Capítulo 18: Invernadero nº 3
Harry esperaba junto a Ron que Ginny y Hermione bajaran de sus habitaciones, cuando al fin lo hicieron Ron quedo boquiabierto, su novia llevaba un vestido celeste sin tirantes y unos zapatos celestes con un pequeño taco, Ginny por su parte había preferido un corsé negro con tirantes rojos y una falda tipo bailarina de ballet con unos zapatos sin taco también negro.
Ron: Te ves preciosa.
Ron se acerco a su novia y le ofrece su brazo, mientras Harry hace lo mismo con Ginny
Harry: Las dos. ¿Me permite escoltarla hasta su novio?
Ginny: Gracias Harry.
Los chicos salieron de la torre, Draco estaba allí esperando a Ginny, Harry camino con ella del brazo hasta donde estaba el rubio y le cedió el brazo de la chica como si la estuviera dejando en el altar, los chicos rieron ante la actuación de Ginny y Draco, quienes le siguieron el juego a Harry. Este se despidió de sus amigos y fue a la salida de la Sala Común de Ravenclaw en el quinto piso para esperar a Gabrielle que había sido seleccionada en esa casa. La chica estaba esperando afuera junto con un grupo de amigos, la chica se veía realmente linda, tenia un vestido dorado y el pelo rubio ondulado y recogido.
El gran comedor estaba mucho más amplio de lo normal, el profesor Flitwick lo había encantado, estaba decorado con varios corazones rojos que flotaban sobre ellos, había muerdago colgando por algunos sitios apartados, las cuatro mesas habituales habían desaparecido y fueron reemplazadas por mesas redondas para 10 personas . Cerca de donde se ponía habitualmente la mesa de los profesores había un escenario.
Harry y Gabrielle se unieron en una mesa donde estaban todos sus amigos incluyendo a Blaise con Theo y Neville con Luna. Al momento de sentarse Harry no pudo evitar mirar hacia todos lados buscando a Snape, pero ni rastro del profesor.
Pronto hicieron acto de presencia el director y los cuatro jefes de las casas. A Harry le dio un dolor en el pecho al ver a Snape este tenia el mismo aire frió que tenia siempre. Los profesores se sentaron en una mesa cercana a la de los chicos junto con otro profesores, solo Albus Dumbledore se quedo de pie.
Albus: ¡Sean todos bienvenido a este Baile de San Valentín! Espero de corazón que todos puedan gozar de esta actividad, ahora a disfrutar de una expendida cena!
Como era habitual las mesas se llenaron de exquisitos platos y pronto todo el lugar se llenos de los sonidos de cubiertos y platos, Harry intentaba no mirar mucho hacia la mesa de los profesores, por su posición podía ver de reojo a Snape, así que eso le ayudo a no ser tan obvio. Paso un buen rato en que los alumnos comieron y conversaron en sus respectivas mesas con sus amigos. Harry estaba un poco ansioso, desde que había hablado por ultima vez con Snape había decidido juntarse con el chico de la nota, quería saber quien era, no sentía que estuviera reemplazando de inmediato a Snape, no que estuviera traicionando sus sentimientos por él.
Luego las mesas fueron movidas por arte de magia a los rincones y quedo una amplia pista de baile. Harry disfruto un momento junto con sus amigos bailando y riendo.
Luego de la media noche Harry se disculpo con Gabrielle, agradeció que la chica solo le diera las gracias por haberla invitado y que lo había pasado muy bien., y se fue a los terrenos de Hogwarts. Al llegar a los invernaderos vio aun chico sentado cerca de la puerta del invernadero nº 3: Era Terry Boot.
Terry Boot era un Ravenclaw de la edad de Harry, de repente Harry recordó que habían llegado el mismo año a Hogwarts y fue el primer elegido de su casa en la ceremonia de selección . Era un chico un poco más alto que Harry, cabello castaño y nariz respingada, a Harry le caía bien.
Terry: Hola Harry, pensé que no vendrías.
Harry: Jamás pensé que serias tu Terry.
El pobre chico se veía bastante nervioso.
Terry: Bueno... querrás saber por que te mande esa nota.
Harry: En realidad si.
Terry: Bueno yo... tu me atraes mucho Harry... lo siento no debí decir eso, ni siquiera sé si solo viniste por curiosidad.
Harry: La verdad es que por ambas razones, tenia curiosidad y me gustan los chicos, así que no te disculpes, de hecho yo debería hacerlo, por un momento no iba a venir, lo siento.
Terry: No te preocupes, me alegra que vinieras.
Harry y Terry pasearon juntos un buen rato, Harry en ningún momento pensó en Snape, además no estaba haciendo nada malo, por alguna razón Terry tenia ese efecto sobre él.
Harry: ¡Por Merlín son las dos de la mañana! Ni yo me lo creo.
Terry: Deberíamos volver al castillo, además esta empezando a helar.
Harry: Si tienes razón
Terry: Me encantaría que nos volviéramos a juntar Harry, de verdad.
Harry: A mi igual, la pase muy bien.
Harry y Terry se despidieron en la escalera del vestíbulo y se dirigieron cada uno a su sala común.
Al llegar a su torre, Harry vio a Ron y Hermione dormidos en el amplio sofá frente a la chimenea, de pronto un fuerte malestar ataco su pecho, justo en el lugar del corazón, al recordar las interminables horas en el despacho de Snape, justo como estaban ellos dos, abrazados y juntos. Subió lo más rápido que pudo rogando a Merlín de que no hubiera nadie, por que las ganas de llorar ya no las podía aguantar.
Por primera vez desde que rompió con Severus, Harry cayo en la cuenta de lo mucho que le dolía aun las palabras de Snape, cuando las escucho pensó en que quizás el adulto tenia razón en pesar así, pero el no sentía que hubiera ido demasiado rápido. ¡Dios debió pelear más por estar con él! ¿Pero de que servia ahora, de que servia tanta lagrima? si ya no podía cambiar nada, aun así siguió llorando, decidido a sacar todo de él y continuar con su vida.
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