“LA CAIDA Y CONSECUENCIA”
POR: YUJI
_Él espera que la niña lea en los labios _ continuó explicándole Hanamichi.
_ ¿Y cómo piensa que se las va arreglar para hablar?_pregunto Rukawa.
_Escribiendo, señalando.
Ese tipo de cosas.
Él y la niña no están muy unidos.
_¿Y tú cuántos signos conoces?
Hanamichi bajó la mirada.
_No muchos. Sakura está teniendo mucha paciencia conmigo, no es tan fácil como parece, bueno, supongo que eso tú ya lo sabes_ lo miró a los ojos_ ¿Cuánto tiempo tardaste tú en aprenderlo?
A causa de sus padres, Kaede había empezado a aprender el lenguaje de signos el mismo día que llegó al mundo.
Pero no era algo que lo revelara a mucha gente.
Y no porque se avergonzara de ello, sino porque odiaba la compasión y las disculpas por haberlo preguntado.
_He tenido mucha práctica. En mi opinión, lo mejor es poder hablar con la boca y con las manos. Así puedes disfrutar de lo mejor de ambos mundos.
Solo es cuestión de dedicarle tiempo y practicar.
_Lo se.
Estoy intentando encajar algunas clases en mi horario, pero el trabajo me quita la mayor parte del tiempo.
Afortunadamente, acaba de proporcionarle la excusa ideal para cambiar de tema
_ ¿Eres un esclavo de trabajo o que?
_Sí podría decirse así
_ ¿A que te dedicas exactamente?
_Soy economista.
¡Maldita fuera! Probablemente tenía más dinero del que él tuviera en una vida.
Otra razón más para que no estuviera interesado por un simple vaquero.
Mejor así, pensó rencor. Él no necesitaba enredarse con un docel de ese calibre.
_Ah, ahora lo entiendo.
_ ¿Entiendes qué?- pregunto Hanamichi confundido.
_ Lo del coche, la ropa…todo encaja.
Hanamichi hizo un sonido que parecía un gruñido, como si le hubiera molestado aquella asociación.
Aunque Rukawa no sabía por qué.
Un inesperado golpe de viento levantó la arena de la pista.Kaede se llevó la mano a los ojos y se sujeto el sombrero.
_ ¡POR KAMI!_ grito Hanamichi subiendo por la corral pisando en el proceso el brazo de Rukawa.
Kaede dio media vuelta.
Oyó los aterrados gritos de los niños y a continuación vio trotar la yegua.
Y en medio de la arenan, una frágil y diminuta. Sakura.Hanamichi se abalanzo hacia su hija, pero antes hubiera podido ayudar, Ayako ya había levantado a la niña del suelo.
_Esta bien-grito Ayako_no se ha hecho ningún daño.
_Quiera llevármela-dijo Hanamichi muy decido agarrando a Sakura.
_No déjala que vuelva a montar, si te la levas se va enojar-comento Rukawa muy serio.
_No me importa lo que pueda pensar Ayako.
_Estoy hablando de Sakura.
Sakura no parecía haberse amilanado por la caída, al contrario sonreía como si acabara de vivir una gran aventura.
Aquella niña le gustaba cada vez más pensó Rukawa.
Y aunque odiaba admitirlo, también que su padre le gustaba más de lo que debería.
Y sentía una irracional necesidad de protegerlos a ambos.De consolar de a Hanamichi.
Ese era un pensamiento peligroso.
Hanamichi comenzó a hablar, clavando en el sus ojos color chocolate.
_ ¿Puedo pedirte un favor? ¿Podrías ayudar a Ayako? Sólo por hoy.
Maldito fuera. El jamás había sido capaz de negarle nada a un chico bonito.
Hanamichi Sakuragi era mucho más hermoso que la mayoría
._Si-gruñó, mientras se dirigía hacia los establos.