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Ángelo por Komka Daisuke

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Notas del capitulo: Besos y muchísimas gracias por habernos acompañado en estos 39 capítulos. a lo largo de la historia, con sus comentarios, con su lectura. Gracias Hikaru por corregirla.
 

Capítulo 39 Le nozze ed i sensi del destino

(La boda y los caminos del destino)

 

Joseph lloraba desconsoladamente en su habitación, desde que amueblaran la casa a cada uno se le asigno una habitación de manera individual y aún así sobraron recámaras.

 

A él lo habían enviado al último piso, al ático donde estaban las habitaciones desocupadas como parte de su castigo.

 

Después de lo sucedido con Gaetano su padre lo había regañado, primero por haber visto a Roberto en la escuela para decirles los gustos del señor Marcelo lo que no dejo explicarle que no fue por él, la visita de Roberto sin pedir permiso para entrar a la casa y luego la loca declaración de amor y despedida de Gaetano, más lo sucedido ese sábado.

 

Para rematar había ido Toto y Silvio a saludarlos llevándoles dulces, Occhi ni Marcelo dijeron nada, le comentaron a los chicos que estaba enfermo, y les agradecían el detalle hablando con ellos sobre qué tipo de amistad llevaban con Joseph, las respuestas dejaron intranquilo a Occhi.

 

Toto comento que los conocieron para ir al cine un sábado y que Joseph le había simpatizado a Silvio mucho por ser casi de la misma edad además de ser muy bello y extrovertido para su edad, además de contar sin malicia el ataque de cosquillas que jugaron con él, olvidándose mencionar a Benjamín.

 

Occhi se quedo mudo con que se refería con extrovertido y haber jugado con dos perfectos extraños hacerse cosquillas.

 

Tenía demasiados días de estar castigado en su habitación, no tenía permiso ni de bajar a hacer ninguna comida con la familia. Tachaba en un calendario los días que habían pasado desde su castigo, su cumpleaños no fue celebrado, en esa fecha no puso ninguna señal, pero sí la palabra: nacimiento.

 

Salía de su cuarto únicamente para ir a la escuela.

 

Él único que lo visitaba era Marcelo para llevarle las comidas y algún postre. Además de llevarle el bebé, que era su compañía y darle un poco de amor, ni Ángelo o Benjamín subían, primero por la prohibición de su papá de hablarle hasta que reflexionará su comportamiento y luego por qué Ángelo se perdía con Franco y Benjamín con sus amiguitos de la escuela.

 

Extraño mucho a Marcelo la semana en que dio a luz, porque la comida se la dejaban afuera de la habitación, las personas que ahora ayudaban a su padre.

 

Además que Guido no estaba por ayudar a Franco con los contratiempos de trabajo por lo que decidieron celebrar la boda dos meses más tarde, para poder irse de luna miel.

 

La ropa para ir al enlace de su hermano hasta se la habían comprado sin llevarlo, ni siquiera sabía que es lo que llevaría.

 

Además desde que llegaran a trabajar a la casa tres de las cinco compatriotas de Liosha, a quienes no había visto desde esa noche, se encargaban de la limpieza de toda la casa y el jardín, por lo que ni por eso podía bajar a barrer las hojas de los árboles.

 

Se metería a bañar en unas horas más Ángelo se casaría con Franco, por lo que desde la ventana había visto lo bello que arreglaron el jardín para la boda de su hermano.

 

Desvistiéndose con calma entro en la regadera, no escucho unos suaves golpes en la puerta.

 

Se estaba tallando el cuerpo cuando se le cayó el jabón, no supo en qué momento perdió el equilibrio golpeándose con la llave del agua, sintió como un grito salió de su garganta, lo último que supo antes de perder el sentido que unos ojos celestes lo miraban con preocupación.

 

Marco había llegado temprano para revisar a los tres embarazados, en su maletín había puesto hasta su botiquín de primeros auxilios.

 

Marcelo ya había dado a luz a un bello varón idéntico a él, de nombre Luca, por lo que las preocupaciones eran menores.

 

Marcelo era el encargado de alimentar a Joseph, pero por los preparativos de la boda designaron que fuera Vanya llevara su desayuno y la ropa.

 

Al ucraniano le daba pena la situación del niño, pero las costumbres italianas eran demasiado absurdas, él había sido testigo de la declaración de Gaetano, recibió a los otros dos chicos, que únicamente dijeron algunas cuantas palabras que se convirtieron para el adolescente en más castigos por su comportamiento, y no se levantaría la sanción hasta que cambiara su forma de comportarse con los varones.

 

Los chicos y él habían observado en el tiempo que llevaban que ni siquiera el niño era coqueto lo vigilaban desde lejos que obedeciera, lo veían subir hasta el último piso para no salir, nada más a la escuela.

 

Eran testigos de su sufrimiento lo oían llorar mucho, ellos habían sido colocados en el mismo piso a fin de vigilarlo por orden de Occhi y Liosha, a quien tenían informado del comportamiento de cada miembro de la familia.

 

Al escuchar el grito entro a la habitación para luego ir al baño donde vio en el suelo al adolescente con los cabellos llenos de sangre por lo que agarro la toalla para bajarlo de inmediato con el doctor.

 

Como una aparición vio Marco envuelto en una toalla a Joseph, que tenía los castaños cabellos llenos de sangre.

 

En unos instantes revisó y vio que se había abierto la cabeza, limpio el área para coserle inmediatamente era muy pequeña por lo que con cuatro puntadas cerró.

 

Se alegró de llevar su ropa para la fiesta en un porta trajes, con cuidado lo checo, todo estaba en orden además que había despertado ya.

 

-Joseph temo que vas a tener que guardar reposo, el golpe que te diste a pesar de no ser muy duro va a provocarte dolor de cabeza -vio la carita triste, estaba enterado del duro castigo además que habló con Roberto que le dijo molesto lo que había pasado y que su interés había sido por Marcelo, no quiso explicarle nada al implicado, al pedírsele que su hermano ni si acercara a la casa sobre todo a Joseph.

 

Roberto había perdido el interés en Marcelo, por lo que no se volvió a acercar a ellos.

 

-Voy a tener que guardar cama.

 

-No, pero vas a tener que ir conmigo a que te tomen una radiografía no vamos a tardar -Marco volteo a ver al rubio que lo había traído- disculpa podrías bajar su ropa a fin de llevármelo.

 

-Sí.

 

Marco espero que se fuera el chico para abrazarlo, a diferencia de los demás no había hablado con Joseph desde su castigo.

 

-Joseph te pido una disculpa por todo lo que ha pasado.

 

-No tienes porque.

 

-Sí yo no hubiere traído a Lorenzo y compañía, sin olvidar a mi hermano, únicamente hubieses sido regañado por lo de Gaetano, yo soy testigo que en ningún momento has sido culpable de nada.

 

-De todas maneras no me hubiesen creído, mi papá no desea ni verme ni que este cerca de Benjamín. Lo he pensado bien y aquí sobro.

 

-No digas eso Joseph, Occhi quiere lo mejor para ti -sintió que se le rompía el corazón ante las duras palabras del chico que había cambiado en el tiempo que no lo había visto estaba más delgado y había crecido más de 10 centímetros, había dejado de tener la imagen de niño.

 

-Lo mejor para mí es un internado de señoritos, escuche Ángelo hablarlo con Francesco -lo que no sabía es que no se refería a él sino a un conocido quienes sus padres preferían que fuera con puros fértiles- antes de que me lo diga voy a pedir que me mande ahí, para evitarle tontas explicaciones.

 

Occhi se quedo mudo al ver a su hijo con sangre en la cabeza y a Marco limpiándolo, cruzó el pasillo rápidamente para preguntar lo que había pasado.

 

Marco le comentó que se resbalo en el baño y que tuvo que darle algunas puntadas, pero que era necesario tomarle una radiografía.

 

Joseph tenía desde su castigo que no veía a su padre, por lo que tomo fuerza para hablar.

 

-Marco me permites hablar a solas con mi padre, bueno si él quiere.

 

Marco señaló que se iría a la camioneta para esperarlo.

 

Joseph vio con tristeza a Occhi, a diferencia de Benjamín él se entero del bebé de manera indirecta, nadie hablo con él. Además que fue muy duro para él pasar su cumpleaños sin su papi y nadie de la familia.

 

En realidad nadie se había acordado porque ese día nació Luca el hijo de Marcelo.

 

-Cuando murió mi papi Michael nos prometiste a cada uno de nosotros, que respetarías el lugar donde quisiéramos estudiar, hasta que por Ángelo y tu relación de Guido decidiste establecer aquí en Cagliari.

 

Occhi no lo estaba escuchando completamente, pensaba lo mucho que sentía el castigo y no hablar con el chico, pero cada vez que se proponía ir a verlo surgía algo inesperado sobre la boda, la salud de Marcelo, su embarazo, la propia casa. Se sentía culpable de haberlo aislado tanto tiempo.

 

De momento asimilo que la actitud seria de su hijo no era la que se acordaba de él, además que en dos meses había dejado sus rasgos de niño.

 

-Joseph.

 

-Quiero irme a estudiar a Suiza, a partir de este momento, sé por algunos compañeros que los mejores colegios para señoritos están allá.

 

-Hijo.

 

-No quiero estar más en este casa, deseo irme lo más pronto posible, discúlpame pero ya traen mi ropa y como tú has indicado debo empezar a comportarme de acuerdo a mi edad ya no como un niño sino como un fértil, espero que arregles lo más pronto posible mis papeles.

 

Vanya había escuchado toda la conversación vio con tristeza el dolor de Occhi, el rostro sin vida del adolescente, era claro, lo habían hecho sentir que sobraba sin pensar que lo hacían.

 

 

Marcelo bajo para ir ayudar a Occhi a quien encontró desconsolado al informarle la petición de Joseph de querer irse a estudiar al extranjero.

 

-No quiero sonar repetitivo y molesto, pero te dije que el castigo de no hablar con nadie y tenerlo encerrado, además de no decirle en persona que tendría un hermanito fue muy duro para él.

 

-Y que quieres que haga, cuando nos dimos cuenta Guido y yo, Benjamín le había comentado camino a la escuela lo del bebé. El propio Benjamín me dijo que no quería hablar de ello, por eso quisimos darle tiempo para asimilarlo. Sin contar que Guido no ha estado en semanas en la casa por motivos de trabajo, sabes que ahora él a fin de descargar a Andrea de los viajes internacionales, apenas regreso a anoche, y al igual que tú está molesto conmigo por el castigo de Joseph. No quiero pensar en Enrico en cuanto se entere, es capaz de llevárselo a Estados Unidos con él y Luciano.

 

-Déjame llevármelo a Cerdeña conmigo, para que le des tiempo.

 

-No quiero separarme de él.

 

-La escuela está a punto de terminar, dale dos opciones irse conmigo o quedarse en Cagliari.

 

-Pero...

 

Joseph regresaba ya vestido.

 

-Voy a ir solo con Marco o alguien me va acompañar.

 

-Tu padre y yo vamos a acompañarte, Joseph que golpe te diste.

 

Joseph se derrumbo y dejo que algunas lágrimas salieran al sentirse abrazado por Marcelo, pero cuando se acerco Occhi se alejó.

 

-Joseph.

 

-Marco nos espera vamos.

 

Vanya dile a Liosha lo que pasó, no tardo.

 

-Sí señor Marcelo.

 

No fue mucho el tiempo que pasaron en la clínica.

 

No había señales de que el golpe pudiera tener consecuencias, en el camino Marcelo invitó a Joseph irse con él, al comentarle que su padre le había dicho sus intenciones de irse a estudiar al extranjero no dudo en aceptar.

 

Marco escucho con tristeza que el adolescente se iría ese mismo día junto con Marcelo no estaba enterado que regresaba a su tierra.

En el jardín Ángelo vio como había flores por el camino que recorrería junto con su padre para entregarlo a Franco.

 

Ambos vestían de smoking, el de Ángelo era totalmente blanco y el de Franco negro.

 

El cabello de Ángelo había sido recogido en una coleta, lo había dejado crecer para ese día, Franco lo llevaba corto como era su costumbre últimamente dejando a la vista sus hermosos ojos verdes.

 

Vio como su Ángelo caminaba agarrado del brazo de Occhi, adelante iba Benjamín aventando pétalos de rosa.

 

Enrico llevaba una bata suelta, le habían dicho que tendría gemelos de ahí que fuera tan notario su embarazo, Matt no dejaba de besarlo, mientras su suegro reía ante el comportamiento de su enamorado hijo, el par de enamorados regresaban de pasar un mes en las playas de la costa francesa.

 

Lorenzo vestía un sobrio traje negro, que contrastaba con la vestimenta de Marco, que era de un gris perla, resaltando sus bellos ojos grises.

 

Los padres de Franco y sus hermanos con sus respectivas familias tenían poco de haberse enterado de la boda, Franco no era muy comunicativos con los miembros de su familia, por lo cual cuando les llevo a Ángelo para presentárselo fue una gran sorpresa.

 

Era un secreto a voces que se habían distanciado del tío Marco y Vincenzo, pero los negocios eran a punto y aparte, señaló con dureza Franco al irlos a visitar para informarles de su enlace.

 

Además que se sorprendieron al ver lo joven de su prometido y lo bello que era, sin contar que las pocas ocasiones que tuvieron para conocerlo en casa del tío Marco nunca coincidieron.

 

Ángelo sintió como un sueño el decir sí, acepto, recordó su primer beso en el hotel, la confusión, el escape y su reencuentro.

 

Franco lo beso con dulzura, agradeciendo al destino que esa noche lo confundiera y ese ángel entrara a su vida, riendo desde como le quito la ropa para no escapar, la angustia por localizar al ladrón de sus sentimientos, la muerte de Michael, Vincenzo y su relación con Marcelo, y un sin fin de cosas que pasan en su mente como un collage.

 

Francesco estaba abrazado de Andrea, estaban felices, probando el vivir en pareja, pues desde que Marcelo les informó que podrían irse a vivir juntos, el chico se había ido a vivir con su amado, después de la llegada del tío Luigi.

 

Andrea y él se sentían en un sueño, además que el abogado había podido resolver todos sus problemas sin salir de viaje al ser Guido, quien lo apoyará mientras la salud de Francesco se fortalecía el acuerdo era por algunos meses el tampoco quería perderse la gestación de su hijo.

 

Unos ojos verdes veían con tristeza a la pareja, Marcelo estaba a punto de comenzar una nueva etapa en su vida, al único que le informó de su partida fue a Occhi, quien junto con Guido fueron sus testigos de su matrimonio.

 

A nadie más le dijo que se había casado con Liosha en cuanto dieron el fallo de su divorcio, por lo que no había necesidad de apresurar ninguna boda para su hijo.

 

El niño estaba registrado con el nombre de Luca y el apellido de Liosha, Vinográdov, quien apenas había regresado para la boda de Ángelo y por Marcelo.

 

Desde su propuesta de matrimonio y ese mismo día su aceptación, habían dejado la casa él y el tío Luigi.

 

Todos los trámites de su boda se habían hecho desde Cerdeña a fin de no levantar comentarios innecesarios.

 

El contrato que firmo Andrea, Guido lo guardaría, para recordarle que no era un papel lo que daba validez a su compromiso de cuidar, proteger y amar a su familia.

 

Marcelo vio como Liosha y Vanya llevaban las cosas de él y Joseph al auto, ellos se irían al terminar la recepción.

 

Su esposo, pensó el ojiverde, tenía más de dos meses de no verlo, ni siquiera hablaban por teléfono, y eran esposos.

 

Volteo para ver a Francesco de quien quiso despedirse, llevaba semanas tratando de hablar con él y siempre había una negativa o algo que hacer, como en ese momento que le dijo que lo que le fuera decir podría esperar, deseaba seguir bailando con su amado.

 

Francesco a pesar de que su padre no lo había presionado más con su torturante y frustrada visión del mundo, al contrario le había apoyado en todo, aún estaba resentido con él.

 

Marcelo no insistió, además que Ángelo le dio el ramo, y un gran beso al igual que Franco, quienes nada más termino el banquete se fueron de luna de miel en un crucero por el Mediterráneo, la mirada de felicidad de ambos, le dio fortaleza para dar inicio junto con Luca a una nueva etapa de su vida.

 

Occhi y Marcelo decidieron no decir adiós sino un hasta luego.

 

NOTA: ESto no termina sino sigue en Marcelo&Joseph... Tres matrimonios, tres caminos diferentes, cada uno lleno de amor,  engaño, dolor, pérdida… será acaso que en esta ocasión si encontrará la felicidad. 

Joseph: Aún no sabe qué es ser amado y su corazón ha sido llenado de espinas llenas del veneno de soledad y dolor, podrá con el tiempo dejar florecer el amor.

Notas finales: Gracias Daisuke a donde quiera que estes por enseñarme tantas cosas, eres la estrella que ilumina cada noche la soledad de mi ventana. Gracias hermano, por ser alguien tan especial en mi vida, a un año que se cumple de tu partida, no olvido tus bellos ojos, esos ojos que siempre recordamos llenos de felicidad.

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