Franco en toda su vida nunca se había tropezado con alguien que no quisiera tener sexo con él y menos cuando pagaba los servicios de algún sexo servidor, lo que le hizo pensar que las palabras del chico que se encontraba ahí eran verdad y que su estancia ahí era por error, pero no podía dejarlo ir del hotel sin averiguar la verdad.
-Caro bambino, si lo que dices es cierto, yo mismo te llevaré a tu casa, de lo contrario, terminaremos lo que hemos dejado inconcluso.
Y sin decir más, dejo a un casi desnudo chico que no sabía si dejar escapar más lágrimas o correr tras de aquel hombre que se acaba de llevar su ropa.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Francesco llevaba ya un buen rato buscando a Ángelo, su padre ya había quedado de acuerdo con los otros inversionistas y se habían ido a comer. A fin de que le permitiera quedarse buscando a su amigo le mintió que habían quedado de ir a dormir a casa de Ángelo para hacer un trabajo de matemáticas.
-¡Dove questo Ángelo! (1) –estaba tan distraído que no se fijo y choco contra una pared humana.
-Crío del demonio, que no ves por donde pones los pies –mientras varios documentos caían al suelo.
Francesco todo mortificado se agacho a levantar los papeles, en tanto un hombre lo miraba todo furioso.
-Andrea que es lo que pasa... no se supone que ya todo estaba acord...-Franco guardo silencio frente de él estaba otro joven con el mismo uniforme que acaba de quitarle al crío de arriba- de donde sacaste a este chico.
-No lo saque de ningún lado el muy tonto viene todo distraído...
-¿Cómo te llamas? ¿Y qué es lo que buscas?
-Me llamo Francesco y estoy buscando a Ángelo un compañero de la escuela que me acompaño a dejar unos documentos a mi padre, señor... pero no lo encuentro –dijo mientras sus ojos se veían preocupados.
Lo dicho por el chico concordaba con lo que le había dicho el pequeño que había dejado desnudo arriba, pero como ya no tenía tiempo para verificar ambas historias, se acerco a Andrea para decirle.
-Andrea quiero que lo lleves a mi habitación, ahí hay otro chico... en este momento no puedo explicarte el porqué esta ahí... te lo explico cuando bajes, pero mientras quítale la ropa para que no vaya a escapar y lo dejas encerrado.
Andrea veía a Franco como si le hubiera dicho que irían a la Luna a vivir, más conociendo a su primo decidió obedecerlo. Lo que no imaginaron es que Francesco al ver a los dos adultos susurrar le entró miedo y empezó a alejarse de ellos. Cuando se percataron de la huída del menor, se apresuro para jalarlo del brazo, lastimando a Francesco.
-¡Suélteme... me lastima! –Señaló mientras trataba de contener las lágrimas ante el fuerte forcejeo- que no entiende –y le soltó una patada, pero fue como rasguñar una pared, lo que de todos modos molesto a Andrea- si no me suelta me voy a poner a gritar...
Andrea al ver que el chico sería capaz de cumplir su amenaza y a fin de evitar un escándalo lo agarró de la cabeza y sello los pequeños labios, pero le supieron salados, fue entonces que se dio cuenta que estaba besando a un niño, el cual estaba llorando y lleno de miedo.
Sin saber a ciencia cierta que parte de su corazón se contrajo ante la imagen de Francesco lo abrazó con cuidado y como estaba en shock después del beso y el forcejeo se lo llevo.
Francesco no decía nada y es que su primer beso no había sido como él soñó, al contrario era un hombre que de seguro le doblaba la edad, y que además indudablemente era un pervertido, y ¿guapo?
Andrea en realidad era más joven que su primo Franco, iba a cumplir 29 años, su cabello color chocolate, con su aceitunada piel daban un toque exótico a su corpulento físico, espaldas anchas, cintura breve y apetecible trasero sostenido por unas largas y fuerte piernas. Pero lo que más destacaba era su rostro de mirada traviesa en esos enormes ojos azules que eran custodiados por sus rizadas pestañas, su nariz recta y que decir de esos labios carnosos que distinguían a los Sacchetti, pues su boca no era grande ni tan pequeña, perfecta para dar placer a sus parejas.
Llegaron a la habitación y deslizo rápidamente la tarjeta a fin de que el menor no pusiera resistencia o fuera a hacer ruido.
Por su parte, Francesco iba recobrando conciencia a dónde había sido llevado. Al igual que Franco, Andrea no le pidió permiso para quitarle la ropa y dejarlo solo en calzoncillos.
Lo que no espero fue ver el pequeño cuerpo bien formado con un trasero duro y respingado, que estaba bien oculto por la vestimenta y que decir del rosa de sus pezones que dejaban ver que el joven no era moreno, en realidad estaba bronceado por el sol.
Francesco al darse cuenta de su desnudez llevo sus manos al pecho para cubrirse, mientras el rojo teñía todo su rostro.
Andrea se calentó, ¡ma quello squisito! (2), ante la visión del delicioso cuerpo y acerco más su rostro y empezó a morder suavemente los labios que se fueron abriendo poquito a poco, como las flores que dan la bienvenida al sol matutino.
Francesco pensó que estaba enloqueciendo, quería escapar, sin embargo a la vez no quería dejar de ser besado de esa forma ya que su pene se estaba erectándo violentamente con la caricia.
El ojiazul no introdujo su lengua para no asustarlo, pero su boca se deslizó por el cuello.
Suavemente mordió con cuidado el cuello a fin de no marcarlo, sería una lastima pensó ultrajar esa suave piel, sus manos las había colocado estratégicamente una en la espalda y otra un poco más arriba del trasero para poder bajar sin despertar temor al iniciar una serie de caricias en forma circular.
-Bambino eres tan suave y dulce –dijo quedamente Andrea, mientras con lentitud y ternura dejaba sentir el calor de sus dedos por la epidermis del chico.
De los infantiles labios empezaron a surgir una serie de gemidos. Y es que Francesco nunca había sido acariciado de tal forma, en eso sintió en medio de sus nalgas un dedo travieso y se tenso, a la vez arqueo su cuerpo, Andrea había capturado uno de sus pezones para succionarlo.
El hombre imagino a un bebé con sus ojos y la ternura del pequeño.
Ese pensamiento lo hizo darse que cuenta que estaba a punto de tener sexo con un adolescente, así que respiro profundo y sacudió la cabeza, buscando respuestas y quien las tenía era Franco por lo que salió del cuarto para ir a buscarle.
Ángelo que estaba en el baño escucho ruidos y envuelto en una bata de baño fue a ver si era el tipo que lo tenía encerrado, mas grande fue su sorpresa al ver a Francesco en las mismas condiciones que él.
-Francesco....
-Ángelo.....- y corrió abrazar a su amigo, mientras la humedad de su bóxer azul daba muestras de la pasión que lo había invadido tan sólo unos instantes antes y como pudo le preguntó al castaño.
-Qué es lo que pasa, porque nos tienen encerrados y desnudos.... –sin atreverse a mirarlo después del erótico encuentro con el corpulento desconocido.
-Mira Francesco... después de meditar la situación creo que fui confundido con un sexo servidor, pues un tipo en el lobby del hotel me pregunto sobre "el encargo" y yo pensando que era algún conocido de tu papá... pues me deje llevar, y de repente me vi en esta habitación... frente a un tipo que me pregunto mi edad, si era virgen y que me reprochó que no sabía besar, para luego quitarme la ropa... y ... – tomo aire – besarme y acariciarme... y sino es porque el maldito móvil sonó, hubiera perdido mi virginidad en menos del tiempo que hemos charlado –sonrojándose al recordar las manos de Franco en su pene, y es que si el hombre no se hubiera puesto hacer una rabieta se hubiera podido dar cuenta que unos segundos después de haberlo apresado entre sus brazos su miembro se había puesto erecto.
Francesco bajo su mirada y vio que la ropa interior de su amigo no estaba mojada como la suya, sintiendo mucha vergüenza por su comportamiento. Ángelo a pesar de que seguía tan exhorto en lo suyo aparentó no ver la dureza del miembro de su amigo y el líquido preseminal que marcaba su deseo y no comento nada.
-Me dijo que iba a averiguar si era verdad que era un estudiante y que si yo no era un prostituto él mismo me llevaría a casa...
Francesco seguía temblando por las emociones vividas mientras escuchaba a Ángelo.
-Ven vamos al baño por otra bata o te vas a resfriar –pensó que el pobre tenía frío y lo llevó a buscar algo para cubrirlo.
Salón de negocios de La Scala
Franco veía como Andrea había regresado, mas no pudieron hablar pues los inversionistas tenían dudas de último minuto, lo que el pensó que le llevaría por lo mucho una hora, se prolongó por toda la tarde, eso sí el trato se había cerrado y firmado todos los documentos.
Franco se sobaba el cuello, mientras Andrea guardaba en un portafolio los documentos, al terminar se le acerco a su primo.
-Creo que alguien me tiene que explicar sobre lo de ciertos "niños"... lo último que espero es ser acusado de pederasta-dijo en un tono muy molesto-. Es acaso que estas loco, no has visto que el crío que me lleve todavía no acaba de desarrollarse –llevándose la mano al cabello-, no vi. al otro, pero me sentí un degenerado al dejar desnudo a un adolescente, y sobre todo de seguro virgen... –recordando como se había ruborizado el menor e intentado tapar la desnudez de su pecho con sus manos, esa boquita que abrió poco a poco para deleitarse y sus pezones que lo hicieron reaccionar que estaba a punto de follarse a un niño- al cual bese a la fuerza para que no se pusiera a gritar por todo el hotel, todavía tengo el sabor salado de sus lágrimas... en mis labios. No lo quería reconocer ante Franco, pero en verdad le había gustado ese chiquillo.
-Lo siento Andrea, lo que sucedió es que se me ocurrió contratar a uno de los chicos de Madam Colette, desde que termine con Salvatore sabes que últimamente todo mundo se nos acerca para emparentar con los Sacchetti, así que quise tener sexo con alguien diferente y como los chicos de Madam se caracterizan por ser discretos sobre su clientela, se me hicieron perfectos -suspiro.
Lo que no esperaba es que mientras que esperaba al tal Raffaello Bianchi en vez de que trajera mi "encargo", no sé como hizo para llevar a un bambino squisito (3) de apenas 15 años, con uniforme escolar...-no acababa de platicar cuando volvió a sonar su celular.
-Sí... Raffaello... si que me di cuenta de su confusión me dejo un niño en vez del chico que pedí... No... No... Quiero ser recompensado con sus dos mejores chicos.... gracias por devolverme mi dinero, pero nuevamente le digo que no... Arrivederchi.
-Entonces los críos que tienes allá arriba no se dedican a prostituirse, ahora que vamos hacer con ellos. No creo que sus padres ni ellos vayan a quedarse callados, después que tanto tú como yo jugamos a desvestirlos a besarlos –avergonzándose por primera vez en su vida de sus acciones con alguien- y yo... estuve tan sólo a unos instantes de hacer mío a uno de ellos, (y al decirlo sintió un cosquilleo en la entrepierna) – esto último lo dijo tan suavemente que Franco no lo escucho.
-Les daré dinero, son unos niños así que no creo que lo rechacen para ir a comprarse algún videojuego, ropa o que sé yo...
Habitación 4343
Ambos primos entraron con cuidado a la habitación y la cerraron de inmediato a fin de que si gritaban los menores el ruido fuera amortiguado por las paredes.
Todo estaba oscuro, así que se encaminaron al único dormitorio de la suite, pero grande fue su sorpresa al ver a dos jovencitos durmiendo cual inocentes.
Esperaban verlos en ropa interior, pero se encontraron que traían las batas de baño del hotel y que se habían acostado a dormir.
-Vaya que son unos niños, apenas son las diez de la noche y ya están dormidos.
-Mejor Andrea, no quiero escuchar sus gritos y reclamos cuando le diga al castaño, que siento no haberle creído... además de haberle interrogado sobre su sexualidad.
Ángelo se despertó ante el ruido de voces y se alarmo al ver que el sujeto era acompañado por el que le había dicho Francesco, quien se incorporo al sentir el movimiento de la cama.
-Qué sucede Ángelo -dijo medio dormido Francesco.
-.............
-Así que te llamas Ángelo y tú amigo Francesco según me dijo cuando lo conocí.
Ángelo seguía callado, observando a ambos hombres, quienes a su vez veían lo jóvenes que eran, sin embargo, su inocencia los hacía más hermosos, esa pureza que habían estado a punto de arrebatarles ambos primos.
-Creo que les debo una disculpa por la confusión, además... estoy decidido a compensarlos con una fuerte cantidad de dinero para que olviden que nos hemos conocido.
Ángelo sintió que la sangre le golpeaba el rostro y sin meditarlo, se paró rápido y abofeteo a Franco, quien no dejó que la pequeña mano volviera a tocar su rostro.
-El dinero no me va a devolver que yo quería dar mi primer beso a la persona de quien me enamorara –mientras trataba de zafarse seguía hablando- el dinero no me va a devolver que yo olvide que usted.... –tomó aire- me desnudo sin mi autorización haciéndome temer que fuera a violarme en cualquier momento (Esto ultimo lo dijo mas como una pose que como algo real ya que antes de dormir no había parado de pensar en los besos y las caricias de Franco, por otra parte aunque no se lo hizo saber, Ángelo se había dado cuenta del estado en que había quedado Francesco después de las caricias de Andrea, todo ello le había provocado una clara incomodidad en la entrepierna que no supo como saciar, quería esperar a la soledad de la noche para disfrutar un momento, pero solo se quedo dormido).
Al ver la valentía de Ángelo, Francesco igualmente se paró, pero el se dirigió a Andrea. Para reclamarle.
-Su maldito dinero no va hacer que olvidemos el trato que nos dieron...
Y no pudieron continuar recriminando a los Sacchetti, pues de repente se vieron rodeados por más de diez hombres armados, que habían ingresado de improviso a la suite.
-¿Quanto estan, maiali? (4) ¿Quien me iba a decir que los Sacchetti fueran unos pederastas?, mira que nosotros veníamos a ajustarles cuentas por despreciarnos y recriminarles por frígidos... forse gradiscono i piccoli penises. (5)
-¿No es tierno Salvatore?, como defienden a sus crías-dijo con sarcasmo Alessandro.
Tanto Franco como Andrea al verse rodeados pusieron detrás de ellos a los chicos.
-¡Pero que tiernos!, escondiendo a sus noviecitos de nosotros en sus espaldas- y caminando tranquilamente Salvatore quiso tomar el rostro de Ángelo, pero un manotazo por parte de Franco se lo impidió- ¡Cuore calmo! (6) debe ser alguien muy especial para que lo defiendas así Franco-dijo con desprecio- y tu Andrea igualmente defiendes a tu crío que tiene una linda boca y un lindo trasero. –Francesco sintió un gran miedo al ver que Alessandro quería abrirle la bata, pero Andrea lo aventó.
La tensión se sintió en cada uno de ellos, mientras Ángelo y Francesco, pensaban que de seguro los tipos eran algún tipo de mafiosos.
Mas la mala suerte de los Sacchetti, fue revertida pues sus guardaespaldas entraron de golpe, momento de confusión que aprovecharon Franco y Andrea para alejar a los adolescentes de la trifulca, que no llegó a los disparos.
-Enrico y Luciano –ambos hombres se acercaron a sus jefes quienes les aventaron a los chicos, y sin decir nada los sacaron de ahí.
-Siamo già uguali (7) Creo Salvatore y Alessandro que ahora si podemos charlar tranquilamente –destacó Franco al ver que sus atacantes habían sido sometidos.
- Cane maledetto, (8) la suerte parece tu sombra... que tiene ese crío para que lo prefieras en lugar de mi, yo tengo belleza y mucho dinero....
Por su parte Alessandro:
-Eres un bastardo Andrea cambiarme por un mocoso sin vello que de seguro todavía le tiene miedo a la oscuridad y le pide permiso a su mami para salir, teniendo a un gran amante como soy yo.
Ambos primos se miraban con cara de fastidio y es que aunque belleza y dinero no les faltaban a sus ex parejas, sus escándalos y su manera de hacerse notar los tenían fastidiados, no había nadie en el Mediterráneo que no conociera lo temperamentales que eran los gemelos Aldonati, en vez de personas de jet set parecían miembros de la Cosa Nostra. , Adorable e despicable allo stesso tempo. (9)
Huyendo
Después de haber sido sacados con demasiada rapidez por Enrico y Luciano, Ángelo y Francesco veía que aquel par de tremendos y hiperactivos hombres, apenas mas grandes que ellos de edad, venían riéndose de sus patrones, cosa que les resulto irreverente a ambos chicos, pues mientras ellos morían de miedo por la presencia de tantos hombres armados, ambos guardaespaldas lo veían como algo normal y se sentían de lo más divertido.
Los llevaron a las habitaciones donde estaba alojado el cuerpo de seguridad de los Sacchetti.
Al entrar Ángelo vio en uno de los sillones de la entrada sus uniformes y calzado y fue por ellos, como Luciano y Enrico venían jugándose algunas bromas, no se dieron cuenta que los chicos se estaban haciendo señas, se percataron que ambos jóvenes iban hacia el baño, pero no le tomaron importancia, y siguieron en lo suyo.
Ya en el baño Ángelo empezó a ponerse su uniforme, mientras Francesco lo imitaba. Cuando terminaron de vestirse y calzarse, se dieron cuenta que el baño comunicaba a otra habitación diferente por la que habían entrado.
El pasillo estaba desierto por lo que se dirigen rápidamente al elevador, antes de que Luciano y Enrico notaran su tardanza en el baño. Caminaron de puntitas y presionaron el botón. Miraban como los segundos transcurrían muy lentamente.
Al fin las puertas del elevador se abrieron en el piso 43 y subieron a él, ya adentro vieron a tres hombres jóvenes que platicaban de ir al bar, para brindar por el éxito obtenido.
Ángelo pensó que en vez de ir al bar deberían lavarse la boca, apestaban a puro alcohol y olían a cigarro. Lo que no se había percatado el joven es que uno de los hombres lo miraba más que con atención.
El elevador iba lentamente para su gusto, cuando vio que Francesco era tomado por el brazo por uno de los sujetos.
-Perdón... he perdido un poco el equilibrio -pero el mañoso sujeto en realidad lo que quería era abrazarlo.
Ángelo al percatarse de la situación tomó a Francesco del brazo para arrebatárselo a aquel hombre y ponerlo atrás de él.
-No te enojes, guapo, no quería hacerle nada a tu amiguito... y para que veas mis buenas intenciones porque no nos acompañan a beber algo.
-No, gracias -contesto cortante Ángelo que trataba de no temblar.
-Vamos... es viernes y no tienes que ser tan arisco...
Las puertas del elevador se volvieron a abrir en ese momento, pero grande fue la sorpresa que recibió Ángelo a ver que quienes iban a subir eran Franco y Andrea, y es que después de sacarlos de la suite habían convencido a sus ex parejas de llevarlos a sus habitaciones para que se arreglaran y solucionaran su problema tomando una copa, por lo que los habían escoltado hasta el piso donde se hospedaban a fin de que se arreglaran, mientras ellos los esperaban en el lobby.
Ambos hombres entraron mas la cara que pusieron los cuatro era de diferentes expresiones, Ángelo y Francesco de susto y Franco y Andrea de enojo, pues pensaban que el par de chiquillos estarían bien resguardados por Luciano y Enrico, a quienes les habían ordenado llevarlos a su casa, aunque les dijeron que los chicos estaban en el baño y en cuanto salieran les darían una fuerte cantidad de dinero y los llevarían a sus casas.
Mientras cuatro pares de ojos se observaban, el trío de sujetos no se daban enterados de la tensión que se había creado en el pequeño espacio.
-Entonces que ángel, aceptan ir a tomar una copa con nosotros. Nos encantan los chicos hermosos como ustedes - y trato de abrazarlo para deslizar sus labios por el delgado cuello, forcejeando Ángelo para que lo soltara.
-Vamos guapo, con esa carita tan tierna que pide un besito, no me vas a despreciar -Dijo uno de los hombres jalando a Francesco, quien anteriormente estaba protegido por el cuerpo de Ángelo.
Al percatarse de la situación Franco y Andrea, se miran con fastidio y suspirando, dicen.
-Creo caballeros que se han equivocado de persona... Ángelo -sacude al tipo que había tratado de abrazarlo, y lo jala agarrándolo de la cintura- pues como verán ya tienen un compromiso previo.
-Temo decirle que el chico ya tiene dueño -Dice de forma altanera Andrea, quien tomó a Francesco, tomándolo de los hombros -no es así... il mio piccolo principe. (10)
Molestos, los individuos, más a la vez concientes de la altura y musculatura de ambos hombres, les recriminan.
-Pues si son suyos que hacen solos...
- Per essere chiaro, credo quello che a voi non interessate a lui (11), -señala Franco.
-Pues creo que sí pues queremos pasar la noche con este lindo par de vixens… (12) que no dudo que con un par de billetes de alta denominación se abran de piernas...
-Esas lindas boquitas de seguro saben hacer una excelente felación, si no, que hacen tan noche en un hotel y con hombres más grandes que ellos...
Ángelo sintió el calor y la indignación invadir su rostro, en menos de 24 horas había sido llamado prostituto en demasiadas ocasiones. Francesco no acababa de digerir las ofensas cuando vio que Franco y Andrea Tomaban por las solapas del traje a dos de los sujetos para golpearlos. El tercero de ellos, como estaba más tomado que sobrio, empezó a decir incoherencias, rápidamente accionaron un botón del elevador y al siguiente instante solo se vio la desdichada figura de los tres borrachos volando fuera del elevador y cayendo sobre un bell boy que regresaba de dejar un pedido de la cocina a uno de los cuartos de ese piso, la escena era tan cómica que mientras se cerraba de nuevo la puerta del elevador, se escuchaban las carcajadas de los adolescentes y sus nuevamente captores Franco y Andrea.
1. ¡Donde estas Ángelo!
2. ¡pero que exquisito!
3. Crío delicioso
4. ¿Cómo están, cerdos?
5. Tal vez les gustan los penes pequeños.
6. ¡Tranquilo corazón!
7. Ya estamos iguales
8. Maldito perro
9. Adorables y despreciables al mismo tiempo.
10. Mi pequeño príncipe
11. Para ser claros, creo que eso a usted no le interesa
12. Zorras
CONTINUARÁ.........................