Capítulo 17 De paseo por el Centro de Cagliari
Ángelo veía desde la ventana de su habitación a Marcello y Vincenzo despedirse de la familia para ir a Sicilia.
Como tenía todavía algo de gripe le había dicho el médico que tenía que guardar cama pues había tenido mucha fiebre en los últimos días.
Suspiro quedamente al ver a Francesco su primer amigo que había hecho en el colegio y cómplice, en menos de un año había experimentado tantas cosas con el moreno que sintió una piedra en su interior, habían sido amigos, fratellos y ahora nada, se pregunto acariciando la figura desde el cristal de la ventana.
Al ver como Andrea abrazaba al piccolo Francesco, se dio cuenta que extrañaba mucho a Franco, quien no estaba en casa debido a la gran cantidad de trabajo que tenía y pasaría más del tiempo del que quisiera para verlo, pues se había marchado a Venecia y volvería dentro de un mes, pero él ya estaría en Sicilia para entonces.
Dejo que sus manos recorrieran el contorno de su boca para deslizar por su pecho hasta sus pezones para seguir resbalando de su vientre a su miembro para acariciarlo con gentileza.
Cerró sus ojos para recordar a Franco sentado en la habitación del hotel, cuando lo confundió con un prostituto y su primer beso... su primer encuentro sexual, mientras evocaba siguió acariciándose.
Y volvió a sonreír cuando tontamente pensó que si no era suyo pasaría demasiado tiempo para verlo, y después la entrega del ojiverde cuando los cachó su papá, al mismo tiempo retiro su mano de su miembro al recordar la entrada de su papá a la recámara.
Papá... y las lágrimas empezaron a recorrer su rostro, al pensar en su papi, sabía que estaba enfermo pero nunca imagino que podría morir y no poder decirle que lo amaba y que gracias a él, el cual insistió mucho para que el chico consiguiera una beca en el Colegio San Francisco, que vendió sus pocas joyas y lo que tenía de valor para que tuvieran el suficiente dinero de alquilar un cuarto y comida por un largo tiempo para que su niño pudiera estudiar.
No volvería a verlo, no lo regañaría por no ser ordenado, y rió quedamente pues Michael era de la idea que doncel u hombre tenía que estudiar mucho si quería triunfar en la vida.
Se sacudió las lágrimas para irse a acostar, y al abrigo de la oscuridad, calmó sus ansias de tener a Franco, profanando el blanco de su almohada pensando en su amado, hasta quedarse dormido.
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Se il mondo sparisse domani, singolo prenderebbe la vostra mano e guarderebbe a voi ed il mio cuore non lascerebbe la corteccia da voi. Si el mundo desapareciera mañana, solo tomaría tu mano y te miraría y mi corazón no dejaría de latir por ti.
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Francesco Se despertó con desgana era sábado y no tenía ganas de pararse y menos al enterarse la noche anterior que Andrea tendría que irse a Venecia junto con Franco en un nuevo negocio.
Su padre se había marchado el lunes y la casa se le hacía una jaula pues desde que no se hablaba con los chicos nada más comía en el comedor cuando Andrea se encontraba en casa, es decir, nada más había bajado un par de noches, para ver a su novio agotado y merendar poco para retirarse a dormir inmediatamente.
Se paró con desgana para irse a bañar pero vio que necesitaba ir a comprar su shampoo y jabón pues en la mansión aunque no carecía de nada no tenía los artículos que él acostumbraba usar, y ya casi no tenían nada las botellas, por lo que decidió ir de compras.
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Se il mondo sparisse domani, singolo prenderebbe la vostra mano e guarderebbe a voi ed il mio cuore non lascerebbe la corteccia da voi. Si el mundo desapareciera mañana, solo tomaría tu mano y te miraría y mi corazón no dejaría de latir por ti.
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Enrico y Ángelo jugaban con los niños a hacerles cosquillas en el comedor, ya habían terminado de desayunar.
-Ángelo a qué hora va regresar papá... -dijo Benjamín.
-Sí es que prometió que iríamos de compras -señaló Joseph.
Enrico veía los hermosos ojos de Joseph iluminarse con sólo la idea de salir. Pues los niños a pesar de jugar en la piscina y jugar en las tardes en el jardín se sentían solos sin sus amigos.
Ángelo no sabía que decirles pues el comportamiento de su padre era muy raro salía muy seguido con Guido, el cual no le caía mal pero no le daba mucho gusto verlo tan apegado con su papá y menos al enterarse del comportamiento con Francesco, Carlo y Marcello.
Le daba escalofríos el pensar en él y se río pues que podría hacerle a su papi si ambos eran varones, de seguro iban a tomar y a distraerse.
Francesco al no encontrar a su abuelo Marco en su habitación fue a buscarlo al comedor.
Al entrar sintió como la mirada de Ángelo conectarse con él, pero volteo el rostro buscando a su abuelo.
-Si buscas al tío Marco no esta -le dijo Enrico que tenía entre sus piernas a un sonriente Joseph.
-¿No esta? -Repitió Francesco- ¿a donde fue?
-Decidió irse unos días con Carlo y Luciano a la casa de campo a fin de hablar con ellos sobre su matrimonio -dijo lo último con desgano.
Y es que Luciano después de haber sido regañado primero por el odioso de Guido y luego de sus primos por su falta de discreción por su relación con Carlo, el tío Marco le había dicho que se marcharían a fin de hablar en privado a la casa de campo.
-Con un demonio- protesto en voz baja Francesco- necesito ir de compras pues a mi papá se le olvido comprarme algunas cosas.
Con timidez Ángelo se paro para pararse junto a su fratello.
-Mis hermanos y yo también necesitamos ir de compras, si quieres vamos contigo.
Francesco al ver la actitud del castaño y como a pesar de estar enfermo se había preocupado junto con Enrico de mandarle sus alimentos al cuarto, decidió no negarse, pero mantendría su distancia.
No le había perdonado aún que Enrico y él fueran tan amigos.
-Está bien -señaló con desgano mas sus ojos se iluminaron.
-Entonces vamos -dijo el pelirrojo quien sintió la manita de Benjamín buscando la suya.
Los tres chicos y los dos niños se dirigiendo a la parada del camión y es que Giancarlo no estaba en casa, pues había acompañado a Franco en el viaje, por lo que decidieron irse sin los guardaespaldas, a quienes no habían visto por la casa.
Entre risas subieron al autobús. Francesco se sentó hasta atrás a fin de poner distancia, pero no se imagino que Ángelo se iría a sentar con él en vez de quedarse con Enrico que se había sentado junto con los niños un par de asientos más adelante.
-Francesco...
-........
-No me gusta que no me hables... sabes, recuerdo el primer día de clases cuando llegaste y en menos de diez minutos me habías dicho casi toda tu vida... -y tomo sus manos sorprendiendo al moreno- sabes que te quiero mucho y ni Franco ni nadie puede ocupar tu lugar...
-.........-Francesco estaba mudo de que Ángelo le estuviera hablando a pesar del mal comportamiento que había tenido con él y el pelirrojo.
-Eres mi fratello favorito... el cual fue el primero en escucharme como me había enamorado de Franco, el que tal vez no volvería a verlo según yo... quien me defendía en la escuela de cierta cucaracha, llamada Giovanni.
El escuchar como había llamado al pesado de Giovanni le hizo reír.
-¿Podemos volver a ser aunque sea amigos...?
-..... -Francesco se quedo mudo.
-Por favor... no quiero perderte, eres mi mejor amigo.
Ángelo tuvo como respuesta los labios del pequeño, no un beso de novios sino de amigos pues luego de besarlo sintió como el rostro de Francesco se había ocultado en su cuello y cierta humedad deslizarse por su piel.
-Hey... no llores si no Enrico es capaz de golpearme.
Al escuchar las palabras sus ojos buscaron los del castaño.
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Quando due genti, gridano per la prima volta insieme, conosca molto che sono desiderate. (Cuando dos personas, lloran juntas por primera vez, saben lo mucho que se quieren.)
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-Enrico te quiere mucho a pesar de que no ha tenido oportunidad de demostrarlo. -captando la atención del chico. Sabes... yo al igual que tú tenía celos de él pues yo no pude pasar los últimos meses con mi papi y... él... -sintió como las lágrimas empezaron a deslizarse sin su consentimiento-, tuvo esa oportunidad de reír, jugar y hasta aprender de él y eso más estar siempre con los niños... despertó mi enojo, quería golpearlo, quería humillarlo, quería hacerle mil cosas, por que el tuvo una oportunidad que yo no tuve.
-.........
-Luego... no creas que no me daba cuenta que estaba haciendo cosas no buenas, pero era tanta mi rabia, que no me dejaba pensar y me di cuenta de mi egoísmo... al ser apoyado con él una situación no muy buena con papá.
-...........
-En fin no te diré que somos los más grandes amigos, lo que sí es que él, es el pilar de mi familia para no derrumbarse... estuve con papá en todo momento y ha cuidado de los niños, mucho mejor que yo. Además me enteré que mi papi se los encargo. Y yo...
-Y tú que....
-Pensé que le tenía echado el ojo a papá para casarse con él, pero al paso de los días me he dado cuenta que no esta interesado en él...
Enrico de reojo había visto la reconciliación entre los chicos y se había estado distrayendo.
El día se les fue rápido compraron varias cosas en el súper, además querían ir a ver la develación de una estatua en el centro, de un famoso militar de Cagliari, por parte de su nieto un dizque juez, según esto muy importante habían escuchado.
Entre risas llegaron al lugar donde sería develada la estatua del "súper reconocido" militar, que se encontraba desierto pues faltaba más de una hora para que iniciara el evento.
Joseph y Benjamín se soltaron de Enrico para jugar en el lugar, pues estaba completamente vacío ni sillas había todavía.
Por su parte, Ángelo y Francesco se habían ido a conseguir helado para los niños y ver un lugar donde pudieran comer.
-Hey... Joseph porque no vemos que hay debajo de tanta tela negra.
-No sé Benjí ... tu quieres... ver...
-Sip.
-Pero Enrico no creo que nos deje -y volteo a ver al pelirrojo que se encontraba a unos pasos de ellos-o tienes algún plan.
Moviendo la cabeza afirmativamente saco una pelota de colores de su bolsillo para luego dejarla escapar mientras al mismo tiempo gritaba.
-¡Mi pelota!
Enrico al ver que el juguete favorito de Benjí se alejaba de ellos corrió tras de él, tiempo que ocuparon los niños para meterse bajo la tela y observar a un tipo con una espada y... muy varonil, que parecía verlos, se quedaron sorprendidos al ver que era un hombre guapo el que estaba esculpido en metal.
El ojiverde al estar tan distraído por la pelota se fue estampar pero alcanzo a sujetar la pelota.
Matt primero había visto como el par de chiquillos habían dejado escapar la pelota y como su hermano había ido tras de ella, mientras se metían bajo la tela.
No sabía si reír de la travesura o castigarlos pues la estatua de su abuelo no era un lugar para jugar. Por lo que tomó con fuerza el brazo del pelirrojo, que estaba tieso en primera por el choque en segunda porque se vio arrastrada por un tipo con un traje negro hasta la estatua.
-Suélteme... o lo voy a patear.
-Cállate, niño tonto y ahorita mismo me van explicar como es que sus padres los dejan solos y sin vigilancia.
-A usted que le import... -pero se quedo callado cuando escucho solos- Joseph, Benjí...-grito zafándose del adulto y buscando a los pequeños.
-No los vas encontrar.... -y volvió a jalar a Enrico de un brazo y lo metió de golpe bajo las mantas de la estatua.
Enrico se puso a la defensiva de seguro el tipo era un pervertido que quería sobrepasarse con él.
-Si usted me toca soy... capaz... - y levanto sus ojos verdes para encontrarse con unos ojos oscuros grandes y enigmáticos, acompañados de una sonrisa burlona- soy capaz...
-Ya me dijiste que eres capaz... y por cierto ¿este par de mocosos no son tus hermanos? -señalando a dos cabezas que surgieron frente de él.
-Enrico -dijeron al mismo tiempo los niños que fueron a patear al hombre que lo tenía aprisionado por un brazo.
Al ver las intenciones del par de demonios, Matt puso al frente al pelirrojo, lo que detuvo el ataque.
-Ahora si no les molesta salgamos de aquí para que me den una explicación.
Ángelo y Francesco buscaban con la mirada a donde se habían metido los chicos, pues no veían las cabezas castañas y una rojiza. Cuando vieron salir debajo de la tela negra que ocultaba la estatua a un hombre alto y musculoso jalando a Enrico y detrás de ellos a los niños.
-¡Enrico! -gritaron los jóvenes para caminar rápidamente a su encuentro.
-Suéltelo... bestía lo esta lastimando -ordeno furioso Ángelo al ver que la pálida piel del ojiverde estaba roja por la presión de la mano que lo sujetaba.
-Cobarde... -grito con odio Francesco obteniendo la atención del extraño- no ve que es un chico fértil...
Matt reparo entonces que el brazo del adolescente estaba rojo y vio un par de ojos verdes que dejaban ver que estaba enojado y una cabellera rojiza como el atardecer.
-No lo voy a soltar y quiero ver a sus padres... -a pesar de la belleza del niño, lo estaban haciendo enojar aquel coro de loros.
-Palabra mágica para que los cinco chiquillos guardaran silencio.
-¿No me han oído a acaso?, dónde están o que adulto los esta acompañando.
Con voz suave Benjí dijo.
-Mi papi esta en el cielo y papá tuvo que ir a ver un negocio.
La palabra cielo dejo a Matt callado y a la vez enfurecido como era posible que dejaran a niños tan pequeños vagar solos por el lugar, que no leían del robo de infantes para la prostitución o ponerlos a mendigar.
Y en eso vio las bolsas del súper y los helados.
-Necesita... -Ángelo no pudo completar la frase.
-Matt porque tardas tanto ya tenemos hambre -la voz fue acompañada por la figura de un hombre mayor.
-Lo siento papá, pero como vez la estatua del abuelo esta siendo "atacada" por una banda de delincuentes...
-Jajajajajajajajajajaja ... pero si son unos niños hijo.
-Unos niños que no están bajo la supervisión de un adulto.
-Vamos Matt, pequeños donde están sus padres o quién es responsable de ustedes.
-Yo señor... -dijo Enrico que seguía sujeto por ese gruñon- soy el mayor y venimos al súper... Me llamó Enrico y ellos son Ángelo -el cual hizo un leve gesto para identificarse- el de camisa roja es Joseph y el pequeño es Benjamín... y mi primo Francesco.
-¿Pero porque están solos? -preguntó el mayor pues era raro ver a niños solos en el centro de Cagliari.
-Es que no había nadie en la casa... -señaló con inocencia Francesco- y pensamos que nosotros podríamos hacer las compras.
-De todas maneras, pequeño es peligroso -dijo suavemente y vio cinco caritas sonrojadas y apenadas- ¿ya comieron?
-Si desayunamos temprano -afirmó Benjamín.
Ganándose varias miradas de regaño.
-Entonces acompáñennos a comer.
Matt aún no soltaba a Enrico el cual, le dolía el brazo.
Con voz suave y educada Ángelo se acerco para jalar a Enrico.
-Lo suelta por favor...
Matt se dio cuenta que tenía aún prisionero al chico y lo soltó.
Los dos mayores caminaban atrás de un quinteto muy peculiar a los cuales les indicaron que se dirigieron al Merendero de Cagliari.
Sintieron varias miradas pues los tres jóvenes eran alabados por su belleza y sensualidad, todo hubiera quedado ahí sino es porque Matt vio con enojo como los chicos que iban unos pasos delante de ellos eran interceptados por el hijo de un mafioso local.
-Pero que bellezas voy a tener el honor de alumbrar mi mesa -dijo Gino que no había visto que detrás de ellos venía el insoportable juez que por poco encarcela a su padre, pues sus ojos estaban en Ángelo que como su nombre decía para ser étereo.
-Mira Gino para escoger, castaño, moreno o pelirrojo -dijeron en coro sus acompañantes.
Gino quiso hacerse el galante pero fue interrumpido por la voz de Matt que en un instante, junto con su padre que tomó del brazo de Ángelo le presiono el brazo suavemente para que lo siguiera.
Joseph y Benjamín que sostenían de la mano al ojiverde vieron como este les apretó las manos para seguir a Ángelo y Francesco, quedando momentáneamente atrás de ellos y mas alejado el gruñón.
Cuando sintió una mano cerca de su trasero además que tenía la hombría de alguien a sus espaldas.
Matt que había estado a la expectativa vio como su padre se había llevado a dos de los chicos seguidos por el pelirrojo y sus hermanitos.
Lo que no le dio tiempo para ver que Gino se quería hacer el gracioso al agarrarle el trasero al que se había quedado rezagado.
Llego a tiempo de agarrar la mano y quedar justo detrás de la espalda de Enrico.
-Te recomendaría poner tus manos en otro lugar... veo que la mala sangre no se niega.
Y sin decir más dejó a un furioso Gino.
Enrico no pudo darle las gracias al gruñón que los llevo a la parte de arriba del local.
La tarde pasó sin incidentes, conocieron a la familia del gruñón del juez Matt Mastroni , quien no deja de fastidiarlo sobre cuando tendría hijos y luego regresaron para la develación de la estatua.
Ángelo suspiraba pues extrañaba mucho a Franco y más cuando les preguntaron a él y a Francesco unos primos de Matt les empezaron a enamorar y les preguntaron si les darían permiso para ir a bailar.
Ambos se negaron y señalaron que ya tenían prometidos, dejando a todos sorprendidos pues eran muy jóvenes para casarse, pero no dieron más explicaciones y zafándose con alguna broma, y señalando que el único que no tenía novio en la casa era Enrico pues no le habían podido conseguir uno.
Lo que hizo enrojecer a Enrico que se gano varios admiradores a quienes les dijo que no tenía tiempo pues tenía que estudiar y cuidar a Joseph y Benjamín.
De nada le sirvió pues de todas maneras le dijeron que no sería una molestia ayudarlo a cuidar a sus hermanitos.
Ninguno de ellos quiso sacarlos del error que no eran hermanos.
Estaban a mitad del discurso del juez Mastroni cuando el celular de Ángelo sonó.
Occhi había estado todo el día comprando ropa para los chicos y después había ido a merendar con Guido.
Por lo cual al llegar a casa y no ver a sus hijos y a Enrico le agarró angustia.
Guido más práctico le marco a Ángelo que le dijo que estaban en el centro, le dijo que no se movieran que iban por ellos.
El acto ya había terminado. Matt despedía a la prensa local y algunos familiares y compañeros del trabajo.
Cuando vio que en la última fila se encontraban Ángelo, Francesco y Enrico junto con dos niños dormidos.
Enrico acariciaba el cabello de Benjamín el cual le había dado frío cobijándose en los brazos de Enrico, el cual como traía sudadera se la quito para abrigarlo. Joseph dormía en las piernas de Ángelo.
Occhi estaba furioso y Guido mejor guardo silencio pues Enrico lo iba escuchar, sabía que no tenía permiso para andar solo y menos tan tarde ya eran las nueve de la noche.
Cuando llegaron lo primero que vieron fue a los niños dormidos en los brazos de Ángelo y Enrico que al ver el rostro enojado de Occhi y la expresión tan seria de Guido se pararon como resortes seguidos de un cansado Francesco.
-¿Quién les dijo que podían salirse de la casa sin permiso? - y sin medir las consecuencia iba a bofetear a Ángelo cuando Enrico haciendo malabares para no dejar caer a Benjí paró el golpe.
-No le pegue...
Matt y su padre vieron llegar a Occhi y Guido y viendo su expresión de enojo inmediatamente se dieron cuenta que uno de ellos era el padre de los chicos por lo que fueron a reunirse con ellos.
Guido vio acercarse a Matt y no le dio precisamente alegría al reconocer al juez pues en varios casos él y Andrea habían estado a punto de perder por su culpa, bueno culpa no totalmente el exigirle tener las pruebas suficientes, pero siempre se las ponía muy difícil.
-Buenas noches Juez Mastroni -señaló con voz fuerte y educada Guido.
-Buenas noches G u i d o -dijo arrastrando el nombre Matt a quien le encantaba hacer enojar al moreno. No le caí mal al contrario admiraba su trabajo, mas le gustaba divertirse con él cuando podía.
Occhi por su parte regañaba al trío de irresponsables cuando fue interrumpido.
-Hola, buenas noches señor... soy Michael Mastroni -dijo el padre de Matt- al escuchar el nombre de Michael Occhi volteo para ver un moreno de ojos oscuros saludarle- no soy quien para meterme, sin embargo los chicos han estado con nosotros.
-Perdón... -el nombre le hizo sentir una fuerte nostalgia en su pecho.
Y fue Matt quien tomo la palabra para informarles que los chicos habían comido con ellos y luego estado en la develación de la estatua de su abuelo, a fin de disminuir el regaño, el mismo juez se sorprendió asimismo por haber dado una explicación pues no era común en su forma de ser pero el ojiverde le dio ternura al ver que toda la tarde se dedico a sus hermanos, desde que comieran fueran al baño y luego hasta se había quitado la sudadera para abrigar al más pequeño.
Luego de la explicación los acompañaron al auto, mas había un pequeño detalle el auto de Guido era un deportivo muy reducido en su interior.
Matt y su padre se ofrecieron a llevar a Ángelo y Enrico con los niños en su carro pues Francesco ya se había subido al auto.
Guido acepto.
Llegaron a la mansión seguidos del juez y su padre se quedaron sorprendidos al ver la propiedad.
Adentro Andrea y Franco estaban desesperados pues ni los guardias ni el personal de la casa les habían explicado donde estaban todos.
Al escuchar el ruido de autos se encaminaron rápidamente a la entrada para ver a Guido descender, seguido de Occhi y Francesco, el cual fue besado de inmediato por Andrea.
-¿Bambino dónde andas?... me tenías preocupado.
En tanto, Franco vio un auto desconocido de donde descendieron unos desconocidos seguidos de su ángel, casi corriendo a su encuentro para besarlo mientras le ayudaba con su hermanito.
Matt estaba sorprendido al ver que los chicos eran besados y recibiendo caricias de tal manera por Andrea y Franco, delante de su padre.
Mas sus dudas se vieron despejadas al escuchar que los famosos pretendientes de los que había escuchado hablar en la tarde para alejar a sus primos eran los Sacchetti y quedo sorprendido pues fueron invitados a tomar algo y más después de oír la historia de los chicos, desde su encuentro por error, omitiendo mucho detalles, su noviazgo y su actual situación, lo que no encajaba era porque era Enrico y no Ángelo el que cuidará de los niños.
-Por cierto Juez -dijo respetuosamente Andrea- quisiera consultarle algo ahora que los chicos no están.
Matt se pudo a la defensiva se dio cuenta su padre.
-Dime...
-Pues...
-Lo que quiere decir Andrea -señaló Franco- es que no sabemos como obtener la custodia de mi primo Enrico... -atrayendo el interés de todos. Verás es que apenas hace unos meses nos enteramos que era fértil -padre e hijo se vieron sorprendidos pues físicamente Enrico era fértil por donde lo vieras- pero ese no es el problema hace más de cuatro años sus padres lo dejaron a él y a su hermano en esta casa de manera "temporal" sin acordarse de ellos y de repente al informarles mi primo Vincenzo que era fértil les ha entrado el amor y la preocupación y nos hemos enterado que lo están ofreciendo - dijo con enojo, pero se vio interrumpido.
-Como que ofreciendo -dijo Matt molesto.
-No es posible si es un niño, no una mercancía -señaló Michael indignado.
-Pues sí, no es una mercancía, pero creo que ellos no lo entienden -dijo Guido.
Occhi que hasta el momento había estado callado soltó la pregunta.
-Cree usted... que la única salida sea casarlo... yo.
Pero fue interrumpido por Guido pues él quería que Occhi fuera suyo no del pelirrojo a pesar que lo quería muchísimo.
-Occhi se siente con una deuda moral pues... los últimos meses que su esposo Michael estuvo enfermo Enrico lo cuido, además de prometerle en su lecho de muerte que el cuidaría de los niños. Lo que ha hecho en los últimos meses.
Matt se quedo sorprendido en primera no eran sus hermanos y una promesa de ese tipo hacía pensar que tendría que casarse con el tal Occhi, sus pensamientos se vieron interrumpidos.
-Occhi es mi pareja -dijo con voz fuerte y segura Guido dejando a los primos Sachetti sorprendidos- por lo tanto ni él ni yo... pues yo también pensé en casarme con él podemos hacerlo, sin arruinar nuestra felicidad.
Felicidad alcanzo escuchar Enrico, que había regresado para dar las gracias, pues Ángelo y Francesco se habían ido a bañar y arreglarse para encontrar más tarde a sus novios.
Matt vio desde donde estaba sentado el rostro del pelirrojo y como había huido llorando.
Pregunto por el baño y dio la impresión que se dirigía a tal sitio cuando en realidad fue siguiendo al joven.
Enrico iba llorando rumbo al jardín cuando se encontró con Giancarlo que no desaprovecho la oportunidad y lo tomó por las caderas.
-Suéltame -el ojiverde al ver las no sanas intencione del hombre- no has escuchado acaso.
-Pero si el gatito quiere sacar las uñas -y sin obedecerlo lo atrajo más a él- que acaso no soy digno del pariente pobre de los Sachet...
Mas no termino de hablar cuando un puño se estrello en su estómago, Matt apenas iba a alcanzar a Enrico cuando vio la figura del hombre y escucho y vio todo.
-Rico o pobre merece respeto.
Guido vio como era golpeado Giancarlo e imaginando lo que había pasado trato de quitárselo al juez para golpearlo él.
-Maldito perro, te dije que no pusieras las manos sobre él.
Los gritos hicieron que Franco y los demás acudieran a ver que pasaba encontrando que su guardaespaldas tenia sangre en la boca y que Guido y Matt se disputaban el hecho de golpearle.
Franco al enterarse de la situación le ordeno a Giancarlo que abandonara inmediatamente la casa y se llevará sus cosas.
El guardaespaldas furioso juro que se iba a vengar y se marcho.
Matt se dirigió entonces al pelirrojo y sin meditar lo que significaban sus palabras le dijo a Franco.
-¿Me darías en matrimonio a Enrico?
La pregunta dejo a todos mudos. Y es que Matt sabía que no había posibilidades de ganar la custodia del chico excepto que estuviera casado o embarazado.
-¡Qué has dicho! -dijo un sorprendido Andrea, pues sabía que el juez era divorciado y tenía varios amiguitos cariñosos.
-Lo que oíste...
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Se il mondo sparisse domani, singolo prenderebbe la vostra mano e guarderebbe a voi ed il mio cuore non lascerebbe la corteccia da voi. Si el mundo desapareciera mañana, solo tomaría tu mano y te miraría y mi corazón no dejaría de latir por ti.
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Continuará...