando su cuello y chupando su suave piel dejando marcas rosadas en el, Sebastián dejaba escapar gemidos, de placer y algo de dolor, lo estaba tomando con demasiada fuerza.

Siguió por su torso, besándolo entero para después volver a sus tetillas ya duras por tanto calor, mordía, lamía y chupaba, eso hacia, pero mordía con fuerza intensificando el dolor en los gemidos del menor ● ~

Las lágrimas seguían amontonándose en sus ojos firmemente cerrados...

~ ● Y cansado de tan poca acción, se dirigió a  una de las zonas más sensibles de cualquiera, le saco el pantalón a los tirones, podía ver que ya estaba tan excitado con el, bajo los bóxer de una vez paso la lengua por sus labios sensualmente, tomo con una mano el miembro del chico para masturbarlo fuertemente. Bajaba y subía automáticamente, poniendo el miembro de el cada vez mas duro, y lo mismo pasaba con el de el, cuando sintió que ya se estaba por venir por primera vez se metió el miembro a su boca, recibiendo así todo el semen en su boca, estaba tibio, se lo trago todo, le encantaba cada parte de ese chico.

Le siguió haciendo sexo oral por unos minutos mas, se paro de la cama y se saco la ropa que le impedía hacerse dueño de ese angelical cuerpo, esta noche no usaría esos molestos preservativos, no esta noche quería que ese niño sintiera su hombría dentro, que gimiera por sus embestidas y que gritara su nombre como una puta.

Sebastián lo miro algo confundido y atemorizado, que pensaba hacer, vio que se subía a la cama sin protección alguna y sin una cara muy santa, iba a decir algo cuando se vio siendo arrastrado por las piernas abiertas hasta su amante.

-Axel que...Ahhhhhhhhh-Grito con todas sus fuerzas, Axel Morgan su amante había metido su miembro duramente erecto y sin protección sin ninguna consideración en su entrada, que sentía sangrar, por que ese liquido no podía ser semen no se podía haber corrido tan rápido, dolor, eso era lo que sentía dolor nada mas lejos del placer. Otra embestida.

-Ahhhh...para Axel...Ahhhh-Gritaba con lágrimas en sus ojos, le dolía su cuerpo, le dolía ser penetrado de esa forma.

Trato desesperadamente de salirse de la cama, de huir, Axel le griot que se quedara quieto, pero eso dolía demasiado, siguió intentado salirse, arañándole los brazos tratando de mover sus piernas, un calor en su mejilla y su cara volteada hacia un costado lo hizo razonar, estaba siendo violado, si era violado por el hombre que mas amaba.

-Ahhhhh-Grito ahora llorando, no podía evitar las lágrimas y los sollozos.

Sentía como era cada vez mas cruelmente penetrado, no tenia fuerzas ya para intentar resistirse, le había pegado por lo menos cinco bofetadas que dieron por muertas sus esperanzas, estaba recostado como un muñeco, con los ojos cerrados llorando en silencio, por fin sintió algo caliente, una sustancia mas que su sangre, y el grito de placer de su amante, ya se había corrido en el, lejos de hacerlo sentir mejor, esa sustancia era como lava en su entrada desgarrada,  sintió como sacaba su miembro de dentro de el, enseguida se arrincono para darse consuelo, le dolía, le dolía demasiado.

-Me encantas Seba, a pesar de que ya lo hemos hecho muchas veces te encuentro de entrada estrecha-Solo lloraba no podía parar-Y ahora por que lloras, eres una marica, no aguantas nada en la cama-Dijo enfadado juntando sus cosas. Se vistió y de un portazo salio de ese  caro Motel que había pagado.

El se quedo acurrucado de esa forma por una hora mas, hasta que entre lagrimas y gemidos de dolor se vistió para volver al departamento. ● ~

Se llevo las dos manos a su vientre...

-No importa de que forma hayas sido creado bebe, no me importa si tuve que pasar por todo ese dolor para tenerte, por que vos lejos de ser un descuido o un hijo de una violación, sos una bendición, mi bendición-Dijo acariciando su vientre antes de cerrar los ojos y dormirse

 

~ ● Continuara  ● ~

Notas finales:

Significado (1) "Franco": Honesto

Significado (2) "Jodo": Vocabulario adolescente argentino significa Molesto.

Significado (3) "Sobandose": Tocándose, Acariciándose

(Entero)

http://www.wallpaper.net.au/wallpaper/automotive/Lamborghini%20Diablo%20VT%201%20-%201024x768.jpg

(De atrás)

http://gallery.redbrick.dcu.ie/d/2625-1/Lamborghini+Diablo+VT+2.jpg

(Funciones)

http://www.swaqvalley.com/Blueprints/1991_Lamborghini_Diablo_low.jpg

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Que les pareció les gusto?¿ Super largo jaja y si, les tenia que recompensar por irme, ^^ Espero que les haya gustado, xD aca ya son las 07: 36 a.m me he quedado toda la noche escribiendo para ustedes, y no me arrepiento, creo me quede bonito, además quería que tuvieran algo para leer xD

Por ahí Pionguis dijiste que creías que iba a tener mas acción, si con acción te referías a lemon, espero te haya gustado jajaja

Muchísimas gracias por leerme, y perder de su tiempo comentando sobre mi historia y claro leyendola....!!!

Nos vemos en un mes y medio!!!!!!!!!!!

 


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