-Hola Hanamichi!
El pelirrojo se detuvo regresando su mirada hacia quien le saludaba, y al ver quien era se sonrió con camaradería. Estaba muy cambiado, pero ese frente a el era su mejor amigo.
- Yohei!! Hola... - se acerco a él abrasándolo y levantándolo del suelo con un gran afecto amigable.
- Jajaja, Hanamichi... me asfixias... jajaja - cuando el pelirrojo le hubo soltado, le regreso una mirada acristalada, su amigo, el siempre estaría ahí para apoyarlo.
- ¿Como estas?, ¿vienes del hospital?!!... me hubieras llamado para que te acompañara. - dijo pasando su brazo por sus hombros.
- Jejeje, tenias clases... jh... pero no es necesario que me acompañes, no muchos irían a mi lado muy cómodamente... - dijo cohibido, y es que era verdad, desde que se sabia que tenia, muchos le miraban con asco, incluso la gudam aunque no lo notaran tenían miedo de que los contagiara, con un simple apretón de manos, o con solo tocar algo que ellos poseyeran, como sentarse cerca de el o cosas así. En cambio Hanamichi era diferente, no necesito explicar que su enfermedad solo podía contagiarse por medio de sangre o contacto sexual. Hana le había apoyado, en todo...
- Que tienes... - pregunto al verlo triste - Acaso volvieron a decirte algo tus padres.
- No, me salí de casa, comparto departamento con Soni, el me esta apoyando en todo. Se siente culpable... pero no era posible saberlo... tu sabes... jajajaja, igual... dejémonos de eso... ¿Qué tal te va en la escuela ¡¡y el equipo!!
- JAJAJAJA...
Con una carcajada abierta y alegre Hana acompaño a su amigo a tomar algo. Llegaron entre charlas amigables al Danni`s donde muchos preparatorianos del shohoku acostumbraban ir, incluso Yohei recordó esos tiempo en que iba ahí con la gudam y Sakuragi. Esos tiempo que ya no volvería a compartir con ellos, pero... ¿acaso el tenia la culpa de su enfermedad?
Kaede Rukawa, el apodado Ice King (rey del hielo), era un joven taciturno y muy solitario, pero igual que todo se daba cuenta de las cosas que pasaban a su alrededor, aun que no siempre le llamaba tanto la atención como en esta ocasión, y era tal vez por que dicho rumor corría en torno a cierta persona contra la cual siempre le asemejaban en los chismes. Justo cuando terminaba su soda, levanto la mirada al comprobar que todos en el establecimiento habían callado, para ver con repulsión, miedo y asco a la persona que en ese momento entraba junto a cierto pelirrojo alborotador.
- Jajaja, No, como crees Yohei... - Yohei en ese instante le preguntaba a su amigo si había hablado ya con cierta persona que lo traía locamente enamorado. Pero callo dirigiendo una mirada furiosa a todos lo que en ese momento les miraban como una plaga - Ven, sentémonos por acá... - dijo tomando la mano de su amigo.
Yohei sintió un nudo atragantarse en su garganta, Hanamichi era tratado como el, solo por ser su amigo. Bajo la mirada siendo guiado por Sakuragi hacia una de las mesas justo en medio del local. Nadie les aparto la mirada en todo el trayecto, incluso podría escucharse el molesto aleteo de las moscas con tal silencio sepulcral que se había instalado en tal alegre lugar, pero el pelirrojo, como siempre explosivo les hiso reaccionar.
- ALGUN PROBLEMA...!!
Nadie dijo nada, solo volvieron a lo suyo, algunos decidieron retirarse del lugar, otros más, cambiaron de mesa. Yohei solo continuaba con la mirada abajo conteniendo el coraje que eso actos le causaban, ¿Era culpa suya? En la esquina del local, Kaede observaba de soslayo el espectáculo, el chico que siempre acompañan a Hanamichi, estaba muy cambiado, ese joven siempre sonriente y peligroso ahora estaba reducido a alguien patético y sucio a su parecer. Por que, era una vergüenza padecer esa enfermedad, a el que nada le llamaba la tención, en este caso le causaba asco. Mas que nada por que, Hanamichi fuera amigo de ese tipo.
Yohei portaba una chamarra negra, pantalones de mezclilla, sus ojos se veían hundidos y algo lagrimosos, su piel pálida y casi transparente, sus labios resecos y faltos de brillo, su cabello... jah... su cabello hacia unas semanas había comenzado a caérsele, portaba una gorra hacia atrás.
- Hana... creo que mejor deberíamos ir a otro lugar... - susurro, cohibido, era increíble que el dijera eso, jamás en su vida se había dejado amedrentar por lo que los demás pensaran, pero con el transcurso de los días, esas palabras no dichas y esas miradas acusadoras comenzaban a doler como las llamas.
- Pero Yohei... jh... - viendo a todos, se topo con la fría mirada de Kaede, bajo el rostro viendo a su amigos y sonriéndole se levanto - bien... solo déjame pedir algo para llevar... - se aparto de la mesa pasando por la de Kaede viendo como el chico se sonrojaba, no le tomo en cuenta aunque eso le alegraba - Deme dos sodas para llevar...
- Um... claro - la señora a cargo del establecimiento conocía a Sakuragi y sus amigos desde niños, por lo que le molestaba que las personas les trataran de esa manera - Aunque no es necesario que se valla, sabes que Yohei y tu son bienvenidos aquí.
- jajaja, no se preocupe, es mejor irnos... no queremos que tenga problemas con sus clientes... - tomo las sodas - aquí tiene, cóbrese...
- No, va por cuenta mía Sakuragi - dijo sonriendo con ternura... toma - le dio unos pastelillos - dile a Yohei que aquí tiene estos de mi parte, se que le gustan...
- JAJAJA, Gracias Saori - sama, es un amor... jajaja - entonces tomo todo y se acerco a Yohei y juntos se retiraron del local, otra vez ante las miradas indiscretas de los presentes.
Kaede se levanto, nadie le tomo en cuenta aun seguían mirando por las ventanas a Hana y Yohei.
- Sakuragi...?
Hanamichi se detuvo, Yohei igual, cuando regresaron a ver quien era, Yohei sonrió.
- Um... Estaré en el parque de haya... - dijo a su amigo tomando las bebidas y los pastelillos. Hacia un tiempo que Hana le había confesado su secreto, se sentía atraído por ese apuesto chico zorruno, pero no podían verse mas que como rivales.
- Ah... si... - dijo viendo como Yohei le dejaba a solas con el zorro, el cual al verlo retirarse se acerco - Ah... Que pasa Zorro?
- Eh... yo... me preguntaba si te gustaría... jh... un uno a uno... - dijo algo nervioso.
- Que?...
- En este momento no puedo zorrito, pero seria un placer en otra ocacion.
- No veo el por que no... puedes ahorrarte la vergüenza de estar con ese... solo ve como los miran...
- Por favor... es mi amigo del que hablas, Rukawa - dijo serio - ... pero que haces tu preocupado por eso... - contesto molesto.
- No es bueno para... para el equipo que estés con el... todos... todos saben que tiene sida.
- Valla, y desde cuando a ti te preocupa ese tipo de cosas.
- Jugamos juntos, si tienes algo que ver con ese... jh... no deberías ni volver a la cancha... esa cosa es contagiosa. Incluso tu amigo debería... - No término de decir nada más ya que Hanamichi le dio uno de esos famosos cabezazos que lo dejo casi atarantado. Se llevo la mano a la frente viéndolo molesto.
- sujetándolo de la camisa con coraje - MIRA BIEN MALDITO KITZUNE, YOHEI ES MAS QUE UN AMIGO PARA MI, ES COMO MI HERMANO, Y TU...!! JH... NO TIENES DERECHO A TRATARLO DE ESA MANERA, NO ERES NADIE PARA INCLUSO TRATAR DE HABLAR DE EL... - baja la mirada conteniendo la ira, no podía creer que esa persona hablara de esa manera - Sabes algo Zorro... - dijo soltándolo y viéndolo a los ojos con tristeza - Yo... jh... creí que eras diferente a las demás personas... no imagine que fueras tan racista... incluso llegue a... sentir algo por ti... creí que Haruko era muy superficial... imagine que eras diferente... pero me equivoque... jh... Mi amigo tiene "sida" si... pero no por lo que todos piensan... jh... el tubo un accidente... y no voy a decirte nada mas... por que no mereces que te explique nada... me das lastima - dicho eso se retiro dejando al zorro consternado.
XXX
- Yohei, sabia que ese joven estaba mas que enamorado de su amigo, apenas entraran a 2 que siempre lo andaba buscando y provocando... aunque le había caído muy de sorpresa saber sobre la homosexualidad de su casi hermano, pero como amigo lo apoyaría siempre. Al fin levanto la mirada saliendo de sus pensamientos, cuando vio al fin que Hanamichi se acercaba, le sonrió esperando una buena noticia, pero Hana no parecía muy contento, estaba tan rojo y tenso que levantándose pregunto - Hana... ¿todo bien?
- Um... - viéndolo sonrió - Jajaja, claro!!... venga... siéntate... ¿te han gustado los pastelillos? Saori-sama te los a obsequiado, seguramente están deliciosos.
- Ah.... Seguro... ¿Qué pasa Hana?... ¿Qué quería Rukawa?
- Eh... jajaja, nada ese zorro solo me recordó que hay entrenamiento esta tarde, nada mas... jajaja... - sonrió llevándose una mano a la nuca.
- Ah... imagine que se lo habías dicho ya... ¿pelearon... como siempre...? - Hana solo lo vio con tristeza - Ya quiero ver que te lleves mejor con el...
- Uh... no creo que el zorro ese quiera llevarse bien conmigo Yohei, - dijo bajando la mirada - tal ves a mi me atraiga, pero... no creo que yo a el... - sonrió de pronto viéndolo -jajajaja... olvidemos que te lo dije.
- Cuando has llegado a esa conclusión, apenas me habías dicho que tenias pensado confesarte, y que no importara lo que dijera, conseguirías que ese chico se derritiera por ti - dijo entretenido, Hanamichi se sonrojo - jajajajaja, ok... olvidare que lo dijiste - sonrió tomando de su soda.
XXX
La tarde se fue de prisa, el sol se había ocultado ya, el entrenamiento había sido mas cansado que otras veces, Hanamichi no se había presentado, Kaede se sentía pésimo "era su culpa" se repitió en todo el entrenamiento. Después de todo había dejado que sus celos hablaran por el, claro que lo sabia... desde ese encontronazo con el en la azotea que se había dado cuenta que ese pelirrojo explosivo le gustaba, su fuerza, su torpeza, su rudeza... suspiraba... pero no era de esos que aceptara fácilmente una verdad tan inverosímil. No, él no tenía que dar a conocer tal secreto. Suspiro cansado, se encontraba solo en el gimnasio, debía darse prisa para llegar a casa y no recibir una reprimenda de sus padre por llegar a esas horas, se había excedido nuevamente entrenando después del entrenamiento, pero solo así podía tranquilizar sus pensamiento. Al fin se ducho y cambio, camino por los pasillos desiertos y casi oscuros de Shohoku, se dirigió al estacionamiento donde estaba su bicicleta, y se inclino para quitar la cadena, ya estaba acostumbrado a andar solo a esas horas, tomo un atajo al salir del instituto, pero al cruzar una avenida una banda de maleantes se le interpusieron.
- Valla, valla, ya es muy tarde para que los niños anden por la calle... jajaja - dijo un tipo musculoso viendo a Kaede con lascivia.
- Kaede bajo de su bicicleta, sin mostrarles miedo, total no podían con el... era bueno peleando, incluso era un maestro en el arte de las broncas gracias a Sakuragi.
Eran 5 tipos, uno de ellos se relamió los labios viéndolo de pie a cabeza, Kaede sintió un escalofrió muestra del peligro que presentaba si se quedaba ahí. El tipo ese era alto, flaco y con aspecto enfermizo, fumaba sin apartarle la mirada, otros tres aparte del corpulento, uno portaba un tubo de acero y otro de ellos un arma blanca. Kaede apretó el manubrio de su bicicleta e intento esquivarlos, continuando su camino sin verlos, pero el tipo corpulento le detuvo jalándole la bicicleta.
- Devuélvela... - dijo serio viéndolo con esa mirada retadora y fría.
- AJAJAJAJAJA - el niño bonito es valiente jajajaja - se carcajeo el del cuchillo.
- JAJAJA - le siguió el del tubo acercándose por su espalda, vamos nene... solo nos tomara un momento... jajaja - colocando su mano en el hombro de Kaede el cual no llego a tocarlo por que ágilmente Rukawa le golpeo sacándole el aire. Los demás se acercaron ante ellos a excepción del tipo con facha de enfermo.
Librando así una furiosa batalla la cual estaba en desventaja, Kaede no podía solo contra los 4 tipos que se habían llevado su buena porción de golpes, pero la mayoría siempre gana, y un golpe en la cabeza con ese tubo de acero le hiso perder el conocimiento. Despertó adolorido en la oscuridad de un callejón, intento moverse pero se encontraba amarrado con los brazos a su espalda.
Se removió asustado pero un fuerte golpe en su rostro lo hiso caer al suelo nuevamente, y de dio cuenta de algo grave... ¡estaba desnudo!
- Jaajajajaja, ya despertó el angelito... jajajaja... jajajaja - por alguna razón muy cierta esa riza no le gustaba, cerro los ojos intentando soltarse de ese amarre - no lo intentes, estas bien atado.
- Déjate de juegos Oti, jodetelo ya...! - hablo una voz gruesa
- Yo te ayudo - menciono otro con voz chillona, parecían entretenidos, Kaede sintió como era levantado del cabello, frente a el estaba ese tipo que le golpeo con el tubo de acero, apretando el puño le escupió - Idiota!! - le golpeo directo en el rostro rompiéndole la boca, se aguanto el dolor que sintió, era como si una piedra de granito le chocara en el rostro, sintió el metálico sabor de su propia sangre en la boca.
- ¡¡IDIOTA!!! - Dijo una voz suave y a la vez escalofriante - no ves que es una lastima dañar tan hermoso rostro.
- Ya... si no lo haces tu, lo hare yo, has te aun lado, dijo otra voz a su espalda y escucho ese sonido tan particular de la cremallera - sintió un frio extremo cubrir sus cuerpo, sintió miedo por primera vez en su vida. Intento zafarse pero fue sujetado con fuerza por los otros tres colocándolo de espaldas al suelo, y pudo ver como esos cuatro hombre le veían con la lujuria pintada en sus rostro, todo parecía una vil pesadilla le vio con terror, y apretó sus piernas al sentir como ese corpulento hombre se las intentaba separar con fuerza lastimándolo - Ya, si peleas será mas traumático jajajajajaja aaaaaaah... ¡!! MALDITO - grito al recibir un golpe en el estomago, Kaede le había pegado con su pie apartándolo pero fue peor - sujétenlo, ahora vera este niño que ha cometido un grave error... - dijo mientras se masturbaba con alevosía...
Kaede fue sujetado de sus dos extremidades por dos de los tipos sin piedad, sintió ganas de gritar, la voz se le había ido de viaje. Sintió que el mundo se le derrumbaba... ¿Por qué yo?
La primera estocada en su cuerpo le dolió en el alma, sus ojos siempre fríos, miraban atentos sin poder creer lo que le pasaba. Era como ver una película aterradora, no escucho mas voces, cerro los ojos, sus lagrimas brotaron sin compasión, cuando creía que no había pasado lo peor, uno de ellos le metió algo asqueroso en la boca abrió los ojos alarmado.
- Lamelo!!... AH... Vamos nene... disfrútalo... aah...
Sintió ganas de vomitar, jamás había tenido algo así en su boca aparto el rostro con repulsión pero el frio metal de una navaja se coloco en su cuello, era el infierno, esas fuertes estocadas en su ano lastimado, abrió la boca sin otra opción, sintiendo acurdas al sentir el salado y amargo sabor de esa cosa asquerosa en sus boca, algo caliente escurrir por sus piernas. Escucho risas mientras se turnaban para penetrarlo, "era virgen el niño Jajajajajaja".
Al final, lo soltaron y se dejo caer tembloroso en el sucio lugar, no había soltado un solo mormullo, había llorado si, pero ellos no podían verlo por la oscuridad de la noche. Al fin se cansaron de el... pero no era suficiente.
- Bien chicos, han dado un gran espectáculo para mis ojos... marquemos a nuestro chico que les parece - dijo ese hombre de voz suave y escalofriante - démosle algo para que nos recuerde - los tipos rieron entretenidos, y entonces Kaede vio por desgracia el rostro del tipo que tenia llagas en el rostro de sangre coagulada, todo a la luz de esa mañana que comenzaba a llegar, ese hombre de aspecto enfermizo se acerco a el, bajándose el cierre, Kaede tembló intentándose levantar pero no tenia fuerzas de nada. - No tengas miedo bonito... jejeje
- NO!! - sollozo viéndolo asustado, el rey del hielo... si, el que no siente, el que no le importa nadie ni nada, ese que era tan inalcanzable, sentía miedo - ya no!!! - su vos tembló cuando ese tipo le acaricio el rostro.
- Mira nada mas como te han dejado estos brutos - dijo con falsa lastima.
- Jh... jh... por favor... jh... - cerro los ojos dejando que sus lagrimas escurrieran a caudales, temblaba como una hoja.
- tranquilo, tranquilo - dijo con su voz suave y falsa, "tan molesta", tan repulsiva, tan asquerosa - chicos levántenlo.
Así lo hicieron, Kaede sintió como le alzaban y le colocaban de espaldas al tipo que al parecer estaba más que excitado. Algo se rompió en su interior cuando lo sintió entrar en su cuerpo, de pronto las lagrimas no servían de mucho, se había secado completamente, dejo de escuchar voces justo en ese instante en que sintió como algo caliente llenaba su interior.
La luz del día llego al fin alumbrando ese oscuro callejón lleno de basura y mugre, se hallaba solo, desnudo, atado... y muerto... si, muerto en vida, se hiso ovillo con la respiración acompasada.
El tiempo se detuvo y al fin cerro los ojos perdiéndose en la inconsciencia.
Continuara..............