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Sympathy For The Devil por LadyHenry

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Notas del capitulo: Se conocerá más a algunos personajes y se verán sus intenciones.
Arreglados los lapsus, aunque ahora se hizo un lío con los espacios, en fin...
Mientras el caos se desataba en la cena de presentación de Ben, Yakov, Jeff y Kevin charlaban animadamente… hasta que éste último recibió una llamada de Andy.

-Dime rubia ¿cómo es la fulana de Kate?-preguntó Kevin en tono jocoso después de ver que quien le llamaba era Andy.
-No me jodas Kev, esto es demasiado…
-¿Qué sucede?-el tono alarmista de Andy lo estaba alterando.
- ¡Su fulana es Ben!-exclamó Andy como si mentara uno de los nombres se su satánica majestad.
-¿Ben? ¿Tu cuñado el pirado?-Kevin empezaba a entender el sospechoso comportamiento de Kate.
-Ese mismo, pero eso no es lo más… sorprendente.
-Suéltalo ya Andy me estoy poniendo de los nervios.
-¡Está embarazada!
-¡¿QU…?!-Kevin gritó por la sorpresa, haciendo que Jeff y Yakov se sobresaltaran.
-¿Ves? A eso me refiero, están todos como cabras… nunca se sabe por dónde van a salir-argumentó Yakov en respuesta a Jeff, que le acababa de preguntar por qué se ponía tan tenso con algunos miembros de su familia.
-Lo sé, es cuestión de acostumbrarse, pero yo no me refería a Kevin precisamente, él es algo especial hasta dentro de la familia-afirmó Jeff mientras observaba como Kevin gesticulaba y profería algún que otro grito más.
En ese momento Yakov miró a Jeff con una expresión suspicaz un tanto severa, intuía por dónde iban los tiros y no le acababa de gustar. Así que con una muda advertencia dio por zanjado el tema, volviendo a centrarse en Kevin.
-Eso no te lo discuto, tu chico no se corta un pelo en hacer lo que le viene, estamos en un restaurante y él se pone a gritar como loco-siguió Yakov algo molesto porque la gente comenzaba a mirarlos.
-No es el único, el que esté al otro lado de la línea debe andar igual…
-Genial ¿y siempre son así?
-Depende, si hay algo que les motive se callan, pero tiene que compensarles.
-Y eso de pasar por personas discretas, educadas… no es una de sus prioridades ¿no?-preguntó Yakov con ironía.
-Eso en su nivel de prioridades está justo después de ir a misa y antes de hacer petit point -rió Jeff ante la expresión ofuscada de su amigo.
-Por lo que veo lo llevas bien…
-Bueno, cuando uno se acostumbra hasta resulta divertido.
-He visto muchas cosas, pero reconozco que tu familia es bastante peculiar, no estoy seguro de querer acostumbrarme-afirmó Yakov viendo venir a Kevin con una cara de enfado que hasta ahora no le había visto y que le resultaba bastante perturbadora.

Al llegar a la mesa Kevin se sentó resoplando, antes de abrir la boca los miró preguntándose de qué habrían estado hablando mientras él le bramaba a Andy.

-Chicos me acabo de enterar de algo bastante heavy-advirtió para que se concienciaran antes de contarles lo de Kate.
Yakov miró a Jeff de reojo con expresión alarmista, mientras que Jeff se limitaba a mirar a Kevin con apremio.
-Vale Kev, estamos listos, dispara-pidió el rubio algo nervioso, si Kevin estaba tan alterado debía ser algo gordo, pensó.
-El novio de Kate es Ben, uno de los hermanos de Gael.
-¿El del polvo…?-preguntó Jeff sorprendido dejando la frase en el aire.
-Mañanero, sí ese mismo-aclaró Kevin.
-Vaya ¿nadie lo sabía?-preguntó Jeff incrédulo.
-Parece que Tyson y Zach.
-Andy debe estar furioso-se lamentó Jeff, de seguro se avecinaba una revancha.
-Y tanto que sí, pero eso no es lo ¿peor?-anunció Kevin poniéndolos en vilo de nuevo.
-¿Qué es lo peor?-preguntó Jeff compungido.
-Está embarazada-dejó caer la noticia como un jarro de agua fría.
-¡¿QU…?!-soltaron Jeff y Yakov al unísono.
-Qué compenetración, me voy aponer celoso-bromeó Kevin.
-Puedes respirar tranquilo Kev lo nuestro es sólo algo físico, al que amo es a ti-dijo Jeff con sarcasmo.
-Jeff tesoro, si no fuera porque sé que el rubito que le pone los dientes largos al macarra de tu mejor amigo es otro, ese comentario no sería nada divertido.
-Deja de montarte películas, no me fijaría en nadie de tu familia ni harto de grifa-replicó Yakov enojado.
-Yo no he nombrado a mi familia, sólo dije “rubito”, parece que te gusta más de lo que pensé-rió Kevin-pero no es momento para hacer de Celestina, además esa vieja acabó jodida por meter la narices donde no debía, yo prefiero dejar que caigan por su propio pie, así que tranquilo, tú sólo déjate llevar y disfruta-le guiñó el ojo Yakov sin dejarlo replicar-. Y ahora será mejor que elijamos el postre y nos vayamos a casa, es preferible no encontrarnos con ellos al llegar, estarán muy cabreados.
-Cierto, mejor hablarlo mañana-opinó Jeff mientras se decidía por los profiteroles.


Yakov y Kevin se pidieron un café frappé haciendo caso omiso a las recomendaciones de Jeff, que aludiendo a su estado de alteración desaconsejaba la ingesta de cafeína. Dejó de protestar cuando Kevin le dijo en voz baja y tono confidencial que ya encontraría el modo de relajarse, Jeff intentó abogar por Yakov, pero Kevin le dijo que siempre podía hacerle una visita a Tyson y descargar toda esa tensión que flotaba en el aire cada vez que estaban en la misma habitación. Ante tal afirmación Jeff no pudo evitar reír a carcajada limpia, si bien era obvia esa aparente antipatía, ya resultaba sospechosa, al no haber motivos de peso para disgustarse tanto el uno al otro, le resultaba hilarante que esos dos pasaran al plano amoroso. Por otra parte él mejor que nadie sabía que las personas por muy peculiares y poco románticas que fueran siempre tenían sus pequeñas debilidades, sólo hacía falta que apareciera la persona adecuada para sacarlas a relucir, y en eso había que darle la razón a Kevin, Yakov era la persona más seria y distante que conocía, y siempre que se encontraba con Tyson su compostura fluctuaba peligrosamente. En cualquier caso sería divertido, y Yakov le parecía un excelente partido para su adorado primito, además estaba él para apoyar a su pobre compañero, porque si de algo estaba seguro era de que Tyson iba a darle muchos quebraderos de cabeza, en todos los sentidos.


Al otro lado de la cuidad en el enorme jardín de Margaret, los adultos disfrutaban de una velada “relajada”, sin sobrinos, nietos… sólo Margaret, Janet y sus hijos, debidamente acompañados por sus respectivas fulanas, a Janet le gustaba más ese término que yernos o nueras, era más atemporal y no discriminaba, no tenían que estar casados o pertenecer al sexo opuesto, era perfecto porque abarcaba cualquier tipo de relación que implicara darse mucho afecto exclusivo.
Gary, el prometido de Joyce, intentaba asimilar toda esa información que le estaban contando, en esos momentos se preguntaba por qué demonios su fulana le decía cada vez que la llamaba desde el congreso en el que estaba, que todo iba avanzando a buen ritmo, aunque sus hijos y sobrinos la volvieran loca. Ya sabía bien lo protectora que era Joyce y lo independientes que eran sus hijos, además el resto de la familia andaba igual de tarumba, por eso se preocupaba tanto, todos ellos organizando una boda mientras intentaban juntar al resto sonaba tan alentador como las trompetas que se supone anunciarán el apocalipsis. Pero decidió confiar en Joyce, al fin y al cabo si se iban a casar tenía que darle el beneficio de la duda. Intentó sonsacarle qué estaba pasando varias veces, pero sólo recibía excusas como que Tyson le había mentido o que conocer a la pareja de Phill la ponía más nerviosa de lo habitual. Lo más que pudo llegar a saber era que su sobrino Paul por fin estaba saliendo con Zachary, eso se lo relató con todo lujo de detalles, regodeándose en haberlo pillados en pleno morreo al llegar a casa para ver a Andy y a su novio. Y no es que no le interesara o alegrase la vida de Paul, pero prefería no entrar en detalles como” le estaba metiendo la lengua hasta la faringe”. Por otra parte Le parecía descabellado que se molestara tanto con Andy por no hacer oficial su relación con Gael antes, y ni siquiera avisar, si no presentarse de improvisto, ahora tendrían que organizar la cena a toda prisa, y eso sólo iba a causarle más estrés.
Venía preparado para afrontar todo eso, pero lo que escuchó al llegar después de darse un baño de media hora para desentumecer sus músculos, había superado toda esa sarta de mariconadas, ya no eran detalles de madre histérica por sus segundas nupcias, era algo mucho más serio, iban a tomar medidas para obtener la custodia de Jeff, iban a joder vivos a Debra y a Alden, y ya tenían trazado un plan. Eso era lo que tenía a Joyce tan agitada, ahora entendía bien el porqué de sus evasivas, aunque le siguiera molestando que no contara con él, pero ella no era de esas mujeres que interfieren en el trabajo de su pareja para pedir ayuda, no entendía de qué se quejaba con sus hijos si ella era exactamente igual. Para colmo lo de sus churumbeles era una tapadera, sabía perfectamente que Andy salía con Gael desde que empezaron, y se había tomado la molestia de quedar con la ex novia de éste para que le aclarara algunos detalles, de hecho en la cena pensaba invitarla a la boda. Aunque lo más gracioso era cómo se encargaba de molestar a Kate para que confesara, se había pasado el rato dándole el coñazo con que iba a ser una solterona y la estaba poniendo en evidencia con sus amistades, sólo para que dejara de ocultar su relación con Ben, cuando le preguntó por qué le insistía tanto, si a Andy lo había dejado tranquilo durante más de un año, Joyce se limitó a responder “ Andy no me va a hacer abuela”, estaba al tanto del embarazo de Kate y se limitaba a incordiarla. Y por último todo eso de alegrase porque Tyson no viniera acompañado, le había montado un pollo al chaval acusándolo de mentiroso y desconsiderado, cuando ella estaba poco menos que radiante al enterarse de que por fin había dejado a ese “puto cabronazo descerebrado” alias Joe, detestaba a ese chico con toda su alma, desde que lo había visto con su niño en la fiesta de cumpleaños de Dan puso el grito en el cielo. Su ex marido le había restado importancia “si te opones se encaprichará y será peor” había dicho, pero resulta que era ese pederasta el que se había encaprichado con Tyson, un tipo de veintiocho años persiguiendo a un chiquillo de dieciséis, era obvio que iba a acabar haciéndole daño. Y algo así había ocurrido, Tyson se dejó llevar, le gustaba estar con alguien al que consideraba maduro, con el que podía hablar de todo, y con el que aprendía cosas nuevas, estaba cansado de andar con cabezas huecas que sólo se preocupaban por gustarle a los demás y ser populares, desde que se mudaron no había encontrado amigos de verdad, con los que se sintiera a gusto, de hecho cuando tenía algún problema o quería charlar un rato llamaba a Ron o se conectaba para chatear con los de su antiguo grupo. Así que cuando Joe le tiró los tejos se sintió alagado, además por fin alguien lo suficientemente inteligente le prestaba atención y no pensaba desaprovechar la ocasión.


Pero Joe no resultó precisamente un encanto, detrás de esa fachada de sonrisas radiantes y amabilidad se escondía un tipo inseguro y controlador, que pasó de ser atento y considerado a comportarse de forma cruel y egoísta. Espantaba a los compañeros de Tyson burlándose de ellos, intentaba que no saliera con gente de su edad y cuando estaban con sus amigos lo trataba con condescendencia, como si le estuviera haciendo un enorme favor al salir con él. Tyson al principio lo justificó, pensando que era lógico que un adulto se incomodara con eso de tener que tratar con críos, le restó importancia al hecho de que fuera paternalista cuando estaban con sus colegas, teniendo en cuenta que a más de uno le bailaba el ojo y era mejor ser sobre protector a dejar que se le echaran encima a tu novio adolescente.



Al ver que Tyson no acababa de pararle los pies a ese capullo Joyce se decidió a poner orden. Llamó a Ron invitándole a pasar el fin de semana en el que celebrarían el cumpleaños de Tyson, le pidió que se trajera al resto del grupo con él, contándole lo deprimido que había estado su hijo, y dejando caer de paso que el cretino corruptor de menores con el que salía lo estaba fastidiando, pero que Tyson lo justificaba, así que sería conveniente que alguien se ocupara de abrirle los ojos, eso sí de manera discreta, haciendo que Joe perdiera los papeles, no acusándolo. Lo mejor eran pruebas, no discursitos.
Dicho y hecho, Ron y siete más entre chicos y chicas se habían plantado en la casa de Joyce para montar una buena fiesta, no todos los días se cumplen diecisiete le había dicho Ron a un maravillado Tyson que saltaba de unos brazos a otros saludando efusivamente a sus amigos. Estaba tan contento de volver a tenerlos a todos en la misma habitación que ni siquiera se preocupó de presentarles a Joe como es debido, además no le daban tregua, estaban todo el rato haciéndole bromas y contándose batallitas, cuando no se hartaban de decirle lo mucho que lo echaban de menos. A medida que notaba a Tyson más alegre Joe se iba cabreando, era el único que podía sacarle esas sonrisas y sólo él tenía derecho a estar junto a Tyson de esa manera tan cercana. La gota que colmó el vaso fue la llegada tardía de Cid, una chica muy cariñosa que para disculparse con Tyson por llegar tarde le había plantado un beso demasiado cerca de los labios, pero nadie calcula las distancias cuando se tira de un salto a los brazos del cumpleañero. Tyson empezó reír por lo alocada que seguía siendo esa niña, era la hermana de Ron, tenía sólo trece años, y la llamaban el conejo blanco porque siempre iba corriendo de un lado a otro, la puntualidad le costaba horrores.


No fue nada escandaloso, no hubieron gritos por parte del rubio, ni siquiera se sorprendió demasiado, cuando Joe comenzó a reprocharle todo lo de la fiesta. Tyson no se dio cuenta de que se había pasado todo el tiempo mirando mal a sus amigos, de que cada vez que alguno se le acercaba se ponía de peor humor, y que cuando intentaba ir a por él eran Andy o Kate el que lo paraban. Todo eso tuvo que escucharlo de los labios del propio Joe, que se delataba como el imbécil egocéntrico que era. La gota que colmó el vaso fue cuando se refirió a Cid como ”esa pequeña buscona desvergonzada”, se metía con una cría que simplemente era afectuosa, y no sólo con ella sino con su mejor amigo, “ese macarra que ni siquiera sabe controlar a su insoportable hermanita”. En esos momentos Tyson se cuestionaba como por aburrimiento podía dejarle pasar tantas estupideces a alguien, por muy culto que fuera o muy bueno que estuviera ese comportamiento no se lo consentía a nadie. Así que sin dramatismos lo dejó, con palabras directas y sin rastro de arrepentimiento, sabía que la había cagado y su madre llevaba razón, y lo peor es que tendría que mentirle diciéndole que iría con alguien a su boda, porque estaba seguro de que montaría en cólera si se quedaba un asiento vacío en el banquete. Y todo para que reconociera lo equivocado que estuvo y la razón que ella tenía al aconsejarle que se alejara de ese “jodido tarado de mierda”.
Optaría por mentir y ahorrarse los detalles, llegado el momento ya apechugaría con las consecuencias.


Lo más coñazo fue aguantar a Joe despotricando y perjurando que nunca más se acercaría a un mocoso inmaduro que no sabe apreciar lo que tiene. No era consciente de lo jodidamente ególatra que era, además de estúpido, porque siendo sinceros Tyson nunca lo había admirado, simplemente le resultaba más cómodo lidiar con sus excentricidades si a cambio contaba con alguien que supiera que cuando hablaba de Saki se refería al autor británico y no a un manga, y cuya idea de echar un buen polvo no se redujera a ir a los lavabos y no pasar de diez minutos. Pero tampoco era para tanto, ya encontraría a la persona adecuada, una que no necesitara ir a terapia para superar sus inseguridades, a la que no le disgustaran sus amigos y que estuviera dispuesto a dejar que hiciera el chorra de vez en cuando sin poner el grito en el cielo, sólo necesitaba que respetaran su espacio, no era mucho pedir…


Así que cuando Joyce vio que su querido niño no iba a ir acompañado de ese “sucio bastardo” a la boda rebosaba alegría aunque estuviera tirándole la bronca por desconsiderado y exigiéndole que se buscara alguien con quien llenar el asiento de al lado en el banquete, lo hacía por su bien, buscar una víctima lo mantendría ocupado, y puede que incluso llegara a encontrar alguien de su agrado. Lo sorprendente fue la llegada de Yakov, ese pequeño proyecto de delincuente juvenil era perfecto para su alocado hijito, le pondría las cosas difíciles, no dejaría que se saliera siempre con la suya y lo más importante, era lo suficientemente inteligente para seguirle el ritmo, además ambos gustaban de tener su espacio así que no habría problemas ni chiquilladas respecto a sus amistades.
Algo que estaba asustando a Gary fue la respuesta de Joyce ante sus reclamos por no compartir sus inquietudes con él y ocultarle cosas. Joyce lo había mirado seriamente y le había dicho” lo siento querido, es que no quería preocuparte, sé lo importante que es tu trabajo para ti, no podrías haber hecho nada para ayudarme sin descuidarlo. Pero no te preocupes, de ahora en adelante trataré de ser menos cerrada, y para que veas que lo que digo es cierto mañana me acompañarás a conocer a la tía de Yakov”.


Joyce había estado investigando al muchacho, bueno había contratado a alguien o mejor dicho recurrido al de siempre para que se informara. Y el resultado era saber que los únicos parientes que tenía Yakov eran sus tíos y su abuela. Su tutela estaba en manos de su tía May, una mujer de cincuenta años, que lo había adoptado al morir su hermano en un accidente de coche. Pero antes de eso Yakov había tenido que vivir con su tío Robert, la esposa de éste y sus dos hijos, pensaron que estaría mejor entre chicos de su edad, y así habría sido si no fuera porque el mayor intentó propasarse con él recibiendo una buena tunda por parte de Yakov, que desde ese momento fue puesto en tratamiento por su agresividad. Su custodia pasó a manos de May, y para seguir las indicaciones del juez había inscrito a Yakov en ese maldito internado donde se supone iban a reconducir su conducta violenta. A May no le gustaba la idea, ella creía a Yakov, y es que ese chico al que atacó “sin motivos” no le daba buena espina, pero no tenía otra opción, además desde la muerte de sus padres y el incidente con su primo, Yakov se había vuelto muy reservado y desconfiado, siempre estaba a la defensiva y evitaba relacionarse con los demás. Temía que de seguir así acabara solo.


Por eso al recibir la llamada de una tal Joyce contándole algunas cosas que desconocía por completo no dudó en aceptar, ilusionada con la idea de que por fin su sobrino echara abajo todas las barreras que había creado para que no se le acercase nadie. Estaba segura de que eso sería algo costoso pero el primer paso solía ser el decisivo.


Gary quedó sorprendido por la visita que iban a hacerle a May, pero no podía quejarse, él le había pedido a Joyce que no lo excluyera, claro que su idea de participación familiar no consistía exactamente en hurgar en la vida de desconocidos para entrometerse en las relaciones de Tyson. Le acababa de quedar sumamente claro que en esa familia todo era bastante peculiar.


La velada acabó entre risas cuando Joyce expuso sus dudas ante como reaccionar cuando Kate le presentara a Ben, una cosa llevo a la otra y acabaron haciendo apuestas sobre si diría lo del embarazo o esperaría a que pasaran la cena y la boda. Gary daba gracias por no tener hijos con Joyce, al igual que agradecía el que ella se mantuviera al margen de la relación con sus hijos, no es que se llevaran mal, al contrario, tenían una relación relajada y cordial, pero no intimaban demasiado. Era mejor así, tal vez él debería hacer lo mismo, pero no estar al tanto de los planes de Joyce le inquietaba demasiado.


Todos llegaron tarde de sus respectivas cenas, se miraban unos a otros tanteando el terreno.
Tyson y Jeff resoplaron mientras Phill y Glenn sonreían maliciosamente. Andy saludó a Gary preguntándole por el congreso mientras evitaba descaradamente a Joyce y le presentaba a Gael, Paul también se dedicó a charlar con su tío. Mientras el resto se iba a dormir sin hacerse notar demasiado, especialmente Kate, que había dejado a Ben en el hotel, mañana haría las presentaciones oficiales y sólo de imaginar las caras de Janet y su madre le daban ganas de salir huyendo.


Por su parte Ben estaba igual, sino más, acojonado. Lo que le había dicho su hermano sobre esa familia era preocupante, y saber que había perdido su apoyo moral y se iba a dedicar a putearlo para vengarse era lo que más le aterraba, Gael era una persona calmada y pacífica que sólo atacaba para defenderse, pero esta vez lo haría por otros motivos. Ya esperaba que se enfadase, y estaba preparado para sus gritos e insultos, pero nada de eso había ocurrido, fue Andy el que gritó y perjuró, Gael lo había mirado con decepción y le había advertido amenazadoramente que se iba a ocupar de que su entrada en la familia fuera triunfal, cabrear a su adorable hermanito había sido la peor cagada de su vida. Ya sólo quedaba pasar el trago y darle tiempo al tiempo para recuperar la confianza, respecto a lo que fueran a hacerle a Kate con su familia no tenía ni idea, pero como ella misma le dijo será mejor dejar a nuestras familias aparte y concentrarnos en nosotros. Si él no iba a contar con refuerzos para ir a la campo de batalla no pensaba molestarse en echarle un cable para cuando le tocara a ella apechugar con su familia. Bastante extraño les resultaba lo de Andy, cuando se enteraran de lo de Kate se iba a armar una gorda y de seguro iban a estrechar relaciones, porque en su casa estaba muy mal visto eso de ocultarse cosas. Pero en este asunto la responsabilidad era de Kate, él no quiso mantener lo suyo en secreto, fue por dejarse chantajear que ahora estaban así, y no pensaba excusarla, si tenía que cargar con el marrón de pelearse con su hermano que se jodiera con lo que le tocara a ella. Se consideraba un hombre comprensivo, no un calzonazos y si se creía tan lista que se las apañara. A este paso no se pondrían de acuerdo ni para buscarle nombre a su futuro hijo, confiaba en que si Andy y Gael habían conseguido estabilizar su relación ellos también acabaran por lograrlo.


Esa noche a la mayoría le costó conciliar el sueño, había demasiada información circulando por sus mentes. Jeff hablaba con Kevin sobre Kate, al igual que Gael con Andy, sólo que ellos estaban calibrando las reacciones de sus respectivas familias y planeando algún que otro golpe de efecto, en general estaban algo emocionados disfrutando de esa nueva faceta en que se confabulaban contra alguien, cooperando para fastidiar, normalmente Gael solía pararle los pies a Andy o desentenderse del tema, pero ahora que tenía un justo aliciente comenzaba a entender el gusto de su rubio por jugársela a la gente que osara a molestarle , aunque a Andy le molestaran demasiadas cosas que no eran dignas de ser tomadas en cuenta a esa escala.


Tyson estaba muy agobiado, aparte de enterarse de que iba a ser tío e intentar prepararse para la cena de mañana, en la que se supone que iban a organizar la cena con la familia de Gael “¿a quién demonios se le ocurrió hacer una cena para planificar otra?” -pensaba disgustado-se sumaba el hecho de que Joe le hubiese mandado un mensaje para quedar. ¿Y ahora qué quería hacer ese tarado? Lo menos que necesitaba en esos momentos era a un ex que le diera el coñazo, como conocía bien lo pretencioso que era le respondió educadamente que iba a estar muy ocupado el próximo mes porque tenía que cambiarse de colegio, y que en cuanto se estabilizaran las cosas lo llamaría. Tenía la esperanza de que no insistiera hasta que pasara el mes, es más con un poco de suerte cuando lo llamara, porque eso sí tendría que hacerlo para quedar bien, le dijera que ya no hacía falta que se encontraran dándole una absurda excusa que supuestamente fuera a molestarle.
Como no podía pegar ojo decidió echar unas cuantas partidas del último juego BL que había caído en sus ambiciosas manos, Kichiku Megane, le encantaba el protagonista pasaba de ser un dulce uke a un seme sádico sólo con ponerse unas gafas que lo hacían lucir endemoniadamente sexy. Ya de por sí tenía cierto fetiche con las gafas, una de las razones por las que se había fijado en el mamón de Joe era porque llevaba unas que le quedaban de lujo, le atraían los tipos con aire intelectual y si enciman eran algo salvajes mejor, por eso se había enganchado al juego de esa manera, también por las escenitas subidas de tono.


Estuvo cinco minutos dudando que rol tomar, el normal o el megane, tenía los ánimos más bien sumisos pero le gustaba tanto el de las gafas… finalmente eligió la versión seme y estuvo jugando un buen rato, satisfecho de sus honrosos logros. Le resultaba bastante reconfortante eso de ir seduciendo y dominando, estaba embebido en la partida, pendiente de las opciones a elegir, ya se había olvidado por completo de Joe, Kate, las cenas y la boda, estaba a punto de zumbarse a un morenazo cuando escuchó un golpe seco contra el ventanal y a continuación un quejido acompañado de varias palabras poco acordes para una apacible madrugada. Decidió postergar su ciber polvo para ir al encuentro del autor de tanta poesía, encontrándose con la agradable sorpresa de un adolorido Yakov, que se sobaba el brazo mientras miraba con rencor una de las ventanas que no estaban enganchadas a la pared, y que por efecto de la brisa se le había venido encima, golpeándole el brazo con fuerza.


-¿Estás bien?-preguntó Tyson viendo la expresión mezcla de enojo y dolor que lucía Yakov.
-De puta madre ¿a ti qué te parece?
-Que deberías ser menos antipático. ¿En qué parte te golpeó?
-En el codo.
-Vale, será mejor que te pongas algo frío y un gel para que no se te haga un morado. Iré a la cocina y al baño y te traeré el hielo y el gel. Espérame en mi habitación-dijo mientras le señalaba su puerta al balcón.


Yakov se limitó a asentir mientras intentaba no rozar la zona dolorida. En vista de que no podía conciliar el sueño y no hacía otra cosa que dedicarse a dar vueltas en la cama hasta exasperarse, había decido salir al balcón y tomar el aire, eso solía funcionarle durante las vacaciones, la primera semana que pasaba junto a May siempre se le hacía difícil para dormir, así que solía salir al porche y tomar el aire mientras observaba el mar. Eso acababa relajándole y aunque fuera muy tarde podía descansar un par de horas, una vez llegó incluso a dormirse, ya que May había puesto uno de esos sillones enormes que se balancean, dejando una manta para cuando se sentaba a ver la puesta de sol, según le había dicho, pero él estaba seguro de que lo había hecho porque sabía que salía en la noche y no quería que cogiera frío. Al sentirse tan cómodo y arropado acabó por dejarse dormir allí mismo, despertándose con los primeros rayos de luz del amanecer. Recordaba la extraña sensación de despertar al aire libre pero se sentía a gusto al notar la suave brisa matinal deslizándose por su rostro. Aunque decidió que sería más cuidadoso para otras ocasiones, ya que el sillón por muy cómodo que fuese no podía compararse a un buen colchón, y despertarse entumecido no era una sensación precisamente agradable.
Siguiendo las indicaciones de Tyson había entrado a su dormitorio, que estaba algo desordenado, había una manta de viaje arrugada sobre algunos pufs, sobre los que debía estar echado ya que aún tenían la marca hecha por su cuerpo. Decidió sentarse sobre uno mientras lo esperaba, al acomodarse vio algunos libros amontonados en una mesilla, del que sobresalía uno de color violeta titulado La reticencia de Lady Anne ,sonrió al reconocer el título, Saki era uno de sus autores favoritos, le resultaba refrescante y divertido ese humor tan incisivo y en ocasiones macabro. El parpadeo de la pantalla lo sacó de sus cavilaciones, dejando a un lado el volumen de relatos, se fijó en la imagen pausada, era de anime, un tipo trajeado de actitud desafiante estaba a punto de echársele encima a otro que tenía pinta de irle la marcha, creyó que estaría viendo uno de esos animes porno, cosa que no acabó de sorprenderle, puede que la histérica de Joyce tuviera razón y debiese buscarse una ¿cómo las llamaba ese señora tan simpática? ¿Fulanas? Sí, estaba casi seguro, ahora que lo pensaba esa mujer hablaba como un bucanero, podía imaginársela fumando puros y jugando al poker.
La llegada de Tyson con una especie de bolsa azul que estaba helada y un tubo de gel antiinflamatorio interrumpió sus divagaciones.


-Veamos, encontré esta cosa que mi tía se pone en el cuello cuando le duele, es como hielo envasado, pero cuando se caliente el líquido se puede poner de nuevo en la nevera y listo-dijo pasándoselo-pero antes ponte el gel.
-Ok, gracias-respondió Yakov mientras extendía su mano para que depositara en ella una considerable cantidad de gel.
-¿Cómo te golpeaste?-preguntó Tyson intentando reprimir una sonrisa ante las muecas que hacía Yakov por el frío contacto del gel.
-No podía dormir, salí al balcón, pero no me fijé en que una de las ventanas que se abren hacia fuera no estaba enganchada, así que cuando me apoyé en la pared y vino una ráfaga de brisa me cayó justó en el codo-farfullaba mientras terminaba de ponerse el gel y aplicaba la especie de bolsa soltando algunos ruiditos que mostraban su incomodidad.
-Vaya, qué putada, de todas las ventanas fuiste a dar con la única que tiene roto el enganche-por mucho que intentara controlase ver a ese chico tan macarra quejarse de esa forma le estaba poniendo a prueba el aguante, pero estaba seguro de que si se atrevía a sonreír iban a acabar muy mal.
-Parece que tengo el don de la oportunidad-replicó en tono sarcástico.
-Yo tampoco podía dormir-intentó cambiar de tema.
-Ya veo, aunque parece que te entretienes bastante –dijo Yakov señalando la pantalla.
-Ah sí, no hay nada como hacer de seme sádico para pasar el rato-picó Tyson con una sonrisa.
-¿No es un anime?-preguntó con curiosidad el herido.
-No, es un video juego ¿quieres jugar una partida?
-Tendría que ir a buscar mis gafas.
-¿Usas gafas?-preguntó Tyson sorprendido y entusiasmado.
-Sólo para leer, ver la tele y eso…
-Respondió algo contrariado al notar cierto ¿entusiasmo?, en su pregunta.
-¿Quieres que vaya a buscarlas?
-No sé si es buena idea ponernos a jugar a estas horas…
-No podemos dormir y seguro que no aceptas otras ofertas-le guiño un ojo mientras lo decía- así que no veo por qué no…
-No me has hecho otras ofertas, como por ejemplo dejarme algún libro-replicó Yakov eludiendo la provocación, no quería ponerse de mal humor ahora que por fin parecía que podía mantener una conversación sin pensar “quiero descabezarte rubito”.
-Cierto, ¿qué tipo de libros te gustan?-adoraba ver la expresión de Yakov cuando intentaba controlar sus impulsos homicidas.
-Pues ese de Saki que tienes ahí me gustó muchísimo-dijo señalando el tomo de color violeta.
-¡Te gusta Saki!-exclamó Tyson gratamente sorprendido-Aunque no sé por qué me sorprendo te pega bastante su humor.
-Puede que lo sorprendente sea que te guste a ti-replicó mostrando algo de enojo.
-Sí, debo reconocer que soy un chico muy sorprendente-rió Tyson al ver el poco aguante que mostraba el moreno-. Pues aquí sólo tengo tres obras de Saki, ese que viste, Reginald y Las crónicas de Clovis.
-Ya me los he leído-respondió Yakov mientras se ajustaba la maldita bolsa que se empeñaba en resbalarse.
-Entonces mejor jugamos una partida-propuso Tyson poniendo ojitos de cachorro abandonado.
-Vale, mis gafas están sobre la mesa de noche, dentro de un estuche negro.
-Ok, en seguida vuelvo-dijo pasándole la carátula del video juego-vete leyendo la sinopsis y elige personaje.
Tyson salió por la puerta del balcón y fue derecho a la mesilla, tomó el estuche y lo abrió, le mataba la curiosidad por saber cómo eran las gafas. Eran de montura metálica negras, rectangulares y achatadas, estaba seguro de que le quedarían muy… bien, se censuró a sí mismo metiéndolas en el estuche y volviendo a su habitación. Al llegar se encontró a Yakov mirando la contraportada a la luz de la pantalla, frunciendo el seño por el esfuerzo que le suponía leer esa diminuta letra.
-Aquí están-dijo Tyson mientras le pasaba el estuche y se acomoda junto a él buscando un mando para pasarle.
-Gracias-respondió Yakov al tomar el estuche. Sacó las gafas y las limpió antes de ponérselas.


Cuando Tyson se giró para pasarle el mando ya las llevaba y estaba leyendo la trama del juego. Ya sabía que iba a ser algo porno, pero aquello iba más allá de una típica historia en la que había algo de sexo. Al levantar la vista tomó el mando que le ofrecía el rubio, no sin antes ignorar esa descarada sonrisa que llevaba puesta en los labios, y que él achacaba a la expresión que debía tener por enterarse bien de la trama de juego, que fuera puro mariconeo le resultaba revelador.
Pero la cara de felicidad de Tyson era por lo jodidamente sexy que estaba el macarra con las gafas puestas y esa indescifrable expresión de estar concentrado en algo que no acababa de asimilar. Debía reconocer que cuando se relajaba un poco resultaba bastante agradable tratar con él, Tyson siempre había preferido la gente que dice lo que piensa o en su defecto guarda silencio, a la que va de amigable y es pura hipocresía. Además provocarle y ver como se enfurruñaba o resoplaba, para luego mirarle como si deseara descuartizarlo le encantaba, si seguía así joderle la paciencia iba a volverse uno de sus hobbies favoritos, pero no podrían echárselo en cara, la culpa era completamente suya por resultar tan adorable en esa faceta, simplemente no podía negarse a sacar a relucir lo mejor de los demás.


Tyson le explicó la dinámica del juego y eligieron personajes, por supuesto Yakov eligió al maquiavélico personaje que le da las gafas al protagonista y Tyson siguió con el rol de seme. Una vez le pilló el truco dejó a un lado comentarios sobre el contenido y se dedicó a jugar, ignorando los comentarios con los que Tyson aderezaba la partida, estuvieron así más de dos horas, hasta que acabaron echados en la última partida, dejándose vencer por el sueño.


La estampa era de lo más adorable, ambos chicos yacían acurrucados entre los pufs, durmiendo profundamente, mientras algunos ojos curiosos los observaban. Jeff sabía lo temprano que solía levantarse Yakov, así que decidió ir a buscarlo, cuando para su sorpresa no lo encontró en la habitación de invitados, al salir al pasillo se encontró con Andy que iba a buscar a Tyson para hablar de lo que había tramado junto a Gael.


-Buenos días Andy-saludó Jeff algo ansioso.
-Buenos días ¿ocurre algo?-preguntó al notar lo nervioso que estaba Jeff.
-Acabo de ir a buscar a Yakov para bajar a desayunar, pero no estaba en su habitación.
-Puede que haya decidido bajar antes-dijo Andy no muy convencido-. Yo iba a buscar a Tyson, ven conmigo y en cuanto lo despierte ya buscamos a Yakov-se ofreció a ayudarlo.
-Gracias-dijo Jeff mientras llegaban a la puerta de la habitación.
Cuando Andy abrió la puerta después de tocar con suavidad ambos se quedaron perplejos ante la escena.
-¿Crees que han…?-preguntó Andy confundido.
-De ninguna manera, debe haber alguna explicación-argumentó Jeff.
-¿Qué puede explicar que estén durmiendo en el suelo pegados como lapas?
-No lo sé, pero Yakov no acabaría montándoselo con alguien a las primeras de cambio… y Tyson tampoco ¿no?
-No creo, pero queda sospechoso.
-A mí me parecen muy cute.
-Eso no te lo niego, aunque esos dos podrían acabar sacándose los ojos…
-Tú y Gael también, y mira que bien os va ahora.
-Cierto, aunque si es por eso les queda un largooo y complicado camino…
-Bueno Tyson es menos cabezota que tú y Yakov es muy bestia.
-Lo mismo ellos no dan tanta vuelta, pero lo “explosivo” no se lo quita nadie…
-Mejor nos vamos antes de que se despierten, no vaya a ser que la tomen con el público.
-Tienes razón, aunque daría lo que fuera por verles la cara cuando se despierten así de acaramelados.


Jeff y Andy bajaron con una enigmática sonrisa que a Gael y Zach les dio muy mala espina. Empezaron a comentar lo de la cena y Kate, sin que les diera tiempo a decir algo sobre su nuevo descubrimiento. En el piso de arriba cierto rubio empezaba a abrir los ojos llevándose una interesante sorpresa, otro punto a favor de Yakov era que adoraba despertarse rodeado por unos fuertes brazos…


Notas finales:

  Se tragó la respuesta de DraculaN666 maldito cacharro : Ben y Kate acababan juntos, pero no me pude resistir a lo del embarazo quería poner auna familia loca y retorcida XD. La tregua entre esos dos ya comienza en este cap. a ver cuánto les dura...

Los juegos no los venden aquí tampoco, pero hay webs como aarianfantasy afortunadamente, lo que pasa es que me lio con los formatos =_= el juego que puse en este cap. también tiene manga y un opening *¬*

Conseguí El psicoanalista en la feria del libro en tapa dura a menos  de 6 euros *-* pero ahora estoy enganchada con los relatos de Saki(como se nota en el cap. XD)en cuanto los termine empiezo con ese 

 Por cierto tú editas(o algo así) el manga Nabari no ou, es que me gustaría saber si tiene algo yaoi o no ^^


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