Al igual que en el cerezo, Honey estuvo ausente durante las clases. Su cuerpo estaba en el aula, pero su mente no.
Mori tampoco se pudo concentrar. Miles de dudas acosaban su cerebro, rodando una y otra vez, de aquí para allá en su cabeza, todas sobre Honey, por supuesto.
Por fin, cuando sonó el timbre anunciando el término de las clases ambos se dirigieron al club sin intercambiar palabras, debido al estado de Honey.
Una vez que llegaron, Honey cambió su actitud y volvió a sonreír para sus amigos y las señoritas que atestaban el lugar, evidentemente para no preocuparlos, y al parecer logró engañarlos. Pero, en los momentos en que nadie lo miraba -realmente escasos- volvía a tener esa mirada triste y vacía.
Honey seguía sonriendo, pero Mori sabía que fingía para evitar que se dieran cuenta de su situación, lo que aparentemente estaba logrando con éxito.
A unos metros de ahí, Kyouya y Haruhi hablaban por lo bajo, apenas se podían distinguir algunas palabras de las que decían:
-Si, si...o...también lo...ado
-Tienes...ón...yo...laré...él
Entonces Haruhi caminó en su dirección y dijo:
-Honey-sempai, ¿Puedo hablar contigo?
Mori sintió una punzada en el estómago. ¿Acaso ella y Kyouya se habían dado cuenta de los bajos ánimos de Honey? Intentó imaginar lo que estaban diciendo hacía unos momentos:
"Si, si, yo también lo he notado."
"Tienes razón...yo hablaré con él."
¿O sería que Haruhi tenía otros motivos para hablar con Honey?
De solo pensarlo lo invadieron los celos, pero aún así dijo:
-Ve, Mitsukuni. ¿Quieres que te espere?
-No...gracias, Takashi, mejor ve a descansar.
-Está bien, nos vemos mañana -musitó Mori y se fue.
-Vamos, Haru-chan
La chica asintió y salió del aula detrás del pequeño Honey, y se dirigieron a la cafetería. Ya no había servicio, pero la puerta estaba abierta.
Entraron y se sentaron en una pequeña mesa junto a la entrada.Hubo un largo silencio antes de que alguno de los dos empezara a hablar.
-¿Qué pasa, Haru-chan? -se atrevió por fin Honey -¿De que quieres hablar?
-Honey sempai...-empezó a decir Haruhi -estos días te he notado un poco extraño, aunque sonríes todo el tiempo pareces ausente. ¿Pasa algo?
-Yo...yo...-la voz se le quebró -no...no puedo...-intentó comenzar él, pero en unos instantes sus hermosos ojos se nublaron de lágrimas.
-Vamos, vamos, tranquilo, no puede ser tan malo -intentó consolarlo
-Lo es... lo es...-dijo, y sin poder evitarlo rompió en llanto hundiendo su cara en su pequeño Usa-chan.
-Puedes confiar en mi, Honey -dijo la chica -anda, cuantame.
-Es que...-susurró -no puedo... es demasiado...
-Anda sempai, contarlo te hará bien -insistió ella
-Yo...yo amo a Takashi, Haru-chan, lo amo -dijo bañado en lágrimas.
-Contrólate, contrólate -pidió Haruhi y Honey se calmó un poco -.Así que todo es por esto.
-Si...yo...tengo miedo de decirle...¡por favor no le digas Haru-chan, si se entera me odiará! -y sin poder controlarse rompió a llorar nuevamente.
-Claro que no, Honey-sempai, Mori-sempai no te odiará, es mas, creo que deberías decirle... tu eres todo su mundo, estoy segura de que te quiere también.
-Tú... ¿tú crees? -inquirió Honey dejando de llorar
-Te lo aseguro...no tengas miedo, díselo -concluyó Haruhi y salió del lugar.
PD:
Voy a tener que poner una nota aqui por que al parecer me faltan palabras para completare con el mínimo requerido... bueno, espero que les guste, en el siguiente capítulo es la confesion