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Sympathy For The Devil por LadyHenry

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Notas del capitulo: Tuve problemas con el pc, esta vez me fletaron a virus. A ver si para la racha antitecnológica...

X. Return to my dangerous home.

Intentaba  controlar su pulso, cada vez que recordaba ese maldito momento en el que tuvo que separarse de Jeff porque el idiota de Gael había tenido que salir al jardín para meterle mano a Andy produciendo sonidos indecorosos que terminaron por romper el ambiente. Y es que escuchar "mm Gael ahí, hazlo más fuerte" no era algo fácil de ignorar, además Jeff se había puesto muy rojo, tenía los ojos a punto de salirse, y no paraba de mirar alrededor buscando el sitio idóneo para salir sin que los vieran.

Y lo que más rabia le daba, y hacía que estuviese a punto de embocar el cubo de agua antes de tiempo, era saber que lo hicieron como venganza, aún retumban las risas en su cabeza, sus caras de regocijo cuando los pillaron en su intento de huída sigilosa. Allí estaban eso dos, y podía jurar que metros más adelante buena parte de la familia, desternillándose de risa. Todo había sido un juego para hacerlos salir, Gael y Andy sólo estaban hablando mientras se aguantaban las ganas de reír. Lo que más le molestó era la cara de guasa de Gael, lo había mirado con displicencia y una sonrisita sardónica que le hervía la sangre.

Encima de tener que soportar toda esa aleccionadora situación, ya había aprendido a dejar de meterse con el "nuevo", lo que más le confundió fue que Jeff se había puesto a reír también, sin ningún control, disfrutando la broma como si hubiera sido el artífice. Le chocó bastante, claro que para él la interrupción sólo había significado una buena jugada, algo original digno de ser apreciado.

Sin embargo para Kevin había sido como un jarro de agua fría que aplacaba sus enormes ansias de estar con Jeff, sustituyéndolas por otras de corte más violento hacia otros miembros de la familia. Por eso pensó que sería una bonita metáfora tirarles un buen cubo de agua helada cuando llegaran, también se le ocurrió que eso era algo muy visto, así que le daría su toque personal, detestaba no dar un trato especial al prójimo. Por ello había mezclado el agua con un perfume penetrante, de esos que se engloban en la categoría de fulana vulgar, que una vez se huelen dejan aturdido y asqueado por su alta concentración, y que por eso mismo se impregnan con tanta facilidad, y cuestan tanto para quitar. Lo había seleccionado con sumo cuidado, pasó media hora torturándose con perfumes para escoger el más fuerte y apestoso. Después lo había mezclado con litros de agua comprobando el efecto de la mezcla, llegando a la conclusión de que era realmente repugnante. Y ahora estaba aguantando el cubo en la ventana resguardado por la cortina que le dejaba entrever a los que salían y entraban, haciendo un gran esfuerzo por contenerse y esperar el momento oportuno.

Allí estaba sentado, observando, sin hacer ruido. Cuando divisó a un rubio alto y esbelto que vestía casual. Sonrió malicioso, detrás de él venía un castaño algo más alto que él. Por fin había llegado la hora de desquitarse. Así quedaría claro que no se le debe interrumpir cuando está junto a Jeff por nada del mundo, al igual que él ya sabía bien que Gael no era un pardillo y su bienvenida a la familia había terminado ya.

Había colocado el felpudo de entrada un poco más alejado de la puerta para tener una marca fiable, no quería que el agua los mojara un poco, quería empaparlos de arriba abajo. Le extrañó un poco que tocaran el timbre, supuso que el despistado de Andy habría olvidado sus llaves, sin darle más importancia al detalle se levantó aproximando el cubo al borde y dejó caer su contenido con regocijo al acertar de pleno.

En el momento en que bajaba corriendo para observar bien la reacción de sus víctimas se quedó totalmente perplejo al cruzarse con un seco Andy por la escalera.

-¿Pero qué coño haces aquí?-preguntó Kevin sin salir de su asombro.

-Pues de momento pasar las vacaciones-contestó Andy sin atinar a entender a Kevin.

-¿No estabas en la entrada?

-No, pero como oí gritos iba a ver qué sucede-explicó Andy con naturalidad.

-¿Y Gael?-interrogó un desesperado Kevin.

-Pues se estaba duchando ¿Kev me puedes decir qué demonios ocurre?

-Será mejor que vayamos a abrir la puerta...

Kevin siguió escaleras abajo como alma que lleva el diablo, pero Tyson se le adelantó al abrir. Aunque si hubiese sabido el panorama que le esperaba seguramente lo hubiera dejado pasar. Ante él se encontraban dos hombres que no parecían tener más de treinta años, estaban calados hasta los huesos y con cara de pocos amigos. Al principio le costó discernir quién era el rubio de mirada furibunda, lo miraba intrigado, se parecía tanto a...

-Santo dios Phill ¿qué ha pasado?-irrumpió Diane hecha un manojo de nervios al encontrarse a su primo en la entrada de manera inesperada, ya que su llegada estaba prevista un día después. Pero lo más inquietante era que estaba calado hasta los huesos, y no sólo él, sino ese chico tan mono y cabreado que los fulminaba con la mirada, que debía ser Glenn.

-Eso mismo me estaba preguntando yo en estos momentos Diane-declaró Phill dejando escuchar una voz profunda y rasgada que poco tenía que ver con esas delicadas facciones aniñadas.

-Bueno será mejor que entren y se cambien, ya aclararemos esto después.

-Sí, será lo mejor.-afirmó el empapado rubio con una mueca de disgusto y un tono cargado de reproche- Por cierto este es Glenn mi pareja-añadió señalando al chico que se hallaba detrás suyo y al igual que él estaba totalmente mojado.

-Encantada de conocerte Glenn-dijo Dianne tendiéndole la mano- soy Diane una prima de Phill.

-Igualmente-respondió Glenn dulcificando su expresión al sonreír con cordialidad-he oído hablar mucho de ti y tus famosos brownies.

-Gracias, los preparé después así me das tu opinión-al menos podría intentar relajar el ambiente hablando de banalidades pensó Diane aliviada.

Mientras pasaban al recibidor Andy y Kevin estaban agazapados en el hueco de la escalera espiando, se habían quedado de piedra al ver aparecer a Phill. Sobre todo Kevin, que alucinaba con lo mucho que Jeff se le parecía. Definitivamente debían estar todos ciegos para no haberse dado cuenta, aunque la última vez que lo había visto era demasiado pequeño para atar cabos.

Zachary estaba rezagado en el jardín muriéndose de risa mientras Paul intentaba calmarlo. Ellos venían con Diane de hacer la compra cuando pasó, estaba sacando las últimas bolsas y reparó en que  había alguien en la ventana central del segundo piso que estaba sacando un cubo, cuando atinó a mirar a la entrada y ver a los dos hombres que estaban tocando, supo lo que iba a suceder así que aligeró al paso para ver quiénes eran. Lástima que no fuera lo suficientemente rápido para avisarles, ya que se sorprendió tanto de ver que era Phill el que estaba allí con su novio que se le olvidó por completo el pequeño detalle del cubo y de pronto estaban siendo rociados con litros de un agua bastante apestosa.

A Paul se le habían caído las bolsas de la impresión y Diane las había abandonado en el suelo al echarse a correr para llegar a la entrada. Después su madre se presentó saludándolos e invitándoles a pasar para arreglarse. Pero él simplemente había empezado a reírse como un loco, no podía parar al recordar lo absurdo de la situación. Pasados unos minutos Andy y Kevin salieron al jardín a auxiliar a Paul, que se había dado por vencido y estaba entrando la compra, mientras su chico se partía la caja de tanto reír.

-Venga ya Zach que van a terminar de ducharse y tu ahí tirado-le reprochó Andy.

-Es que fue tan...-no pudo terminar de decir la frase aunque si atinó a ponerse en pie.

-Vaya por fin te levantaste, ayúdame a colocar la compra a ver si te calmas-dijo Paul mientras miraba con resignación a un risueño Zachary.

-Si quieres que se calme mejor vas y te lo...

-¡Kevin!-llamó Diane atajando la desafortunada frase.

-¡Diane!-la imitó Kevin poniendo voz en falsete.

-Bastante ha tenido Phill con ese recibimiento como para empezar a oír tu extenso vocabulario, así que aunque sólo sea por hoy procura moderarte.

-Vale, vale... si es de la familia no pensé que fuera tan sensible-respondió Kevin poniendo la manos en alto.

-Y no lo soy, pero hace tiempo que se empeñan en tratarme cuidadosamente-intervino Phill ya seco y en perfecto estado.

-Está bien Phill, como prefieras. Ahora que podemos ser desconsideradamente francos con tu permiso, antes cuando le di la mano a Glenn creí que debía ser porque lo que fuera que llevaba el agua produjo una extraña reacción con su perfume y olía... raro. Pero tú hueles igual y acabas de ducharte-observó Diane algo confusa.

-No sé que le echaron al agua, pero llevo quince minutos dándome jabón y no se va-dijo un exasperado Phill.

-Yo tampoco y ya me está mareando está maldito olor-intervino Glenn al bajar de la planta alta.

-Bueno alguien va a explicarnos qué pasó antes...-preguntó Phill con mala cara .

-Pues que te cayó un cubo de agua perfumada encima tiito-explicó Zach procurando no volver a reírse.

-Zachary te has convertido en todo un hombre, y muy gracioso por lo que veo-dijo Phill mientras se acercaba y le tiraba de los mofletes.

-Sí, demasiado-precisó Paul con desgano.

-Y este debe ser Paul, tu abnegado ¿amigo?

-No ahora es mi fulana-aseguró Zach mirando de reojo a Gael, cuya expresión se había tornado enfadada.

-¿Cómo me has llamado?-preguntó Paul en un tono bastante agresivo.

-No te pongas susceptible, era una pequeña broma-refutó Zach quitándole importancia al comentario.

-Chicos, vamos a centrarnos vale, nada de pelearse por ahora. Tenemos que aclarar algunas cosas importantes con Phill.

En medio del caos que había acontecido con la llegada de Phill nadie escuchó cómo abrían la puerta trasera. Así que cuando oyeron un hola algo cantarín saliendo de la boca de Joyce se pusieron todos en guardia, esperando el chaparrón. Guardaron silencio mientras se miraban unos a otros. Fue entonces cuando Janet gritó pidiendo ayuda, a su particular manera.

-Malditos engendros, venimos cargadas de comprar así que moved el culo y  venid a descargar las cosas, y no os hagáis los despistados-agregó la anciana con indignación. Acompañar a su sobrina a comprar no era algo que la pusiera de muy buen humor, pero Margaret se había resfriado, así que le tocó a ella apechugar.

-Genial acabamos de cabrear a la abuela-dijo Kevin meneando la cabeza en señal de desaprobación-No sé vosotros pero yo me voy a ayudarlas.

-Yo también-le secundó Zachary, al que Paul siguió.

-Tú mejor te quedas aquí-dijo Andy mientras le ponía la mano en el hombro a Phill.

-Sería un buen momento para darme a la fuga y visitar la cuidad-barajó Phill.

-Pues teniendo en cuenta que Angie está de compras con Kate y Jeff, mejor no-señaló Tyson con discreción.

-¿Cuándo volverán?-preguntó Phill algo preocupado.

-Pues con la lista que llevaban supongo que por la tarde.

Mientras terminaban ese pequeño cuestionario acerca de las rutas y horarios de los que no estaban presentes, el resto iba entrando las numerosas bolsas, profiriendo quejas, amenazas e insultos. Al llegar a la entrada Joyce se paró en seco, percibía un olor que no le agradaba en absoluto.

-Madre de dios ¿a qué huele? Es insoportable-se quejó Joyce.

-Pues supongo que a alguien se le debió ir la mano con el perfume-opinó Zach mirando acusadoramente a Kevin.

-Dirás que lo utilizó para fumigarse, y tiene muy mal gusto por cierto ¿quién es el apestado?-indagó Joyce consternada. Era una mujer que detestaba profundamente ese tipo de detalles, le gustaba que todo oliera bien y luciera bien. Una perfeccionista.

-Entra y lo verás-señaló Kevin harto de tanto escándalo.

Y eso fue lo que hizo entrar y ver con sus propios ojos a su hermano pequeño, con cara de circunstancia.

-¡Dios mío es Phill! ¿Cuándo llegaste? ¿No se supone que venías más tarde? ¿Por qué demonios apestas?

-Hola Joyce, yo también me alegro de verte-dijo Phill como respuesta al atropellado interrogatorio.

-Tú debes ser Glenn-señaló Joyce sorprendida, su hermanito tenía buen gusto era un chico muy guapo.

-Sí-respondió Glenn acercándose para presentarse como es debido. Joyce le tendió la mano porque olía igual de mal que Phill, cosa que le resultó sospechosamente preocupante.

Mientras Joyce acomodaba las bolsas después de la sorpresa, el resto del elenco terminó de entrar la compra, esta vez fue Janet la sorprendida.

-¿Por qué apesta a furcia mi cocina?-bufó molesta.

-Porque está llena de ellas abuela.

-No me jodas Kevin, Joyce no dejaría que nadie se echara nada parecido a eso que infecta el ambiente en estos momentos.

-Bueno Joyce no puede vigilarnos las veinticuatro horas del día-dijo Kevin con alivio.

Y después de esa profunda reflexión entraron a la cocina.

-¡Coño Phill eres tú el que apesta!-indicó Janet a modo de saludo.

-Hola tía-respondió Phill con resignación.

-Vaya decidiste pillarnos por sorpresa, me parece bien. Aunque no sé a qué viene eso de venir oliendo a guarra.

-Fue un accidente.

-Phill cariño en mis más de ochenta años de vida he visto muchos accidentes y no encuentro viable eso. Por cierto ¿no venías acompañado?

-Sí ese que está detrás de ti, al que tapaste con la puerta accidentalmente al entrar es Glenn.

Janet se giró curiosa topándose con un Glenn sumido en la confusión.

-Hola Glenn, veo que usan el mismo perfume-dijo Janet con una indescriptible sonrisa.

-Encantado de conocerla Janet-respondió Glenn ignorando el comentario.

-Llámame tía, Glenn-volvió a sonreír poniendo aún más nervioso a Glenn.

-No hace falta que seas tan acogedora tía-intervino Phill para restarle importancia.

-Bueno, para una presentación que haces hay que aprovechar. Y ahora en serio, me parece estupendo que salgas con este chico tan mono, y que sean una pareja abierta también, pero la próxima vez que vengan no hagan la ruta del burdel, ese olor es asqueroso y hasta nosotros tenemos nuestros límites morales.

-No somos una pareja abierta ni nos hemos ido de putas, cuando estábamos en la entrada alguien nos tiró un cubo de agua infectada de este olor tan desagradable-explicó Phill indignado.

-Vaya la otra opción era más interesante, esta versión os deja como un par de pardillos.

-Siento decepcionarte-respondió Phill con ironía.

-Seguro... ¿Y se puede saber quién te la jugó?

-Eso quisiera saber yo, pero no me ha dado tiempo a indagar con tanto reencuentro.

-Una lástima, además tendrás que prepararte para cuando veas a Jeff-apuntó Joyce con preocupación.

-Exacto, y preferiría no estar oliendo así para entonces, así que me voy a ir a un hotel y mañana vuelvo. Así tendréis tiempo de avisarle de mi regreso y de que quiero hablar con él.

-Me parece una buena opción, desde luego encontrarse contigo sin previo aviso y de esta guisa iba a ser todo un espectáculo-opinó Janet. Mientras tanto puedes examinar a Kevin como pretendiente.

-Estupendo ¿qué dices Kev nos acompañas?-preguntó Phill sonriente, haciendo que Kevin se estremeciera al notar su increíble parecido con Jeff, tenían la misma sonrisa traviesa que tanto adoraba.

-Está bien pero sólo  a comer, no se hagan ilusiones-respondió Kevin sonriendo con picardía.

-Vaya, el humor familiar es algo turbador-apreció Glenn, mientras pensaba que habría sido mejor haberse quedado en casita.

-Ya lo creo Glenn, y tendrás innumerables ocasiones para comprobarlo. Por eso te dejamos a Kev primero para que vuelvas curado de espantos y preparado para todo-dijo Janet con convencimiento.

-Eso suena muy alentador abuela, por qué no sacas el rifle y lo encañonas a ver si se mea encima...

-No exageres Kev, las armas de fuego son para las grandes ocasiones-apuntó Tyson.

-Además Janet es más clásica prefiere un buen hacha-añadió Andy.

-Chicos, dejadlo ya, le advertí de todo esto... -intentó frenarlos Phill.

-Entonces no hay problema-dijo Tyson.

-No, pero por hoy ya es suficiente, ha sido un comienzo bastante fuerte-dijo Diane en tono tajante.

-Está bien, entonces nos vamos al hotel. Dile a Jeff que llegaré sobre las seis, habíamos quedado para ver una peli.

-Iban a jugar a ese maldito videojuego ¿no?

-No, Jeff se pone algo agresivo.

-¿Jeff? Pero si eres tú el que siempre acaba llamando a todo el mundo zorra en cuanto acabas una partida.

-No me lo recuerdes Tyson que te juro que...

-Vale, tiempo muerto, id a por el coche ya. Yo le cuanto a Jeff, si es que llega antes que tú claro-cortó Diane antes de que terminaran peleando.

-Muy bien, gracias mamá.

Y salieron tan atropelladamente como entraron, sólo que ahora eran uno más. Y tenían claro que iban a hablar largo y tendido sin interrupciones.

Mientras tanto Kate y Angie buscaban ropa para Jeff, apenas tenía un par de mudas, ya que con la hospitalización no habían tenido tiempo de ir al maldito internado a buscar el resto, y por ahora no pensaban volver. No le servía la ropa de nadie de la familia, todos eran bastante más altos y corpulentos, Tyson al ser de la misma edad era el que más se le aproximaba, pero ya había pegado el estirón, así que le sacaba a Jeff casi diez centímetros de alto. El pequeño rubio estaba hartándose de probarse tanta ropa. Al principio fue peor porque les había dicho que le daba igual el estilo, pensó que así acabaría antes. Nada más lejos de  la realidad, Kate había insistido en traerle ropa de toda clase para que pudiese encontrar su verdadero gusto, ya que según ella y muchos entendidos en la materia, si uno no personalizaba su manera de vestir era porque no se presta atención, porque se relega ante los demás. Y no hacía falta ser un lince para saber qué eso era lo que Jeff había hecho durante casi toda su vida. Así que decidieron que sería muy terapéutico avasallarlo con información de todo tipo para que redescubriera sus gustos.

Jeff sabía que lo hacían con buena intención, y que en cierto modo tenían razón. Debía empezar a ocuparse de esos detalles y de otros tantos, como por ejemplo ahondar más en su relación con Kevin, que había tenido un inicio un tanto peculiar, pero muy dulce a su parecer. Bueno, la parte en la que él se separa de Kevin y deja de bailar para asustarse un poco con unos sonidos un tanto sugerentes no fue algo tan idílico... y estaba seguro de que el hecho de que le diera por reírse con descaro al ver que era una jugarreta de su primo a Kevin le había parecido poco apropiado. Pero es que era muy gracioso, además desde que era un crío ver la expresión que se reflejaba en la cara de Andy cuando cometía alguna travesura era algo a lo que no podía resistirse, le hacía mucha gracia, y era uno de los pocos recuerdos agradables de su infancia.

Sabía que Kevin lo entendería, y que no le haría ningún reproche a él. Pero también sabía que iba a vengarse de Andy y Gael, y quería estar cerca para saber cómo. Así que el estar en el centro comercial intentando averiguar qué estilo era el suyo era algo que en esos momentos le sobraba.

Después de muchas vueltas, se compró varios pantalones vaqueros, camisetas de manga baja de colores tirando a oscuros, algunos suéteres y bufandas de lana fina, se aproximaba el invierno y él era un chico bastante friolero. Así que siempre se abrigaba bien, además tenía tendencia a enfermarse, y prefería prevenir. También se dieron una vuelta por la relojería, había olvidado el reloj, y no era cuestión de ir por ahí sin saber la hora. Eligió uno que no hacía ruido, el monótono tic tac del segundero le sacaba los nervios, así que siempre se aseguraba de que fueran silenciosos, tenía números romanos en plateado, el resto era de color negro, bastante discreto. Kate le enseñó algunas pulseras de cuero con pequeños adornos en plata, a juego con el reloj, no le disgustaron y decidió comprarlas.

Lo más curioso fue cuando le preguntó si no le gustaría ponerse un pendiente. Su padre putativo siempre había criticado a Kevin y a Andy por ponerse alhajas, según él eso era de maricones, siempre le decía "menos mal que a ti no te gustan esas cosas, porque con la pinta que tienes...", bueno teniendo en cuenta que se había pegado una media hora bailando con otro chico que ya era bastante maricón y que para más "inri" le había besado por largo tiempo, la cosa no tenía mucha vuelta de hoja, y de perdidos al río, así que se puso a evaluar qué le sentaría mejor a su nuevo look, junto  a una Kate muy emocionada.

Y mientras ellos elegían Angie hablaba por teléfono enterándose de las nuevas noticias.

-¿Cómo que Phill ya llegó?-exclamó nerviosa Angie.

-Sí, le debían días de vacaciones y decidió venir antes.

-Se supone que iba a hablar con Jeff para contarle que venía, y ahora no tendrá tiempo de...

-Angie no te pongas histérica, el chico ya ha pasado bastante, ver a Phill no será el apocalipsis-cortó Janet tajante, lo que menos necesitaban ahora era empezar a perder la poca compostura de la que hacían gala.

-Está bien, se lo diré después de comer primero tengo que asimilarlo yo-suspiró cansada- ¿y qué tal está Phill?

-Pues vino con su novio Glenn, y por lo que dicen alguien les tiró un cubo de agua perfumada cuando entraban y ahora apestan a furcia.

-¡¿Qué?! -volvió a exclamar Angie contrariada.

-Pues no sé qué perfume echarían pero no se les fue ni con una ducha, parece que se hicieron la ruta del...

-Vale, ya lo pillé, no hace falta ponerse tan gráfica.

-No protestes tanto Angie, estás algo espesa y sólo dices "¡¿qué?!" todo el rato-se quejó Janet.

-Disculpa por sorprenderme, pero es muy raro. ¿Y qué tal es ese Glenn?

-Ya deberías acostumbrarte a que nos pasen cosas raras, respecto a Glenn, es bastante guapo y parece un hombre muy paciente.

-Eso le vendrá muy bien para soportar todo este lío sin desquiciarse-apreció Angie ya más clamada.

-Sí, y además ahora están almorzando con Kev, así que mejor que saque a flote toda su paciencia.

-Vaya, sí que se tomó bien la llegada de Phill...

-¿Bien? Puede que sí aunque según Gael, Kevin fue el cabronazo que los bañó con esa agua pestilente. Aunque le consuela bastante que ahora deba soportar las consecuencias.

-Es muy aleccionador, sin duda-replicó Angie con un notorio sarcasmo- en fin voy a buscar a esos dos antes de que compren media joyería.

-Vaya si que se han tomado a pecho eso de remodelarse el look. ¿Crees que Jeff se hará un tatuaje o algo así?

-No puede tatuarse nada sin que le firmen un consentimiento, es menor de edad. Pero creo que se va a agujerear las orejas.

-Espero que haga algo más radical, me gustaría ver la cara de Phill si eso pasara.

-¿Le molestaría?

-Bueno actualmente Jeff es como Phill en miniatura, no le vendría mal un aire más distintivo...

-Descuida, como vaticinó Kevin va a tener de vuelta a un emo muy apetecible.

-¿Un qué? Disculpa mi ignorancia pero me quedé en los punks...

-Ya lo verás, sino dile a Zach que te ponga algo en internet.

-Supongo que una imagen vale más que mil palabras-dijo Janet pensativa.

-Hasta luego, te llamo cuando regresemos para saber si Phill está allí.

-Vale, hasta después.

 

Después de su fructífera charla con Janet volvió a la joyería, viendo los pendientes que había elegido Jeff,  un pequeño aro de oro blanco y unas dormilonas del mismo material con una gema negra brillante. Los vio cuando ya los tenía colocados, no esperaron para ponérselos en su presencia, querían darle una sorpresa, "como si no hubiera tenido bastantes por hoy" pensó Angie frustrada. La argolla se la había puesto en la parte superior de la oreja izquierda, al ser cartílago fue la parte que más le dolió, los otros dos agujeros fueron menos dolorosos al ser en los lóbulos.

-¿Me quedan bien?-preguntó curioso Jeff.

-Pues la verdad es que sí, te quedan muy bien-sonrío Angie mientras miraba a un Jeff más alegre de lo habitual, parece que a pesar de su reticencia inicial se estaba divirtiendo.

-Ya te lo dije, estás monísimo. Ahora sólo falta que te hagas un buen corte de pelo y habremos acabado-sugirió Kate entusiasmada.

-Eso mejor lo dejamos para otro día-propuso Jeff abrumado.

-De eso nada, no nos marchamos sin acabar lo que empezamos-afirmó Kate sin asomo de duda.

-Está bien, vayamos todos a la peluquería. Nos quedamos a comer y ya volvemos cuando Joyce no pueda pedirnos nada-dijo Angie intentando ganar tiempo para hablar con Jeff.

-Está bien, vayamos. La democracia es así-se quejó Jeff.

-No seas tan quejica, ya sabemos que preferirías estar con Kev, pero no te preocupes que en cuanto te vea así se te echará encima.

-Eso no suena muy apropiado o alentador Kate-señaló Angie resignada.

-Tampoco hay que ponerse quisquillosos, era una manera de decirlo...

-El punto es que una vez Kev se me eche encima nadie nos interrumpa-agregó Jeff maliciosamente.

-No creo que nadie tenga valor para hacer eso, ya van dos veces y un intento de venganza-expuso Angie con convicción.

-¿Intento?-preguntaron Kate y Jeff al unísono.

-Sí, ya os contaré en el almuerzo ahora vamos a la pelu que no quiero tardar demasiado.

Kate y Angie simplemente se peinaron, mientras que a Jeff le cortaron el pelo desfilado con flequillo, después de mucho divagar con revistas buscando el corte que mejor le sentara. El que eligieron le daba un aire más travieso y resaltaba sus rasgos aniñados. Quedaron muy contentos con el resultado. Cuando se miró al espejo Jeff sonrío satisfecho, le gustaba su apariencia. Acompañaba más a su nueva actitud y a su nuevo acompañante, aunque acompañante nunca había tenido en ese aspecto, se moría de ganas por ver la cara de Kev cuando lo viese. Se cambiaría de ropa estrenando algo para cenar, sólo esperaba que no lo pillara antes, si eso sucedía dudaba que pudiera cambiarse o cenar... aunque seguro que era mucho más interesante esa opción.

Y es que estar tanto rato pegado a Kevin, sintiendo como los latidos de su corazón se volvían más intensos y rápidos, mientras lo estrechaba con más fuerza le había gustado mucho, tanto como para intentar hacerlo caer en la tentación y dejarse llevar de una buena vez. Pero alguien le salvó del intento. Provocando la ira de Kevin y su risa. Y es que verse tramando tales cosas para que luego se vieran truncadas de esa manera le resultaba irrisorio, menos mal que no le dieron tiempo a comenzar su plan de ataque o hubiese sido peor aún.

Sus pensamientos volaban alrededor de Kevin mientras leía la carta del restaurante asiático al que Kate se había empeñado en ir. Después de un rato divagando decidieron compartir comida pidiendo varios platos para probar. No le disgustaba la idea de experimentar un poco con la cocina. Una vez sirvieron los platos y empezaron a comer, comprobando para su satisfacción que todo era de su gusto, retomaron el tema de la boda del año.

-¿Al final cuántos invitados van a venir?-preguntó Kate con curiosidad, prefería preguntarlo a las damas de honor que a la novia, sabía que no desaprovecharía la oportunidad de recordarle que ella de momento no tenía acompañante.

-De eso mismo iba a hablaros ahora-dijo Angie en un tono alarmantemente serio.

-¿Sucede algo?-indago Kate preocupada, mientras que Jeff se limitaba a mirarlas expectante.

-Habrá dos invitados especiales que han llegado hoy.

-¿Especiales?-eso sonaba algo peligroso, no solían calificar a la gente como especial, más que nada porque la familia era bastante peculiar como para que nadie resultara "especial", meditó Kate.

-Jeff, esos invitados te afectan a ti especialmente.

-Angie deja de decir adjetivos relacionados con lo especial, y especifica que nos va a dar algo-alegó Kate agitada, ya estaba bien de tanto rodeo.

-¿A mí?-rompió su sepulcral silencio Jeff, algo confuso por la noticia.

-Sí, y quiero que seas sincero y me digas qué te parece, lo importante ahora es que te recuperes así que tú decides ¿vale?-dijo Angie intentando sonar calmada.

-Vale-confirmó Jeff un tanto desconfiado, mientras cavilaba con la identidad de esos invitados, por mucho que intentara sólo sospechaba de uno, pero el otro...

-Phill llegó hace unas horas.

-¡¿Qué?!-soltó Kate perpleja.

-Ese lo sospechaba pero ¿el otro invitado quién es?

-Su pareja, Glenn.

-¡¿Cómo?!-Kate no salía de su asombro.

-Oh no sabía que tuviera pareja-dijo Jeff algo despreocupado, como si fuera un detalle obvio del que no era difícil darse cuenta.

-¿Y qué te parece?-preguntó Angie intentando aclarar lo que pensaba Jeff sobre el asunto.

-Muy lógico, ya está mayorcito para tenerla, y es normal que la presente a la familia, la boda es una buena oportunidad supongo.

-Jeff, tesoro, Angie se refiere a que Phill haya regresado-dijo Kate extrañada de que no dijera nada más que esa bobada de la pareja.

-Ah eso, pues supongo que ya era hora de que volviese-añadió Jeff pensativo, no había pensado demasiado en Phill hasta ahora, sabía que era su padre biológico, y entendía que desapareciera del mapa después de lo que Debra le hizo, pero no se había planteado tener contacto con él, después de todo era un desconocido con el que su abuela hablaba por teléfono de vez en cuando, y que prácticamente no se nombraba.

-¿Entonces estás preparado para hablar con él?-preguntó Angie confusa por la reacción del chico.

-La verdad es que no lo había pensado, para mí Phill es como Santa Klaus, da señales de vida en navidad y se supone que existe, pero no se tiene la certeza-ante este comentario Kate y Angie no pudieron evitar reírse, rompiendo todo ese ambiente de tensión que los atenazaba hace un buen rato.

-¿Y Glenn qué es entonces uno de sus duendes?-apuntó Kate divertida.

-Pues no, es algo así como la señora Klaus-corrigió Jeff sonriendo con malicia.

-Vale chicos, ya está bien de alegorías. Esta tarde probablemente vamos a ver a los Klaus, así que mejor se conciencian. Y si quieren comentar algo o retrasar la visita,  avisen-sentenció Angie intentando poner orden.

-Por mí no hay problema-afirmó Jeff con calma, si iba a ver a Phill no quería retrasarlo, tenía curiosidad por saber cómo era.

-Estupendo, entonces en cuanto terminemos de comer volvemos.

-Vale, pero antes quiero pasar por la tienda de videojuegos, he estado viendo uno que me interesa y quería comprarlo-agregó Jeff emocionado.

-No será otro de esos en que se andan matando y...

-No tía-interrumpió Jeff sonriendo traviesamente-este va sobre una escuela de chicos en la que suceden cosas extrañas, el protagonista tiene una pérdida de memoria y no recuerda parte de su infancia, así que cuando aparece su mejor amigo de entonces tendrá que investigar...

-Suena sospechoso ¿no matan a nadie?

-Que yo sepa no.

-¿Usan armas?

-No.

-¿Son ninjas?

-Tampoco.

-¿Son gays?

-Sí, no hay una sola chica en la historia.

-Bueno mientras no hagan apología de la violencia está bien, a Kevin no le conviene seguir con eso, se pone muy irascible.

-Cierto, cuando le gano acaba perjurando-recordó Jeff  divertido cómo le amenazó Kevin cuando acabó ganando el combate y otras cosas.

Se pasaron por la tienda, después de echar un vistazo Jeff le preguntó a Ralf,  el dependiente, que no tardó ni cinco minutos en traerle las dos partes del juego que tenían disponibles, mientras le iba encargando las dos restantes.

-Vale entonces te llevas First limit y Target nights y te encargo Rain y White flower. Déjame un teléfono y en cuanto lleguen te llamo.

-Gracias Ralf,-dijo Jeff mientras le escribía el número de su móvil.

Al salir de la tienda les enseñó su nueva adquisición a unas curiosas Kate y Angie. Que leían la trama por diferentes motivos, Angie para asegurarse de que no había contenidos violentos y Kate para ver si le parecía interesante, no le disgustaba jugar una partida de vez en cuando. El título era bastante largo: Suki na Mono wa Suki Dakara Shōganai, Abreviado era más fácil de pronunciar y Sukisyo sonaba mejor. Jeff tenía muchas ganas de llegar a casa para enseñárselo a Kevin y estrenarlo. También tenía mucha curiosidad por saber si vería a los señores Klaus.

En el hotel después de ver qué tal iban los preparativos por encargo de Joyce, Kevin había disfrutado de un curioso almuerzo con Phill y Glenn, comprobando cosas interesantes, como que Phill tenía la firme intención de hacerse cargo de Jeff y de que Debra y su futuro ex marido sufrieran las consecuencias de sus actos. Por su parte Phill ya había sufrido bastante teniendo que asumir lo que le había pasado primero, y, años después enterándose de que Jeff era hijo suyo, así que ahora que estaba bien iba a afrontar la situación de una manera más directa. El pobre estaba bastante nervioso y no paraba de hacerle preguntas sobre Jeff a Kevin. Era irónico que Kevin fuese con el propósito de sonsacarle las intenciones que tenía y hubiera acabado siendo interrogado sobre las suyas propias. Mientras Glenn intentaba tomarse con calma que su novio batallase con su futuro yerno como un padre preocupado por la honra de su hijita.

No comprendía bien si era que al estar tanto tiempo alejado de la familia su percepción de la realidad estaba distorsionada, o si era la culpabilidad  que sentía la que lo empujaba a comportarse así, pero que tratara así a Kevin era irrisorio, se veía de lejos que ese chaval adoraba a Jeff, cada vez que hablaba sobre él la expresión de su cara se suavizaba y un asomo de sonrisa aparecía en sus labios. También se notaba bastante que Kevin debía tener un buen carrerón "sentimental" a sus espaldas, pero a Glenn eso le parecía una ventaja, si te van a romper el culo mejor que lo haga alguien con experiencia que un pringado que vaya a estar tan nervioso como tú.

Y es que Glenn era un hombre pragmático, intentaba siempre conservar la calma y estudiar la situación objetivamente. Los nervios y el autoengaño sólo son estorbos, y la línea más corta entre dos puntos es la recta, así que cuantos menos rodeos se den mejor, solía decirse en momentos de tensión. Pero a Phill le gustaba andarse todos los recovecos y dar todas las vueltas de tuerca que pudiera, podía llegar a ser exasperante, pero había que tener en cuenta todo lo que tuvo que pasar, era lógico que fuera tan precavido después de todo. Y ya estaba él allí para darle un toque cuando se estuviera pasando. Cosa que ahora mismo se disponía a hacer, ya que le estaba pareciendo surrealista que Phill le riñera a Kevin por un estúpido videojuego.

-Phill...

-Un momento-respondió Phill ante el llamado de su novio, mientras Kevin se limitó a observar la expresión enojada que comenzaba a dibujarse en el apacible semblante de ese hombre.

-Phill mejor le haces caso, a Glenn se le está empezando a hinchar la vena de la frente-dijo Kevin algo preocupado, ese hombre era bastante discreto y paciente, pero sospechaba que si llegara a cabrearse no sería muy agradable.

-Lo siento, dime-respondió Phill poniendo ojitos arrepentidos y bajando el tono de voz.

-Creo que deberías centrarte en temas más importantes que ese, se te está yendo la bola un poco-el tono de Glenn había sonado bastante cortante, se podía notar cómo se estaba frenando para no mostrar lo irritante que le estaba resultando la escena.

-Es verdad, lo siento, es que estoy algo alterado, es mucha información la que estoy asimilando. Procuraré no  dar rodeos, ya tendré tiempo de conocer bien a Jeff.

-Exacto y podrás reprenderlo por ver esas cochinadas, no debería jugar a esos juegos, tienes razón-señaló Kevin sonriente, Jeff iba a acabar pareciéndose mucho a Phill en cuanto dejara de lado esa actitud sumisa que seguía manteniendo a veces.

-No te cachondees jovencito-dijo Glenn imitando a Diane.

-Así que Glenn tiene un lado travieso-ya era hora de que hiciera algo más que mirar resignadamente, pensó Kevin.

-Y bastante cabronazo-añadió Phill-por lo que parece hasta ahora tienen bastantes cosas en común él y tú.

-Hablando de cabrones ¿quién fue el desgraciado que nos bañó esta mañana?-interrogó Glenn ofuscado.

-Es una larga historia-se excusó Kevin-mejor os la cuento más tarde, cuando os hayáis instalado. Deberíamos volver ya para que os de tiempo antes de que vuelvan de comprar.

En esos momentos el móvil de Kevin empezó a sonar, disculpándose se retiró al jardín para hablar.

-Hola mamá ¿todo listo?

-Sí, ya está preparada la habitación.

-Estupendo ¿podemos ir ya?

-Sí. Angie habló con Jeff y le parece bien que Phill se quede.

-¿Jeff se lo tomó bien?-su tono de preocupación se notaba bastante, era un tema que le ponía nervioso.

-Sí, al principio estaba algo confuso, pero reaccionó bastante bien.

-Me alegra oír eso. La verdad es que Phill está preocupado, seguro que le tranquiliza saberlo.

-¿Qué te parecen esos dos?

-¿Phill y Glenn? Pues hacen buena pareja, parecen unos buenos chicos-dijo imitando a Margaret, se le había pegado esa costumbre de Janet.

-Muy gracioso Kev, os espero en media hora, si es que quieren llegar antes que esos tres fashion victim.

-¿Hicieron muchas compras?

-Bastantes, de hecho vas a encontrarte a un Jeff con un look diferente.

-¿Qué te dijeron?

-Nada, me enviaron una foto al móvil.

-Pásamela.

-No, lo prometí, Jeff quiere ver tu reacción.

-Genial, ahora me pasaré el rato imaginando qué aspecto tiene, y encima tendrá que hablar con Phill y de seguro eso les lleva el resto del día.

-Calma Kev, te compró un regalito para compensarte.

-¿Por casualidad el regalito incluye unas esposas para que pueda retenerlo?

-No, pero si está relacionado con sexo gay.

-Eso suena muy bien, me daré prisa.

-Vale, hasta después.

Volvió  a la mesa del restaurante donde le esperaban Phill y Glenn, y les anunció que debían irse ya para llegar antes que Jeff y el resto. Cuando le informó a Phill que Jeff sabía de su llegada y que se lo había tomado bien, éste respiró aliviado. Ahora ya podía estar tranquilo, Jeff estaba dispuesto a hablar con él calmadamente, podría explicarle que sucedió, darle su versión de los hechos. Y esperaba que pudiera entenderlo y le diera una oportunidad para demostrarle que se preocupaba por él y lo quería.

Kevin condujo  lo más rápido que pudo. Consiguieron llegar quince minutos antes que ellos, lo suficiente para comer algo y ponerse al día mientras esperaban, cuando se escuchó la puerta abrirse Kevin salió disparado, estaba como loco por ver el aspecto de Jeff.

Casi choca con Angie al llegar a la entrada, ésta se limitó a sonreírle, después pasó Kate igual de sonriente y cuando estaba a punto de berrearles dónde habían dejado a Jeff fue llevado a rastras por ambas hasta la cocina mientras protestaba.

Una vez vio desaparecer a Kevin por la puerta Jeff se dirigió con rapidez a su habitación, quería cambiarse de ropa antes de que Kevin pudiera verlo. Mientras le quitaba las etiquetas a los ajustados vaqueros y a la camiseta de manga tres cuartos de color azul oscuro, alguien tocó en la puerta.

-Me estoy cambiando, ya voy.

-Esperaré cinco minutos-anunció Kevin en tono cortante.

-Buenas tardes Kev-dijo Jeff sonriendo al imaginarse la cara de enfado que debía tener al otro lado de la puerta Kevin.

-Te quedan cuatro minutos-replicó Kevin dejando constancia de su impaciencia.

-Sólo me queda ponerme la camisa, paciencia Kev.

-Jeff cuando tengas a un chico impaciente aguardándote al otro lado de la puerta evita decirle que estás a medio vestir.

-Disculpe su majestad pero no suelo a tener a chicos disponibles en la puerta de mi habitación-dijo Jeff con un deje travieso mientras abría la puerta y se encaraba con Kevin que estaba apoyado en el marco con cara de pocos amigos.

En ese momento la expresión de Kevin cambió del enfado al asombro, y de éste a algo mucho más potente, lo estaba devorando visualmente, toda la intensidad de sus sentimientos hacia Jeff se colaba por sus dilatadas pupilas, que actuaban de catalizador de su creciente deseo. Empezó con un vistazo en general, para luego ir de abajo hacia arriba. Sus piernas largas y delgadas dejaban adivinar su frágil silueta enmarcadas en el ajustado pantalón, y eso que no podía mirarle el  trasero desde esa perspectiva, pero sólo de imaginarlo le aumentaba el pulso, debía estar muy ceñido. La camiseta le llegaba justo a las caderas resaltando su pequeña y estilizada cintura, tenía un cuello  barco que  mostraba su garganta y la clavícula exponiendo lo esbelta y larga que era, y un collar de cuero marcando llamativamente ese sendero que tanto anhelaba recorrer. Su pelo lucía algo más corto resaltando sus delicadas facciones y sus inmensos ojos enmarcados por ese flequillo, que junto con el despeinado casual le daban un toque aniñado , travieso e ingenuo a la vez, tal como era Jeff . Por eso le quedaba tan condenadamente bien, porque resaltaba su encanto natural, y por eso mismo Kevin no podía apartar la vista, aunque su repaso estuviera al borde del ultraje óptico. Para guinda del pastel estaban los pequeños pendientes, colocados estratégicamente haciendo despuntar sus pequeñas y apetecibles orejas, algo enrojecidas por los recientes agujeros, y algunos complementos más como las pulseras y anillos que acentuaban la delicadeza de sus manos.

Kevin estaba absorto mirándole, y Jeff que esperaba un "qué bien te queda" o "estás muy guapo" estaba totalmente ruborizado, rezando para que dijera algo y rompiera la sesión del contacto visual extremo. Pero fue él quien tuvo que intervenir porque no resistía más.

-Kev...

-¿Si?

-¿Qué te parece el cambio?

-Disculpa Jeff, pero en este momento estoy demasiado ocupado teniendo fantasías contigo como para buscar una respuesta apropiada.

-¡Kev! Sabes lo vergonzoso que soy, no me hagas esto-suplicó un Jeff al borde del colapso y totalmente rojo de la vergüenza.

-Lo siento-se excusó Kevin con tono arrepentido y una mirada arrasada por el deseo-pero me cuesta mucho medir mis actos y palabras cuando te tengo cerca, y si te pones así de guapo muchísimo más. Si quieres evitar estas reacciones ponte algo que te quede largo y sea tremendamente hortera,  así no tendré distracciones extras.

-No exageres Kev, tampoco es para tanto.

-Para mí sí lo es, de hecho lo único que puedo pensar ahora es en cómo deben quedarte esos vaqueros por detrás.

-¡Para ya por favor!

-No puedo estás irresistible, mejor me arrastras fuera de aquí, donde haya más gente antes de que pierda los papeles por completo.

-Te he comprado un regalo-intentó cambiar de tema a ver si conseguía distraerle-voy a buscarlo.

Y entonces Jeff cometió el fatídico error de darse la vuelta y mostrarle lo bien que le quedaban los pantalones por detrás.

-¡Madre mía!-exclamó Kevin intentando refrenarse, le quedaban muy, pero que muy bien, y al caminar se acentuaban todas las sensuales y discretas curvas de ese frágil cuerpo que le traía de cabeza.

-¿Decías algo?-preguntó Jeff mientras rebuscaba en las bolsas.

-Nada que debieras oír.

-¡Lo encontré!-ya más relajado se acercó a Kevin para enseñarle el videojuego-mira lo que compré para entretenernos-le dijo mientras le mostraba las dos primeras partes del juego.

-Un videojuego yaoi-comentó Kevin algo sorprendido mientras miraba las carátulas.

-Sí, vi el anime y quería ver qué tal era el juego-dijo Jeff más tranquilo ahora que la tensión había disminuido considerablemente.

-La parte que más me gusta es cuando juego como Gaku, adoro a Kai y a Ren-comentó Kevin con una enigmática sonrisa, recordar ciertas imágenes del juego le ponía de buen humor.

-Vaya qué ambivalente-observó Jeff con algo de sarcasmo.

-No lo sabes tú bien-dijo Kevin mientras se aproximaba hasta casi eliminar la distancia que les separaba-pero ya tendrás oportunidad de comprobarlo, podrás probar todas y cada una de mis facetas y de seguro descubres alguna tuya que aún no reconoces-dijo en un tono susurrante pero firme y extremadamente sugerente, consiguiendo que Jeff se estremeciera por completo.

Al terminar esa frase el ambiente se volvió denso, de repente hacía más calor, era trabajoso respirar, e intentar decir algo coherente parecía lo más complicado del mundo, por eso resultaba más fácil seguir mirándose. Era una forma de comunicación más tácita pero igual de efectiva, puede que incluso más que las palabras.

-Kev-Jeff no resistía más, tenía que romper ese silencio o se volvería loco.

-Dime.

-Creo que ahora no es un buen momento para empezar a conocer esas facetas-dijo con desgana, ya estaba algo cansado de sufrir ese tipo de tensión y no estar en el lugar apropiado o no tener tiempo para solventarla.

-Lo sé-respondió Kevin con naturalidad.

-¿Y te da igual?-intentó indagar Jeff, le había extrañado que reaccionara así, normalmente se ponía hecho una furia.

-No, por supuesto que no me da igual tener que esperar, pero esta vez tienes algo importante que hacer.

-¿Te refieres a Phill?

-Sí, hoy he estado comiendo con él y con Glenn.

-¿Qué tal te fue?-preguntó Jeff algo sorprendido.

-Bien, es de la familia así que no está del todo cuerdo, pero es un buen chico-imitó a Margaret de nuevo provocando la risa de Jeff- además te le pareces bastante.

-Me alegra que te agradara, ¿y Glenn?

-Glenn es un poco más bestia, será divertido verlo lidiando con Joyce.

-No te metas con Joyce, la pobre está muy estresada.

-Vale, ya sé que quieres mucho a tu mamá adoptiva, y sabes que yo también. Pero meterme con ella es algo natural, no puedo evitarlo.

-Está bien, pues vayamos a conocer a los señores Klaus-dijo Jeff mientras salía de la habitación para dirigirse a la cocina donde estaba el resto de la familia.

-¿Los señores Klaus?-eso sonaba gracioso y quería saber a qué se estaba refiriendo.

-Phill y Glenn, ya te lo cuanto más tarde.

-Eso me recuerda a que yo también tengo que contarte algo.

-¿Ahora?

-No, mejor después, pero cuando...

-¿Cuándo?

-Creo que es mejor no decirte nada-meditó, recordando el incidente del cubo, sabía que Jeff era de risa floja, así que si se lo contaba era capaz de pasarse el rato sonriendo ante Phill.

-Kevin.-llamó Jeff en un tono reprobador, detestaba que le dejaran con la duda.

-Pero es que si te lo cuento te va a dar por reírte.

-No le veo el problema.

-Pues no sé yo, no creo que sea buena idea que la primera vez que hables con Phill te estés riendo de él.

-Así que le hiciste algo a los Klaus-dijo mirándole con recelo.

-Fue un accidente, digamos que Phill y Andy se parecen en la complexión física y estando lejos se pueden confundir fácilmente.

-Sí será mejor no saber nada hasta después de que hablemos-sólo de pensar lo que pudo haber sucedido Jeff ya estaba con una sonrisa demasiado amplia.

Ambos decidieron dejar la conversación ahí, era mejor no arriesgarse, además ya estaban tardando, y tenía curiosidad por comprobar cuánto se parecía al Sr.Klaus, sin más entretenimientos se decidió a entrar en la cocina.

 

 

 

 


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