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Sympathy For The Devil por LadyHenry

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Notas del capitulo: Para variar se pasó sin espacios, espero haberlo arregaldo ahora...malditos cacharros.

El despertador comenzó a sonar a las seis de la mañana, estaba programado para accionar la radio, ya que Gael resistía cualquier timbre que no se alargara más de 3 tres minutos por más estridente que fuera, pero Andy detestaba el ruido, y si resultaba repetitivo peor. Ambos tenían un despertar nefasto, a Gael le costaba horrores la sencilla acción de despegar los párpados y Andy era una especie de zombie, al que era recomendable no dirigirle la palabra hasta que hubiera tomado su primer café, es decir unos veinte minutos después de levantarse, en los que se duchaba, vestía y encendía la televisión para ver las noticias mientras se preparaba el desayuno.

Durante ese tiempo Gael sólo se había levantado y había ido al baño para lavarse la cara y conseguir separar sus ojos del todo. Nunca se habían dicho algo tan normal como" buenos días", ni se hablaban en la próxima media hora, eso sí, algunas veces al principio o cuando se separaban por algunos días, la mañana siguiente antes de levantarse se pegaban como lapas, abrazándose en una maraña en la que era imposible distinguir cuál era cuál, permanecían así varios minutos disfrutando de la proximidad, claro que si no había tiempo para seguir "aproximándose" era mejor cortarlo, ya que alrededor de un noventa por ciento de las veces ese tierno abrazo acababa en un acalorado polvo mañanero.

 Así era como denominaba Ben a practicar sexo a horas tempranas antes de levantarse para ir a donde se tuviera que ir, le daba un nombre especial porque creía que debía tener la misma categoría que otras conocidas prácticas como los polvos rápidos ( esos que duran lo justo y se hacen bajo la presión de que en breves minutos llegarán invitados), los polvos exhibicionistas ( esos que se practican en lugares públicos) o el conocido como "aquí te pillo, aquí te mato" que suele producirse cuando el encuentro es inesperado o hace mucho tiempo que los participantes no se ven y deciden darse una calurosa bienvenida ipso facto.

Para Ben, los polvos mañaneros estaban injustamente discriminados, lograban efectos tan perniciosos como los políticamente incorrectos, pero no se los juzgaba con la misma solemnidad, un polvo mañanero podía ocasionar que se perdiese un avión, que se te pasara la hora con el médico, o que llegaras tarde a un examen o al trabajo como les había pasado en más de una ocasión a Gael y Andy. Por ese motivo procuraban no acercarse mucho por las mañanas, aunque a Andy no dejaba de resultarle curioso que a su novio le costara tanto levantarse y tan poco ponerse cachondo, claro que quién era él para decir nada cuando le encantaba comenzar el día así y sin embargo detestaba mediar palabra hasta no haber desayunado, Gael en cambio lo tenía muy claro, no había comparación entre tener que abrir los ojos  para ir al baño a lavarse la cara o hacerlo para darle un buen repaso a su chico, así que cuando su hermano Ben le soltó toda esa chorrada de los polvos mañaneros asintió sentenciosamente, dándole la razón en todo y añadiendo que siendo la mejor forma de empezar el día deberían dedicarle una sección en Cosmopolitan si es que no lo habían hecho ya...

Mientras tanto Andy los miraba de hito en hito con una expresión que oscilaba entre la resignación y el escepticismo, adoraba a Ben, lo consideraba una buena persona, aunque sus excentricidades podían resultarle enormemente molestas, y cuando le daba por ponerse a filosofar optaba por desconectar aunque no siempre le era posible,  cuando esto sucedía procuraba armarse de paciencia, repitiéndose a sí mismo cosas como" soy tolerante" o "todos somos libres de expresar lo que opinamos", era un técnica que le había contado su hermana Kate, según ella era una manera de hacerse consciente de los derechos del otro, según el propio Andy era una solemne mamarrachada, pero le servía para distraerse.

 Solía preguntarse qué ocurriría si presentaba a Ben y Kate, y por muchas opciones que barajara no le acababa de gustar ninguna, cuando le comentó ese pensamiento a Gael su respuesta fue una risita tonta, de esas que nacen sin muchas ganas pero se hacen persistentes hasta  el punto de tornarse irritantes, después se encogió de hombros y dijo que por lo menos así tendría la ocasión de conocer en persona a un miembro de la familia que no fuera Zach, un primo de Andy  del que se había hecho amigo cuando comenzó a estudiar medicina y que los había presentado, y a los padres del chico, John para el que ahora trabajaba junto a Zach y Angie la hermana pequeña de Joyce, que nunca hablaba sobre el resto.

 Aparte de a ellos no conocía a nadie más de la familia de Andy, salvo por los que éste mencionaba a veces, sólo había visto una foto, que le habían mandado a Andy  de la graduación de Kate, a la que no había podido asistir por las prácticas de empresa, en la foto aparecían Kate junto a Adam ( también conocido como su padre o el maléfico), Diane y su hijo Kevin, Janet y su hermana( o la abuela Margaret) y Joyce lo más lejos posible de su ex marido junto a Tyson el más peque de los hermanos . Eran una estampa familiar bastante peculiar, las ancianas y los más jóvenes sonreían abiertamente, mientras que los tres restantes se dedicaban a guardar las formas.

Ahora por fin iba a poder conocerlos en persona, saber las razones que habían llevado a la persona que más quería a mantenerle alejado por completo de su familia, conocería esa parte que Andy se molestaba tanto en ocultar, ya le había explicado los motivos, pero no era lo mismo saber lo que sucedía por sí mismo. Le había costado mucho que Andy confiara en él, y ésta era la prueba definitiva de que ese rubio de mirada felina del que estaba completamente enamorado estaba dispuesto a mostrar su lado más vulnerable, por fin le dejaría conocerle del todo y para ello iba a tener que conocer a mucha gente, las primeras serían Janet y Diane, luego Kate y Kevin, los únicos que estaban al corriente de su relación. Pero debía darse prisa y levantarse de una maldita vez si no quería que se le hiciera tarde, tenía muchos preparativos que hacer.

Se dio una buena ducha para despejarse, dejó la radio encendida para escuchar algo, detestaba el silencio por las mañanas, en su casa siempre hubo jaleo con sus hermanos y dos de sus primos que vivían al lado, él siempre era el último en llegar a la cocina cuando ya todos habían comenzado a desayunar, su madre y su tía iban de un lado a otro untando tostadas o repartiendo cereales, mientras que sus hermanos y primos armaban escándalo discutiendo por la comida o intentando poner la tele para ver alguna serie de dibujos, lo peor comenzaba cuando llegaba la hora de elegir entre ver chicho terremoto o los caballeros del zodiaco, podían haber hasta heridos, y es que pensándolo bien quién en su sano juicio juntaría a siete pequeños entre cuatro y nueve años en la misma mesa.

No es que echara de menos el interminable jaleo de gritos e infantiles reproches, pero no podía estar en silencio a esas horas, se sentía inquieto si eso ocurría por lo que al descubrir que Andy, al contrario que Zach, con el que había compartido habitación en la residencia de estudiantes, era una tumba matinal, le pidió que pusiera la tele o la radio. Y ahora que estaba solo, seguía con esa rutina. Salió de la ducha y fue a la cocina para tomar café, antes de las nueve no podía comer nada, así que empezó a preparar la maleta doblando la ropa con cuidado. Después de comprobar que no se olvidaba nada relevante, salió del apartamento para ir a la consulta, tenía que firmar algunos documentos antes de tomarse su merecido mes de vacaciones.

Al llegar Judy, la  recepcionista, le recibió con una sospechosa sonrisa, en ese momento  Gael frunció el entrecejo y en sus labios se dibujó un enorme y silencioso NO, la chica ladeó la cabeza señalando hacia la última puerta del pasillo asintiendo efusivamente, no le quedaba de otra que ir a ver qué querría su supervisor, así que se encaminó hacia el matadero después de decirle a Judy que si no salía en un cuarto de hora llamara a la policía.

Tocó la puerta y al oír un "adelante chiqui" soltó un sonoro bufido:

-John te agradecería enormemente que no me trataras como si fuera una de tus furcias ocasionales-al ver la cara de" ya se va poner a patalear" su rostro se encendió - ah no ahora te aguantas, me da igual si te parezco susceptible o si por ser el novato se supone que tengo que soportar todas estas chorradas, básicamente no me apetece ni me da la gana y el próximo que me suelte una no va a tener mundo para correr.

-¿Dormiste mal? ¿Tuviste un gatillazo o qué?

-Sí Johny es eso, me estaba trabajando a tu vieja cuando de pronto...

-Vale, vale, ya lo pillo, no hace falta llegar a esos extremos, hay que ver como se te suelta la lengua. Te llamaba para ver si ya has decidido lo que harás al regreso.

-Pensé que había quedado claro que si tengo que sustituir no pienso hacerlo en pediatría, me da igual que sea mi padre el que deja la vacante.

-Entonces queda oficialmente rechazada la oferta aunque me gustaría saber por qué sacaste esa especialidad si no tenías intención de ejercer.

-Pues porque esa era la condición para que me pagaran los gastos.

-Bien, me temo que eso va a disgustar a más de uno, pero si es lo que quieres a la vuelta te esperan en cardiología.

-Sabes, cuando por fin decidan darse por enterados de que no pienso volver con Becky, de que lo que me ocurre no es una de esas fases experimentales que les dan a los jóvenes, ni que tuviera quince años, y de que me he ido de vacaciones para conocer a la familia de mi novio, me parece que eso pasará a un segundo plano.

-Oh dios ¿vas a la boda?

-Sí ¿alguna recomendación?

-Déjame que piense-dijo mientras se pasaba la mano por el pelo con expresión dubitativa-veamos: no le repliques a Janet, esa mujer disfruta poniendo en aprietos a todo el que se le cruce.

-Demasiado tarde me temo.

-¿Es que no tienes suficiente con Andy?

 

En ese momento se coló en la habitación un joven de pelo castaño, ojos de un azul intensamente oscuro y expresión traviesa, John y Gael se miraron atemorizados, que Zach irrumpiera de esa manera no era una buena señal:

-Buenos días chicos.

-¿Qué ocurre Zachary?

-¿Te he asustado papá?-una juguetona sonrisa había asomado en sus labios al ver el efecto que provocó su triunfal entrada.

-Sí Zach nos has asustado, desembucha...

-¿Yo? Disculpe su usía pero el que se iba al circo sin avisar es usted-mientras iba soltando su reproche se acercaba a Gael señalándole acusadoramente.

-Hay que ver cómo está tu primo, lo dejo solo un par de días y ya no soy capaz de seguirle el ritmo ¿vas a contarnos qué ocurre?

-Pues llamé para ver cómo sigue Jeff y me soltó la bomba de que iban a ir juntitos a la boda, y casi me da algo, ahora tendré que modificar mi horario para poder quedarme unos días.

-¿Y a qué viene ese cambio de planes? No es para tanto...

-¿Qué no? Vaya si lo es... no me lo pierdo ni loco.

-Parece que vamos a tener mucho trabajo para dejar cubiertas las guardias, así que ya puedes ir buscando sustitutos Zachary.

-Está bien, te prometo que antes de las dos está todo arreglado, ya me voy... ah una cosa, Gael ni se te ocurra hacer caso de las alucinaciones de mi padre, cree que la familia de mamá está loca, exagera mucho... tu relájate y disfruta-dijo mientras le guiñaba un ojo con total insolencia.

-Ahora sí que estoy empezando a asustarme...

-No te preocupes, Andy no dejará que se acerquen demasiado, tarde o temprano terminarías por conocerlos... sólo que hacerlo en las segundas nupcias de Joyce es algo más arriesgado.

-Joyce estará nerviosa, es normal...

-¿Nerviosa? Citando a Janet "es una jodida zorra histérica", y ahora que quiere casarse a lo grande que Andy le presente a su pareja no sé si la pondrá contenta o preocupada pero más excitada seguro, además si se entera de lo de Jeff...

El móvil de Gael comenzó a vibrar, al ver que era Andy sonrió aliviado, ahora mismo no había nada que pudiera tranquilizarlo tanto como hablar con él, haciéndole señas a John de que iba al balcón para tener mejor cobertura salió del despacho, dejando que el aire despertara sus sentidos.

-Hola ¿qué tal van esas vacaciones?

-Han sufrido una notable mejora en los últimos segundos.

-Me alegro ¿estarás a tiempo para el té?

-Por supuesto ¿y esa duda?

-Zach acaba de llamarme diciendo que su padre te está reteniendo en la consulta...

-Empiezo a creer que en tu familia son todos unos cabrones ¿para qué le has dicho nada? Ahora vendrá a cachondearse de lo lindo.

-Le he pedido que adelante su llegada, me sentiré más tranquilo si él está, además así tendrás a alguien conocido con el que contar en caso de apuro.

-Ni que fuera a la guerra...

De pronto la puerta corrediza del balcón se abrió y Zach le arrebató el teléfono de las manos.

-Primito no te preocupes, está todo controlado, ahora mismo pasamos por casa para que recoja algunas cosas y salimos para allá, dile a Diane que me prepare brownies.

-Vaya qué rapidez, no asustes más a Gael ¿quieres? Ya comienza a creer que somos una mezcla entre los Adams y los Channing...

-A mí me parece una mezcla convincente ¿algo más?

-Sí, aún no le he contado todo lo de Jeff así que procura no abrir la bocaza, quiero decírselo yo.

-No es un tema muy alegre, así que descuida prefiero perder el tiempo cantando horteradas en el coche, sé que eso le encanta-opinó al ver la cara de estupefacción con la que le miraba su víctima- bueno yo me voy a buscar mi abrigo cuando vuelva quiero ver a tu novio en el vestíbulo esperándome con un café, ciao.

-Parece que el viaje va ser movidito.

-No te quejes no llega a dos horas, además los brownies de Diane merecen la pena.

-Más te vale que lo que merezca la pena seas tú, vas a tener que compensarme por el susto que me diste al marcharte de repente y en medio de un maldito temporal.

-Si después del agotador reconocimiento te quedan fuerzas te prometo una indemnización en toda regla.

-Y si no, también.

La risa de Andy traspasó el hilo telefónico hasta incrustarse en los oídos de Gael, que se imaginaba como se le estaría alborotando el flequillo al cubrir esos ojos entrecerrados, y es que cuando Andy ríe adquiere un aspecto de niño revoltoso que se aleja mucho de su habitual semblante distante  y reservado.

-Hasta dentro de unas horas, voy a por ese café antes de que Zach me monte una escenita.

-Hasta la tarde.

Al colgar sintió una oleada de emociones contradictorias, por una parte deseaba con todas sus ganas tener a Gael a su lado, por otra le asustaba su reacción ante lo ocurrido con Jeff, y también estaba eso de presentarle a Joyce, respecto al resto de la familia no tenía demasiadas preocupaciones, sabía que sus más allegados se llevarían bien con él, y tenía el apoyo de Zach y sus padres, con eso sería suficiente para que el resto se mantuviera al margen, pero Joyce era un coñazo, así de sencillo, era impredecible y no sabía por qué eligió su boda para presentarles, pero ya estaba hecho, ahora sólo cabía esperar que fuera lo más cívica posible, claro que como decía Janet "las expectativas son basura, sólo sirven para perder el tiempo y las fuerzas" y tratándose de su madre más le valía no tener ninguna.

 

Gael se dirigió a la cafetería y pidió un vienés para él y un capuccino para Zach, el agradable olor del pedido llegaba a sus fosas nasales despertando una sensación sumamente placentera, ante el día frío y gris que se le estaba presentando el hecho de beberse un café bien caliente le reconfortaba, a media mañana solía tomárselo para despejarse un poco, separarse del resto para salir a la terraza de la cafetería y disfrutar de su vienés era todo un ritual con el que reponer fuerzas, su móvil vibró y al descolgar y escuchar todos los halagos que Zach le dedicaba resopló, detestaba que interrumpieran esos momentos de relax, era como si le tiraran un cubo de agua fría, así que en un tono tajante le indicó a su interlocutor que moviera su jodido culo hasta la terraza si no quería que Roger tuviera que practicarle cirugía estética en su preciosa cara, unos minutos más tarde éste aparecía con cara de ofendido reclamando su capuccino y reprochándole su falta de tacto, además de echarle en cara que debían apresurarse para llegar cuanto antes.

Mientras se dirigían al coche, Gael se dedicaba a observar  a Zach, había cambiado su bata blanca por unos chinos y un polo azul marino, lidiaba con la tapa plástica del vaso del capuccino intentando no mancharse.

-Joder ¿quién te sirvió el café el increíble Hulk? Esta puñetera tapa parece  estar pegada con sellador.

-Mira que eres torpe, déjame a mí-tras unos interminables segundos en los que batalló con la tapa consiguió soltarla salpicándose con algo de espuma-ya está no era para tanto.

-Sí, claro sólo hay que ver la cara que has puesto al pringarte... cambiando de tema ¿quién conduce?

-Yo.

-¿Entonces por qué nos dirigimos hacia mi coche?

-Porque me gusta más.

-¿Y qué piensas hacer para quitarme la llaves darling?

-Tú me las vas a dar amablemente como signo de buena voluntad para resarcirme de tus continuos desplantes.

-Me parece que deberías cambiar de camello, esa mierda que te pasa es de mala calidad hace que alucines cosas estúpidas, y deberían ser más originales, innovadoras o excitantes, como ver duendecillos verdes en orgías... santo dios has dicho que te hago desplantes ¿eres consciente de qué hablas cómo una de esas marujas que se pasan el día en casa de la vecina quejándose de que su marido no las escucha ni se las trajina?

-Zachary...

-En serio haz algo antes de que acabes luciendo una bata de guatiné o te pongas rulos mientras pregonas que eres una malfollá-y dicho esto le dio el último sorbo al capuccino y se dispuso a entrar en el coche.

Gael lo miró expectante, lo conocía desde hace siete años, sabía lo alocado que podía ser, se había acostumbrado a su particular manera de enfocar las situaciones, a primera vista le resultó un chico divertido y superficial, la típica persona con la que no sueles aburrirte y que es capaz de pillar todas las movidas. Nunca había que explicarle nada él siempre entendía, tenía las cosas claras, no le gustaba demasiado involucrarse con la gente, era sociable pero mantenía las distancias, sólo su familia y algunos amigos de la infancia lo conocían bien, el resto creía que era un cabeza loca. Pasó por un mal momento cuando pilló a su ex novia y al que era su mejor amigo haciendo malabarismos en los baños de la clínica. Gael Podía recordarlo perfectamente porque estaba  junto a él cuando sucedió.

Acababan de incorporarse a la fase de prácticas, les habían asignado el turno de noche, al llegar las siete de la mañana estaban agotados, hartos de oír quejas de todo el mundo respecto a la lentitud con que se atendía a los pacientes, a la manera en que daban puntos o a su notable juventud, la gota que colmó el vaso fue escuchar un comentario sobre sus padres y los favoritismos de los que supuestamente gozaban " y una mierda había dicho, si supieran que tuve que hacer dos especialidades al mismo tiempo no opinarían lo mismo esos cretinos" Zach le había restado importancia diciendo que eran unos amargados y que debían aburrirse mucho para estar de marujeo a esas horas, y riéndose de su desatinado aspecto y lo mal que llevaban eso de trabajar de noche se dirigieron al baño para lavarse bien la cara y despejarse un poco, habían conseguido sobrevivir a su primera guardia y eso tenía que celebrarse.

 Fue entonces cuando escucharon sonidos sospechosos, una parejita debía de estar pasándolo en grande en uno de los baños, Zach intentó reprimir su risa pero tardó un poco, se lavó la cara a toda prisa aún riendo, y entonces se oyó un estruendo, la chica debía haberse golpeado porque gritó de dolor y ese grito hizo que su risa se congelara en una mueca de sorpresa e indignación, subió al retrete contiguo para confirmar lo que pensaba y su semblante se tornó en una desoladora mueca de decepción, simplemente se bajó, tomó a un anonadado Gael del brazo y salieron a toda prisa del edificio. No habló en todo el trayecto a su apartamento, había dejado conducir a su compañero mientras él se dedicaba a mirar por la ventana y seguir con el pie el ritmo de las canciones de Adore, una vez llegaron Gael le acompañó, no quería dejarlo solo en ese estado, en esos cinco años nunca le había visto así, a veces estaba ausente otras enfadado pero desolado no, y le dolía verlo de esa manera.

Después de ducharse y comer algo, se habían marchado a la casa de sus padres, estaban sentados en el jardín cuando dijo" ¿cómo ha podido ser tan hijo de puta? Me ha traicionado por un mísero polvo, por una tía... le conozco desde los quince años, no lo entiendo", en ese momento Gael pensó en decirle que tal vez se habían enamorado, que a veces esas cosas eran inevitables... pero no dijo nada, le resultaba demasiado sospechoso que lo hicieran justo ahí y en ese preciso momento, ni más tarde ni más temprano, por no mencionar el escándalo que provocaron... ahora que lo pensaba sólo les faltó poner un neón luminoso en forma de flecha.

Así que querían ser descubiertos, qué repugnante manera de herir a alguien, esa vulgaridad molestaba mucho a Gael, su amigo no merecía ese trato, él nunca había jodido a nadie así, no era ningún santo pero se encargaba de dejar las cosas claras e intentaba no lastimar a los demás "total para la mierda que había mejor empezar a comportarse como le viniera en gana" había sentenciado más tarde, y Gael había asentido pasándole el brazo sobre los hombros. Cuando se lo contó a Andy éste había bajado a todos los santos amenazando con partirle la crisma a ese Judas y encargarse de que la zorra tuviera la reputación que se merecía. Y aunque pudieron evitar que le destrozara la cara a Paul, mucho después se toparon con un vídeo colgado en la red donde se hacía una oda a la flexibilidad de Jill, acompañada de sugerentes imágenes, por ese entonces Zach estaba recuperado y se había reído hasta quedarse medio doblado y sin aire.

Pero antes de que volviera a reírse con esa pasmosa facilidad había tenido que pasar por una de las mayores peleas de toda su vida, empezó siendo un intento de disculpa por parte de Paul acabando entre gritos e insultos y de la forma que menos esperaba Zach "¿es que no entiendes que te quiero?" había sentenciado aquel que fuese su mejor amigo, y sus intensos ojos azules quedaron atónitos viendo como las lágrimas de Paul brotaban empañando el gris de aquella conmocionada mirada. Después de una media hora de doloroso silencio, Zach se había acercado al traidor tomándolo por la barbilla hasta quedar frente a frente preguntándole" ¿entonces por qué en lugar de estar con una chica con la que no hubiera durado dos meses más no estabas conmigo?" más lágrimas asomaban en los enrojecidos ojos de Paul, que haciendo acopio de las pocas fuerzas que le quedaban contestó "porque no sabía si soportaría que me rechazaras, sé que suena estúpido pero pensé que si me apartabas de tu lado no tendría más remedio que olvidarte y sin embargo verte así de dolido me consume, creía que no podría sufrir más que al verte con la pareja de turno, sabiendo que no podía tener más que tu amistad, pero decepcionarte ha sido lo más doloroso que he sentido nunca, ahora sólo puedo contarte la verdad para que entiendas que no pretendía dañarte, que esa opción en su momento me pareció la menos lastimosa, no tendrías que rechazarme  ni intentar seguir manteniendo la amistad, hubiera sido lo más sencillo..."

"Pero no lo fue- interrumpió Zach-ahora todo va ser mucho más complicado, tanta confusión y frustración van a ser muy difíciles de superar, va a tener que pasar un buen tiempo antes de que podamos mirarnos a la cara sin rencor".

Y dos años más tarde se habían cruzado un par de veces, ya no quedaba rabia o reproche pero temían tanto arruinar el momento de reencontrarse que sólo se dedicaban tímidos saludos. Paul seguía enamorado de Zach, y éste tenía muchas dudas ¿y si ya no le quería? ¿Y él que sentía? Con la rabia e impotencia del momento no había podido pensar bien, Paul le gustaba, no por nada había sido su mejor amigo durante una década, respecto al sexo era evidente que no tenía ningún problema es montárselo con un atractivo morenazo poseedor de los ojos grises más claros que hubiera visto en su vida, por no hablar de ese cuerpo bien formado y esa sonrisa cándida que le resultaba adorable. La cuestión era que su relación ya se había deteriorado demasiado para arriesgase tanto, si no funcionaba esta vez le perdería definitivamente, y lo echaba tanto de menos que sólo la idea de que pronto volverían a hablarse le emocionaba más de lo deseable, así que no se imaginaba una vida sin él, sus chistes malos, su desmesurada afición por las pelis de serie b y los videojuegos, y su expresión de fastidio en las fiestas pijas de sus padres.

 Esos dos años habían sido un mal paréntesis, quería recuperar la confianza y no volver a perderla, debía ser comedido, pero por otra parte si funcionaba y podía liarse para los restos con Paul eso sería lo máximo... aunque no estaba seguro de que éste siguiera enamorado de él, en dos años podía haberse fijado en otra persona, además también estaba la parte en que había ignorado sus sentimientos en el sentido más primigenio de la palabra, no se había dado cuenta de lo que su amigo sentía a pesar de pasarse prácticamente las mitad del día a su lado, de hecho si pensaba con frialdad en la manera en que había intentado apartarse de él, además de una soberana cabronada, era la manera más tajante de restregarle por la cara que no se enteraba de nada, cosa que quedó patente en la discusión posterior, cuando después de insultarlo de todas las formas que conocía presenció cómo entre lágrimas le habían dicho el primer te quiero sincero de su vida, ambos actuaron como necios, dejándose llevar por estúpidos impulsos ... ¿por qué tenía que ser todo tan complicado?

-Ni lo sueñes-en un movimiento rápido le despojó de las llaves del deportivo-la maruja conduce te pongas como te pongas-dijo poniendo fin a los delicados recuerdos que le habían asaltado al reparar en que iban a toparse con Paul, ya que era el sobrino del flamante futuro esposo de Joyce.

-De acuerdo, pero para cada media hora y deja que ponga la música que me apetezca.

-Vale, siempre que no se te ocurra ponerte a vociferar ordinarieces por la ventanilla.

-Aguafiestas.

-Hablando de fiestas ¿qué tal llevas eso de ver a Paul en la boda?-el sonido del motor arrancando amortiguó la frase.

-A eso se le llama discreción y diplomacia-su tono de fastidio se hizo notar mientras elegía un cd para poner, después de rebuscar se decidió por The cure le gustaba la voz de Robert Smith además a Gael le resultaba inquietante, todo un plus a su favor.

-Pues simplemente lo llevo, después de darle muchas vueltas no hay una fórmula mágica para abordar la situación con facilidad, así que me limitaré a dejar que pase.

-¿Qué harás si él aún...?-la pregunta quedó flotando en el aire interrumpida por la  turbada mirada de Zach.

-Deberías mirar hacia adelante, no te dejo conducir para que nos emboques en la primera curva.

-Disculpa, pero llevas mucho evitando el tema y me preocupa-puso su mejor cara de cachorrito abandonado consiguiendo una imperceptible sonrisa en Zach.

-Ya lo sé, pero estoy hecho un lío, no sé si él seguirá sintiendo algo, pero lo que me preocupa es perderle, le echo tanto de menos que ya no distingo qué es lo que siento, si eso es a causa de que yo le correspondo o viceversa.

-¿Entonces si por ejemplo te planta un beso de los que hacen historia cómo reaccionarías?

-Mmmm -una ladina sonrisa se formó en sus labios-pues si mi mayor temor es perderle...

-Janet tiene razón-suspiró fingidamente.

-Siempre la tiene... ¿pero a qué te refieres esta vez?

-A que somos una panda de mariconazos miedicas.

Afortunadamente un semáforo en rojo les dio la oportunidad de reírse a gusto. El resto del viaje transcurrió con normalidad, Zach coreó a varios y escandalosos grupos de rock, hicieron cuatro paradas en las que comieron de todo menos algo sano, Gael iba a más velocidad de la permitida la mayor parte del tiempo y un grupo de camioneros fue víctima de los ocurrentes comentarios de un alterado copiloto. A las cuatro en punto estaban a las puertas de la casa de Janet, bajaron del coche divisando a un alborotado Andy que se dirigía hacia ellos a toda velocidad.

Al llegar a su altura abrazó a Gael y luego a su primo, que miraba divertido la cara de sorpresa que había puesto al encontrarles cuando se disponía a ir al centro de la cuidad a recogerles.

-Vaya sorpresa ¿y ese cambio de planes?

-Pensamos en ahorrar tiempo y energía, de nada sirve retrasarlo más-el tono melodramático de Zach hizo que se miraran cómplices.

-¿Y el viaje qué tal?

-Bien, exceptuando que unos camioneros amenazaron con partirnos las piernas mientras intentaban tomar la matrícula.

-Eso y que tu primo desafina.

-Está claro que no puedo dejaros ni un minuto solos.

-Es gracioso, hace algún tiempo eso lo habría dicho yo-el socarrón comentario fue interrumpido por los gritos de una vivaracha Janet.

-Ehh vosotros ¡llamando a las súper nenas! Subid ahora mismo o tendré que bajar yo, y a mi edad con el alto índice de artritis que tengo no os conviene cabrearme.

-¿Nos ha llamado súper nenas?

-Sí y no pudo haberlo dicho más alto y claro darling.

-Mejor nos vamos acostumbrando ¿verdad?

-Sí ¿estás listo?

-¿Se está listo alguna vez para estas cosas?

-Gael a ti te pega Cactus, Andy como es rubio será burbuja y yo Pétalo-dijo meditabundo al empujar la verja del jardín abriéndose paso.

-Pensándolo bien, después de aguantaros durante tanto tiempo no puede haber nada peor...

-No sabes lo mucho que vas a arrepentirte de decir eso darling...

Sin más preámbulos las súper nenas entraron en la casa, el show por fin iba a comenzar.

 

 

 

 

 

 


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