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I Want To See Your Smile por Misao_Alchemist

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Notas del capitulo:

Me he retrasado un dia.

Pero es porque no me siento bien .. en sentido como escritora, por decirlo así.

Este cap tiene el ansiado Lemon SaiGaa n nU Ojalá que eso compense un poco mi retraso.

 

Discl: Naru no me pertenece

Naruto

I Want To See Your Smile

 

[Cap. 12... Señor ...]

 

 

Sus vulnerables y pequeños sentimientos estaban siendo pasados a llevar. Cada caricia y cada rose era horrible. No quería aquello.

 

Pero conforme pasaba cada segundo, dejó de sentir las caricias, no por que Sai dejara de emplearlas, simplemente porque aquello no le producía ni la mas mínima de las sensaciones.

 

Todo se volvía monótono, aburrido, sin emociones, vacío. Era una perdida de tiempo.

Abrió lentamente los ojos y con una de sus piernas y sin mucho animo, empujó (más bien pateó) a Sai unos metros de Distancia a él.

 

- ¿Qué crees, que haces, bruto? – El pelinegro se agarraba el estómago, le había pillado desprevenido. No le dolía, sólo era un acto de reflejo.

 

- Tú eres el único bruto aquí. – Gaara se puso de pie y se miró las manos, luego hizo una mueca de asco en su rostro – No vuelvas a tocarme.

 

Y empezó a caminar. Lejos.

Dónde Sai no pudiera encontrarle.

 

************

 

-Rápido, dobe. – Sasuke caminaba en dirección al parque dónde se recrearía el festival – El Quinto nos va a sermonear si se entera que no cumplimos bien la misión –

 

- Naa… Tsunade No Baa-Chan nunca habla en serio.

Caminaron 5 minutos hasta llegar al lugar. Entraron subiendo arriba de la puerta gigante como buenos ninjas y quedaron boqui abiertos.

¡Tampoco tardaron tanto como para que estuviera todo listo!

Eso era rarísimo. El día anterior ni siquiera tenían los fierros o los puestos armados y ahora hasta las luces estaban colgadas, los adornos en su lugar y la gente felicitándose unos a otros por su excelente trabajo.

Ciertamente las luces y demases estaban apagadas, el Festival empezaría mañana. Ahora la preparación estaba completada.

Habían (por lo que pudo notar Sasuke) Al menos unos 50 puestos de comida distintos, 60 de juegos y 30 de apuestas. Todo en varias filas y totalmente ordenado. También se podía apreciar un escenario al final de todo y una pantalla gigante decorándole como fondo. Aparte de un cartel de luces de Neón que decía "Lluvia de Fuegos Artificiales" en un hermoso y (ahora) apagado color Celeste.

Ambos bajaron de los pilares de la puerta y saltaron al suelo, mirando hacia ambos lados, toda la gente se veía agotada y feliz.

- Ninjas-Sama! – Apareció un obrero totalmente X frente a ellos, mirándolos feliz y con una gran sonrisa – Está todo listo, gracias a ustedes nuestro ‘Señor’ quedará muy complacido.

¿Señor?

Sasuke iba a dar el privilegio de preguntar pero el tipo se fue a celebrar con los demás con unas cuantas copas de Sake.

Estaba atardeciendo. La gente empezaba a abandonar el lugar, pero ellos debían quedarse para ver que nadie intentara hacer algo en contra del esfuerzo en conjunto de toda esa gente.

Camuflados en las ramas de un árbol, el rubio balanceaba sus pies alegremente. Se notaba que estaba contento.

- Genial… ya quiero que sea mañana’tebayo. ¿Tu no? – Sasuke simplemente asintió levemente con la cabeza. Estaba pensativo.

‘Señor’

‘Señor’

‘Señor’

Maldito eco en su mente… ¿Quién será ese señor? No le dijeron nada sobre él… de hecho no les dijeron casi nada de la misión, pero había algo que le molestaba. ¿Quién sabe? ¿Un mal presagio tal vez?

 

- Naruto…vamos. Ahí viene Sai – Sasuke bajó del árbol sin esperar al rubio. Y se encaminó al hotel sin mirar hacia atrás.

Por otro lado el kitsune no tenía ninguna intención en irse. Miró desde arriba a Sai.

 

- ¿Dónde está Gaara? – Frunció levemente el ceño -

 

- No sé

 

- ¿Cómo que no sabes? – Su voz sonaba molesta, bajó del árbol y encaró al pelinegro – Tu estabas con él.

 

- Pues ya no lo veo conmigo, ¿y tú? – El rubio tubo el inmenso impulso de querer golpearlo, pero se contuvo antes que fueran ellos los que terminaran rompiendo todo en una pelea. –

- Idiota. Si le has hecho algo te voy a partir la cara – Empezó a caminar con la intención de alcanzar a Sasuke, pero la voz del contrario lo detuvo-

 

- ¿Porqué te preocupas tanto por él? ¿Acaso te gusta?

 

Naruto sonrió nostálgicamente.

 

 

- Claro que no. Pero lo quiero demasiado porque es mi amigo. Y si dañas a alguno de mis amigos… - Volteó sutilmente el rostro, con la mirada seria – Te mataré.

Que curioso.

Lo mismo que le había dicho a Gaara años atrás.

Sai se quedó callado y vio como Naruto desaparecía.

No terminaba de entender aquello.

Pero tarde o temprano Gaara llegaría. Después de todo, estaban en misión. Y el profesionalismo es mucho más importante que las emociones.

La misión por sobre todas las cosas. Cumplir la misión.

Caminó por las ahora oscuras filas observando los distintos puestos, estaba anocheciendo. Las estrellas poco a poco salían y las luces de las calles exteriores empezaban a encenderse. Se aburría. No pasaba nada.

Inconcientemente miró hacia la puerta gigante, la entrada del festival. Esperaba a que se abriera y apareciera Gaara, sonriendo, con los brazos extendidos hacia él y muchos besos que dar.

Sintió la sangre acumularse en sus mejillas, levemente.

Realmente quería verlo, necesitaba verlo. Había desarrollado un extraño ‘sentimiento’ hacia él. El querer estar a su lado. El querer verlo en todas sus facetas. El querer poseerlo y que le perteneciera sólo él. Sin importar lo que Gaara quisiera.

Pero no era por maldad.

No quería verlo triste.

Pero pensaba sinceramente que el pelirrojo tenía el mismo sentimiento de deseo hacia él. Porque eso era. Deseo.

Deseo por quererlo cerca


Deseo por tocarle y besarle.

Deseo de ser correspondido

Y Deseo de que eso durara por siempre.

Se sentó en el suelo, con las manos en su cabeza, y sonrió para si mismo.

Eso no era deseo. Era querer.

Todo aquello en conjunto no era deseo. Era querer. Pero en su obsesión por descubrir cosas nuevas, por centrarse en sus nuevos sentimientos, no tomó en cuenta los de Gaara. Actuó impulsivamente y ahora el pelirrojo se negaba a tenerlo cerca.

Preocupación.

Dolor.

 

También estaba experimentando aquello. Y no se sentía bien. Prefería dejar de sentir, dejar de lado sus emociones hacia Gaara, no sentir mas culpa, terminar la misión e irse lejos por un año… o quizás dos dependiendo del clima.


Pero no podía. Necesitaba arreglar las cosas, ver al pelirrojo entre sus brazos, entregado, correspondiéndole sus absurdas caricias y diciéndole que él también lo quería.

¿Eso era mucho pedir?


En esta situación, incluso pedir un vaso de agua sería mucho.

 

- ¿Qué crees que haces? -


Sai subió la mirada, sus pupilas se dilataron, se asombró. Él estaba ahí… con dos sujetos aprisionados en arena, aparentemente inconcientes –

- … Gaara-

Rió por lo bajo. Ni siquiera se había percatado de aquellos intrusos. Puso en peligro él éxito de la misión por presentar confusiones, casi falla en algo tan sencillo por ponerse a pensar en cosas indebidas.

Y le importaba una mierda –

- Ese es mi nombre… no lo desgastes… - Dijo con otra mueca de asco en su rostro.

El pelirrojo movió su arena y dejó a los tipos encarcelados en una prisión de Arena en una esquina del lugar. Ahí no molestarían. Por su lado, el ANBU se puso de pié y miró a Gaara, mirada que el pelirrojo no se molestó en responder.


Sai tenía algo… en sus ojos que había cambiado. Y realmente le ponía nervioso. Ya le costaba bastante mantener esa pose de ‘Si-Me-Hablas-Pensaré-Que-Ha-Sido-El-Viento’.

- Discúlpame… -

 

El pelirrojo tubo el gracioso impulso de querer golpearse contra una pared. Pero no lo hizo. Ahora deliraba y escuchaba cosas… -

 

- ¿Qué? – Pero por si acaso... Preguntó –

Sai se mordió el labio inferior ligeramente, mientras en un acto de reflejo, se cubrió parte del rostro con una mano, cerrando los ojos y temblándole la voz-

- Discúlpame… - Gaara tragó saliva... ¿Por qué esta vez si sonaba... sincero? Cerró los ojos con fuerza al sentir como los brazos de Sai rodeaban cariñosamente su cuerpo. Mil espasmos recorrieron su cuerpo. Se avergonzó, no dijo nada, mantuvo silencio- Soy un tonto…

 

- Lo sé – Dijo cortante –

 

- Pero fue por ti… - Escondió su cabeza en el hombro del pelirrojo, aquello le estaba costando bastante. Pero si era para arreglar las cosas (Si es que tenían arreglo) lo haría.

El procedente de la Arena se tensó.

 

- ¿Por mí? –

 

- Me haces olvidar mi posición, me haces olvidar que soy un ANBU, que la misión va primero, que eres el próximo a ser Kazekage, pero es por que… -

 

Momento de silencio.

Gaara se sentía incomodo, empezó a moverse en los brazos de Sai, intentando zafarse, pero al contrario, sentía como lo apretaban mas contra él –

 

- Nh… -

- … Te Quiero.

 

*****

 

Sasuke se hallaba recostado boca abajo en su cama compartida, esa molestia, esa horrible sensación que anudaba su garganta no había desaparecido.

- Auh… - Se quejó monótonamente al sentir como ‘alguien’ se tiraba literalmente encima suyo y lo estaba aplastando- Dobe, me aplastas –

 

- Estoy aburrido… Dattebayo –

 

- Pues duérmete –

 

- Estás abarcando todo el lugar de la cama’tebayo… y estás raro –

 

- Pues duérmete encima de mí… y no estoy raro… - Sasuke hundía su cabeza en la almohada intentando tapar sus oídos de los reproches del rubio… -

 

Si estaba raro.

Y descubriría el porqué

Sonrió malignamente.

 

*****

 

- ¿Qué tu qué? – Gaara se separó de Sai como si se fuera a quemar, mientras sus mejillas coincidían con su color de cabello y el corazón amenazaba con salirse de su lugar.

 

- … - Por otro lado el pelinegro agachó la mirada, algo punzaba en su pecho. El rechazo. – Te quiero… -

 

- No es verdad – Respondió cortante –

 

- ¿Cómo? –

 

- Si me quisieras no habrías hecho lo que hiciste –

 

- ¡¡Ya te pedí perdón!! ¿Qué quieres que haga? ¿Qué me tire de un puente para que estés conforme? – Sai frunció el ceño al ver que Gaara se pensaba lo último –

 

- Iré a vigilar el Lado Sur, tu estate en el Norte, no pongas en peligro la Misión… Sai – Se volteó y empezó a caminar hacia su área.

Su corazón latía fuertemente.

Había deseado ir y besar a Sai, decirle, ‘No importa, no te preocupes, Yo también te quiero’ Pero no pudo. Y se alejó sin decir nada.

*****

Su sentido del tiempo aproximaban las 2 a.m. Se había recostado en un pedazo de hierba por inercia, mirando algunas estrellas visibles a través de los árboles.

Cerró sus ojos aguamarina. Descansar los parpados y la mirada. Eso estaría bien. Estaba loco, tenía miedo de si mismo. Ya comprobó que podía soñar despierto con lo que pasó horas atrás… Quién sabe las cosas que soñaría si está totalmente dormido.

Bah. Que importaba.

 

Acomodó sus manos tras su nuca y suspiró notoriamente. Su mente estaba agotada, su corazón esta confundido y su cordura era dudosa.

 

- Mh… - Abrió los ojos lentamente. Se sorprendió, quiso correr y esconderse. Pero no lo hizo –


Sai estaba encima suyo, cual felino sobre su presa. Besándolo casta y sencillamente. Posó sus manos sobre el pecho de Sai con la intención de quitárselo de encima.

Pero los instintos traicionan a la cordura.

Las manos que antes ejercían presión, se habían deslizado por su pecho hasta la nuca del pelinegro, atrayéndolo más hacia él.

Los movimientos de ambos se volvieron mas pronunciados. Sus bocas antes inmóviles, ahora se besaban con hambre, disfrutándose, saboreándose y colándose en la cavidad del otro indiscretamente.

El aire que respiraban por la nariz se hacía escaso, y su beso desesperado se había aminorado hasta pequeños y sensuales roces.

 

- Te quiero... Gaara – Sai se mordía el labio inferior levemente, como si aquellas palabras dolieran decirlas –

El pelirrojo deslizó sus manos hasta quitarlas del cuerpo de Sai. Escuchaba su corazón retumbar, su respiración entrecortarse, notaba el aliento del otro chocar contra el propio. Realmente le volvía loco.

 

Y eso le encantaba.

 

- Cállate… - Y volvió a besarle, con lujuria y ganas contenidas. Tantas veces apunto, tantas veces liándose y tantas veces sin acabar lo que habían empezado.

 

Sai sonrió, y con sus hábiles manos empezó a recorrer el cuerpo por sobre la ropa del pelirrojo, tanto soñando con ese momento, le hacía imposible querer esperar más.

Se sentó a horcajadas sobre las caderas de Gaara, haciendo leve presión, arrancándole un suspiro ahogado y un bufido al separarse de sus labios

 

- ¿Me expreso por primera vez y tu me pides que me calle? – Sai sonrió victoriosamente, la cara de Gaara se veía tierna con el ceño fruncido y levemente sonrojado – Quizás acceda a tu petición si tú accedes a la mía… -

 

- ¿Cuál? – Sai se inclinó suavemente hasta llegar al oído de Gaara, y mordisquearle con cierto aire infantil… -

- Vamos a hacerlo… - Susurró sensualmente. – Hagamos el Amor.

 

- … -

 

-…-

 

- No… - Gaara se negó… e invirtió pocisiones quedando el sobre Sai – Porque si llegamos a hacerlo… quiero oírte gritar mi nombre –

 

Y empezó la cruel temporada de tocar y besar. Sin saber como, con una rapidez increíble, Sai había conseguido desnudar el torso de Gaara, dejándolo a su total merced, palpando con sus frías manos cada rincón, jugueteando con los pezones hasta endurecerlos, enviciándose con los gemidos bajitos que ambos se esforzaban por esconder bajo la fricción que sentían en sus pantalones.

- Ah…..-

 

Volvieron a rodar, Sai hábilmente se desnudó el torso también. Y lanzó su ropa quien sabe dónde.

Los jadeos de ambos se confundían, y Sai se movía insinuantemente de adelante hacia atrás sobre las Gaara, en un vaivén donde la presión sobre el miembro del pelirrojo y esos movimientos lentos y sensuales no podían acallar los jadeos.

Otra vez se pegó a los labios de Gaara, en un beso húmedo, su excitación crecía mas al notar como Gaara deslizaba sus manos hasta su cintura intentando desabrocharle el pantalón.

Sus lenguas se unían en un sexy hilillo de saliva, mientras el pelinegro quitaba las manos del pelirrojo de su pantalón para desabrocharlo él mismo, incluyendo el de Gaara.

Se levantó levemente de las caderas del pelirrojo para poder quitarle aquellos molestosos pantalones de un solo jalón, y dejar que el Sabaku le quitara los de él con sus pálidas manos, al contrario, en un lento y sensual movimiento.

 

- Al… Contrario… - Sai empezó a mordisquear parte del hombro de Gaara, y ensalivar completamente el cuello con su tibia lengua, causando un estremecimiento en su cuerpo, arqueando la espalda seductoramente y dándole mas espacio a Sai para saborear – Tu serás el que grite mi nombre… -

Las hasta ahora quietas manos del Sabaku empezaron a masajear la espalda del pelinegro, buscando de algún modo mas contacto entre sus semidesnudos cuerpos, al tiempo que sonreía lascivamente –

- Mh… ¿Me estás… Desafiando?

Sai no respondió, simplemente se oyó su risa bajita y como bajaba paulatinamente ensalivando todo el pecho y abdomen (muy bien formados, por cierto), sintiendo las tensiones que le producía, y los jadeos incontrolados-

- Cómo quieras… tomarlo. – Se incorporó y delineó con sus manos el cuerpo del pelirrojo hasta llegar a los elásticos de los boxers y bajarlos lentamente, causando molestia en Gaara –

 

- Rápido… -

 

- ¿Me estás rogando? –

 

- Te lo estoy... ordenando… Nh…- Se quejó al sentir como su ropa interior era quitada velozmente y dejaba al aire su prominente miembro al desnudo, sintiendo el frío del ambiente.

 

Sai rió internamente.

Mas cuando Gaara se lanzó casi literalmente sobre el y se encargó de terminar de desnudarle.

El pelirrojo podía ser malvado y diabólico cuando quería, porque se sentó de lleno en su erección, presionando con fuerza y sacándole el gemido mas fuerte de la noche –

-Ahhh… Mal…dito… - Apenas y podía hablar, su espalda se había arqueado involuntariamente y hechó su cabeza hacia atrás – Nh…

No supo si ese jadeo fue por alivio o por molestia cuando sintió que Gaara se había puesto de pié.

El cosquilleo de la hierba bajo ellos había desaparecido, la oscuridad de la noche era lo único que estaba presente, y la poca luz lo hacía mucho más excitante. Sus respiraciones se mezclaron por unos segundos… -

 

- Haaa…- Como tenía los ojos cerrados, no se dio ni cuenta cuando Gaara se había metido de lleno su erección en la boca-

Empezó un mete y saca bastante lento, impacientando al pelinegro, pero ensalivaba y saboreaba cada rincón de la longitud, ayudándose con una de sus manos para provocar mas impaciencia en el otro –

- Nh... Ah... más rápido… - Gaara sonrió, dejando un camino de saliva dejo de hacerle el oral –

 

- ¿Me estás rogando? – Repitió, haciéndole burla a Sai, pero no esperó su respuesta para volver con su tarea, al tiempo que una mano traviesa de Sai acorralaba los cabellos rojos y empezaba a marcarle un ritmo más rápido.

 

- Ha… así… Gaa…ra… Ah… Ah… -

Con su respiración y acentuación de movimientos de cadera contra la boca del pelirrojo, le estaba avisando que no le quedaba mucho para terminar.

Al sentir esto, se concentró en el glande, rodeándolo y masturbándole mas rápidamente.

- Ha... Gaa… ¡Gaara….! – El pelirrojo sonrió complacido, sintiendo como un líquido viscoso y agrio llenaba su boca. El cuál no se molesto en evitar.

Sai respiraba agitadamente, y se sentía hermosamente bien.

 

- Te lo dije… -Replicó Gaara- Si íbamos a hacerlo… te haría gritar mi nombre.

 

Sai bufó molesto, esperó para recuperarse y sentarse, hasta quedar frente a Gaara, que sonreía victoriosamente –

 

- ¿Qué… haces? – Se sorprendió cuando Sai lo tiró sin mucha delicadeza al suelo y alzaba sus piernas con confianza –

 

- Venganza… - Le besó fogosamente para empezar a estimular lentamente el miembro de Gaara - … Lame… -

 

- Ah… Nh…. – Tenía frente a su boca 3 dedos, los cuales no tardó en degustar y ensalivar como si fuera un dulce. Y uno muy sabroso.

Cuando el ANBU intuyó que ya era suficiente, retiro sus dedos y abrió con cuidado las piernas de Gaara, posicionándose entre éstas.

 

- Te va a doler un poco… -

 

Y sin previo aviso, se encontraba siendo dilatado por uno de sus dedos.

Aferro sus manos al cuello de Sai, ahogando un gemido de dolor al sentir tan desagradable molestia. El pelinegro espero un poco antes de empezar a mover su dedo, haciendo círculos y entrando y saliendo lentamente.

Hasta el segundo y el tercero.

 

El pelirrojo chilló un poco, le dolía demasiado. Además que Sai iba muy rápido, por decirlo de alguna manera.

- Sai… - Se quejó, tenía los ojos cerrados con fuerza y sus mejillas adornadas tiernamente de carmín – Espera… me duele… -

 

Sai bufó un poco. Pero le comprendió y con la otra mano empezó a estimular nuevamente el miembro de Gaara, para que se olvidara del dolor. Cosa que pareció funcionar, por que la boca del procedente de la Arena volvía a llenarse de jadeos y gemidos.

 

Retiró con cuidado sus dedos, se inclinó para besar cortamente a su pareja, y se preparó para penetrarle –

 

- Abrázate a mi espalda… - Gaara obedeció.

 

Se acomodó y con cuidado empezó a empujar su miembro contra la virginal entrada de Gaara –

 

- Mierda… - El ojiverde se abrazaba con fuerza a Sai- Métela de una vez… -

 

- Te va a… -

 

- Sólo hazlo… -

Gaara rodeó la cintura de Sai con sus piernas y lo atrajo hacia él, produciendo que se la estancara de un solo golpe.

 

- Ahhh....... – Sai soltó un contundente gemido, y Gaara un estruendoso grito de dolor –

 

Maldita sea. ¿Por qué tenía que ser tan condenadamente estrecho?

Los ojos de Gaara sin su consentimiento escurrieron, traviesas lágrimas de dolor que pronto dejaría de serlo.

Sai hechó su cabeza hacia atrás en un reflejo del placer, sosteniendo de las caderas al pelirrojo sin moverse, por miedo a dañarlo más –

Esperaron unos segundos.

 

- Ya puedes… moverte… -

 

Empezó un lento mete-saca, produciendo sensaciones desconocidas en ambos. El dolor paulatinamente se empezó a convertirse en un extraño placer embriagante.

Sus caderas se movían al compás de las embestidas de Sai, causando una deliciosa fricción entre ambos cuerpos.

 

- Ha… Nh… -

 

- Más rápido… Sai…. –

 

No se hizo de rogar, empezó a embestirle rápidamente, en un ritmo frenético, causando estrepitosos gemidos entre ambos.

Sentía como su cuerpo se retorcía de placer con cada una de las embestidas que le daban, pero quería mas, mas y más…

- Ahhh… -

 

Sai subió las piernas de Gaara sobre sus hombros, y empezó a alcanzar una nueva profundidad desgarradora, tocando cierto puntito que hacia que el cuerpo del pelirrojo se llenara de espasmos placenteros-

 

- Más… Más… Haa… -

 

Su conciencia se había ido muy lejos a jugar poker, ahora se concentraba en sentir, en sentir, y en sentir otra vez, mas cuando entre tanta embestida, el pelinegro empezó a masturbarle rápidamente. Se volvería loco.

Sus manos enterraron sus cortas uñas en la fuerte espalda del pelinegro, su espalda se arqueaba y estaba apunto de terminar.

- Sa.. Sai… Haa… ¡Sa… SAI! …. –

 

Fue cuando llegó el tan ansiado orgasmo, esparciendo su esencia en el el abdomen de ambos.

Sai sintió como la entrada de Gaara se contraía radicalmente, y con algunas embestidas mas llegó al a misma situación que Gaara-

 

- Ah… Gaara…-

 

Salió lentamente de su interior… recostándose a su lado y susurrando un tierno : "Te Amo, Gaara"

 

********

 

Había amanecido, E incluso era un poco mas tarde. El festival iniciaría en unas horas.

Naruto y Sasuke caminaron hasta la entrada del parque central… ya que el consejero del señor feudal se encargó de llamarlos –

 

- ¿Pasa algo, Dattebayo? – Naruto que iba cogido de la mano de Sasuke, Alzó una ceja, al ver como aquél tipo de facciones extremadamente afeminadas sonreía con exageración.

 

- Mi señor quería agradecerles su cooperación –

 

- ¿Podemos ver a ‘Su Señor’? – Preguntó Sasuke.

 

- Claro, Itachi-Sama estará encantado de recibirles.

 

Continuará.

Notas finales:

Gustó?? un review para esta autora sin motivación... TwT ojala me animen un pokito.

 

Los kiero!

 

Misao


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