Capítulo 3
-¡Tezuka! Por fin te encuentro-exclamó Syusuke a la vez que entraba en la biblioteca, vacía en esos momentos. Kunimitsu se encontraba con un trabajo para el decano explicando lo que hacían en el club de tenis, pedido expresamente por el director.
-¿Necesitas algo, Fuji?-preguntó fríamente-Estoy ocupado-revolvió entre sus papeles.
-No seas así, Tezuka. Te venía a decir que la hermana de Taka-san está en el hospital y que Inui y yo no iremos al entreno para ir a ver como se encuentra.
-No sabía que os llevarais tan bien con su hermana.
-No es sólo por la hermana, es por él. ¿Sabes lo que Taka-san se preocupa por ella? Es su pequeña ilusión.
-De todas maneras podéis ir tras el entrenamiento, el horario de visitas termina mucho después del entreno-de un segundo a otro, todos los papeles que tenía encima de la mesa salieron volando-¿Pero qué-?
-No tienes corazón, Tezuka-dijo fríamente. Caminó hasta la puerta-Olvídate de vernos en el entrenamiento-cerró la puerta de la biblioteca con un portazo. Tezuka suspiró y empezó a recoger los papeles. Esta vez se había pasado, no debí pagar su enfado y frustración con Syusuke. A un lado del pasillo se encontraba Sadaharu esperando por Syusuke.
-¿Ya se lo dijiste? ¿Fuji?-llamó al no tener respuesta-¿Pasa algo? ¿Habéis discu-?
-No ha pasado nada, Inui, no te preocupes. Vayamos al hospital, Taka-san necesita nuestro apoyo.
-Sí...-miró hacia la puerta de la biblioteca ya que se había abierto. Tras recibir una gélida mirada por parte de Kunimitsu, ambos se fueron por el pasillo-¿Seguro que no ha pasado nada?
-Nada en absoluto Inui, deja de pensar que creo que te está haciendo mal.
-Si tú lo dices-comentó antes de echarse a reír-Por cierto, ¿no estabas castigado?
-En este mismo momento sólo me importa Taka-san, el resto puede irse a volar un rato. Tezuka incluido.
-Curioso comentario.
-Ni se te ocurra apuntarlo, Inui, o algo que no quieres que se sepa aparecerá colgado en el tablón de anuncios-detuvo todo movimiento de coger su libreta-Mejor así, ¿no?
-Sí-contestó con una risa nerviosa.
-Akutsu-kun, niño del demonio, ¿qué haces levantado?-le preguntó en medio grito Kawamura al ver a Jin jugando a la consola.
-Vaya, Kawamura manda empleados, ¿acaso hizo lo que le pedí y volvió al entrenamiento?-contestó sin prestarle atención. De repente la televisión se apagó y se encaró hacia él-Viejo-murmuró amenazante pero su semblante pronto cambió-Se me hace extraño verte sin tu habitual traje-comentó burlón antes de empezar a toser.
-No me pareció apropiado ir al hospital con la ropa de trabajo, Akutsu-kun. Vine a prepararte la comida de parte de Takashi-dijo mientras caminaba hacia la cocina.
-Bah, con tal de que no me prepares una de esas mierdas para come-hierba me conformo, viejo-le siguió y se sentó en una de las sillas al tiempo que se sonaba la nariz. Se fijó en el padre de Takashi, parecía cansado y el que mencionara la palabra hospital y que Takashi no apareciera le dio mala espina-Viejo-le llamó-¿Pasó algo?
-No sabía que te preocuparas por alguien más que por ti mismo.
-Bah, aún por encima que pregunto-miró por la ventana preocupado. Se hizo un incómodo silencio, roto por el sonido del cuchillo tocando la madera.
-Sí que pasó algo. A Nami le dio un shock por culpa de la fiebre y está en el hospital. No puede respirar por ella misma, no tiene fuerza suficiente...-Jin sabía que Nami estaba enferma, el mismo Takashi se lo había dicho y había estado preocupado porque la fiebre no le bajaba, pero no pensaba que fuera tan grave-Me ofrecí a venir porque Takashi no parecía tener muchas ganas de nada-Nami era todo para Takashi, ni siquiera él era tan importante para el chico ardiente como su adorada hermana.
-Viejo-murmuró tras un silencio-Cuando termine de comer quiero que me lleves al hospital.
-¿Qué?
-Aunque no se lo crea, esa canija me cae bien por mucho que se meta conmigo.
-Y además le debes mucho a Kawamura, ¿no?-dijo la voz de su cabeza y Jin le dio la razón mentalmente.
-Al final Takashi va a tener razón contigo.
-¿A qué se refiere?
-Lleva como cinco o seis años diciéndonos que eres un buen chico a pesar de que aún os volvisteis a encontrar este año.
-Gracias a ciertas personas que le prohibieron a Kawamura de relacionarse conmigo.
-Y ya ves que caso nos hizo al final.
-Lo hace por mi madre, no por mí. Como bien has dicho, viejo, son demasiados años sin vernos.
-¿Me crees idiota, Akutsu-kun?-le puso una bandeja de sushi delante de él-¿Crees que no veo cómo se le ilumina la cara cada vez que te ve en el restaurante? ¿Cómo le brillan los ojos cuando se habla de ti? No sé lo que se cuece entre los dos a ciencia cierta, pero me lo imagino.
-¿Significará eso que tienes su bendición?
-Sólo espero que no le hagas más daño a mi hijo.
-Ni que lo hicieras aposta-comentó con sarcasmo.
-Me llevarás.
-Por supuesto.
-No era una pregunta después de todo.
-¿Chicos? ¿Qué-?-preguntó Takashi al ver a Syusuke y a Sadaharu entrando por la puerta de la habitación-¿Qué hacéis aquí?
-Queríamos saber cómo estaba tu hermana y cómo estabas tú-la madre de Takashi los miró agradecida desde los brazos de su hijo-¿Hay alguna mejora?-preguntó Syusuke mientras Sadaharu observaba los monitores.
-Según esto sus pulsaciones han subido un tres por ciento desde que ingresó, algo que seguramente se deba al respirador. Así mismo, la fiebre le ha bajado media décima, cosa que no parece indicar una mejora total, pero sí parcial.
-Takashi-kun, ¿ese amigo tuyo es médico o algo?-le susurró su madre en el oído.
-No, pero puedes fiarte de lo que dice, tratándose de Nami seguro que no falla-comentó mirándolo fijamente, sacándole un sonrojo a Sadaharu-Y en cuestión de datos es el mejor-Syusuke se sentó al lado de Takashi mientras Sadaharu seguía murmurando cosas para sí mismo-¿No teníais que estar entrenando? Mejor dicho, ¿no estabas castigado?
-Kawamura, no hay entrenamiento ni castigo que nos impidan venir a visitar a tu hermana-dijo Sadaharu. A Takashi le brillaron los ojos. Su madre se separó despacio de él y se levantó.
-Iré a la cafetería a tomar algo, no he comido desde ayer.
-La acompañaré-dijo Syusuke saliendo detrás de ella, dejando a ambos muchachos en la habitación.
-¿Estás bien?-preguntó Sadaharu.
-Mejor que ella, al menos.
-¡Oishi!-exclamó Eiji-¿Y Taka-san, Inui y Fujiko?-el mencionado miró de soslayo a Tezuka e intuyó una de las posibles razones de su estado de humor.
-Taka-san está en el hospital con su hermana-dijo Kunimitsu-Inui y Fuji fueron a visitarlo.
-¡Tezuka, qué mala persona! ¿Cómo nos puedes hacer entrenar sabiendo eso? No tienes alma-exclamaba Eiji correteando por las pistas.
-¿Has oído eso, Kaidoh? Inui-sempai está con Taka-san y ya sabes los rumores que existen-una pelota le pasó rozando su oreja derecha-¿Eso significa que no te importa?-esta vez le dio de lleno en la nariz-¡Ey! ¡Víbora idiota! Con un simple "cállate" bastaba.
-¿Seguro? Porque creo que no te callarías ni debajo del agua.
-¿Qué has dicho?
-¿Aparte de idiota, sordo?
-Capitán-murmuró Ryoma ignorando el alboroto que se empezaba a crear-Pido permiso para salir un poco antes de la hora para ir a visitar al sempai y a su hermana.
-Haced lo que queráis-murmuró antes de salir de las pistas hacia el vestuario.
-¿¡Qué demonios pasa con nuestro equipo!?-exclamó Suichiro.
-Sempai, creo que si Inui-sempai estuviera aquí diría algo como: "Creo que los titulares acaban de entrar plenamente en la adolescencia"-hizo un gesto como si se subiera las gafas antes de emprender el camino hacia el vestuario.
-¡Pequeñín! ¡Qué buena interpretación!
-¿Pero es que a nadie le preocupa la situación en la que nos encontramos?
-"Esto es ilógico"-murmuró Takeshi imitando a la perfección a Sadaharu, sacándole una risa a Kaoru, con el que estaba peleando en ese momento-Te has reído, vaya, me anoto un punto.
-¡Idiota!-exclamó Kaoru dándole un puñetazo en la cabeza y caminando hacia los vestuarios detrás de Ryoma.
-Pero te has reído-le reprochó siguiéndolo.
-Esto es un desastre-suspiró decaído Suichiro.
-No, Oishi, esto es una fiesta-terminó diciendo con una gran sonrisa.
-¿Qué?-preguntó desconcertado mientras Eiji se reía.
-Inui, ¿crees que mi hermana se pondrá bien pronto?-preguntó Takashi mientras observaba a Nami-Y dime la verdad.
-Si te soy sincero, si sigue a este ritmo y no se despierta pronto, puede acabar con secuelas pero se recuperará.
-Entiendo-susurró Takashi bajando la cabeza. Sadaharu caminó hacia el sofá y se sentó a su lado-¿No ha nada que pueda hacer por ella?
-Creo que estando aquí, a su lado, ya es suficiente Kawamura-contestó Sadaharu mientras lo abrazaba.
-Inui-Takashi se dejó abrazar, necesitaba el apoyo de un amigo tanto como respirar y quien más que Sadaharu, que lo había ayudado a pasar tantas desgracias, sobre todo, los exámenes gracias a sus explicaciones. La puerta se abrió y por ella apareció su padre y Jin, que se les quedó mirando con una mirada de puro odio-¡Akutsu! Papá, ¿cómo dejaste que saliera de cama?
-Quiso venir él, ¿y tu madre?
-En la cafetería con Fuji.
-Iré allí, entonces-tras una mirada a su hija, se fue de la habitación dejando a los tres jóvenes en silencio. Sadaharu soltó a Takashi por miedo de recibir una paliza debido a la mirada que todavía le lanzaba Jin.
-¿No te dije que no salieras de cama?
-¿No te dije que te metieras en lo tuyo?
-Es probable, pero pensé que habíamos llegado a un acuerdo.
-No recuerdo nada por el estilo-los ignoró a ambos y caminó hacia la camilla. Observó a Nami detenidamente. ¿Cómo podía estar aquella niña tan llena de vida y de mejillas sonrosadas, tan marchita y pálida?-No me dijiste que estuviera tan mal.
-Ni yo mismo lo sabía, esto me pilló tan de sorpresa como a ti-Jin y Takashi se miraron durante un largo rato y Sadaharu se sintió demás en la habitación.
-Iré con Fuji-sin dar ninguna explicación más, salió del cuarto y los dejó solos. Jin se sentó al lado de Takashi, ocupando el sitio de su madre, y suspiró.
-No soporto verla así-murmuró Takashi tapándose la cara con las manos.
-Mejorará. Es tan fuerte como tú.
-¿No era que te caía mal?-preguntó con una sonrisa ladeada.
-Tú me caes peor-contestó simplemente, apoyando su cabeza en el hombro de Takashi, sacándole una sonrisa.
-Gracias-le cogió la mano.
-No he hecho nada.
-Has venido estando enfermo y con mi padre, que no lo aguantas.
-Ya me lo compensarás-dijo mirándolo a los ojos. Como toda respuesta recibió un beso, que se vio interrumpido por una especie de jadeo. Ambos miraron hacia Nami, que se movía incómoda en la cama. Takashi se levantó como un resorte.
-¡Nami, tranquila, tranquila! Intenta no respirar con normalidad-ella lo miró agitada-Estoy aquí-le cogió de la mano-Confía en mí.
-Bah, no confíes en él-le comentó Jin desde detrás-Si sigues intentando respirar por tu cuenta te harás daño y después no podrás gritar como siempre-estas palabras parecieron tranquilizarla. Señaló a la habitación.
-Estás en el hospital, sufriste una recaída. Mamá y papá están en la cafetería junto a Fuji e Inui-la pequeña se sonrojó-¿Quieres que te lo traiga?-ella se sonrojó más.
-¿Qué me he perdido?-preguntó Jin desconfiando de ambos hermanos.
-A mi hermana le gusta Inui y al parecer es algo mutuo por alguna extraña razón que no llego a entender.
-Pero si es una cría.
-El año que viene entrará en Seigaku, no es tan pequeña.
-El tipo ese le lleva cuatro años-
-Me fío de él.
-Yo no. Con esas gafas parece un violador en serie.
-Sabes perfectamente que Inui no es así-Nami miraba a uno y a otro y le entraron ganas de reír, pero el tubo le hacía daño-Iré a avisar a un médico para que te lo quite, ¿vale? Akutsu, cuida de ella-salió por la puerta con tranquilidad y Jin se acomodó en la parte baja de la camilla.
-¿De verdad te gusta ese idiota?-ella lo miró con el ceño fruncido mientras asentía-Pero si es un loco de los datos, a ti te viene mejor alguien como Echizen-Nami le dio una patada-¡Vale, vale! ¿Y se puede saber qué le viste?-le brillaron los ojos. Señaló su cabeza-¿Listo?-asintió mientras señalaba sus ojos-¿Te gustan sus ojos?-otra afirmación. Ahora señaló su cuerpo-¿Está bueno? ¿Por dónde?-se ganó otra patada-¿Nada más?-Nami hizo el movimiento de subirse las gafas-¿Misterioso?
-¿Por qué no te apuntas a una de esas escuelas para niños con problemas auditivos? Pareces muy bueno identificando movimientos-comentó una voz detrás de él, que resultó ser el propio Sadaharu-Ya veo que despertaste Nami, me alegro por ello-miró los monitores-Ha bajado la temperatura corporal en tres décimas y las pulsaciones se han normalizado. Supongo que esto se debe a tu presencia, Akutsu.
-Tch, que sepas que estaré vigilando todos tus movimientos.
-Y yo los tuyos, Akutsu-murmuró a la vez que se subía las gafas-¿Qué tal estás, Nami?-preguntó mientras le cogía de la mano. Ella asintió débilmente-Te recuperarás pronto, te lo prometo-en los ojos de Nami se podía observar un brillo de felicidad que hacía mucho tiempo que Jin no veía, desde que él había vuelto a la vida de Takashi.
-¡Momoshiro!-exclamó Kaoru fuera de sí intentando que su hiperactivo compañero dejara de moverse en su asiento. Estaban subidos en el autobús que les iba a llevar al hospital-¿Podrías estarte quieto durante al menos un minuto?
-Pero si ya estoy quieto, Kaidoh. Te quejas por quejarte, ¿verdad? O será culpa del rumor sobre Inui-sempai y-la serpiente lo cogió de la pechera del uniforme y lo miró amenazante-¡Oh! Finalmente es eso.
-Mira idiota, tengo más cosas que hacer que aguantar tus tonterías. Si eres feliz, bien por ti, pero yo no te aguanto ni un segundo más-se levantó y caminó hacia la puerta trasera, presionó el botón y esperó a que se detuviera el vehículo.
-Momo-sempai, ¿no estás algo pesado con ese tema?-comentó Ryoma mientras bebía un refresco.
-Tch, es él quien se enfada cuando saco el tema-murmuró enterrándose en su asiento.
-¿Y no eres tú el que se enfada cuando ve que le afecta hablarle sobre él?-Takeshi lo miró expectante. El niño ese al que consideraba uno de sus mejores amigos, ¿tendría razón o sólo lo diría para picarlo un poco?-Mada mada dane, sempai-le tendió una Ponta y Takeshi la aceptó. ¿Se habría comportado como un idiota celoso?
-No, ¿celos de qué?-murmuró antes de abrir la lata.
-O de quién, sempai-dijo con una risilla.
-Respeta a tus mayores, niño.
-Mada mada-
-¡Cállate!-exclamó Takeshi algo mosqueado.
¿Se había celado de su sempai? ¿Tanto daño le hacía ver a Kaidoh enamorado de otro? El bus se detuvo y todavía faltaban dos paradas para llegar al hospital, pero él salió detrás de Kaoru. Cuando el vehículo volvió a arrancar, Ryoma pudo observar cómo sus dos sempais caminaban uno al lado del otro.
-"Supongo que esta vez has sido tú el vencedor, Kaidoh-sempai"-pensó Ryoma mientras terminaba su lata de Ponta.
-Vamos a ver cómo está esta niña-comentó un hombre de mediana edad entrando en la habitación del hospital, seguido de un alegre Takashi-Por lo menos ha despertado, eso ya es algo favorable-Sadaharu se apartó del lado de Nami y Jin se levantó de la cama-Bien, escúchame atentamente, ahora te voy a quitar ese incómodo tubo. Necesito que no intentes hacer fuerza o te haré daño-Takashi miró hacia otro lado, esas cosas lo ponían mal-Listo, procura no hablar hasta dentro de un par de horas o la garganta se te resentirá. Avísenme si ocurre algo-Jin tosió-Que tos más mala, será mejor que lo revise-Jin lo miró como si estuviese loco y después miró a Takashi amenazante-Sígame.
-Les acompaño-dijo Takashi. No quería un asesinato del médico de su hermana-Mamá y papá vendrán enseguida, Inui, te la confío mientras-cogió a Jin del brazo y lo arrastró fuera de la habitación.
-Te dije que no quería que ningún matasanos me viese.
-La culpa fue tuya por haber venido a un lugar lleno de ellos, para empezar.
-Esta me la vas a pagar, Kawamura, con creces-pero lo ignoró.
-Por aquí-los hizo pasar a una de las salas de consulta que había en esa planta-¿Edad?-Jin lo miró amenazante mientras se quitaba la chaqueta y el jersey.
-Quince-contestó Takashi por él.
-¿Cuántos días lleva así?-empezó a examinarlo. Takashi miró preocupado a Jin, eso sí que no lo sabía. Éste lo miró enfadado antes de contestar.
-Una semana.
-¿Síntomas?
-Tos, fiebre...
-¿Así no fue como empezó tu hermana, Takashi-kun?-preguntó interrumpiéndolo.
-Sí. ¿Eso significa que puede agravarse?-preguntó alterado.
-Nada más lejos-contestó riéndose-Este chico es fuerte, pero tendrás que tenerlo muy vigilado y que en ningún momento esté solo. ¿Y sus padres?-de un momento a otro el médico apareció en la pared agarrado de la pechera por Jin-Y-Ya veo.
-¡Akutsu! ¡Suéltalo!-exclamó alarmado Takashi. Se esperaba una reacción parecida ante la mención de sus padres pero no era justo para el médico. Tras empujarlo otra vez contra la pared, Jin se volvió a sentar en la camilla.
-Tch, necesito fumar.
-Creo que se te ha acabado lo de fumar-Jin miró atento a quien lo había dicho, que no había sido el médico-Estoy harto de que todo lo arregles acabando con tu salud. ¿Me oyes? ¡Harto! Así que harás todo lo que te ordene el médico que para eso tiene la carrera y tú te callarás y obedecerás de una vez-tras decir eso intentó respirar con normalidad-Doctor, tengo que hacer una llamada, ¿me dice dónde hay un teléfono?
-Al fondo del pasillo, Takashi-kun-dio media reverencia y se marchó de allí-¿Siempre es así de efusivo?-no obtuvo respuesta-Ya puedes vestirte. Te daré una receta para que te compres algo para la tos y la congestión nasal-el médico seguí hablando pero Akutsu no lo escuchaba. Se había quedado de piedra. ¿Desde cuándo Takashi le recriminaba las cosas con tanta seriedad? Y lo más importante, ¿a quién iba a llamar? Se vistió y recogió el papel que le tendía el médico-Aparte de esa gripe, tendrías que cuidar también a tu amigo.
-No es mi amigo-contestó antes de salir por la puerta a buscarlo. Lo encontró hablando animadamente por teléfono al fondo del pasillo-Ahí está-se acercó a él despacio hasta que pudo oír lo que decía.
-Te dije que un médico lo vería y así ha sido. No, no empeoró, él no al menos. Mi hermana. No te preocupes, ahora está mejor, no pasa nada. Ni se te ocurra venir, Akutsu no me lo perdonaría nunca. Le daré recuerdos de tu parte, Nami los agradecerá-se rió-Sí, está bien. Esperaremos tu regreso. Adiós-colgó el teléfono-¿Ahora te dedicas a espiar a la gente cuando habla por teléfono, Akutsu?
-¿Cómo sabes que estaba aquí?-Takashi negó con la cabeza.
-Saludos de parte de Yuuki-chan-murmuró antes de caminar hacia la habitación de su hermana.
-Oe, Kawamura, estate quieto-pero Takashi ni siquiera se giró y siguió andando-¡Mierda!-exclamó Jin y tras darle una patada a una pared caminó hacia fuera del hospital.
-"Tch, con el frío que hace y tengo que ir caminando al hospital. ¿Por qué tuve que saltar del autobús? Si Kaidoh me hablara aún bueno, pero me estoy calando y me aburro."-pensaba Takeshi mirando de soslayo a Kaoru.
-¿Qué miras?
-Nada-observó las baldosas por las que caminaban-¡Joder, Kaidoh! ¿Eres siempre tan callado?
-Sí-contestó secamente.
-Pues eso no tiene porqué ser así. Vamos, habla conmigo.
-Ni me interesas tú ni nada de lo que me tengas que decir-murmuró fríamente.
-No seas frío, Kaidoh, aún por encima que bajo para que no vayas tú solo, me lo agradeces así-Kaoru se detuvo y lo miró directamente a los ojos-¿Q-Qué pasa ahora?-preguntó nervioso.
-"Dios... ¿Qué me pasa? ¿Por qué me he puesto nervioso?"
-Uhm. ¿No viniste hoy en bicicleta?-preguntó Kaoru reanudando la marcha. Takeshi lo miró. ¿Había empezado una conversación? Se permitió sonreír.
-Otro punto, Kaidoh, ya llevo cinco y sabes lo que eso significa.
Todo ese asunto de los puntos había empezado unos meses atrás, durante el campamento de verano. Se encontraban tumbados en la hierba, descansando tras un duro día de entrenamiento. Estaba anocheciendo y eran los únicos que todavía no habían entrado en la casa para ducharse.
-Oye, Kaidoh. ¿Puedo hacerte una pregunta?-no obtuvo respuesta, pero viniendo de Kaoru seguramente era un sí-¿Te gusta Inui-sempai?
-¿¡A qué viene esa pregunta, idiota?!-exclamó incorporándose de pronto.
-Es lo que parece-Kaoru se volvió a sentar cabizbajo-¿Es cierto?-otro silencio afirmativo-Mira Kaidoh, aunque parezca una idiotez me gustas, así que quiero saber si tendré alguna oportunidad.
-¿Qué has dicho?
-No me hagas repetirlo-hubo un silencio muy desalentador para Takeshi.
-Sistema de puntos.
-¿Eh?
-Por puntos. Gánate mi confianza con proezas. A cada una que hagas, tendrás un punto. Cada tantos puntos podrás pedirme algo.
-Pensaré en ello-Kaoru miró hacia el suelo sonrojado-Ahora que lo mencionas sí, supongo que tendré que ir después a por ella.
-El instituto cierra en media hora.
-¿¡Qué!? No me dará tiempo. Supongo que tendré que dejarla allí toda la noche-Kaoru sonrió de lado-¿Qué te hace tanta gracia?
-Que hoy por la noche nevará-a Takeshi se le vino el mundo encima-¿Por qué te crees que hace tanto frío?
-No puede ser...Si vuelvo ahora quedaré mal con el sempai.
-Le diré la razón por la que no pudiste ir, el sempai lo entenderá.
-¿Harías eso por mí? Gracias-dijo mientras lo abrazaba.
-¡Ey!-exclamó intentando sacárselo de encima.
-Mi cobro por los cinco puntos-dijo sacándole la lengua y separándose de él-Iré corriendo al instituto, si puedo me pasaré por el hospital.
-Este tío...-murmuró siseante mientras recuperaba el camino al hospital. Por lo menos podía decir que su sonrojo era por el frío.
-Ah-suspiró Kunimitsu cuando llegó a su casa.
-¿Pasa algo, Kunimitsu?-preguntó su abuela apareciendo desde la cocina.
-Nada malo, si me disculpa-con una pequeña reverencia, se dirigió escaleras arriba, a su habitación. Necesitaba relajarse, quizá si observaba su estanque desde la ventana se calmaba, hacía demasiado frío para bajar a verlo.
Una vez tumbado en la cama pensó en Syusuke. Hacía poco tiempo que estaban saliendo, sexo incluido, pero siempre acababan discutiendo por cualquier tontería. Eso no hacía más que crearle dudas sobre la relación al capitán del equipo, por muy feliz que fuera a su lado no podían estar siempre discutiendo. Aunque nunca en público, Syusuke sabía que debían guardar las formas. Un pleito en público empeoraría las cosas todavía más.
Su móvil emitió una pequeña vibración, se le había olvidado quitarle el silencio. Era un mensaje de Syusuke.
-Perdona por lo de antes. La hermana de Taka está bien. ¿Puedo pasarme por tu casa? Te quiero.
Kunimitsu no le contestó inmediatamente, pero sí lo hizo. Con un escueto "estaré esperándote", volvió a guardar el móvil en el bolsillo de la chaqueta. Tenía que hacer los deberes antes de que llegara Syusuke o sino no le daría tiempo a nada y eso era un hecho.
-Pareces deprimido-comentaba Ryoma a un cabizbajo Jin. Se habían cruzado cerca del hospital.
-¿Quién te ha preguntado, crío de mierda?-preguntó de manera arisca.
-Oh, muy deprimido. ¿No deberías estar ahí?
-Vengo de allí, idiota engreído.
-¿Por qué no vuelves?
-¿Por qué razón?
-Kawamura-sempai seguro que se enfadó por una buena razón.
-¿Cómo-?
-Es fácil. Estás mal y evitas mirar directamente al hospital. Es lógica-Ryoma dio unos pasos-¿Vienes?-Jin lo siguió de mala gana.
-Taka-san, tengo que irme-dijo Syusuke apareciendo por la puerta-Debo arreglar algo que hice por la mañana.
-Está bien, gracias por pasarte. De verdad te lo agradezco.
-Sabes que por ti hago lo que sea, Taka-san.
-Gracias por acompañarnos-dijeron los padres de Takashi haciendo una pequeña reverencia, antes de fijarse en el estado de su hija.
-Ya despertaste.
-Me alegro tanto, mi niña-la madre corrió a abrazar a su hija y ella le devolvió el abrazo como pudo. Todavía se sentía débil.
-Hijo, ¿y Akutsu-kun?-Takashi miró hacia el suelo-Ya veo. Deberías ir a buscarlo, está enfermo, ¿no?
-No me importa lo que haga, ya no. Sólo le interesa matarse. Allá él. No me seguiré preocupando por él.
-¿Entonces puedo ir a tirarme por un puente?-comentó el propio Jin apareciendo detrás de Syusuke y tras él, Ryoma-Me tomo tu silencio como un sí. Adiós pequeña-Nami lo miró con comprensión y miró mal a su hermano.