CAPITULO 3.
Donde esta, una angustia recorre todo mi cuerpo.
Ya he mirado por todo el orfanato y no lo he encontrado.
Entro en la oficina del director y busco en los archivos la dirección de ese miserable.
Una vez localizada corro hacia allí como si alguien me estuviera estrujando el corazón.
Llegó ante la puerta de una casa totalmente destartalada con unas ventanas totalmente cubiertas.
Avanzo hacia la puerta y un fuerte olor a rancio invade mis fosas nasales.
Cuando estoy a punto de tirar la puerta abajo un grito desde la parte de atrás encoje mi corazón. Corro hacia allí y veo abierta la puerta que va al sótano.
Entro corriendo y lo que veo hace que mi mente se nuble completamente cegándome totalmente la rabia y la culpabilidad.
No he llegado a tiempo y nunca me lo perdonare. Allí delante de mi esta ese infame hombre ultrajando al pequeño trenzado. Sus ojos inundados de lágrimas y la sangre corriendo entre sus piernas me hacen perder la cordura. De un empujón aparto a aquel energúmeno de él y con la pistola que guardo en mi espalda le disparo entre ceja y ceja, el sonido sordo de su cuerpo al caer muerto me devuelve la cordura.
Corro hacia el pequeño que esta en posición fetal y le acuno en mis brazos.
- Perdón, perdón, perdón? - solo puedo repetir esa palabra mientras lo sigo acunando en mis brazos ? perdón, perdón?
De pronto veo como su cara se vuelve hacia mi y puedo ver que ese animal no solo se ha atrevido a humillarlo, también le ha golpeado.
- ¿Por qué? ? me pregunta con lágrimas en sus ojos - ¿Qué he hecho para merecer este castigo? Tan malo he sido, me siento sucio.
- ¡Shh! Calla pequeño ? le abrazo contra mi pecho ? tu no has hecho nada, no eres culpable, ha sido ese animal, él es el sucio no tu.
Y cogiéndole en brazos lo saco de allí, lo llevo a un motel que vi al pasar y pago por una habitación.
Te llevo hasta ella y deposito tu pequeño cuerpo en la cama.
Me dirijo hasta el baño y pongo a llenar la bañera con agua templada.
Vuelvo a la habitación a por ti y cuando llego veo como tus ojos, tus preciosos ojos violetas me miran con agradecimiento.
Te vuelvo a cargar en mis brazos y me dirijo contigo al baño, te siento en una silla y acaricio tu rostro golpeado, no puedo evitar que unas lágrimas corran por mis mejillas.
De pronto una pequeña mano se pasa por mi mejilla limpiando mis lágrimas.
- ¿Por qué lloras? ? me dice en un susurro ? Yo pensaba que un ángel no podía llorar.
- ¡Yo un ángel! ? le miro sorprendido ? no soy un ángel, talvez sea todo lo contrario.
- No puedes ser un demonio ? me sonríe tristemente ? tus ojos se ven bondadosos. Y ahora me dirás porque llorabas.
- Porque no llegue a tiempo ? bajo mi mirada al suelo ? Yo quería evitarte el sufrimiento y falle.
- Pero me has vuelto a salvar la vida ? se abraza a mi cintura ? él decía que cuando se cansara de mi no me iba a reconocer nadie.
- No piense en ello ? acaricio su espalda ? ahora desnúdate y entra en la bañera para limpiarte y curarte.
El empieza a quitarse lo poco que le queda encima y puedo ver los golpes por su cuerpo. Al bajar la mirada veo como su pequeño miembro esta enrojecido.
Se mete en la bañera y yo cojo una esponja y jabón y empiezo a lavarle suavemente, paso la esponja por todo su cuerpo pero al llegar a su miembro me detengo.
- Si quieres puedes hacerlo tu ? le alcanzo la esponja ? puede ser menos vergonzoso.
Me mira ruborizado y niega con la cabeza permitiendo que siga lavándole.
Cuando paso la esponja por su miembro veo como se estremece y un pequeño gemido sale de su boca.
- Te hago daño ? paro en mi tarea preocupado.
Su cabeza vuelve a negar y cuando me mira esta completamente sonrojado y su respiración es agitada. Entonces al mirar a su entrepierna entiendo lo que ha pasado y un fuerte sofoco viene a mi rostro a la vez que noto como esa parte de mi cuerpo empieza a reaccionar.
Hecho mano de todo mi autocontrol y sangre fría y le ayudo a salir de la bañera tapándole con una gran toalla, secando su cuerpo con cuidado y haciéndole tumbarse en la cama boca abajo.
- Ahora relájate ? le digo en un susurro ? voy a curarte y no quiero hacerte daño.
Cojo una pomada cicatrizante del botiquín y con un dedo empiezo a extenderla por tu culo y llego a la entrada y lentamente introduje un dedo completamente embadurnado de pomada en su interior y suavemente fui extendiendo esa pomada dentro de él.
Su cara estaba oculta en la almohada y al ir a darle la vuelta para extender pomada en su miembro el se negaba.
-¿Qué pasa pequeño? ? Le pregunte preocupado ? No quiero hacerte daño, solo pretendo curarte.
- No es eso ? me dice en un susurro con voz ronca ? Es que me da vergüenza que me veas.
- Pero tengo que curarte ? le digo en un susurro ? sino mañana te dolerá mucho.
Sin decir nada veo como ruborizado cierra sus ojos y gira hasta ponerse boca arriba.
Al mirarle observo sorprendido que su miembro esta completamente erecto y empieza a rezumar. Esta completamente excitado y tanto que tiene que dolerle.
-No te avergüences- le digo con una sonrisa ? eso es normal. Si quieres puedo ayudarte.
Sus ojos se abren en sorpresa y una mirada suplicante aparece en su rostro. Su cara se acerca a la mía y tembloroso une sus labios a los míos en un tímido beso que remueve todo mi cuerpo.
- Ayúdame ? me dice abrazando mi cuello ? duele y es molesto.
Sin esperar mas empiezo a besar su cuello y mi boca va bajando por su torso para detenerse en sus pequeños pezones y chupar y lamerlos como si fuera la mejor de las frutas.
- ¡Ah! Mi ángel ? oigo sus gemidos ? hazme olvidar ¡Por favor!
Acaricio su mejilla mientras mi boca va hasta su otro pezón recibiendo el mismo trato.
Sigo bajando por su abdomen hasta llegar al ombligo en donde introduzco mi lengua lentamente y siento como su cuerpo tiembla bajo mis caricias.
Veo como tu miembro late con cada caricia que prodigo a tu cuerpo se que no puedes aguantar mucho más y yo no te hago esperar. Mi boca toma tu pequeño miembro y empiezo a lamerlo y chuparlo delicadamente, tus caderas inconscientemente empiezan a moverse acompasándose con mi boca mientras de su boca salen pequeños gemidos.
Empiezo a acelerar las succiones sobre su miembro y de su boca salen suaves gritos cada vez mas altos siento como se estremece y noto sus manos enredados en mi pelo.
- ANGEL ? su grito indica su descargo y yo bebo toda su semilla.
Levanto mi mirada y veo su mirada brillante y como intenta recuperar su respiración, sus ojos se empiezan a cerrar, beso suavemente sus labios y le tapo con la sabana.
Después me dirijo hacia el baño y desnudándome me meto bajo la ducha abriendo el grifo de agua fría.
Una vez calmado vuelvo a la habitación donde el pequeño duerme. Le arropo con una manta y le cojo entre mis brazos, el se acomoda en ellos y le oigo susurrar ?mi bello ángel?.
Una sonrisa no abandona mi cara hasta llegar al orfanato y sin que nadie note mi presencia le dejo en la cama de su dormitorio, acaricio su mejilla y vuelvo a salir de allí.
Un trueno despide su paso.
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