CAPITULO 15.
Estaba muy nervioso cuando Heero cogió a Ángel y a Duo para llevarlos a la cama. Sabia que nosotros tendríamos que hacer lo mismo pero como explicar lo de Robert.
En que hora se me ocurrió darle una oportunidad al pesado de Robert.
Había estado hablando con Duo hace unos días comentándole el asedio que tenía por parte de un compañero de la oficina, Robert, y Duo me había convencido para que le diera una oportunidad pero ahora no quería ni verle, no sabía porque pero Trowa se había metido muy dentro de mi corazón.
…l me hace sentir protegido, con él me siento seguro y desde que le vi por primera vez en la puerta de esta casa con el pequeño Ángel en brazos sentí que con él no me importaría pasar el resto de mi vida.
Estaba tan metido en mis pensamientos que no note cuando Trowa se levanto del sillón cogiéndome en brazos y se dirigió hacia la habitación.
Estábamos delante de la puerta cuando al final salí de mis pensamientos para darme cuenta de donde estábamos. Mi mirada se cruzó con la suya y de nuevo la vergüenza hace que baje mi mirada.
- Quatre ? levanta mi cara agarrando con suavidad mi barbilla - ¿Qué tienes? Te noto raro.
Yo no se que decirle, como decirle lo que pasa en ese momento por mi cabeza, como decirle que le amo a pesar de acabarle de conocer, como decirle que nunca he estado con nadie, que mi primer beso me lo ha dado él.
Como contarle sin parecer un chico fácil que deseo que me haga el amor con pasión pues coda vez que estoy entre sus brazos pierdo el control como en este mismo momento.
Como decirle todo esto sin que piense que es un cuento.
Mi mirada se ha perdido otra vez en sus ojos esmeraldas y mi cara se colorea al sentir sus brazos sujetándome y mis labios parecen sellados no puedo decir ni una palabra, mi garganta parece atascada.
De pronto siento dentro de Trowa un fuerte dolor y veo en sus ojos mucha tristeza, siento como me deja en el suelo con mucha delicadeza y después se gira dándome la espalda.
- Siento si te incomodo ? me dice en un susurro ? No sabía que tenías pareja, perdona mi atrevimiento, no te preocupes yo dormiré en el salón.
Sin decir más veo como se dirige otra vez hacia el salón pero no le dejo, con rapidez agarro fuerte su cintura y me recuesto en su espalda.
- No me dejes ? susurro sobre la espalda de mi amor ? él no es mi pareja. Tú eres el primero que me ha besado y aunque te acabo de conocer no dudaría en pasar toda mi vida contigo. No tengo palabras para decirte todo lo que has despertado en mí pero no quiero perderte. Por favor quédate conmigo.
Siento como su cuerpo tiembla entre mis manos y también noto como el dolor y la tristeza desaparecen de su interior.
Agarra mis manos y la suelta de su cintura mientras su cuerpo se va girando hacia mí, sus manos agarran mi cintura y su cabeza se va acercando a la mía.
No puedo evitar que mis manos se cierren en su cuello y cierro los ojos esperando que sus labios se posen en los míos.
Siento como sus labios masajean los míos y su lengua me incita para que abra mi boca lo cual hago con un gemido suave. Mis manos empiezan a acariciar su cuello y siento como las suyas levantan mi camisa sacándola de mis pantalones y empieza a acariciar mi espalda mientras su lengua juega y recorre toda mi boca.
La falta de aire hace que rompamos el beso mirándonos fijamente a los ojos.
- Creo que es mejor que entremos ? acaricia con una mano mi mejilla ? estaremos mejor dentro.
Y sin decir más abrimos la puerta y entramos en la habitación.
Trowa seguía agarrando mi cintura y me guiaba hacia la cama sin dejar de acariciar mi cintura suavemente.
Nos sentamos en la cama y mis ojos se vuelven a cruzar con los suyos, esta vez soy yo el que me acerco a su boca sin intentar evitarlo.
Vuelvo a probar sus labios y con mi lengua le incito a que me deje penetrar en su húmeda cavidad, él no se resiste y abre lentamente sus labios y sin casi darnos cuenta empezamos una pelea en la cual me rendí en el mismo momento en que sus manos volvieron a acariciar mi espalda por debajo de la camisa.
Una corriente eléctrica recorría cada trozo de piel por el que pasaba sus manos y mi cuerpo reaccionaba ante estas caricias.
Estaba totalmente excitado y quería que Trowa siguiera, quería que esa noche me hiciera suyo; no me importaba lo que pudiera pasar después, solo podía pensar en las sensaciones que recorrían mi cuerpo en ese momento y ante ellas me dejaba llevar.
Mis manos empezaron a desabrochar su camisa sin apartar mis labios de los suyos y cuando lo conseguí pase mis manos lentamente por su tórax, palpe uno a uno todos los músculos de su abdomen y reconocí los botones que formaban sus pezones rígidos ante el contacto de mis dedos, llegue hasta su vientre y jugué con su ombligo mientras sentía como su piel se erizaba con el contacto y su cuerpo temblaba así como unos tiernos gemidos morían dentro de mi boca.
De pronto sentí como me separaba un poco de su cuerpo y rompía el ardiente beso que en ese momento nos dábamos. Su mirada se perdió en la mía y note como su respiración estaba tan agitada como la mía.
- Detente Quatre ? su voz estaba ronca y entrecortada ? si sigues harás que pierda el control y no podré detenerme.
- No quiero que te detengas ? le digo ruborizándome por mi atrevimiento ? no me importa lo que pase después pero hoy y ahora quiero que me hagas el amor. Trowa quiero ser tuyo y que tu me pertenezcas a mí, solo eso. Por favor sigue.
Mis palabras parecieron encender en él un volcán porque sin decir nada más me volvió a tomar entre sus brazos y sus labios volvieron a estar sobre los míos con tal pasión que rompieron cualquier temor o indecisión que pudiera tener.
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