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¿¿¿Quien es el mejor??? por Diosa del viento

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Notas del capitulo:

 

Nuestros caballeros enamorados padecen todo lo que pasa a su alrededor y no pueden evitar soltar alguna lagrima por su amor no correspondido.

Está un poco corto pero espero que les guste

 

 

Capitulo: 19: Sufriendo por amor

 

Hyoga fue a buscar a Ikki y sabía que el único lugar al que podría ir seria al templo del amor del fénix. El santuario estaba completamente en silencio, aun los caballeros permanecían en la fiesta, tanta tranquilidad daba miedo. A lo lejos deslumbro una sombra, sentada en las escalinatas de la sexta casa, se acerco a ella y no dijo nada, solo se sentó a su lado, esperando que el otro hablara primero

 

-No lo entiendo –Dijo el moreno después de una larga pausa

-y yo no te entiendo a ti –respondió el ruso

-¿a qué te refieres?

-Vamos, tu sabes que ese rubio no es un santo ¿no fue suficiente que te ignorara? ¿Necesitabas verlo en acción? Además no eres premio de consolación, como para que fueras por él con los brazos abiertos después de que afrodita lo rechazo… -Hyoga dijo todo de un solo golpe y no le dio tiempo al fénix para que tragara cada una de sus palabras

-¿y que querías que hiciera? No iba a permitir que fuera objeto de burlas en los siguientes días… -Ikki reacciono con ira, pero al mirar los ojos de Hyoga no pudo reprimir un sollozo

-darte tu lugar… y no dejar que el que sea objeto de burlas seas tú, todo mundo se dio cuenta de cómo te rechazo él a ti

 

Ikki guardo silencio, ya no sabía que decirle a ese chico irritante pero que tenía toda la razón. Recordaba todos los momentos que había pasado con el hindú, desde su primer encuentro en batallas y como lo rescato aquella vez, hasta los momentos de diversión que tenia con él a solas y en las fiestas ¿Valía la pena todo aquello, por lo que estaba sufriendo ahora?

 

 

Shun veía borroso por el placer que sentía, proporcionado por el patriarca, quien disfrutaba que todos admiraran el espectáculo que daba con el pequeño ojiverde. Andrómeda ya extasiado, giro violentamente para que la tortura de los dedos en su interior acabara y su entrada fuera ocupada por algo más grande y jugoso. Pero las bebidas le hacían pasar un mal juego y en lugar de ver al patriarca miro a su amigo rubio.

 

-¿Qué pasa Shun? ¿Quieres más? –pregunto el patriarca al ver el giro veloz del chico

-¿Shion? –Interrogo el virgo menor, todavía mirando los ojos azules de su amigo

-sí… No me digas que te vas a arrepentir… tú fuiste el que inicio esto –afirmo el patriarca ignorando las visiones del menor

-te amo –dijo Shun acariciando el cabello del otro –no me arrepiento de nada…

-¿Shun estas bien? –cuestiono el maestro de Mu ante la confesión del otro

-No lo sé… solo déjame sentirte como aquella vez… por favor –Andrómeda aun veía a el cisne, admiro su cuerpo, tan atractivo –No me importa lo que suceda, si mi hermano se entera… si los demás dicen algo, no me importa, solo ámame

 

Shion desconocía lo que sucedía en la cabeza de su acompañante, no le gustaba aprovecharse de las personas de aquella manera; pero era una oportunidad única, se notaba que el corazón de Shun ya tenía dueño, y probablemente pronto se entregaría a aquella persona y tal vez nunca más lo podría tenerlo entre sus brazos. Así que decidió seguir la corriente

 

-Yo también te amo –dijo el patriarca besándole la frente

-¿enserio? –pregunto asombrado el menor mientras abrazaba a Hyoga

-claro ¿Cómo podría no hacerlo?

-pero… -Shion interrumpió al menor con un beso para que no hablara más

 

 

Kannon dejaba que Libra lo desnudara poco a poco mientras repartía besos al paso que la piel quedaba al descubierto. Su mente no estaba clara, solo podía cerrar sus ojos y tratar de no pensar en nada. Dohko noto que su amigo estaba raro, el estar tan callado, pensativo; trato de que sus caricias lo pudieran sacar de su mente, pero solo veía su rostro taciturno, con aquellos ojos cerrados

 

-Kannon –dijo en un susurro el antiguo maestro

 

El dragón marino no respondió, solo abrió los ojos y la primera imagen en la que se enfoco fue en la de su gemelo, abrazando a Mu. Unas lágrimas resbalaron por sus mejillas. Ya lo sabía, desde tiempo atrás, todo lo que sentía su gemelo por el chico de Jamil; pero nunca le había afectado, nunca, hasta que Shaka fue a su templo y decir en aquel estado de shock la relación formal de su hermano. Tal vez no lo quería aceptar, pero era ya una realidad. Dohko miro como las gotas saladas brotaban de los ojos de Kannon, siguió su mirada y se encontró con la misma imagen que el dragón marino; Saga y Mu abrazados mirando la fiesta. No entendía bien que sucedía, pero no era bueno que su amigo estuviera así

 

-Vámonos –dijo libra volviendo a acomodar el kimono del gemelo

-¿Qué? –Kannon volteo a ver a Dohko sorprendido

-vamos a mi templo… creo que es mejor estar a solas –respondió con una sonrisa

-Gracias –fue lo último que pudo decir ayudando a acomodar su kimono

 

 

 Hyoga miro al fénix, su semblante se debilito ¿Cómo alguien tan fuerte se podía ver así? El rubio estaba molesto tanto con Shaka como con Ikki, era imposible que por un mal de amores se comportara así, tan frágil, tan débil. Y lo que más le molestaba es que el no podría hacer gran cosa para poder cambiar el corazón del moreno.

-Vámonos de aquí –dijo el pato

-pero… -los ojos de Ikki comenzaban a cristalizarse

-se que quieres hablar con él, que quieres mirarlo a los ojos, con la esperanza de que él diga “me equivoque” pero no es buena idea, ya te dije, ten algo de orgullo –Hyoga no lo miraba, se imaginaba perfectamente el rostro de su amigo –aunque si no quieres, quédate, humíllate

El rubio se fue, sin mirar a tras, le dolía hacerlo, pero el fénix tenía que tomar una decisión. De pronto escucho unos pasos atrás de él, giro a mirar, e Ikki se detuvo, lo miro y no soporto más y comenzó a llorar, sacando toda su frustración, el odio, el enojo, la decepción y el dolor que sentía. Hyoga fue con él y lo abrazo, alejándolo del camino, por si alguien los veía.

 

 

Kannon y Dohko entraron al séptimo templo, Libra lo llevo a su cama y se acostó, esperando que el dragón marino hiciera lo mismo, este solo se sentó en la cama y lo miro, estaba agradecido por sacarlo de la fiesta, no sabía qué hacer, necesitaba contar todo lo que sentía, pero no quería involucrar a su hermano,

 

-dime tu secreto –dijo libra –no le diré a nadie

-como quisiera… -respondió Kannon

-¿Qué sucede con tu hermano? –interrogo el antiguo maestro ignorando las palabras de su amigo

-es algo incorrecto… -el gemelo sonrió –que bien me conoces Dohko

-algo… hemos estado mucho tiempo juntos y creo que es momento de que me digas el secreto que está en la casa de géminis –Dijo Libra

-El único secreto que hay es… amor –dijo el invitado reprimiendo las lagrimas

-¿acaso crees que es malo el amor?

-no… pero en este caso… – los sollozos comenzaron a escucharse. Dohko se acerco a él gemelo de Saga para abrazarlo y poco a poco quedar acostados en la cama

-¿él lo sabe? –pregunto libra acariciando el caballo de su acompañante

-Si –contesto entre sollozos

-¿te correspondió?

-Si –volvió a decir Kannon –y no solo es el problema de que seamos hermanos, es Mu –Dijo antes de que Dohko formulara la pregunta –no lo odio, de verdad lo quiero, el hace tan feliz a Saga… lo único que quiero es que él sea feliz… pero a pesar de mi decisión… no puedo evitar que me duela –Las lagrimas volvieron a brotar con mayor fuerza, por fin pudo sacar sus sentimientos. Libra ya no dijo nada, solo lo abrazo mas fuerte convirtiéndose en paño de lágrimas

 

 

Aioria miraba todos los espectáculos de la fiesta, se estaba poniendo caliente, así que miro a su alrededor en busca de un compañero, pero nadie se le apetecía en ese momento. Miro a Shion y se dio cuenta de que Shun actuaba extraño, la forma en que se entregaba, le hiso recordar cuando él se entrego de aquella manera; Giro su cabeza bruscamente hacia la esquina y miro a Milo, besando a Piscis con aquella experiencia suya con la cual lograba que cualquiera con el que estuviera se entregara como ahora lo hacia Shun. Se dirigió hacia Camus y se sentó junto a él, los demás en la mesa no se percataron ya que admiraban a alguna parejita

-Camus puedo hablar contigo –pregunto Aioria en un susurro

- no pienso hablar contigo de mi relación con Milo –Dijo tajantemente Camus sin siquiera mirarlo, mantenía su vista en el rincón

-… -Leo se contuvo de soltarle una grosería a Camus y solo dijo –por favor

-Escúchame bien Aioria… la historia te la sabes de memoria, de eso estoy seguro. Solo te diré que no te conviene, están bien así…a ti nunca te trato como me trato a mi… y eso que él me amaba. Piensa en eso –Camus dijo todo aquello sin mirarlo

Aioria se quedo atónito digiriendo cada una de las palabras que acababa de escuchar y lo único que pudo hacer fue irse

 


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