Capítulo 36
Le preparazioni delle nozze
(Los preparativos de la boda)
L'amore è un angelo che vive dormito nel cuore sull'uomo
(El amor es un ángel que vive dormido en el corazón del hombre)
Ángelo estaba agotado, no supo cuanto tiempo estuvo parado arriba de un banco a fin de tomar sus medidas, a pesar de haber salido puntuales de la escuela, con la ventaja de que Guido fue por sus hermanos para que tuvieran más tiempo.
Sintió que la faltaron minutos a las horas.
Sin el apoyo de Enrico, lo más seguro es que el modisto se quedara sin vestir al futuro novio, los primeros 15 minutos de su llegada, cada vez que el tipo quería sacarle con quién se casaría, dónde celebrarían el banquetes de bodas el pelirrojo lo corto de forma tajante, para dedicarlo a su labor, tenían un compromiso muy importante a la hora de la comida con su esposo el juez Matt Mastroni y no debían llegar tarde.
Al voltear reviso la figura de ambos estudiantes, sus ojos se fijaron en el anillo de compromiso y de bodas.
Los atendió porque él había confeccionado el ajuar para el bello pelirrojo, pero el castaño le intrigaba, el uniforme era del colegio más exclusivo de Cagliari, la ropa interior y hasta los zapatos eran de muy buena calidad.
Entendiendo el mensaje a los Mastroni si algo les caracterizaba es que le gustaba ser discretos.
El moría por presumir a quien le confeccionaría su ajuar de boda y otras prendas, era publicidad gratuita, más si algo había aprendido para trabajar para la sociedad de Cagliari es que no todos pregonaban su vida personal.
Automáticamente se puso a tomar las medidas para trajes, pantalones y demás accesorios solicitados.
Lo que agradecieron ambos jóvenes al decirles que volverían, les gustaba su "profesionalismo y discreción".
La hora que les quedaba antes de ir a casa a comer la dedicaron a comprar ropa interior y calzado, no pudieron evitar comprar algunas cosas de bebé.
Enrico quería darle una sorpresa a Matt cocinando el mismo y comprando algunas prendas de seda muy sugestivas, regalando a Ángelo algunos modelos para su luna de miel.
Con las bolsas de la compra subió las escaleras con rapidez para ver si Francesco estaba despierto.
Suavemente dio unos golpes en la madera.
-Adelante -Francesco pensó que de seguro era Occhi para preguntarle si deseaba merendar pero se llevo una grata sorpresa- Ángelo.
-Francesco por fin te encuentro despierto.
-No tengo la culpa que a este diablillo me canse.
Ángelo sin pensarlo se subió a la cama para estar cerca de su amigo.
-Que has hecho toda la tarde, porque esas bolsas.
-Bueno alguien me dijo que tal vez un pequeño regalo, te alegraría.
Ángelo saco un hermoso mameluco y camisetas con diversos estampados.
-Fratello son hermosas.
-Me da gusto que te agraden, cuando piensas volver a la escuela, te extraño mucho.
-Marco me ha dicho que la próxima semana, quisiera pedirte tus cuadernos para ponerme al día.
-Francesco -Ángelo quería sonar discreto pero era importante para el saber- piensas seguir estudiando, después del bebé.
-Claro, no he olvidado nuestros sueños y todo lo que hemos planeado juntos.
-Pero el bebé, quien lo va a cuidar.
-Claro que mi papá, ya que tiene tantas ganas de controlar mi vida -lo dijo con enojo- bien puede cuidar a su nieto y a su hijo a la vez, así que nosotros podremos seguir nuestros planes mientras él sigue de suegro sin vida.
-Francesco, Marcelo lo único que quiere es protegerte.
-Protegerme, Ángelo tu sabes que sin Andrea, me moría -inmediatamente las lágrimas afloraron a su rostro- yo no tengo culpa de sus malditos errores.
-Francesco tranquilízate.
Marcelo se quedo de piedra al escuchar a su hijo sino echo a correr fue porque Liosha lo había seguido en silencio con la bandeja de la comida. Además que Misha después de haber dormido quería estar en sus brazos.
La voz de Francesco era bastante clara.
-Si quiere una vida, que se compre una, pero que nos deje a Andrea y a mí vivir, sin sus traumas. Si él no pudo disfrutar su juventud para poder estudiar y sacarme adelante, fue su decisión. La diferencia es que Andrea tiene dinero y yo puedo seguir estudiando sin trabajar al mismo tiempo.
-No seas injusto con tu papá, es una gran persona, no se merece que pienses así de él.
-No, Ángelo prefiero mil veces que mi padre volviera con mi tío o se case con alguien para que se dedique a su propia vida y a mi hermano, que se esté metiendo en mi vida. Porque no tiene otra cosa que hacer.
Liosha no pudo aguantar su molestia, con Francesco, por lo que entro con la comida seguido de un muy callado Marcelo.
-Buenas tardes -Ángelo se paro para saludar al gigantesco y rubio y a Marcelo- hola Marcelo -se paro para besar al moreno, dándose cuenta de la húmeda de sus mejillas, los había escuchado.
-Hola, eres Ángelo -dijo amablemente Liosha, era idéntico a Occhi en físico y carácter eran amables y hermosos.
-Sí señor, oh que hermoso bebé -con cuidado se acerco al niño- ¿puedo cargarlo?
Liosha rió su hijo había pasado de los brazos de Marcelo a los de Occhi quien le dio de comer, el niño le agradaban los fértiles de la familia, sin contar que los niños de Occhi habían jugado con él durante la comida.
-Me imagino que sí, Misha quieres ir con Ángelo -el niño le tendió los brazos. Me llamó Liosha.
-Mucho gusto señor Liosha -el castaño quedo fascinado con el rubio, sin pensarlo hablo en voz alta sobre Misha- que guapo varón, si tengo un hijo me encantaría que fueras novio de él, para presumir lo tierno y guapo que es.
-Creo Ángelo, que primero tendríamos que ponernos a trabajar en esa parte, además de que deberás ser paciente para ello.
El ojiverde tenía la mirada llena de ternura, la imagen de Ángelo con un bebé era preciosa, más recordaba que le prometió a Michael que lo apoyaría en sus estudios, además si alguno llegara antes él podría hacerse cargo para apoyarlo, amaba llegar a casa tener a su familia, cenar con ellos y luego disfrutar de su Ángelo.
-Franco -musito Ángelo para besarlo.
-Buenas noches, Franco -la fuerte personalidad del gigante rubio competía con la aura poderoso y viril del ojiverde, que parecían medirse sin palabras- sería un honor para mí y Misha si tu hijo pusiera los ojos en el mío, son gente llena de amor y una gran unidad.
-Hola Liosha agradezco el cumplido, pero este muchachito tiene muchos sueños que cumplir por el momento, así que Misha si eres paciente te vas a llevar al mejor suegro de Italia y el más guapo fértil.
-No lo dudo sus padres ante todo son gentiles y por tanto unos bellos seres humanos.
El cumplido dejo sin palabras a los presentes, haciendo enrojecer a Ángelo y halagando a Franco, definitivamente pensó el empresario le encantaría fortalecer lazos con el rubio.
-Bueno Francesco te dejo que cenes, voy a acomodar las compras para bajar a comer, Enrico y yo no pudimos comer nada.
- Quel rich di virgole, piccoli (Que comas rico pequeño), Marcelo, Liosha nos vemos al rato para tomar algo antes de la cena, me encantaría conversar contigo.
Liosha le pidió los brazos a Misha, más el bebé no se separa de Ángelo, estaba fascinado con la cadena que traía al cuello, era de flores esculpidas en tres oros.
-Te gusta pequeño, era de mi papi -lo dijo con nostalgia- mi papá la hizo como regalo de mi nacimiento, mis hermanos también tienen una cadena con diferentes figuras como recuerdo de su llegada a la familia.
-Occhi es joyero, vaya no me lo hubiera imaginado, además que es muy fuerte para su embarazo.
-Por favor no lo diga en voz alta, ni delante de los niños -Ángelo reviso que la puerta estuviera cerrada- sí mi papá le dijo es porque le tuvo confianza, pero no se lo ha dicho a mis hermanitos.
-Lo siento, en verdad no quería incomodarlos -Liosha al ver la angustia del castaño se sintió mal con él- no me lo dijo pero su cuerpo empieza a dar señales de la gestación.
-Sí es una noticia que mi suegro y Guido, quieren darle personalmente a Joseph y Benjamín.
-Bueno nosotros también bajamos para que Marcelo descanse un rato, tampoco ha querido estar quieto ayudando primero para la comida y ahora para la cena.
Franco se acerco al moreno de ojos verdes.
-Marcelo que te dijo Marco, que podrías hacer tu vida normal, no te esfuerces mucho, no quieres ver a Occhi y Guido amarrándote a la cama y dándote de comer en ella.
-Franco agradezco su preocupación, y sé que tus futuros suegros -Ángelo rió ante el nombre que les dio- les gusta protegerme, pero me siento inútil si no les apoyo.
-Bueno nos vamos a que Ángelo se cambie el uniforme de la escuela y baje a comer, Si no te molesta Liosha, el niño puede quedarse con nosotros.
-Al contrario me da pena a mí que Misha no se separe de tu esposo.
Ángelo enrojeció y oculto su rostro en el bebé.
-Ángelo apenas se va a casar conmigo, por lo que sí todavía están en Cagliari sería un placer que tú y el tío Luigi nos acompañaran, va hacer algo muy intimo lo vamos a celebrar en el jardín.
-Todo depende de Marcelo -Liosha después de hablar con él ya no pudieron conversar pues la llegada de Occhi más el cansancio del tío Luigi a quien llevaron a descansar no permitió hablar más sobre si aceptaba su oferta.
-Debería quedarse a la boda de mi fratello a mí papá le encantan los niños-Francesco vio la oportunidad de ocupar a su padre aunque sea cuidando a Misha y los dejara a él y Andrea en paz.
La puerta se abrió de golpe dejando ver a dos castaños correr junto con Roberto que venía persiguiendo a Benjamín que le había robado una caja de chocolates.
-Dame che piccolo diavolo (Dame eso pequeño diablo) -por fin recuperaba la caja, dándose cuenta de la presencia de Marcelo inmediatamente cambio de actitud- señor Marcelo buenas tardes le traje estas flores y supo por Joseph que le gustaban estos chocolates de Sicilia.
Marcelo no fue el único desconcertado con la actitud del joven, Franco veía a su primo político, Ángelo veía a Roberto, Joseph y Benjamín se destornillaban de la risa.
-Buenas tardes, Roberto, gracias por los chocolates y las flores, imagino que has venido a ver de nuevo a Joseph.
Ángelo junto con Misha fueron rápidamente abrazar a Joseph, Franco se puso serio era demasiado grande para cuñado.
Liosha no vio con buenos ojos que un chico de la edad de Roberto, tendría mínimo 18 años pensó, visitara un niño de 12 años, era claro que quería llegar al niño mediante Marcelo, se había dado cuenta que entre él y Occhi se encargaban ambos de sus hijos.
-Gracias, Roberto, no es necesario que me traigas ningún regalo -Marcelo tampoco era alguien que se dejaba seducir con obsequios para dar permisos.
-Al contrario señor Marcelo es un placer para mí darle algún pequeño presente, por eso me tome el atrevimiento de preguntarle a Joseph sobre sus gustos.
-Nuevamente te agradezco, pero me va dar pena tener que despedirte como sabes es la hora que los "niños" -subrayo con fuerza la edad de los menores- Joseph y Benjamín se ocupen de ciertas actividades personales, por lo que no reciben visitas de sus amigos.
-Es una lástima pero con gusto vendré mañana a visitarlos, si me permite.
-Roberto no quiero ser violento o grosero, pero Joseph -al escuchar su nombre por parte de su hermano, el chico se puso serio- apenas es un niño de 12 años, con la característica que no suele convivir ni cuando estudiaba en Arezzo o con nuestra llegada a Cagliari con varones, de ninguna edad que no sean de la familia.
-Sé la mala experiencia que tuvieron con Gaetano el fin de semana pasado, yo estuve presente -Marcelo vio Ángelo que bajo la cara, no le habían dicho nada ni Occhi ni a Marcelo para no preocuparlos, se dio cuenta que habría una plática en cuanto se fuera Roberto- fue un placer para mi ayudarlos, y sobre todo poder visitarlo a usted.
-Agradezco nuevamente el apoyo que le prestaste a los niños, gracias por tu visita -Roberto se sintió insultado, pero eso no impediría que se acercará al moreno- Franco, Liosha podrían acompañar a Roberto a la puerta.
Franco y Liosha escoltaron a Roberto hasta la puerta, sorprendiéndose por las palabras del joven.
-Vaya que esta casa es un palacio de belleza, en fin ya vendré en otra ocasión a visitarlos.
Franco se paró de golpe antes de llegar hasta la puerta de la calle.
-Te agradecería que no vuelvas a casa de mis suegros si tus intenciones son de otro tipo con los fértiles de esta casa -Franco se sintió ofendido ante las palabras de Roberto - no sé qué interés tengas en mi cuñado, aún es un niño demasiado inocente.
-Hey tranquilo, Joseph es muy lindo, pero no me gustan tan pequeños, al contrario me gustaría que siguiera siempre así, sin maldad o coqueto.
-.... -Liosha y Franco se pusieron atentos.
-No veo nada malo venir y ayudar al señor Marcelo, que yo sepa es divorciado y con lo avanzado de su embarazo necesita apoyo.
Franco se había quedado rezagado por lo que no escucho lo que le dijo en susurros Liosha.
-Sí quieres conservar los rasgos de tu cara, no olvides lo que voy a decirte -Liosha detuvo con fuerza el brazo del chico- le he pedido Marcelo matrimonio, por lo que todo lo que gire en torno a él y su familia es de mi interés personal, y como te ha dicho Franco evita volver a venir.
De un fuerte empujón ambos varones sacaron al chico de la casa.
-Dios no sé en qué cabeza cupo dejar que un tipo de su calaña se acercara a los niños, voy a tener que hablar con Matt sobre el hermano de Marco.
-Disculpa, quién es Marco.
-Es maestro de los chicos en la escuela y es ginecólogo, el está llevando el embarazo de Marcelo, Enrico, Occhi y Francesco.
-Me gustaría conocerlo -quería saber quien trataba a los chicos, Roberto le había dejado una muy mala imagen. Sus pensamientos se interrumpieron su celular estaba vibrando lo saco y empezó a hablar en ruso, por lo que Franco lo dejo solo.
Minutos después colgó, sus amigos acaban de dejar el lugar donde trabajaban, el dueño había querido forzar a uno de ellos a fin de que le abriera las piernas, literalmente le había dicho el chico ofendido, no le importaba acostarse con los fértiles pero de ahí a ser penetrado, no era el trato.
Les dio las señas donde se encontraba y la dirección a fin de que tomaran un taxi para hablar en persona con ellos.
No se dio cuenta en qué momento el tío Luigi se acerco.
-Liosha ha pasado algo malo.
-Tío Luigi -suspiro con cansancio- mis amigos acaban de ser despedidos por el dueño del lugar en que trabajaban al negarse hacer más complacientes en sus peticiones.
-Liosha se que va a sonar duro, pero has pensado que por ser extranjeros y no dominar el idioma les van exigir el pasaporte y la visa de su estancia en el país. Donde se van a quedar.
-No sé, les he pedido que vengan para acá.
Se metieron a la casa a fin de tomar una copa con Franco, Occhi y Marcelo que bebían un jugo de frutas.
Liosha les narró su experiencia como maestro e ingeniero en Moscú aunque regreso a su amada Kiev, donde se reencontró con un amigo de la infancia, Misha y los planes que hicieron para emprender un nuevo proyecto de vida.
Les contó la travesía que hicieron para llegar hasta Italia y la bondad de sus compatriotas, punto que lo llevo a comentarles que no tardarían en llegar, su jefe los había despedido por no acceder a condiciones que no habían negociado al momento de contratarlos.
Lo demás entristeció a Occhi y a Marcelo saber que el bebé no podría disfrutar a su papá.
Joseph y Benjamín se habían puesto la pijama, se veían demasiado inocentes, pensó al verlos, Liosha recordando la inesperada visita de Roberto.
El timbre sonó, ring, ring, ring.
-Deben ser mis compatriotas.
-Occhi, podrían quedarse en las habitaciones de abajo, por el momento no tenemos ni jardinero o ayudantes en la casa, si no les ofende a tus amigos -Marcelo vio a Liosha.
-Voy abrirles papacito -Joseph salió corriendo, mientras Benjamín se acomodo en los brazos de Franco quedándose dormido.
Cinco bellos rubios quedaron sorprendidos, cuando un niño pequeño de pijama amarillo paja les abría la puerta, sobre todo sus castaños cabellos volar, había corrido abrirles.
- Buona notte, sono Joseph, i miei genitori li aspetto (Buenas noches, soy Joseph, mis padres los esperan).
Joseph espero que pasaran para cerrar la puerta, los chicos quedaron rezagados cuando vieron que el niño fue jalado violentamente del brazo.
-Joseph, perdóname, te amo. No quería ofenderte... el sábado.
-Gaetano suéltame -la voz sonó angustiada.
-No, te amo.
-Gaetano, creo que has olvidado lo que te dije en el cine: sino confías en mí menos en el amor que te tengo, el cual espero se muera dentro de mí. Espero que en tu país, algún día encuentres a la persona que pueda amarte y enseñarte que es el amor
-No... -Joseph sintió que lo jalaba a su cuerpo y sintió su respiración en su rostro, las lágrimas surcaron su rostro. Más nunca llego ningún beso.
Marcelo después de la platicar con Ángelo se dio cuenta que confiaban demasiado y no vigilaban los niños, salió seguido de Liosha y Occhi.
Al ver a Joseph forcejear, Occhi le arrebato al pequeño para abrazarlo.
-Gaetano te pido por favor, que no vuelves a molestarlo, apenas tiene 12 años -señalo con tono duro Occhi.
-Señor.
Cuando iba aventarlo para arrebatárselo, Liosha lo detuvo, más no dijeron nada al ver al abuelo del chico acercarse.
-Occhi quiero pedirte en nombre de mi nieto una disculpas por lo que le haya hecho a Joseph, asimismo te informo que desocupamos la casa hoy, disculpa que te avise tan repentinamente, pero de por sí ya había arreglado todo para marcharnos con unos parientes a Estados Unidos. Me gustaría saber si es posible, que negociáramos el precio de la casa y los muebles.
-No abuelo, yo no quiero irme, yo estoy enamorado de Joseph, que no lo entiendes -Gaetano ya no hablaba gritaba- ambos no entienden mis sentimientos por él.
-Calla Gaetano.
-No abuelo, no pienso irme.
Joseph lloraba en brazos de Marcelo al acercarse a Occhi para hablar con el abuelo de Gaetano.
Tanto los recién llegados como el resto de la familia observaban el desconsolado amor del chico.
-Joseph sé que te lastime y quise forzarte, pero entiéndeme, no quiero estar separado de ti, todos estos días han sido muy duros, prométeme que si regreso por ti serás mío y no te negaras de nuevo.
Las palabras de Gaetano sorprendieron a todos, Joseph no se dio por enterado de lo que decía el chico podría ser malinterpretado.
-No puedo prometerte nada Gaetano, ni siquiera sé que voy a querer el día de mañana -entre lágrimas pudo musitar Joseph- además que tú no quieres jugar o estudiar conmigo, no eres mi amigo ya.
Vanya el más joven de los recién llegados apenas pudo reaccionar, Gaetano jaló bruscamente al niño, Marcelo no cayó al ser sostenido por Liosha.
El beso que pensaba darle fue frustrado por un rubio de ojos celestes, que se interpuso entre él y su amado, lo último que vio y escucho un triste adiós.
Los gritos de Gaetano se oyeron por el patio.
Continuará..................................