CAPITULO 14.
Comimos en silencio, mi cabeza no hacia más que girar sobre lo que Heero nos había contado.
Había estado vigilando toda mi vida desde mi nacimiento hasta ahora, siempre pendiente de intentar arreglar mi vida, siempre protegiéndome incluso de él mismo.
Me sentía especial pero a la vez estaba confuso, su amor era tan total que no sabía si yo podría corresponderle como él se merecía, no sabía siquiera si el se quedaría conmigo.
- Bueno cuando queráis ? oigo su voz que me saca de mis pensamientos ? podéis preguntarnos.
- ¡No! ? le digo mirándole ? primero hay que comprobar tu herida.
- Pero ya te dije ? me mira fijamente ? seguro que ya esta curada.
- Genial ? le miro completamente serio ? pero yo prefiero comprobarlo sino te importa. Así que siéntate en el sofá.
…l clava en mí su mirada completamente fría pero sin decir nada más se dirige hacia el sofá, mientras va desabrochando su camisa, y sentándose espera paciente a que yo llegue para mirar como esta su herida.
Le quite la camisa para quitarle la venda que le había puesto la noche anterior. Al verle con el torso descubierto un escalofrío me recorrió toda la espalda. ¡Dios! Era tan hermoso que con solo verle hacia que mis piernas temblaran.
Le quite la venda y vi que la herida estaba prácticamente curada, no quedaba de ella más que un pequeño rasguño así que le limpie y le puse una banda ancha tapándola.
Cuando termine le volví a mirar a los ojos y le di un beso suave en sus labios. Sentí como temblaba.
- Ahora ya podemos hablar ? sonreí hacia Heero ? Trowa, Quatre sentaros, Ángel ven aquí.
Mi hijo se acerco y le senté encima de mí al lado de Heero.
Vi como mi hijo estaba ansioso porque empezáramos a hablar con ellos. Yo sabía lo que le gustaban las novelas fantásticas y sabia que para él todo esto era como una de esas aventuras que el leía.
- Bueno ? mire directamente a los ojos de Heero ? Siempre que apareces suena un trueno, ¿A que es debido?
- La explicación seria más o menos ? no aparta sus ojos de los míos- que al materializarse el cuerpo en la época elegida crea una tensión que se resuelve en el trueno.
- Bueno, pero si no os gusta el pasado ? pregunta esta vez Quatre - ¿Por qué no viajáis hasta el momento en que nació Hitler e impedís que llegue al poder?
- No podemos viajar al pasado ? esta vez contesta Trowa ? siempre que lo hemos intentado hemos vuelto al punto de partida.
- Pero lo estáis haciendo ? les digo ya con palpitaciones en mi cabeza ? a mi pasado.
- Efectivamente ? contesta Heero ? pero tu pasado es nuestro futuro. Hasta para los viajes en el tiempo hay ciertas normas que sino se cumplen pueden crear una paradoja temporal.
- ¿Normas? ? se sorprendió Quatre - ¿Qué tipo de normas?
- Bueno son varias ? dice Heero mientras mi cabeza empieza a doler ? No podemos mandar a través del tiempo objetos construidos en el futuro?
Y así nos iban diciendo las normas mientras mi hijo con una sonrisa replicaba paradoja.
No podían mandar objetos fabricados en el futuro pero si los planos para que estos fueran fabricados con materiales del pasado; no podían verse a si mismos, no podían hace viajar a personas del futuro al pasado.
Ha todo esto mi hijo estaba eufórico no hacía más que repetir paradoja, paradoja, paradoja; yo pensaba que si oía una vez más esa palabreja iba a explotar, mi cabeza esta a punto de estallar, sentía como si una aguja atravesara mi cabeza y no hacia más que frotar mis sienes.
- Creo que es mejor que vayamos a descansar ? rodeo Heero mis hombros haciendo que me recostara en él mientras que Ángel se sentaba encima de él ? ya podréis pensar en todo después, mientras nadie conozca este lugar estamos seguros.
- ¡Ops! ? oigo a Quatre ? Eso será hasta pasado mañana que Robert llegue de Londres, entonces el sabrá nuestra posición, le deje una carta, pensaba darle una oportunidad como me dijiste pero yo no pensaba que?
- Tranquilo Quatre ? acaricia su cara Trowa ? mañana habrá que salir de aquí temprano asa que lo mejor será descansar.
- Yo se donde podremos ir ? dije todavía masajeando mi cabeza ? tengo contactos de cuando escribí aquella novela policíaca.
- De acuerdo ? dice Heero levantándose y llevando en sus brazos a Ángel que se había dormido ? pero eso puede esperar a mañana.
Y se dirigió hacia nuestra habitación con Ángel en un brazo y agarrándome de la cintura con el libre.
Entramos en la habitación y acostó a Ángel en la cama cubriéndole con las sabanas dulcemente.
Después se volvió hacía mí y sus ojos se quedaron prendados de los míos y en ellos vi el amor que me profesaba pero también vi dolor, tristeza y miedo.
- Tiene tus mismos ojos ? me dice bajando su mirada ? entenderé si no me quieres volver a ver, por mi culpa has tenido que pasar por todo esto.
Sin decir nada me acerco hasta él y sujetando su barbilla vuelvo a saborear esos labios, mi lengua busca la abertura de su boca y entrando por ella profundizo el beso.
- Te amo ? le digo sobre sus labios terminando el beso ? Ahora lo mejor será intentar dormir y ver si se pasa este estupido dolor de cabeza.
Y sin más le agarró de la mano y le dirijo hacia la cama donde nos acostamos cada uno a un lado de Ángel.
Mis ojos se cierran lentamente hasta que caigo en un profundo sueño.
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