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FEARLESS por Rayn Hiwatari Kon

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Notas del capitulo:

Lamento actualizar un día despues de lo que debería, pero al parecer mi pc se puso loca y no pude guardar el archivo en la USB para publicarla en otra hasta hoy. En verdad les ruego me disculpen, y como compensación TAL VEZ publique el capítulo tres entre el jueves o viernes antes del episodio comun del domingo ^^

 

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FEARLESS

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Cáp. 2. WARLESS

 

Su travesía dentro de aquel bosque que rodeaba la ciudad se había dado demasiado amena, cosa que no creían posible, pues les estaban llevando ante el gobernante del lugar, posiblemente una persona respetable de gran edad y sabiduría que trataba a la gente con mano dura

‘Si…así debe de ser’-pensaba el moreno de nariz larga mientras sus manos parecían conservarse temblorosas como sus piernas. Sin embargo no sólo aquellas comunes muestras revelaban su nerviosismo, ya que al verse sus orejas bajas y su cola enroscada en una de sus piernas aclaraba todo el asunto

Desde atrás Zoro observaba con detenimiento al resto del grupo, sonriendo divertido cuando el par de niños revoltosos se burlaban de la inocencia de Luffy, quien tan sólo ladeaba la cabeza desentendido con las bellas y peludas orejitas negras sobresaliendo de su sombrero al tiempo que aquella colita parecía hacer un signo inconsciente de interrogación

Tanto Natsuo como Youji y Anami se encaramaban al capitán en esos momentos, llenándolo de abrazos y halagos, siendo Nanaya quien los intentara calmar un poco pues hacían que el pobre se tambalease de un lado a otro, amenazando caerse a un lado en cualquier oportunidad

-¡¡KYA!! ¡¡KAWAIIII!! ¡No puedo creer que Luffy sea un pirata! ¡Es un chico tan encantador!-exclamó alegre la pelinegra, restregando su mejilla contra aquella en la que resaltaba una cicatriz debajo del ojo derecho del capitán-¡¡Al rey le va a caer bien!!

-Quien sabe, posiblemente le desespere tanto como nosotros-apuntó Natsuo moviendo su curiosa y peluda colita mientras se aferraba del cuello de Mugiwara, rodeándole de la cintura con sus piernas, evitándose el hecho de caminar

-Si, esa es otra opción-Youji se levantó de hombros, abrazando al pelinegro del lado contrario que Anami, saltando una venita de su frente ante la sonrisa pícara de su ‘compañero’ quien movía su cola con el fin de que se entrelazase con la del pirata-¡¡AHHHHH!! ¡¡Natsuo!! ¡¡Salte de encima de Luffy!!-exclamó notablemente molesto, llamando la atención de todos mientras se apartaba de Luffy, riendo el aludido antes de saltar de la espalda del joven y llegar a brazos del peliazul, entretenido ante sus celos

-Hai, Youji-asintió besándole la comisura de sus labios antes de colocar sus pies en el piso y dedicarle una sonrisa pícara a un sonrojado Youji, continuando su caminata mientras dejaba a los demás con la quijada en el piso, menos a Luffy…por obvias razones de inocencia e ignorancia XD

La impresión causó que casi se le cayese el cigarro de los labios, atrapándolo con sus dedos antes de que éste hubiese completado su huída, peinando su cabellera sedosa y rubia hacia atrás, tratando de tranquilizarse un poco. No tenía por qué sorprenderle o desagradarle ¿¿Verdad?? Eran sólo críos, debía ser una clara muestra de cariño y amistad. Si…eso debía ser

Zoro desvió su vista de la escena, posándola sobre el cocinero del barco por unos segundos, dándose una cachetada mental al volverse a verle. ¿Qué demonios le estaba pasando? Hacía ya tiempo que sus ojos se clavaban instintivamente en él incluso sin que fuese conciente de ello

-Me estoy volviendo loco…-susurró para sí mismo, pasando una mano por su corta y áspera cabellera, cayendo en cuenta de las conversaciones de todos y como el joven de ojos eléctricos ya no se hallaba cuidando al trío, sino permanecía a su lado, tentándolo a sacar una katana para protegerse de cualquier suceso inesperado

No se perturbó pese a lo que estaba pasando por su mente, girándose para detectar aquella sonrisa y carácter apacible que había mostrado desde su arribo, regresando su atención al frente, perturbado por lo que antes había susurrado con la muchacha tomada de su mano

-¿Qué es lo que quieres?-su voz sonó cortante y exigente, pero el otro tan sólo ladeo su cabeza, riendo un poco, sacándolo de sus cabales-¡¿Qué es tan gracioso para que te rías?! ¡¿Yo?!-pensó que ese crío se estaba burlando de su persona y, de hacerlo, no se dejaría…

-Se equivoca, Zoro-san-negó levemente con su cabeza mientras sus manos permanecían a su costado-no me estoy burlando de usted, algo me dio gracia, un pensamiento propio

Pero el otro no parecía creerle, siendo penetrado por una asesina mirada, respondiendo como solía hacerlo y observar al resto de sus compañeros, identificando con regocijo que no tan sólo Luffy les había tomado confianza a sus amigos: Usopp y Chopper comenzaban a hacer varias tonterías y cantar sujetos del capitán mientras Natsuo y Youji no dejaban de reír, tanto de ellos como con ellos

-Sin duda no parecen malas personas-murmuró él, llamando la atención de la persona a su lado-por eso pienso que apenas tuviesen la audiencia con Ritsuka-sama se marchasen de éste lugar

-¿Por qué razón?-Zoro le contestó, haciendo al menor que se volviese a verle, resaltando en sus ojos lo complacido que estaba en que no lo tirase a loco

-No me es permitido decirlo, pero sin duda resultaría lo más sano y seguro para ustedes-se levantó de hombros, separándose tras una reverencia, adelantándose hasta sus amigos, quienes interrumpieron sus juegos y se adentraron un poco en la maleza
Todos optaron por detenerse y esperarlos, abriéndose las plantas frente a sus ojos de un momento a otro, estando delante Natsuo y Nanaya, quienes parecían los causantes de que ráfaga de viento inesperada y con increíble magnitud elaborara un camino improvisado por el cual pudiesen avanzar, la interrogante ahora era: ¿Cómo…?

No parecían cargar algún arma y descartaban el detalle que pudiesen conocer los Jet Dials; ya que éstos pertenecían a las aguas del mar blanco-blanco

Avanzaron de dos en dos por aquel sendero, siendo Luffy y Usopp los primeros, seguidos del energético y pequeño renito; llenando los tres de interrogantes a los nativos, mismas que ellos contestaban con evasivas

En la mente de Zoro mientras tanto revoloteaba la advertencia del peliazul... ¿Qué debía ser tan peligroso como para que les dijesen a sus enemigos o desconocidos que escapasen?

-Omoshiroi…-dijo para sí mismo mientras presionaba sus espadas un poco mas de fuerza, embozando una entretenida sonrisa. Si era algo peligroso y se trataba de luchar con fuertes contrincantes, aseguraba que su capitán los haría quedarse; además para él, entrenarse con alguien más que tan sólo con sus pesas despertaba su espíritu de combate

-¿En que estas pensando, Zoro?

Una voz le hizo sobresaltarse por segunda vez en menos de diez minutos, volviéndose a su derecha y encontrando el ojo negro del rubio observándole con cierto interés, levantando su ceja y el típico cigarro surcando sus carnosos y rosados la… ¡¿Qué demonios?! ¡¿Por qué pensaba eso?! Era oficial, estaba enloqueciendo…sabía que tanto estrés, estar bajo la lluvia por horas y no haber dormido ni comido propiamente le estaba revolviendo el cerebro

-Nada que te interese-su respuesta fue cortante, pero su voz parecía bastante tranquila, encargándose de controlar sus emociones. No podía dejarle ver que se había perturbado ante la sorpresa de su presencia-¿Y tú que haces aquí? ¿No andabas de perrito faldero de Nami y Robin?-puntualizó burlonamente, causando que una venita saltase de la sien del rubio

Todos volvieron su mirada hacia atrás cuando la fricción del metal causó un ruido, viéndose la pierna de Sanji evitando el golpe asestado segundos antes por ambas katanas del peliverde, ambos con facciones fastidiadas y competitivas, dispuesto a arreglar el problema a golpes

-Marimo imbésil…ésta vez si me la pagas…-un combate entre las piernas mortales del cocinero y las espadas del primer oficiales de Mugiwara dio inicio en aquel estrecho camino, levantando la ceja la joven pelinegra mientras Natsuo y Youji comenzaron a alentar a cada uno de ellos alternadamente

Aunque algo les tomó por sorpresa, una pelirroja que estaba aún mas enfadada que ambos juntos, imitando cual si remangara su camisa y se acercaba a ellos

Antes de soltarles un porrazo, notó como una cola verde se movía detrás de su amo, sonriendo con malicia y jalando ésta mientras que a Sanji le soltaba un buen golpe en la cabeza, quedando ambos tendidos en el piso; sin embargo uno tanteaba la protuberancia entre sus cabellos y el otro la parte trasera de su cuerpo, con las orejas bajas y una lagrimita descendiendo involuntariamente de sus ojos por las mejillas, apretando la mandíbula para ahorrarse el quejido

-Au…-Murmuró el pelirrojo cuyo ojo estaba oculto tras un parche, aferrándose al otro, ambos con sus colitas entrelazadas y las orejas bajas-eso fue cruel…

-¡¡NANAYA!! ¡¡KOWAI!!-exclama la chica abrazada al peliazul lagrimeando, con su colita entre sus piernas y estremeciéndose levemente. Jalarles de la cola era algo inhumano y por demás doloroso; ya que gran parte del sistema nervioso se mantenía conectado por éstas, reaccionando abruptamente cuando tiraban de ellas, desplazando la sensación de dolor a lo largo del cuerpo

Ante aquello, Luffy tragó fuerte, abrazándose a su cola y con sus orejas bajas, prometiéndose no hacer enfadar a Nami mientras siguieran en la isla; Usopp se tiró al piso con su cola escondida bajo su cuerpo, dejando su paliacate a un lado mientras él se convertía en un ovillo tembloroso; Chopper lo imitó dándose cuenta que el siempre había tenido una corta colita XD (xD) y Robin tan sólo susurraba la mala suerte que había corrido el espadachín ante la loca idea de la navegante

-Maldita bruja…-susurró dolido, con la cola debajo de su cuerpo para que no pudiese jalarla, mas aquel comentario no fue nada bueno, no pudiendo salvarse del golpe y, antes de que Sanji se burlase, le propinó otro más

-Creo…-susurró Nanaya, ahora no sólo con Anami, sino que también a Natsuo, Youji, Usopp y Chopper abrazados a él, gritando lo mucho que Nami les asustaba-que será mejor tomar un descanso…

Absolutamente nadie puso oposición, dejando al peliverde recuperarse del todo antes de volver a retomar su caminata, llegando en poco tiempo a las afueras de una hermosa ciudad que sacó más de una expresión de asombro en los ojos de los piratas

Varios de los edificios parecían estar despejados del piso, con criaturas aladas sobrevolando el lugar. Rascacielos o casas suspendidas como en pequeñas nubecitas, rodeados por abundantes zonas verdes y árboles altos y antiguos; trayendo a sus recuerdos la aventura que habían tenido en Skypia

-¡¡Bienvenidos a Vayu!!-dijeron al unísono los guías, caminando por el asfalto que conformaban las calles, sacando al resto de su ensoñación. Es que…tenían tanto en común…

Sus pasos llamaron la atención de los aldeanos, quienes levantaban sus peludas orejitas para verles llegar, llenando de saludos a aquellos chicos quienes correspondían alegremente, recalcando que aún eran bastante jóvenes e infantiles

Los ojos de los tripulantes del Going Merry veían con interés que no toda la población tenía orejas, con las mismas excepciones que habían llegado con ellos. La mayor parte de las personas que las poseían parecían ser niños o adolescentes, si contaban con más edad las perdían…esa era una teoría pero…Nanaya no contaba con ellas y no debía tener mas años que Luffy…

-¡¡Ah…!!-la voz del capitán les hizo detenerse, escuchando un gran gruñido desde su estómago, prediciendo sus nakamas la razón del posible puchero-¡¡TENGO HAMBRE!!

-¡¡Aguántatela!!-reprendieron mientras elevaban el puño amenazante mente, pues Luffy no dejaba de mostrar aquella carita de corderito a medio morir, con un dedo en sus labios y sus cejas arqueadas cual víctima

Tras unos segundos de silencio, los cuatro guías comenzaron a reír a rienda suelta, tomando por sorpresa a los demás; pues incluso el más serio les había seguido la corriente

-Pero si tengo hambre…-repitiendo inflando sus mofletes, viendo como una orden de bolas de arroz le era tendida por un hombre de edad avanzada, dueño de un puesto, sonriéndole con amabilidad al ver aquellos ojos relucir de alegría

-Parecen ser visitantes, no hay que dejar que se mueran de hambre. Arruinaría nuestra reputación de una ciudad hospitalaria-comunicó con voz suave mientras Luffy le hincaba el diente a una, procurando no terminarlas pronto; eran un obsequio y además no sabía hasta que hora volvería a probar bocado

-¡¡Arigatô Ojii-chan!! ¡¡Están exquisitas!!-exclamó dando otra mordida

Sanji se volvió a verlo y sonrió. Le recordaba a aquel anciano tonto cuando lo conoció. El darle de comer a un hambriento era acto honorable de un cocinero respetado, no dudaba que éste lo fuese, ya que se veía complacido tan sólo al verlo devorar sus alimentos

-Ese tonto siempre nos causa contratiempos-la voz a su lado llamó su atención, volviendo su vista a Zoro quien negaba suavemente al tiempo que Luffy seguía comiendo, mostrando un deje de alegría que causó estragos en su interior, siendo asaltado por una pequeña ira que le carcomía con lentitud

-Así es él-contestó sacando su cajetilla y dejando la colilla del anterior cigarro caer cerca de sus pies, pisándola antes de sacar otro nuevo y encenderlo parsimoniosamente, cerrando sus ojos mientras permitía a la nicotina pasearse por sus pulmones a modo de humo antes de soltarlo por la nariz

Volvió su vista disimuladamente al marimo, sonriendo casi de manera imperceptible por ver como su cola se movía a voluntad propia y aquellas orejitas contrastaban con su porte serio. Se veía bastante cómico e incluso le infundía un bello toque de inocencia que jamás pensó captar de Zoro…

‘Si le dijera eso, sin duda me golpearía’-pensó para sí mismo antes de volver a caminar, llegando a la altura de las chicas, invitándolas a seguir

Retomaron el paso después de que el gatito negro terminase de almorzar algo que no le duraría más de treinta minutos, rogando que en el castillo les invitaran algo de comer, pues Sanji no había tenido la oportunidad de preparar la cena

Tras subir por un camino que guiaba a la zona montañosa, se vieron frente a la gran edificación de un castillo hecho de cristal, dejándolos estáticos y boquiabiertos por como brillaba al contacto de los rayos solares; sin embargo sus paredes no eran calientes sino que parecían hechas de hielo pues conservaban su frescura pese al clima, una cosa mas que se agregaba a sus preguntas

-Éste es el castillo de Vayu-habló tranquilamente Youji al tiempo que la puerta se abría gracias a una ráfaga de viento, entrando uno por uno a la bella edificación; quedando expectantes ante la fuente de hielo que desplegaba aguas claras y puras-Las tierras del país del viento

-¿País del viento?-cuestionó Robin interesada. Ya sabía que aquel nombre se le figuraba-¿Éste archipiélago posee los nombres de los elementos en cada una de sus islas?

-Haz acertado-guiñó un ojo el pelirrojo, cruzando el jardín sin mucha prisa-bastante perceptiva. Pero nosotros no somos quien para explicar detalles, tal vez Yuiko-chan pueda responderles preguntas pequeñas

-¿Cómo el por qué todos aquí tienen orejas?-puntualizó Nami mientras la pelinegra asentía, tomada de la mano de Nanaya

-Posiblemente Ritsuka-sama no quiera explicarlo, así que Yuiko podría ser la mas apropiada, ella es una fiel ‘sierva’ del rey, por así decirlo

-¿Y esos términos? No se supone que todos aquellos que están bajo las órdenes de un rey…-

-Ritsuka-sama no es así-interrumpió Nanaya, llegando del otro lado del jardín, donde un par de pilares se levantaban y una temblorosa chica de cabellera rosada se escondía tras un pilar

Vestía un vestido azul con hilos, detalles y encajes plateados, permitiendo a la vista un escote atrevido en su busto, llamando la atención de Sanji quien al momento tornó sus ojos en corazones

-Pervertido…-murmuró mientras llegaban cerca de ella, separándose el rubio del grupo antes de asistir donde la chica con porte agraciado y caballeroso, tendiéndole una mano y sonriendo al ver aquellas orejitas esponjosas y rosas caídas

-Pero que bella señorita…no debería estar oculta tras aquel pilar

Ésta casi rompe a llorar, corriendo hasta Nanaya y abrazándose a él, dejando desentendido al cocinero, quien pensó que pudo haberse equivocado en algo

-Llorona-dijeron al unísono los chicos pelirrojo y peli aqua, sacando un nuevo mar de lágrimas, recibiendo un golpe en sus cabezas por eso-¡¡HEY!! ¡¿Por qué nos pegas, Cocinero pervertido?!

-No deben ofender así a una dama-contestó con una vena saltando de su sien, observándoles de manera altiva-ni mucho menos hacerla llorar

-Y tú tampoco tratar de conquistar a una niña, pervertido…-murmuró Anami mientras que colocaba ambas manos en sus caderas, dejando sorprendido a éste

-¿Cómo? ¿Niña?-cuestionó Usopp, mirándola de pies a cabeza, llevando una mano a su mentón-pero sino parece una niña, tiene apariencia de alguien como de… ¿16 años?-siguió analizándola mientras ella no se dignaba a asomarse para verlos

-Esa es mi edad-sonrió Nanaya mientras se señalaba, antes de acariciarle la cabeza a la chica-ella tiene doce años apenas

-¡¿¡¿¡¿¡¿DOCE?!?!?!?!-exclamaron todos al mismo tiempo. Es que…sus pechos eran grandes y redondos y…desde cuando una niñita de doce años tenía tanto busto o un cuerpo tan similar al de una mujer adulta?

-Si, nosotros pensamos lo mismo-volvieron a meterse los otros dos antes de darles la espalda y avanzar por el pasillo, camino a la sala del trono

-Ah…ellos… ¿Son los piratas…?-cuestionó la niña, sumida en el pecho ajeno, quien asintió, besándole la frente, ignorando que crispaba los nervios de su compañera-¿Por qué están concientes…?

-Pensé que Ritsuka-sama querría hablar con ellos y, sino había necesidad de combatir, era mejor evadirla. Nuestro lindo rey siempre promueve esa clase de ideas, no lo crees así, ¿Yuiko-chan?-ésta asintió levemente, separándose poco a poco, sin soltarse aún enteramente de él-no te preocupes, son buenas personas. Sino, dudo que hubieran sobrevivido las defensas de la isla

-Si…creo que tienes razón…-sonrió antes de tomar un poco de aire y volverse a ellos con una amplia sonrisa infantil. Sanji sabía que era una niña pero… ¡Era un encanto! Todo un bombón que gustaría probar-Bien… ¡Soy Yuiko-chan! Podríamos decir que algo parecido a su consejera, pero con un puesto no tan alto-intentó explicar-yo les llevaré hasta donde él. ¡Mucho gusto!

-El placer es nuestro-nuevamente fue Sanji quien dijo esto, haciendo que la pequeña se sonrojase y diese un paso atrás, llevando las manos a su regazo, bajando su rostro, moviéndose de una curiosa manera-¿Eh? ¿Hice algo para molestarte, Yuiko-chan?

-Eres un adulto…-susurró en voz baja, con las manos en sus mejillas

Ahora si que no entendían, aunque era algo predecible, pues el término en el que lo decía la pequeña no era exactamente el que ellos conocían, largando un suspiro la pelinegra, el cual llamó la atención de todos, encontrándola dándoles la espalda

-Ellos no saben en que sentido lo dices, será mejor que se los expliques mientras vamos a donde Ritsuka-sama-sin más comenzó a perderse por el mismo camino que los otros dos había tomado con anterioridad

-¿Sentido?-cuestionó Luffy ladeando curioso su cabeza, rascándola con algo de curiosidad mientras la chica se apartaba un poco del peliazul, asintiendo ante las palabras del atolondrado capitán-¿Cómo? No entiendo-cruzándose de brazos y sentarse en el piso, cerrando sus ojos como si quisiera hacer un intento para razonarlo

-Tonto…-murmuro Nami asestándole un golpe en la cabeza, cayendo el sombrero de su cabeza antes de nacer un chichón de entre su azabache cabellera

-¿¿Podría explicarnos de que trata eso del ‘sentido’ que ustedes le dan??-Ésta vez fue la morena la que pregunto con abierta sonrisa, dándole un poco mas de confianza a Yuiko que al resto…sin notar el pequeño renito que parecía siempre estarse ocultando, captando rara vez la atención

Llenó sus pulmones de aire tras las presentaciones, dirigiendo sus tranquilos pasos a la sala del rey, buscando palabras para decirles acerca del significado de tan peculiares orejas; ni que creyesen que eran por simple accesorio

-Pues…-volvió su mirada a ellos, quienes estaban a sus costados o no muy atrás-todos en éstas tierras poseemos colas y orejas sin excepción a la hora en que nacemos y vamos creciendo, aun no sabemos como es que inclusive aquellos que se encuentran entre cinco y diez kilómetros del perímetro de las islas las obtienen…pero bueno-meneando aquella colita que Sanji no se cansaba de ver con mirada degenerada, causando que la atención de Zoro intentase desviarse bastante fastidiado-Las orejas aquí simbolizan la pureza-todos la miraron desentendidos. ¿Significaba que ni Nami ni Sanji eran puros?

-¿Te molestaría ser un poco mas específica, Yuiko-chan?-cuestionó Sanji con educación y propiedad, viéndola sonrojarse y marcándolo como un mérito propio cuando asintió tímidamente

-Cuando pierdes las orejas, les decimos ‘Mayores o Adultos’ a la gente. En sí…-dispuesta a explicarles detalladamente-las orejas significan la virginidad de una persona. Cuando ésta las pierde, obviamente deja al lado su manto de castidad

Todos se sonrojaron de repente ante la explicación mientras la pelirroja y el Rubio se sentían delatados, sintiendo las miradas inquisidoras sobre sus cuerpos, temblando de pies a cabeza, rogando cada quien por su lado que les dejasen en paz

Sin embargo…

-¿Qué es virginidad?-la voz de Luffy les hizo volverse incrédulos a él, quien parecía hablar en serio, rascando su mejilla al intentar recordar el significado de aquella palabra pero no recordaba haberla oído antes…No parecía que tuviese ya diecisiete años…

-Nada Luffy, sigue en tu burbuja feliz de ignorancia-puntualizó Usopp mientras palmeaba el hombro ajeno, causando que naciese en ellos un gracioso puchero, volviendo a inflar sus mofletes

-Eh… ¿por qué? ¿Qué se supone que es eso? ¿Por qué todos lo saben y nadie me dice?-refunfuñaba infantilmente, notando la mano de Zoro alborotar sus cabellos pese a la gorra, pasándole de largo, atrayendo la atención del bello capitán-¿¿Zoro?? ¿Estás bien? ¿Tú tampoco sabes que es de lo que hablan? Podemos hacer que alguien mas nos lo explique-animaba tratando de ser entusiasta, pero tan sólo vió su mano levantada pidiendo un silencioso perdón

‘¿Qué me importa? Era obvio que ese pervertido ya había perdido la virginidad…y quien mas sino con Nami. Aunque quien sabía, no pensó que seria la primera…en todos sus años de vida ha de haber metido cientos en su cama- ‘Eso no me incumbe a mí’-se repitió una y otra ocasión en la cabeza, bajando sus orejas sin darse cuenta, apretando la empuñadura de su gran amiga vestida de blanca, incómodo de sus propios pensamientos.

Estaba declarado: ya había caído a la demencia…

Frente a sus ojos aparecieron unas grandes puertas que parecían brillar tanto como el diamante pese a todo ser cristal, parados Anami, Natsuo y Youji frente a ella, en espera de los piratas, mas no se volvieron a verlos cuando sintieron sus presencias cerca

Nanaya se separó de Yuiko cuando la última se detuvo frente a la puerta, abriendo suavemente y asomándose y volviendo a salir con una sonrisa, mostrándola de par en par e ingresando ella al comienzo, siguiéndola sus cuatro guerreros, dejando a los chicos pensándoselo un poco antes de entrar…

 

CONTINUAR…

Notas finales:

Bien, eso ha sido todo por ésta ocación pero pronto les traeré el siguiente episodio, espero que sigan teniendo el gusto por éste fic y que lo sigan con constancia ^^

 

SHAW!!! Y Nos leemos luego!


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