Eran las once de la mañana y casi nadie había bajado a desayunar, unos por la resaca, otros porque no querían encarar su situación... los únicos que parecían estar radiantes eran los "adultos".
Sentados en el jardín estaban Joyce, Janet, Diane, Patrick, Adam y Phill. Intercambiaban anécdotas sobre la noche anterior mientras se ponían hasta el gorro de café, y es que ser cronista social era muy duro, tenían que mantenerse despiertos y lúcidos hasta el final, intentando provocar situaciones productivas que les proveyesen de información privilegiada. Iban a mandar a sus cachorros a su primera confabulación en grupo, y en este caso en particular probablemente fuera la más importante de sus vidas, un tema serio donde el margen de error era mínimo, por eso tenían que fortalecer su confianza mutua y enseñarles algunas pequeñas lecciones sobre prever y valorar reacciones objetivamente, sin dejarse influir por los sentimientos, una cosa era amar a alguien y otra muy distinta no conocer a fondo al amado, eso de idealizar o hacerse el loco era inmaduro e inútil, amar implica madurar, y no hay nada más maduro que asumir que el tipo al que quieres es un cabronazo y aceptarlo. Las parejas más unidas son las que tienen pelotas para conocerse a fondo, esas que ni falta les hace mirarse para saber lo que el otro está pensando y que no intentan cambiar lo inmutable pero sí mejorar lo posible.
Muchos lo habían aprendido, otros estaban en proceso: lo primero era la decepción, el sentirse dolidos, lo segundo la rabia por el engaño, lo tercero la aceptación de la condición humana y lo último la venganza, porque una cosa es asumir lo evidente y otra muy distinta es dejar que a uno le inflen las bolas, hay que dejar claro que a pesar de aceptar los defectos no es que nos gusten, si se pasan de la raya nosotros también tenemos defectos como el rencor, y ellos deberán aceptarlo y joderse, no se van a ir de rositas después jugársela al prójimo, se puede poner la otra mejilla después de patearle el culo al pecador. O eso decía Janet.
-¿No os pareció encantadora la manera en que el memo el boy se equivocaba de estrofas?-preguntó Janet con sorna mientras miraba a Adam.
- Got my addictions ,my addictions,
And I love to fix 'em ,and I love to fix 'em,
No one's perfect...-canturreó Joyce.
-Muy graciosas- ironizó Adam.
-No te quejes hombre, te dio tiempo de beneficiarte al chico antes de irte a torturar a tu futuro yerno-replicó Janet sonriendo maliciosamente-.Eres un jodido portento, no sé por qué Joyce te dejó con lo apañadito que eres...
-Por lo visto ahora le gustan más tradicionales, ya sabes... fieles, heterosexuales, dóciles, hogareños.
-Eso es mucho figurar, el punto es que Gary se deja hacer y se pasa la mitad del tiempo en viajes de negocios, además de ignorar olímpicamente los controles familiares de mi sobrinita.
-Cierto, yo los he descuidado y me he llevado demasiadas sorpresas-se quejó Adam.
-Me pregunto cómo llevará Gary que ahora estés rondando de nuevo, eso de ser abuelos y que los tres churumbeles estén en proceso de sentar la cabeza va a llevar trabajo-meditó Janet.
-Si yo estuviera en su lugar me preocuparía más por el hecho de que mi esposa estuviera dirigiendo una vendetta familiar-suspiró Adam.
-Querido no exageres, no vamos a dejarle la cabeza de un caballo en la cama a Debra-exclamó Joyce.
-Por supuesto que no, bastante tiene con la de su maridito-replicó Janet resignada.
-Esos dos están escurriendo el bulto de una manera demasiado descarada-bufó Phill.
-Bueno, era de esperarse, ella con una de sus crisis y él preparando el terreno para pedir el divorcio alegando todo tipo de lindezas sobre la zorra desalmada-opinó Diane.
-Por ahora no han movido nada importante, sólo lo necesario, tenemos que esperar a que den los pasos decisivos para ver por dónde comenzamos, de momento nos toca a nosotros empezar-dijo Joyce con una seguridad aplastante.
-De momento tú dedícate a la boda y déjanos a nosotros los preparativos académicos-zanjó Janet-. Y no te preocupes por nada, la familia es grande tenemos gente de sobra para ocuparnos de que todo esté en orden para la ceremonia y seguir investigando el internado.
-Ok, pero en cuanto pase la semana del viaje quiero que me pongan al día-advirtió Joyce en tono amenazador.
-Hecho, pero no nos estés llamando más de dos veces al día que tenemos mucho lío-pidió Diane.
Mientras los mayores organizaban sus respectivas agendas en el desayuno, sus vástagos iban despertando presas del cansancio y otras cosas.
-Kev... despierta-susurraba Jeff nervioso.
-Mmm-gimoteó Kevin dándosela vuelta.
Jeff no podía dormir pensando en qué tal estarían Yakov y Tyson, deseaba que su relación funcionase, le hacía mucha ilusión que su mejor amigo y su primo se liaran, ambos estaban solos aunque lo enmascarasen de formas opuestas. Un detalle que le preocupaba a Jeff era que los dos tenían unas marcadas tendencias agresivas y poca paciencia para según qué cosas; esperaba que si las todo salía bien se calmaran, contar con el apoyo de una pareja lo hacía todo más fácil, además el sexo generaba endorfinas, quemaba energías... seguro que a partir de ahora estarían más relajados, por lo menos más ocupados sí que iban a estar.
Kevin en cambio estaba agotado, había incordiado a mucha gente en la fiesta y al llegar Jeff se abalanzó sobre él, cosa que le encantó, verlo tomar la iniciativa de esa manera tan decidida era todo un acontecimiento, había sido una noche interesante, pero necesitaba descansar y Jeff no paraba de llamarle y manosearle para que se despertara, con lo que le pesaban los párpados...
-¿Qué pasa?-consiguió balbucear somnoliento.
-Estoy de los nervios-respondió Jeff ansioso por despertarlo de una vez.
-Hagamos una cosa-propuso Kevin abriendo los ojos a media asta.
-¿Qué?
-Hazme lo que quieras pero se cuidadoso-sonrió Kevin.
-Kev estás medio dormido eso sería... demasiado raro.
-No te creas relaja mucho, y seguramente consigas despertarme del todo.
-Preferiría usar métodos más tradicionales.
-No seas malo, mi propuesta es muy válida, además de productiva.
-Creo que me voy a duchar y bajo a desayunar, seguro que me ya habrá bajado alguien.
-Eres un desconsiderado, después te quejas de que te putee, si es que te lo buscas, vas provocando...
-Claro Kev... anda duérmete-se despidió Jeff mientras lo tapaba depositando un casto beso en su frente.
Al llegar al ascensor Jeff se encontró con Gael, que estaba exultante, iba a preguntarle por el motivo de su alegría mañanera cuando apareció Ben, con cara de no haber dormido nada y expresión seria, pasar la noche con su futuro suegro había sido una experiencia un tanto aterradora. Adam le había sonsacado todo sobre su relación con Kate, para finalmente darle una extensa lista consejos en los que su hija no salía muy bien parada, según Adam lo hacía por su bien para que madurase, a Ben le había dado mucho que pensar, ya sabía que su novia no era un angelito, pero de ahí a parecer la sucesora de Mata Hari iba mucho.
Gael sabía bien por lo que estaba pasando, cuando fue consciente de lo cabronazo que podía llegar a ser Andy se pasó una semana evitándolo mientras lo digería, y a su hermano le iba a costar lo suyo, lástima que no tuviera mucho tiempo para reflexionar, andaba muy ocupado preparando eso del compromiso y buscando un regalo para Joyce y Gary, no pensaba ser partícipe del de Kate, Joyce no tenía pinta de gustarle eso de hacer cursos de reiki.
-Bueno días chicos-saludó Jeff.
-Buenos días-respondieron los hermanos.
-¿Qué tal la noche?-preguntó el rubio mientras esperaban al ascensor.
-Interesante-respondió Gael sonriente.
-¿Por algo en especial?-indagó Jeff.
-Porque disfrutó viendo como su hermano ignorante de lo que le esperaba iba de cabeza al abismo-replicó Ben con tono resentido-. Además de acabar coreando al boy mientras bailaba con Andy como si fueran un par de golfas.
-Vaya, me parece que alguien ha pasado demasiado tiempo con Janet-murmuró Jeff dando gracias porque las puertas del ascensor acabaran de abrirse.
-Es un efecto colateral a entrar oficialmente en la familia Blyton, ya sabes lo que dicen, todo lo malo se pega-afirmó Gael guiñándole el ojo a Jeff.
-¿Y dónde está tu golfa?-interrogó Jeff extrañado.
-Ha ido a darles los buenos días a Zach y Paul, ya sabes lo detallista que es, se preocupó al ver que se iban antes de que terminase la fiesta-respondió Gael con tono socarrón.
-Entiendo, cuando acabe podría pasarse a dárselos a Kev, no hubo manera de despertarlo-se quejó Jeff, consideraba esa actitud dejada de Kevin como poco considerada.
-Mejor no, no vaya a ser que la líen-bufó Gael.
-Cierto, la última vez que compartieron cama casi acaban con el derecho de admisión denegado-rememoró Jeff.
-Sé que voy a arrepentirme de preguntarlo, pero ¿qué hicieron?
-Digamos que acabaron poniendo a prueba el sistema de seguridad en caso de incendio...
-¿No hay nadie en la familia que sea normalito?-intervino Ben algo asustado por la charla que mantenían su hermano y Jeff.
-No exageres, algo habrá en tu familia que se salga de lo común-replicó Jeff restándole importancia.
-Algo sí, pero lo vuestro es no dejar títere con cabeza-resopló Ben agobiado.
-Ya te acostumbrarás, esto lleva un proceso-sentenció Jeff mientras salía del ascensor.
Al ver el panorama Ben respiró hondo, la mayor parte de la familia estaba desayunando, y todos repararon en su presencia, especialmente Adam y Joyce que le sonrieron de una manera un tanto siniestra.
El desayuno se alargó bastante, Ben lo pasó algo mal hasta que llegó Kate, entonces pasaron a cebarse con ella y pudo relajarse, dejándola al cargo de los preparativos de la pedida, mientras él se limitaba a asentir y darle la razón a su futura suegra.
Cuando Andy se unió al aquelarre apoyando a Joyce, Gael sintió un ligero escalofrío, no había tenido oportunidad de conocer esa faceta diplomática social de la que estaba haciendo gala, su novio detestaba los convencionalismos, se subía por las paredes cada vez que tenía que asistir a una celebración, odiaba estar rodeado de gente que no le interesaba lo más mínimo y que le preguntaban sobre su vida o directamente intentaban meterse en ella. Y ahora estaba aportando ideas, maravillándose ante la perspectiva de conocer al resto de la familia en la pedida de su hermana, era una estampa bastante grotesca, Joyce había criado a tres monstruitos.
Mientras dos de los monstruitos desayunaban con la familia el tercero se debatía en ir a ducharse, seguir durmiendo o despertar a su atractivo acompañante para darle los buenos días de una manera salvaje y afectuosa. Estaba gratamente sorprendido con Yakov, no sólo por el polvazo que le había pegado, sino porque despertar rodeado por sus fuertes brazos, sintiendo su ralentizado pulso, siendo testigo de esa expresión distendida y serena que apostaba pocos habían podido ver, le había disparado la adrenalina. Finalmente decidió calmarse y disfrutar del momento, siempre le habían parecido unos enfermos esos que decían observar a sus parejas durmiendo, pero nunca se puede decir de esta agua no beberé, y cuadraba muy bien en el perfil de enfermo mental que muchos tenían, especialmente las marujonas amigas de su madre, sólo esperaba que Yakov no se mosquease al despertar.
El romanticismo no le duró demasiado a Tyson, estar calentito escuchando los acompasados latidos fue un somnífero muy efectivo, en menos de quince minutos volvía a dormir plácidamente. Media hora después Yakov despertaba, pasaron unos minutos antes de que despegase los ojos para abrirlos de par en par al ser consciente de la situación. Tenía al rubio más alocado que hubiera conocido en sus brazos, durmiendo como un bendito. Visto así hasta resultaba enternecedor, el cabello le cubría la mitad de la cara, y pestañeaba ligeramente cuando le rozaba los ojos, los labios entreabiertos dejaban escapar pequeños suspiros de vez en cuando, nadie diría lo puñetero que era al verlo así, con una expresión tan dulce y relajada, daban ganas de comérselo.
Ante ese pensamiento Yakov recobró la compostura intentando separarse, prefería aplacar la erección mañanera con agua fría, y que Tyson hiciera lo propio, ya había tenido suficiente sexo la noche anterior, aún le costaba admitir la manera en que se había descontrolado, sólo de recordar algunas escenas le ardían las mejillas, no es que fuese un puritano, pero era la primera vez que la entrega iba más allá de lo físico, no se había dado cuenta del grado de intimidad que eso suponía hasta que lo experimentó. Aunque le encantó, asumir que Tyson le gustaba tanto era duro, ya de por sí era una persona bastante hosca, estar en pleno proceso de enajenación amorosa con un chico tan peculiar costaba asimilarlo el doble.
Después de cinco minutos de sigilosas maniobras consiguió levantarse de la cama, cuando iba a suspirar aliviado escuchó una traviesa risilla, al girarse vio a Tyson mirándolo con sorna mientras le daba los buenos días en medio de carcajadas que procuraba sofocar. Había disfrutado de lo lindo sintiendo como Yakov intentaba escabullirse, ese cuidado en sus movimientos, el silencio forzado y sobre todo los desbocados latidos lo hacían lucir encantador. Sabía que Yakov iba a cabrearse, y curiosamente eso era otro aliciente, le costó tanto conseguir que dejara su fachada de chico duro a un lado que no podía resistirse a provocarle cada vez que se le presentaba la oportunidad. Además ver cómo intentaba ponerse el pantalón a toda prisa era demasiado para cualquiera.
Sin embargo era consciente e que estaban empezando y a Yakov la templanza no le sobraba, así que hizo algo para aplacar esas ansias homicidas.
-Vaya, veo que prefieres huir, parece que no te gustó demasiado lo de anoche-atacó Tyson sin perder un segundo.
-Pensaba que estabas dormido-respondió en tono cortante Yakov.
-Y cachondo, pero por lo visto eso no te preocupa.
-Ya será menos.
-Por eso te has puesto el pantalón... pues para tu información la tienda de campaña que llevas montada no es precisamente discreta-se mofó Tyson esperando avasallarlo.
-Voy a ducharme-cortó la conversación antes de que la cosa acabara mal.
-¿Te importa si te acompaño o tendré que quedarme solito y consolarme?-preguntó Tyson con su sonrisa más inocente y una mirada de anhelo abrasadora.
-Esto va a ser muy complicado, mucho...-resopló Yakov mientras se metía en el baño dando un portazo.
Por su parte Tyson decidió seguir tentando a la suerte, después de cinco minutos se adentró en el baño, calculó el tiempo necesario para que Yakov estuviera relajado con el agua caliente pensando en que se había librado de él.
La ducha se prolongó más de lo previsto, cuando bajaron a desayunar era bastante tarde, apenas quedaba gente. Zach y Jeff eran los únicos que los estaban esperando, sonrieron al ver la cara de mala leche que traía Yakov, hacía un contraste fascinante con la sonrisa Cheshire que dibujaban los hinchados labios de Tyson.
-Buenos días chicos-saludó Jeff.
-Si tú lo dices-respondió Yakov dando a entender que no estaba de humor.
-No me digas que Tyson no te dejó satisfecho-dijo Zach con tono fingidamente escandalizado.
-No empieces Zach, no vaya a ser que me dé por tener una charla con Paulie y le cuente de ese pequeño affaire que tuviste con cierto...-amenazó Tyson.
-Parece que a ninguno le gustó, pobrecillos, en fin no se pongan así, Yakov puede ir con May de acompañante y a ti ya te buscaremos un chulazo mono en la disco del hotel, hay un grupo de irlandeses monísimos en nuestra planta-propuso Zach mientras le revolvía el cabello a Tyson.
-¿No podría ir con una chica?-interrogó Yakov en tono cortante.
-Mejor un tío bueno, impacta más y a Tyson le encanta escandalizar a las señoritas bien que invita Joyce-respondió Zach.
-Ah y yo con mi tía, no podrías buscarme algo así también.
-No sé, si tuviste una mala experiencia homosexual es mejor dejar pasar un tiempo para el segundo intento, respecto a las chicas se te ve muy resuelto, no hace falta que te busquemos nada nosotros, además por lo visto no coincidimos en gustos-explicó Zach sonriendo.
-¿Y Tyson no es resuelto?-preguntó Yakov con tono socarrón.
-Sí, pero últimamente no da una, mejor es que lo asesoremos, no vaya a seguir con la mala racha y se deprima de verdad-rió Zach, ver cómo se le iba hinchando la vena de la frente le resultaba divertido.
-Entonces ¿a qué hora quedamos?-preguntó Tyson ampliando su sonrisa-Tendré que acicalarme bien, no quiero ir a la boda de mi madre con un impresentable por muy bueno que esté, tiene que tener estilo.
-Ésa es la actitud primito, visualizar el tipo de presa que quieres te ahorra muchos momentos de indecisión-celebró Zach.
-Muy gracioso Tyson, de verdad, déjate de hacer el tonto con tu primo el sonrisitas y piensa en dónde vas a llevarme a cenar después de ir a comprar el jodido traje para la boda, tú y yo tenemos que aclarar un par de cosas-bramó Yakov.
-Upss alguien se ha cabreado...-canturreó Zach.
-Frenad un poco por dios, que os va a dar algo-intervino Jeff, que había permanecido callado observando el juego-.Tomáoslo con calma, Tyson no es un súcubo y a Yakov hay que darle espacio, que acaba de descubrir que le molan los tíos y encima con un Blyton, si es que eso es jodido de digerir... Tyson ten un poco de paciencia no provoques, y Yakov baja un poco las defensas que nadie te va a comer coño...
Zach intentó reprimir su sonrisa sin demasiado éxito, mientras Tyson y Yakov miraban a Jeff sorprendidos, el chico se estaba espabilando a pasos agigantados, tendrían que hacerle caso, poniéndose tensos por cada tontería no iban a ninguna parte, salvo de cabeza a un sanatorio mental.
Ben estaba contándole a Gael la nochecita que había pasado con Adam, en esos momentos daba gracias a que a él en ningún momento le hicieron ese tipo de encerrona.
-¿Toda la familia es así?
-Concreta un poco, hay muchas características aplicables-suspiró Gael.
-Ya sabes... especiales.
-Sí especiales son todos, cada uno a su manera, pero si te refieres a que son metiches, descarados y cabronazos, sí, en general lo son ya lo demuestren a la primera oportunidad o sean más discretos.
-Eso es un gran consuelo...
-Tú preguntaste.
-¿Qué tal lleva Andy que yo y Kate...?
-Oh después del shock inicial bien, ha decidido concentrar sus energías en putearos, pero no se lo tomes a mal, ustedes se lo buscaron-sonrió Gael amenazante.
-Tranquilo, ni loco se me ocurriría tomar revancha.
-A ti no, pero a Kate sí, si me permites una sugerencia vigílala bien no vaya a ser que te vuelva a liar.
-Ah no, ya he tenido suficiente, yo también estoy tomando represalias, las cosas a traición no, por ahí no paso, una para ver y otra para...
La frase quedó en al aire al ver llegar a Kevin totalmente empapado y vestido, Gael supo que iba a arrepentirse pero no pudo resistir la tentación.
-Eyyy sexy a dónde vas tan mojadito-preguntó Gael poniendo el tono sensual que usaba cuando quería volver loco a Andy.
Ben parpadeó, su hermanito tenía un gran sentido del humor, pero lo que acababa de hacer resultaba más que gracioso arriesgado.
-Joder Gael, así tenías que haberme hablado antes de que me liara con Jeff, ahora la única manera de intimar es en un intercambio o una orgía, y no creo que nuestras parejas se presten-respondió Kevin mientras se acercaba a Gael y comenzaba a empaparlo por la cercanía.
-Cierto, una lástima... en serio ¿qué coño haces así?
-Un pequeño accidente-suspiró Kevin mirando hacia el culpable.
Glenn sonreía pletórico, después de hacer algunas preguntas llegó a la conclusión de que había sido Kevin el que los había bañado a Phill y a él con el agua pestilente que los tuvo apestando todo el día. A pesar de saber que fue debido a una pequeña confusión y que Kevin no tenía nada en su contra, decidió que era mejor vengarse. Así que "accidentalmente" hizo caer a Kevin en el estanque del jardín trasero, uno lleno de pececillos de colorines cuyo agua era de un precioso verde opaco. Cuando Phill vio lo sucedido le dedicó una mirada reprobadora a Glenn, pero éste lejos de mostrar algún tipo de arrepentimiento dijo: "cariño, no te parece fantástico, por fin me estoy integrando en la familia". Phill se limitó a suspirar mientras escuchaba los aplausos y vítores de Janet y Paul. Kevin no le dijo nada, era muy coherente con sus putadas, y sabía que tarde o temprano iba a pasar, sólo se alegró de que fuera algo medianamente light, sus puntos débiles no eran precisamente los referentes a su imagen.
-Entiendo-sonrió Gael.
-Pues yo no-informó Ben confuso por la rocambolesca escena.
-Largo de contar... mucho, quédate con la moraleja, el novio de Phill es un hijo de puta rencoroso, no te metas con él-explicó Kevin.
-Vale...-dijo Ben convencido de que era mejor no indagar, sobre todo por la expresión poco amigable que tenía Andy, no sabía en qué momento había aparecido al lado de Glenn.
-Aléjate de Gael, tenemos que ir a recoger los trajes, secos preferiblemente-saludó Andy mirando receloso a Kevin.
-No te pongas así hombre, estaban de coña-intervino Glenn-Gael nunca se acercaría a Kevin con esas intenciones.
-¿Qué insinúas?-preguntó Kevin ofendido-.Porque yo para polvazos ocasionales sin compromiso estaba de lujo.
-Gael es un alma cándida que aún no es plenamente consciente de lo peligroso que es provocar a Kev-aclaró Andy.
-Ya será para menos-se defendió Gael.
-No, es en serio-afirmó Andy-. Si no fuera porque está con Jeff esto hubiera podido acabar muy mal...
-No me digas que vosotros...-empezó a formular un sorprendido Ben.
-Ben, querido, hay cosas a las que es mejor permanecer ignorante ¿ok?-sugirió Kevin conciliador.
-Dais miedo... ahora sé porqué Kate quiere irse a vivir a otro continente, y me parece que voy a aceptar-se despidió Ben yendo a buscar a su novia, tenía muchas preguntas que hacerle, ya era hora de atreverse a encarar la verdad, como le había dicho Janet hay que conocer al enemigo.
Unas horas después dos parejas resoplaban al encontrarse en el restaurante tailandés de la playa. Tyson le recomendó a su hermana que fuera a comer al vegetariano, sería más sano para el bebé, Kate accedió por consideración a Yakov, se le veía muy agobiado y en el tailandés tenían mesas en la terraza, así podía tomar el aire, no era fácil afrontar su primera relación seria a esa edad y en esas circunstancias, ella ya era mayorcita y lo tenía todo claro, el que iba a tener que ir digiriendo cosas era Ben.
Era adorable ver cómo su novio se sorprendía, se agobiaba, se asustaba... para ella era un libro abierto, notaba todas sus reacciones con mucha claridad. Le resultaba divertido el contraste entre Ben y Gael, su cuñado era mucho más comedido, claro que entre Andy y ella habían muchas diferencias, sus relaciones con los hermanos a pesar de ser casi paralelas en cronología no lo habían sido en desarrollo. A ella no le había costado nada abrirse a Ben, todo se había dado de una manera natural y fluida, no le había costado mucho dejarse llevar. Hasta que se quedó embarazada y de pronto todo se complicó, ahí empezó a cerrarse y a tomar decisiones por su cuenta, ocultándole cosas, por eso ahora se encontraban en esa situación algo confusa y frustrante. Al contrario que Andy y Gael, que atravesaban un momento muy dulce, al rubio le había costado horrores admitir sus sentimientos y mostrarse tal cual era, después de superar esa fase llegó la de conocer a la familia y viceversa, cosa que supuso un shock bastante heavy pero les unió más. Ahora se los veía confiados y felices, Kate esperaba que en cuanto se sincerase con Ben empezaran a entrar en esa fase de confianza y mutuo apoyo, o acabaría volviéndose loca.
Desde la mesa del balcón cerrado podía ver a su hermanito y a Yakov, lucían adorables, se podía palpar la mezcla de nerviosismo, incomodidad y ansiedad que los rodeaba. Cada uno lo afrontaba de manera distinta, Tyson no podía estarse quieto, se dedicaba a jugar con los cubiertos mientras miraba fugazmente a un Yakov de expresión seria y amenazadora, bastante atacado estaba ya como para que el rubio le desconcentrase jugueteando con todo lo que estaba sobre la mesa, como si fuese un maldito crío de dos años. Mientras tanto Tyson suplicaba interiormente que su acompañante se relajara un poco antes de que la velada terminara por convertirse en la cena más infernal de su vida, y eso siendo un Blyton era decir mucho.
El silencio sólo se quebraba por el chocar de los cubiertos, estaban a punto de estallar cuando a Yakov le sonó el móvil y se levantó para atender la llamada, dejando a Tyson solo. El rubio creyó que tardaría unos minutos, pero acabó tomándose el segundo plato y el postre sin compañía. Esa no era su idea de aclarar las cosas o disfrutar de su primera cita oficial, tampoco lo era el ambiente tenso con el que habían comenzado. Empezaba a plantearse si no se estaría equivocando y el ritmo que llevaban era demasiado vertiginoso para Yakov.
-Lo siento mucho-se disculpó Yakov a la vuelta con expresión preocupada.
-¿Ha pasado algo?-preguntó Tyson al ver su cara.
-No, sólo era un colega, habíamos quedado en vernos en un concierto que daban esta noche cerca del internado, lo olvidé por completo y he tenido que contarle que iba a estar fuera toda la semana.
-¿No hay toque de queda en el internado?-indagó Tyson suspicaz.
-Sí...
-Vaya, no me digas que eres un alumno travieso y te fugas-sonrió ladino.
-Creo que me he saltado el reglamento completo-respondió Yakov con tono de suficiencia.
-Interesante, me gusta ese espíritu transgresor.
-Me pregunto por qué.
-Supongo que es una pregunta retórica. ¿Pasamos a las dudas contestables?-cuestionó Tyson yendo al grano, mareando más la situación sólo iban a exasperarse.
-Vale, empieza tú.
-¿Qué tal te lo pasaste anoche?
-Eso es una bobada, lo sabes perfectamente-bufó Yakov sonrojado.
-Me refiero en general, con el resto de la familia en la fiesta.
-No fue tan malo como pensaba...
-Te toca.
-¿Y tú qué tal te lo pasaste?-tanteó Yakov.
-Muy bien, reconozco que estaba muy nervioso por lo que esperaba que pasase entre nosotros, pero el estrés se fue al carajo en cuanto me pusiste las manos encima.
-Entonces ¿te compensó el polvo de un primerizo después de todo lo que te puteé para darte bola?
-Eso de primerizo es relativo, tampoco es tan distinto hacerlo con un hombre, sólo cambian algunos detalles. Y ya sabes que me gustan los retos, además te pones muy mono cuando te haces el estrecho.
-Muy gracioso...
-Hablo en serio, concluyendo esa parte, que no parece que te guste demasiado hablar de sexo, a ambos nos resultó satisfactorio el polvo ¿no?
-No seas tan...
-¿Frío?
-Tyson...
-¿Qué? Si me pongo sentimental te agobias si soy objetivo te ofendes... ya no sé cómo demonios enfocarlo-suspiró Tyson frustrado.
-Estoy algo susceptible, lo sé-admitió Yakov-. Pero nunca me había pasado algo así...
-Mejor concreta a qué te refieres, no vayamos a confundirnos-acotó Tyson.
-Hasta ahora no me había implicado emocionalmente con nadie.
-Eso sonó a manual de psicología.
-¿No querías que concretara?
-Sí, pero a ser posible con un lenguaje más cercano, dicho así parece que estamos en terapia.
-Joder, por lo visto no soy el único que está susceptible.
-Será la luna llena, afortunadamente no podemos menstruar.
-Si seguimos así no vamos a aclarar nada-protestó Yakov.
-Cierto, mejor vamos a saco. Por mi parte sólo tengo que decir que me gustas de verdad, he pensado bien las complicaciones y sé que voy a tener que poner mucho de mi parte para intentar algo contigo.
-¿Crees que te va a compensar? Soy bastante reticente y me cuesta ceder...
-Sólo contéstame sinceramente a una pregunta, ¿Qué soy para ti? ¿Un ligue de transición o un firme candidato a pareja?
-¿Te refieres a si me gustas en serio o sólo me atraes?
-Sí.
-Me gustas... mucho.
-Genial-sonrió Tyson aliviado-. Siendo así sólo nos queda poner lo mejor de nuestra parte e intentarlo.
-Te noto muy seguro...
-Lo estoy, no hace falta nada más. Nos gustamos lo suficiente como para aprender a aceptarnos, y limando ciertos aspectos podremos ser jodidamente compatibles.
-Supongo que el paso más difícil ya lo hemos dado-sonrió Yakov, contento de ir avanzando en su primera relación.
-Bueno, ahora tenemos que decidir cómo nos presentaremos en la boda, como pareja o amigos.
-Como amigos-sentenció Yakov en tono tajante.
-¿Con derecho a roce?-preguntó Tyson guiñándole el ojo en tono seductor.
-¿Cómo puedes conseguir que en menos de un minuto pase de verte adorable a considerarte un cabronazo?
-Es un don, puedes dejarlo en adorable cabronazo, las contradicciones enriquecen mucho.
-Seguro que sí, no hay más que ver a tu familia, no paran de enriquecerse unos a otros, no se dan tregua.
-Que puedo decir, nos han educado para la productividad.
-Eso suena tan alentador-ironizó Yakov dando por perdida la batalla.
-No te agobies, tú céntrate en lo bonito.
-¿Y eso se reduce a...?
-No me hagas ponerme obvio, después te quejas.
-Creía que era mejor concretar para no confundirnos mutuamente.
-Pues afina un poco, en este caso la connotación está patente.
-Claro, entonces iremos a la boda de Joyce como buenos amigos que se conocieron en clase.
-Vale, pero puedes ponerte cariñoso, no te cortes, es bonito mostrar afecto entre buenos compañeros de clase, hay una larga tradición de amistad en los internados masculinos.
-No me lo recuerdes, que hay cada joyita en el nuestro...
-Pues ponme al día que Jeff no se entera un carajo.
-Yo me he encargado de que supiera lo menos posible.
-Cosa que te agradezco mucho, pero en mi caso es mejor ir bien informado.
-Descuida, me encargaré de que no se te acerquen.
-No sé si considerar eso como un detalle romántico o como una manera de coartarme la libertad.
-Opta por centrarte en lo bonito-sonrió Yakov, devolviéndole la jugada.
-Vale, tú te lo has buscado, lo intenté pero no colaboras nada coño. Al carajo con lo bonito, seré muy explícito-bufó Tyson-. Si me he matriculado es por motivos egoístas, me producirá una satisfacción inmensa joder a los cabrones que han hundido a Jeff, no me boicotees, confío en que me ayudes, ¿puedo contar contigo?
-Sí-respondió Yakov con seriedad siendo consciente de la determinación de Tyson.
-Gracias, ya te darás cuenta de que no soy una princesita indefensa, me las sé apañar bien.
-Lo sé, pero te pido que no vayas por libre y cuentes conmigo antes de hacer nada, ¿puedo confiar en que lo harás?
-Sí, soy impulsivo cuando las consecuencias sólo me afectan directamente a mí, si hay más gente de por medio me cuido más.
-Estupendo, entonces todo aclarado-suspiró Yakov aliviado.
-No, queda un pequeño detalle-sonrió Tyson socarrón.
-¿Cuál?
-Como buen amigo que eres necesito que me apoyes en algo.
-Vale...
-Después de la boda estaré estresado, será un gran desgaste emocional.
Yakov parpadeó confuso, la expresión de Tyson era resignada y su tono también, se planteaba la posibilidad de que le afectaran todos los cambios que iban a producirse en la familia.
-Entiendo, ¿en qué puedo ayudarte?-preguntó pensando en que le pediría que distrajera a alguien o lo ayudara a escabullirse.
-Quiero que después de la fiesta te dejes de soplapolleces sobre la amistad y las convenciones sociales, y me pegues el polvo de año. Después de ese estreno triunfal tienes que dejar el pabellón bien alto-rió Tyson.
En esos momentos Yakov no sabía si reírse o golpearlo, sopesaba ambas opciones mientras lo observaba descojonándose. Ya sabía que con Tyson no había tregua, y le estaba costando adaptarse a ese ritmo después de su auto impuesto letargo antisocial, por otra parte el hecho de no aburrirse y algunos detalles más le auguraban que iba a ser una relación interesante y fructífera, que menos viniendo de una familia con tan productiva tradición...