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:::: LABIOS COMPARTIDOS :::: por KUCHIKI HIWATARI

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Notas del capitulo:

bien aki de nuevo, perdon por la tardanza, pero es mi tabu actualizar hasta los 20 review.
ne ne a1sasuke no me golpees aki esta la continuación espero que les agrade porque a mi me encanto tenía muchas ganas de escribir esta parte fundamental en la historia.

DEDICADO A NATILLA POR SU CUKMPLE Y A A1SASUKE (niña ese manga es hermoso)

LOS PERSONAJES DE NARUTO NO SON MIOS... LÁSTIMA SINO LA SERIE SE LLAMARIA NARUTO YAOIPUDEN JAJAJA ¬¬...

La canciÓn:
Cuando tus ojos me miran de Franco de Vita (petición de la chica por la que fue hecho este fic)

Pero no puedo más
Compartir tus labios compartir tus besos




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Desfile de Moschino Cheap and Chic en la Semana de la Moda de Milán
PROMISE





-Gaa…chan…- Leía aquel sobre una y otra vez con nerviosismo desde el momento que tuvieron que hacer una escala por el clima, estaba contra tiempo y no sabia como tranquilizarse, daba vueltas en la suit donde fue alojado, le habían dicho que cualquier cosa le avisarían y ya había pasado una hora de aquello.


-Señor… - se oyó una voz del otro lado de la puerta eh inmediatamente colocó aquella invitación sobre el buró y corrió a abrir la puerta


- ¿Ya vamos a despegar? – fue la pregunta que le lanzó a la aeromoza que estaba plantada en la puerta con una sonrisa mal fingida


- Lo siento – contestó nerviosa – a pesar de que las condiciones son estables, uno de los motores esta fallando y no queremos que haya algún percance, es por la seguridad de los pasajeros porque en Aerolíneas Konoha los pasajeros son..


-Ya entendí… ya entendí… - interrumpió a la chica antes de que diera otro discurso como cuando abordo el avión - sólo quiero saber ¿Cuándo despegaremos?


-Mañana por la mañana señor


-¡¡¿Qué?!! – exclamó exaltado


-Lo sentimos mucho, pero le aseguramos que por la tarde estará en Milan por que en Aerolíneas Kono…


- ¡YA ENTENDI!! – Frunció el ceño y la miró de mala gana – Espero que así sea…


Cerró la puerta y se quedo pensativo, volverían a despegar por la mañana, pero eso no le causaba ninguna tranquilidad ¿Qué pasaría si no llegara a tiempo? – De seguro me regañaras como acostumbras – sonrió de medio lado, se acerco al ventanal que tenía una gran vista a la ciudad y recargó su frente en el fino cristal, cerró sus ojos y recordó la primera vez que había estado en una suit tan elegante.





….había sido con él…




¿Por qué aún eso le causaba ese hormigueo en el estomago?



La respuesta era simple… Porque lo amaba y pronto lo volvería a ver






Alboroto sus cabellos y camino directo a la cama donde se dejo caer respirando hondo, aquel recuerdo era agradable, ese día le había hecho aquella propuesta, la que pelinegro había aceptado sin dudarlo.


Todo con él había sido diferente como cuando tienes un bebe en casa y tienes que actuar como un completo idiota para que todo salga bien, además de que ese bebe de alguna manera gana tu corazón y después es muy difícil separarse.


De tal forma él había tomado muchas veces las decisiones importantes y no las tan importantes porque su bebe estaba aprendiendo a caminar y a sonreír, pero aquel día su bebe se había hecho un niño grande, travieso y decidido, lo había citado en aquel hotel lujoso para comenzar una nueva vida donde por primera vez se sintió el hombre más feliz del planeta.

Su corazón latió fuertemente al traer a su memoria esos momentos y también trajo el primer día que se vieron, lo recordaba tan bien que podría hacer un libro.







Ya lo sabia lo sospechaba desde el primer día
Pero temía que en tus brazos yo me quedaría





De fondo estaba la canción que más le gustaba al moreno, el burdel estaba aún vació, era temprano y había tenido una noche muy difícil con un sujeto que tenía fantasías muy extrañas, eso en medio del tarareo le causaba risa.

-Ponte a trabajar o ella te va a moler a palos – dijo Zabuza limpiando algunas copas

-¿Qué pasa Zabu?... la vieja no seria capaz

-¿De qué? – de pronto pregunto una rubia ocasionando escalofríos en los presentes

-De nada mi estimada jefa – Sonrió Sai alineándose correctamente

-Pensé que de nuevo estabas hablando de mi – lo miró muy segura

- No… no mucho – le soltó

-¡¡¡¡SAI!!!! – Gritó furiosa ocasionando que todos la voltearan a ver

-Ya… ya lo siento vieja… Sólo estoy cansado y me gusta hacerte enojar, me da energía… - bufó y bostezo

- Si me di cuenta de la clase de cosa que te llevaste ayer a la cama –contestó bebiendo de golpe la copa de vodka que Zabuza le había puesto en la barra

-Bueno pero tenía mucho dinero… además no fue tan aburrido, es un diseñador se la paso hablando de los desfiles de no se que, de no se cuando… bla bla bla

-Le hubieras pedido consejos para vestirte mejor…- le susurró

-Pero si me visto extremadamente sexy… soy lo mejor de lo mejor – alardeó – además eso de las pasarelas y modas no es para mi, no me imagino estar en una… ha de ser aburrido ver chicos con cosas extravagantes…

-Pues espero que “lo mejor de lo mejor” atienda a esos clientes que acaban de llegar – le señalo a unos jóvenes empresarios que acababan de entrar


-Pues vas a ver – Arregló su ropa y volteó a ver a ver al cantinero - tú también checa Zabuza, los tendré dándole dinero a esta vieja tacaña en menos de 15 minutos

-Eso veremos…



Comenzó a caminar sensualmente hasta la mesa 7 donde se encontraban aquellos jóvenes que reían sin parar y entonces sin que se percatará muy bien en que momento su vista se desvió a la entrada donde un chico de cabellos rojos caminaba a paso lento y entonces todo se detuvo, como si algo le atrajera hacia aquel joven dejo su camino hacia donde se dirigía y se acercó a aquel chico que se había sentado en una de las mesas de la entrada.





Y sabia que de pronto todo cambiaria





-¿Estas perdido? – le susurró e inmediatamente sus ojos chocaron con los aguamarina que nunca sacaría de su vida


Y otra vida empezaría





- Yo… eto… ahh..- su mirada era fuerte e intensa pero sus palabras o más bien el intento de decir alguna palabra mostraban algo muy diferente


-Tranquilo – le dijo sujetándolo del hombro de aquel pelirrojo

-No… no me toques – se quitó instantáneamente y empujo al pelinegro para salir corriendo de aquel lugar

- Espera… oye… - le gritó pero el pelirrojo no se detuvo.




Es que ya lo sabía que robarías mis noches y mis días
Me lo temía que ni queriendo yo te olvidaría



Desde aquel momento todas las noches lo recordaba, aquellos ojos en verdad se le habían clavado pero no tenía una explicación para aquello, pero en verdad le tenía inquieto y no podía olvidar ese nerviosismo al salir corriendo.



Pasaron varios días después de aquello. De nuevo lo volvió a ver en una de las ocasiones en las que salía de atender a uno de sus clientes, cansado se dirigía a su cuarto y lo vio ahí sentado en la barra con una copa de vino entre sus manos.

- Pareces en verdad perdido… - le dijo sentándose a su lado

-De nuevo tú… - sonrió y bebió de su copa, tenía los ojos rojos quizás por la reacción a la bebida o por haber llorado - Hola…

-La última vez te fuiste demasiado rápido – le sonrió y le pidió a Zabuza un vaso de agua

-¿Agua?

-Si, Tsunade no nos deja beber en hora de servicio

- ¿Tsunade? – volvió a preguntar

-La dueña de este burdel

-Tu trabajas de… - le costaba ya trabajo articular las palabras

-Seee, es buena la paga y…

- Vaya … - dijo aquello y puso varios billetes sobre la barra – Lo siento debo de irme, no tengo tiempo para seguir estando aquí… él va a buscarme y no será bueno – se puso su chaqueta y salió del lugar dejando al pelinegro ahí sentado.

-No eras mudo… - susurró y de golpe bebió el contenido de la copa que había dejado a la mitad aquel chico.




Pasaron de nuevo muchas días antes de que le volviera a ver pero de esas tantas noches ahí estaba en la barra bebiendo una copa de vino y sin desaprovechar la oportunidad el pelinegro volvió a acercársele.



- ¿Sigues perdido? – se sentó a su lado y el pelirrojo de inmediato lo miró

-¿y tú no te cansas de preguntarlo? – le dijo seriamente, esta vez no estaba tan ebrio y parecía molesto, pero era como si no lo diera a notar, como si lo guardase y pusiera una careta que diera la impresión que estaba sereno

-No… aunque ahora creo que estas molesto… - le afirmó

-¿Tú también dirás que me conoces, que soy tan idiota para no saberme comportar? Preguntó como reprochándoselo

-No podría decir eso… en realidad esta es la tercera vez que te veo, no te conozco, pero no creo que seas ese tipo de persona…

-Pues lo soy…- lo miró firmemente… - soy un hipócrita que sabe mentir tan bien… por eso no hables de mi como si me conocieras por que entonces eres un mentiroso

-No fue esa mi intención …- esas palabras habían sonado tan hirientes para el mismo, que en ese momento tuvo tantas ganas de abrazarlo y decirle que no era verdad, pero no podía hacerlo porque no sabia cual era en verdad su sufrimiento

-Eres igual que todos, ellos siempre dicen que no fue su intención pero me obligan a ser cada cosa y yo… - se detuvo y respiró – ¡¡Eres un idiota!! – le gritó levantándose de su lugar

-oye, yo espera – lo tomó por el brazo para evitar que se fuera

-No me toques – forcejearon un poco – nadie me conoce, no digas que… ni yo mismo, déjame… déjame en paz… –despacio Sai lo soltó al escuchar sus palabras y dejarlo ir

- ¿Qué ocurre contigo? … - pronunció

- ¡Sai! –Salió de su confusión al oír su nombre de los labios de Zabuza quien le llamo extendiéndole una cartera de piel, era fina y tenia grabados tres letras – Tú cliente la olvido, regrésasela cuando lo veas de nuevo recuerda que Tsunade no quiere problemas

-S…N…G – Susurró y la guardo en su chamarra – Gracias Zabu.





Y sabía que todo empieza y todo se ilumina
Cuando tus ojos me miran






Noche a noche el pelinegro esperaba que aquel chico entrara por aquella puerta que ahora se le hacia tan grande, al principio pensó que regresaría al día siguiente por su cartera, pero no fue así, parecía que aquella noche había sido la ultima que en que lo vio, pero no poseía olvidar aquellos ojos, aquellas palabras, tenía el don de que cada vez que hablaba le dejaba clavado en el corazón nuevos sentimientos.


-Hoy tampoco vendrá… - le dijo Zabuza mientras le servía un vaso de agua

-Parece que no…- lo bebió lentamente

- Debes tener cuidado… ese chico no es para ti… - le dijo al ver la mirada triste de su amigo

-Sólo es por su cartera, además nada más lo he visto tres veces – rió y lo miró– No podría sentir nada por él, creo que estas imaginando cosas Zabu

- Podrías hacer abierto su cartera y llevársela a la dirección que ahí este, o mandársela pero no lo has hecho



Tenia razón desde que obtuvo esa cartera todas las noches la miraba o tocaba la suave piel del forro y las letras grabadas pero no se había atrevido a abrirla desde que él, la había olvidado porque abrirla significaba romper aquella ilusión que tenía de volverlo a ver, y eso por tonto que sonará era una posibilidad.


Había pasado ya muchos días y no había mostrado acto de presencia nuevamente, esa simple cosa lo tenía mal, no estaba trabajando como siempre y eso le había provocado demasiados problemas con la dueña y consigo mismo porque no podía conciliar el sueño.


Tomó la cartera y la comenzó a abrir lentamente, tenía muchísimo dinero, tarjetas de crédito, tarjetas de presentación y una identificación, ahí estaba la foto de aquel chico que inexplicablemente le emociono volver a ver, su dirección y escrito en la parte superior su nombre – Demonios – se maldijo por sentirse como un tonto ante tal nerviosismo, respiro hondo leyéndolo para si mismo


Sabaku No Gaara


-Gaara… - suspiró – Se quien eres ahora


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- Aquí es señor – el taxista indicó deteniéndose en una residencia color arena

-¿Aquí? – pregunto incrédulo asomándose por la ventana

-Esta es la dirección que me indicó, aunque hubiera sido más fácil que me dijera que quería que lo trajera a la mansión de los Sabaku

-Es que… no me imagine que fuera…tan importante - rió

-La familia Sabaku y los Uchija son los más conocidos de la ciudad

-oh… - Sonrió al escuchar aquello - Gracias – se bajo del taxi y camino directo hacia la puerta pero estaba muy protegida con demasiada seguridad – Esto va a ser muy difícil…



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-Gaa-chan! Vuelve aquí inmediatamente - Gritaba una chica rubia

-Tengo una cita con él, déjame en paz no puedo llegar tarde – caminaba sin detenerse el pelirrojo

-No deberías someterte de esta manera, nuestros padres no tienen derecho… gaa

-Basta Temari…- se detuvo y la miro seriamente – Ya lo decidí

-Pues les diré que no te dejen salir hasta que me escuches – la chica corrió de nuevo hacia la mansión

-¡¡Temari!! – le gritó pero no pudo detenerla




-Parece que el irse sin detenerse viene de familia – dijo sonriente el pelinegro recargado en uno de los árboles que estaba a unos metros del pelirrojo

-Tú… ¿Qué demonios haces aquí?, ¿Cómo has entrado? – interrogó al moreno un muy confundido Gaara

-Bueno yo… yo… esto…-comenzó a buscar en su pantalón - vine a entregarte esto – le extendió su cartera – la olvidaste y yo

- ¡Cállate! – le gritó y se acercó a él con demasiada prisa tapándole la boca, después lo arrastró consigo hasta la parte trasera de aquel árbol donde se escondieron ambos

-Debe estar por aquí… - dijo la rubia a uno de los del servicio de seguridad – No dejen que salga

-shuuu! – le indicó destapándole la boca al notar que su hermana y aquel sujeto se alejaban Entonces de nuevo sus miradas se cruzaron un instante y notaron como sus cuerpos estaban totalmente repegados sin algún espacio libre provocando que se asomará un sonrojo en ambos rostros






Y cada día que pasa sube la marea y me arrastra
Justo al borde de tu boca donde los sueños trasnocha





- Lo siento – Sai se disculpó y se alejó un poco, era la primera vez que se sentía abordonado por la cercanía de un cuerpo

-Podrías sacarme de aquí, no quiero estar aquí – le pidió

-Pero… esta es tu casa y…¿Escapando de tú hermana? – se burló

-Por favor – lo interrumpió y esta vez se oyó más necesitada aquella suplica

-Bien – lo tomó de la mano para sorpresa del pelirrojo pero no rompió el contacto.





Calido… sin explicación





Caminaron hasta la parte trasera de la mansión, donde se encontraba un pequeño jardín

-¿Por aquí entraste? – Le preguntó al notar que sólo había ya ese espacio

- Algo así – le contestó y le señaló una escalera vieja que estaba detrás de unas enredaderas y que daba directo a la calle – Y es por los dos lados… aunque del otro lado sólo llega a la mitad

-Quizás tuviste suerte…


- Quizás… - el pelinegro comenzó a subir hasta llegar a lo más alto – Vamos Gaa-chan ¿no piensas subir?

-No me digas Gaa-chan – Enojado también subió hasta llegar a donde se encontraba Sai – Con tanta familiaridad

-Bueno creo que después de esto, ya podemos considerarnos conocidos – le sonrió ante la mirada indiferente del pelirrojo – Bajaré yo primero porque veo que no tienes buena condición física- Bajo hasta que la escalera llego a su fin y después simplemente saltó hasta el suelo firme.

-No creo poder hacerlo – le gritó ya que llegó también a la mitad de la escalera

-Vamos Gaa-chan, yo estaré aquí para recibirte

El pelirrojo cerró los ojos y se aferró a la escalera, a pesar de que esas palabras habían sonado tan bien no podía estaba temeroso como siempre

-Oh… no… Gaa-chan nos han descubierto! – le gritó para hacerlo abrir los ojos y eso hizo el pelirrojo para ver a lo lejos a la seguridad de su casa hiendo aprisa por él

-¡Ayudame! – es lo único que pudo decir

-Vamos Gaa-chan salta, yo no dejaré que te pase nada, vamos si no nos atraparán – levantó sus manos hacia el para recibirlo – ¡¡Vamos Gaa cree en mi, tu puedes hacerlo!!




El pelirrojo respiró hondo, aquellas palabras le habían hecho acelerar su corazón como si siempre su corazón las hubiese esperado escuchar y hasta este momento hubieran llegado para hacerlo funcionar, aunque nunca imagino que fuera de esta forma y con ese tonto sujeto de aquel burdel, se volteó acomodándose en el ultimó escalón.



-Mí…ra…me – le susurró al verlo temeroso, pero en un instante ya estaba recibiéndolo entre sus brazos, algo tembloroso.

-¡Lo logre! – comenzó a reírse

- Lo vez, no era tan difícil- también se rió - pero ahora… - echó un vistazo dándose cuenta que ya estaban más cerca – tenemos que irnos

-¡¡Joven Gaara!!

-No me sueltes – le indicó tomando la meno del pelirrojo para empezar a correr en dirección opuesta a los de seguridad.




Cruzaron largas calles, corrieron en medio de tumultazos mercados, entre los comercios, pasaron por túneles oscuros hasta que agotados llegaron a una calle algo despejada.




Ambos se detuvieron a tomar aire, habían recorrido muchos metros tratando de alejarse de un grupo de seguridad que no paraba.



-Es…tas… lo….co … - el pelirrojo tomaba grandes bocanadas de aire sus mejillas estaban totalmente encendidas

-Mi…ra … quien… lo dice… aquella persona que es jefa de los que venimos huyendo y que huimos de su propia… ¿hermana? – lo miró y Gaa-chan asintió, entonces ambos se rieron fuertemente.

-¡Joven Gaara! vuelvaaaaaaa


-¡Oh no! – Sai tomó de nuevo la mano de Gaara para echarse a correr otra vez




Corrieron entre algunas calles conocidas hasta que Sai se detuvo y cambio de rumbo hacia el otro extremo donde subieron unas escaleras que estaban en la parte de atrás de un gran edificio

-¿A dónde Vamos? – le preguntó el pelirrojo

-mmm… a despistarlos – con esa simple respuesta tomó aun más fuerte la mano de Gaara y entraron por una puerta de metal, la cuál se aseguro de cerrar muy bien, después caminaron en la oscuridad hasta que Sai le indicó al pelirrojo que se tirará en el suelo alfombrado a su lado

-¿Qué? – El pelinegro le indicó que no hablará muy fuerte y cuando ambos se encontraron tumbados pudo notar la gran rendija que daba vista hacia una pantalla inmensa donde una película se estaba filmando - ¿un cine?

-Si, pero habla despacio porque sino pueden sacarnos directo a la cárcel ¿ok? – le susurró



-ok – afirmó y después ambos dirigieron su mirada hacia la película – Es horrible

-Lo sé…

No había palabras para describir lo que ambos estaban sintiendo en ese momento, el pelinegro se sentía extrañamente feliz ya que se encontraba muy cerca de aquel chico que le causaba confusión pero del cual ya no quería alejarse y quería saber más, en cambio el pelirrojo se sentía extraño, nunca había hecho las cosas que en estaba haciendo, las que eran ocasionadas por ese mismo joven que desde hace días no podía sacar de su mente y que hasta cierto punto extrañaba.




-Gracias… - lo miró de reojo cuando se puso el intermedio

-¿De qué? – también lo miró de reojo

-Por ayudar a escapar a un extraño

-Creí decirte que ya no éramos extraños – sonrió y lo miró directamente



-Mi nombre es Sabaku No Gaara - le extendió su mano – Aunque creo que – bajo de nuevo su mano – no es necesario que me presente, ya lo viste en mi identificación cuando abriste mi cartera



-Ah… yo lo siento… - buscó en su chamarra y sacó aquella cartera para regresarla a su dueño, así que tomó esa misma mano antes extendida para depositarla ahí – Mi nombre es simplemente Sai, soy acompañante en un burdel, tengo 18 años, me agrada el helado y el grupo The rasmus .



-wow – se rió – todo eso… - sujeto la cartera y la mano del pelinegro – Mucho gusto Sai, quisiera hacer una presentación como la tuya pero me has dejado sin palabras


-Tiendo a provocar eso - también apretó la mano de Gaara –Apesta la película ¿no es así?

-SI… - se sonrojo mientras Sai se levantaba y le extendía la mano

– Vamos por un Helado ¿te parece?

- Me parece – le sujeto fuertemente y lo ayudo a levantarse


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-¿De que te gustaría Gaa-chan? – lo jaló

-Amm… bueno… - veía tantos colores y sabores que no se podía decidir por uno, cada vez que salía con alguien, por lo regular ellos escogían el lugar, la comida, todo sobre todo cuando salía con él…

-No puedo pedir de todos… debes escoger… - le sonrió – porque yo no escogeré por ti

-De chocolate – señalo y el señor de los helados puso una bola en un cono

-El mío de pistache – también escogió

Ambos se sentaron en una banca donde muchas palomas estaban a su alrededor y niños jugaban en compañía de sus padres

-Espera…

-Sai ¿Qué? – vio como el pelinegro se alejaba en dirección a el carrito de Hot dog y regresaba con uno en sus manos

-Esto es genial… nunca pensé encontrar en el parque mis dos cosas favoritas

-¿helado y hot dog? – preguntó viendo la cara de niño que traía el pelinegro

-Si, pero lo más interesante es esto – vertió el helado encima del Hot dog – ante la mirada asombrada de Gaara – Esto es único! >.<

- Eso es asqueroso Sai… - le miró intrigado al ver como le daba la primera mordida

-¡¡DELISIOSO!! – Dijo al terminar el bocado – Prueba Gaa-chan

-No lo creo – le dijo negando también con la cabeza – Vamos Gaa-chan… no sabe tan mal, es como probar algo dulce y salado a la vez… ¡¡¡vamos!!!

-No – intentó levantarse cuando Sai acerco aquella combinación a su boca

-Vamos si lo haces contestare una pregunta, la que sea ¿ok? – lo miró tan tiernamente que la razón del pelirrojo quedo nublada

- Bien, pero sólo un poco - se acercó y probó un poco, mastico muy despacio para no atragantarse – esto sabe… bien – fue su simple respuesta

-Lo ves no es tan malo

-Sabe extraño - continuo comiendo de aquella extraña mezcla que por extraño que parezca le sabia delicioso – Pero ahora debes contestar

-Bien, siempre cumplo mis promesas

-¿Por qué te dedicas a… eso? – aunque trató de sonar hiriente, no sabia como expresar aquello

-Bueno – se quedo callado – Mi padre tenía dos familias, a pesar de que decía que amaba a mi madre, el prefería estar con su otra familia… cuando mi madre murió, mi padre decidió que tenía que irme a vivir con ese mujer que no conocía y con sus hijos, yo tenía 15 años y él ya tenía decidido mi futuro y eso no era para mi, simplemente huí de sus redes, no quise estar sujeto a las ordenes de un padre que nunca nos mostró por vergüenza, por ello vague un tiempo en las calles hasta que llegue al burdel de Tsunade donde decidí quedarme.


-¿Te gusta? – estaba asombrado de lo que estaba escuchando

- En realidad… si, este trabajo me da dinero, comodidades, es algo donde me siento libre - lo miró con una sonrisa de lado – Esa es la respuesta a tu pregunta… pero eso no implica que disculpe que te hayas acabado mi Hot-helado

-ammm … disculpa – el pelirrojo se levantó tirando la servilleta donde hasta hace unos instantes estaba un hot dog cubierto de helado – en … verdad estaba delicioso, te comprare otro enserio

-No, no es necesario – le dijo mientras limpiaba con el dorso de su chaqueta las mejillas del pelirrojo llenas de mostaza y helado

-En recompensa te contestaré también una pregunta… hazla – se volvieron a sentar

-¿Por qué… me contestaste aquello… eso de que eres un mentiroso? …- trató de formular bien la pregunta

-Eso… es algo que no te importa… - de inmediato se levantó y se dispuso a irse

-Detente – Sai lo sujeto de un brazo - ¿Por qué siempre huyes?, No es necesario que contestes…

-El hecho de que tú puedas contar tan fácilmente tu vida, no significa que otros puedan hacerlo, y yo soy de esa clase de persona, soy hipócrita te lo he dicho, a lo mejor he fingido hasta que me gusta el helado de chocolate que tanto odio para agradarte ¿no lo has pensado?...

-Si lo pensé, pero cuando te vi comiendo mi mezcla especial, cuando te vi sonreír en el cine, me di cuenta que no, que por primera vez te estaba conociendo y no me arrepiento – apretó un poco más su brazo sin darse cuenta, como intentando que entendiera que lo que estaba diciendo era verdad

-Tú no sabes nada de mi, y no quiero que me conozcas, no quiero dejar de agradarte- se safo del agarre– Es más ni siquiera me gusta el helado de chocolate… - se lo dio y continúo caminando




Y no me dejes solo que contigo estoy mejor
Quédate un ratito que ya pronto sale el sol





-Tienes razón no se nada, me hubiera gustado saber más, pero de una cosa estoy seguro, No te he obligado a hacer nada el día de hoy que no quisieras, no creo que seas hipócrita, y si no te gusta sólo cambia el sabor… no debes amargarte por eso – el pelirrojo se detuvo

-Lo siento… no he sido educado para entender eso...

Fueron unas simples palabras que hicieron que la sangre de Sai hirviera, así que camino a prisa hasta donde estaba Gaara y lo sujeto fuertemente volteándolo con fuerza, rompiendo la distancia simplemente lo abrazo con ansias, aquellas mismas que ese día habían quedado en el guardadas.

- Es la costumbre de comer el de chocolate…-Deberías probar con el pistache… - Sonrió - No quiero que sólo lo entiendas… me has embrujado


-Déjame – intentó liberarse- no puede… mi corazón no puede sentir – comenzó a derramar algunas lagrimas que fluyeron por las mejillas rojas de Gaara


- Déjame enseñarle – susurró mientras rompía esa pequeña distancia entre los dos, para que los labios de ambos se rozarán hasta su respiración les separó


-Sai… - dijo con nerviosismo pero fue interrumpido cuando escucho como a lo lejos era llamado, los habían encontrado de nuevo –¡Vete! – le ordenó – No pueden encontrarnos juntos, además es hora de que vuelva


-Gaa-chan – lo sujeto fuertemente de los hombros – yo

-Nada, déjame…Hay cosas que no pueden ser cambiadas, no vuelvas a buscarme

-¡¡Joven Gaara!!

-Vete, vamos ¡vete! – lo empujó y camino en dirección a aquellos que le buscaban

-No creo prometértelo… - entonces metió su mano a su chamarra y ahí estaba la cartera de Gaara de nuevo – Eres torpe… - tiró en el cesto de basura aquel helado que estaba comenzándose a derramar.


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-Un wisky - ordenó al mesero que notando su presencia de inmediato fue a ponerse a su servicio

-¿usted señor? – le preguntó al pelirrojo que no dejaba de mirar por la ventana

-¿Tiene helado y hot dog?

-Claro que si, le traigo ambos – le preguntó al chico

-Gaara amor, eso no parece comida, parece la golosina de un niño – le tomó de la mano y la apretó – Mejor tráigale una limonada.

-Muy bien señor, con permiso – se inclinó y se fue rumbo a la cocina

-Andas muy extraño desde hace unos días Gaara

-Lo siento Sasuke… - se disculpó de inmediato – No lo había notado









…Sai…


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Notas finales:

Muchas gracias a todas las que leen y prometo ya no tardarme tanto >.< pido paciencia... tuve en verdad un mes agitado entregando carpetas...

A quien les diga que ser maestra de secundaria es fácil...
les esta mintiendo enserio
Nos vemos en la segunda parte del especial >.


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