CAPITULO 25.
Me despierto en los brazos de Duo, hoy es el día, hoy se decidirá el resto de nuestras vidas.
- Duo despierta ? beso su frente delicadamente ? es la hora.
- Buenos días Heero ? veo su mirada triste ? vamos a vestirnos.
Nos vestimos en silencio y observo como Duo tiene su mirada baja, se que intenta aguantar las ganas de llorar pero no puedo hacer nada, es necesario que yo vaya y destruya todo el proyecto para que tengamos posibilidad de un futuro todos juntos.
Una vez vestidos le agarro por la cintura y salimos para despertar a los demás pero un ruido en la cocina nos hace entender que Trowa y Quatre ya se han levantado.
Bajamos y en la cocina vemos como ellos dos están preparando el desayuno.
- Sentaros ? nos sonríe Quatre ? estamos terminando.
Nos sentamos para disfrutar de este desayuno que puede ser el último que disfrutemos todos juntos.
Ángel ya estaba también en la cocina pues Quatre se había encargado de despertarlo y hacer que se vistiera.
El desayuno lo pasamos en un terrible silencio, todos sabíamos que hoy llegaríamos al final de toda esta historia y la tensión se podía palpar.
Cuando terminamos nos quedamos mirando sin saber que hacer, excepto Duo que tenía su mirada en el suelo.
- No se puede retrasar más ? sujeto al barbilla de Duo y hago que me mire a los ojos ? tengo que irme. Salgamos fuera es más seguro.
Todos me siguen hasta el porche de la casa y salimos fuera retirándonos unos metros de la casa.
- Intentare tardar lo menos pasible ? les miró a todos parando mi mirada en Duo ? vosotros esperadme dentro. Trowa te los encomiendo protégelos con tu vida si es necesario.
- Confía en mi Heero ? su cara vuelve a ser hermética como antes ? estaré pendiente del más mínimo trueno.
- Duo obedeced a Trowa en todo ? abrazo su cuerpo contra el mío ? te prometo que haré todo lo posible y hasta lo imposible por volver contigo.
- Júramelo Heero ? se abraza más fuerte a mi cuerpo ? Júrame que harás hasta lo imposible por volver conmigo.
- Te lo juró Duo ? seguimos abrazados y nos miramos fijamente ? te amo más que nada recuérdalo pase lo que pase.
- Yo también te amo ? veo como un río de lágrimas sale de sus ojos ? y te juro que te odiare sino vuelves a mí.
Mi boca se acerco a la suya y empecé a saborear su boca lentamente, quería llevarme su sabor conmigo para recordarlo si algo salía mal.
Después de un rato me separe de él y avance unos metros para que ninguno de ellos corriera peligro.
Vi como Duo se abrazaba a su hermano aún llorando y sentí como si alguien hubiera cogido mi corazón en su mano y lo estuviera apretando jugando con el.
Mire a Trowa y con un gesto le hice entender que se los confiaba a él, después sin ninguna palabra procedí a activar la maquina del tiempo que estaba en la hebilla de mi cinturón.
Lo último que vi fueron los ojos de Duo llenos de lágrimas puestos en mi antes de sentir como todo iba desapareciendo a mi alrededor.
Cuando todo volvió a hacerse presente estaba en la puerta del despacho del Führer.
Llame a la puerta y una voz desde dentro me dio paso.
Allí dentro Hitler y sus generales estaban haciendo planes con el material que les habían traído del futuro. Hitler parecía bastante enfadado con lo que estaba leyendo.
- Soldado Yuy ? dice uno de los generales ? que hace usted aquí. Según el comandante Heinzbert eres un traidor.
- Eso es falso mi general ? estaba totalmente firme ante él ? es él el traidor todos los papeles que les han traído diciendo que el enemigo desembarcara en Normandía son falsos, a las prueba me dirijo, estaos papeles los he sacado de los oficiales y demuestran que nuestro Führer tenía razón como siempre, ellos desembarcaran en Calais.
- Yo sabía que no me había confundido ? se acerco hasta mi el Führer ? soldado Yuy serás plenamente recompensado por tu trabajo.
- Perdón mi Führer ? sigo totalmente firme delante de él ? pero debo dejaros me espera mi compañero Trowa para coger a los traidores antes de que intenten hacer algo más. Pido permiso para retirarme.
- Permiso concedido ? me saludo ? y sigue con tu buen trabajo.
- Muchas gracias mi Führer ? me expresión era aquella tan fría que tu habías destruido con tu calidez, sin más palabras abandone aquel despacho para dirigirme directo a los laboratorios.
Una vez en ellos procedí a buscar a los científicos encargados de esta locura y con la misma sangre fría me fui cargando uno a uno a todos aquellos hombres que podían volver a empezar el proyecto.
Cuando ya había terminado puse explosivos por todo el laboratorio y procedí a programarlos para dame tiempo para irme de allí.
Volví a activar la maquina para volver con mi Duo.
Cuando llegue mi corazón dio un vuelco, allí estaba Heinzbert con su grupo y vi como uno de ellos utilizaba una bazuca contra la casa.
Vi como estallaba en llamas y también logre ver como las figuras de tres adultos y un niño estaban envueltas en llamas.
Sin abrir mi boca volví al pasado aun tenía 15 minutos antes de que estallaran los explosivos. Intente volver antes de la llegada de Heinzbert, reflejada en los datos de la maquina original, pero una y otra vez la maldita maquina me devolvía al mismo lugar.
Estaba desesperado pero de pronto se me ocurrió una idea, no sabía si funcionaría y no lo sabría hasta que volviera pero era la única oportunidad que tenía, 5 minutos me separaban de la destrucción de los laboratorios y no podría dar marcha atrás, tenía que intentarlo.
Lleve a cabo mi idea sin tardanza y volví a programar la maquina para volver unos minutos después que la primera vez.
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