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Ain't Afraid to Die,,,[Sin miedo a la muerte] por Yuu Takashima

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Notas del capitulo:

 

Aoi: no taba muerta andaba de parranda! -cantaba mientras revisaba algunas hojas-

 Uru: ne Aoi-shi nu me quiero ir!! TwT

Aoi: irte? ? -dijo viendole de reojo-

 Uru: si... este es el último cap -.- - haciendo circulitos en el suelo 

Aoi: uru...este no es el ultimo capitulo -dijo volviendo la vista a las hojas-

 Uru: ah no!?...- se levantó mientras sus ojos    se  iluminaban con estrellitas 

Aoi: nah... pense que estaba muy largo asi que decidi partirlo en dos -dijo revolviendo sus cabellos-

Uru: honto? sugoi!! 

Aoi: pero... espero tener mas que 5 rewiews en este cap 

Uru: si... yo también -.- - dijo agachándose en un rincón- acaso no nos quieren?- volviendo a hacer circulitos 

Aoi: definitivamente no... por eso estaria dispuesta hacer un 4 capi para hacerlos sufrir mas -risa malvada-

Uru -risa macabra-

 Aoi: bueno dejemosle con el fic espero al menos tener más de 10 o 15 minimo de rewiews 

Uru: si ;o; onegai

 

 

Ain’t Afraid To Die (Sin miedo a la muerte)  

 

Capítulo anterior:

 

   Se acercaba con una calma espantosa, más cerca, más cerca... antes de que pudiera mencionar palabra alguna, aquel hombre tan extraño ya se encontraba sobre él, amordazándole con un trozo de tela que lentamente comenzó a quitarla fuerzas. A penas y parecía ver la silueta de Shima, que ya comenzaba a tornársele borrosa ante sus ojos, de no haber sido por su falta de fuerzas y repentino sueño...

  

-          Shi... ma...

 

   

Capítulo 2: "El comienzo de una dulce  despedida..."

 

  

    Sus ojitos a duras penas  y podían mantenerse abiertos pues hace sólo algunos segundos que se hubiese despertado. Mas inconciente que otra cosa; paseó la mirada por el lugar en el cual se encontraba, según podía recordar estaba jugando con el cachorro hasta que se quedó dormido.

    Intentó ponerse de pie con el fin de buscar a Yuu pues quería volver a casa, pero algo lo atrajo de vuelta al suelo. Fue entonces cuando pudo apreciar que sus manitas estaban atadas firmemente con una soga a uno de los pilares de ese oscuro lugar.

  

-          Y...Yuu-kun? –comenzó a llamar ya algo asustado tratando de liberar sus débiles manitas de la gruesa soga.

 

 

    Estaba realmente asustado y con mayor razón al no escuchar ninguna respuesta por parte de su amigo... su pobre corazón comenzaba a latir a mil por hora mientras llamaba con desesperación al pelinegro logrando así que la puerta se abriera de golpe dejando entrar a aquel hombre con un semblante totalmente fastidiado cargando en su mano derecha una pequeña bolsa de basura negra.

  

-          ¿por qué gritas tanto mocoso?

 

-          Y...yo quiero irme a casa...

 

-          No, no... eso no es bueno Shima-chan...

 

-          Donde esta Yuu-kun?

 

-          Ah el mocoso ese, esta aquí –dijo apuntando a sus espaldas.

 

    El pequeño pelicastaño rodó sus ojos hasta reparar en aquella pared bastante mohosa... sus ojos se abrieron desmesuradamente al ver a su amigo colgando de la pared a través de sus muñecas alzadas sobre su cabeza; su boca era tapada por un pequeño pañuelo blanco y sus piernas también iban amarradas.

  

-          Tu “novio” no quiso cooperar y quería marcharse así que no tuve otra opción...

 

-          Po...por favor quiero irme a casa! Suelte a Yuu-kun!

  

    Pedía con miedo total mientras sus ojitos despedían un extraño brillo a punto de estallar en llanto... tenía miedo... mucho miedo... el hombre que tenía frente a si no era el mismo del parque, no... Esa persona era buena! No era el hombre que estaba ahora frente a él.

  

-          Quiero irme a casa!

 

-          Ya te lo dije Shima-chan... no hasta que terminemos nuestro juego

 

-          Onegai!

 

-          Deja ya de hablar criajo! Me crispas los nervios!

  

    Sus ojos se fueron abriendo lentamente dando paso a la leve luz que iluminaba aquella habitación tratando de reconocerla... esperaba que todo lo que había sucedido fuera una maldita pesadilla de la cual quería con todas sus fuerzas despertar, sin embargo aquellas ideas se esfumaron inmediatamente de su mente al ver la escena que se presenciaba frente a si, el pequeño amarrado a los pilares que sostenían el débil techo y ese hombre con una sonrisa tétrica frente a él.

  

-          Quiero a mi mami!

 

-          Que te calles mocoso!

 

-          Yuu-kun! Mami!

 

-          Que te calles, te tengo un pequeño regalo...

  

.-. Yuu pov’s.-.

  

    Fruncí el ceño ante lo mencionado por aquel hombre, los observé con atención viendo como este extraía algo de una pequeña bolsa de basura color negro lanzando un bulto demasiado pequeño al suelo en el cual choco secamente contra una pared, no sabía realmente de que se trataba hasta que escuche los desgarradores gritos de Shima... puse mayor atención en aquel bultito de color rojo oscuro algo viscoso que me pareció sangre...

 

    Y así era... no estaba muy lejos de la realidad, aquello estaba bañado en sangre... su propia sangre y lo peor de todo no era eso si no que era aquel pequeño cuerpecito mutilado cruelmente.

  

-          SABU-CHAN!!!!!!!!!!!!!

  

    Fue el grito agónico que oí salir de los labios de Shima acompañados de el desgarrador llanto que había comenzado a formular junto con pequeños espasmos y saltitos en su cuerpo. Efectivamente ese era Sabu-chan... aquel perrito con el que persuadió a mi pequeño Shima para que lo acompañara y ahora había mutilado cruelmente.

  

    Me sentí completamente inútil en esos momentos comenzando a balancearme con todas mis fuerzas tratando de soltarme, no soportaba ver a Shima en ese estado... es más yo estaba también a punto de llorar e incluso vomitar al ver el estado de el que habían prometido sería nuestra pequeña mascota.

    Un largo escalofrío recorrió mi espina dorsal haciéndome estremecer desistiendo de mi idea de escape al ver a aquel hombre girarse para mirarme... se acababa de dar cuenta de que yo había despertado.

  

 

.-. Fin Pov’s Yuu.-.

 

  

-          oh! Pero si la bella durmiente ya ha despertado!

  

    Esbozó con burla acercándose a él con una sonrisa más que decir sádica en su rostro... trató de no inmutarse ante su acercamiento tratando de mantenerse firme aunque esto le estaba costando bastante casi imposible de llevar a cabo a medida que aquel hombre se acercaba más.

  

-          Me alegra que hayas despertado! Así tu tortura será más placentera!

  

    ¿Tortura? A que se refería  con eso aquel horrible hombre? No pudo pensar nada más cuando sintió como su estomago se hundía ante un fuerte golpe propinado en aquel sector lo cual lo dejo por variados segundos sin respiración y sus ojos sumamente en abiertos casi en blanco.

  

-          Yuu-kun!

 

-          Ves Shima-chan que es lo que le sucede a los niños desobedientes que no hacen caso a sus mayores?

  

    Tomó con fuerza el rostro del moreno sonriendo una vez más para luego propinarle un fuerte golpe con el puño seguido de unos cuantos más que casi lo llevarían al bode de la inconciencia; sin embargo ante el constante llanterío del pelicastaño paró para luego sacar de sus bolsillos una pequeña navaja con la cual comenzó lentamente a hacer profundos cortes en su fina piel.

 

-          MHM!!! –era lo único que se escuchaba de la boca amordazada del pequeño pelinegro sin poder gritar.

 

-          Te duele?

 

    Los ojos del pelinegro se cerraban con fuerza mientras sentía unas incontrolables ganas de llorar y gemir de dolor... pero su maldito orgullo y la pañueleta en su boca no se lo permitían... aunque si veíamos de cierto punto de vista lo que más ganaba ahí era su orgullo y las fuerzas de mostrarse fuerte, su cuerpo temblaba como una hoja y los espasmos eran incontables.

 

    El pequeño Shima no reaccionaba... sólo se encontraba en la misma posición que antes mientras las lágrimas recorrían libremente sus mejillas, añoraba tanto las caricias del de cabellos negros... esos labios depositándose en sus mejillas tratando de secar esas gotas saladas mientras él intentaba calmarse.

    Una mueca de terror comenzaba a embargar su rostro cada vez que los cortes en los brazos del menor eran mas profundos...¿ por qué no gritaba? Por qué no lloraba en esos momentos de constante dolor? El moreno siempre intentaba hacerse y ser el mas fuerte de su familia y frente a sus amigos... aún cuando estuviera en los peores momentos y la tristeza y rabia lo desgarrara por dentro.

 

  ....-. Flash Back.-....  

 

-          ¿Por qué no lloras Yuu-kun? –preguntaba un menor de unos 4 años.

 

    El pelinegro volteó su mirada de la pared donde la mantenía fija para ahora ver al pequeño pelicastaño que se encontraba a su lado enganchado de su mano, esa pregunta le había tomado por sorpresa...

  

-          he? No, no puedo –dijo con una leve sonrisa- debo darle fuerzas a mama...

 

-          demo...

  

    El castaño dirigió una mirada intensa a todo el lugar para observar el ambiente por más decir demasiado triste... un gran cuadro adornaba la habitación, era la de un hombre de largos cabellos negros al igual que sus ojos... tez blanca y una corta barbilla; a su alrededor habían variadas flores de distintos tamaños y colores y frente a él... un largo ataúd con una pequeña puerta abierta hacía arriba la cual dejaba ver ante los demás la persona que dormía allí adentro.

  

-          Papa se fue al cielo sabes? Seguro estará mejor allí

  

     Podía sentir como levemente la voz de su amigo mas alto que él se quebraba pero aún así no rompía en llanto...el siempre lloraba... hasta por una caída en bicicleta y no lograba entender el porque su amigo nunca lo hacía... es que acaso llorar era malo? Entendía perfectamente que el pelinegro intentaba por todos los medios posibles transmitirle algo de tranquilidad a su madre quien lloraba totalmente desconsolada sentada en un pequeño almohadón frente al ataúd pero ya era demasiado

    

.... Fijó su mirada en los presentes... aquello era como una monotonía... todos vestían trajes de sastre en un impecable negro y lloraban por el difunto... incluso él también lo estaba haciendo.... él también lloraba por su tío que quería tanto... ¿es que acaso llorar no ayudaba a desahogar el dolor? Pero no... El moreno seguía con su semblante sereno negándose a estallar en llanto frente a todos... estaba completamente tranquilo mientras sujetaba con fuerza su pequeña muñeca.

 

-          Ne... Yuu-kun...

 

-          Hai?

 

-          Que... que pasaría si a mi me sucediera lo mismo?

 

    Yuu abrió los ojos como platos ante la sorpresa de aquella pregunta... el menor había hecho una pregunta demasiado delicada que había cavado en lo más profundo de su corazón y jamás había se había atrevido a cuestionarse...Soltó su mano para apegarlo a su cuerpo y abrazarlo con fuerza mientras escondía su rostro entre el cuello y los cabellos del menor como si este fuera a escapársele de las manos de un momento a otro sin que el pudiera hacer nada. Sus labios se curvaron en una extraña mueca mientras lo habría para susurrar...

  

-          Yo... moriría contigo...

 

  ....-. Fin Flash Back.-....  

 

     No podía evitar recordar aquello estallando instantáneamente en llanto mientras intentaba librarse de las ataduras sin éxito alguno.... estaba desesperado al ver como la tez del chico se volvía pálida y ahora yacía en el suelo con su rostro completamente amoratado.

  

-          Pedes descansar por ahora mocoso... –esbozó con maldad mientras limpiaba sus manos y navaja con una pequeña toalla.

 

     El pequeño ya no aguantaba más aquella tortura movía sus manos con frenesí dañándolas de paso y causando que pequeñas heridas comenzaran a surgir en su nívea piel.

  

-          No...no Shima-chan... no hagas eso sólo dañaras más tu hermosa piel y no desesperes que ahora será tu turno...

 

-          NO TE ATREVAS A TOCAR A SHIMA!!!

  

    El hombre sonrió de medio lado al escuchar los desesperados gritos del pelinegro a pesar de las pocas fuerzas que ya le quedaban... se acercó aún más al ojicastaño soltando las cuerdas que lo mantenían pegado al pilar dándole un pequeño empujón cuando este ya se encontró en pie.

  

-          ve con él...

  

     Lo único que atino a hacer el pequeño fue a levantarse de su lugar con rapidez corriendo todo lo que daban sus pequeñas y delgadas piernitas para alcanzar al moreno pero cuando sólo le faltaban algunos pasos para llegar algo le hizo tropezar cayendo estruendosamente al suelo con su diestra extendida lo más que podía tratando de alcanzar apenas al otro.

  

-          Shima-chan...

 

-          Yuu-kun gomen... gomen nasai... –susurraba el pequeño comenzando a llorar.

 

-          No te disculpes... –mencionó el ojinegro estirando a duras penas su mano para alcanzar la mas pequeñita.

 

-          Yuu-kun...

 

-          No te preocupes... todo saldrá bien....

 

-          L... lo prometes?

 

-          Es una promesa... –sonrió con calidez entrelazando sus dedos con los del menor en señal de promesa.

 

-          Ya basta! No me gusta la cursilería barata –esbozó el hombre acercándose al más pequeño sin removerlo de su lugar- esto esta bueno... así me será más fácil...

  

     Tomando al pequeño por uno de los brazos lo alejó varios pasos del alcance de la mano de Yuu... sus ojitos ya bastante enrojecidos seguían produciendo aquellas cristalinas gotas mientras el rostro de su captor dibujaba una mueca más bien malvada.

 

    Un par de pasos... tan sólo eso y un ligero jalón en su pantalón le hizo detenerse momentáneamente pues tenía según él un “parasito” pegado a su pierna. Agitó su extremidad con cierta brusquedad, aquellas muestras de afecto entre ambos niños lograban sacarlo de quicio. Como pudo y sin soltar aún al más pequeño dio una fuerte patada en el estómago del pelinegro. Parecía retorcerse de dolor, sin embargo aún no soltaba su pierna; deslizó sus dedos por la suave cabellera jalando fuertemente de ella.

  

-          Ahora verás que bien trato a tu “noviecito”... –susurró cerca de su oído para luego tirarlo a un lado del que ya había asimilado como una especie de sótano.

  

     No sabía realmente lo que ese hombre pretendía, de hecho, ni siquiera estaba  totalmente convencido de estar despierto pues la pérdida considerable de sangre en su cuerpo ya comenzaba a causar estragos en su vista. Tan sólo podía escuchar muy a lo lejos el llanto del pequeño Shima... quería levantarse y correr a socorrerlo... pero por un demonio ¿ por qué tenía que ser tan inútil?!!, cerró los ojos con fuerza intentando acallar pequeños sollozos mientras mordía su labio inferior y apretaba los puños. Tal vez era un cobarde por no querer observar la escena, pero los gritos del castaño le obligaron a hacerlo.

 

    Sujetó su dedito más pequeño, comenzando a torcerlo en sentido contrario al normal, a lo que sollozos desgarradores escapaban de los labios de su presa... “Yuu-kun” le oía recitar incontables veces mientras la fuerza sobre sus débiles huesitos aumentaba considerablemente.

  

-          No lo llames...

  

     Con una fuerza brutal y desmedida terminó por destrozar aquella zona... logrando que los alaridos de dolor embargaran toda la habitación.

     El pelinegro arañaba la superficie del suelo dañándose a si mismo... quería levantarse... quería ayudar a su pequeño.... escuchaba con claridad como seguía llamándolo, como gritaba con desesperación su nombre mientras su rostro era bañando con incontables lágrimas y él... él no podía hacer nada para evitarlo.

  

-          Shhh... no seas tan escandaloso, no vez que tu amiguito puede molestarse con tanto ruido?

 

-          Yuu-kun!!

 

-          Shi...ma... –inconcientemente las lágrimas consiguieron deslizarse por sus mejillas hasta derramarse sobre sus puños, ya no podía contenerlas, necesitaba hacer algo cuanto antes!

 

-          He dicho que te calles mocoso! –dijo dando un fuerte manotazo en su cara, dejando la mejilla derecha algo sonrojada- eres un escandaloso de primera y ni siquiera he llegado a algo más contigo! –bufó acomodándose bastante cerca del débil cuerpo del menor.

 

 

    El pelinegro ya no aguantaba más estaba desesperado y no podía hacer nada! Ni siquiera moverse! Su cuerpo estaba paralizado y sus ojos de a poco comenzaban a cerrarse pero aún así no lo hacían por completo ¿acaso era tan masoquista?

  

-          Bien pequeño Shima, ahora tengo otro regalo... –esbozó dirigiendo su mano hasta el pantalón que portaba comenzando a bajar la cremallera y su ropa interior dejando libre su prominente erección- te gusta?

 

-          NO TE LE ACERQUES!!!!!!!!!!!

 

-          Calla ya!

 

-          No te atrevas a tocarlo viejo asqueroso!

 

-          Mi paciencia ha terminado! –dicho esto saco su navaja para acercarse nuevamente al pelinegro.

 

-          No, por favor... d..deje a Yuu-kun en paz...

 

  

    Aquel  hombre se detuvo en su camino mirando de reojo al pequeño quien lloraba desconsolado y mirando su dedo casi inflexible.

  

-          Prometes portarte bien?

 

-          H...hai

 

-          Hacer todo lo que yo te diga?

 

-          ... –asentimiento de cabeza-

 

-          Buen chico...

 

-          NO LO HAGAS SHIMA!!!!!!!!!

  

    El sabía perfectamente lo que aquel hombre quería hacer con el pequeño... era asqueroso... lo había visto una vez en televisión en esos días en que mama ni sus hermanos mayores estaban en casa en un canal llamado Venus...

  

-          Abre la boca –susurró el mayor recibiendo como respuesta lo pedido introduciendo de inmediato su miembro en la pequeña boquita.

  

    Yuu cerró los ojos con fuerza... no podía ver eso... era repugnante

  

-          Mueve tu boquita... eso ha! Así –gemía el hombre jalando con fuerza de los cabellos castaños del menor.

  

     ¿Por qué tenía que suceder todo aquello? Que habían hecho mal para merecerlo? Sobre todo el pequeño Shima que era en esos momentos quien mas sufría.... abrió sus ojos con lentitud dirigiendo su mirada hacia el rincón donde yacía el pequeño perrito... bañando en sangre... paso que él mismo seguiría; su pequeño hocico abierto... estaba de espaldas contra el suelo dejando ver lo que había sido un vientre de un color rosado pálido ahora de un color carmín fuerte... dirigió su mirada un poco más abajo terminando por abrir sus ojos a mas no poder ¡lo había castrado!

  

-          Mmm... vamos Shimita ahh!! Un poco más fuerte

  

     El pequeño movía por inercia su boca sobre la intimidad de aquel repugnante hombre dándole el mayor placer posible... lo único que quería era irse con Yuu a casa y sepultar al pequeño Sabu-chan

  

-          Métela más adentro Mocoso!

  

     No soportaba escuchar los alaridos de placer de aquel hombre lo le era sumamente repugnante sobre todo por el hecho de que estaba profanando al pequeño Kouyou.

  

-          Ahh yo ahh!! –gimió con fuerza el hombre viniéndose en la boca del más pequeño.

  

     Pudo observar como el pequeño había intentado escupir aquel liquido blanco y viscoso con un signo de asco en su rostro sin embargo aquel hombre lo golpeo y apretó su estomago obligándolo a respirar consiguiendo con ello que lo tragara.

  

-          No desesperes Shima... ahora viene la mejor parte

  

    Tomó entre sus manos las cuerdas que sujetaban las muñecas del pequeño comenzando a aflojarlas hasta estirarlas completamente como para dejarlo libre, jalando del brazo del mas pequeño para tirarlo al suelo con fuerza tras un chillido de dolor por parte de este.

  

-          Vamos a comenzar... –dijo maliciosamente tomando los pequeños pantalones del menor comenzando a bajarlo.

 

-          N... no haga eso... –pedía el niño con los ojos rojos al igual que sus mejillas tratando de sostener la prenda.

 

-          No me hagas el trabajo más difícil mocoso!

  

     Dicho esto lo tomó de las caderas comenzando a quitar con fuerza el pequeño pantalón junto con la ropa interior a pesar de los vanos esfuerzos que hacía el pequeño por mantenerlos sobre su cuerpo.

     Tras unos minutos de forcejeo el pequeño terminó con el pecho contra el suelo y sus caderas levantadas dejando ver ante el otro su pequeñito trasero.

  

-          Eres un manjar a pesar de tu corta edad... –dijo esto con burla mientras acercaba su rostro al cuerpo del menor separando un poco sus nalgas para comenzar a lamer su entrada.

 

-          Ahh! Ahh!! –eran los pequeños gemiditos que comenzaban a salir de la boca del mas pequeño.

 

-          Shima... no...

 

-          Delicioso... –decia comenzando a introducir uno de sus dedos.

 

-          Ah!! d...duele!

 

-          Se que duele pequeño... –sonrisa maliciosa- y eso es lo que más me gusta –dicho esto introdujo con fuerza un segundo dedo.

 

-          Ahhh itai!!

 

   

     No podía... no podía resistirlo más... su pequeño estaba sufriendo demasiado.

     Las lágrimas a causa de la impotencia recorrían libremente sus mejillas mientras comenzaba a arrastrarse por el suelo dejando tras de si pequeñas huellas de sangre... no le importaba que doliera... era lo menos importante en aquellos momentos, lo único que quería era acercarse al pequeño.

 

-          Ahh por...por favor duele ah! –se quejaba el castaño ante los movimientos que el otro ejercía con los dedos en su interior.

  

“¿Por qué no puedo estar en tu lugar?”

-          Ahora viene la mejor parte...

  

“¿ Qué has hecho para merecer esto?”

 

  Continuara...
Notas finales:

 

Uru: naa Aoi-shi... no quiero dejar notas finales

 Aoi: y porque? 

Uru. porque si nuestras lectoras no nos quieren entonces nu vale la pena TwT 

Aoi: pues... buenu esta bien u.u 

Uru: T------T aahhh, demo... *comeinza a llorar desconsolada comenzando a patalear* yo quiero reviews!! 

Aoi: bueno queridisimos lectores l proximo capitulo será el ultimo y si no quieren las pataletas de Uru-chan y mi odio pues dejen un rewiew

 

 

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