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Me motivas por Sady

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Notas del capitulo:

 

 

El que agregue otro capitulo es solo que ya tenía algo adelantado y, si se ve bien, creo que una excusa para escibir lemmon xDDD....

Gracias por los review (ha sido un record para mí, jeje) e igualmente por leerlo.

Seguí la misma tématica y supongo lo puedo considerar como un Two-shot como dicen por ahi ^^

 

“Al igual que los motivos, las emociones activan e influyen en la conducta, pero es más difícil predecir la clase de conducta a la que se dará lugar”

*********  

Sentía enojo porque sin exagerar todos los vecinos del rubio se estaban entrometiendo mucho con la vida de ambos que hasta hace solo unos tres días había sido total color rosa. Aunque por otro lado quería suprimir del mundo todo color rosado que no hacía más cosa que estorbar a quienes tenían una vida…

 

— ¿Y en dónde es que trabajas Sasuke-kun? —decía una chica de nombre Sakura quizás demasiado cerca al azabache.

 

—Por ahí —pero a pesar de todo no quería ser grosero con la muchacha. Al parecer Naruto le tenía mucho cariño e igual ya debería estar acostumbrado a esos acercamientos por parte de las mujeres.

 

— ¿No vas a decirme dónde?

 

—No es necesario —afirmó ya con cierto malhumor que hizo callar de una buena vez por todas a la chica.

 

— ¡Ya vamos a terminar Sasuke! —con radiante optimismo Naruto le había exclamado desde lejos.

 

-Naruto como siempre tan eufórico –había dicho bajito la pelirrosa con una media sonrisa encorvada.

 

Pero se podría afirmar que no importaba si la chica hablaba o no, su mayor atención estaba concentrada en la reunión de mediocres a solo unos metros de la propia casa del rubio. Aceptaba a Naruto con todo lo que su personalidad franca y comunicativa traía además de que sentía alegría cada vez al verlo, y eso científicamente se llamaba amor.

 

Pero su intento de llevar a los mejores restaurantes de la ciudad al rubio, invitarlo a su propio apartamento, llevarlo de rumba a una buena parte de las llamativas discotecas de tan diversos diseños y precios, picarlo en su orgullo ante miles de oportunidades y desde luego tenerlo clamando debajo de él mientras le sujetaba fuerte la espalda, había acabado tan pronto un tipo peliplateado había divisado de lejos al rubio gritándole y como desvaneciéndose ante sus ojos en solo una milésima de segundo ya se hallaba tomando de los hombros a Naruto diciéndole cosas como “déjame entrar a tu equipo, ¡por favor! burlaremos las reglas”

 

Ese día estaba tan enojado con ese tipejo que pude haberlo estrangulado y enterrado allí mismo –y es que a los impulsos de Sasuke hay que temerles- ¿Me podría decir que hora es? —preguntó el azabache a la chica —No he vuelto a encontrar mi reloj, apuesto a que ese Kakashi me lo quitó. 

—Faltan quince para las seis. Ya no falta nada para que empiece el partido –respondió con una cortes sonrisa la ojiverde. 

— ¡¿Qué?! ¿Un partido? —y un tic apareció en su cara.

 

— ¿No preguntas por eso? Es un todos contra todos entre este barrio y otro y el equipo “Ramen” es de los que se acercan al final. Hoy es el partido que decidirá eso precisamente y pues… lo que hacen es planear la estrategia. ¿Acaso todos ahí eran unos maniáticos del fútbol?

—Entonces otras dos horas en que… -y el azabache no termino la frase, aunque la terminación era un “no podré llevarme a Naruto” — ¡¿Entonces porqué diablos dice que ya van a terminar?!

—Ven Sasuke-kun o nos dejarán sin puesto —y sin ya ánimos de nada se dejo arrastrar por la chica mientras escuchaba como el tipejo peliplateado decía algo como “Entonces yo me quedaré en la zona de defensa para marcar a cada atacante del otro bando” 

Jajaja, ni siquiera verá bien por ese ojo —pensaba burlón el azabache. Sí, Sasuke se había vuelto más paciente, más socarrón, con algunos más odiosos y junto al rubio con una lista de emociones negativas cada vez más reducidas.

 

 

  “Una fuerza de trabajo motivada es vital para cualquier organización que quiera tener buenos resultados”

*********  

—Naruto entra con toda —trataba de animar Sai al de la cabellera dorada aunque su sonrisa característica y la voz tan apacible con la que lo decía no hacía resultar precisamente eso.

 

—Gracias Sai y perdón por haberlos eliminado en la anterior.

 

—No te preocupes, al menos me consentiste con un beso –y ante la maligna frase dicha cerca de cierto Uchiha el rubio trato con gestos decirle a Sai que no tocara ese tema –aunque espero cierta disculpa de un bastardo.

 

Lógico que bien podría surgir otra pelea sino fuera por que un gran montón de chicas con minifalda empezaban a corear muy fuerte una cancioncita mientras sus movimientos descoordinados emborrachaban a todo aquel que las apreciara. Pero todo fuera por promover iluminación al equipo que inspiraba apuestas casi clandestinas a su favor.

 

— ¡Naruto! –grito Sasuke para que este lo oyera entre el alboroto -¡Ven aquí un momento!

 

Y sin poder objetar o contradecir el poder de aquellos ojos oscuros Naruto se acercó rápido al azabache — ¿Quieres algo teme? —pero recordó que ambos ya tenían una grata confianza por lo que formó una radiante sonrisa al acercarse. Una que tuvo que deformarse ante el fogoso beso que le dio Sasuke sin reparo alguno… quizás la confianza ya era mucha. En cuanto se separaron Sasuke trato de decirle algo, pero ante el bullicio y los llamados a Naruto para que se apresurara el rubio no entendió nada aunque si escuchó lo ultimo que era “…ganes el partido” ¿Qué mejor estimulación que aquella?

 

Algunas pancartas creadas en poco tiempo se sujetaron en sus extremos y se alzaban a una altura propicia para ser observadas por toda persona, sobretodo para los jugadores que vestían de color verde (aunque no todos con el mismo tono, ni siquiera el mismo modelo) y eso si, todos con guayos de marca.

 

Y el pito sonó anunciando el comienzo del partido y en unos quince primeros minutos el rubio muy alegre recibiendo un pase pateo el balón directo a un gol.

 

  “Superar los obstáculos, ejercer el poder, esforzarse por realizar algo difícil tan bien y tan pronto como sea posible es el deseo de destacar… el motivo de logro”

*********

Y el rubio metía y metía goles (mientras Sasuke quería meter otra cosa); siempre que lo hacía su rostro se iluminaba y pareciese como si nada más en el mundo existiera. Por otro lado, Sasuke, miraba esa habilidad como una total desagradable maldición pegada a la espalda de Naruto, además, se preguntaba desesperado el cuantos partidos acaso debían hacerse o faltaban suponiendo que “muy pronto es el final” como escuchaba ahora de tantos; también habiendo que era un campeonato entre dos barrios, ¿cuántos equipos había acaso para que cada tanto hubiese partidos? ¡Ni porque fuera el mundial!

 

Pero ante todo esto, el azabache cada vez más pulía en su mente una idea que esperaba resultara hasta macabra para muchos, y es que él como todo un Uchiha debería ser, estaba seguro que con su inteligencia acabar con los estorbos no debía ser tan difícil, que ejecutar el propio poder que se mandaba no era algo a lo que tuviera que meterle mucho esfuerzo y, además, el deseo de ser el único en quien Naruto se fijara era cada vez más latente para volver realidad. Aunque para eso… debía destacarse entre todos y, después de pensarlo, Sasuke encontró quizás (o quizás no) la mejor manera para hacerlo.

 

Al fin y al cabo él todavía tenía muy buenas pierna, y siguiendo lo mismo que hizo el tal Kakashi para burlarse de las normas de ciertos ineptos directivos, las cosas le saldrían bien.

 

De esa forma, Sasuke tres días después entró al equipo de “Ramen” sin ni siquiera la debida consideración de Naruto y jugó gloriosamente unos dos partidos, por lo que tales encuentros bien dieron paso a diversas cosas, como que las porras y sus cancioncitas se dirigieran únicamente a él. Hasta había metido un apreciable número de anotaciones al arco. Sólo que tal entrada ilegal lo hizo de una manera tan obvia para que precisamente los demás organizadores y jugadores del otro barrio se dieron cuenta de tal rollo tan injusto y pues, ciertos sueños, ambición por ganar, alegría y regodeo se fue al… barro.

 

Y Naruto estaba furioso.

 

   “Las personas tienen necesidad de estar con otras personas, ya sea por sentirse sin ellas amenazadas, ansiosas o sentir estar trabajando por una misma causa”

********* 

—Naruto ábreme, realmente lo siento y haré lo que… me pidas. Cualquier cosa que desees pídemelo, pero por favor abre la —suspiro, cerró los ojos y luego los abrió— ¡maldita puerta! —esto era una de las largas peticiones que el azabache daba frente al apartamento del rubio. —Naruto, ¿no vas a abrirme? Quiero estar junto a ti.

 

— ¿Eh? ¡Sasuke! —gritaron detrás de su espalda y con voz de Naruto.

 

— ¿Naruto? —se sorprendió el azabache— ¿No estás dentro? ¿Eres tú? –y sin duda alguna la sorpresa marcaba su rostro. Nada parecido al semblante serio que siempre mantenía.

 

—Claro’ttebayo ¿Quién más?

 

Y esa era una de las tantas buenas jugadas de Kakashi y Sai. Aquellos hombres le habían informado a Sasuke en cuanto lo vieron dirigiéndose algo arrepentido hacía la casa del rubio, que Naruto se sentía tan triste con esa traición a su pasión, que no había vuelto a salir de casa, además que muy seguramente se hallaba enojado muy encerrado en su hogar.

 

—Lo siento —reprimiendo las ganas de matar a alguien, Sasuke formó un gesto serio ante las palabras ofrecidas al rubio.

 

—Eres una sorpresa tras  sorpresa. Más asombroso que yo —dijo Naruto mientras con sus llaves, y sin dejar que el ofrecimiento silencioso del azabache por ayudarle con las bolsas del mercado se diera lugar, abría la cerradura que aseguraba su casa.

 

— ¿Estás furioso?

 

—Furioso y medio dattebayo. Pero somos gente adulta, ¿no? Así que hay que tomar decisiones, ¿verdad? Y la que yo he tomado es —abrió mucho los ojos en cuanto se giro para impedir la entrada de Sasuke y despacio decía sus palabras— nunca volver a verte más —y un portazo alejó a Sasuke de seguir viendo al dueño de las últimas palabras.

 

Y de esa forma Sasuke Uchiha se sentía desamparado de toda protección porque no tenía a aquel con quien sí sería capaz de compartir hasta medio pan (y la cama, por supuesto). Mucha desesperación le llegó y tratando de recordar nuevamente todo el monologo de él que no pudo llegar oportunamente y en el momento preciso al rubio, empezó a disculparse y pidiendo perdones fuera de la casa de Naruto.

 

No era por nada, pero la fracesita de  “sentir estar trabajando por una misma causa” siempre la había sentido junto al rubio en prácticamente todo lo que hacían, porque eran un buen equipo (hasta en los partidos fue algo que se vio y mucho).

 

 

   La motivación sexual es un impulso fisiológico fundamental; además el sexo es una de las fuerzas más poderosas que influyen en nuestra conducta”

*********  

Aunque quizás los ruegos a su dios fue lo más valioso en su querer volver a ver al rubio, ya que cuando estaba precisamente rezando, la puerta… se abrió.

 

—Esta bien Sasuke, ya no sigas ahí que te enfermarás. Puedes entrar —afirmó el chico rubio dándole paso a Sasuke que antes de cualquier error se apresuró a adentrarse rápido —Quédate aquí —dijo elevando sus manos para indicar la primera habitación en la que primeramente se entraba — ya vendré —pero claro que igual que una abeja a un panal, el azabache sintió la fuerza de atracción que el rubio ejercía sobre él y, persiguiéndolo, se ubico al lado de la puerta por la que Naruto había entrado para que este no se percatara de tal seguimiento. Pero una ojeada por la abertura que entre un marco de la puerta y la pared dejaba, el azabache pudo muy bien deleitar su vista ante una espléndida figura del rubio en sólo ropa interior.

 

—Naruto… —escuchó el rubio en un susurro detrás de su oreja, junto a su asombro por el nuevo agarre de Sasuke para unir sus pelvis y seguidamente restregarlas algo fuerte.

 

— ¿Sasuke? —menciono ya con un jadeo y cierto sonrojo sobre su piel sobresaliente del rostro, aunque claro, también cierta sonrisa medio maliciosa al inmediatamente poner sus manos sobre los hombros del azabache.

 

Luego el choque de ambas bocas y labios pertenecientes a cada uno hizo que se respiraba más agitadamente y cierto ardor en el pecho existiera; las lenguas chocaron saboreándose por el hambre que una sentía por la otra; las manos no dudaron hacer cierto recorrido por las prendas del otro en son de arrebatarlas del cuerpo ajeno; Naruto alcanzó a pellizcar un pezón de Sasuke, el cual arqueó ya sobre la cama ligeramente la espalda; pero pronto el movimiento del azabache por ubicarse encima de Naruto, permitió  que pudiera pasear las puntas de sus dedos a través de los muslos del rubio, subiendo hasta las tonificada nalgas y sin misericordia, las apretó.

 

Un suspiro salió de los labios del rubio cuando, cierto bulto de la entrepierna de Sasuke, hizo más movimiento sobre la piel de la propia.

 

—Ahh, Sasuke… no… apresuras nada —pronunció y criticó el rubio cuando las ganas por sentir mucho más le apoderaron, por lo que el azabache sintió la mano de Naruto deslizarse por su buen abdomen hasta llevarla debajo del bóxer que aún tenía; allí su miembro y la sensación que le recorrió tan de repente a la acción del rubio en masturbarle, hizo que un gemido gutural fuera escuchado a partir de sus labios — ¿Sabes algo… Uchiha? Estás perdonado. Eso hacen… los que se quieren, ¿cierto?

 

Sin un previo aviso necesario, Naruto empujo al azabache para ubicar su cara frente a las partes bajas de este, y de alguna mejor forma quitar la prenda allí puesta. Otro fuerte gemido escapó del azabache al apreciar su palpitante miembro dentro de la húmeda boca del rubio; enredó así los dedos de su mano izquierda en los cabellos dorados para ordenar de alguna forma más rapidez, mientras que con la otra se sujetaba al colchón de la cama.

 

Sólo un poco tiempo más para que otro orgasmo en su vida existiera.

 

Pero el deseo por saborear y mantener el placer con el cuerpo del rubio, elevaron a Naruto para besarse ferozmente con Sasuke.

 

—Me gustas mucho… —pronunció ahora cerca de su lóbulo de la oreja para luego mordisquear la clavícula del menor. Notó como su propio cuerpo subía y bajaba, pero sus manos que para nada temblaban, abrieron las piernas de Naruto para que se pudiera ubicar entre ellas; igual usándolas también, empezó a estimular la intimidad del rubio, a lo que este mordió su labio inferior hasta que al soltarlo había quedado completamente rojo y llevar otra a la entrada expuesta. Claro, primeramente lo elevó un poco más.

 

—Hey Sasuke —dijo Naruto llamándole la atención e interrumpiéndole el pensamiento de entrar de golpe al rubio —¿Y si me volteo? Ya sabes… para quedar mejor… como los perritos… —había dicho el chico como si fuera un niño diciendo la mejor idea de su vida — ¿Estás de acuerdo o no?

 

—Si… —dijo casi ahogado el azabache. Que buen estratega era Naruto.

 

Por lo tanto, el rubio se ubico tal como había dicho ante Sasuke, quien casi le cuesta moverse rápido ante la libertad tomada por su amante. Dos de los dedos de Sasuke nuevamente estuvieron en el interior de Naruto acompañados de algunas caricias alrededor de su base de la espalda.

 

—Mmhh… —gimió el menor con tal pequeña intromisión de dedos largos y segundos después Sasuke al sacarlos, acerco su miembro reiteradamente rígido a la entrada del futbolista. Seguidamente de sujetarse mejor al sentir la presión que gracias a Naruto sentía, su entrepierna se envolvió totalmente de goce.

 

Inmediatamente un embestida por parte del azabache impresionó al rubio llevando sin medida alguna sus manos a aferrarse fuertemente a las sábanas naranjas que algo borroso veía. Sin duda las pieles rozaban y gracias al sudor sumado con una mejor costumbre al acto, las penetraciones se hicieron para ambos más profundas y vivaces, algo demasiado delicioso sentían.

 

Luego un último gemido informo que ya habían llegado al clímax junto a la sensación de estar entre nubes.

 

Sasuke salió del interior del rubio al sentirse agotado y dejarse caer sobre la cama ordenando mejor su cuerpo para quedar al lado de un exhausto Naruto. Ambos tratando de cerrar sus ojos se quedaron abrazados.

 

 

 

  

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

 

 

  

Un partido. Nada más y nada menos que España y Alemania.

 

Hoy, a pesar de ser la fecha de cumpleaños del propio rubio, sabía que apartar a Naruto de esa caja que le permitía observar las malditas y buenas piernas de los jugadores de tales equipos, sería algo casi imposible, o mejor dicho no pensable para hacer.

 

Pero un partido de esos no podría durar toda una tarde…

 

Además la noche si que a veces resultaba ser larga, y Sasuke sabía como alargarla y mucho. Naruto se divertiría más que ver fútbol. Naruto lo venía a amar mucho más que el deporte de ir tras un balón a muerte. El rubio iba a amar mucho a Sasuke.

 

 

Notas finales:

¡juás! Hasta creo lo hice mas largo que el primero...Uhhh..

¡Gracias por leer!


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