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Ángelo por Komka Daisuke

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Notas del capitulo:

 

Hola

Una disculpa por el retrazo, pero aqui esta el capitulo 6 y para compensarlos hemos subido el inicio de otra historia Un amor de fin de año. esperamos que este capitulo y la otra historia sean de su agrado.

Komka Daisuke

 

 

Bar de la La Scala

 

Un par de manos se deslizaban por debajo de la mesa, y no eran precisamente del mismo dueño. Salvatore y Alessandro habían deslizado sus manos a las braguetas de Franco y Andrea para poder acariciarlos de forma más intimida. Pensaron que con el pequeño detalle harían arder a sus parejas, deslizando su cuerpo para estar más cerca de ellos, pero si hubieran visto la expresión de ambos primos hubieran mejor cambiado de táctica.

 

Franco de repente sintió como una mano acariciaba su miembro sobre la tela del pantalón para sentir luego los labios de Salvatore en su cuello, pero al voltear a ver Andrea pensó que tenía un espejo pues Alessandro hacía lo mismo con Andrea que tenía cara de fastidio.

 

-Creo que será mejor que dejemos algo en claro –sujetando la muñeca de Salvatore para llevar arriba de la mesa- mi intención al venir a tomar una copa no era ligar sino limar las asperazas caro mio.. (Querido mío) –Besando con cuidado sus dedos. -Para depositar suavemente su mano en la mesa. -Perdona si te he confundido mas me gustaría ser tu amigo Salvatore...

 

-Franco tiene razón chicos –Sacando con cuidado de la bragueta del pantalón la mano de Alessandro. -Un par de bellezas como ustedes necesitan otro tipo de personas. No aburridos hombres de negocios como nosotros, que seriamos afortunados de contarlos como nuestros amigos.

 

Alessandro furioso les contestó con ironía.

 

-No será acaso que quieren volver para cambiarle su pañal a los críos que tienen como amantes –Dijo con burla. -Tienen un culo demasiado pequeño para lo que tienen en medio de las piernas. –Al oírlo hablar tan vulgarmente Franco cerro el puño, mientras Andrea incorporo su espalda. - ah perdón ya sé que les gustan vírgenes y tontitos...

 

-Claro Alessandro donde van a compararse con nosotros, ni siquiera han de saber para que se usa el Buco (culo) a parte de desalojar lo que no se necesita.

 

Y los gemelos se rieron de su chiste, cosa que no causo gracia en sus acompañantes.

 

-Tiene razón en algo Salvatore, por ser jóvenes, no tienen la perversión y su pureza los hacen más atractivos pues los vuelve selectos y no de uso común y corriente.

 

-Fran tiene razón una fruta demasiado madura y manoseada no es tan dulce y selectiva como una nunca tocada, la hace exclusiva.

 

-Franco y yo sentimos despedirnos pero tenemos negocios que atender temprano, Salvatore, Alessandro buenas noches.

 

-Cari ragazzi addio, vedremo presto. (queridos muchachos, adiós nos veremos pronto) –Dijo Franco.

 

Ambos hombres besaron las manos de los gemelos Aldonati, quienes no pudieron replicar pues se acercaron a su mesa algunos conocidos y pretendientes que no quisieron desaprovechar la oportunidad de saludarlos.

 

 

 

 

Habitación 4343

 

 

 

Como la primera vez que ingresaron unas horas antes todo la suite estaba oscura y cerraron la puerta con cuidado.

 

-Que te parece Andrea si me invitas a tu habitación no creo que los críos quieran dormir conmigo.

 

-Te has vuelto un pederasta, no has entendido que apenas tienen 15 años.

 

-Hey, no seas celoso que con el picolo Francesco no pienso dormir, pues yo soy como dijo un presidente mexicano "el respeto al derecho ajeno es la paz".

 

Andrea se sonrojo no pensó que Franco se hubiera dado cuenta de su interés por el bambino.

 

-Sabes, eso de que tienen el culo pequeño me molesto, que lo remarcara Alessandro, como si su trasero fuera el mejor del mundo, -Andrea frunció el ceño mientras evocaba las pequeñas nalgas respingadas y el par de pezones color rosa de Francesco.

 

-No te enojes, si para ti es el mejor del mundo, es tu gusto. Pero Ángelo no será exuberante mas invita a ser acariciado una y otra vez. Y la firmeza de su Piccola coda (colita) me hace poner duro de recordarlo.

 

-Basta Franco, no es necesario que me digas que estas caliente, y tienes razón los pequeños son bellos por si mismos. Estaba evocando cuando vi desnudo al piccolo Francesco... Tal vez soy un pervertido pero el sabor salado de sus labios, su cuerpo que todavía no se ha desarrollado me dan ganas de protegerlo de todo lo que lo haga peligrar, aunque creo que en este momento correría más peligro junto a mí.

 

Ambos primos rieron y fueron a la recámara, pero lo que encontraron no les alegro demasiado.

 

- Ciò che l'inferno (con un infierno) –Dijo un super molesto Franco.

 

-Maledettos Ragazzi (malditos chicos) se han vuelto escapar.

 

Al prender la luz vieron un par de sobres con sus nombres.

 

Franco tomó el suyo y saco rápidamente su contenido y vio una escritura redonda y muy clara.

 

Sr. Franco:

 

No he puesto su apellido no por grosería o por ser un igualado pero ni siquiera lo sé, mas eso es lo de menos, le agradezco el habernos defendido tres veces, primero de sus ex, luego de los borrachos y para concluir del pesado chico del colegio.

 

No puedo decir que fue muy grato conocerlo porque aún no digiero todo lo sucedido, sin embargo deseo que le vaya bien a usted y a su primo.

 

Adiós

 

Ángelo

 

PD: No es necesario que nos pidan que olvidemos lo que ha sucedido ya hemos empezado a hacerlo, además que ha venido el papá de Francesco por nosotros así que no se preocupen.

 

Andrea al igual que Franco ya estaba leyendo el contenido de la misiva.

 

Sr. Andrea

 

Gracias por defenderme y espero que pueda reconciliarse con su novio que lo ha de querer mucho.

 

Francesco.

 

Franco aventó la carta para irse a recostar al lugar donde había visto a Ángelo dormido. Al voltear vio a Andrea oliendo la almohada.

 

-Somos unos tontos, mira que dejarnos enganchar por unos niños Andrea.

 

-Tienes razón, pero aún conservo en mis labios el último beso que le di al pequeño. Nunca pensé que los labios de un adolescente fueran dulces a causa de la ternura que despertó en mí. -Dijo suspirando.

 

-No te preocupes Andrea que volveremos a saborear los labios de ese par de ángeles, cuando digo que algo es de mi propiedad no bromeo y no voy a permitir que nadie que no sea yo toque lo que me pertenece desde el momento que me dejo besarlo.

 

-Que piensas hacer Franco.

 

-No crees que es tiempo de que Luciano y Enrico vuelvan a clases, cuando mis tíos dijeron que los castigarían y los pondrían a nuestro servicio les prometimos que los ayudaríamos para que terminaran su preparatoria y que mejor lugar que el colegio de nuestros "prometidos", los cuidaran y recordaran nuestro compromiso, y cumpliremos con la promesa de que ese par deje a un lado las bromas para tomar el camino del estudio.

 

-Entonces tendremos que ir a la joyería recuerda que a nuestros "prometidos" les falta el anillo...

 

-Eso es una pequeñez, que mañana mismo resolveremos.

 

-Bueno, ha sido un día agotador, es mejor que vallamos a dormir. Señalo Andrea, quien todavía se encontraba evocando el sugerente cuerpecito de Francesco.

 

-Solo hay una cama Andrea, así que la tendremos que compartirla, acotó Franco a menos que quieras salir a tu habitación, de todas maneras ya habíamos planeado dormir juntos.

 

-Ya, ya, lo que tu digas.

 

Se desvistieron en un segundo, quedando solo en sus bóxer, Franco se dio cuenta de que el de Andrea estaba húmedo y escondió de la vista de su primo el suyo propio que se encontraba en la misma situación.

 

Se metieron a la cama y rápidamente se quedaron dormidos, había sido un día agotador, pero no tuvieron sueños tranquilos.

 

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Sueño de Andrea

 

Andrea y Francesco llegaron al cuarto que se encontraba envuelto en total oscuridad, encendieron la pequeña lámpara que se encontraba a un lado de la amplia cama y con el lenguaje del alma que fluye a través de los ojos, se dijeron cuanto se amaban sin pronunciar una sola palabra.

 

En este punto la ropa ya les estorbaba, Andrea comenzó a besar primero dulce y después apasionadamente a su bambino (bebe), mientras sus manos parecían tener alas, se le escapaban, volaban hacia todo el cuerpo de Francesco y el pequeño se dejaba hacer mientras correspondía a las caricias.

 

Se despojaron mutuamente de toda la ropa hasta solo quedar en calzoncillos, mientras los besos encendían aun mas la pasión que les inundaba y sus miembros erguidos daban fe de ello, pequeñas gotas de liquido preseminal coronaban sus escrotos, transparentándolos sobre sus prendas que apenas podían contener las erecciones de ambos, por lo que en un segundo se deshicieron de ese ultimo estorbo y blandieron sus órganos al aire los cuales seguro apuntaban al techo de la habitación.

 

Andrea lo recostó besando sus hombros y su cuello, el calor de la piel de aquel niño lo volvía loco y escucharlo gemir bajo su cuerpo era simplemente algo que sólo había imaginado en sus eróticos sueños, desde aquella vez que lo había conocido en el afortunado (para él) incidente del hotel "La Scala".

 

Terminaron uno en brazos del otro sintiendo el calor de su piel, disfrutándose uno del otro…

 

Esta vez Francesco quería dominar todo, sentía las manos de Andrea arañar su espalda mientras descendía por el delicioso cuerpo mismo que vibró cuando el piccolo Francesco aprisionó su miembro con la boca, el joven Andrea parecía nunca haber vivido sensaciones así, ese niño era placer exuberante y el placer que era capaz de generar no tenia nombre o si lo tenia ese era: placer.

 

-Bambino… Bambino… ya…ya… me vas a volver loco…ahhh.

 

Murmuraba al sentir la violenta succión de su rígido miembro, el cual era engullido casi en toda su longitud, para después dar deliciosos lengüetazos en la punta proporcionándole la mar de sensaciones.

 

El mayor no pudo soportar más y descargo todo su semen sobre las rosadas mejillas del adolescente, el cual lo bebió todo cual si se tratara de sustanciosa miel, y es que eso era para él. Andrea se había convertido en objeto de todas sus fantasías, de todos sus deseos, que hasta ese momento encontraban cause y respuesta, pero además, sabía que su respingado trasero era como una droga para el mayor. Lo sabía porque no podía dejar de sentir las lujuriosas miradas que este le dedicaba, las cuales invariablemente terminaban en una dureza en la entrepierna del mayor, lo cual despertaba mas fantasías en el chiquillo al ver como su amante, se excitaba con solo verle el trasero.

 

Solo unos segundos bastaron para que Andrea recuperara el aliento y acerco sus dedos a la cara del niño, suplicando, exigiendo un poco de lubricación para lo que seguía.

 

Francesco, tomo tres dedos de la mano de Andrea y comenzó a chuparlos con la misma intensidad con que anteriormente había chupado el miembro de Andrea, posteriormente Andrea comenzó a deslizar besos por todo el cuerpo del chiquillo quien se estremeció al sentirlo y comenzó a jadear bajito al principio y con mayor intensidad al sentir en su entrada la invasión de los dedos de su amante, quien sin dejar de besarlo introdujo suavemente primero un dedo y después otro realizando movimiento de tijeras, preparando el templo para el sacrificio supremo que estaba por venir.

 

Debido al tamaño de sus dedos, fácilmente llego hasta la próstata del pequeño quien al sentir la manipulación y con la respiración visiblemente agitada y jadeando sonoramente, le pidió: ¡hazlo ya, por favor!

 

Andrea lo acomodó de espalda sobre la nívea cama y froto firmemente su rígido miembro en preparación para la suerte suprema, debido a la lubricación y al manipuleo previó sobre su esfínter, Francesco se encontraba listo para lo que viniera o al menos así lo pensó, sin embargo, cuando recibió la primera estocada, todos sus músculos se tensaron y un dolor agudo le recorrió todo el cuerpo, pero era tanta su excitación que soporto con valor, Andrea estaba completamente dentro de él.

 

-Cálmate, no temas no voy a lastimarte, susurró Andrea en su oído y como por arte de magia, el dolor disminuyó, no es que hubiera desaparecido, pero el mayor había estimulado su punto de goce y el dolor se había tornado en placer.

 

-Muévete, suplico el niño y al instante comenzó una danza acompasada de penetraciones, lentas y profundas que arrancaban gemidos cada vez mas audibles del menor.

 

Siii… mas… mas… aaagh… el mayor queriendo brindar mas placer a su niño, le tomo firmemente del pene y comenzó a masturbarlo al ritmo de las estocadas.

 

Aaaagh siii, que delicia!!!, los dos se encontraban en un éxtasis delicioso que solo era acompañado por los gemidos de ambos.

 

Después de varios minutos de ese vaivén, Andrea aumento el ritmo y la intensidad de sus penetraciones con lo que su glande martillaba fuertemente la próstata del pequeño, llevándolos a dimensiones desconocidas del placer, en un instante Andrea se corrió dentro del delicioso cuerpo que lo abrazaba como guante y a su vez, recibió en su mano el liquido que furiosamente salió del erguido miembro de Francesco, el cual salio impactado hasta el pecho de Andrea, el cual lo tomo y bebió con inmenso deleite.

 

-Pequeño, te amo, dijo y lentamente saco su falo que por la descarga había perdido una porción de su dureza, pero aún estaba erguido, como deseando mas.

 

Se acostaron uno frente al otro, e iniciaron una serie de besos apasionados que les arrancaban el aliento, parecía que nada les era suficiente.

 

Andrea corrió la sabana para tapar la desnudez de ambos y Francesco volteándose acomodo su trasero contra el miembro de Andrea y así se quedo dormido.

 

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Sueño de Franco

 

Franco le explicaba con orgullo al pequeño Ángel sobre la historia del puerto de Cagliari que durante muchos siglos fue la principal puerta de entrada a la isla, a través de la que llegaron muchos pueblos y culturas. La zona cercana al puerto, conocida como Marina, es un fantástico lugar de encuentro, ya que en ella hay gran cantidad de restaurantes, cafeterías y bares. No muy lejos se encuentra la playa Poetto, una de las más bellas de Cerdeña, donde se podrá ver a los habitantes de la isla disfrutar de sus vacaciones junto con los muchos turistas que acuden a sus costas.

 

Franco le dijo a su ángel que lo esperara mientras iba por unas bebidas y algo de comer.

 

Es ahí donde se encontraba Ángelo mirando fijamente el mar, el cual dibujaba en su horizonte la figura de una hermosa luna llena que alumbraba toda la bahía en Poetto.

 

Ya llevaba un tiempo ahí, pues le gustaba ver la puesta de sol que con tintes anaranjados y violeta le daban al mar una sensación de profundidad y plétora.

 

Solo llevaba puesto el ajustado bañador negro y descansaba sobre una enorme toalla para protegerse de la rasposa arena mediterránea del mar Tirreno.

 

En ese momento llegó Franco que al igual que Ángelo solo vestía un elegante y ajustado bañador color naranja con franjas amarillas, que no dejaba nada a la imaginación, por lo que Ángelo con tan solo verlo empezó a respirar más rápido y a sentir un cosquilleo en su pene que comenzaba a erectarse.

 

-Hola bambino, he traído algo para beber y comer, ¿con qué deseas empezar? Preguntó Franco, mientras veía los húmedos labios de Ángelo.

 

-Me agrada ver el atardecer, es tan hermosa esta playa que bien podría quedarme aquí para siempre. -le contesto– además, agrego, a esta hora ya todos los turistas se encuentran en sus hoteles o en los bares, entonces tengo toda la playa para mi.

 

Lentamente Franco se acerco y le susurro al oído. –¿Y no quisieras compartir conmigo esta belleza? Acto seguido le dio un breve beso en la boca, el cual, le pareció exquisito a Ángelo y terminó de prenderlo. –¿Te gusta que te bese chiquillo mío?

 

–Claro, contesto, me gusta sentir tus labios enfebrecidos junto a los míos. Vivos, ansiosos, inquietos. Fuiste tu quien me besó por primera vez, quien realmente me enseñó a besar. No solo presionaste tus labios contra los míos, también les diste vida, y fuiste un poco más allá.

 

-¿Recuerdas esa primera vez? Querías quedarte con una parte de mí y tiernamente succionaste mi aliento, al principio me sentí extraño, pero después me acostumbré y me sentí especialmente muy feliz. Sentir tu calor junto al mío, pero que a la vez no era de ninguno de los dos, sino algo creado por los dos, fue maravilloso.

 

Franco, comenzó entonces una danza increíble de besos por toda la cara de Ángelo, las orejas, el cuello y fue bajando lentamente hasta encontrar las tetillas del niño, aquello le gustaba mucho, no entendía como era que le gustara lamer el pecho de un chico de quince años, pero el hecho es que lo tenia loco. Un gemido le regreso a la realidad. Levanto la vista y se encontró a Ángelo muy sonrojado y mordiéndose el labio inferior, conteniéndose para no soltar ningún jadeo ni sonido mas. Si, definitivamente aquello le gustaba.

 

Cada vez con más pasión fue acariciando con su lengua todo el pecho del pequeño mientras este arqueaba su espalda, aquello le gustaba y lo aceptaba. Desde que lo conoció siempre había pensado que su primera vez sería con Franco y ahora lo volvía realmente loco.

 

Ya sin contenerse lo mas mínimo Franco deslizó su mano hacía el bañador de Ángelo y notó la dureza que dentro palpitaba y el que todavía fuera virgen lo encendía todavía más.

 

Bajo lentamente el bañador mientras seguía lamiendo los pezones del chico, cuanto se lo hubo quitado por entero observo el pene circundado, grande para su edad, totalmente erecto, y comenzó a masturbarlo lentamente viendo como Ángelo se sonrojaba aún más, arqueaba su espalda y los ojos le lloriqueaban levemente. Comenzó a masajearlo circularmente escuchando como el pequeño jadeaba constantemente y comenzaba a sudar profusamente. La noche era cálida pero el calor generado entre ellos era mayor.

 

Franco deslizo su lengua por el órgano de Ángelo quien soltó un gemido atronador.

Lentamente lo acaricio con su lengua haciendo que el menor soltara estridentes gemidos, enarcara su espalda y se aferrara a la toalla en un intento para desfogar su pasión.

 

Continuó masturbándolo lentamente mientras acariciaba su cara, su cabeza y pellizcaba de vez en cuando sus tetillas, Ángelo jadeaba y gemía constantemente (había descubierto que al estar excitado era muy expresivo). Todo su cuerpo ya estaba lleno de sudor. Cuando Ángelo estaba a punto de terminar, Franco paro y se sentó frente a él. Con la erección de Ángelo delante suyo para recibir toda la descarga entre sus dedos, acto seguido se inclino para besarlo.

 

Después de unos breves instantes besándose, Franco se sentó en la toalla, se despojo de su bañador, que ya se encontraba muy húmedo de líquido preseminal y apenas podía contener la erección del mayor y le pidió o a Ángelo que le masturbara. Él chiquillo nunca lo había hecho, todo aquello era una experiencia nueva.

 

Con mano temblorosa toco la gran erección del mayor y por su inexperiencia, mojo con sudor de su propia piel la palma para facilitar el roce, lentamente fue un sube y baja en el que Franco clamaba mas y mas. Le cogió la cabeza al pequeño y la empujo hacía su pene haciendo que coincidiera con su boca.

 

-Vamos, hazlo- ordenó acariciándole el pelo.

 

Ángelo restregó su lengua y disfruto cada uno de los centímetros de ese falo.

 

Tras unos breves instantes de lubricación Franco se acomodó en el suelo sobre la toalla y le pidió a Ángelo que se sentara sobre su erecto pene. Los ojos del menor, reflejaban miedo, le dolería, lo sabía.

 

Al verlo dudar le preguntó -¿Necesitas que te prepare? Muy bien, ven y ponte en cuclillas, inmediatamente, Franco ensalivo tres dedos de su mano y poco a poco realizo un masaje circular sobre el esfínter de Ángelo y posteriormente, sin mas, introdujo un dedo.

 

-Ángelo a pesar de su excitación, sintió un dolor muy intenso, nunca había insertado nada ahí y se sentía realmente incomodo, Franco noto la molestia del pequeño pero no saco su dedo, debía continuar con ello, si quería penetrarlo.

 

Cuidadosamente lo empujo hacia delante para que quedara boca abajo, sostenido por sus extremidades y con el trasero levantado, mientras con la mano libre lo acariciaba amorosamente para tranquilizarlo ya que el pequeño jadeaba sin cesar como si le faltara la respiración, y en su rostro se dibujaba una mueca de dolor. Poco a poco la respiración se fue calmando ya que Franco besaba dulcemente los labios de su niño para transmitirle seguridad

 

-¿Lo prefieres así? Franco movió en forma circular el dedo que tenía insertado e introdujo lentamente otro dedo dilatando la entrada, con lo que la intromisión fue mas profunda y menos dolorosa para el menor, quien recupero la erección que había perdido con el dolor, anunciándole con ello a Franco que empezaba a disfrutarlo. Continuo con movimientos suaves los cuales paulatinamente se volvieron mas rápidos y osados y después de unos minutos el menor ya jadeaba nuevamente de manera ruidosa, pero ahora si de placer.

 

-Hazlo ya, suplico Ángelo, Franco lo acomodo de espaldas, sosteniendo sus nalgas con ambas manos y lentamente fue entrando en el chico quien continuaba gimiendo y jadeando.

 

Una vez acostumbrado a la intromisión en la que no hubo sangre por la delicadeza utilizada por Franco, ambos disfrutaban de cada centímetro de la penetración y Franco conciente de ello, aplicaba estocadas lentas y profundas. Hasta que ambos tomaron el ritmo y entonces comenzó a embestirle rápidamente hasta que derramo toda su corrida dentro del pequeño, después lo bajo lentamente y comenzó a acariciarle todo el cuerpo, Ángelo todavía no terminaba.

 

-Veo que tu no has terminado, ahora... hazlo tu. -Dijo Franco mostrándole su entrada.

 

-¡¿Cómo?! Yo no...-Dijo sorprendido Ángelo

 

-¡Hazlo! Te gustara... ya lo veras. Primero humedéceme al igual que hice yo contigo, pero ten cuidado, también es mi primera vez, nunca he sido pasivo.

 

Ángelo jugueteo con sus dedos ya humedecidos en la entrada de Franco haciendo que ahora fuera él el que se sonrojara.

 

Lentamente fue entrando en él. Le dolía a ambos, pues esta era una nueva experiencia para los dos.

 

Después de unas cuantas embestidas y debido a su inexperiencia para contenerse, además de toda la excitación que ya había tenido, Ángelo soltó todo su cargamento en el interior de Franco.

 

El pequeño Ángelo cayó exhausto en los brazos de Franco quien observo su pequeño cuerpo todavía sudoroso y comenzó a acariciarlo con ternura. A los pocos minutos, Ángelo quedo dormido, Franco, se levantó, se coloco el bañador, envolvió en la toalla a Ángelo para cubrir su desnudez, tomo el bañador y cargándolo partió hacia el hotel. Ya pasaba de media noche y la luna era el único testigo de la entrega mutua que había tenido lugar ahí.

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Siete il mio destino, vicino voi che desidero essere per sempre. (Tú eres mi destino, junto a ti quiero estar para siempre.)

 

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A la mañana siguiente, Franco se encontraba sujetando vehemente el miembro de Andrea quien entre sueños jadeaba de placer, mientras empujaba su cuerpo hacia delante y hacia atrás imaginando que seguía penetrando a Francesco.

 

Andrea tenía sujeto con una mano la cadera de Franco, mientras con la otra mano trataba de colocar uno de sus dedos cerca de la entrada de Franco quien también evocaba la penetración de que había sido objeto por parte de Ángelo.

 

De repente cuando eyaculo Andrea, ambos despertaron y el cuadro que se les presentaba era totalmente incomodo para ambos, nunca habían tenido relaciones entre ellos y no solo por el hecho de ser primos sino porque a cada uno de ellos no les habían faltado aventuras y solo de vez en cuando, cuando eran jóvenes se reunían para masturbarse pensando en sus respectivas conquistas.

 

Franco no sabía que decir pues sus mejillas estaban sonrojadas y estaba súper excitado del sueño que había tenido con Ángelo además de que estaba desconcertado al tener sujetado el miembro de su primo entre las manos de las cuales escurrían de semen, y sentir su trasero tomado con fuerza.

 

-Andrea, ¿podrías quitar tus manos de mi trasero?

 

-Claro Franco, si tú dejas de acariciarme.

 

Estaban avergonzados entre ambos cuando de repente vieron frente a ellos a Vincenzo.

 

-Buenos días Franco, hola Andrea, me podrían explicar con un demonio que es eso de que en vez de estar atendiendo los negocios de la familia, han estado de niñeras de unos crios.

 

Con cautela el ojiverde soltó el miembro de su primo para limpiarse disimuladamente las manos entre las sábanas.

 

Por su parte el ojiazul trataba de mantener con calma sus manos que aun sentían el calor del trasero de Franco que por poco deja de ser virgen al confundirlo con su pequeño.

 

-Enrico me ha narrado lo sucedido con los gemelos Aldonati y como le ordenaron que cuidara a un par de Ragazzi (chicos) que no supo quienes eran y luego como es que Luciano había dejado el hotel sin autorización de nadie. Y para ponerle la sal al asunto me acaban de llegar los resultados médicos de Enrico señalando que es doncel –el susodicho no dejaba de sentirse avergonzado desde que el tenía uso de razón era un varón y no un chico fértil.

 

A sus 16 años Enrico Bertoni era muy bajito a comparación de Luciano y primos, apenas medía 1.65, su cabello rojo encendido, era la señal que lo diferenciaba del clan Sacchetti pues su hermano tenía el aire de la familia, a él lo bromeaban que era adoptado.

 

Al escuchar que el menor de sus primos no era un varón sino un chico fértil hizo que su primera reacción fuera vestirse, no era adecuado que los viera desnudos, pero quedaron en ridículo pues ambos jalaron la sábana al mismo tiempo.

 

Vincenzo se llevo una mano a la cara con frustración.

 

-Si hacen incesto que no sea delante de mí ¿lo han entendido? –viendo dos hermosos traseros al aire.

 

-No hemos hecho nada entre nosotros…-replico Franco.

 

-Es cierto lo que sucede que hemos tenido cierto sueño que nos hizo alborotar más nuestra virilidad.

 

Dijo Andrea que sin ningún pudor dejo ver en todo su esplendor su masculino cuerpo, mientras caminaba por su ropa que se coloco tranquilamente.

 

Franco hizo lo mismo, en tanto Vincenzo hizo voltear rápidamente a Enrico, para que no los viera, mientras les gritaba.

 

-Que no me escucharon que Enrico es fértil.

 

Franco ya con los pantalones puestos se le enfrento.

 

-Sí Vincenzo y mi primera reacción fue taparme para darme cuenta que desde que nació me he vestido y bañado con él como mi fratello (hermano) y no como mi amante y no voy a dejar de tratarlo como tal por tus cánones de viejito, entiende el bambino es mi fratello y lo voy a seguir tratando como tal.

 

-Así es Vincenzo el morbo nace por estas posturas estúpidas y pasadas de moda, el piccolo Enrico es también mi fratello y no voy a cambiar por posturas anticuadas.

 

-Ya entendí, y no soy un viejito, simplemente que es la primera vez que tendremos, digo mos, porque ustedes prometieron cuidarlos tanto a Luciano como Enrico, pero no cambien la conversación y volviendo a los críos no olviden que Massimo perdió la cabeza por Marcello Podesta y todo lo que trajo consigo desde las amenazas a mi padre con arruinarlo y como en el momento de más dolor y problemas con el negocio se lo llevó Fiorenzo Podesta y nunca más volvimos a saber del pequeño gattino y del piccolo Francesco.

 

Andrea se puso pálido no podía ser que el pequeño fuera su primo perdido y Franco guardo silencio pues ese era el nombre del amigo de Ángelo el cual le había gustado a Andrea.

 

-¿Como era él hijo de Massimo…? Vincenzo.-dijo con temblorosa voz Andrea.

 

-Pues igual a Massimo, cabellos y ojos castaños, con una pequeña boca y labios delgados… y…

 

Ya no siguió escuchando, Andrea se dejo caer en la cama, su pequeño era hijo de su primo más querido Massimo, quien había sido su ídolo, no tan solo por luchar por su gattino como le habían puesto a Marcello por el verde de sus ojos, sino que todo mundo sabía que el negocio de la familia había prosperado por la ilusión de su primo de darle todo lo mejor a su esposo e hijo, y que no había disfrutado nada.

 

-Pues creo Vincenzo que debes saber algo… uno de los críos que tanto nos has reclamado que estábamos cuidando es el hijo de Massimo.

 

 

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Se dovessi scegliere io scegliere te di nuovo (si tuviera que elegir, te eligiría nuevamente)

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Continuará…

Notas finales:

 

Gracias por continuar leyendo nuestra historia. El viernes la continuación...

Besos

Komka Daisuke 

 


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