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La diferencia entre el sexo y el amor por LoveShonenai

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Notas del capitulo: Bueno, éste capítulo trae mucho lemon y romance. Espero q les guste!

A Gravitation FF

La diferencia entre el sexo y el amor

Capítulo 2: Perdóname, Shu-chan

Yuki miró atentamente a su amado. Su cuerpo, su precioso cuerpo tenía ahora varias marcas producidas por su imperdonable agresividad. Se sentía un monstruo, un criminal, no podía ni mirarle a los ojos a su querido Shuichi.

Yu-Yuki…-cuando Shuichi pretende ponerse de pie, no pudo evitar caer al suelo, se sentía demasiado débil.-

¡Shuichi! ¿Estás bien? –dice Yuki, tomándolo entre sus brazos.-

¿Me…me odias? ¿Estás bien, Yuki?

El escritor estaba más que sorprendido. A pesar de lo que le había hecho a su amado pequeño, éste aún se preocupaba por él. Le miró tristemente y comenzó a llorar de impotencia.

Yuki, yo te amo…Solo puedo amarte a ti…nunca lo dudes…

Shu-chan, perdóname…

Con gran delicadeza, Yuki besó las manos de Shuichi, quien no pudo evitar sonrojarse.

Shuichi, eres…como una princesa…-le dice muy dulcemente el rubio a su amante.-

Yuki…-Lentamente, el Uke despojó a su compañero de la camisa que le cubría el pecho, para luego apoderarse de él con apasionados besos y lamidas excitantes.- Yuki, me estoy calentando... –menciona de manera sensual y pícara el pequeño.-

Bueno, creo que no tengo ni la más mínima intención de apagar el fuego…

Yuki…

Shuichi. Ai Shiteru, baka...

Dulcemente, como a Shuichi le gustaba, Yuki comenzó a recorrer el cuerpo de su amante, masajeando con su húmeda lengua los rosados pezones de su Shuchi, mientras que éste, totalmente encendido, gemía y gemía de placer ante las excitantes caricias de su amante.

Poco a poco, los besos de Yuki comenzaron a descender hasta el miembro del pequeño, que, al sentir la cálida boca del escritor atrapar su intimidad y provocarle cosquilleos en el, comenzó a retorcerse entre las sábanas, cada vez rogando por más.

¡Ahh! ¡No te detengas, Yuki!

Ante éste desesperado ruego, el rubio solo se limita a esbozar una lujuriosa sonrisa, subiendo su rostro hasta la altura de los labios de Shuichi.

¿Sabes? –Dice Yuki en forma de susurro.- Me vuelves loco cuando me ruegas por más…

Bésame, por favor, te lo ruego…

Y como si de orden se tratara, el rubio le brindó a su pequeña presa un beso muy apasionado, quien, con desesperación y excitación, abrazó con sus dos manos el desnudo pecho de su amante.

Te amo, nunca lo olvides…

Y yo a ti, Shu-chan…

Como si de un niño pequeño se tratara, Yuki abrazó con emoción a Shuichi, provocando que éste se quejara de dolor por las las pequeñas marcas en su cuerpo.

Yuki…se un poco más cuidadoso…

El rubio le miró con atención el cuerpo, mientras que Shuichi cambiaba su color moreno natural a uno muy rojo, avergonzado de que su hombre le mirara fijamente cuando se encontraba desnudo.

Tienes muchas marcas, lo lamento mucho…-se disculpaba nuevamente el ojidorado.-

¿Estoy horrible, verdad? –Dice decepcionado el chico de ojos violeta, derramando pequeñas lágrimas de insatisfacción.-

Para nada. Siempre eres igual de delicioso para mí…

¿Qué quería realmente Yuki Eiri? ¿Amarlo o matarlo? Ya de tantas palabras hermosas y tiernas dichas por el romántico escritor, Shuichi moriría de un infarto y BAD LUCK se quedaría sin vocalista.

Al ver el tierno sonrojo en las mejillas de su pequeño Shuichi, Yuki acaricia dulcemente su rostro.

Ya era hora, él realmente lo quería. Sin que Yuki se lo pudiera, Shuichi se colocó de espalda y el rubio, suavemente, comenzó a introducir su masculinidad en la pequeña cavidad de la inocencia del cantante, haciéndole gemir de un exquisito placer.

Shu-chan, me encanta verte así…

Yuki… ¡ah! No pares… ¡quiero más! ¡Por favor!

El hombre no pudo evitar emocionarse y agilizar el ritmo de sus envestidas. Simplemente le encantaba cuando Shuichi le suplicaba, se le veía tan lindo, como si fuera un pequeño gatito mimado.

¡Yuki! ¡Hazlo más…rápido!

Las súplicas del pequeño siempre lograban excitarlo. Eran como la música que deleitaba a sus oídos.Rápidamente las envestidas se hicieron más potentes, mientras que lágrimas salían de los ojos del pelirosado, los que fueron limpiados por los labios del escritor.

Yuki… ¡ah!

No llores, pequeño gatito…

Tras la última envestida, apasionados y largos gemidos de placer, la candente noche entre los dos fue finalizada.

Eres increíble, pequeño gatito. Cada día mejoras más…

Yuki, abrázame…-el chico obedece.- Yo…soy un gatito que necesita ser mimado…

Besando el lóbulo de su oreja, Shuichi esbozó una pícara sonrisa al notar el rubor en las mejillas de su amado.

Vaya, parece que he encontrado un buen punto débil…

Eres un tramposo, eso no se hace…-le recrimina Yuki con una sonrisa.-

Que hermosa sonrisa tienes…-menciona el hermoso cantante.-

Niño malo… ¿Quieres ser castigado, verdad?-le critica Yuki.-

Eso no estaría nada mal…

Yo…en serio lo lamento, Shu-chan…

No te preocupes. Además, siempre acabas complaciéndome con cada noche de sexo que me das…

Lo que yo te doy no es sexo, Shuichi…

¿A qué te refieres?

El sexo puede darse entre dos personas completamente desconocidas y sin un sentimiento especial de por medio. Yo nunca te he dado sexo…

Pero, entonces…

Esto es a lo que yo llamo…hacer el amor…

¿Hacer el amor?

Hacer el amor es cuando las dos personas entregan por completo su alma al ser que aman con locura, así como tú y yo.

Yuki… ¿en serio me amas?

El chico, como de costumbre, no contestó. El rubio se sentó en la cama y Shuichi le siguió, abrazando el desnudo cuerpo de su amado, mientras que éste le miró con ternura.

Ahora me doy cuenta de que no eres igual a Kitazawa-sensei…

Cuando fuiste para New York, fue para verlo… ¿no es así?

Quería enterrar de una vez por todo el pasado…pero no podía, hasta que llegaste tú…

Yuki…

Shuichi, quiero demostrarte que te amo tan en serio como tú me amas a mí…

Pero, Kitazawa-san…

Él era como mi hermano mayor, o al menos yo le veía de esa forma. Todo se dio de una manera cruel y eso ahora ya no me importa. Shuichi, en serio te adoro…

Pero, ¿estás seguro?

¿De qué?

De que realmente me necesitas…

Shuichi…-susurra a lo bajo el rubio.-

Yo…no quiero volver a llorar. No quiero que te vayas de mi lado de nuevo porque si no, ya no podría vivir soportando la soledad…Tú eres mi primer amor… y quiero que seas el único…-dice Shuichi de manera sincera.-

Tu también eres mi primer amor, Shu-chan…

Yuki…pero tu…

Se que he estado con muchas mujeres, pero jamás fue por un sentimiento especial. Todas iban y venían como unos objetos, pero tu eres totalmente distinto...y créeme que ninguna se compara contigo…

Shuichi estaba más que satisfecho. Yuki le amaba y ya no tenía por qué dudar. Con el amor que su amado le profesaba, no tenía necesidad de pedir más…

Oye, Yuki…Dime…¿Nunca has soñado con tener hijos?

Nunca he soñado con eso, pero si lo he pensado…

Ya veo. Sin embargo, si sigues conmigo, no podrías aspirar a algo como eso…Tal vez, si te hubieras casado con Ayaka-chan, tu…

Antes de que hubiera podido terminar la frase, el muchacho de ojos dorados le calló con un beso, el cual fue muy bien aceptado.

No digas tonterías, no necesito de una mujer para tener hijos…

¿Qué quieres decir?

Yo soy tuyo, ¿no es así? –Shuichi asiente.- Además, no tengo ganas de ser de nadie más y tampoco dejaría que tu fueras de otra persona…

No entiendo lo que tratas de proponerme…

Yuki sonrió graciosamente. En verdad que su pequeño amante era realmente inocente y distraído. Shuichi miraba atentamente a su compañero quien le mira y comienza a hablarle nuevamente.

¿No entiendes lo que estoy tratando de decirte?

Pues, no…

Bueno, entonces quédate con las ganas…

¡Yuki, no seas así!

Entonces, si quieres que te lo diga, tendrás que esperar a que regrese de América…

¿Qué? –El semblante juguetón de Shuichi cambia a uno completamente serio.- ¿Te vas?

Tengo una entrevista en América y unos asuntos pendientes con una editorial de New York por lo que estaré unos dos meses fuera…

Lo sabía, otra vez quieres dejarme solo…

Si pudiera, te llevaría conmigo, pero tienes conciertos que atender…Te prometo que ésta será la última vez que viajaré solo…

Yuki…voy a extrañarte…-le dice aferrándose más a él.-

¿Y crees que yo no, tonto?

Yuki…

No te preocupes, trataré de volver antes…

¿Cuándo te vas?

Mañana en la tarde…

¿Qué? ¡Es muy pronto!

Perdóname, Shu-chan…

Yuki…no quiero dejarte…

Yuki mira tiernamente a Shuichi, parecía un pequeño bebé al que tendría que abandonar y eso le hacía sentir mal, no quería dañar su corazón con mas separaciones, además él tampoco quería alejarse de su pequeño Shu-chan.

Si me lo pides, entonces renuncio al viaje…

¡No puedo! Es muy importante para tu carrera…-Yuki le mira con una inmensa ternura.- Si vas a ir, más te vale que regreses pronto o yo mismo iré a traerte a rastras…

Muchas gracias, Shu-chan…

Diciéndole esto, el atractivo rubio se apoderó del cuerpo de su amado nuevamente, sintiendo desesperadamente su calor, el cual extrañaría por mucho tiempo.   

Notas finales:

Gracias por los alentadores comentarios! éste capítulo está dedicado a ustedes.


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