Capitulo 20. Quanno fa notte e 'o sole se ne scenne. (Cuando llega la noche y empieza el atardecer,)
Il confronto (El enfrentamiento)
Después de asearse, Matt y Enrico se dirigieron rápidamente a la mansión de los Sacchetti, Enrico se encontraba muy preocupado por los niños, desde que estaban con el nunca habían dormido separados y la promesa latente en su mente, le atormentaba, sobre todo al pensar que mientras el se encontraba gozando, sus pequeños (porque así los consideraba) estarían, tal vez pasando frío o tal vez simplemente sintiéndose solos.
-Enrico ya quita esa cara de velorio, no va a pasar nada, el sábado nos casamos tal y como estaba planeado y asunto arreglado.
-Pero si ni siquiera les hablaron tu y tu padre de eso a mis primos.
-Bueno es que realmente están un poco hostiles, pero yo sé a quien si van a escuchar...
Y uniendo la voz a la acción, marcó un número en su celular y puso el altavoz para que lo escuchara Enrico.
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Gino se encontraba ligeramente malhumorado ya que la noche anterior, como era su costumbre, había asistido a un boy fair en el que consumió cantidades industriales de Chianti, y al final había salido enredado con un tipo el que a pesar de por mucho doblarle la edad, tenía el doble de mañas que él ya que era un prostituto consumado y al final le había sacado la cartera, en la cual afortunadamente no llevaba documentos personales y de dinero solo, algunos euros. Aun así, el numerito no le había gustado, borracho y robado. Por ello no le agradó nada escuchar el persistente timbre del teléfono a esa hora de la "madrugada"
-¿Diga?, contesto con desgano.
-Gino, il mio caro, Gino (Gino, mi querido Gino) respondió hipocritamente Matt.
-Matt, es muy temprano, ¿que quieres? No me siento bien, tuve una borrachera horrible, me enrede con un escuincle con el cual tuve un pésimo sexo y además me robo.
-Gino, Gino, tu no cambias, cuantas veces te he dicho que no menciones tus pecados tan a la ligera.
-No friegue señor "todo-decencia-juez Matt"
-Búrlate todo lo que quieras, pero tu hijo esta junto a mi y escuchándote.
-Avvocato maledetto (Maldito abogado), hola Enrico, ¿porque eres Enrico verdad?
-Hola papá, si soy yo, respondió el menor visiblemente consternado. Su padre realmente no tenia remedio, ahora se dedicaba a seducir prostitutos... ¡Que hermosa familia la suya¡ pensó.
-Pero dime Matt, ¿Qué pasa? ¿Por qué esta Enrico contigo? ¿Acaso Andrea le permitió salir tan temprano contigo?
-No, ese es precisamente el problema, Enrico no regreso a su casa ayer y en este momento vamos para allá, pero necesitamos que tu...
-Idiota, ¿Qué has hecho?
-Nada que pudiera alterar nuestros planes de boda.
-Déjate de rodeos y dime que paso.
Enrico se armó de valor y contestó -Padre, Matt va a ser mi esposo por lo que no creo que dados tus pocos escrúpulos te moleste que halla tenido sexo con el.
Gino, no supo que contestar...
-Matt lanzando una mirada entre triste y preocupada a Enrico, dijo: -Gino, te vemos en casa de Andrea, por favor no tardes y sin darle tiempo a responder, colgó el teléfono.
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Cuando llegaron a la casa de los Sacchetti, Enrico estaba totalmente tenso, le preocupaba la situación de los niños, pero también la suya, estaba a punto de casarse, pero por otra parte, se separaría de los hermanos de Ángelo, no cumpliría su promesa, además de quedarse sin trabajo, porque seguro Andrea y Franco estarían muy molestos con él, sin contar a Guido y Occhi...
Al acercarse a la gran puerta de madera que daba acceso a la casa, Andrea abrió furiosamente la puerta y descargando una sonora cachetada en la mejilla de Enrico, exclamo enfurecido -¡Enrico, ¿tu de que vas?! -¡¿Donde has pasado la noche?!, -Si, ya veo, -continuo- de seguro estuviste con el "honorable juez" Matt Mastroni, En este punto, Andrea tenia tomado de la camisa a Enrico y lo sacudía violentamente, como queriendo arrancar de él una verdad inexistente.
Enrico temblaba, su hermosa cabellera roja lucia más despeinada que de costumbre y sus ojos esmeralda, reflejaban miedo, angustia y tal vez un poco de suplica por que todo eso terminara.
Asombrosa la doble moral que a veces manejamos, -pensó Matt- tener sexo con Francesco esta bien, pero no puede soportar que su primo hubiera pasado una noche fuera de casa conmigo.
Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una patada directa a los testículos de parte de Andrea.
-No te podías haber esperado, si ya decía yo que lo de "honorable" era una fachada.
-Pero estas prejuzgando, respondió un adolorido aunque no por ello menos cínico Matt.
-¿Prejuzgando Idiota? -¿En verdad piensas que me voy a tragar el cuento de que solo pasaron la noche fuera y que no hubo sexo involucrado? -Estas hablando con un Sacchetti por si no lo recuerdas, en esos temas cuando tu vas yo ya vengo.
Ante tal escándalo, bajaron a la estancia, Guido, que había llegado para ir a pasear con Occhi y los niños. Al percatarse del ambiente hostil que reinaba, Occhi no permitió que los niños se quedaran y los envió a su recamara de inmediato.
-¿Porqué tanto escándalo? Preguntó Guido.
-¡Eso es un asunto que no te importa Guido, mantente al margen o mejor vete!
-Pero a mi si me importa, intervino Occhi.
A lo que Andrea, haciendo acopio de todas sus fuerzas para tranquilizarse, le respondió, -Enrico, que está a M I cuidado, -enfatizando el mi- -Ayer tomo la decisión de no regresar a la casa y se quedo con el "honorable juez" Matt Mastroni.
-¿Pero acaso eso es motivo suficiente para que lo maltrates de esa manera? ¿Acaso yo golpee a Franco o a mi hijo cuando los encontré en pleno acto sexual?
-Andrea no sabía que responder, un cúmulo de sentimientos se agolparon en su pecho, pero aún así, era muy grande su molestia. Optó por guardar silencio.
En ese momento hizo su aparición Gino, impecablemente vestido con un traja blanco y una camisa violeta que le resaltaba el color de los ojos, era algo así como Luciano pero en versión mayor.
-Hola a todos.
Andrea tomo un fuerte respiro al pensar para si, "lo que faltaba" y con voz cansada dijo.
-Hola Gino, no sé que haces aquí, pero lo puedo imaginar.
-Bueno, el adivino Andrea nos va a decir para que estoy aquí, dijo Gino haciéndose el gracioso.
A lo que Andrea con furia y apretando las manos le respondió -A ti solo te interesa la vida disipada y el dinero, no creo que te interese lo que le pase a tus hijos.
-Me ofendes, continuó con su tono burlón Gino.
-BASTA, BASTA, grito Enrico, todos se quedaron helados al escuchar el grito de Enrico, -continuo- -¿realmente les intereso o solo es una pose? -Porque hasta donde recuerdo, nadie me ha preguntado que quiero yo.
-Enrico, solo estamos preocupados por tu bienestar. Le dijo Andrea.
-Si eso fuera cierto, me hubieran pedido mi opinión antes de pelearse entre si.
-Y tu nos hubieras pedido opinión antes de acostarte con el juez, le atajo Gino.
Viendo que la pelea no llegaría a ningún sitio, Enrico exclamó.
-¿Y si realmente eso es lo que quiero? -¿Y si realmente mi felicidad esta al lado de Matt? -Y si ya me harte de ser tratado como una mercancía que se ofrece al mejor postor sin considerar mis sentimientos? -bajó la mirada para continuar, -Creo que lo mejor es que me valla con mi padre mientras se lleva a cabo la boda.
-Vámonos, padre no tenemos más nada que hacer aquí.
Y dando media vuelta se dirigió a la salida, sin dar oportunidad a escuchar una palabra más.
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Quando uno comincia a desiderare a altro, quindi è quando la vita realmente comincia. (Cuando uno empieza a querer a otro, entonces es cuando empieza la vida de verdad.)
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L'incontro (El reencuentro)
Aunque no muy convencidos de la decisión de Enrico, pero respetando su decisión todos se dispusieron a retornar a sus actividades, ya que además deberían realizar algunos preparativos para la boda, ya que tenían el tiempo encima.
Después del medio día, cuando todos se habían integrado a su rutina normal, Ángelo se encontraba solo en su habitación, revisando unos apuntes de geografía e historia que le serían muy útiles al regreso a clase, siempre le había preocupado estudiar con anticipación, para no tener tanto trabajo en el momento, era un hábito que se había formado y por ello sus calificaciones siempre eran excelentes.
Occhi y Guido junto con sus hermanos habían salido a pasear y a última hora lo habían invitado a ir con ellos pero Ángelo prefirió quedarse en casa, no le apetecía mucho salir, pero eso estaba a punto de cambiar.
Sonó el teléfono celular que le había regalado Franco y el sonido, le saco de su concentración en la pantalla, tomo el teléfono y con visible júbilo respondió.
-Fran, mi amor. ¡Que sorpresa, nunca me hablas a esta hora!, ¿no estas ocupado?, o ¿acaso te paso algo?, ¿estas bien?
Al otro lado de la línea, Franco escuchaba divertido como su ángel, se deshacía en preguntas.
-Tranquilo pequeño, no estoy ocupado, no me ha pasado nada y si, estoy muy bien.
-¡Que bueno! Ya me habías espantado.
-No tienes porque mi precioso ángel, te tengo una sorpresa.
-Dime de que se trata.
-He hablado con tu padre por teléfono.
Ángelo se tensó, le comenzaron a sudar las manos y nervioso dijo.
-¿Con mi papi?, pero ¿Qué ha pasado? ¿Sucede algo malo? ¿Sigo castigado por algo mas?
-No, mi ángel, nada de eso, al contrario, he hablado con tu padre porque después de un cliente que voy a ver en este momento, tengo el resto de la tarde libre y pensé que sería buena idea dar un paseo por el muelle contigo.
-Y que te ha dicho mi padre, seguro no me dio permiso.
-No pequeñito, no seas impulsivo. Nos vemos en el muelle a las 6 de la tarde.
El corazón le dio un vuelco por la emoción, -¿En verdad mi padre esta de acuerdo? Pregunto el pequeño esperanzado.
-Si y no solo esta de acuerdo, si no que hasta me ha reñido un poco por tenerte un poco abandonado y me ha pedido que te divierta, que has estudiado mucho y te has portado muy bien.
-¡No lo puedo creer! ¡Que felicidad! Fran, te amo, te amo, casi gritaba emocionado, -¡entonces nos vemos en el muelle!
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Quando uno comincia a desiderare a altro, quindi è quando la vita realmente comincia. (Cuando uno empieza a querer a otro, entonces es cuando empieza la vida de verdad.)
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El Pacto
Desde aquel puente viejo del puerto de Cagliari, todo se veía tan hermoso, el cielo tiñéndose de escarlatas y rosáceos mientras el sol, un disco ocre, se perdía lentamente en el horizonte indicando que el anochecer llegaría pronto.
Pegado a la barandilla, una figura joven de hermoso rostro escudriñaba aquel firmamento que poco a poco se iba ennegreciendo, miraba atento en la lejanía, adivinando algunas veces en las nubes formas caprichosas, meditaba sobre lo afortunado que era de tener cerca aquellos que recién se habían convertido en sus seres queridos, pero sobre todo Francesco y Franco, el primero se había convertido en un verdadero hermano para él, no es que amara menos a sus propios hermanos, pero las experiencias vividas junto a él se habían convertido en recuerdos entrañables, muy difíciles de sustituir y en el caso de Franco, pues que mas podía pedir o decir, se había convertido en su primer y único amor, a pesar de haberlo conocido en circunstancias por demás vergonzosas, el amor demostrado por Franco había hecho que se entregara incondicionalmente a él, todo su cuerpo, todos sus pensamientos, en una palabra, todo su ser estaban dedicados a él.
La cercana e inminente boda con el mayor le tenía sobreexcitado, casi no podía esperar a que llegara ese día, ya que desde que su padre los había sorprendido en pleno acto sexual, y cumpliendo la promesa que le habían hecho, se habían limitado a unos cuantos besos y nada más.
Esa espera y la abstención tenían muy preocupado a Ángelo, como era de suponerse, una vez que había probado el sexo con Franco, se había convertido en una necesidad, que debía satisfacer masturbándose, pero por supuesto no era lo mismo y mucho menos suficiente, su cuerpo siempre le pedía más.
Sus inquietos ojos seguían vagando sin cesar, a pesar de la acechante noche y lo poco que podía distinguir más allá de la creciente oscuridad, era el gran faro de Cagliari envuelto en ligera bruma, dirigiendo el camino de las embarcaciones que aún estaban por regresar a puerto.
-Por fin te encuentro amor, he estado buscándote por todo el puerto, pero recordé que desde que llegamos te encantó este apartado lugar. Dijo Franco visiblemente acalorado.
-¡Franco! Que gusto que hayas llegado. Si, me gusta este desvencijado y bastante distante puente porque desde aquí se puede observar mejor la puesta del sol y como nadie viene por aquí a estas horas, es el mejor lugar para pensar.
-¿Pensar?, ¿Pensar en que? Preguntó Franco.
-En lo mucho que te amo y en la falta que me haces cuando no estas conmigo. Respondió el castaño, limpiando disimuladamente unas cuantas lágrimas de su rostro con el puño de su jersey.
-¿Estabas llorando pequeño? Preguntó asombrado el mayor.
-Si, pero no tienes nada de que preocuparte, no es dolor, solo añoranza, ¡Te extraño tanto!, has estado tan ocupado que apenas hemos podido cruzar palabra.
-Yo también te he extrañado pequeño. Pero no pienses mas en ello, ahora estamos juntos, le respondió Franco y uniendo la palabra a la acción, lo tomo delicadamente de la cintura para acercarlo a su cuerpo y le deposito un tierno beso en la frente.
Sin dejar de abrazarlo, continuó besándole el rostro, los ojos, la nariz, las encendidas mejillas, hasta que por fin llego a su boca, de la cual se apodero primero con suavidad y después con mayor fuerza pero amorosamente, el menor, solo suspiro y abrió sus labios para recibir la caricia, sus lenguas se enlazaron en un abrazo que parecía no tener fin, hasta donde el aliento les permitió.
Mientras tanto, las manos del mayor recorrían cada pedazo de cuerpo, desde la cabeza donde nació la caricia, bajando por los hombros, acariciando la espalda, después el pecho, deteniéndose con suaves pellizcos sobre los pezones del chiquillo que lo pusieron a gemir inmediatamente.
Mientras tanto, el pequeño rodeaba con sus brazos el cuerpo de su amado, proporcionándole caricias también por todo el cuerpo.
En ese instante se dieron cuenta de que estaban totalmente solos bajo la luz de la luna.
-Mi pequeño, ¿te gustaría darte un baño...conmigo?
Ángelo sin saber bien porque se sonrojó, pero tampoco quería desperdiciar la oportunidad...
- ¿Aceptarías? - volvió a preguntar Franco
- S... si... - respondió sonriente.
Rápidamente se despojaron de toda la ropa...
El mar les esperaba con su ligero oleaje...
Temperatura perfecta...
Ambiente perfecto...
Y la compañía perfecta...
Franco se abalanzo al mar, como un chiquillo pequeño levantando agua al por mayor con su carrera, pero Ángelo un poco tímido, entró lentamente, disfrutando el agua... Una vez que llegó hasta donde estaba Franco, los dos se sonrieron y se miraron tiernamente, y el menor se apoyó sobre el pecho de su amado.
- Fran... ¿Para que querías que nos bañáramos en el mar? - preguntó Ángelo.
-Para poder demostrarte algo...
- ¿Demostrarme algo ¿Y qué sería eso?
Franco sonrió:
- Que no te dejaré ir, que estaré contigo por siempre y que te querré siempre. Y para que me creas te lo demostrare con pruebas.
Esas palabras calaron hondo en el animo del muchacho, unos minutos antes soltaba lagrimas de nostalgia por sentir a su amado lejos, pero ahora, su vida no podía ser mejor, su amado le había refrendado su amor y su intención de estar juntos por siempre, solo faltaba el acto solemne por el cual se sellaría la alianza. Abrazó a su pareja tiernamente:
-Te amo Fran, nunca me dejes, por favor.... Ahora lloraba de alegría...
- No lo haré, pequeño - dijo Franco mirándolo a los ojos, y dándole un dulce beso.
En este punto, el mayor sabía que no podría controlar sus deseos por el muchacho, así que después de terminar el beso, puso a flotar al menor sobre el agua deteniéndolo con ambas manos para que no se hundiera, continúo acariciando su cara, después beso su cuello y mientras sus manos vagaban por las nalgas del menor, quería memorizar ese cuerpo... Podía sentir el calor de la excitación, y le reconfortaba escuchar los suspiros placenteros del menor que poco a poco incrementaba el volumen de sus jadeos y gemidos de placer, continuó con el pecho, besándolo, lentamente como demostrándole cuánto lo deseaba, absorbió sus tetillas haciendo que el castaño gimiera sonoramente. Construyo un camino de besos por todo su pecho y clavícula, su abdomen, hasta llegar a su ombligo, lamiendo alrededor de él. Luego de unos segundos quiso más, y avanzó su mano por entre las piernas, luego por la entrepierna, a propósito había dejado esa parte hasta el final, con la mano libre toco el pene del menor, el cual, nuevamente se sonrojo y tomándole la mano le apremio a continuarlo masturbando.
-Fran...yo...
- No te preocupes, todo va a estar bien y sustituyendo su mano por la boca, comenzó a chupar el pene del menor, Ángelo se revolcaba del placer, su pene estaba casi integro dentro de la boca de Franco y las chupadas y lengüetazos que le proporcionaba tenían al chiquillo en un éxtasis de placer, al mismo tiempo, su cuerpo se movía como no queriendo perder nada de esa caricia...
Hubo un pequeño silencio, que solo era roto por los gemidos de ambos amantes.
-Con cuidado el mayor deslizó la mano de apoyo con la que sostenía al pequeño hasta la entrada del pequeño, que al encontrarse húmeda, no presento resistencia para el dedo que introdujo el mayor, el pequeño se empezó a convulsionar por tanto placer derramándose inmediatamente en la boca del mayor.
Lejos de detenerse, el mayor continuó chupando a fin de alargar lo más posible el orgasmo del chiquillo que con los ojos cerrados, disfrutaba de esa corrida, mientras Franco bebía hasta la última gota...
Al siguiente instante, Ángelo se incorporó para dejar mover a Franco quien por sostenerlo, no se podía mover mucho.
Al levantarse y acercarse para besar nuevamente a su amante, Ángelo noto que la dureza de Franco requería de atención inmediata.
Se acercaron un poco a la orilla de la playa hasta donde el agua les llegaba solo a la rodilla e hincándose, tomo con ambas manos el falo de Franco y lo metió entero a su boca, succionándolo como si de un caramelo se tratase
Franco dentro de la excitación y el placer que le estaban proporcionando, alcanzo a darse cuenta que podían usar más cómodamente un bote que estaba varado a la orilla y cargando a su pequeño lo condujo hasta el.
Una vez dentro del bote, se acomodaron frente a frente sobre la banca central de la embarcación y continuaron con la serie de apasionados besos, mientras sus manos continuaban explorando sus ansiosos cuerpos. Se separaron solo el instante en que le tomo a Franco colocarse un condón.
Con suavidad, Franco tomo al menor y lo coloco sobre él, sentado sobre su pene, tan acostumbrado estaba ya Ángelo a el, que no sintió ninguna incomodidad y flexionando las piernas provocó que la penetración fuera mas profunda, una vez envuelto en su totalidad por esa ardiente cavidad, Franco tomando al pequeño de la cintura impuso el ritmo ascendente y descendente sobre su propio miembro.
La posición era perfecta y la penetración era tan placentera que el pequeño lanzaba a la luna fuertes gemidos al tiempo que tomaba su propio pene para frotarlo lentamente al ritmo de las estocadas.
-Ahhhh, Siiii, maaaas, Fran..., Fran... gritaba el pequeño, mientras Fran al tiempo que le penetraba le continuaba acariciando, la espalda, los brazos y las piernas y le introducía la lengua en el oído, dando después pequeñas mordidas por la oreja y cuello.
Al poco tiempo y sin poder aguantarlo mas ambos unieron sus orgasmos de manera sincronizada, moviendo involuntariamente sus cuerpos debido al choque eléctrico que la sensación les proporcionaba.
Con cuidado, Ángelo se salio para quedar de rodillas, junto al cuerpo de su amante que descansaba sobre la banca, exhausto.
Tan cerca estaban sus cuerpos que basto un pequeño impulso para que sus bocas nuevamente se unieran para continuar besándose... lo que renovó sus ganas de nueva cuenta.
En esta ocasión, fue el menor el que tomo la iniciativa, y recorriendo a besos el cuerpo del mayor, coloco besos por la frente, nariz, mejillas y cuello bajando lentamente en su recorrido, apoderándose de manera alternada de las tetillas, apretándolas ligeramente con los labios y dando pequeños mordiscos.
Continuando con su paseo descendente, las manos de Ángelo volaron hasta el miembro de Franco que ya había recuperado toda su rigidez y comenzó a acariciarlo, así, acariciándolo, suavemente de arriba hacia abajo, escuchando cada gemido de su amante, quiso saborearlo y deshaciéndose del condón, previamente utilizado, comenzó a lamerlo, los gemidos de Franco iban cada vez más alto...hasta que lo introdujo casi entero en su boca, y justo en ese momento Franco se corrió, dejando todo su semen dentro de la boca del menor, quien lo consumió integro.
Después y de manera inesperada, Ángelo volteo de costado a Franco y le dijo:
- Me dices si te duele, ¿De acuerdo?
Y sin mediar más palabras, levantando una de las piernas de Franco, metió lentamente su miembro en el interior del cuerpo de Franco quien estaba temblando un poco y gemia...
- ¿Te duele? - preguntó Ángelo.
- N...no... pequeño...
Salió un poco del cuerpo de Franco, y volvió a entrar en él...
- Ah... ahh... Ángelooo...
- re...relájate, Franco... le dijo, imitando la forma dulce en que lo había tranquilizado la primera vez.
- N...no puedo! ...si... sigue, no pares por favor...
Ángelo paró solo un instante y miró a su pareja por unos segundos... Y tomó su mano, sonriéndole:
- Te amo, pequeño...
Para Ángelo eso era lo más bello que podía escuchar de los labios de su amante, con una lágrima saliendo de sus ojos dijo:
- Y...Yo, también, Fran...
Entonces el pequeño comenzó a penetrar más rápido a su pareja, expresando algo que las palabras no podían, porque su amor ya era mucho más allá de dulces palabras y caricias.
Un arte de amor.
No podían soportarlo mucho más, era un cosquilleo interno... Llegando al éxtasis, juntos, soltaron un fuerte gemido los dos y abrazados, se descargaron al mismo tiempo, con sonoros gemidos de por medio...
El castaño poco después salió del cuerpo de su amor, que aún estaba abrazado a él...
-Fran... - dijo Ángelo apenas pudiendo hablar, con una sonrisa.
- Dime, mi amor... - Dijo también sonriendo, acariciando el castaño cabello de su pareja.
- Nunca me dejes, te amo tanto...
- Nunca te dejaré... Estaré contigo, en las buenas y en las malas, y toda la vida... Hasta la muerte.
Con aquella muestra de amor y esas palabras se sellaría un pacto entre los dos... que nunca se rompería.
Franco se levantó de la banca solo para sentarse en la superficie del bote y colocando a su niño en su regazo, comenzó a acariciarle la cabeza, hasta que se quedaron dormidos...
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Quando uno comincia a desiderare a altro, quindi è quando la vita realmente comincia. (Cuando uno empieza a querer a otro, entonces es cuando empieza la vida de verdad.)
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O sole mio **
Mi sol
Che bella cosa na jurnata 'e sole,
Que cosa más hermosa un día soleado
n'aria serena doppo na tempesta!
El aire frío después de la tormenta
Pe' ll'aria fresca pare gia' na festa...
La fresca brisa hace desaparecer el aire pesado
Che bella cosa na jurnata 'e sole.
Que cosa más hermosa un día soleado
Ma n'atu sole
Pero otro sol,
cchiu' bello, oi ne'.
Aún más brillante
'o sole mio
Es mi propio sol
sta 'nfronte a te!
Que es tu cara
‘o sole, ‘o sole mio
El sol, mi propio sol
sta 'nfronte a te!
Es tu cara (está frente a ti)
sta 'nfronte a te!
Es tu cara (está frente a ti)
Lùcene 'e llastre d'a fenesta toia;
Brillante es el cristal de tu ventana;
'na lavannara canta e se ne vanta
Una lavandera está cantando
y el brillo de jactancia del lavadero.
e pe' tramente torce, spanne e canta
que saca y que cuelga y el cantar
lùcene 'e llastre d'a fenesta toia.
El brillo es el cristal de tu ventana
Ma n'atu sole
Pero otro sol,
cchiu' bello, oi ne'.
Aún más brillante
'o sole mio
Es mi propio sol
sta 'nfronte a te!
Que es tu cara
‘o sole, ‘o sole mio
El sol, mi propio sol
sta 'nfronte a te!
Es tu cara (está frente a ti)
sta 'nfronte a te!
Es tu cara (está frente a ti)
Quanno fa notte e 'o sole se ne scenne,
Cuando llega la noche y empieza el atardecer,
me vene quase 'na malincunia;
comienzo a sentirme melancólico;
sotto 'a fenesta toia restarria
Permanecería debajo de tu ventana
quanno fa notte e 'o sole se ne scenne.
Cuando la noche llega y el sol se ha ido.
Ma n'atu sole
Pero otro sol,
cchiu' bello, oi ne'.
Aún más brillante
'o sole mio
Es mi propio sol
sta 'nfronte a te!
Que es tu cara
‘o sole, ‘o sole mio
El sol, mi propio sol
sta 'nfronte a te!
Es tu cara (está frente a ti)
sta 'nfronte a te!
Es tu cara (está frente a ti)
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Quando uno comincia a desiderare a altro, quindi è quando la vita realmente comincia. (Cuando uno empieza a querer a otro, entonces es cuando empieza la vida de verdad.)
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Continuará...