- Sí, entiendo... - su voz se oía lejana y vacía. - Entonces, nos vemos en L5.
- De acuerdo... - el otro piensa antes de hablar. - Duo.
- Dime.
- ¿Por qué...? - para el trenzado, la pregunta estaba muy clara.
- Me apesta la vida, pero soy tan cobarde que no puedo suicidarme...
- Está bien... Chang Wufei, fuera...
Al día siguiente.
Heero vigilaba como halcón a Reelena, sentado entre los líderes de los diferentes países que la habían citado en Luxemburgo.
Al terminar la reunión, Reelena le pide tiempo para llamar al aeropuerto.
- Gutten Morgen. ¿Podría comunicarme con Duo Maxwell?
- Lo siento, Srta. Darlian. - habló la secretaria. - El capitán Maxwell trabajó hasta hoy... Puso su renuncia hace 15 días y el vuelo que realizó con usted fue el último...
Por alguna razón, la sonrisa que vio en el rostro de su jefa, a varios metros de ella, no le agradó en lo más mínimo a Heero.
En esos mismos instantes, a bordo de un vuelo comercial, Duo observa, por última vez, la Tierra.
Mirame,
Quien sabe a donde llegare
Tomame,
No hay suelo ya donde caer
- Heero. - la observó detenidamente. - Vámonos.
- Está bien... Hablaré con Maxwell para...
- No te molestes... Maxwell ya no es nuestro piloto. - eso tensó al oji-cobalto. - Renunció hace días y el arribo a Luxemburgo fue el último...
- Ah... - le dolía el pecho. - Ya veo...
Después, y durante todo el trayecto a Sanc, Yuy permaneció en un mutismo total; ni siquiera escuchaba el monólogo de la chica, como otras veces... Esta vez, se perdió en un mar de recuerdos donde el color principal, y el único que reconocía después del blanco y negro, era el violeta...
Ven
Llevame del dolor
Que esta oscuro y no oigo tu voz
Solo quiero respirar
Que la noche me va a matar
- Duo Maxwell, reportándose. - se presentó en la oficina de Une.
- Bienvenido, 02. - el chico sonrió al oír su antiguo código.
- ¿Y bien? ¿Tiene alguna misión para mí o voy a trabajar en la oficina?
- Harás trabajo de campo... - le sonrió. - Alguien tan hiperactivo como tú, necesita espacios abiertos... Solo tengo una pregunta... ¿Por qué dejaste la aviación?
- Porque el mundo se me vino encima... - esa respuesta descolocó a la superior. - ¿Empiezo hoy?
Tomame,
Que el mundo se vino a los pies
Llevame
Que hoy ya no me quiero esconder
Han pasado semanas desde que Duo ingresó a Preventers. Durante el mismo, Heero logró localizar el departamento que había dejado el trenzado en LA. Al mismo tiempo, pidió vacaciones para poder registrar, y si era posible, mudarse...
Los primeros días fueron de pesadilla. El castaño ponía de cabeza una y otra vez el antiguo cuarto de Maxwell para saber en qué demonios pensaba al irse.
En una de esas búsquedas encontró un cassette. Al reproducirlo, supo por fin lo que era llorar por alguien...:
Ven,
Llevame del dolor
Que esta oscuro y no oigo tu voz
Solo quiero respirar
Que la noche me va a matar
Dame un beso
Algo que me haga al fin regresar
Y llorar en tus brazos al final
"Soy un estúpido... Hace un momento, intenté bolarme la cabeza de un balazo... Es obvio que no pude... Soy un cobarde... Damn it! I'm a fucking coward... And you know why... ¡AHG! ¡Me odio! ¿Por qué, de todas las personas de las que me podía enamorar, tenía que ser de ÉL? ¡MALDICIÓN! ¡Ya quiero irme...! Lo único bueno, dentro de unos días tendré que llevarla a Luxemburgo y será mi último vuelo... ¡Gracias al cielo, es la última vez que lo veré! Una vez que entre a mi nuevo trabajo, nadie sabrá si quiera que nací..."
Ven llevame del dolor
Terminó la cinta, y Heero se acurrucó en la cama, llorando amargamente, como en toda su vida lo había hecho...
Ven , llevame del dolor
- ¿Cuánto mal puede hacer... el silencio de las personas? - se cuestionó, por primera vez. - ¿Cuánto mal pude haberte causado...?
Llevame, llevame,llevame
Ven llevame del dolor
Ven llevame del dolor