Capítulo 2 "Eres mío"...
Ron estaba confundido, hace años que había iniciado una relación con Hermione, su amiga de la infancia; sin embargo, algo nuevo afloró dentro de su corazón, un deseo sobrehumano por proteger a Harry, alejarlo completamente de Malfoy, que por lo pronto, estaba más que casado...
Así son las cosas, él se casó y Harry lleva en sus entrañas al hijo de ambos o sea, todo mal desde un principio. Pero si a él no le gustan los hombres, por ninguno había sentido algo así. Tampoco iba a decirle a Malfoy que sería padre, en su raciocinio, no lo merece, y aunque lo torturaran, tampoco, estaba encaprichado en protegerlo hasta de las corrientes de aire.
Se convirtió en su sombra, hasta para su novia fue extraño, esa manía de revisar que las comidas tuvieran minerales, vitaminas, para que el bebé nazca sano.
-Ron, para ya, tú no eres el padre de esa criatura- explotó la castaña- te das cuenta de que existo, hola, estoy aquí, ¿por qué cambiaste conmigo?- pausa- desde que nos enteramos del estado de Harry, tú no te has despegado de él, lo único que falta es que lo tomes en brazos para que no camine tanto.
-Hace poco tuvo otro ataque, no podemos bajar la guardia o hacer la vista gorda, como es la madre, lo más seguro que es su hijo herede la misma enfermedad.
-Si es de esa forma, Harry y todos lo cuidaremos, pero tú, no te olvides que eres mi novio.
-Lo se Herm, es que tengo tanta rabía, ese hurón se pasea tan campante dentro del campus, como si todos debieran ofrecerle reverencia, ni siquiera tiene idea de lo que ha sufrido Harry desde que se le ocurrió casarse y ahora con lo del embarazo.
-Tú no eres responsable de ello, Harry está bastante grande para saber lo bueno y lo malo, y Malfoy desde un principio no fue lo mejor.
-Porque ya estaba comprometido con la chica esa, ese tipo, cada vez que lo veo, me dan unas ganas de golpearlo.
-Deja que sea Harry quien tome sus decisiones, él sabe lo que más le conviene, como amigos, hay que apoyarlo y aconsejarlo.
-Trataré de no interferir, pero si me entero que de nuevo anda con sus malas costumbres, no podrás detenerme para partirle la cara.
-Escuchándote parece que estuvieras celoso.
-No digas tonterías, sólo estoy preocupado, nada más.
-Ronald Weasley, reconócelo, te gusta Harry.
-Estás viendo fantasmas donde no los hay.
-¿Fantasmas?, no pretendas engañarme, no soy ninguna estúpida.
-Jamás, he pensada aquello, si tú lo crees, entonces estamos mal, no me conoces.
-Es cierto, creí conocerte, pero veo el desengaño, tú no eres de quien me enamoré... sólo ha pasada una semana, ¿cómo puedes cambiar tanto?
-A lo mejor, eres tú quien se ha distanciado.
-Esto no da para más, me voy.
-Vete, la puerta es ancha.
-Oh, Ron, ya no eres mi Ron.
-Tienes razón, ya no lo soy.
-Logro darme cuenta, tu mirada, no es la misma.
-No.
-Entonces, no hay nada de que hablar.
-Si quieres irte, vete de una vez.
La castaña tenía los ojos llorosos, jamás el pelirrojo le había hablado en ese tono, tan indiferente, ausencia total de reconciliación.
MANSIÓN MALFOY...
-Drake, ¿por qué no nos vamos de viaje?, así como tipo, segunda luna de miel.
-Es una luna de hiel- pensó- ¿a dónde quieres ir?
-Quiero ir a Venecia, pasear en gondola al anochecer, cenar en un rico Restaurant y hacer cosas malas al final.
-¿En qué momento decidí casarme?, sólo porque ella guarda mi oscuro secreto, ese pasado que me va perseguir siempre, mientras ella esté viva... pero si ella desaparece, seré el primer sospechoso.
-Si piensas en que puedes desaparecerme o deshacerte de mi, ni muerta lo lograrás, el matrimonio es para toda la vida, amor.
-Ni creas que eso no lo se, ¿cuándo quieres partir?
-Mañana mismo, si es preciso.
-¿Por qué tanta prisa?
-Me muero estar a solas con mi esposo, sin que nadie interfiera.
-Yo voy a dar el último examen ahora y de vuelta pasaré a reservar los pasajes.
-Te quiero tanto Drake, eres tan dulce.
-Y tú tan miserable- pensó mientras veía desaparecer la sonrisa de los labios de su esposa, levantando el vidrió de su vehículo.
-Te espero mi amor, tendré listo mi equipaje.
-Podrías tener listo tu funeral- sonríe cínicamente y se va.
-Eres mío, lo quieras o no.
CAMPUS UNIVERSIDAD...
Harry caminaba tranquilamente, veía los árboles a su alrededor, pensaba en lo extraño de su situación, ¿cómo iba a explicarle a los demás sobre su actual estado?, embarazado y abandonado.
Como dicen, mejor estar solo que mal acompañado.
-No cambiaría nada si Draco lo supiese, él ya hizo su vida aparte, me lo dijo claramente con sus acciones, aunque en el fondo, todavía lo extraño... una criatura crece dentro de mi, parece mentira, una nueva vida, que cambiará la mía, este hijo es mío, sólo mío.
Draco caminaba hacia la sala de examenes, algo furioso por el repentino cambio de planes por parte de su "esposita", ahora se le antojaba a la princesa irse de viaje, hacer cosas malas, si tan sólo pudiese hacerle cosas malas para que de una vez desaparezca del mapa, sería maravilloso...
Pero al escuchar la voz de cierto moreno de ojos verde esmeralda, no pudo aguantar las ganas de acercarse, fue cuando escuchó...
-Este hijo es mío, sólo mío- dijo en voz baja, pero clara mientras acariciaba su vientre.
-¿Un hijo?... esto no puede ser posible...
-Si estuviese Draco ahora, conmigo, como tantas veces lo soñé, juntos, viviendo los dos en un mismo techo, trabajando y peleando por las cosas más pequeñas e insignificantes... ¿cómo habría sido todo?...
-Entonces es cierto... Potter está, Potter está, ¿embarazado?- fue un duro golpe para él.
Salió corriendo, huyó, no podía creerlo, sencillamente eso era una broma, una farsa, una de muy mal gusto...
Llegó a la sala de clases, recibió el examen de matemáticas, pero fue tanto su nivel de impresión y estado de shock, que en todos los espacios puso positivo, voy a ser padre... revisó una y otra vez el papel, a simple vista, un examen perfecto, con los resultados correctos, pero mirando muy de cerca, no eran más que palabras... un examen fallido... y eso arruinaría las soñadas vacaciones, tomando para salvar el semestre, un curso de verano.
-Entreguen sus examenes, ya se acabó el tiempo- fue recogiendo las hojas puesto por puesto- pueden retirarse y volver en dos horas más, les daré los resultados.
Todos se llevaron sus mochilas desalojando el salón, Draco seguía, como si nada, mirando la mesa frente a su rostro...
-Un hijo, un hijo- murmuraba- Harry va a tener un hijo mío.
Parecía disco rallado, jamás se había comportado de esa manera, esa noticia lo había pillado por sorpresa.
Volvamos al campus...
-Creo que tomaré un jugo de naranja, ese Ron dijo que era alto en vitamina C- sacó unas monedas de su monedero y lo fue a comprar.
-Harry, tengo que hablar contigo- lo llamó Herm molesta.
-¿Qué pasó Herm?- le preguntó preocupado el moreno.
-¿Por qué Harry?, ¿qué le hiciste a Ron?
-Yo no le hice nada.
-¡Mientes!, acabamos de terminar, todo por tu culpa- lo empuja.
El moreno cae al suelo y el jugo en la polera de la castaña...
Harry se quedó un momento así, unas clavadas en su vientre no le permitían moverse.
-Herm, ayúdame, por favor, mi bebé...
Y un pequeño charco de sangre manchaba el pasto...
continuará...