Hicieron maleta, Naru llamo a Kakashi e Iruka y luego a Gaara (K: Hay Naru tu eres tan amable).
Tomaron el vuelo a Inglaterra, Sasuke, se metió nuevamente en sus pensamientos y Naru se preguntaba ¿Acaso Sasuke piensa en Luna?
Llegaron a Inglaterra tarde. Se dirigieron al hotel, pidieron la cena y Naru se dispuso a dormir estaba tan cansado y se metió a la cama. Sasuke por su parte salio del hotel.
Al otro día, Sasuke llevó de compras a Naru, comieron en un restauran Francés, por supuesto que Naru no entendió ni jota de lo que decía el menú pero Sasuke le ayudo; luego, por la noche fueron a bailar.
Así pasaron los días, iban a las plaza, a los restaurantes, algunas veces a los bares, eran momentos tan reconfortantes que Naru quería seguir así. Y llamó a Iruka para decirles que se tomaría un mes más.
La luna nueva estaba por desaparecer del cielo así que Sasuke debía decirle todo a su rubio y que mejor que esa noche, lo llevaría a cenar a un lugar especial.
Naru se vistió con lo mejor que tenia, bueno que había comprado ya que algo le decía que debía verse hermoso, mas de lo inusual, y así lo hizo, cuando Sasuke llegó para irse se quedo media hora embobado viendo a Naru, pero después este lo despertó con un "Sasu, deja de estar pensando cosas depravadas, hentai".
Llegaron aun bosque muy hermoso, árboles por doquier, que a Naru le dieron tanto miedo que se quedo pegadito al cuerpo del ojinegro. Llegaron a un mirador, la luz de las velas alumbraban la mesa con un hermoso centro de flores lilas y azules, por supuesto que un mozo estaba también para atenderlos.
La velada continúo, hablaron de tontería y media, de cosas del trabajo, de la familia, de sus amigos y después...se hizo un silencio. Sasuke pidió que el mozo se fuera.
-Naru...-
-¿Ummm?-
-Quiero contarte algo-
-Claro, dime-
-Bien...bueno...yo...yo...mi familia...no es mortal...-
-¿Ummm? Sasu deja de mentir y decir sandeces-
-No Naru, ¿Sabes porque yo no he querido estar contigo?-
El rubio negó
- Bien, pues cuando lo haga contigo quiero que me pertenezcas completo y quiero pertenecerte completo-
-Yo también Sasu-
- Bien...pero para eso debo contrate algo-
-Bien, dilo-
- Desde hace siglos mi familia fue bendecida o maldita, según lo tomes, con la inmortalidad, un hombre Uchiha solo pude hacer inmortal a otro hombre y una mujer Uchiha solo puede hacer a otra mujer inmortal-
-¿Por qué?-
- Porque si una mujer hace inmortal aun hombre esta muere y si un hombre hace inmortal a una mujer esta muera-
-¿Así murió Luna?- pregunto inocentemente el rubio
-Hai- dijo algo triste
-Lo siento, no debí preguntar-
- Esta bien, bueno el hecho es que tenemos que hacerlo completo para que seas inmortal como yo ¿lo comprendes? - pregunto algo rojo. El rubio negó- Bueno tengo que correrme dentro de ti- el pobre ojiazul de un momento a otro paso por todos los rojos habidos y por conocer.
-¿Nani?-
- Bueno pudimos haberlo hecho, y yo no me hubiera corriendo en ti, pero no deseo que la primera vez contigo sea así, como te dije quiero que seamos completamente uno...-
-Sasu...entonces... ¿Cuánto años tienes tu?- dijo saliéndose del tema ya que le había caído de que su amado ojinegro no tenia los años que aparentaba.
- Mmm...1200 años- dijo como si le preguntaran de que color era el cielo.
-¿NANI?-
-Si dobe, tengo 1200 años, bueno el punto es que quiero preguntarte... ¿Naru tu... quieres ser inmortal, quieres estar a mi lado por la eternidad?-
El rubio se quedo pensando, ver crecer a muchas personas, ver morir a muchos de sus seres querido, sufrir por cosas, volverse frío, quizás con cosa malas podría hasta desear la muerte, estar a lado de Sasuke todo el tiempo, seria un sueño cumplido ¿Podría con el tiempo dejar de amar a Sasuke? O peor aun ¿Seria Sasuke quien dejara de amarlo? No, eso no deseaba que pasara. Saber que amas a alguien no te ama y que solo te hizo inmortal para que cuando él quisiera te tuviera seria algo catastrófico, entregarle su amor y a cambio la inmortalidad, no, no deseaba eso, prefería morir a pasar por eso ya que a su parecer la muerte era perfecta a ver como a la persona que amas ama a alguien que no eres tu. Su pobre cabecita le dabas vueltas, decir que si o decir que no, todo este tiempo pensaba que la única cosa que lo hacia sentirse vivo era el amor que al parecer el azabache le daba, como saber que ese amor perduraría. ¿Cómo?
- Yo...responde una pregunta... ¿Con el tiempo dejarías de amarme?- si decía que no, le daría su vida y su ser si así lo deseaba pero de lo contrario quizá se condenaría a vivir sin él pero era preferible.
El azabache se quedo confundido pero no dudo ni una milésima de segundo en responder
-Jamás dejaría de hacerlo, porque en el momento que lo haga, me estaría diciendo a mi mismo que muera, ya que un inmortal solo puede morir cuando se le rompe el corazón- seria verdad eso, dudando de si lo fuera o no debía saber si...
-¿Entonces por que tu no...cuando...?- las palabras se atoraban en su garganta, pensar que al ser que había amado no existiera, le hacia sentir un vació, un vació que no deseaba si saber o no, sus pensamiento era un mar de confusiones, un si o un no podría cambiar muchas cosas pero él debía de saberlo.
-¿Por qué no morí cuando Luna murió?, porque prometí que en un futuro la buscaría y seriamos felices...- miraba las reacciones del rubio quien escondía sus ojitos debajo de su melena - Pero ahora no se que hacer, si buscarla y ser feliz con ella y dejarte o dejar de buscarla y ser feliz a tu lado, no se que hacer- las reacciones que el rubio hacia eran predecibles para el, aunque llevaba poco de conocerlo sabia bien lo que pensaba; Naru era tan transparente, en su mirar y actuar. Además sabe más el diablo por viejo que por diablo o ¿No?
-De lo que estoy seguro es que no te dejaría, no a ti, renunciaría a todo por no dejarte-
Naru se paró, se abalanzó sobre su neko. Esas palabras le dijeron lo que deseaba saber.
- Entonces quiero estar contigo por siempre...- y sello sus palabras con un casto beso. El azabache quiso profundizar el beso y tomó a Naru de la nuca así haciendo el beso mas profundo, pero en la ecuación les fallo un factor, el bendito aire, así que tuvieron que separarse.
-Vamos a casa-ordeno un candente azabache
-Hai- un rojito rubiecito.
Llegaron al hotel, subieron presurosos hasta el elevador, el azabache no dejó subir a nadie ya que con una mirada de odio hizo que todos decidieran esperar; en ese momento existía un mundo habitado por Naruto y Sasuke.
Oprimieron el número del piso 23. Tenían suficiente tiempo, pero las ganas se apoderaban de sus cuerpos, empezaron con besos furtivos y caricias torpes, que se fueron incrementando según veían que llegaban más a su piso.
Salieron presurosos, pero esperen ¿este no era su piso? Eso pensó el pobre de Naru pero ni cuenta se dio cuando una mano lo jaló y lo metió a una suite. Todo estaba en penumbra, nada se veía en ese habitación hasta que un interruptor fue encendido, el hecho es que la luz no apareció y en su lugar aparecieron lucecitas tenues en toda la habitación, parecía el cielo lleno de estrellas, un magnifica noche, una noche que deseaban recordar por siempre.
Naru se quitó la chamarra pero fue atraído por el azabache
-Deja que yo lo haga - pidió
Con caricias sutiles pero deliciosas comenzó a quitar el abrigo, desabotonaba botón por botón haciendo desesperar al pobre chico.
Su desesperación era tanto que el también quería hacer algo. Así que comenzó a quitar la camisa al igual que el azabache lo hizo botón por botón deteniéndose en cada uno y dando suaves caricias.
El azabache supo allí lo que Naru sentía así que de un tirón quito la camisa.
-Mi camisa favorita- chillo el pobre rubio al ver sin botones y algo rasgada a la pobre prenda.
-Calma, que después te comprare las que quieras-
-Conste, después no quiero reclamos- dijo con un simulado enojo