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Sympathy For The Devil por LadyHenry

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Notas del capitulo: Una pregunta... ¿Alguien sabe de qué color son los ojos de Gael?
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     Por fin empezaba a comprender lo satisfactorio y gratificante que podía llegar a ser comportarse como un cabrón retorcido. Ahora sabía bien a qué  se debía la perversa alegría tan característica de la familia de su novio.

Tenía que reconocer que lo estaba disfrutando, y aún le quedaba lo mejor... Era simplemente sublime ver la expresión acongojada de su hermano Ben cuando toda la familia lo escrutaba intrigada. Y mientras tanto Kate sólo podía intentar evitar repugnarse con el olor a pescado que emanaba de la empanadilla que Andy devoraba gustoso, elogiando lo deliciosa que estaba y lo buena cocinera que era su suegra. Sí, ya no era Kiara o la madre de Gael, ahora era su querida suegra, la adorable mujer que había traído al mundo al amor de su vida, dándole en herencia sus preciosos ojos y su cabello lacio, brillante y oscuro.

Tenía que reconocer que esa mujer sabía hacer chicos guapos, Ben no estaba nada mal tampoco y el resto de sus hermanos iban a la par. Pensó en que cuando su hermana y Ben dieran la buena noticia haría un chiste, sobre el hermano pequeño de Gael y Tyson, así de paso podría apreciar la reacción de Yakov, que parecía estar disperso entre charlar con su tía e intentar captar lo que estaba sucediendo en el otro frente.

Y estaba completamente seguro de que Joyce lo sabía todo... lo que hacía la velada mucho más prometedora. Por una vez podía sentarse y disfrutar, esta vez no corría peligro.

Phill aprovechó para sentarse junto a May, presentándose como el padre de Jeff y agradeciéndole por todo lo que había hecho Yakov. Por su parte May no perdía detalle, por lo que estaba viendo era una familia bien avenida, en cuanto a tener una buena relación, si le preguntaban por el comportamiento... era un tanto difícil de clasificar, pero tenía las dosis de locura que tanto necesitaba Yakov para salir de su caparazón, y si el encargado de romperlo iba a ser Tyson, la cosa pintaba divertida, ese chico sabía cómo tocarle la fibra sensible a su sobrino, en lo que llevaban de cena le había guiñado el ojo, enseñado la lengua y remedado, consiguiendo que Yakov lo amenazara con clavarle el tenedor.

-Como sigas incordiándome voy a clavarte el tenedor y trincharte como si fueras un jodido pavo-bramó Yakov ofuscado.

-Yakov cielito mejor me clavas otra cosa-había replicado Tyson sonriendo mientras alzaba las cejas a modo de insinuación.

Y ahí May, Phill y Jeff rompieron a reír, haciendo que Yakov reparase en lo absurdo de la situación y siguiera comiendo ignorando a Tyson, que los miró con desaprobación por chafarle el ataque.

Joyce encantada de ver cómo Phill hacía buenas migas con May se dedicaba de pleno a estrechar lazos con Kiara, comentándole lo mucho que había cambiado Andy desde que estaba con Gael, obviando cosas como que antes era bastante mujeriego y centrándose en lo feliz que lo notaba, y todo gracias a la estabilidad que le aportaba ese maravilloso chico que tenía por hijo, todo eran elogios para Gael, y Kiara como madre orgullosa que era no podía estar más contenta de saber que Andy quería tanto a su hijo y que iba muy en serio. Cuando le confesó a Joyce lo aliviada que se sentía al ver que por fin Gael se había comprometido, ésta no pudo más que asentir sonriente diciéndole que ella sentía exactamente lo mismo y más al ver lo buena pareja que hacían.

De momento con tanta presentación y  al estar hablando de Gael, Kiara no había tenido tiempo para enterarse bien de porqué Ben había aparecido. Lo notaba especialmente inquieto, cuando tendría que estar muy feliz, ya que él era el único que había apostado por la relación de su hermano con Andy, sin embargo ni siquiera se había jactado de tener razón. Sólo miraba compungido a la hija de Joyce, que por lo visto no se encontraba bien, había vomitado y estaba algo mareada, pero se empeñaba en seguir adelante con la cena. A pesar de que Andy le había insistido en que fuera a descansar. Por enésima vez intentó preguntarle a su hijo Ben el motivo de que estuviera allí, pero de nuevo fue interrumpida, esta vez por Janet.

-Kiara creo que para provechar la ocasión deberíamos ir a ver el palacete donde Joyce celebrará la ceremonia, tiene unos jardines preciosos. Así le das tu opinión, no es lo mismo que nos pregunte a nosotros que a una decoradora profesional.

-Eso sería estupendo, pero ¿no es un poco tarde?-apreció Kiara algo descolocada por la invitación.

-Bueno, como tu hijo Ben vino contigo podrá llevarte, además de noche está la iluminación en la fuente, se ve preciosa-argumentó Joyce.

-Oh bueno Ben vino con Gael, no conmigo, pero supongo que puede llevarme, si es tan bonito el lugar será agradable dar un paseo después de la cena-afirmó Kiara.

-Ben no vino conmigo mamá-aclaró Gael con fingida sorpresa-creí que venían juntos por la invitación de Joyce.

-No, yo me adelanté para planificar la cena y casi vine por sorpresa-se extrañó Kiara.

-Bueno, estos chicos son muy reservados, Gael ni siquiera nos había contado que eras decoradora, con la ilusión que le hubiera hecho a Joyce-picó Janet.

-No quería que Joyce se sintiera presionada ni pensara que la estaba comprometiendo-se excusó Gael.

-Descuida querido, estoy segura de que tu madre me será de gran ayuda y no le importará que le robemos un rato para que nos asesore.

-Entonces está decido, después de cenar iremos todos al palacete-afirmó Gael con entusiasmo guiñándole el ojo a Kate.

-¿Es el palacete que está cerca de la playa?-preguntó May sonriendo al ver la cara de Yakov de "ni se te ocurra".

-Sí ¿lo has visitado alguna vez?-indagó Joyce.

-No, sólo lo he visto al pasar con el coche, es precioso, estoy deseando ver el interior-afirmó May dando por sentado que se apuntaba- a Yakov le encanta la arquitectura, seguro le entusiasmará.

-Vaya, qué sorpresa, Phill es arquitecto, siempre dijo que le gustaría casarse allí-rió Joyce al ver la expresión incrédula de Glenn.

-Cierto-confirmó Phill-lástima que aquí aún no sean legales las uniones entre gente del mismo sexo.

-Bueno, siempre pueden celebrar una de esas ceremonias paganas-sugirió Janet animada.

-¿En un palacete?-Preguntó Glenn con desconfianza-Ni hablar, bueno sí lo hace conmigo no será.

-Qué tío más soso te buscaste Phill-se quejó Janet.

-No te creas para otras cosas es bastante entusiasta-sonrió Phill-por ejemplo surfear le encanta...

-Vaya entonces tendrás que darle un par de clases a Jeff, con Zach y Andy siempre acaba haciendo el ganso y no aprende nada, pero a ti se te ve muy disciplinado y ahora que serás su papá en funciones hay que estrechar lazos-propuso Joyce emocionada.

-Por mí estupendo-respondió Glenn mientras se preguntaba cómo demonios había terminado hablando de ir a hacer surf con Jeff cuando charlaban de la decoración de la boda de la Joyce.

-Yo también quiero que tío Glenn me aleccione-pidió Tyson con su mejor sonrisa.

-¿Haces surf?-preguntó Yakov, saliendo de su mutismo, con un tono que denotaba diversión y desconfianza a partes iguales.

-Ahí donde lo ves tan delgadito y tirando a bajo el chaval es pura fibra-afirmó Andy orgulloso.

-Sí, además es muy flexible-añadió Zach.

-Gracias chicos, me van a hacer sonrojar-los frenó Tyson antes de que acabaran diciendo alguna burrada.

-No seas modesto hermanito, sabes defenderte muy bien-intervino Kate haciendo que todas las miradas se centraran en ella.

-Gracias, cuando alguno de vosotros se digne a darme un sobrino podré enseñarle todo lo que sé-afirmó Tyson dedicándole una significativa mirada.

-Me temo que Gael y yo no podemos, y Kate no parece por la labor-se lamentó Andy.

-Es una pena, seríamos unos tíos consentidores-sonrió Gael.

-Bueno Andy, tú tienes más posibilidades de ser tío, Gael tiene más hermanos-comentó Kevin.

-Pero no parecen estar por la labor-se quejó Gael.

-Cierto, con la ganas que tengo de que me hagan abuela-suspiró Kiara.

-Yo también-se sumó Joyce-pero con Andy no va a ser posible, Tyson es muy joven aún y Kate ni siquiera me ha presentado a quién va a llevar de pareja a la boda.

-Puede sentarse con Ben, que desde que rompió con Bryce anda de flor en flor-dijo Kiara disgustada.

-Oh te comprendo muy bien, con Kate me pasa lo mismo, estos chicos son unos inconscientes, a este paso tendremos que esperar a que Andy y Gael adopten...

-Es una pena que no podamos tener hijos seguro que nos saldrían unos críos preciosos-opinó Andy sonriendo divertido.

-Sí tuvieran uno con los ojos de Andy y la sonrisa de Gael yo esperaría a que creciese para cortejarlo-bromeó Zach.

-A mí me gustaría más con el cabello de Gael y la sonrisa de Andy-opinó Paul.

Con cada broma el ambiente se iba llenando de tensión, enmascarada tras amables sonrisas y miradas socarronas. Ben y Kate no sabían dónde esconderse, pero eso sólo fue el principio. Una vez acabaron con el tema de la descendencia, retomaron el de "oh dios mi vástago no tiene pareja a su edad", y fue ahí donde se explayaron a gusto, dando a conocer el desastroso historial amoroso de sus hijos, contando sus más bochornosas relaciones, y comentándolas, Kate no salía de su asombro al ver cómo su familia, hablaba con total desparpajo de su vida amorosa y Ben tampoco se libró, porque a pesar de que estaban en minoría Gael se hartó de dar detalles que hasta su propia madre desconocía.

Sí, los habían humillado y avergonzado todo lo que quisieron, y sabiéndose merecedores de la pequeña venganza no tuvieron otra opción que aguantar sino querían mayores represalias. Además lo que les seguía preocupando era cómo contarle a Kiara y a Joyce lo suyo, después de dejarlas hablar de todo eso sin atreverse a interrumpir para contarlo la cosa se había vuelto mucho más compleja, probablemente se ofendieran más. Ben divisaba algo nefasto para su recibimiento en familia, pues tal y cómo le habían contado Gael, Andy y Kate, eran de lo más peculiar, y Kate sospechaba que su suegra iba a mirarla como si fuera un maldito engendro malagradecido y cobarde. Definitivamente estaban jodidos, y la cosa sólo podía ir a peor.

Procuraron relajarse en la medida de lo posible ignorando las constantes indirectas que les tiraban. Al acabar la cena Kate suspiró tranquila, pensaba excusarse con su mareo para no ir a ver el palacete, pero Joyce se le adelantó, al pedirle que llevara a Kiara y a Ben en su coche, ya que tendrían que usar varios para desplazarse todos. Y evidentemente no iba a negarse, después de haber rehusado a comer empanada y de notar la extrañeza de la mujer ante la actitud que mantenía con Ben. Y es que por muy amable que fuera la mujer no le iba a hacer gracia que se hubieran ocultado, y mucho menos no ser de las primeras en enterarse de que iba a ser abuela.

Así que sin más reparos todos salieron rumbo al palacete. Joyce iba acompañada de Janet y Diane. Iban riéndose y comentando las reacciones de la cena, les había costado mantener la compostura ante los ataques de Andy y sus aliados, pero lo mejor era la cara larga de Kate y Ben, estaban realmente cagados.

May aprovechó que Yakov lo sabía todo para quedarse a solas con él, durante los quince minutos que duraba el trayecto esperaba poder aclarar algunas cosas.

-Por fin solos-dijo May abriendo fuego.

-Sí, con toda esa gente alrededor no vamos a poder hablar mucho-suspiró Yakov.

-Son bastante bulliciosos, pero parece que son legales...

-Son bastante peculiares, y tienen una facilidad pasmosa para hacer con normalidad las mayores burradas y para meterse en líos innecesarios...

-¿Innecesarios?

-Sí, Kate y Ben... vaya manera de hacer el tonto.

-¿Qué les pasa?

-Tú qué crees...

-Bueno, tenían un comportamiento extraño, y ella no parecía sentirse bien, pero no le dieron demasiada importancia, no creí que fuera relevante-argumentó May.

-Ella y Ben son pareja, pero no se lo han contado a las familias, está embarazada, sus hermanos se acaban de enterar, y mira lo que hacen-bufó Yakov.

-¿Crees que son injustos?

-No se trata de justicia, sino de no complicar más las cosas, hay muchas cosas que hacer, y ellos se paran a cada oportunidad-se quejó obstinado.

-¿Entonces es una cuestión de prioridades?-sopesó May.

-Sí, está embarazada y si no quería decirlo es su vida, que lo haga cuando quiera, y no la presionen.

-Pero ellos no han dicho nada, le guardan el secreto.

-Ya, pero la molestan poniéndola en aprietos...

-Sí sigue ahí en lugar de alejarse ya sabe que se está exponiendo, y por lo que pude ver ella sabía que esto iba a pasar.

-Por eso, todos se empeñan en liar las cosas, como si ya de por sí no fueran lo suficientemente retorcidas, es un puto caos.

-Entonces crees que siempre se debería tomar el camino más directo para solucionar las cosas, que los rodeos son una pérdida de tiempo infructuosa...

-La mayoría de las veces sí, siempre hay excepciones, pero para ellos la excepción sería no dar el rodeo.

-¿Alguna excepción que sea digna de justificar?

-Supongo que la que han hecho con Jeff, han sido muy pacientes y sólo le han dado el empujoncito cuando estaba preparado. En esa situación sí es comprensible que sean precavidos y utilicen la artillería maquiavélica, que es lo que se supone que vamos a hacer cuando vengan al internado.

-¿Estás de acuerdo con participar en eso?

-Sí, creo que me vendrá bien ayudar a cambiar las cosas ahí dentro-respondió Yakov con un tono exento de dudas.

-¿Eres consciente de que las cosas no van cambiar únicamente dentro?

-Sí, claro que lo sé y eso me motiva aún más. Cuando me largue lo haré con la satisfacción de haber ayudado a que la vida de esos desgraciados sea un poco más justa.

-¿Y qué me dices de tu vida? ¿Estás preparado para afrontar esos cambios?

-Bueno, si te soy sincero no he querido reparar demasiado en ese aspecto. Creo que eso lo enfrentaré cuando suceda y espero estar listo. Confío en mi intuición, si no dudé en apoyar a esa panda de locos será por algo...

-Me parece estupendo, estoy muy orgullosa de que hayas decidido avanzar, aunque sea de una forma un tanto arriesgada.

-Gracias, sabía que lo entenderías. Pero si te pido auxilio en medio de todo el lío, ven a socorrerme y no me sueltes eso de "tú lo elegiste ahora hazte responsable"-pidió Yakov sonriendo travieso.

-Descuida, no soy tan mala, pero no creo que eso suceda.

-Con esa familia de por medio cualquier cosa puede suceder, y ni se te ocurra probar lo brownies, puede que las teorías de Janet tengan algo de cierto-dijo poniendo voz lúgubre y mirada asustada.

-Lo tendré en cuenta. Ah y no te preocupes tanto, estoy segura de que contigo también harán una excepción-replicó May con expresión enigmática.

-¿Por qué habrían de hacerla?-indagó Yakov empezando a asustarse de verdad.

-Porque para ciertos temas aún estás muy verde y te haces el remolón, pero como tú mismo has dicho a veces es mejor no dar tanto rodeo, se pierde el tiempo sin necesidad... hazte caso cariño-sentenció May mientras terminaba de aparcar el coche.

Yakov se quedó perplejo clavado en el asiento del coche, con tanta charla el trayecto se le había hecho muy corto, tanto que no acababa de asimilar que habían llegado y tenía que salir. O puede que después de escuchar a May y ver que se bajaba sin darle tiempo a replicar prefiriese quedarse quietecito evitando dar la cara.

Su tía no solía meterse en su vida sino le daba pie, y mucho menos tocar temas tan personales, simplemente estaba ahí para cuando él quisiese sincerarse, esa manera de esperar sin presionarle era la que le había hecho confiar en ella, aparte de que nunca había dejado de cumplir su palabra. Era una mujer congruente y paciente. Pero ahora se había adelantado a los hechos. Ni siquiera había precisado en qué, tampoco hacía falta, ella lo había notado, cosa que lo hacía más preocupante, porque se equivocaba al creer que conseguía ocultarlo.

Y si ella lo había captado con lo poco que había visto... el resto tenía que estar más que enterado. Ya podía empezar a preocuparse por él mismo y dejar de fijarse en los líos de Kate o Jeff, era él el próximo en caer. No quería atreverse a pensar en que si las bromas del resto eran señales incriminatorias, en lugar de formas poco originales de incordiar, el rubito era muy consciente de lo que hacía.

Ese maldito mocoso había estado en todo momento manteniendo el control de la situación, observando las reacciones que cada una de sus maquiavélicas provocaciones causaban en él. Seguro que hasta lo estaba disfrutando, verlo caer sin atisbar lo que sucedía... y todo por subestimarlo y distraerse, de ahora en adelante tendría que mantener la cabeza fría y frenar. Aún estaba a tiempo, o eso pensaba. Tan ensimismado estaba que casi se golpea la cabeza con el techo del coche cuando May abrió la puerta instándole a salir, ya habían llegado todos y los estaban esperando para comenzar la visita. No tenía tiempo de asimilar eso de haber estado actuando como un colegial que sufre por primera vez los síntomas de la atracción por otra persona.

A Tyson no acababan de gustarle esas miradas suspicaces que Yakov le estaba lanzando, creía que ya estaba superada esa fase de "aléjate de mí rubia descerebrada", después de esos pocos días de íntima convivencia las cosas se habían ido relajando y ya podía considerarse como alguien cuya presencia era bienvenida. Porque Yakov se mostraba muy distante y pequeños gestos como molestarse en mandarlo a la mierda en lugar de ignorarlo eran todo un logro. No podía decir que calificara esa actitud algo agresiva como un retroceso, ya que no le ninguneaba, aunque fuera para mirarlo como si quisiera golpearle. Eso podía llevar a dos caminos, separados por un mínimo paso... y rogaba que sólo fuera el preludio de un acercamiento significativo, en lugar del de una enemistad abiertamente declarada. Sólo le quedaba esperar y ser paciente, tenía que echarle aguante, ya sabía que no iba a ser fácil y que probablemente las cosas sucedieran de manera accidentada, simplemente esperaba que no sucediera algo extra que lo complicara demasiado como para no poder sacar nada bueno.

"Si Andy consiguió que Gael lo eligiera y Kate que Ben la soporte, a pesar de tener esta familia yo puedo logarlo con Yakov", intentó animarse a sí mismo antes de que los nervios se hicieran patentes del todo.

Por el momento decidió guardar las distancias, algo le decía que Yakov acababa de darse cuenta de la situación, así que debía estar agobiado y poco amigable, por decirlo con suavidad... lo mejor era dejarle espacio y no molestarlo, nunca le gustó presionar ni que le presionaran, conquistar a alguien debía consistir en lograr gustarle, no en agobiar o reclamar atención a marchas forzadas, eso debía darse sólo, podía utilizar algunos trucos al final  la forma sólo era el gancho, si el fondo no convencía no había mucho que hacer.

Así que mientras Yakov seguía las explicaciones de Phill junto a May y Jeff. Tyson decidió ir con el grupo encabezado por su madre, en el que sus hermanos y sus cuñados libraban su particular batalla, teniendo como escenario un salón de lujosa decoración lleno de adornos florales.

Joyce y Kiara parecían haber congeniado muy bien, ambas tenían gustos similares, y ya estaban acordando hacer algunos cambios para la decoración que pondrían en la ceremonia. Gael parecía estar encantado, incluso daba algunas sugerencias, contándole a su madre cómo iba a ser el vestido de Joyce y lo bien que le quedaba, a falta sólo de las últimas pruebas.

Andy no daba crédito al savoir faire de su novio, que mantenía la atención de su suegra y su madre dejando en un segundo plano a Kate y Ben, estaba actuando como el yerno perfecto, para dejar patente lo bien integrado que estaba en la familia Blyton, rodeado por todas las mujeres "gobernantes", transmitiendo la confianza y el aprecio existente entre ellos, porque desde que llegara a la casa de Janet con ese comienzo tan accidentado y triunfal, Gael se había vuelto un miembro más de la familia. Uno que aportaba calma entre tanto alborotador, siempre paciente y sosegado, sufriendo con resignación los estrafalarios ataques y altibajos, y aprendiendo a contraatacar, porque una cosa era ser apacible y otra muy distinta ser tonto, como todo ser humano tenía su límite y detestaba llegar a él, así que procuraba frenar la cosa antes de acabar cabreado, y solía lograrlo, a no ser que fuera Andy el que se la jugara, si era así la cosa acababa mal, o muy bien, según se mire, después de todo si había algo más célebre que los polvos mañaneros eran los de reconciliación.

Kiara estaba encantada, ahora por fin podía respirar tranquila, su pequeño había caído en una buena familia, donde lo habían acogido como a uno más, y eso se notaba en el trato cariñoso que le daban, y en la confianza con que Gael hablaba. Ya podía dejar de lamentarse por la ruptura con Becky, y darle la bienvenida a Andy como su yerno, ese chico a pesar de ser cabezota y algo distante, se había abierto a Gael, involucrándolo con su familia, apostando por su relación. Y ahora que estaba seguro, mostraba sus sentimientos más abiertamente, y podía sentir en sus sonrisas y en esas miradas especiales que le dedicaba a Gael lo mucho que lo quería. Sentía que esos dos estaban bien, que habían conseguido ser una pareja sólida, su intuición se lo aseguraba. Y lo mejor de todo era lo encantadores que le resultaban los miembros de su nueva familia política, Joyce era una mujer enérgica, muy amable y con un gusto exquisito, al principio dudó en que fuera buena idea mezclar lo profesional con lo personal, pero al ver la conexión tan buena que tenía con la madre de Andy supo que se lo pasaría en grande haciendo ese pequeño trabajo, además le gustaba la idea de formar parte de algo tan importante, eso uniría a ambas familias, sería un lindo comienzo.

La visita iba sobre ruedas, Kevin y Zach comentaban lo sexy que lucía Gael cuando  su diplomacia  salía a relucir, ganándose algunos exabruptos por parte de Andy y Paul, que intentaban no darles bola para no estropear el ambiente conciliador, no querían que la ira de Joyce cayese sobre ellos, se estaba esforzando mucho por allanar el terreno. Para romper  el jueguecito Andy mandó a Kevin a echarle un ojo al grupo de Jeff, según sus cálculos él y Yakov ya habrían tenido tiempo de hablar.

Así que Kevin ni corto ni perezoso se dispuso a darles la dicha de su compañía, pero se detuvo antes de lo previsto, al ver a Jeff y Yakov sentados en el ventanal situado en el descansillo de las escaleras de mármol, así vistos desde lejos podrían haber pasado por dos tortolitos en crisis por su expresión preocupada, así que decidió actuar de forma madura para enterarse de lo que le preocupara a su adorable pareja, se ocultó tras las columnas y los espío afinando el oído para enterarse de su conversación. Eso en su escala de valores no era una invasión de la intimidad, sino su manera de manifestar preocupación por el bienestar del ser al que amaba, después de todo ¿para qué demonios iba andar interrogándolo cuando podía enterarse sin molestar?

-Vamos Yakov, soy yo, no me di cuenta de que le gustaba a Kev hasta que no me lo insinuó de una manera... bastante obvia-argumentaba Jeff con aplomo.

-Lo sé, pero se supone que cuando se trata de otro uno es más objetivo, yo creía que Tyson lo hacía por molestar-replicó Yakov resoplando.

-Vale, entiendo que te llevaras un shock, pero no confundas las cosas, que le gustes a Tyson y se te insinúe no significa que sea un acosador o un putón que se vaya ofreciendo  a cualquiera. Siempre puedes hablar con él y explicarle que no le correspondes y que su actitud te incomoda. Te aseguro que sí lo haces no volverá a molestarte-explicó Jeff con seriedad.

-No me malinterpretes, sé que Tyson es como un hermano para ti, y no soy tan estúpido como para subestimarlo a esa escala. Simplemente me tomó por sorpresa que fuera tan calculador... yo nunca he tenido una relación seria, sólo algunos rollos pasajeros con chicas. Esto es muy diferente y no lo vi venir, pensé que era un juego para ponerme a prueba-se justificó Yakov.

-Bueno es comprensible, sólo tienes que aclararlo, no será un momento fácil pero Tyson lo entenderá, cuéntale tu confusión y listo-animó Jeff.

-Qué le digo "oye rubio, creía que me estabas vacilando porque te tenía por un listillo superficial que no tenía idea de nada, pero resultó ser al revés, te importa dejarme tranquilo, es que tu presencia me perturba"-dijo Yakov parodiándose a sí mismo haciendo que Jeff, y un escondido Kevin sonrieran.

-No, mejor llámalo Tyson y se menos sarcástico-sugirió Jeff.

-Por ahora mejor ni me acerco, es verlo y ponerme a la defensiva-confesó Yakov.

-No seas injusto, él sólo quiso intentarlo, Tyson es de esas personas que prefieren pedir perdón a pedir permiso-lo defendió Jeff.

-Ya, pero yo soy de esas personas que cuando les piden perdón se cabrean bastante...

-Conmigo nunca has sido así.

-Vamos Jeff, hacerte eso a ti sería como pegarle al osito Teddy.

-Así que te resulto adorable y ¿suave?-preguntó Jeff divertido.

-Algo así.

-¿Y Tyson?

-No, él no es un inocente e inofensivo osito-bufó Yakov.

-¿Qué es entonces?

-Un maldito mocoso insolente.

-¿Nada más?

-Descarado.

-¿Sólo eso?

-Deslenguado.

-¿Y?

-Atrevido.

-Más de lo mismo, me estás diciendo que no te gusta ni un poquito...

-Si fuera así no me preocuparía tanto ¿no crees?

-Oh vaya así que un maldito mocoso insolente, descarado, deslenguado y atrevido, ha conseguido hacer que te fijes en él.

-Puede ser...

-Además es guapo, inteligente, sensible, comprensivo, perceptivo, divertido... encantador.

-Para ser como un hermano tienes una manera un tanto extraña de definirlo-se quejó Yakov.

-Sólo trato de aportar la objetividad de la que tú careces-se encogió de hombros -. Oh vaya acabo de recordar que tengo fotos de Halloween en mi móvil, espera que te las enseño-añadió Jeff mientras comenzaba a teclear el aparato en busca de las fotos que le había hecho a Tyson cuando se estaban disfrazando.

Yakov empezaba a inquietarse al ver la sonrisa granuja que se extendía en el cándido rostro de Jeff, dotándolo de algo que le hacía asemejarse a Kevin. No aguantó mucho antes de meterle prisa, consiguiendo que el rubio soltara una risita divertida que no hacía más que incrementar su curiosidad.

-Ya voy, es que las fotos las sacamos mientras nos vestíamos y hay algunas en las que se ve más carne que disfraz, ¿no querrás ver alguna de esas por accidente verdad?-volvió a reír al ver la cara de enojo de Yakov-Lo hago por tu bien, para que sólo veas las políticamente correctas.

-Corta el rollo y déjame verlas de una vez-protestó Yakov impaciente.

Cuando por fin le pasó el móvil, la primera imagen que vio era de Jeff colocándose una muñequeras, y la segunda lo dejó KO, Tyson tenía puestos unos pantalones ajustados, estaba sin camisa, con la pierna derecha flexionaba enfundada en una bota de caña alta y la izquierda totalmente estirada mientras  ajustaba los cordones de la otra bota para atarlos, tenía el pelo liso peinado hacia adelante, por lo que sus ojos quedaban tapados, destacando así sus carnosos labios entreabiertos.

-¿Esa es tu idea de lo políticamente correcto?-preguntó Yakov con desaprobación.

-Bueno con la prisa que me estabas metiendo alguna se habrá traspapelado-rió Jeff.

-Claro...

-Pero no importa, se nota que no te ha disgustado precisamente-se excusó Jeff.

El resto de las fotos mostraban a un coqueto Belphegor en divertidas poses, colocándose la tiara, ajustándose el cinturón y finalmente ya vestido del todo guiñando el ojo con descaro.

-Se ve que salió vestido para matar-observó Yakov sin despegar la vista de la pequeña pantalla.

-No te creas, se pasó la noche de Dj en la fiesta que organizaba el hotel. Eso sí, tenía un leal grupo de seguidoras que apenas se movió de la cabina donde pinchaba.

-¿Y no salió de allí?

-Sólo para tomarse algún pequeño descanso en la barra junto a Diane, lo hubieran matado si desaparece él también.

-¿También?

-Bueno. Podría decirse que casi todos desaparecimos nada más comenzar la fiesta.

-¿Por?-preguntó Yakov con fingida ingenuidad.

-Andy quería esposar a Gael para... bueno ya sabes, Zach se quedó encerrado en el ascensor y aprovechó para lo mismo, y a mí me estaban...

-Vale, ya lo pillo, no hace falta que seas tan concreto-lo atajó Yakov algo sorprendido por su extralimitada franqueza-. Entonces Tyson no sale con nadie desde hace...

-Pues no lo sé con exactitud pero mínimo desde su cumpleaños, donde el tarado con el que estaba le montó un show porque no le gustaban sus amigos.

-¿Qué pasa con ellos?

-Nada, Tyson los echa de menos desde que se mudó por el divorcio de sus padres, y Joyce se los trajo a la fiesta como una sorpresa, así que se pasó el rato hablando con ellos, y por lo visto eso no le agradó a Joe.

-Vaya estupidez...

-Bueno, la gota que colmó el vaso fueron sus reclamos con Tyson y que acusara a la hermana pequeña de su mejor amigo de buscona... sólo tiene trece años.

-Ese tío no debía andar muy bien de la azotea.

-Pues no, Tyson creyó que al ser mayor sería más maduro, pero se llevó un buen chasco, y lo dejó ipso facto.

-Qué decidido...

-Siempre lo ha sido, no le gusta que lo intenten manipular.

-Sí, se nota que tiene tanto carácter como su madre.

-Bastante, y aparte de todo eso del descaro... ¿qué te parece?-preguntó Jeff pasando a un tono más solemne, quería saber si había posibilidades o no.

-Ya te dije que si me molestaba tanto es por algo... no voy a concretar el qué porque no estoy listo, pero tranquilo intentaré relajarme y no ponerme a la defensiva, él no tiene la culpa de mis inseguridades y miedos.

-Vale, me dejas más tranquilo.-suspiró Jeff con alivio, no quería que por pequeñas diferencias acabaran peleando.- Por cierto, ¿te habías fijado en chicos antes?

-Qué es esto ¿la hora de la verdad?

-No, sólo quería saber si al grado de confusión que llevas había que sumarle el hecho de asumir que eres bi.

-¿Y tú qué eres?

-Pues creo que por ahora soy jodidamente gay...

-Que sólo te hayas enamorado de Kevin no tiene que significar que lo seas ¿nunca te has fijado en chicas?

-En realidad no me había fijado en nadie, supongo que con la buena autoestima que me inculcó mi madre no tenía ni ganas de intentar tener vida social.

-No te preocupes ya le enseñaremos modales a esa señora.

-Vaya, eso mismo dijo Tyson, pero cambiando la palabra señora por otra menos favorecedora... Y no me has respondido a la pregunta.

-No, no me había fijado en chicos, supongo que el hecho de que mi primo intentara propasarse no me resultó alentador. Tampoco es que haya perdido la cabeza por alguna chica...

-Bueno eso es algo que tienes en común con Tyson, salir con gente por entretenimiento, ninguno de los dos ha perdido la cabeza por nadie... aún.

Yakov abrió la boca para replicar, pero no tuvo tiempo, ya que Jeff lo arrastró hacia la planta alta donde se encontraba el resto reunido, se estaba armando un buen alboroto y querían saber qué sucedía. El grupo de Joyce estaba algo perplejo y se palpaba una tensión bastante fuerte.

 Kate se había topado con una de sus compañeras de la universidad, Pam, que había ido a visitar el palacete porque estaba comenzando a organizar su boda, y el primer paso era elegir el lugar. Así había comenzado su encuentro, después de saludarse.

Joyce la había felicitado, preguntándole para cuándo pensaba celebrar el enlace, ya que en primavera los jardines estaban preciosos, aunque ella prefiriese el decorado invernal. Y fue ahí cuando Pam le anunció que estaba embarazada de dos meses y quería casarse lo más pronto posible para poder lucir el vestido. Entonces sucedió el temido momento, Joyce se quejó de que ella tendría que esperar mucho para asistir a la boda de alguno de sus hijos, y también iba a quejarse de que probablemente no la hicieran abuela, pero no pudo llegar a esa parte ya que Pam con toda su buena intención animó a Kate y Ben a casarse, ya que iban a ser padres y estaban juntos qué más daba pasar por el altar.

En ese instante la sonrisa de Joyce se congeló, al igual que la de Kiara. Alzó las cejas aguzando la mirada y se aclaró la garganta antes de preguntar.

-Pam, querida ¿qué has dicho?

-Ya sé que Kate es bastante hippy, pero seguro que a Ben le hace ilusión, además estaría muy guapa vestida de novia-explicó Pam-. Si se apura un poco podrá hacerlo sin que se le note el embarazo sólo tendrá un poco más de pecho y caderas, y eso hasta le vendrá bien, es demasiado delgada-terminó de aclarar.

Todos estaban boquiabiertos, o lo simulaban, Kiara miraba a Ben intentando asimilar lo que acababa de escuchar, y Joyce parpadeaba lentamente de un modo amenazante que le advertía a su hija lo que le esperaba. Para salir del paso Kate terminó la conversación con Pamela.

-Verás Pam, mi madre se va a casar y no quería que se preocupara así que no le había contado lo del embarazo.

-Oh dios, cuánto lo siento soy una bocazas-se disculpó Pam.

-No importa, no podías saberlo-la excusó Kate-. Bueno si nos disculpas ahora será mejor que la ponga al día-se despidió tomando a Joyce del brazo para ir a una sala más íntima.

Seguidas por el resto de la familia se dirigieron a la primera planta, una vez estuvieron todos dentro comenzó la discusión. La primera en tomar la palabra fue Joyce, a pesar de las quejas de Kate.

-Querida, me parece que ya has tenido tiempo suficiente para hablar, ahora te ceñirás a respondernos-le advirtió una enfurecida Joyce-. Una cosa es que no metamos las narices en tus relaciones, y otra muy distinta es que nos ocultes cosas tan importantes. Sólo responde con monosílabos, las explicaciones para cuando regresemos, no es el lugar apropiado.

En ese momento tocaron a la puerta para traerle a Joyce el catálogo de flores disponible para el interior, Kiara había llegado a la conclusión de que quedaría mejor con ciertos retoques, y de eso se iban a encargar antes de salir. Joyce le dio las gracias al encargado y se dispuso a proseguir con el interrogatorio.

-¿Estás embarazada?

-Sí.

-¿Ben y tú salen hace mucho?

-Sí.

-Bien es todo lo que necesito saber por ahora, ¿Kiara quieres preguntarles algo ahora que sabemos que vamos a ser abuelas?

-¿Cuándo van a casarse?-soltó la madre de Ben y Gael sin inmutarse, mirando a Ben con unos ojos en los que se adivinaba profundo enojo y decepción.

Ben suspiró agachando la mirada antes de responder, miró a Kate que se sintió acorralada al ver la determinación en su expresión decidida.

-Después de que nazca el bebé-respondió.

-Pero Ben...-llamó Kate.

Tyson se estaba poniendo muy nervioso, quería salir de allí, pero si lo pillaban deslizándose hacia la puerta la cosa se iba a poner más fea. Con disimulo se sentó en el alfeizar del ventanal que se encontraba al otro extremo de la habitación, al estar oculto tras unos biombos no corría demasiado peligro de que lo descubrieran.

Abrió la cerradura del ventanal cuidadosamente, evitando emitir cualquier tipo de sonido, una vez abierta una hoja dio dos pasos cortos quedando al borde, evaluando la distancia que había para llegar al suelo, contuvo el aliento y pegó una voltereta en el aire cayendo fuera del recinto sin apenas hacer ruido, sus movimientos eran limpios y sigilosos al levantarse se giró encontrándose con Yakov que lo miraba expectante.

 Imitó a una de esas chicas con traje abullonado que se recolocaban continuamente el aparatoso faldón, al tiempo que terminaba de enderezarse y le guiñaba el ojo con fingida coquetería. Ante tales mañas Yakov sonrío mirándolo con aire travieso, consiguiendo que Tyson se quedara estupefacto, ni siquiera se había planteado la posibilidad de que ese garrulo estirado tuviera la capacidad de sonreír, y de pronto descubría que no sólo podía, sino que tenía una de las sonrisas más adorables y hermosas que había visto, sus labios se curvaban hasta que dos pequeños hoyuelos aparecían en sus carrillos, sus rasgos se dulcificaban, pero sin duda era esa mirada de pillo lo mejor de todo.

Al verse descubierto Yakov soltó una pequeña risita mientras negaba meneando la cabeza, ya no había caso, así que miró a Tyson y le dijo: "vamos princesa, antes de que tus hermanastras vengan a por ti", Tyson sonrío ante esa refrescante actitud de descaro y tomó su mano para empezar a perderse en el laberinto de jardines que tan bien conocía.

Ambos chicos detestaban sentir la presión de esas incómodas reuniones familiares. Necesitaban escapar y tomar el aire frío y refrescante de una noche de invierno era una estupenda manera de despejarse. No habían intercambiado una sola palabra, disfrutaban del silencio y el paisaje de las fuentes iluminadas.

Yakov pensó que su tía May tenía razón, la visita le había gustado, a pesar de todos los contratiempos era un lugar precioso y merecía la pena haberlos sufrido para poder apreciar esa belleza. Lo mismo podía aplicarse a Tyson, después de tantas bromas y provocaciones, estaba allí de una manera discreta, podría haber soltado mil y una burradas, o aprovechar la presencia de May para ponerlo en algún aprieto, sonsacándole algo con lo que atacar. Pero se había limitado a ser amable, dejándole espacio, sin entrometerse a pesar de que hasta May se lo había puesto en bandeja.

Y ahora estaba callado, sin su habitual semblante alborotador, visto así era mucho más atractivo, sus facciones se suavizaban revelando un sospechoso parecido con Jeff, su mirada emanaba serenidad y resultaba hasta dulce, su pose relajada dejaba entrever a un muchacho reflexivo más sensato de lo que intentaba aparentar. Esa parte no era accesible a todo el mundo, y Tyson se la estaba dejando ver. No se había parado a pensar que tal vez el chico estuviera en su misma situación, aunque la enfrentase de manera opuesta. Tal vez no sería tan malo dejar que se acercara.

Tyson se sentía observado, estaba algo tenso por la que se avecinaba, estaba seguro de que Joyce se aprovecharía para acomodar las cosas a su gusto, y de paso se ganaría a una aliada con la madre de Gael. No es que pensara que la cosa fuera mala, después de todo con tanto jueguecito sus hermanos se habían pasado de la raya, no era injusto que Joyce les diera una lección y sacara provecho, además no les vendría mal hacerle un poco de caso a su madre, por muy excéntrica que resultara quería lo mejor para ellos, y aunque les pesara solía llevar razón. Había aprendido mucho con sus errores, y dejaba que sus hijos los cometieran, pero había algo que le resultaba excesivamente molesto, habían sacado de Adam su absurda manía de tropezarse varias veces con la misma piedra para después soplar sobre sopa fría. Y ya había tenido suficiente, esta vez probarían lo que era hacer las cosas a su manera y sin rechistar.

Por su parte Tyson sabía bien que Joyce estaba al tanto de todo eso y mucho más, él era el que más se le parecía, tenía su sexto sentido para oler los problemas al igual que su arrojo para lanzarse a por lo que quería, esa era la parte complicada, controlar la maldita impulsividad, siempre dejándose llevar de un lado a otro. Y ahora que había frenado en seco Yakov no le quitaba los ojos de encima, eso no le servía de ayuda, le estaba costando horrores no romper el ambiente con alguna broma o pregunta. Pero se había propuesto resistir, no iba a cagarla por no aguantarse las ganas de llevar el control, si de verdad le gustaba Yakov tenía que comportarse con madurez y dejarle ver esas otras facetas que solía enmascarar.

Aguantaba estoicamente, durante más de quince minutos soportó el escrutinio sin inmutarse. Fueron las campanadas que anunciaban las nueve de la noche las que los sacaron de ese incómodo trance. Yakov se levantó y rompió el silencio.

-Supongo que ya se habrán calmado las cosas, será mejor que volvamos-sugirió sonriéndole por segunda vez.

-Sí, tú vete a la entrada, seguramente May esté ahí, si quieres despedirte de ella a solas será mejor que te apresures, yo entraré por el lateral-propuso Tyson, levantándose de golpe.

-Vale, gracias.

-No hay de qué-sonrió Tyson mientras se dirigía a la puerta.

May estaba esperando al pie de las escaleras mientras charlaba con Jeff, a Yakov le resultó una escena agradable, le alegraba que hubieran hecho buenas migas, desde que conoció a Jeff pensó que le encantaría el chocolate a la taza que su tía preparaba y estaba seguro de que se relajaría en su presencia, pero nunca pensó que se diera una situación en la que coincidieran. Después de todo Yakov, por mucho que apreciara a Jeff, no tenía intenciones de mezclar su vida escolar con lo privado.

Pero la vida daba muchas vueltas y ahí estaban, hablando por fuera de un palacete en una noche de invierno mientras esperaban a que él llegase.

 

-¿Qué tal ahí dentro?-irrumpió Yakov en la conversación.

-Pues ahí lo llevan, Kiara y Joyce decidieron aplazar la charla porque no tenían más tiempo si querían cambiar los detalles de la decoración interior. Así que Kate y Ben tendrán que inmolarse mañana, cuando queden para planear la cena donde anunciarán el compromiso, por lo visto Kiara los va a cubrir con el resto fingiendo haber preparado la sorpresa junto a Joyce, si a cambio se casan después de que nazca el bebé-le explicó Jeff.

 

-¿Aceptaron?

-Ben está encantado, en seguida le ha pedido a Gael que sea su padrino de boda.

-Bueno parece que las cosas se van a calmar, y ahora que sé que estás en buenas manos estaré más tranquila-afirmó May-. No te olvides de llamarme, y compórtate cuando vayan a elegir tu traje para la boda-le advirtió sonriendo.

-Oh dios ¿comiste brownies?-preguntó Yakov.

Pero la respuesta no llegó porque vieron como un enfurecido Tyson salía del palacete seguido de un chico que no conocían, se dirigían a los aparcamientos. Tyson agitaba las llaves del coche delante del desconocido invitándole a marcharse.  No estaba bromeando. Pero el otro se negaba a subir al coche, dedicándose a hacer aspavientos mientras gritaba.

Jeff estaba rígido observando, hasta que de pronto pareció darse cuenta de la situación y salió corriendo hacia ellos antes de gritar" ¡Joe!". May y Yakov lo siguieron sin preguntar. Cuando llegaron junto a ellos vieron a un Tyson de expresión furiosa y altiva que no decía nada, se limitaba a dejar que ese tipo algo mayor que él y de carácter explosivo siguiera haciendo absurdos reproches.

-Con que estabas ocupado porque ibas a cambiarte de colegio... ¿y no se te pasó por alto la boda de tu madre?-vociferaba Joe arrogante.

-Lo de la boda de mi madre ya lo sabías, y sí me cambié de colegio. Después de la boda me incorporaré, mientras tanto queda papeleo por terminar y hacer el equipaje puesto que es un internado-explicó Tyson, intentando aplacarlo, ya que había fracasado su intento de largarlo de allí sin que nadie lo viera.

No le hacía ilusión que Yakov y May presenciaran una escena tan bochornosa, pero peor hubiera sido que Joyce lo sacara arrastrándolo de los pelos, bastante alterada estaba ya, eso sumado al hecho científico de que odiaba a Joe con toda su alma, era un combinado explosivo y violento, que quería evitar a toda costa. Había facetas de su madre que prefería desconocer.

-Vaya, así que tu mamaíta ha decidido que no te vendría mal un poco de disciplina-sonrió Joe condescendiente-. Por una vez esa mujer y yo estamos de acuerdo en algo.

-Entiendo-respondió Tyson con frialdad.- ¿Quieres aclarar algo más?

-Sólo quiero dejarte claro que si me apetece quedarme lo haré, y si no fuera tan tarde y tu madre no estuviera tan alterada con los arreglos hablaría con ella para alabar su decisión de meterte en vereda, una pena que no lo hiciera antes.

-Muy bien, le haré saber que te agrada el camino que va seguir mi educación escolar, muy amable por tu parte. Pero antes de que te marches deja que te aclare algo Joe, si vuelves a intentar molestar a mi familia, porque te aseguro que le resultas molesto a toda ella, tendré que tomar represalias, puede que me dé por hacer el gamberro con mis amigos, y seguro que en el internado me dan buenas ideas, hay mucho vandalismo allí.

-¿Me estás amenazando renacuajo?-siseó Joe.

-Sí Joe, es lo que hacemos los adolescentes inmaduros a los pederastas como tú, y ahora deja de joderme la paciencia de una puta vez  o llamo a la loca de mi madre y sabe dios que no vas tener mundo para correr, te detesta profundamente y si se entera de que me andas molestando va a usar todo su tiempo en joderte vivo, no te lo recomiendo es retorcida hasta con sus propios hijos, contigo no quiero imaginar lo que podría hacer...

-Me largo porque no te soporto y ya has cubierto el cupo de tonterías que puedo aguantar, si no fueras un crío te ibas a enterar de lo que es bueno. Sólo quería que supieras que no tienes por qué mentirme, te mandé el mensaje para que vinieras a por los libros que te dejaste, nada más, pero no se te ocurra venir a por ellos, y si nos vemos de nuevo si te atrevas a acercarte.

-Tranquilo Joe, no me acercaría a ti de nuevo por nada, y no sé de qué libros hablas, pero existe algo llamado correo, prueba a usarlo de vez en cuando, es muy útil y te evitará ponerte en ridículo-lo despidió Tyson tirándole las llaves y marchándose al interior del palacete sin detenerse a mirarlo por última vez.

Joe les dio un vistazo general, sin reconocer a ninguno de los presentes. El desconocimiento era mutuo, el único que sabía quién era, era Jeff, que lo miraba con el ceño fruncido esperando a que se largara. Por un momento pensó que les iba a decir algo, pero después de dudar unos segundos se subió al coche y arrancó.

Yakov y May lo miraban expectantes en busca de una explicación.

-Ese tipo estuvo saliendo con Tyson, pero lo dejó por... bueno ya lo vieron, nadie querría estar con un cretino así después de conocerlo bien-justificó Jeff-.Parece que el muy idiota aún anda dolido por la ruptura, más concretamente porque fuera Tyson el que lo dejara. Lo que no sé es cómo acabó viniendo aquí montando semejante escenita...

-Vaya, para ser un adulto su comportamiento deja mucho que desear-apreció May.

-Demasiado, ese tío es un cretino que no tiene idea de nada. Soltarle esas estupideces a Tyson fue realmente inmaduro-secundó Yakov con tono indignado.

-Sí, pero Tyson no iba a perder el tiempo desdiciéndolo, sólo quería evitar que tuviera un encontronazo con los demás. Si Andy, Kate o Joyce lo llegan a ver arde Troya-explicó Jeff-. Voy a hablar con Tyson para ver a qué vino ese impresentable.

-Ok, yo me voy ya, despídeme de Joyce y el resto-pidió May.

-Encantado de conocerla, y disculpe todo el lío-se disculpó Jeff.

-No te preocupes, pasa en las mejores familias-rió May.

Mientas Jeff iba en busca de Tyson, Yakov de despedía de su tía, que parecía encantada de la vida a pesar de llevar un día de locos.

-Bueno, ahora que sé que estás en "buenas manos" me voy tranquila, pero mantenme informada-dijo May mientras abrazaba a su sobrino.

-No sé yo si me dejas en tan buenas manos, pero no te preocupes por nada, estaré bien.

-Lo sé, estoy segura de que te van a espabilar bien.

-Ya estoy espabilado, gracias.

-Sabes a lo que me refiero, esa manera de defender a Tyson fue bastante apasionada viniendo de ti.

-Ya sabes que detesto a los enterados, y ese tipo se pasó de la raya...

-Sí, pero tú no te sueles molestar por lo demás, normalmente hubieras dado por sentado que se lo merecía por liarse con un capullo... además la mirada asesina que le dedicaste valió por todas las amenazas de Tyson-rió May.

-Si tú lo dices tendré que creerlo...

-Eso estaría bien.

-Vale, procuraré ser más amable con él y no rehuir lo que... ya sabes.

-El primer paso es admitirlo, dejémoslo ahí-rió May despidiéndose con un beso en la mejilla.

Yakov esperó a que llegara a la salida, seguía el coche con la mirada hasta que lo perdió de vista. Entonces cerró los ojos y suspiró, tomando aire con fuerza. Estaba muy molesto, casi furioso, ese tipo lo había enervado... ver cómo trataba a Tyson lo sacaba de quicio. Había tenido que hacer un gran esfuerzo para no pararle los pies él mismo. Se quedó por fuera un rato más para calmarse, no quería que lo vieran en ese estado, primero tenía que asimilarlo.

Después de hablar con Tyson y decidir que por el momento era mejor no decir nada sobre el encontronazo con Joe, Jeff había sabido que esa era la noche de las casualidades nefastas. Joe había ido allí para confirmar su participación en la cena benéfica de navidad, tenía que programarse con meses de antelación y este año le tocaba estar en el comité, así que tenía que pasarse por allí a menudo hasta diciembre. Motivo por el cual Tyson decidió que no volvería allí hasta el día de la boda. Confiaba en que el cretino desistiera de tener una revancha, si le quedaba un mínimo de inteligencia sabría que tenía todas las de perder.

Lo único bueno de aquella situación había sido la reacción de Yakov, Tyson le comentó a Jeff lo apenado que se sentía por haber dado el espectáculo ante May y Yakov. Estaba seguro de que ahora creerían que era un niñato irresponsable que no podía controlar la situación, cuya inconsciencia le metía en líos perfectamente evitables.

Jeff se echó a reír ante la preocupación de su primo, normalmente le hubiera dado igual lo que pensara alguien que acababa de conocer, es más, si se atrevieran a juzgarle no dudaría un segundo en mandarlo a la mierda. Pero estaba más pendiente de la impresión que había causado que del propio problema.

Para alegría de Tyson Jeff lo animó, diciéndole que no pensaban nada de eso, sino que se habían asombrado de que un adulto se permitiera tratarlo de esa manera tan inapropiada y bruta, y más teniendo en cuenta el tipo de relación que los había unido. Eso por parte de May, porque Yakov lo hubiera pateado directamente si los dejan a solas.

Esa parte lo había alentado mucho, si Yakov comprendía la situación e incluso lo defendía, debía significar algo importante.

Joyce y Kiara acabaron cerca de las diez con los arreglos. Todos estaban agotados. Kiara decidió quedarse en casa de su hermana en la playa, llevándose a Ben consigo después de despedirse apropiadamente de su futura nuera, pidiéndole que se cuidara bien y la mantuviera informada de cómo iba el embarazo.

El resto del grupo regresó a casa de Janet. Andy y Gael estaban exultantes, las cosas estaban bien, Kate y Ben iban a recibir su merecido, y ellos habían quedado estupendamente a ojos de Kiara, lo que les facilitaría las cosas con su familia, además iban a pasar a un discreto segundo plano, eclipsados por la noticia del compromiso y el embarazo.

Tyson le había pedido a Kate una de sus infusiones relajantes, estaba demasiado alterado como para pegar ojo. No sabía bien qué llevaba la tisana, pero no le acababa de hacer efecto, intentó leer pero no lograba concentrarse, así que puso un videojuego y se dedicó a intentar pasar el rato. Hasta que escuchó un quejido seguido de varios exabruptos. Rió al darse cuenta de que Yakov había vuelto  a golpearse con la ventana. Después de controlar su pequeño ataque de risa salió al balcón.

-¿Fue muy fuerte el golpe?-le preguntó a un dolorido Yakov.

-Mejor vete a buscar el gel y la bolsa fría-respondió mientras se encaminaba a la habitación del rubio.

-Ok.

Tyson apenas tardó unos minutos en volver, pero fueron suficientes para que el accidentado se percatase de que en la habitación había un excesivo desorden. Había un libro abierto sobre la cama junto a su ipod y varias revistas. La pantalla de televisión estaba encendida, mostraba la imagen de un video juego de guerra, o eso deducía al ver a un tipo con katana que apuntaba a otro que manejaba un cuchillo considerablemente más pequeño. Sobre la mesa de noche había una taza y un paquete de galletas. Y por las marcas que se notaban en lo pufs podía adivinar que no estaba sentado o no acababa de acomodarse, además la manta estaba a mitad de pasillo, debía haberse levantado de repente al escuchar el golpe.

Por lo que veía Tyson no podía conciliar el sueño, y se había preparado para pasar la noche entretenido.

Al volver tuvo que contener la risa de nuevo, le costaba horrores evitar partirse al ver expresión molesta de Yakov cuando le aplicaba el gel antiinflamatorio, y la cosa empeoraba cuando le daba la bolsa fría para que se la aplicara en la zona lastimada. Para ser un chico duro se ponía bastante quejica, cosa que le resultaba encantadora. Y esta vez Yakov no pudo con su condición y entró al trapo.

-¿Qué te hace tanta gracia Tyson?

-Yo no me he reído-respondió intentando contenerse de nuevo.

-No será por falta de ganas...

-Bueno, no te lo tomes a mal, pero te ves muy gracioso cuando pones esa cara enfurruñada y te quejas por el frío de la bolsa.

-No es precisamente agradable ponerse esto en pleno invierno.

-Lo sé, pero eso no quita que te veas gracioso.

-No es para tanto.

-Vamos, un chico duro como tú, tan misterioso y distante quejándose como una cría... es para mondarse-dijo Tyson rompiendo a reír ante la cara de enojo y sorpresa de Yakov.

-¿Y eso lo dice la princesita?

-Sí, precisamente, aquí la princesita tiene más aguante que tú-le picó Tyson dirigiéndole su sonrisa más desafiante.

-Permíteme que lo dude, que me moleste el frío no significa que no soporte mejor el dolor, o que no tenga más resistencia que tú.

-Vale bad boy, como digas, total no creo que tengamos oportunidad de comprobarlo.

-Te veo muy confiado, pero no estoy seguro de que puedas defenderte llegado el caso.

-Bueno siempre puedo contar con que mis hermanastras me rescaten-le parafraseó Tyson.

-Esta noche evitaste deliberadamente que nadie te viera con ese energúmeno, ni siquiera sabemos qué hubiera pasado si no hubiéramos llegado.

-Pues nada espectacular, es un cobarde, a la menor insinuación de recibir una tunda se hubiera largado.

-Es más alto que tú.

-Eh aún estoy creciendo y no soy un enano.

-Parecía más fuerte.

-Que sea más ancho de espaldas no demuestra nada, yo estoy en mejor forma física que él.

-Demuéstramelo.

-Vaya eso suena muy sugerente-rió Tyson.     

-Menos lobos caperucita... hagamos algo sencillo, yo te ataco y tú te defiendes, nada de golpes sólo quiero ver tus reflejos, con que puedas escapar es suficiente.

-Ok, es comprensible que quieras evitarte otro golpe, ya tienes suficiente con la ventana asesina, tú sí que tienes buenos reflejos-se burló Tyson.

-Disculpa por no considerar a las ventanas como enemigos en potencia, y con toda la pasta que tienen ya podían arreglar algo tan sencillo-se quejó Yakov enojado.

-Claro, no te preocupes mañana mismo llamamos a la brigada de seguridad doméstica.

-Deja de burlarte...

-Qué sensible eres, lástima que también seas tan torpe, seguro que de pequeño te tenían que sacar de la bañera para que no te golpearas la cabeza.

-¿May te contó lo de la cicatriz?

-Oh dios acerté-respondió Tyson riendo a carcajadas-. ¿Dónde tienes la cicatriz?

-Te lo cuento si me ganas.

-Hecho, venga aquí mismo-dijo Tyson señalando el espacio que había entre la cama y los pufs.

Y así empezó un pequeño round, en el que Yakov intentaba derribar a un Tyson, ambos eran ágiles y tenían buenos reflejos, se esquivaban con facilidad pero se les estaba haciendo pequeño el espacio. Ninguno de los dos daba el brazo a torcer, arrinconándose cada vez más, en dirección a la cama. Yakov tomó impulso para bloquear la única salida que le quedaba a Tyson, pero pisó la manta y resbaló cayendo justo encima de su adversario, que descansaba en la cama respirando agitadamente mientras sonreía.

-Gané yo-declaró Yakov mientras intentaba ponerse en pie infructuosamente.

-De eso nada, te la pegaste con la manta, eso es trampa, era un cuerpo a cuerpo sin armas-argumentó el rubio que se había acomodado dejando a Yakov entre sus piernas con la cabeza pegada a su cuello.

-No tengo la culpa de que dejes tus cosas tiradas, y se trataba de que me esquivaras, no hay más que vernos para saber que no lo has logrado.

-No, he conseguido algo más interesante, inmovilizarte.

-No estoy inmovilizado.

-¿Ah no? ¿Entonces estás sobre mí porque te gusta?

Yakov intentó levantarse, pero Tyson lo rodeó con sus piernas atrayéndolo hacia sí por completo.

-Vale, sí lo estoy, dejémoslo en empate.

-Estupendo ahora enséñame esa cicatriz.

-No, el trato era que ganases.

-No te voy a soltar hasta que me la enseñes.

-No puedo enseñártela sino me sueltas.

-¿Dónde está?

-Tyson corta ya...

-Ahora no te pongas chulito, que estemos así es culpa tuya-dijo aflojando el agarre para deslizarse bajo Yakov, hasta que sus rostros quedaron frente a frente.

Estaban a escasos milímetros de besarse, el agitado aliento de Yakov golpeaba los labios de Tyson que se  curvaban en una sonrisa satisfecha, al notar cómo Yakov desviaba la mirada de los ojos a la boca aprovechó para humedecerse los labios mordiéndose suavemente el inferior. El resto de sus cuerpos estaban completamente pegados, seguía soportando el peso de Yakov, sintiendo su calor, cómo su pulso se iba acelerando más y más, al igual que el suyo, sus respiraciones se estaban intensificando, sofocándose en exhalaciones.

Yakov no apartaba la vista de la boca de Tyson, y éste era incapaz de dejar de observar esa mirada intensa, que le traspasaba, nunca lo había visto con esa expresión anhelante, que dejaba atrás toda su frialdad, para mostrar la pasión latente, dejándola emerger desde el fondo de sus pupilas, ahora dilatas por el deseo.

No pensaba, sólo sentía cómo gravitaba hacia Tyson, nunca antes había sentido esa urgencia, ni había probado un deseo tan fuerte, estaba nervioso, y para variar la sensación era agradable, hacía mucho tiempo que no experimentaba lo que era estar vivo al cien por cien, sin sentirse anestesiado, incapaz de percibir con plenitud lo que el mundo le ofrecía. Y estaba jodidamente bien sentirse así, quería más... sabía que era sólo la punta del iceberg. Sin pararse a reflexionar más eliminó la distancia entre él y su regreso al mundo emocional.

Fue como el beso que despierta a la princesa hechizada de su letargo. Era curioso que se pasara el rato llamando a Tyson princesita y éste hubiera acabado siendo su príncipe libertador. Era increíble que ese cúmulo de sensaciones adormecidas emergiera con tanta fuerza, arrastrándolo a perder el control por completo.

Sus labios buscaban con desesperación los del rubio, que le dejaba devorar su boca con total libertad, correspondiendo a ese frenético reconocimiento, donde sus lenguas se deslizaban en acariciantes movimientos aumentando la temperatura corporal, friccionándose sin pudor.

El beso se fue alargando sin perder un ápice de pasión, recorría esos labios carnosos y apetecibles, perfilándolos con su lengua, mordisqueándolos suavemente. Tomaban aire sin separarse del todo para luego darse una serie de besos más cortos e intensos, saboreándose y jugueteando un poco más.

El calor se estaba haciendo insoportable a pesar del viento que se  colaba en el interior de la habitación. La ventana volvió a golpear la pared, pero esta vez de una manera seca haciendo que la madera crujiera escandalosamente, y de pronto se oyó un sonido metálico prolongado que precedió la estruendosa caída de la ventana.

Tyson y Yakov se separaron lentamente, con fastidio. Sabían que en pocos segundos aporrearían la puerta para ver qué había pasado. Y en esos momentos no había nada que les importara menos que la jodida ventana. Estaban excitados y querían solucionarlo, o más bien disfrutarlo. Pero se les había cortado el rollo. Ya podían oír los pasos de Diane y Andy, apresurándose por el pasillo mientras los llamaban.

-Tienes razón, esa ventana es un puto peligro, más les vale poner otro modelo cuando la arreglen-bufó Tyson mientras maldecía al carpintero y tomaba la mano de Yakov para incorporarse.

-No te preocupes, ya lo solucionará la brigada doméstica-lo imitó Yakov sonriendo burlonamente.

-Vale, me lo merezco... pero no es un buen momento.

-En eso no te puedo contradecir, pero no me pude resistir-siguió imitándolo.

-A ver si eres capaz de seguir con la coña si abro la puerta y los largo después de pedirles que no interrumpan porque estábamos a punto de intimar-protestó Tyson.

En ese momento tocaron a la puerta antes de abrir, se preocuparon al ver a Yakov sentado en la cama con la bolsa fría y el gel en la mesa de noche.

-Oh dios ¿te ha pillado la ventana?-preguntó Diane alarmada por el semblante intranquilo del chico.

-Un rato antes de que se cayera-explicó Tyson-. Pero con la bolsa y el gel se le ha bajado la inflamación bastante.

Diane asintió antes de darse media vuelta y salir al balcón para ver dónde había caído.

-Así que se le ha bajado la inflamación-comentó Andy- ¿y a ti hermanito?

-Sigue incordiando y ya verás quien acaba con una buena inflamación en el ojo-amenazó Tyson.

-Vale, vale... tranquilo, ya sé que hace mucho que no...

-¡Andy largo!-bramó Tyson.

-Iré abajo a quitar la maldita ventana del jardín-rió Andy mientras se iba.

Kate entró asustada a la habitación examinando el brazo del herido, suspiró tranquila al comprobar que el golpe había sido leve. Pero insistió en llevar a Yakov con Zach para que lo examinara, dos golpes en el mismo sitio no podían ser buenos. El "enfermo" no tuvo otra opción que seguirla, no quería ser el culpable de que acabara por explotar su latente ataque de histeria.

Tyson optó por bajar al jardín para ver los desperfectos, sólo se había cargado una mesa vieja donde Janet tenía los utensilios de jardinería. Que cayera de noche había resultado menos peligroso aunque bastante molesto.

Y para guinda del pastel comenzó a llover, tuvieron que correr arriba para tapar con un tablón el hueco de la ventana, ahora ni siquiera tendría libre el acceso para colarse en la habitación de Yakov. De momento tendría que aguantarse, pero ya tenía el camino libre y no pensaba desaprovechar la oportunidad. La próxima vez se aseguraría de que no hubiera interrupciones ni escapatoria posible. Tirado en su cama, se dejó dormir mientras rememoraba el momento del beso... o mejor dicho los besos, una cosa era innegable, de química iban sobrados...

 


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