CAPITULO 12.
Siento movimiento encima de mi pecho y me despierto sobresaltado recordando todo lo que ha pasado ayer y sabiendo que solo puedes ser tu el que se mueve.
Mi mirada se dirige hacia mi pecho y se encuentra con la tuya, poso mi mano en tu frente y veo que la fiebre ha desaparecido.
Sigo mirando tus ojos como hipnotizado por ellos y veo como tu cara se va acercando a la mía y tu respiración la noto en mi boca.
No me aparto cuando siento tus labios sobre los míos, al contrario abro mi boca y permito que tu lengua la invada.
Te abrazas a mi cintura mientras tu lengua explora mi boca con pasión, yo empiezo a acariciar tu nuca y noto como todo mi cuerpo empieza a reaccionar ante el tuyo.
Sigues explorando mi boca y jugando con mi lengua y cuando estamos a punto de quedarnos sin aire siento como tu boca abandona la mía llegando hasta mi oreja y mordiendo levemente el lóbulo de ella.
Un gemido sale de mi garganta mientras que mis manos acarician tu espalda hasta donde da su longitud, bajo con las yemas de los dedos por ella y vuelvo a subir una y otra vez.
Sus labios dejan mi oreja para ir bajando por mi cuello besando y lamiendo hasta llegar a mi pecho y detenerse en mis pezones los cuales chupa y muerde hasta que parecen dos piedrecillas erectas.
De mi garganta salen gemidos y cada vez siento más como voy perdiendo el control. El placer es tal que solo me permite gemir sin control mientras el sigue bajando hasta llegar al ombligo donde se entretiene durante un rato mordiendo e introduciendo su lengua. Mientras sus manos bajan mis pantalones y mi ropa interior para dejarme semidesnudo entre sus brazos.
Solo llevo puesta la camisa que ayer desabroche para estar cómodo así como también desabroche mis pantalones.
Mi miembro clamaba por atención pero el parecía no darse cuenta y me seguía torturando con caricias candentes por todo mi cuerpo.
De repente sin aviso su boca bajo hasta mi pene introduciéndolo dentro de una vez y empezó a subir y bajar por el mientras su lengua jugaba con la punta.
En ese momento creí morir, sentí tal placer que un pequeño grito salio de mi garganta que fue acallado por dos dedos que se metieron en mi boca y los cuales empecé a chupar con pasión.
Sabía lo que venía ahora y lo estaba deseando quería ser suyo, que poseyera mi cuerpo como ya tenía mi corazón.
Sus dedos bajaron hasta mi entrada y empezaron a rozarla mientras el abandonaba mi hombría sacando un gemido de protesta de mi garganta.
- Estas seguro que quieres seguir ? me daba una opción que yo no quería ? Si no estas seguro te puedo aliviar y ya esta.
No se como puede hablar, yo me encuentro con la garganta tan seca que no puedo decir nada así que lo único que puedo hace es indicarle con mi cuerpo que no pare, que siga.
El lo entiende y su boca vuelve a baja a mi miembro mientras que sus dedos vuelven a mi entrada y sin siquiera darme cuenta siento uno de ellos dentro de mi.
Primero me incomoda un poco pero pasado un rato empiezo a moverme para que el siga. El empieza a moverlo dentro de mi y sin darme cuanta otro más esta dentro y al rato otro.
Cuando quiero darme cuenta esos dedos tocan un punto que me hace temblar de placer y empiezo a necesitar más, ya no son suficientes sus dedos lo quiero a él dentro de mí, necesito que me penetre, quiero ser uno con él.
- No ¡Ahhh! Puedo más ? grito entre espasmos ? te quiero a ti dentro. Quiero ser tuyo.
Siento que él tiembla al oír mis palabras y sacando sus dedos sube mis caderas y poniéndose entre mis piernas empieza a penetrarme lentamente.
Un fuerte dolor hace que de mis ojos broten lágrimas pero al poco el placer vuelve a inundarme.
El empieza a moverse acompasadamente entrando fuerte y saliendo lento, en cada embestida llega a ese punto que me hace temblar de placer.
Sus jadeos se unen a los míos y el ritmo es cada vez más frenético. Yo quiero más, quiero sentir que soy suyo y que nadie nos puede separar. Cojo su cara con mis manos y el me ayuda a subir para quedar sentado sobre él y mi boca se adueña de la suya con pasión.
Siento como mi miembro es presionado entre nuestros vientres y el roce me lleva hasta cimas de placer nunca alcanzadas.
Se que me queda poco, no podré aguantar mucho más sin explotar y él también lo sabe pues su mano baja a mi miembro y empieza a masajearlo a la misma velocidad que sus embestidas.
Y se pronto siento como una ola que tapa todo, me siento fundir y un grito sale de mi garganta muriendo en la suya al mismo tiempo que lleno su mano y nuestros vientres y siento como él me llena a mí.
Despacio recupero mi respiración y separándome de su boca me pierdo en sus ojos llenos de ¿amor?
Es posible que lo que este viendo en esos ojos cobalto sea ¿amor?
- Duo ? oigo su voz como en un sueño ? te amo.
Si es posible, el siente lo mismo pero ¿Por qué no me lo dijo antes? ¿Porque permitió que me casara si me quería?
Sandra viene en ese momento a mi cabeza y recuerdo que ella esta muerta y que no volverá. Es mi culpa por no saber reaccionar a tiempo. Yo tengo la culpa de su muerte.
Mis ojos se llenan de lágrimas y aparto la mirada de mi ángel. No lo merezco ni siquiera me había acordado de ella.
- Duo ? me abraza asustado habiendo salido con cuidado de mí ? no llores. Si no sientes lo mismo no pasa nada. Necesitabas desahogarte después de lo pasado. Yo tengo la culpa, te he vuelto a fallar, no he sido lo suficiente bueno, perdona no volverá a pasar.
- ¡No! ? me abrazo a él ? tu no tienes la culpa soy yo, es mi culpa, yo nunca la ame y este es el castigo por no respetarla. Yo fui el que falle no tú. Tú me dijiste que la protegiera, fui yo el que no fue capaz de hacerlo. Yo soy el que no te merezco. No merezco tu amor.
- No mi amor ? me abraza a su pecho ? tu no tienes la culpa. Mejor será levantarnos, te prometí que te contaría todo y ha llegado el momento de hablar.
- Pero será mejor que estemos todos juntos ? digo dándola un suave beso en sus labios ? Voy a despertar a Trowa y Quatre, por cierto creo que a partir de ahora tu amigo te entenderá mucho más.
- ¿Por qué dices eso? ? me mira mientras yo termino de vestirme ? no te entiendo.
- Ya lo veras ? le digo con una sonrisa ? luego hay que volver a mirar tu herida.
- No te preocupes ? vuelve a su mirada fría ? creo que ya estará casi curada. Ese es mi ?don?.
Su voz había sido sarcástica al decir su don.
Le digo que baje al salón y me dirijo a la habitación de Quatre para despertarlos.
Llamó a la puerta y como no me responde nadie entro en ella. El cuadro que se dibuja ante mis ojos es alucinante.
En la cama de Quatre veo a Trowa con dos pequeños tiernamente dormidos sobre él. No puedo evitar que unas lágrimas caigan de mis ojos, es tan bello verlos a los tres dormidos, Quatre a un lado y al otro mi pequeño tesoro.
Me acerca y suavemente despierto a Quatre.
- Quatre ? me sonrió el ver el rubor en la cara de mi hermano ? despiértalos, Heero va a contarnos de donde vienen y creo que es mejor que estemos todos juntos.
Y sin más abandono la habitación dirigiéndome hacia el salón. Esta mañana va ha ser muy larga.
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