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...tú qué??? por Magg

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Notas del capitulo: Siento la demora... y si hay errores en los espacios pues.... ya sabrán porqué es n.nU, en fin, espero sus reviews.
Esa mañana (8:10am tiempo del centro del país), en el aeropuerto de Nanning, China, todo era un fastidio para el pelirrojo de vestimenta alba; desde el retraso de 20 minutos que había sufrido el vuelo hasta el olor a comida china que despedían los restaurantes del lugar. Todo había hecho que su, normalmente, buen humor se evaporara; desde que había salido a las 6:40pm, dejando al chico Hiwatari inconsciente por culpa de Rei, pasando por el tener que conseguir una ruta que lo llevara hasta el sur de China, averiguar el paradero de ese estúpido, inoportuno, y despreciable Neko, tomar un 2º vuelo… todo era un fastidio. Y ahora que por fin había llegado solo restaba encontrarlo, pedirle amablemente que no se volviera a acercar a Kai ni con el pensamiento y golpearlo para desquitar su coraje… matarlo de ser posible…   

+-+-+-+-+-+-+ 

 Kai no estaba seguro de lo que pasaría con su paciencia de seguir así las cosas, y no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Desde que él y Rei hubieran terminado su vida se había convertido en algo incontrolable; sus lágrimas, palabras, sonrojos y golpes salían atropelladamente de él sin que pudiera evitarlo y cada que esto pasaba era ese estúpido y presumido de Brooklyn Masefield quien estaba cerca con esa cara de modelo de revista juvenil y sonrisa de príncipe encantador…

 

-¡Maldición!- dijo en voz alta por la mañana, perdido en sus pensamientos, mientras desayunaba en la cocina de la ya conocida casa con sus ya conocidos compañeros de equipo para el ya sabido torneo…

 

-¡Si no te gusta el desayuno que preparo háztelo tú mismo, tú imbécil-tengo-un-paladar-delicado!- decía Yuriy que había escuchado a Kai mientras probaba un bocado del desayuno que ese día estaba a su cargo

 

-Vamos Hiwatari, está bien que no sea el mejor omelet del mundo, que le haya faltado vegetales, que tenga demasiada sal y que el café esté frío, pero sea como sea no tienes porqué expresarte tan descortésmente del trabajo de Ivanov en la cocina- intervino Garland con el mejor de los deseos para evitar un enfrentamiento entre sus camaradas

 

-¡¿eso crees tú, hijo de Bruce Lee?! Porque no recuerdo que el desayuno que tú nos preparaste haya sido mejor ¡¿o me vas a decir que el pan calcinado es de alto contenido nutrimental?!- Gritaba el pelirrojo protagonizando uno de sus acostumbrados dramas

 

-…gracias por la comida- y Kai se levantó  dejando a los otros dos en medio de un discusión sin sentido, como de costumbre, apenas enterado de lo que había pasado… 

 

-+-+-+-++ 

Para Rei, desde que viera a Kai con Brooklyn parecía que la vida se empeñaba en hacerse insoportable, empezando con Maraya Lo único que Rei sabía era que todo iba de mal en peor; su vida se había vuelto de cabeza desde que cometiera la estupidez de dejar a cierto ruso… y ahora la vida lo hacía pagar por ello muy caro: su noviecita se había vuelto un manojo de nervios, paranoias y celos tontos que no se le despegaba ni un segundo y lo agobiaba con preguntas sobre su viaje a Japón cuando fue a hacer el registro del equipo, lo habían corrido de 3 empleos, la práctica con su equipo era casi nula debido a que 2 de sus 4 compañeros vivían en otros países, y para culminarlo todo el torneo empezaría en menos de 3 semanas… Lo de presenciar a Kai con Masefiel solo había sido un extra, y la depresión e irritabilidad unos de sus inevitables resultados…

 

-Rei, alguien te vino a buscar, parece extranjero y está allá afuera- le dijo uno de sus compañeros en su nuevo trabajo mientras el aludido se encontraba en el almacén del negocio

 

-¿a mi?...

 

-claro que a ti, eres el único Rei Kon, cierto… y date prisa que hay muchas cosas que hacer y tu llegaste tarde hoy, así que te toca el doble de trabajo…

 

-ya lo sé… ¿Y quién dijo que era?

 

-No sé, no soy recepcionista… ¡muévete!

 

-… grracias…-dijo como gruñendo a su compañero que tan buen trato le daba (sarcasmo) Salió del almacén y se dirigió al patio de servicio, pero no vio persona alguna, entonces salió totalmente de la propiedad y allí encontró que quien lo había ido a esperar era la persona que menos hubiera imaginado…

 

-¿Masefiel?

 

-El mismo, Kon. Pero quita esa cara ¿No te alegra ver que uno se toma la molestia de viajar 14hrs solo por tener una charla contigo?-Brooklyn estaba allí, parado y vestido de blanco, impecable, con su sonrisa de suficiencia y la voz peligrosamente mansa, con esos ojos turquesa fijamente viendo a Rei y un gesto que más que otra cosa era amenazador y firme…

 

El Neko se quedó parado, sin poder creer que ese tipo era el mismo que hubiera visto enloquecer durante el último torneo, el mismo que casi destruyera el mundo, el mismo que hubiera visto sosteniendo a Kai… el mismo que se encontrara parado con esa maldita sonrisa y le confirmara que cuando un día va mal puede ir mucho más que peor…

 

+-+-+-+-+-+-+-+ 

 

La práctica de ese día comenzó temprano, se desarrolló bien y terminó rápido. Cuando Brooklyn no estaba, los entrenamientos no tenían nada de especial, incluso se hacían aburridos porque no había muchas observaciones o correcciones de técnica… Kai estaba seguro de que no quería ver a su capitán, pero… de alguna manera… tal vez era la costumbre la que lo llevaba a sentir que faltaba algo ese día en que Masefield no estaba.

 

-¿y estás seguro, “majestad Hiwatari”, que no sabe dónde podrá estar “blancanieves”?- Interrumpió Yuriy  a su compatriota compañero que se encontraba viendo por la ventana

 

-hmpf… silencio, tu voz es molesta- y siguió con lo suyo

 

-¡no te atrevas a callarme, tú, niño-tengo-la-mejor-voz-del-mundo!

 

-jaja, pero es cierto, Ivanov, eres muy ruidoso!- se reía Garland del pelirrojo

 

-¡¿y a ti quién te preguntó?!, ni que fueras menos molesto que yo…

 

-¿qué estás diciendo?, ¡cualquier persona es menos molesta que tú!

 

-¿hasta ese idiota de Kinomiya?

 

-… ok, CASI todo el mundo es menos molesto que tú…-recapacitó Siebald- Como sea, ¿a dónde habrá ido Brook, Hiwatari?

 

-cómo he de saberlo… - y aunque no quisiera aceptarlo, esa misma pregunta no dejaba de darle vueltas. Claro que los otros dos no sabían nada de lo que había pasado, pero obviamente sospechaban una escena parecida… tal vez exceptuando la parte donde Masefield lo había desmayado, aún así todo había sido muy confuso… de pronto ese idiota se desapareció… no esperaba verlo cuando despertara pero… “¿dónde te metiste, estúpido Masefield?”  

 

+-+-+-+-+-+-+  

-¿Qué haces aquí?, estoy en mi trabajo

-Sí, lo siento pero verás; tuve que estar en un avión por más de medio día, ¿te importaría escucharme? Solo será un minuto, menos si no te pones difícil

 

-N…no entiendo de lo que hablas

 

-Claro que sí, tú le llamaste a Kai a su oficina, pero él no respondió, y después quisiste llamarle a su celular, pero por desgracia no fue su voz la que te saludó, sino la mía

 

-…- aún resonaban esas palabras del pelirrojo, “…él está ocupado conmigo…”, desde entonces se había tratado de convencer de que todo había sido su imaginación, pero obviamente no era así- creo que te equivocas

 

-no, claro que no. No me arriesgaría a venir hasta acá si no tuviera pruebas

 

-… bueno, y si yo hubiera hablado, ¿qué hay de malo en ello?- dijo por fin, estaba para estallar, después de todo no le estaba yendo nada bien, y si podía desquitarse un poco lo haría

 

-justo lo que pensaba. Verás, las cosas son así; tú eres nada, vales nada y significas nada para mi, pero para Kai es, desafortunadamente, diferente, tú eres justamente lo menos que quiere, lo que menos necesita y de lo que voy a encargarme por él, así que haznos un favor a todos y facilítanos las cosas

 

-No, él aún me quiere, es por eso que…

 

-es por eso que vengo a advertirte que más te vale lo dejes en paz- terminó con su sonrisa habitual, como si hablara de un buen día

 

-…¿y si no quiero? No, lo he decidido, todo fue un malentendido, y pienso arreglarlo

 

-hum… ¿de verdad? Que mal que pienses así apenas ahora…

 

-Ya sé. Pero…

 

-Pero ahora es demasiado tarde, ¿entiendes, Kon? Aléjate si no quieres sufrir las consecuencias

 

-¡¿Me estás amenazando?!- dijo agresivamente Rei harto de todo lo que estaba pasándole

 

-No, claro que no, simplemente…- y su amable faz cambió por una totalmente seria y una mirada plagada de odio hacia su interlocutor, sus ojos eran tan fríos que le recordaron a Rei la mirada de Kai. Brooklyn se acercó y tomó al chico por la ropa, haciéndole daño – simplemente te informo. Porque nadie querría que te pasara algo con el torneo tan cerca.

 

-…- Rei se quedó sin palabras, había querido desquitar su frustración pero se topó con la pared, y encima de todo, y por más que no quisiera aceptarlo, se había asustado hasta el punto de querer huir como un gatito

 

-veo que entiendes. – y lo soltó, retomando su amigable apariencia – si me disculpas, tengo cosas que hacer, nos vemos en el torneo- y se dio la vuelta avanzando con paso tranquilo, haciendo una señal de “adiós” al confundido y aterrado chico

 

-… ¡¿crees que tengo miedo?!- le gritó al pelirrojo cuando estaba a un par de metros. Sabía que ese tipo era peligroso, pero no iba a dejar que lo sacara de su trabajo un engreído con aires de grandeza solo para amenazarlo

 

-¡Deberías!- dijo de nuevo con esa mirada tan escalofriante y la voz plagada de coraje, acortando la distancia entre ambos en un instante, dejando a Rei sorprendido – porque yo no tengo nada que perder a diferencia tuya, así que mejor cierra esa boca antes de que no la puedas usar a tu voluntad

 

-qué, ¿vas a golpearme?

 

-¡Exactamente!- dijo al tiempo que le propinaba un derechazo en la cara al felino, uno que le abrió el labio y lo dejó sangrando un poco. Se alejó de él nuevamente y, con una mueca de burla, satisfacción y tranquilidad, se alejó y se perdió de vista entre las concurridas calles del país.      

Rei se quedó plantado en ese mismo lugar, llevándose una mano al lugar de la lesión manchando esta de sangre.

 

Lo vio alejarse, con paso sereno hasta internarse en la ciudad, y se quedó lleno de ira, frustración y… miedo, porque supo de inmediato que la fuerza utilizada no era nada comparada con lo que podía llegar a hacer Brooklyn. Y de pronto todo empeoró… apenas había salido Masefield de su rango de visión cuando cierta niña rosa apareció corriendo hacia él.

 

-¡hola, Rei!... ¿qué pasó? Estás sangrando

 

-¿en serio, Maraya? Casi no me doy cuanta- le respondió groseramente a la chica

 

-… Lo…lo siento, es que…- desde hacía unos días él se estaba portando muy cortante, hasta un poco grosero, y eso la entristecía mucho, pero no estaba dispuesta a dejar que un pequeñez de ese estilo arruinara la relación que tanto había buscado

 

-¿qué quieres? te he dicho un millón de veces que no me vengas a buscar a mi trabajo

 

-Lo… lo siento, es que Lee me pidió que te avisara que te habían llamado de Japón…

 

-¿lo del registro?

 

-sí, supongo que lo de la BBA. Dijo que era urgente que lo supieras… ¿de qué se trata?

 

-… Lo que dijo Lee. Ahora vete, y dile que intentaré hacer algo al respecto.

 

-Está bien, bueno, te veo en la noche…- quiso despedirse de su novio con un beso, pero este la tomó de los hombros y la detuvo, alejándola y empujándola un poco

 

-Nos vemos, gracias por el mensaje

 

-¡Kon, no se te paga por platicar con mujeres! ¡A trabajar!- le gritó su superior 

 

De mala gana, el gatuno chico volvió a su trabajo después de despedir a su “amada” novia, y pensó seriamente en lo que debía hacer de ahora en adelante, había apostado todo en el último segundo esperando ganar, solo deseaba que no fuera demasiado tarde, pero ya no había vuelta atrás y ese inesperado puñetazo se lo confirmaba…

 

-una segunda oportunidad no se le niega a nadie… ¿no es cierto, Kai? 

 

+-+-+-+-+ 

 

 

El día había pasado casi sin pena ni gloria, se había aburrido todo el día, ni siquiera molestar a Yuriy le había hecho feliz. No quiso salir y al parecer sus empresas no quisieron distraerlo. Tuvo tanto tiempo que hasta se dio el lujo de jugar con Dranzer un rato. Salió al jardín y subió al árbol, se perdió en sus pensamientos y lo único que le venía a la mente era ese engreído de Masefield y su repentina ausencia, así que decidió tomar una siesta dentro de la casa para olvidar el asunto, y como no estaba el capitán del equipo no había quién controlara al otro par que, en cuanto pudieron, desaparecieron de la propiedad, así que subió a las habitaciones para descansar en la propia. Seguro de que podría descansar un rato…  

 

Caminando hacia su alcoba, avanzaba por el pasillo que lo conducía hacia esta, pero se detuvo frente a otra, que tenía entreabierta la puerta.

 

La habitación era realmente agradable, con cortinas blancas que la hacían luminosa, el fino estilo sobrio pero de buen gusto, nada ostentoso, el impecable orden en todo…

Cualquiera diría que acababan de ordenarla, pero lo cierto era que desde el día anterior estaba desierta.

 

¿Por qué había entrado?, el estilo de Kai no era el de un husmeador a menos de que fuera completamente necesario encontrar algo… ¿respuestas?... Tal vez si era necesario; el paradero de Masefield no era completamente ignorado por el ruso japonés, investigarlo resultaría fácil siendo él dueño de una corporación multinacional pero había dudado en hacerlo porque lo que Masefield hiciera o dejara de hacer no era asunto suyo, y justo cuando llegaba a esta conclusión era que se cuestionaba ese extraño interés por el pelirrojo, hasta el punto de tener dolor de cabeza.

 

-Idiót…- dijo como una única conclusión, rompiendo el silencio de esa habitación. Se lo dijo a sí mismo o a Brooklyn, o a ambos… por fin estaba comprendiendo y lo que entendía no le agradaba del todo, pero ¿qué podía hacer?... resistirse al cambio no siempre era una opción.

 

Pensando todo esto, no se dio ni cuenta de cuando se introdujo en la recámara, ni de cuando empezó a revolver algunos papeles en el escritorio sin tener mucho éxito, hasta que notó un cajón mal cerrado apenas por un centímetro, algo que no encajaba para nada con el total orden circundante. ¿Tanta prisa por salir que ni el cajón pudo cerrar? ¿A dónde?... La llamada de Rei, el teléfono apagado… Abrió el cajón y encontró papeles personales, documentos de identificación y cosas por el estilo… solo faltaba un documento: el pasaporte.  -Grandísimo imbécil… ¡qué te crees!- y lanzó una agenda imaginando estarla aventando contra el mismo Brooklyn, que dio en la pared.- No dejas de ser cada vez más molesto… y ahora te has vuelto aún más entrometido. 

 

Tuvo que hacer un gran esfuerzo por serenarse y recobrar el control, así que paseó por la habitación un rato, quedando a final frente a la ventana, donde se apreciaba la lluvia que empezaba a caer. Al menos ese paisaje lo conocía bien, siempre pasaba que al final llovía, un pensamiento melancólico le vino a la mente; Rusia, la nieve, un lago congelado y él en medio de este, un crujido y después se encontraba hundiéndose en agua helada…

 

-pero me rescataste… a pesar de todo Rei… y a pesar de todo…- un trueno interrumpió sus pensamientos y lo trajo a la realidad.

 

No era momento para portarse como un niño berrinchudo, ya era hora de reponerse, la vida le había puesto pruebas difíciles, pero siempre había encontrado la manera de seguir, y este pequeño problema no lo hundiría, por eso él era Kai Hiwatari. El gran Kai Hiwatari que estaba en la habitación de su capitán de equipo viendo llover… ahora que lo ponía en esa forma… se sentía patético y algo ridículo. Suspiró cansado y cerró las cortinas, se sentó en la cama y trató de calmarse en serio.

 

Sentado al filo de la cama, que al igual que su propietario estaba revestida de blanco y era muy cómoda, impregnada el aroma del chico pelirrojo, se tranquilizó un poco. Se dejó caer hacia atrás y quedó mirando el techo y la habitación en penumbra, el silencio y la quietud, todo era como su dueño cuando no abría la boca. Y en cierta forma como él mismo, solo que diferente…

 

Las horas pasaron y la lluvia no paró, por el contrario se hizo más intensa por momentos, siempre con el mismo ritmo, con el mismo tono, con el mismo mensaje… Y el sueño comenzó a apoderarse del joven, que poco a poco se acomodó hasta quedar dormido sobre la suave cama y entre los almohadones de pluma blancos, cayendo en un profundo estupor durante varias horas, ni siquiera notó que Brooklyn  entraba cuando la noche ya estaba en su apogeo, mientras sus ropas goteaban.
Notas finales: NC: un vuelo de Tokio a Nanning no es directo, en este caso hice que nuestro querido pelirrojo llegara a Vietnam (5hrs 20min), esperara 5hrs 30min, abordara el siguiente avión a Nanning y esperar 3hrs 20min más hasta llegar a dicho aeropuerto, lo que da un total de 14hrs 10min. Tomando en cuenta que hay una hora menos de diferencia entre Tokio y Beijing tenemos, que Broklyn salió en miércoles a las 18:40 hora de Tokio y llegó a las 8:10 del día siguiente con un retraso de 20 minutos porque los vuelos siempre se retrasan. Ahora pueden comprender lo frustrado que Brooklyn se sentía al llegar a Nanning, que es una región de China que se encuentra en el sureste, región que elegí porque la confundí en el mapa de google con la región montañosa de la montaña Huang Shan, aunque ahora sé que alli se puede encontrar la montaña Qingxiu en el parque del mismo nombre que encaja muy bien con la morada de Rei… Pero claro, aunque esa información es cierta no tiene nada que ver con datos del manga o anime de BB ^^U, espero que esta información les sirva, y si no pues al menos vean que uno sí investiga para escribir fics, no como con las tareas de la escuela XD

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