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Ángelo por Komka Daisuke

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Notas del capitulo: Hola gracias por seguir con la historia y a Hikaru por ayudarme a corregirla y que tenga coherencia. Besos
  Il sogno ideale è non sempre l'amore della vostra vita.  

Andrea no respiraba expulsaba con odio el aire que circulaba en su oficina.

 

Tenía en las manos el contrato matrimonial que “gentilmente” le había dado aquel que se decía su mejor amigo, Guido, antes de irse al trabajo.

 

Cuenta del uno al billón se decía, antes de revisar el documento.

 

Lo leyó más de dos veces.

 

Tomo la pluma, meditando si eso era lo que quería.

 

Tenía ya dos días y sus respectivas noches al lado de Francesco.

 

El cual al parecer había pasado ya de su faceta de amor-odio para volver hacer el niño tierno y expresivo que conociera en Sicilia.

 

Lo malo es que Vincenzo le retiro el habla al siguiente día que lo fue a ver.

 

Aún tenía las amargas palabras de su primo martillando su cabeza, más el cargo de conciencia de lo que le habían hecho firmar.

 

FLASH BACK

 

-Anda Andy corre con las zorras, como yo no te doy “asino” (culo).

 

-Vincenzo no te permito que hables así, ni de mi futuro esposo, ni de mi suegro –Andrea tomo del cuello de la camisa a su primo levantándolo varios centímetros del piso- no olvides que por el bambino corre la sangre de Massimo.

 

-E, igual me dio “asino”(culo) el padre sin importarle que era su cuñado.

 

-En verdad que eres un patán.

 -Ni preguntarte a ti Fran, ya vi el anuncio en el diario La Stampa del enlace del famoso hombre de negocios con Ángelo Mastroni, que nada más tuvo que darlas para que se casa… Vincenzo fue arrebatado de las manos de Andrea para ser golpeado en el estómago. -No tientes al diablo primito, además que te trajimos los papeles del divorcio. Vincenzo vio el sobre que minutos antes tuviera Franco en las manos en el suelo, se había negado a recibir la petición para la anulación del matrimonio, quería ver a Marcelo suplicándole, pero era mejor cortar todo, por el momento. Tan dispuesto estaba a olvidar que había vendido sus acciones y propiedades en Cagliari a un empresario brasileño; con quien celebro un convenio sobre los bienes de Marcelo a fin de que fungiera como su representante en la toma de decisiones del imperio Podesta, sin informar a los Sacchetti. Era mucho el dinero con el que habían negociado, pero ya estaba bajo su resguardo esperándolo en Portugal donde se iría con su padre a vivir. Se incorporo luego de que el puñetazo en su vientre le sacara el aire, en tanto Franco lo levantaba y se lo daba. Saco los documentos y sin leerlos firmo, estaba tan molesto que ni siquiera se dio cuenta de lo que firmaba. 

Andrea vigilaba que la firma estampada fuera clara.

 

-También tienes que poner rubrica en estas partes –señalo algunos párrafos del legajo- es importante.

 

Vincenzo seguía en su rabia que para terminar de firmar todo para regresárselos no lo leía o revisaba, lo que tenia nerviosos a Andrea y a Franco.

 

-Esté es tu acuse de recibido, estos otros son los que se meterán al juzgado para que la separación sea inmediata.

 

Le arrebato las hojas que le tendía y los metió en un cajón que no pensaba ni siquiera abrir.

 

-Ciao Vincenzo –Franco se despidió, mientras Andrea guardaba en el portafolios los documentos firmados- espero que puedes separar tus arrebatos emocionales antes de que pierdas a todos los que te rodean.

 

-Franco el consejero del amor, eso es lo que ahora eres, primito. Te diré algo en toda mi vida –alzo la voz- nunca me case por temor a encontrarme a un perro como el que me toco todo “inocencia”, “dulcera” y que era en realidad era “sciocco” (tonto), pero lo mejor es que me dejo como premio de consolación varios millones de euros para aliviar mi “dolore”(dolor) .

 

Franco y Andrea se miraron para luego salir de la oficina de Vincenzo.

 

END FLASH BACK

 

Franco entro al despacho de su primo seguido de Guido y de un hombre de cabellos canos y varias arrugas en el rostro.

 

-Buona sera (buenas tardes) Andrea ya llego el tío de Marcelo, el señor Luigi Podesta, abogado de la familia y asesor del imperio Podesta, quien fue el que ayudo a Guido a redactar el divorcio de Marcelo.

 

-Buona sera Señor Luigi –Andrea guardo los documentos en una carpeta- es muy grato conocerlo, es una pena que estuviera ocupado cuando fue a la casa.

 

-Buona sera Señor Sacchetti.

 

-Si no tiene inconveniente que es lo que desea platicar con nosotros –Guido era directo- como bien le explique Marcelo tiene problemas con la presión y hasta que no nazca el bebé no queremos alterarlo.

 

-No es necesario que me recuerde como cuidar a mi Marcelo –maldecía el día que no lo acompaño a la cena, sus informantes le proporcionaron los datos que había sido abusado y de ahí el bambino, Vincenzo últimamente tenía la lengua muy suelta-, como les comente no es del dominio público que Marcelo es mi sobrino, el dinero con que Marcelo inicio el imperio de la familia Podesta y los viñedos que poseía mi primo, me fueron vendidos hace más de 15 años a fin de que tuvieran dinero propio, es decir liquidez para poder hacer alianzas.

 

-Disculpe entonces toda la fortuna Podesta es suya.

 

-Sí y no, ¿Guido? –viendo al hombre de cabellos y ojos negros.

 

-Sí, yo soy Guido.

 

-Mi primo y yo convenimos de manera oral que Marcelo quedara al frente de los negocios y yo como su asesor, no vimos necesario redactar ningún tipo de contrato sobre que me habían comprado nuevamente los viñedos y las demás propiedades.

 

-Es decir que Marcelo únicamente es dueño de palabra de toda la fortuna y con poder de decisión.

 

-Así es, Marcelo nunca vio la necesidad de estipular que los viñedos y varias acciones que se fueron adquiriendo a lo largo de los años, eran de su propiedad sino que quedaron bajo el sello de mi despacho y con el apellido Podesta. El tiene legalmente el poder de firmar o celebrar sin consultar a nadie negocios a nombre de él y mío.

 

-Entonces señor Luigi, cree usted que al estipular en el divorcio que se respeten la fortuna de su familia, la mayor parte del imperio Podesta volverá a sus manos –Franco pregunto con entusiasmo.

 

-No quiero ser aguafiestas, si podrá recuperarse 70 por ciento de ella, pero la fortuna personal de mi sobrino es decir entre unos 5 ó 7 millones de euros y lo que tenía a su nombre es de su esposo en este momento. Sin contar que otros miembros de la familia han decidió ver que pueden obtener.

 

-Disculpe señor Luigi en sí con cuenta dinero pueda contar Marcelo –Andrea decido tomar la palabra.

 

-Con nada –la respuesta los dejo fríos- porque si yo cedo Marcelo mi fortuna como lo dicta mi testamento, su esposo podrá automáticamente apoderarse de ella. Lo único que podemos hacer es que siga prestando mi nombre y el vuelve al mundo de los negocios como mi empleado, es decir, con un contrato. O…

 

-O… qué señor Luigi –Franco conocía la mirada de un negociador astuto.

 

-Leí, que si mi sobrino se casa en un plazo de dos años con una persona con solvencia económica se le devolverá en su totalidad sus bienes…

 

-Así es –Guido sonrió de antemano- alguna sugerencia.

 

-Digamos que hay muchos refugiados de Europa del Este que necesitan legalizar su condición migratoria en el país y da la casualidad que yo conozco uno que tiene un varoncito, que desea tenga una mejor vida…

 

Franco, Guido y Andrea escuchaban con asombro la propuesta del Luigi Podesta.

 

-Lo malo es que no tiene los recursos económicos ni el estatus legal para establecerse en Italia, a excepción que un pariente muy, pero muy lejano lo nombre heredero de su fortuna, es decir, el imperio Podesta.

 

-Pero que pasaría si el hombre decide no casarse con Marcelo y quedarse con el dinero, además que me imagino que tiene esposo –Guido temía por la seguridad de Marcelo.

 

-Alexey (de cariño le dicen Liosha) Vinográdov no es ese tipo de personas, su honor es su vida. Además su querido esposo falleció al momento del parto, que por mala suerte ocurrió en Cerdeña, donde tengo mi casa, cuando pensaron que la vida por fin sería mejor para ellos.

 

-Señor Luigi no quiero ofenderlo pero –Franco tenía dudas- como haremos creíble que Marcelo se ha vuelto a casar con un extranjero que no sabemos si habla italiano, tiene un bambino recién nacido. Además que sus planes son vivir con Guido y Occhi.

 

-Liosha en este momento me espera en un auto que he estacionado a fuera de la oficina –dejando callados a todos- sería propicio que me entreviste con mi sobrino y que él decida si quiere o no la opción que le ofrezco. De todas maneras mi intención es, si puedo proteger a ambos lo mejor será tenerlos juntos.

 

-Entonces en ese caso será mejor que le hablé a Occhi para que prepare nuestra llegada. Y como falta tres horas para la hora de comer, sería un momento propicio para que conviva con los niños y los chicos.

 

Luigi tenía otros planes.

 

-Si no les molesta, prefiero adelantarme con Liosha y platicar a solas con Marcelo.

 

Guido y Franco se vieron, no les gustaba nada como había sido manipulada la situación.

 

-Está bien –dijo Andrea, con la esperanza que con el crío que tendría que cuidar su suegro lo dejara en paz, seguro que con el corazón de pollo que tenía, al ver al huérfano no se negaría aceptarlos.

 

Marcelo estaba demasiado ocioso, pensó Andrea hay que darle algo en que entretenerse y sonrió al pensar que se quitaría de encima al ogro que se había vuelto.

 

Liosha miraba impaciente su reloj, tenía más de hora que el señor Luigi entrara al elegante edificio y nada de su regreso.

 

El llanto de Mijaíl (Misha), lo distrajo.

 

-Mi niño ya tan pronto tienes hambre.

 

Con cuidado extrajo de la mochila que portaba un biberón y una botella de agua a fin de prepararle la leche.

 

-Vamos Misha papá quiere que te tomes todo.

 

El ruido de la puerta lo distrajo de su actividad al ver regresar al Señor Luigi, quien le dio órdenes al chofer de que fueran a la casa de su sobrino.

 

Liosha suspiro, agradecía al hombre las atenciones que tenía con él, toda la ayuda económica que les había brindado a él y a Misha cuando contactaron con él para salir de su hermoso Kiev.

 

Kiev tan fácil de decir y tan buenos, malos, dulces y amargos recuerdos vinieron a su mente.

 

El saber que tenía un familiar en Italia que les ayudaría a salir, la noticia del bebé, la travesía que hicieron por varios países a fin de poder viajar por primera vez en su vida, todo había sido un sueño, hasta que el dinero les empezó a escasear, como la gente abusaba de que eran extranjeros para lucrar con ellos.

 

Sentía tanto coraje que si por él fuera regresaría a todos esos lugares y les patearía el trasero, mas la promesa a Misha que su hijo tendría una mejor vida que ellos, y enterraría todo lo malo le recordó que todo estaba en el pasado. Además que tenía un compromiso, no únicamente moral sino de familia.

 

La sangre era la sangre, si el señor Luigi no olvido al mandarle las cartas que su bisabuelo le mandará al suyo cuando eran estudiantes en Moscú, las fotos y documentos de la relación entre ellos dio como fruto un hijo que era su abuelo, el tampoco olvidaría ayudarlo con su sobrino.

 

Recordó cuando le informaron de la repentina boda, los meses sin saber nada más que los negocios no eran descuidados, luego el anuncio de un nuevo Podesta, para rematar con la noticia de la separación y una orden para embargar todos los bienes del tal Marcelo.

 

Mira que hay hombres estúpidos, como le firmo al que era su marido un papel donde le cedía todos sus bienes y hasta la custodia de sus hijos, tenía que haber estado en el quinto sueño cuando lo firmo.

 

Además que tuvo que buscar a algunos compatriotas que trabajaban como compagni dei signori ricchi di Cagliari (acompañantes de los señores ricos de Cagliari) para acercarse al tal Vincenzo y hasta sacarle la investigación que hicieran de Marcelo, Francesco y un tal Ángelo Mastroni.

 

Lo que se guardo para sí a fin de no mortificar más al señor Luigi fue la narración de los golpes que le dio Vincenzo a Marcelo por un mal día en los negocios que concluyo con la separación.

 

- Liosha cubre bien al bambino –Luigi interrumpió los pensamientos del hombre.

 

Sin decir nada bajaron del auto para tocar.

 

Occhi acaba de colgarle a Guido.

 

-Marcelo voy a tener que ir a comprar más comida el señor Luigi y un pariente suyo van a venir a comer y hasta es posible que se queden a cenar.

 

-Occhi no te angusties anda ve por lo que te haga falta, mientras yo preparo algo de pasta y una ensalada. Puedes traer algo de pescado, a Luigi le encanta.

 

Ring, ring, ring.

 

-Bueno voy a ver quien toca y me voy hacer la compra.

 

- Questo bene (Esta bien).

 

Marcelo escucho primero los pasos y luego la puerta.

 

-Occhi, Occhi las presiones y tú son mala combinación.

 

El ojiverde continuó con los preparativos.

 

Luigi en ese momento se llevaba a Occhi para realizar las compras, mientras Liosha entraba a la casa a cambiar el pañal al bebé.

 

En realidad quería que el primer encuentro no hubiesen terceros.

 

El ojiverde picaba finamente la lechuga para colocarla en un recipiente con agua y sal.

 

Liosha observo detenidamente al hombre desde el negro de sus cabellos, la piel blanca, el hinchado vientre, mas los grandes ojos verdes que se conectaron con él, le hablaron de un ser lleno de tristeza.

 

Conocía del problema de la presión por lo que decidió tranquilizarlo.

 

-Hola Marcelo, soy Liosha, sobrino del señor Luigi, y él es mi hijo Misha.

 

Marcelo sintió como era examinado por un hombre rubio, alto, de complexión musculosa y ojos azules. Demasiado guapo para su gusto.

 

-Hola necesitas algo para Mi.. ¿Misha?

 

-No, pero podrías cuidarlo para que pueda ir al baño.

 

-Claro –camino hacia el rubio para tomar al niño con infinita ternura.

 

Liosha aprovecho para verlo más de cerca y reír, apenas le llegaba al pecho y era demasiado delgado a pesar de estar embarazado. Todo lo contrario de Mijail, alto dueño de un cuerpo de Dios antiguo, sensual hasta para mirar.

 

A sus 40 años Liosha tenía algo muy claro le gustaban los fértiles con suaves curvas, altos y llenos de pasión.

 

El bajito que tenía frente de él no tenía ninguna de esas cualidades, el señor Luigi valía el sacrifico.

 

Además que a Misha le había gustado, siempre lloraba con los extraños lo que no hizo al ser acunado en los brazos del italiano.

 

Después de recibir la explicación se marcho al baño.

 

Marcelo se sentó a fin de no cansarse.

 

- Ciao Misha, sono denominato Marcelo. Avete gli occhi bei e un sorriso grazioso (Hola Misha, me llamo Marcelo. Tienes unos hermosos ojos y una sonrisa linda).

 

El ojiverde beso con cuidado la frente para luego jugar con las manitas que querían agarrar su cabello.

 

Liosha observo durante varios minutos el comportamiento de Marcelo, definitivamente era lo contrario a su esposo, pero se veía que sería un buen padre para Misha.

 

Sin olvidar que llevaba premio el tipo, por el tamaño de su vientre le faltaría poco más de un mes para la llegada de su hijo.

 

Decidió volver a escena, cuando escucho los gritos de alguien.

 

-Papá, papá tengo hambre –Francesco acaba de despertar y tenía un gran apetito.

  

Continuará……………..

 
Notas finales: Nos estamos leyendo.

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