-Veamos- comenzó Takito mientras me servía el desayuno y yo intentaba ignorarlo a toda costa- hoy tienes consulta con Yagami-kun y con L-san… tienes que hablar con tu hermana, tienes que….- dejé de escucharlo porque por fin había encontrado una canción en mi iPod para escuchar. De pronto solamente vi su mirada diabólica fijarse en mis audífonos y arrancarlos de mi lado.
-Deberías escucharme aunque sea solo un poco. Te conseguí tu dichosa diploma marca ACME para que pudieras decirle a toda la bola de locos conflictuados que tienes como pacientes que eres una doctora de verdad
-Pero…pero…- dije deprimida- so soy una doctora de verdad… solamente decidieron no darme un titulo que me avalara.
Su mirada cambió drásticamente. Se veía igual que nee-san cuando me regañaba… -eso es justamente lo mismo a no serlo. Así que ahora te friegas y me escuchas.- ¿Por qué me trata así? Yo soy un pan de Dios? –te estaba diciendo que ellos vienen porque necesitan terapia de pareja. Llegarán a las tres así que tienes que comer temprano.
-Ve a la pastelería en este momento muchacho Taki…- ordené de pronto. Su cara desencajada me indicó que no tenía la menor idea de que diablos estaba hablando. -¿Qué? L-sama ama los pasteles y si no tenemos lo sabrá… L lo sabe todo. Es como Dios…o internet.
-Eres un fracaso…
-Callate y dejame ser. Yo soy la que te paga- dije de pronto.
-No. Tu no me pagas… sabes que si sigo a tu lado aguantando todas tus tonterías es porque siempre lo he hecho y porque te quiero a ti y a tu hermana.
-Ahh… pero sobretodo estas aquí porque te proporciono diversión inigualable- sonreí
-Ehmm… bueno. Podría decirse…
-Te amo Takito
-No me digas Takito, bruja desgraciada… no soy un taco
-Dejame ser…- dije mientras sacaba un cigarrillo de solo- Kazekage- sabe-donde.
-Viciosa…
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El tiempo pasaba lentamente, asi que mientras el muchacho Taki arreglaba la casa, yo me dispuse a leer un poco, pero me aburrí y me puse a jugar “resident evil” mientras esperaba a que mis pacientes llegaran.
Quack…quack…
-Muchacho Takito. El timbre está sonando…
-Tu estás a exactamente cuatro pasos de la puerta. Yo estoy del otro lado de la casa- se qujaba mientras aparecía con un mandil y una escoba.
-Pero yo estoy en algo importante- dije mientras intentaba matar al zombie que me estaba comiendo la cabeza-
-Mentirosa…- dijo mirándome con recelo, al tiempo que abría la puerta y recibía a un guapo pero psicópata moreno y a un tierno y desgarbado chico de aspecto curioso.- Hola Yagami-kun,L-san…
“diablos… no se les ocurrió llegar cuando yo no estuviera tan ocupada… me van a matar porque ya se me juntaron todos esos cochinos zombies…” pensé intentando concentrarme, pese a la mirada que me estaba básicamente perforando la espalda.
-Tienes 3% de posibilidades de salir de ahí…te queda aproximadamente 5% de sangre según mis cálculos perderás en aproximadamente cinco segundos, pero si cuento todo lo que te he dicho van a transcurrir justamente…
-NOOOOO- grité al mas puro estilo Star Wars al ver ese enorme y rojo GAME OVER. Intenté recomponerme rápidamente para saludar a mis pacientes.
-Hola L-san, Light-san- me dirigí con decoro hacia ellos después que Taki les hubiera ofrecido algo de comer.
-Hola- dijo el castaño- dejame decirte que si tuvieras un Death Note hubieras salido bien librada de tu aventura con los zombies.
“psicópata” pensé mientras intentaba disimular el terror que sentí en ese momento. Si no les daba una terapia excelente el tipo me podría matar usando una pluma, y sin encajármela ni nada por el estilo.
-Bueno… pasemos al consultorio- dije dirigiéndolos.- Cuentenme que ocurre.
-El problema es que Light-kun cree que tiene razón el 98% de las veces cuando peleamos, aun sabiendo que realmente solo tiene 51%. No me respeta lo suficiente pese a mi intelecto superior, y encima quiere que use zapatos todo el tiempo aunque le he dicho cientos de veces que eso reduce mi capacidad de razonamiento en un 1.5%
“vaya… este hombre se queja en porcentajes… que divertido”
-Vamos. L-sama… no haga caso de lo que diga Light-san. Si usted quiere estar descalzo todo el día quedese descalzo.
-Pero…- dijo el moreno molesto- no puede comer dulce tras dulce todo el tiempo. ¿Tienes idea de cuanto dinero gastamos en la pastelería? Osea a este hombre le puede dar diabetes un día o le pueden salir caries. Lo que yo hago es cuidarle
-No es cierto. Ya te he explicado que el 79% del combustible de nuestro cerebro es glucosa, por lo cual yo no corro el riesgo a tener diabetes. Yo todo lo utilizo en mis inteligentes razonamientos.
-Maldita sea L. Deberías ser más responsable por ti. Te la vives comiendo dulces y golosinas con ese pretexto, pero no te das cuenta que eres susceptible a cualquier enfermedad. Esta probado que más del 80% de las personas que no engordan en la juventud, al llegar a los 40 o 50 sencillamente envejecen de gole y su metabolismo se va al diablo y tienen diabetes fumlminante
“Ohhh no sabía que existía la diabetes fulminante… creo que debo dejar los chocolates un tiempo” pensaba mientras los veía pelearse. Era particularmente entretenido ver a ese par pelearse porcentualmente hablando. Decidí sacar la cámara de video de mi bolsillo. Siempre es bueno tener una a la mano.
-el 50% de lo que como es para pensar, el otro es porque… me aburro de no avanzar.
-Ese es el problema. Te la vives comiendo. Ya casi no tenemos intimidad porque siempre hay moronitas de pastel o de cosas en la cama. No puedo vivir así… te lo estoy diciendo.
-Eres un inconsciente. Por lo menos yo no voy por la vida matando personas en un cuadernito negro que más parece una agenda de direcciones y no me va persiguiendo un shinigami que traga manzanas. ¿Por qué a tu shinigami no le dices nada?- estaba bastante alterado en ese momento. Al borde de las lagrimas si me preguntan
-Porque Ryuk no… espera. El shinigami no viene al caso en este momento. Estas arruinando nuestra vida sexual porque no dejas de comer y lo único que te preocupa es el shinigami.
-Señor L su pastel.- interrumpió Taki en la parte más interesante. Como lo odio en ocasiones.
-Gracias Takimoto-kun- dijo mientras comía el pastel -¿se les ofrece algo más?- me miró feo- Ayu-chan. No debería estar grabando esta clase de cosas.- en menos de lo que me di cuenta había tomado a Chuy la cámara. Y se lo había llevado.
-¿Por qué nos grababas?- preguntó light molesto, sacando una pluma de Kazekage-sabe-donde. Me asusté
-Para que vieran que sus peleas no valen la pena. Los dos se aman mucho y cuidan del otro. Es solo cuestión de que aprendan a hacer a un lado sus diferencias- mentí poco convincentemente. Sentía el sudor frío escurrir por mi espalda. Ese tipo increíblemente apuesto me podía matar en 1 minuto si se lo proponía.
-Vaya… no me había dado cuenta de eso- dijo L-sama convencido. Todos los musculos de mi cuerpo se relajaron. Centré mi atención en él- este pastel tiene nueces.
Casi me muero de la impresión. Yo que pensaba que diría algo para salvar mi vida y el muy… no tengo ni palabras para describirlo se estaba fijando más en una nuez. Light-kun me miraba malvadamente. –Nos grabaste, pero yo sabía que nos ibas a grabar, por eso no te interrumpi, porque yo sabía que tu sabías que yo no sabía que nos ibas a grabar y te seguí el juego para ver que diablos intentabas. Yo hice lo que tu creías que yo iba a hacer para que tu hicieras lo que yo sabía que harías si yo lo hacía primero pero sin que tu supieras que lo haría y asi hicieras lo que yo quería. Era parte de una estrategia maestra
-Light-san- dije temerosa- ¿me lo puede repetir? No le entendí.
Me miró todavía con más odio. Creo que aveces digo cosas que no debería decir en voz alta. Mi interlocutor se volteó y comenzó a reir como psicópata. De pronto, el de cabello negro se levantó y le lanzó un tenedor. Digo… por poco me vuela una oreja cuando intentó hacerlo y me imaginé ahí clavada en la pared junto con mi poster de Itachi-sama, pero no me atinó.
-Light-kun, ya cállate. No me dejas comer a gusto.
“Mierda… están a punto de matarme y a este tipo nada de importa… que frustración” suspiré.
-Lo siento amado L. Creo que esta chica tenía razón, y ponemos nuestras diferencias por delante de nosotros. Es una gran terapeuta aunque no tenga titulo.
-Eyyy- grité de pronto- ¿Cómo sabe que no tengo titulo? Cough. Cough… si lo tengo
-Es muy sencillo, casi elemental mi querida Ayumi-chan- dijo L. ¿Había sido educado por Sherlock Holmes o algo?
-¿Lo es?- pregunté desencajada
-Si. Ninguna terapeuta tiene 17 años y da terapia en su cuarto. Además que evidentemente no tienes idea de lo que es el psicoanálisis. Peor si lo analizamos el 7% de los terapeutas realmente tienen un concepto real de eso. Los demás solo lo adquieren de libros.
-Estoy de acuerdo amor… eres un genio- agregó Light
-Pero igual eres una buena terapeuta. Consejera matrimonial y lo que sea.
-¿en serio? Gracias. Para mi es un honor- dije ilusionada. Era una buena doctora sin título. El momento más feliz de mi vida
-Bueno… ya arreglaste nuestro matrimonio y a las 5 tengo que empezar a matar gente de nuevo. Tu sabes…ser Kira es extremadamente cansado. Hasta en vacaciones tengo que comenzar a matar…
-Pero es un trabajo noble y altruista cielo.- ¿Por qué L se veía tan enamorado de pronto?
Bueno no importaba. Había logrado salvar a una pareja y por sobre todas las cosas mi vida.
Vaya. Mi vida es tan complicada.
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En cuanto se fueron me desplomé en el sillón
-Muchacho Takito…traeme tres poderosos medicamentos.
-Es una adicta…- me reprochó. Le saque la lengua
-Dejame ser… después de estar con esos dos creo que soñaré en porcentajes y en “yo supe que tu sabias pero te hice creer que no sabía para que no supieras que yo estaba al tanto de quien sabe que”
-¿Ha considerado que debe regresar a la escuela y hacerse una terapeuta de verdad?- preguntó dándome un té de tila. Se lo lancé en la cara por el comentario.
-¿Cómo se te ocurre? Yo soy una doctora de verdad
-No. Eres una adicta al Valium y al Tafil que vive fumando y complicándome la existencia.
-Eres un desgraciado… pero cuando Light-san se volteó le robé un pedazo de Death Note, y yo sabía que tu me dirías eso, asi que te hice creer que no lo sabía…- comencé a reir maniacamente. Creo que en verdad trabajo mucho….