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Ángelo por Komka Daisuke

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Notas del capitulo:

 

Hola 

Les traemos la continuacion de esta historia.

Ojala sea de su agrado. Dejad por favor reviews.

Komka Daisuke 

 

 

En el capítulo anterior:

 

(Marcello dirigiéndose a su hijo) -Creo que es momento que conozcas el porque si yo fui quien te trajo al mundo, se le oculto a todos y porque no llevas en primer lugar el apellido Prada en vez de Podesta.

 

-No juegues conmigo papi, los abuelos siempre me dijeron que mi otro padre murió cuando yo nací.

 

-Es una verdad y una mentira, pequeño, en realidad necesito que escuches como nos conocimos y que fue lo que sucedió hace 16 años.

 

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L'amore non può essere perduto con la distanza né con il tempo. (el amor no se puede perder ni con la distancia ni con el tiempo)

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-En el año de 1991 -comenzó a contar Marcello- cuando acaba de cumplir los 14 años, mi padre me dijo:

 

Marcello: como regalo de cumpleaños, voy a llevarte a la fiesta vinícola de Cagliari que se celebra en honor de la virgen de Yecla, este verano las cosechas han sido excelentes, y tu necesitas conocer mas de cerca el negocio del vino, recuerda que un día, tu serás la cabeza de familia y necesito que dejes de comportarte como un niño y asumas responsabilidades, yo pronto seré viejo, y tú deberás hacerte cargo de todo. ¿Me entiendes? –Yo me sentía feliz y grande, continuo relatando.

 

-Ya tenía 14 años y había crecido bastante, ya no media 1.50 sino 1.58 y aunque mi padre, hasta ese entonces, había sido muy rígido conmigo, aún me faltaba conocer mas de su poder…

 

Flashback

 

Marcello iba caminando entre los puestos de la feria en honor a la virgen de Yecla, su padre había cumplido su promesa y lo había llevado como regalo de cumpleaños, su andrógina figura y ágil cuerpo le ayudaba para desplazarse mejor entre el gentío, su hermoso cabello castaño oscuro le llegaba a media espalda, el cual estaba sujeto en una media trenza, mientras su blanca piel contrastaba con sus ojos verdes esmeralda, de pronto, sintió que alguien lo miraba, mas sonrió, de seguro su padre, tíos y primos debían de estar vigilándolo, debido que era el más joven de la comitiva.

 

Los hermanos Massimo y Vincenzo Prada Sacchetti, con sus 17 y 20 años respectivamente, vivían en Oristán (en italiano: Oristano, en sardo: Aristanis) localidad ubicada en el área septentrional de la llanura del Campidano en la misma Isla de Cerdeña, con una población de cerca de 30.000 habitantes, que en su mayoría viven en el centro de la población, sin embargo, las tierras fértiles de viñedos, están ubicadas en la franja que va del centro de la población hasta el golfo de Oristán, es ahí donde los Prada eran dueños de prolíficos viñedos y esa era la razón por la que se encontraban en Cagliari.

 

Ambos hermanos, a pesar de su edad y de ser personas de campo adineradas, vestían muy sencillamente, no les gustaba sobresalir por los lujos, además que eran conscientes de su belleza física que los hacía resaltar en cualquier ambiente, por lo que trataban de pasar desapercibidos, mientras veían a los asistentes de la fiesta vinícola con cara de aburrimiento, ya que casi nunca tenían tiempo de divertirse, desde muy pequeños habían sido educados para llevar los negocios de la familia, haciéndolos muy responsables, aunque esto no había hecho que sus personalidades fueran distintas.

 

Massimo no tenía malicia, era parlanchín y muy directo, al contrario de su hermano mayor que tenía una larga lista de amantes, era sociable pero muy reservado para su vida personal y sobre todo muy protector con sus seres queridos, lo que le había llevado a romperle la cara a quienes osaban pasarse de listos con algún miembro de su familia.

 

De repente vieron como un chiquillo de hermosos ojos verdes y cabellos castaños era molestado por tres chicos que trabajaban en los viñedos de su familia y al parecer estaba sólo, por lo que Massimo se dirigió a ellos, siendo seguido unos pasos más atrás por Vincenzo.

 

Marcello ya estaba harto del grupito que primero le había jalado la trenza para hacerlo voltear y luego hacerse los disimulados y como su táctica fallo, lo habían rodeado y tratado de hacerle platica.

 

-Dime hermoso, ¿donde esta tu novio que te ha dejado solo...?

 

-Vamos morenito, ¿de donde vienes?

 

-¿Es que en tu pueblo no te han educado para responder?

 

Marcello no contesto y quiso pasar de ellos, pero fue jaloneado de la camisa para no dejarlo ir.

 

-Creo que no te hemos dado permiso para irte. –Oyéndose la risa de los tres jóvenes.

 

Massimo veía como estaban molestando al castaño cuyo cabello volaba junto con el viento, pues de tanto jalarle la trenza, se había deshecho. Sin meditarlo llego y lo tomó de la cintura para decir.

 

-Hola chicos, que les parece mi lindo novio, acaso no es bello –Marcello se quedo en total silencio primero al sentir que su cintura había sido abarcada por un sujeto extraño que llegaba diciendo que eran novios. –Si nos disculpan tengo que compensarlo por llegar tarde, ciao (adiós).

 

El trío no dijo nada pues a unos cuantos pasos vieron la dura mirada de Vincenzo, quien contemplaba a la pareja que se había marchado.

 

Al alejarse del trío, Marcello por fin recupero el habla.

 

-Gracias por ayudarme, pero si me sueltas te lo agradecería más. –Tiñéndose de rubor sus mejillas.

 

-Mira que te ves más lindo con los cachetes rojos como las manzanas.

 

-Te agradezco, sin embargo no me has entendido que quiero que me sueltes...

 

-¿Eres un chico fértil; verdad?, pues esta breve cintura. –Abarcándola con sus dos manos- y la falta de bello facial, más la marquita que los diferencian de los demás varones, no niega, que eres un apetecible niño.

 

Marcello estaba sin habla, ¿En qué momento le había visto la marca que lo señalaba como fértil?, pues él la tenía debajo de la tetilla derecha, lugar que siempre estaba oculto con camisetas, pues su padre le había ordenado que por ningún motivo se podría saber que era un joven fértil.

 

Lo que no sabía Marcello es que con tanto forcejeo con el trío de molestosos se le había abierto la camisa y la camiseta con el sudor se había vuelto transparente.

 

-Creo que el calor ha dejado al descubierto un par de ricos pezones y sobre todo el derecho con esa marquita se resalta más.

 

-Oh...-Marcello coloca sus brazos al frente tratando de cubrirse.

 

Mas no esperó que Massimo se quitara el chaleco que traía y se lo colocara para luego cerrarlo.

 

-Así esta mejor pues "mi novio" no debe de anda enseñando esos deliciosos pezones. Además me llamó Massimo Prada. ¿y tú...?

 

-Marcello Podesta…

 

-Bueno entonces, venga que tenemos que recorrer todos los puestos para encontrar algo rico que comer y beber....

 

Esa tarde Marcello fue escoltado por toda la feria por un atractivo varón de piel aceitunada, bronceada por el sol, ojos y cabellos castaños oscuros.

 

Los días siguientes iba temprano a la posada donde se habían quedado, para seguirle enseñando los alrededores. Como su padre estaba muy ocupado comprando semillas y abono, le había dado permiso de salir sólo.

 

Un día antes de que terminara la fiesta lo fue a ver a su habitación Vincenzo.

 

Tock, tock

 

Marcello al escuchar la puerta pensó que era su padre por lo que salio todo apresurado del baño, colocándose una toalla que le cubría del pecho hasta la mitad de los muslos.

 

-Dime papá que se te ofrece.

 

-Hey tu que no soy tu padre –Y sin esperar ninguna invitación se metió al cuarto, pero antes cerró la puerta.

 

Marcello no sabía que hacer ante ese tipo alto de cabello negro, ojos azules y tez bronceada, y es que a diferencia de su hermano, Vincenzo se parecía más a la familia de su madre, los Sacchetti.

 

-Será mejor que se marche tengo prohibido recibir visitas sin la autorización de mi padre.

 

-Vamos gattino (gatito) no te enojes, me manda Massimo.

 

Al escuchar el nombre el de por si rojo rostro se volvió más carmín.

 

-Mi hermano tuvo que irse anoche con mis primos, por lo que no va a poder acudir a su cita, sin embargo me dijo que te diera esta carta y que me des por favor la dirección del colegio donde estas en Sicilia. Pero será mejor que te vistas no te vayas a resfriar. (Y a mí a calentar, pensó, pero inmediatamente apartó ese pensamiento de su mente.)

 

Vincenzo no había dejado de admirar el cuerpo que tenía enfrente de él si bien no acababa de desarrollarse, prometía ser toda una obra de arte. Mas lo veía sin morbo pues era novio de su hermano, por tanto le debía respeto.

 

-La próxima vez antes de abrir vístete primero no es correcto que un chico fértil deba dejarse ver solo con una toalla, anda yo no me voy a ir hasta que me des una respuesta.

 

Marcello tomó la ropa que había dejado en la cama y se metió al baño a vestirse.

 

Vincenzo dejaba vagar su vista por la habitación, observando que su futuro cuñado era una persona limpia y ordenada.

 

El chiquillo salió a toda prisa para dirigirse al escritorio que había en su habitación y saco de la maleta que estaba a un lado, un cuaderno y escribió sus datos, para dárselos luego al otro chico.

 

El ojiazul leyó la nota para verificar bien los datos, pero se quedo sorprendido.

 

-Pues que edad tienes si apenas vas en secundaria –Dijo un sorprendido Vincenzo que había pensado que el chico tendría como 16 años.

 

-Acabo de cumplir la semana pasada 14 años.

 

-Pero si no has dejado de ser un bambino (bebé)... pero bueno esa es cuestión tuya y de mi hermano, lo que si te quiero aclarar que no por ser casi un niño voy a permitir que juegues con él, quiero que te quede claro que los Prada podemos ser muy vengativos con quienes hacen daño a nuestros seres queridos.

 

Esa sería de las pocas veces que se verían, pues después de eso Massimo no pudo visitarlo en el colegio pues el trabajo le impidió viajar a Sicilia, sin embargo, le escribía casi a diario.

 

Al verano siguiente, se reencontraron en la misma feria ya que después de mucho rogarle Marcello a su padre acepto llevarlo de nueva cuenta con él a la festividad de la Virgen de Yecla, pero nunca le dijo que se reencontraría con Massimo, su padre, nunca lo hubiera permitido.

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Questo momento durerà per sempre, non importa cosa succederà dopo.

(Este momento durará por siempre, no importa lo que pase después.

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Massimo estaba demasiado nervioso, había esperado todos estos meses por tener a su gattino (gatito) que tenía ya harto a Vincenzo, pues no tenía otro tema de conversación que no fuera Marcello.

 

-Ya cállate Massimo, me tienes lleno de Marcello aquí Marcello allá que si las esmeraldas no lucen igual que sus ojos, que su cabello parece parte del aire de tan suave…

 

-Lo siento, es que desde que lo conocí no he dejado de pensar que fue una suerte que pudiera conocerlo y hasta seducirlo con las cartas… -suspiro- sé que me has tenido que ayudar porque en ese tema estoy totalmente verde… pero es que nunca has sentido la necesidad de pensar en alguien noche y día, o día y noche… Soñar con esos pequeños labios, con esa marquita que tiene bajo el pezón y me gustaría besar.

 

-Eso esta muy bien, porque son zonas altamente sensibles para los fértiles y lo harás gemir bastante alto…

 

-Y si fallo, sabes que yo no tengo toda esa experiencia que le he dejado sentir en mis letras al piccolo Marcello… me da miedo de lastimarlo, pues él... sabes bien que yo soy el primer novio que ha tenido y el primero en muchas cosas, incluyendo que quiero poder tenerlo solo para mi y como papá va a salir quiero tener intimidad con él. Ayúdame Vincenzo.

 

-Eso lo tienes que solucionar solo fratello (hermano)… no quiero ensuciar algo tan limpio y puro como tu amor por el gattino (gatito). Sabes bien que a mi nadie me ha inspirado el respeto y amor que tienes tú…

 

-Es que me da miedo fallar sabes que nunca he tenido sexo con nadie y no porque no me lo pidieran no es lo mismo dejar que me lo hagan oral y algunos besos que llevar a cabo todo el "númerito".

 

-Tienes que dejar que tu corazón te guíe y como su cuerpo va reaccionando te va hablar de sus emociones.

 

-Tengo miedo.

 

Ya fastidiado Vincenzo se para de la cama en que estaba sentado…

 

-Hagamos una cosa yo te ayudare solo al principio, pero... el que hará todo serás tú…

 

-Gracias.

 

Feria

 

Marcello no pudo ocultar la gran alegría que tenía porque después de un año de noviazgo por cartas volvería a ver a Massimo.

 

Tenía muchos nervios pues en todas sus cartas no únicamente le hablaba de lo que hacía sino los deseos que tenían sus labios y manos por poder amarlo a través de sus caricias. Nunca le había escrito nada que lo pudiera ofender, pero era demasiada la pasión en ellas.

 

Massimo llegó por él y tomándolo de la mano lo llevo a recorrer algunos puestos de la Feria para luego perderse entre el gentío y llevarlo al hotel.

 

-A dónde vamos Massimo.

 

-¿Confías en mi gattino? (gatito)...

 

-Si –dijo con una enorme sonrisa el castaño.

 

-Vamos.

 

Caminaron lentamente y al llegar al hostal con cuidado y vigilando que nadie los viera subieron a las habitaciones de los Prada.

 

Abrió con cuidado la habitación y cedió pasó al pequeño.

 

-Adelante mi amore (amor)

 

Con miedo entró a la habitación. Massimo lo abrazó por detrás.

 

-Tengo las cortinas cerradas a fin de que no tengamos curiosos y sea más romántico.

 

-Esta bien…

 

-Ven gattino (gatito), quiero jugar contigo a que me reconozcas, ¿me dejarías tapar tus hermosos ojos?

 

Marcello se sorprendió por el pedido pero movió su cabeza para aceptar. Cuando una mascada cubrió su visión.

 

Vincenzo que estaba en el baño vio entrar al gattino (gatito) y su temor. Le hizo señas a Massimo para que se acercara despacio.

 

Vincenzo vio el temblar de sus labios de ambos jóvenes y le hizo señas a su hermano para morder suavemente los labios.

 

Massimo obedeció.

 

-Ah… -dejo escapar un pequeño gemido.

 

Todo iba bien pensó Massimo hasta que no pudo abrir los botones por los nervios, empezando a sudarle las manos y la frente, al ver el nerviosismo de su hermano lo abrazo por detrás a fin de que no despegare su boca que iba abriendo poquito a poco los labios de Marcello.

 

Con maestría pues no era la primera vez que participara en un trío, quito lentamente la camisa para dejar que Massimo acariciara la piel que respondió inmediatamente a su tacto y le dijo muy quedamente a su hermano que ya se había separado de unos enrojecidos labios que succionara las tetillas de su novio.

 

Con veneración beso con cuidado la marca del pezón para luego empezar a morderla con lentitud y poca fuerza. Vincenzo le hizo señas succionando su propia mano de que la mordiera y succionara al mismo tiempo y que con su mano acariciara su entrepierna.

 

Nuevamente abrazo por detrás a Massimo y quiso tomar la mano de su hermano, pero al sentirla tan sudada opto por ser él quien empezará a acariciarle para darle tiempo a su fratello (hermano) de secársela en sus pantalones.

 

-oh-o-h-oh- nuevos gemidos se dejaron escuchar.

 

Con maestría tenía ya desabrochado el pantalón del gattino (gatito) el cual estaba hasta sus tobillos y su truza ya estaba toda mojada de la excitación.

 

Pues Massimo no había dejado de succionarles sus pezones y la marca de fértil. La mano que tenía libre por fin había dejado que fuera llevada a la virilidad de su chico.

 

Y ambos hermanos con un compás lento y constante lo acariciaban.

 

Massimo se quedo quieto un momento pues estaba tan excitado que él deseaba ser atendido también al darse cuenta de esto Vincenzo le hizo señas que el mismo se tocara en tanto acostaba y acabo de desvestir al gattino sin tocarlo demasiado, pues el chico estaba muy excitado con ternura lo recostó, pero no espero que el pequeño lo besara con demasiada inocencia.

 

Massimo no se percató del beso pues estaba más preocupado de que el cinturón no se le podía desabrochar.

 

Vincenzo se separó con cuidado para mantener excitado al gattino, pero sin besarlo y tocarlo nada más de lo necesario lo puso en cuatro para dejar al aire el pequeño trasero llamó con señas a Massimo para que lubricara la apretada entrada mientras el acariciaba el miembro del chico para mantenerlo excitado lo más posible pero sin eyacular.

 

Por mala suerte cuando la cara de Massimo estuvo cerca de la intimidad de Marcello se le escapa un gas haciendo que el pequeño le dijera mil disculpas, pero Massimo quería vomitar.

 

-Perdóname, no era mi intención… yo lo siento… perdóname.

 

Vincenzo por poco se descubre por el ataque de risa que le dio… pero las lágrimas del gattino les rompieron el corazón tanto a Máximo como a su hermano.

 

Con cuidado Massimo empezó a besar las lágrimas y decirle que lo más importante era él. Y pues que habían tenido mala suerte, volvió a acomodarlo en cuatro, para besar cada milímetro de la piel, momento que Vincenzo le dijo que lo intentara con los dedos, al ver que no le entendía se chupo sus dedos e introdujo con delicadeza uno mientras ponía la mano de Massimo en el falo de Marcello para que lo acariciara con suavidad.

 

Un sin fin de gemidos escapan por la delicada boca. Y un temblor invadía todo el cuerpo del adolescente.

 

Sacó lentamente su dedo para que Marcello fuera ahora quien introdujera los suyos no era necesaria más su ayuda, beso con cuidado y ternura la frente de Massimo para hacerle señas que se iba y que él concluyera ya todo.

 

Miró con ternura al gattino (gatito) no merecía ser tocado por él y se sintió sucio pues la confianza de su hermano le había asombrado sobre todo al ver lo puro que era en todos los sentidos tanto Massimo como el pequeño.

 

Ya no quiso voltear por respeto a ambos sobre todo porque tenía una gran excitación en medio de sus piernas y no quería desear al gattino, no era correcto…

 

Cerró con cuidado la puerta y se marcho a bañarse para ir a pasear....

 

Mientras tanto, Massimo, seguía sensibilizando la entrada del pequeño que, jadeaba constantemente por el placer que le estaba siendo proporcionado, y sin dejar de realizar movimientos circulares y de tijera por todo el esfínter, se inclino sobre el de ojos esmeralda, aspiró profundamente y exhaló de igual modo. sintió que su mano libre temblaba ligeramente cuando la coloco, entre el cabello de su pequeño, dejando escapar un miasma subyugante, al tiempo que unían sus rostros en un dulce y apasionado beso solamente interrumpido por el jadeo de ambos, Massimo con tanta excitación chorreaba ya liquido preseminal. Descubriendo ambos ese deseo que siempre había estado ahí.

 

El ojiverde lo sintió en todo su ser, pero sobretodo entre las piernas. No podía evitar ese golpe de estímulos que bajaban por su cuerpo cada vez que Massimo introducía con mayor profundidad sus dedos. Lo fue acercando despacio hasta el borde de su cama y, sonriendo, lo acomodó nuevamente sobre ella, poniéndosele encima sin despegar los dedos aun.

 

Era bastante sugestivo tenerlo enfrente, mostrándole una excepcional vista de su entrada invadida por su mano derecha. El miembro del pequeño, parecía tener vida propia, se movía erguido esperando por una caricia que calmara su desesperación. Era ya una necesidad inaplazable tomarlo inmediatamente. Retiró momentáneamente los dedos y el chiquillo que estaba de espaldas sobre la cama empujo hacia adelante su cuerpo reprochando ese movimiento, ya que no deseaba dejar de sentir, entonces las manos del mayor se acomodaron a ambos lados de su cadera, y acto seguido, de golpe y ayudado por la lubricación, introdujo su virilidad casi por completo subiendo y buscando espacio hasta tocar el punto de máximo goce, no fue tan doloroso para el gattino o al menos no lo pareció ya que en este punto, el deseo hacía rato le había cedido la puerta de escape a la lujuria.

 

Massimo había dejado atrás sus miedos y solo gozaba al sentir su virilidad cobijada por su pequeño, cual si de un guante se tratara, era tan suave y virginal esa piel, ya no tenía que ir decodificando nada, el sentir desde luego que hacia más fáciles las cosas. En ese momento, Massimo estuvo más que feliz de poder entender directamente, el placer de la otra persona. Estirando una mano, masajeó el pene del gattino y este último gimió de placer.

 

El pequeño estirando sus manos lo tomó por las caderas, incitándolo a continuar aquel movimiento. Era... perfecto. No sabía como explicarlo pero se movía exactamente allí donde él lo necesitaba. Nunca había imaginado que el sexo podría ser tan satisfactorio, estaba gozando enormemente y amaba a ese hombre que ahora estaba dentro de el y que lo estaba masturbando al mismo tiempo. Su mente estaba nublada solo podía sentir y sentir esa dosis interminable de placer.

 

Tanta excitación de ambos no podía durar mucho por lo que lanzando un gruñido de satisfacción, deposito toda su carga dentro del pequeño, al tiempo que recibía una buena dosis de semen en las manos y sobre el pecho.

 

Ambos quedaron agotados y cayeron, uno en brazos del otro. Entre promesas de amor eterno y la firme convicción de que no se separarían nunca.

 

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Al volver al hostal donde se hospedaba Marcello, el reloj marcaba más de las 9 de la noche, en la entrada del hostal Fiorenzo Podesta, se encontraba sumamente molesto y preocupado, se encontraba en la calle esperando a su hijo, cuando vio dar vuelta por la esquina a una pareja que venia riendo feliz, abrazados. La escena no le causa la más mínima gracia por lo que de inmediato se acerco a ellos y le ordeno a Marcello ir directo a su habitación, mientras lanzaba miradas asesinas a Massimo, quien por la sorpresa se encontraba totalmente impresionado.

 

Con un tono de voz dura y violenta el patriarca de los Podesta amenazo al chico.

 

-He investigado y se que te llamas Massimo Prada, te voy a ser franco, no me gusta tu amistad con mi hijo y te voy a pedir… no te voy a exigir, que te alejes de él, ambos son jóvenes y pueden hacer alguna locura de la que después se pueden arrepentir.

 

Massimo en este punto ya estaba realmente molesto por el trato y solo atino a decir.

 

–Que Marcello tome la decisión y me lo diga él.

 

-¡Insolente, ragazzo! (muchacho) vete de mi vista, ya arreglare cuentas con tu padre. Y diciendo esto, entro al hostal y se retiro a su habitación.

 

Al entrar al cuarto, encontró a un Marcello, asustado y tan desconcertado que solo atino a preguntar.

 

– ¿Qué paso padre?

 

-Que te baste saber que ese ragazzo (muchacho) no va a regresar.

 

-Pero padre… -trató de reclamar el pequeño, pero inmediatamente fue atajado por su padre.

 

–No se hable mas del asunto, tengo algo importante que hacer.

 

Inmediatamente fue hacia la cómoda y tomo de entre sus papeles, una hoja y pluma para escribir una carta.

 

Caro Amico Girolamo (Querido amigo Girolamo)

No te molestaría si no fuera importante, pero es preciso que mantengas alejado a Massimo de mi hijo Marcello, tú sabrás entender las razones.

Si ello no fuera suficiente, solo te recuerdo que el presidente del consejo, al que recién has ingresado, es mi amigo y puedo apretar algunos botones, que te harían quedar con toda tu producción, sin poderla colocar en el mercado.

Afectuosamente,

Fiorenzo Podesta

 

Acto seguido, tomo un sobre, introdujo la carta y llamó al botones.

 

Minutos después, se escucho el timbre de la puerta.

 

Ding Dong

 

-¿Quién?

 

-¿Sr. Podesta?

 

-Si, pasa hijo, necesito que esta carta sea entregada inmediatamente -señalando el sobre, es tan importante que si me haces favor de entregarla personalmente, yo estaré muy agradecido contigo, no es necesario agregar que es un asunto personal por lo que ruego tu total discreción. Acto seguido le entregó un fajo de billetes.

 

-Así, se hará Sr. Podesta, en menos de una hora, esta carta estará en su destino, mi turno termina en 10 minutos por lo que no será necesario, informar a la ger…

 

-Gracias, eso es todo. Agrego secamente.

 

Al cerrar la puerta, se dibujo en su cara una brillante sonrisa.

 

 

Hostal "Ulivi e Palme" (Olivos y palmas)

Habitación 63

 

Tock Tock

 

-¿Quién es?

 

-De la administración señor, mensaje para el señor Girolamo Prada.

 

-Si, soy yo, dijo abriendo la puerta.

 

-Le han traído esta carta con carácter de urgente.

 

-¿Qué podrá ser tan urgente que no espero a mañana?

 

-¿Perdón Sr.?

 

–Nada, no me hagas caso, gracias.

 

Una vez que el mensajero hubo salido del cuarto, el Sr. Prada Inmediatamente abrió la carta y conforme leía, sus ojos se inyectaban de rabia,

 

-¡maledetto canis! (maldito perro) exclamó, sabe que me tiene en sus manos y se aprovecha de ello.

 

Tratando de sacar su rabia empezó a gritar.

 

-¡Massimo!, ¡Massimo! ven inmediatamente aquí.

 

-¿Qué pasa padre?

 

-Que en este momento, nos regresamos a Oristán.

 

Massimo sabía que las órdenes de su padre eran irrefutables, por lo que comenzó a preparar su equipaje.

 

La carta fue entregada a las 11 menos 20, para las 11:10 ya estaban sobre la carretera rumbo a Oristán.

 

-Massimo, es necesario que me escuches con atención, porque no pienso repetirlo, es imprescindible que a partir de la próxima semana, te hagas cargo de nuestros negocios en Sassari, por lo que cuanto antes te vallas, mejor.

 

-Si, padre, solo necesito llegar a casa y encargarle algo a Vincenzo e inmediatamente partiré.

 

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Habían pasado varias semanas desde aquel incidente y Marcello, se sentía muy extraño y al estar de visita en casa de una de sus tías, escucho casualmente que un primo recién casado tenia molestias muy similares a las que él estaba presentando y que le habían mandado comprar unas pruebas de embarazo porque todos los síntomas acusaban un embarazo.

 

Con no poco temor, el pequeño Marcello, pidió a su primo que le prestara una de sus pruebas ya que el sospechaba que la relación con Massimo había tenido sus consecuencias, debido a que presentaba las mismas molestias que su primo, pero lo había ocultado por temor a ser regañado o castigado. Finalmente la sospecha fue confirmada: estaba embarazado.

 

Al enterarse de su estado, le escribió inmediatamente a Massimo, pero éste no le contesto la carta sino Vincenzo para decirle que su hermano había salido de viaje a ocuparse de sus negocios, por lo cual sus anteriores cartas no habían sido abiertas, pero tenía la instrucción de que cuando llegará alguna misiva suya informarle y que en cuanto regresará se comunicaría con él.

 

Fueron seis meses que se le hicieron eternos pues a pesar de que su barriga era pequeña, ya era bastante visible, sin embargo su padre al estar tan ocupado y ver que su hijo no salía de la casa mas que para ir al colegio, no se había dado cuenta, pero nada que regresaba del dichoso viaje su novio o le escribía.

 

Por lo cual una noche se escapo. La semana anterior le había avisado a Vincenzo que por favor lo recogiera en la terminal del tren, pero grande fue su sorpresa al ver que el chico que había dejado de ver casi un año, regresaba acompañado.

 

Marcello tenía tanto calor que se quito la sudadera y la chamarra dejando ver un lindo vientre.

 

Su suerte cambio esa noche, Massimo después de casi medio año de vivir fuera de casa atendiendo los negocios familiares, aprendiendo todo sobre el cultivo de una nueva vid, retornaba a casa, encontrándose que su novio estaba embarazado.

 

Girolamo Prada, aunque temía por sus negocios no pudo sustraerse al encanto de ese chiquillo embarazado por lo que gustoso lo acogió en su casa.

 

Gracias a sus influencias se casaron inmediatamente a fin de que el pequeño naciera bajo el apellido de los Prada.

 

Los siguientes tres meses fueron de gran felicidad a pesar de que no pudieron tener intimidad pues el doctor le había dicho al futuro padre que como Marcello no había acabado de desarrollarse y por las circunstancias que había pasado para ocultar su embarazo no era prudente tener relaciones, conformándose a llenarlo de caricias y besos.

 

-Te amo Marcello y mira esa hermosa barriguita que dice el bebé más lindo del mundo.

 

-Ya Massimo por favor deja de estar de empalagoso. De seguro que el bambino va hacer igual que tú… morenito como la canela y de ojos castaños como la nuez.

 

A la semana siguiente dio a luz a su hijo, un hermoso bebe de piel blanca, ojos castaños y sonrosadas mejillas, que venia a premiar el amor entre Massimo y Marcello.

 

Sin embargo, a las pocas semanas, se recibió por parte del Consejo de vinicultores, la invitación para participar en un Simposium, era muy importante su asistencia ya que esta les aseguraba, no tener que depender de la recomendación del presidente del Consejo para su permanencia en la asociación, además de que la convivencia con otros enólogos les garantizaba acomodar su producto en otros países y probar su estancia en el mercado.

 

Girolamo pidió a Massimo que lo acompañara, ya que a pesar de ser el hijo menor, había obtenido gran experiencia en todas las artes del cultivo de especies especiales de uva para vinos de calidad y era el más calificado para defender su producción.

 

El simposium fue un éxito, los nueve días dieron frutos pues firmaron varios contratos para las próximas cosechas, y planes para los próximos cinco años.

 

Venían Girolamo y Massimo rebosando de felicidad pues los tratos y contratos firmados les quitaban de encima la presión de la familia Podesta. Girolamo estaba haciendo planes para el pequeño Francesco pues su nacimiento había sido una bendición pues nunca imagino que el pequeño haría al menor de sus hijos ser tan osado y conseguir tantos contratos y convencer de lo magnifico de sus viñedos.

 

Lo único que los tenía preocupados era la persistente lluvia y es que dificultaba el manejo del coche, fue en la cordillera de Sarcidano, en una de las cerradas curvas donde fallaron los frenos del auto y este se precipito al vacío, estrellándose estrepitosamente y explotando, padre e hijo murieron instantáneamente.

 

La noticia llego de manera casi inmediata a Oristán donde Marcello al enterarse casi muere de dolor.

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Marcello pasaba los días escuchando la canción favorita de Massimo, nunca se imagino que esa canción fuera profética del adiós.

 

L'amore è un attimo

El amor es un instante

Ciao, perdono amore mio, stasera scrivo a te l'ultima lettera

Adios, perdoname mi amor, esta noche te escribo la ultima carta

Ne ho strappate mille sai perché ti lascerò, ma non so dirtelo

he roto miles, porque te dejare y no se como decirlo

Mai dicevi nascerà chi dividerci potrà

No ha nacido quien nos pueda separar

L'amore è un attimo, l'amore è un attimo

El amor es un instante, el amor es un instante

Però la vita è un vento, forte più di noi

Pero la vida es un vendaval mas fuerte que nosotros

E va, tristezza, va, per lei c'è un pensiero e una lacrima

Y ve tristeza, ve por ella con un pensamiento y una lagrima

Addio, felicità, vedrai le ferite si chiudono

Adios, felicidad vendra y las heridas sanarán

Chissà se un fiore c'è là sotto la neve per te

Quien sabe si abra una flor para ti, bajo la nieve

 

(La la la la la la... la la la la la la...) (La la la la la la... la la la la la la...)

 

È passato un mese e già non mi difendo più dalla malinconia

Ha pasado unn mes y no me defiendo de la melancolía.

Il mio solo amico qui è questo treno che va verso casa mia

Mi único amigo es el tren que me lleva a casa

Mai dicevi nascerà chi dividerci potrà

No ha nacido quien nos pueda separar

L'amore è un attimo, l'amore è un attimo

El amor es un instante, el amor es un instante

Però la vita è un vento, forte più di me

Pero la vida es un vendaval mas fuerte que yo

E va, tristezza, va, per lei, c'è un pensiero e una lacrima

Y ve tristeza, ve por ella con un pensamiento y una lagrima

Addio, felicità, vedrai le ferite si chiudono

Adios, felicidad vendra y las heridas sanarán

Chissà se un fiore c'è là sotto la neve per te

Quien sabe si abra una flor para ti, bajo la nieve

Chissà se un fiore c'è là sotto la neve per te

Quien sabe si abra una flor para ti, bajo la nieve

 

M Rainieri

 

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Vincenzo se hizo cargo de los funerales y de todos los demás asuntos, era el hijo mayor de los Prada y debía corresponder a la responsabilidad. A sus 21 años heredaba el imperio Vitivinicola.

 

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L'amore non può essere perduto con la distanza né con il tempo. (el amor no se puede perder ni con la distancia ni con el tiempo)

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Esa tarde, Francesco había acudido como lo hacía desde hacía un mes que habían enterrado a su marido para llevarle a su hijo.

 

Lloraba frente a la tumba de Massimo, cuando una sombra oscureció su vista. Al voltear vio a un hombre con el cabello entrecano muy parecido a él que veía el correr de las lágrimas por sus mejillas y demasiada tristeza en las esmeraldas de sus ojos.

 

-Marcello, será mejor que tú y mi nieto regresen a casa. Sé que te has casado, pero por el bien del bambino (bebé) y tuyo será mejor que lleve el apellido de los Podesta a fin de que quede protegido sabes que la familia no ve con buenos ojos que los fértiles participen en el negocio de la familia y por el bien de él y tuyo será mejor decir que tu pareja murió dando a luz a su hijo.

 

Marcello no lo dudo pues Vincenzo le había dejado muy claro antes de viajar a Cagliari que no quería verlo llorando en cada esquina, lo que él interpreto que ya no lo quería en el hogar de los Prada mas en realidad era un mal entendido ya que lo él le quiso decir era que no quería verlo sufriendo pues era demasiado joven para llorarle a Massimo toda su vida.

 

Esa tarde solo volvió para despedirse de Marco Sacchetti padre de Massimo y llevarse sus cosas para regresar a casa.

 

Nadie impidió su marcha pues los varones de la familia después de la muerte de Massimo estaban en Cagliari arreglando cierto papeleo y vigilar el cultivo de la nueva vid en los viñedos de la familia.

 

A su regreso lo único que supieron después es que el niño el cual no había sido registrado todavía llevaba ya el apellido Podesta.

 

Vincenzo no reclamo nada, imagino que de seguro por ser menor de edad, lo habían vuelto a casar con algún familiar para protegerlo por lo cual ya no los busco, además que no olvidaba como el patriarca de los Podesta había amenazado a su padre con arruinarlo, pero eso no era lo único que le preocupaba pues desde que Massimo se enterara del embarazo de Marcello le había hecho prometerle que cuidaría a su familia, sintiéndose culpable, sin embargo, si el pequeño Gattino (gatito) se había casado era mejor dejarlo superar su dolor, ya que era testigo del gran dolor que sufrió al enterarse de la muerte de su fratello (hermano).

 

Al regreso a casa, Fiorenzo Podesta encontró una nota de Luca su consorte informándole que no podía perdonarlo por haber, indirectamente tal vez, ocasionado ese dolor en su hijo y que prefería dejarlos y rehacer su vida en America.

 

Toda la familia de su consorte también le retiro su apoyo por lo que a partir de ahí, Marcello tuvo que afrontar la responsabilidad de ser padre y prepararse.

 

A partir de ahí Marcello terminó sus estudios en administración para que nada le faltara a su pequeño, pero con ello termino su etapa de varón fértil pues por una parte, su padre nunca quiso que se supiera de ello y menos que había tenido un hijo y por otra a pesar del poco tiempo que convivió con él, todavía amaba a Massimo.

 

Por decisión de su progenitor, pocos años después, heredo todo el negocio familiar haciéndolo no sólo prosperar sino de ser solo los dueños de un par de viñedos a ser conocido como la cabeza del imperio de los Podesta y aunque volubles y convenencieros seis años más tarde su familia al ver como crecía la fortuna de Fiorenzo y Marcello volvieron a unirse "por bien del piccolo Francesco".

 

El ojiverde se negó la oportunidad de volver a querer a alguien y por primera vez se dio cuenta que estaba cometiendo el mismo error de su padre.

 

Dejaría que el piccolo Francesco no ocultara su verdadera personalidad y junto con Ángelo a quien empezaba a ver como otro hijo podría su bambino ser él mismo.

 

Al ver al par de jovencitos se habían dormido sintió una gran ternura y fortaleza para enfrentar a su familia no importara que el bambino fuera fértil él también lo era y si era necesario sacar a la luz su secreto lo haría, pues casi toda la fortuna del los Podesta el la había logrado.

 

Además que apenas unas pocas horas antes había vuelto a sentir lo que era sentirse deseado, aunque fue una lastima encontrarse que era un ser violento, además que si algo había aprendido de Massimo era a sentirse amado y respetado, él tipo era muy guapo pero golpes y sexo, no buscaba él y cierta parte de anatomía se lo recordaba.

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Continuará…

Notas finales:

Como un regalo especial para nuestros lectores, subiremos el capitulo 6 el proximo lunes, por favor dejen reviews si les gusta la idea....

Komka Daiseuke


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