Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Unpredictable por KakaIru

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Yoshi! La segunda y final funcion! *emocionada*

Aquí está, el Objeto Inamovible! (es esa una palabra? O.o?) *más aplausos*

II.

La verdad sea dicha, Batman no es una persona que asemeje muy cuerda. Es decir… ¿Qué persona en su sano juicio decide disfrazarse de murciélago para salir a moler a golpes a todos los delincuentes de la ciudad? No, definitivamente no una persona normal. Y ahí está el meollo del asunto: Batman no es normal. Eso ya lo sabía él desde hace rato, pero en este instante el pensamiento lo golpea como si un saco de kick boxing le hubiese sido arrojado encima.

Y es que simplemente está llegando al límite de su cordura.

Esa es la única explicación para la súbita euforia que sobrecoge a Batman al escuchar, por sobre el silencio de la ciudad, un grito aterrador que proviene de una iglesia.

Su corazón palpita incontrolablemente mientras se dirige a toda velocidad al mencionado sitio. ¿Y de dónde viene el pensamiento de que está completamente loco? Ah, pues de la pequeña curvatura de labios que imprime en Batman una inusual sonrisa.

Porque, a pesar de todo, es eso lo que ha estado esperando toda la noche.

Una simple pista de dónde pudiese estar Joker y, justamente, allí le tiene.

Y allí le ve cuando, tras una despampanante entrada al sagrado recinto, su encapuchada presencia descubre al maniático payaso ‘in-fraganti’. Una mezcla de ira y felicidad se apodera de él. Se siente complacido al tener a Joker nuevamente, pero el odio casi nubla su razón al contemplar, caído en el suelo, la figura –muerta- del cura de la iglesia, con las características cicatrices copiando las heridas del propio Joker.

-¡Batsy!

Y pensando en él…

El payaso se levanta de su sitio, sus ojos brillando con una inusual alegría, como si se tratara de un niño al que se le ha adelantado la Navidad. Pero es que… está muy feliz de verle allí.

-¡Viniste!- exclama colocándose de pie rápidamente. Da una última mirada al cuerpo que yace a su costado y se fija especialmente en el reloj en su muñeca- Y justo a tiempo.

Sonríe casualmente mientras su lengua se pasea por las heridas en sus mejillas. Algo en esta imagen desconcierta a Batman. La verdad es que nunca lo ha dicho, pero el verle lamer sus heridas le resulta lo mismo sensual y perturbador. Se está rígido como un árbol, su expresión austera y dura como mármol.

-¿Por qué lo mataste?- pregunta simplemente.

Joker ni hace intento de responder a la pregunta. ¿Por qué? Pfff… porque se le ha dado la gana, ¿o no? Esa es una pregunta estúpida que requiere una respuesta estúpida, así que simplemente pasa de ella. En cambio, se acerca a Batman con pasos lentos, como un animal al acecho. Nota, con perverso humor, el cambio en la respiración del hombre murciélago.

-¿Qué sucede, Batsy? ¿No podías dormir y viniste a visitar a tu adorado Joker?- pregunta con cinismo mientras su sonrisa se acrecienta.

Batman permanece en silencio. Trata de que las palabras del psicótico asesino no le afecten demasiado. Lo cierto es que, a pesar de estar completamente loco, Joker lleva mucha razón. No había podido dormir pensando en que su archi-enemigo pudiese estar suelto haciendo quién sabe qué cosas. ¿Pero quién puede culparlo? Había necesitado –desesperadamente- volver a ver al Joker.

-¿No vas a responder?- insiste el payaso mientras rodea a Batman hasta situarse a su espalda.

Bruce sabe que Joker no va a atacarlo por detrás, primero porque no le agrada hacerlo de ese modo, y segundo porque en realidad… no quiere matarlo. Esto es algo que siempre termina desconcertándolo, pues Batman tiene una excusa para no matar a Joker –toda esa historia de ‘no mancharse las manos de sangre así sea con un criminal’-; ¿pero cuál es la excusa de Joker?

Tú… me complementas…

Niega fervientemente con la cabeza. ¿Qué diablos está pensando?

-Vine a detenerte- sisea con voz peligrosa.

Joker hace un sonido desaprobatorio.

-Awww… no me mientas, Batsy- dice con tono de fingido dolor-. No puedes engañar a un mentiroso.

Se acerca a Batman lo suficiente como para respirar sobre su cuello. Batman es mucho más alto y corpulento, pero siempre le ha gustado su figura y su apariencia. Se ve fuerte y decidido, pero sabe que puede quebrarse –por más imposible que parezca- y por eso lo intentará una y otra vez. Sus manos se pasean por la ancha espalda mientras sonríe al sentir a Batman retraerse.

-Sé perfectamente porqué estás aquí.

Batman alza una ceja, retador. No le molesta sentir la caricias de Joker –ya no-, y siempre la causa curiosidad saber qué es lo que pasa dentro de la cabeza del otro. Así que pregunta, con su voz grave y aislada:

-¿De veras?

Joker asiente ansiosamente.

-¡Claro, Batsy!- exclama con voz cantarina y juvenil- Sé que viniste porque me extrañabas.

Batman se congela al sentir los labios de Joker cerca de su oído, enviando escalofríos por todo su cuerpo.

-Sé que me extrañabas porque…- sus manos se cierran sobre el pecho de Batman- yo también te extraño.

Dice esto último mientras su lengua acaricia la mejilla de Bruce.

-¡Aléjate de mí!- ruge Batman apartando a Joker de un fuerte empujón.

Sus ojos brillan de rabia. ¿Quién demonios se cree Joker que es? Sus palabras no son más que mentiras, como siempre. Tratando de hacerle caer en un quiebre mental, insinuándose descaradamente. Pero Batman no le permitirá que juegue con él. Antes le recordará quién es el súper-héroe que aplasta villanos.

-Ouch, Batsy, me siento tan dolido- dramatiza Joker llevándose una mano al pecho-. ¿Por qué insistes en negar lo nuestro?

Batman hace una mueca de asco.

-No existe un ‘nuestro’ entre nosotros.

-¡Ja! ¡Y eres tú quien lo dice ahora!- exclama Joker reprimiendo una fuerte carcajada- Pero sabes que no puede haber un “súper-héroe”- señala las comillas con los dedos- sin un “súper-villano”. Somos como… ¡como las dos caras de una moneda! Tú salvas y yo asesino. Tú me encierras y yo escapo. Como un círculo vicioso sin fin, eternamente…

-Estás demente- murmura Batman sin ser consciente de lo tonto –y obvio- de su teoría.

-Sí, bueno… jejeje eso no lo niego- Joker suelta una siniestra risa-. Pero sabes que eres tú quien no puede negar lo que digo. Porque- da un paso-. Me- otro paso-. Necesitas.

Tan cerca de Batman, la voz de Joker enerva sus sentidos. Puede ser porque, muy secretamente, sabe que tiene razón. Pero no puede admitir una cosa como esa sin caer finalmente en la desesperación y la locura. Y Bruce Wayne no puede permitirse ese tipo de cosas. Es por eso que, antes de que el payaso pueda intentar algún otro acercamiento más peligroso, le suelta un fuerte puño al rostro.

El cuerpo de Joker cae hasta incrustarse contra la mesa principal. Las velas caen al suelo, la estatua de la virgen… Se coloca de pie mientras sonríe.

-Ah, Batsy, aún estás en negación- mientras se acaricia la mejilla herida. Casi puede ver la marca que quedará al día siguiente, y el pensamiento lo complace-. ¿Por qué no mejor charlamos un poco? Hace tanto que no hablamos…

Hacía tanto que extrañaba los puños y golpes de Batman. Era como… como si con cada golpe se creara una especie de lazo. Joker únicamente permitía que fuese Batman quien le golpeara, de algún modo como proclamando. Porque Joker pertenecía únicamente a Batman –los moratones probaban esto- así como Batman era única propiedad de Joker. Nadie podía superarlos. No había villano cruel y despiadado como el payaso, así como no había mejor guardián de Gotham que el caballero oscuro. Ambos estaban unidos por el destino. Se pertenecían mutuamente…

-No me interesa la sarta de estupideces que tengas que decir, Joker- escupe Batman con desprecio.

Horas antes habría dado casi todo por tenerle ante su presencia, pero ahora que le encuentra tan cerca no puede evitar sentir el mismo desprecio, la misma horrorosa fascinación que le obliga a golpearle como si no hubiese nada mejor que aquello.

-Oh, cuánta crueldad en tus palabras- se mofa Joker acercándose nuevamente, y nuevamente Batman le aparta de sí con un puño esta vez al estómago. Joker se retuerce-. Batsy, ¿es que acaso no ves que…?- un nuevo puño lo interrumpe; Joker finge que no le importa- Batsy, te estaba dic…- otro golpe; comienza a tornarse un poco molesto- Bat…- cae contra la mesa y sus costillas crujen- ¡Demonios, Batsy! ¡Estoy tratando de hablar!

Pero Batman no está dispuesto a escuchar. Toma a Joker de una de las solapas del traje y lo arroja duramente contra una pared. Aún no deja de fascinarle la capacidad que tiene el otro de recuperarse de sus heridas. Es la locura que lo mueve, se dice.

-¿Terminaste?- pregunta Batman.

Joker alza una ceja. ¿Ha sido burla en el tono del murciélago? Sonríe ansiosamente. De hecho, su cuerpo comienza a moverse en espasmos temblorosos. Y, finalmente, estalla en carcajadas. Ríe sin parar porque toda la situación es hilarante, ¡y el hecho de que Batman insista en negar lo innegable no hace sino hacerlo todo mucho más divertido!

Y Bruce lo sabe, al escuchar la risa de Joker que le estremece. Detesta esa risa demencial, tan repulsiva. Todo lo que odia se concentra en ese simple sonido. Se acerca a Joker con nuevas intenciones de golpearlo –casi olvidándose de la razón porque lo hace-.

Joker vuelve a lamer sus heridas.

-¿Terminaste ?- pregunta entonces.

Batman se detiene.

-¿De golpearte? Jamás…

-Eso pensé- dice mientras se incorpora, sintiendo más intensamente el dolor en su cuerpo pero disfrutándolo a cada momento-, pero me refería a… negar la verdad.

-¿Qué verdad?- inquiere Batman a pesar de que sabe que no le gustará la respuesta.

-Vamos, Batsy- trata de colocarse de pie y a duras penas lo consigue-, no me mientas. ¿O crees que no lo sé? Estás taaaan obsesionado con atraparme que no puedes dejar de pensar en mí. Te enloquece el hecho de no saber qué es lo que hago, lo que pienso. ¿Pensaré en alguien más?

-Eres quien está obsesionado conmigo- dice Batman antes de darse cuenta de lo infantil que suenan sus palabras.

-Oh…- murmura Joker, extasiado- Es cierto, eres mi obsesión. Pero podría aburrirme, ¿sabes?

-No te creo.

Ah, lentamente y sin percatarse, Batman cae en el juego del Joker. Y le gusta…

Joker ríe por lo bajo.

-Claro que no me crees- dice mientras, con pasos tambaleantes, se acerca al encapuchado-. Pero tal vez no sea ese el problema. La cuestión eres tú, Batsy. Es el hecho de que no puedes resistir -¡una simple noche!- sin tocarme, sin maltratarme, sin sentirme. ¿O me equivoco?

Batman se muerde los labios, un extraño sentimiento apoderándose de su pecho. Lo que Joker dice no puede ser verdad… No puede… Pero…

Guarda silencio.

-¿Lo ves? Ni siquiera puedes seguir negándolo- se mofa el guasón mostrando una sonrisa altanera-. Y ahora estás aquí, feliz de verme, aunque sabes que he asesinado a un hombre. ¡Y ni siquiera me increpas por ello! ¿Te has dado cuenta de que te olvidaste del cadáver que he dejado por ahí?- Batman reacciona pero, sin poder evitarlo, Joker continúa- ¿Y ahora qué harás, Batsy?

Los ojos del hombre murciélago se abren en desmedida, su corazón palpita con violencia, su respiración tranca sus pulmones.

“¿Qué demonios… está haciendo?”

No pasa desapercibida la forma en que las caderas de Joker se contonean. El bromista se acerca a la mesa hasta sentarse sobre ella. Luego alza la mirada, desafiante, y sus ojos se encuentran con los de Bruce. Tiene una intensidad que arremete contra todas las normas, y su sonrisa entonces se hace sugerente. Batman puede sentirlo, la invitación que se esconde debajo de sus ropas, tentadora. Sus palabras, entonces, tienen el efecto de un potente afrodisíaco.

-Yo también, Batsy- dice Joker juguetonamente-. Yo también estoy… loco por ti.

Y antes de poder pensar, siquiera antes de poder parpadear, Joker siente el poderoso abrazo que lo tumba prácticamente sobre la mesa. Es capaz de sentir la agitada respiración de Batman sobre su cuello mientras sus manos lo inmovilizan totalmente. ¡Ah! Casi lo olvidaba, ese absoluto afán de Batman por tener el dominio total. A Joker no le molesta –al contrario, le fascina poner a prueba todo su autocontrol-, por lo que sólo sonríe al tiempo que las manos de Batman retienen sus muñecas como si no hubiese un mañana. Su carcajada se eleva por todo el recinto, reverberando incansablemente.

-Jajajajajajaja... ¿Lo ves? ¡No puedes negarlo!- exclama con absoluta euforia.

Entoces Batman lo observa, y sus ojos echan chispas de rabia. ¡Tiene que callar a este bufón! Es ahí cuando lo besa, y sus labios impactan y batallan una supuesta guerra. Bruce no está dispuesto a perder, y Joker simplemente se divierte demasiado. Es extraña la forma en que Batman y él se comunican a través de puños y golpes para simplemente terminar haciéndolo en cualquier sitio medio alejado. Pero eso no es todo... porque lo principal es... su reacción. Es verle -sentirle plenamente- perder control de sus propias emociones, cuando un sentimiento de posesión nubla la razón del encapuchado y clama mediante besos y mordiscos lo que según él ha de pertencerle.

Porque Joker es suyo, ¿o no?

Ah, ¡es tan divertido! Joker se estremece ante las manos que apartan su ropa bruscamente. Sus miembros amoratados brillando bajo las pocas velas que aún permanecen encendidas. Sonríe ampliamente cuando contempla a Batman a los ojos y nota el color rubí que ahora mancha sus labios, y los restos de maquillaje blanco en su mejilla. Se ve tan fiero en ese instante...

-¿Por qué te detienes?- pregunta Joker, sin darse cuenta su respiración agitada.

No lo había notado antes, pero su se siente caliente, sobretodo en cierta zona. Claro que para Batman es lo mismo, y puede sentir su erección presionada contra su muslo. Pero entonces, ¿por qué demonios se detiene?

-¿Crees que puedes volverme loco?- los ojos de Bruce, esta vez, lucen confundidos.

Porque no se supone que él sienta esas cosas. No se supone que él sienta nada en absoluto.

Joker sonríe visiblemente.

-Todo de acuerdo al plan...

Esta respuesta enerva al hombre murciélago. No puede sino tomarlo rudamente de los hombros y azotarlo contra la mesa en señal de castigo. Joker suelta un leve gemido -no sabe si de agonía o de placer, en realidad-.

-¡Awwww! ¡Vamos, Batsy! Me conoces. Sabes que no soy de los que... hacen planes.

-¿Entonces qué demonios quieres?- Batman comienza a perder la paciencia -y no es que tenga mucha-.

-Lo mismo que quieres, ¡así que deja de perder el tiempo y continúa con lo que hacías!

Una gutural carcajada escapa de su garganta cuando siente a Batman atacar su cuello expuesto nuevamente. Y la excitación comienza, ¡y no hay nada mejor que el sexo con él! Ya lo ha probado antes y sabe que, como los golpes, es adictivo y dolorosamente placentero. De hecho, no puede esperar para llegar a la acción de verdad. De algún modo es como un niño -sólo que más macabro, sensual y perverso- en espera de su regalo de cumpleaños.

-¡Ah! ¡Batsy!- exclama cuando la mano de Bruce comienza a masajear su miembro.

No puede evitarlo, y su espalda se arquea inconscientemente mientras da rienda suelta a los más eróticos sonidos que puede proferir. Sabe que a Batman le encanta -aunque no lo diga- y de todos modos le gusta tentarlo, enloquecerlo todavía más. La mano de Batman se mueve con maestría, arriba y abajo, aprieta un poco, contempla a Joker con los ojos entrecerrados, y aunque no lo pueda decir le ve hermoso -aún con todo y sus cicatrices y toda la maldad que representa-. Bruce no puede evitarlo, la fijación que siente por este sujeto, la atracción sexual que es innegable. ¡Y entonces simplemente decide perder el control! ¿Qué importa que el salvador de Gotham se revuelque una que otra vez con el peor asesino de la ciudad, aquel que ha matado más personas de las que puede recordar?

Bruce simplemente está harto. Además, ¿para qué negarlo? Si está tocando a Joker de esa forma, viéndole retorcerse ante sus caricias, es simplemente porque le gusta. ¡Sí! Le gusta, ¿y qué?

Le gusta su expresión, su voz, hasta la forma en que su cuerpo se contrae cuando está tan cerca de rozar su límite. Es simplemente fascinante... ¡Lo desea tanto que él mismo se siente estallar!

-¡Baaaaaaatsy!

Yentonces se detiene. Su respiración agitada, su corazón latiendo desbocado. Ese sonido...

-Nonononononono, ¡Batman!- estalla Joker al verle alejarse- ¿A dónde diablos crees que vas?

Se recupera lentamente, su pecho al descubierto y la expresión rabiosa cuando le han dejado a medias. Es que, en verdad, extraña el calor de aquel cuerpo mucho más robusto que el suyo.

-Es la policía- acota Batman también algo perturbado. ¿Qué demonios estaba haciendo? Si alguno de ellos le veía -si Gordon le veía- sería simplemente el fin, la peor catástrofe.

 

-¡No me importa quién sea! ¡Vas a terminar lo que empezaste, maldita sea!- grita, fuera de sí, la sonrisa borrada por completo, mientras se acerca a Batman y le amenaza con una de sus navajas.

Bruce alza una ceja, escéptico. Evade rápidamente cuando Joker hace amago de asestarle un golpe y le devuelve el favor reduciéndolo tras un par de patadas y puños. Joker jadea y gime en el suelo, su sonrisa corta y un tanto infantil vuelve a llenar la estancia.

-Batsy, por favor- decide esta nueva estrategia. Si no ha de ser por las malas, pues entonces que sea por las buenas.

Bruce se congela en su sitio -la policía está en la entrada-. Observa a Joker un par de segundos. Sus ojos, su expresión, su pose... ¡Maldita sea! ¿Desde cuándo se había vuelto tan manipulador? Bruce se repite -más de tres veces, por si acaso- que está haciendo una estupidez. Las cosas no van a acabar bien si sigue por ese camino. ¿Por qué simplemente no le hace caso a su sentido común? ¡No está bien relacionarse con Joker! ¡No debe! Sabe que no debería, pero...

-Será para la próxima- dice finalmente, rendido por completo.

-¡Demonios, Batman, no es justo!- se queja Joker haciendo una especie de puchero. Batman se estremece y lo lanza sin dilaciones sobre la mesa -y no hay nada sexual en ese acto-. Se acerca a Joker, quien lo contempla con sus ojos brillantes de emoción. ¿Dejará por fin de fingir?- ¿Vamos a...?- pero incluso antes de terminar se da cuenta de cuáles son las verdaderas intenciones de Bruce- ¡Batman! ¿¡Qué demonios...!?

-Shhh...- le acalla- Guarda silencio.

-Pero me estás atando- menciona lo obvio cuando nota que no puede mover ambas manos ni apartarse de la mesa.

Batman muestra una sonrisa de superioridad.

-Me gusta así.

-¡Ja! ¡Lo sabía! No eres más que un bastardo sadom...- la boca de Bruce impacta contra la suya, impidiéndole terminar.

Cuando se separan, un pequeño hilillo de saliva conecta sus labios.

Joker sonríe de medio lado.

En las puertas de la iglesia, la policía pide entrar. Batman se pone en alerta. No puede dejar que los descubran, por más que odie separarse de Joker. Pero hay cosas que simplemente debenhacerse, y atrapar a los malos es el suyo.

-Batsy- ronronea Joker mientras juega sugestivamente con su lengua-, ¿de verdad te vas a ir?

Un escalofrío recorre a Bruce. Piensa fugazmente en sus opciones. Puede abandonar a Joker atado a la mesa y dejar que la policía lo encuentre y lo encierre nuevamente en Arkham. O puede llevarlo consigo y hacer con él, más adelante, todo lo que le plazca -y literalmente hasta que el cuerpo aguante-. Hmmm... a veces es tan difícil ser Batman. Finalmente se decide. ¡Esto no es cosa de juego! Se acerca a Joker hasta enterrar su rostro en su cuello. Puede oler su sudor, su excitación...

-Adiós, Joker.

Y sin más simplemente se marcha.

Joker abre los ojos al máximo. ¡No puede creerlo! ¡El muy... de verdad se fue! Esto tiene que ser una broma, una de muy mal gusto. Aunque ahora que lo piensa, viéndolo en perspectiva también es divertida. Oh, sí, y es entonces cuando estalla en carcajadas. Primero ríe levemente y luego ya no puede controlarlo. Ríe hasta que prácticamente le duele el estómago.

Luego entra la policía, y es la misma rutina de siempre. Sus caras lucen sorprendidas y horrorizadas al mismo tiempo. Hablan por sus radios y se acercan al sonriente Joker semidesnudo, golpeado y atado a la mesa. Lo toman rudamente -nunca tan rudo como Batman- y lo levantan en vilo como si fuese una bolsa de basura. Joker sigue riendo aún cuando lo meten a la patrulla de policía, esta vez esposado.

En realidad... ninguno de los guardias entiende el chiste.

Pero es que...

-¡Oh Batsy!- grita Joker a todo lo que dan sus pulmones- La próxima vez... ¡¡¡a ti te tocará recibir!!! Jajajajajajajaja...

Su risa resuena. El conductor de la patrulla observa a su compañero y, en voz muy baja, le pregunta.

-¿Sabes a qué se refiere?

El otro simplemente niega.

-Golpearlo, supongo- responde. Y es lo que supone porque, realmente, hay cosas que mejor ni saber.

De todos modos, ¿quién dijo que Joker era un ser comprensible? Lo importante del asunto es que ahora volverá a Arkham, el lugar de donde nunca debió haber salido. O al menos es lo que piensan. Porque lo malo de Batman es que, cuando está bajo presión al hacer cosas... inapropiadas, siempre olvida revisar los bolsillos de Joker. Allí, donde descansa la pequeña, mortal, filosa navaja.

-Oigan, chicos- les llama el Joker un segundo. Los policías, sin despegar la mirada de la carretera, sudan al reconocer la voz. Joker suelta una risita queda-. ¿Les he contado ya cómo obtuve mis cicatrices?

 

¿FIN?

Notas finales: Hell yeah! XD

Pobre Joker! Frustrado sexualmente! O debería decir "pobre Batman"? Porque cuando Joker lo encuentre la proxima vez... kukuku *risa perversa*

Eeeen fin! Sigue siendo divertido "intentar" escribir sobre estos dos *risitas* Espero que hayan disfrutado alguito *inclinacion*

Kissus!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).