Hazukashi por Neary

Hazukashī

SasuNaru / SaiGaa

Por Neary

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Capítulo 2

-¡Temari-san!-saludó alegre la pelirosa a la recién llegada.

Cómo era normal perderse en medio del desierto, siempre que iba un escuadrón de Konoha era mejor que tuvieran un guía, ya que a pesar de ser aliados no podían darles la ubicación exacta de la aldea oculta de Suna.

La rubia sonrió cálidamente, saludando con una ligera inclinación.

-De aquí a Suna nos tomará un día, así que mejor nos apresuramos-

Emprendieron su marcha, caminando por el arenoso desierto, entrecerrando los ojos cada vez que se levantaba una ventisca de arena.

-¿Cómo se encuentra Sai?-preguntó Naruto ya pasado un tiempo.

-Él...-Temari continuó con su camino, pero un tono extraño de su voz, preocupó a Naruto.

¿Que podría haber pasado con Sai? Bien, él no era precisamente el encanto en persona, mas bien era exasperante y malicioso con sus comentarios. Pero no por eso era mala persona, no como para hacer algo malo.

¿Habría sacado de sus casillas a Gaara?

-¿Qué pasa con Sai?-

Temari detuvo sus pasos y volteo a mirar a los cuatro que le miraban interrogante, bueno el Uchiha no tanto, nunca le había caído bien Sai y además solo era una copia barata de él.

Suspiró, a ella no le caía muy bien Sai, tenía sus motivos, pero comunicarle a los amigos...

-Sai... hace dos días que no lo vemos...-

-¿Cómo?-preguntó el rubio preocupado-Pero Sai tenía que estar en todo momento con Gaara, ¿Por qué...?

-No sé, Gaara no ha querido decirnos-explicó, mordiendo ligeramente su labio inferior, algo frustrada.-... lo único que sabemos es que discutieron.

-Aún así Sai no abandonaría una misión... él es muy responsable en cuanto a eso...-murmuró Naruto, ahora mas preocupado por el bienestar del pelinegro.

Sai podía ser maleducado, descarado y toda una sarta de malas actitudes, pero era comprometido con la aldea, aunque ello significara perder su vida, él lo haría por Konoha.

En este caso era una misión muy simple, ‘cuidar' del kazekage no era un trabajo muy peligroso, después de todo, Gaara de por sí era muy fuerte.

Sasuke miró con mala cara al rubio, captaba demasiada preocupación por parte del Uzumaki hacia ese estúpido pintor y aquello no le agradaba nada. Tenía la desagradable sensación de ‘celos' que deshecho de inmediato, él era un Uchiha, no tenía porque celar al baka de Naruto.

-Mejor apresurémonos, ya podremos preguntarle a Gaara nuevamente en cuanto lleguemos-instó la rubia, con una sonrisa tranquilizadora, especialmente dirigida a Naruto que parecía tan preocupado.

El rubio era tan amable con todos, que le extrañaba que no tuviera novia. Miró de reojo al Uchiha y se percató de la mirada extraña que le dedicaba a Naruto. Sonrió.

"Y a mí que me encanta el yaoi" pensó feliz.

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Apretujó entre sus dedos el lápiz que tenía para firmar, hacia tres días que no veía a Sai, hace tres días se habían peleado..

"¿Por qué le afecta tanto que hubiese sido solo sexo...?"

Se suponía que a medio día debían llegar los enviados de Konoha, lo más seguro es que se pasarían por su despacho una vez Temari les informara de la desaparición del ex miembro de la raíz.

Por kami, tenía tantos problemas que solucionar y el papeleo se le juntaba sobre el escritorio al no poder concentrarse, casi había firmado para autorizar una sociedad de fans (del kazekage) en el centro de Suna. Podrían matarle por eso.

-Kazekage-sama-

-¿Mh...?-miró distraído a Baki.

-Debe decidir sobre que hacer...-suspiró, sabiendo que ese tema no le agradaba para nada al pelirrojo-... el enviado de Konoha aún no aparece y los anbus no han podido encontrarle-

Gaara gruñó algo in entendible para luego dejar el lápiz sobre el escritorio y cruzar sus manos enfrente de su rostro, pensativo.

Sabia que por esa falta se podía declarar la guerra a Konoha y eso era lo que estaba evitando a toda costa, esperando que el moreno regresara y se olvidara todo el asunto, pero luego de tres días no podía esperar que los ancianos permitieran seguir aquello así como así.

No tenía la mas mínima intención de luchar contra la Hoja, después de todo tenían muy buenas relaciones y cada vez que habían necesitado de su ayuda, la habían obtenido inmediatamente por parte de la Godaime. No iba a dañar esa alianza que costó tantos años en construir, luego de que la Arena se aliara con Orochimaru, había costado conseguir su completa confianza.

-No haremos nada, ayer lo ordené así-

-¡Gaara...!-exclamó, exaltado pero pronto se dio cuenta de su error-Digo, kazekage-sama, sabe que no podemos dejar esto así como así. La Hoja tiene a Kankuro como intercambio, podrían utilizarle.

-Ellos no harían algo así, la Hokage tiene mi absoluta confianza-

-Pero eso...-

-No declararé una guerra a Konoha sólo porque ha desaparecido Sai-dijo tajante, mirándole con el ceño fruncido y los labios apretados. Eso no era buena señal, el kazekage estaba cabreado-Él volverá y en cuanto lo haga, avisaremos a la Hoja para determinar que haremos. Antes no se realizará nada.

Baki solo miró con reproche al pelirrojo. Esa no era la decisión que debería tomar el kazekage, pero sabía también que no podría convencerle de lo contrario.

Ambos escucharon el sonido de la puerta, un suave ‘pase' por parte de Gaara hizo que por la entrada aparecieran cinco personas, entre ellas Temari.

-¡Gaara!-

-Naruto-saludó, mirando a Baki, hizo que este se retirara.

Luego de los saludos pertinentes, el kazekage miró a su hermana, pidiendo con la mirada una afirmación sobre si les había informado o no.

-Sí les expliqué, pero querían saber mas detalles por tí-

-¿Por qué Sai desapareció?-preguntó Naruto, apoyando sus manos en el escritorio del kazekage, inclinándose hacia él-Gaara, ya llevas medio año junto a él, debes saber que no dejaría una misión por nada...

-Fue una discusión sin importancia-suspiró.

A él nunca le había agradado dar explicaciones por sus actos, pero sabía que Naruto, como amigo de Sai, estaría preocupado por su bienestar, y el que estuviera desaparecido no ayudaba mucho.

¿Por qué no aparecía?

-¡Pero Gaara...!-

-Lo más importante por ahora, es explicarles detalladamente su misión-insistió interrumpiendo a Naruto que estaba dispuesto a encararle nuevamente. Miró al Jounnin-¿verdad? Kakashi-san.

-Sí, eso seria lo mejor-respondió con su ojito feliz.

Él confiaba en Sai, así que sabia que estaba bien.

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Gaara suspiró antes de tomar el pomo de la puerta y entrar a su habitación. Se le estaba haciendo costumbre llegar a altas horas de la madrugada a dormir. Pero con tantas cosas que hacer, prefería quedarse un tiempo mas en la oficina terminando cosas que no podían esperar.

¿Desde cuando tenía trabajo atrasado? Ah sí, desde que Sai había llegado a ‘protegerle' por ese estúpido intercambio.

Aquello había marcado una diferencia muy grande para él. Jamás había estado constantemente con alguien, como un amigo. Lo único a lo que podía darle ese nombre era a la ligera relación que tenia con Naruto cada vez que él visitaba Konoha.

Pero con Sai había tenido que aprender a convivir día y noche con alguien con quien nunca había hablado.

Aún recordaba cuando se habían presentado...

Era un día de invierno, se había decidido realizar la ceremonia del intercambio que pactaba la alianza entre ambas villas en Konoha por su mejor clima. Aunque en la Hoja nevaba, era preferible a estar entre tormentas de arena y frío sin igual.

Había asistido con el traje de kazekage (con ese sombrerito que tanto le fastidiaba) en compañía de Temari y Kankuro junto con algunos anbus que les escoltaban, el lugar a realizar el acto era en la torre de la Godaime.

En el despacho de esta pudo ver a un chico moreno, muy parecido a Sasuke. Algo le llamó la atención de él pero no supo el qué. Ignoró ese sentimiento extraño y prosiguieron con la presentación.

Kankuro y Sai serían la escolta principal de los kages por dos años, a partir de ahí, si no habían problemas verían si seguían con aquel ‘experimento' (ideado por los ancianos de Konoha para fomentar la confianza en la arena, teniendo a uno de los hermanos mayores del kazekage como ‘rehén')

Él mismo le había explicado la situación al marionetista, a pesar de no tener una estrecha relación con sus hermanos, Kankuro siempre había tenido una conexión a su manera con Gaara. Por ello se hablaban con confianza.

Los ancianos de Konoha habían pedido a Kankuro y ofrecido a Sai, un miembro de la raíz del anbu. No le tomó demasiada importancia a quien fuera, de todas formas no sería lo suficientemente fuerte como para protegerle.

-Bien, desde hoy Sai será tu escolta personal-exclamó la Godaime, mirando al moreno de tal manera que se presentara.

Éste solo dio un paso hacia delante, miró detenidamente al pelirrojo para luego sonreír, falsamente como siempre lo hacía.

-Un placer conocerlo en persona, kazekage-sama-exclamó con un mohín burlón, sonrió aun mas ampliamente al ver el ceño fruncido de Gaara-Jamás imaginé que en la arena eligieran a los kazekages con tanta facilidad... un chico de mi edad, que envidia.

El de la arena le miró fijamente sin presentar ningún cambio en su expresión. Intentó pensarlo de manera positiva... verle el lado bueno a lo que había dicho... pero no podía.

¿Estaba insinuando acaso que no tenía lo que se requería para ser un kazekage?

-¡Sai!-regañó la hokage.

Él solo sonrió dulcemente pero con una alta cuota de hipocresía.

-¡¿Pero que carajos te estás....?!-comenzó la rubia, colocando una de sus manos en su abanico, dispuesta a utilizarlo.

-Temari-le llamó, tranquilizándola.

-Vaya, creo que los Jounnin en la arena también son bastante débiles... quizás solo se guíen por la apariencia-expreso sinceramente, mirándola de arriba a abajo, quedando sus ojos fijos en una parte del cuerpo de la rubia-... o tal vez solo por la talla...

Gaara pensó, antes de que la arena atacara involuntariamente a Sai, que ese chico era un malhablado y además un cínico.

Le traería problemas.

Vio como la cortina de su ventana se movía y una silueta daba sombra en la cama a la luz de la luna.

-Sai...-murmuró asombrado de verlo ahí.

El moreno no tuvo ninguna reacción en su rostro, sólo le miro indiferente tal y como hacia siempre.

Pero había algo distinto esa vez, y él lo sabía...

-¿Dónde te habías metido?-preguntó tratando que pareciera sin importancia.

Se dirigió a su armario comenzando a quitar poco a poco su ropa, para cambiarse por su ropa para dormir. En la oscuridad de la habitación no había problema que se desvistiera, de todas formas no se vería casi nada.

¿Y qué mas daba de todas formas? Sai ya había visto todo...

-Encontré un anbu...-eso atrajo la atención de Gaara-...mas bien, el cuerpo de un anbu, muerto a la entrada de la villa-

Confusión se pudo leer dentro de la inexpresividad del kazekage, pero Sai no tuvo intención de explicar nada mas que eso. Si Gaara quería saber algo, que preguntara.

-¿Muerto? Un momento, aun mas importante ¿Cómo carajo encontraste su cuerpo?-

-No es evidente que fui a la entrada de la villa y ahí me lo encontré, tirado, kazekage-sama-respondió burlón.

-Estoy harto de ese tonito prepotente que tienes para hablar...-murmuró casi sin darse cuenta.

El moreno solo se encogió de hombros y sonrió.

-¿Desearía que besara el suelo por donde camina, kazekage-sama?-preguntó mordaz, se notaba en su tono y manera de actuar que estaba cabreado-... tal y como lo hacen todos aquí en Suna...

-No, desearía que te guardaras tus frases mordaces y me explicaras bien la situación-

-Es fácil, salí a pasear, llegué a la entrada de la aldea ahí encontré un cuerpo, ya muerto, intenté perseguir a quien lo había hecho pero se escapó, luego volví y se lo estoy comunicando-enumeró como si fuera cosa de todos los días.

Y esa sonrisita falsa no se le quitaba del rostro...

-Un momento, un equipo Anbu te ha estado buscando desde hace tres días y quieres decir que ¿no te vieron?-preguntó extrañado y sarcástico.

Era imposible, Sai no podría evitar a los anbus tan fácilmente, había enviado a tres equipos distintos cada día y ninguno de ellos había encontrado pista del moreno.

-Para nada, después de todo, yo también soy anbu en Konoha-replicó.

Gaara se cruzó de brazos mirándole, impasible. Estaba comenzando a dudar seriamente de las capacidades de los ninjas de la arena.

"Mañana mismo les haré entrenar el triple..." pensó, quizás esa seria la solución.

-¿Por cuanto tiempo le perseguiste?-

-Un día, lo perdí cuando se percató de mi presencia e hizo el Kage Bunshin-explicó-creó tantas copias como Naruto...

Gaara fijo su vista en la ropa que traía Sai, estaba algo rota y sucia. Seguramente había tenido que luchar en cuanto fue descubierto y por ello también le perdió la vista.

-Lo mas importante de todo...-Sai llamó la atención del pelirrojo.-...Tenía un protector de la aldea del sonido...

-¿Cómo?-

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Dio una vuelta mas en la cama, intentando dormir. Sin conseguirlo. Se le hacia tan raro dormir sin compañía. Estaba acostumbrado a dormir abrazando el cuerpo cálido y protector de Sasuke, o simplemente... haciendo otras cosas.

Suspiró algo irritado e intento contar ovejas que tenían cara de Sasuke. Que frustración, pero habría sido muy vergonzoso pedirle a Gaara, que se veía tan preocupado, una habitación en conjunto con Sasuke, seria demasiado notorio.

Aun recordaba las veces que Kakashi-sensei le había tendido trampas a él cuando intentaba escabullirse con Sasuke por ahi, cuando se encontraban en misiones, hasta colocarle un bunshin de Sasuke o enterrarle en la tierra, como tenia por maldita costumbre.

"No pueden estar de arrumacos en las misiones, pueden tomarles desprevenidos y fallaría la misión ¿Comprendes, Naruto?" era lo que decía cada vez que les sorprendía.

Lo entendía, sabia que aquello podría traerles problemas a todos, pero no podía evitar querer estar con Sasuke aunque fuese un par de minutos.

A veces, las misiones eran tan largas y Kakashi no les permitía un minuto a solas, usualmente separando al equipo en dos, y llevándose él a Sasuke.

-¿Que sucede zorrito?-preguntó una voz burlona en su oído.

Intentó voltearse, aunque no lo necesitaba para saber quien era, para verle. Pero no pudo ya que le tenía acorralado con su cuerpo entre él y la cama. Gimió cuando notó las caderas del otro pegarse a él, por la espalda.

-¿Cómo puedes andar con pijama cuando hace tanto calor y eso que estamos en pleno desierto?-

-Mh... no soy como tu, exhibicionista-respondió apurado, necesitando urgentemente deshacerse del agarre del pelinegro para poder tomarle entre sus manos.

-¿Quieres saber como estoy...?-preguntó, haciendo clara referencia a su vestimenta.

Naruto tembló inconscientemente al imaginar al Uchiha solo con la ropa interior o sin ella, como era su costumbre andar.

Sasuke sonrió malicioso, y movió aun mas sus caderas aprisionando el cuerpo de Naruto contra el colchón. Como le agradaba ver ese rostro sonrojado, ligeramente sudoroso y excitado de Naruto.

Había procurado dejar un bunshin en la habitación que le habían dejado, que estaba al fondo del pasillo. Sabía que Kakashi, con lo pervertido que era, iría a revisar si se encontraba ahí y si no lo encontraba, entraría directamente a la habitación de Naruto a espiar.

Kami, que sensei mas pervertido...

Ahora que lo pensaba, se le hacía costumbre utilizar-malgastar su chakra en replicas cuando quería estar con Naruto. Solo esperaba que aquella pequeña cantidad de chakra que utilizaba no fuera necesaria luego.

Sin embargo, estar así con el rubio, valía el precio que tenía que pagar.

-Sé que escuché a Sasuke levantarse, Kakashi-sensei-escuchó el murmullo fuera de la puerta de la habitación.

Esa era la voz de Sakura, que iba acompañada de Kakashi por el pasillo, al parecer ambos habían descubierto que se había levantado e ido a acompañar a su zorrito.

"Mierda... justo ahora que lo único que quiero es follar con Naruto..."

-Lo más seguro es que esté con Naruto, pero por si las dudas, vamos a ver a su habitación-era el peliplateado con su risilla burlesca y pervertida.

Sakura cuando había descubierto su relación con Naruto se había hecho una fan del yaoi tal y como la mayoría de la villa. Ahora ya no era ese amor obsesivo que le profesaba, ahora tenia que apañárselas con las miraditas insinuadoras y murmullos como "¿Qué sentirá Naruto siendo uke...?"

Ahi encontrarían al bunshin, pero era mejor no confiarse. Se levanto del cuerpo del rubio permitiendo que este se volteara y quedaran cara a cara. Sonrió cuando vio el deseo en esos ojos celestes.

-Vamos a tener que postergar un poco esto...-murmuró sobre sus labios.

Vio el puchero que se formó en la cara del Uzumaki y causo una ligera risita. Le besó sin pensarlo dos veces, sintiendo la necesidad en su piel de quedarse ahí y hacérselo a Naruto hasta el amanecer. Pero tenía que aguantar.

Se separó y luego de hacer unos sellos se transformó.

-S-Sasuke...-

-Ese es Sasuke... pero tengo mis dudas-escuchó la voz de Sakura en el pasillo.

Lo mas evidente es que iban a su habitación, tenia que hacerse el dormido ignorando la presencia de Sasuke ahí mismo, a su lado.

Sakura abrió la puerta con cuidado, y miró en la cama como Naruto se encontraba abrazando fuertemente el peluche de Delfín con el que a veces le había visto dormir. Le extrañó como había llegado hasta ahi sin que ella se percatara, pero luego de unas señas que hizo con su sensei, volvieron cada uno a sus respectivas habitaciones.

Un ligero "plof" y Sasuke se encontraba encarcelado entre los brazos amorosos de Naruto que le abrazaba con una sonrisa.

-Te aprovechas de la situación...-murmuró el Uchiha.

-Son pocas las veces que he podido abrazarte este ultimo tiempo...-

Sasuke sonrió. Si alguien viera su sonrisa dejarían de pensar que era tan frío y calculador, porque aquella sonrisa no tenía nada de burla o cinismo. Era una sonrisa dulce dirigida a Naruto.

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