Un día movido
Capítulo 13
Miraba a su alrededor, no tenía ni la más mínima idea del por qué lo había citado Kyo, solo sabía que estaba apenado y que no tenía a quien recurrir. El rubio llegó hasta él con un vaso de bebida y tomó asiento a su lado.
-¿Y bien?
-No quiero culparte, pero estoy suspendido de la banda
-¡¿En serio?!-fingió alegría- No sabes cuanto soñé con este momento
-No hables estupideces...
-¿Por qué debería importarme? Además... ¡Qué tengo que ver!
-Toshiya... Toshiya cumplió lo que dijo aquella vez que nos vio en casa de Aoi
El castaño claro dudo en decir algo, pero luego preguntó:
-¿Qué fue lo que hizo?
-Habló con Kai... comenzó a vigilarme y bueno... Cuando estabas triste, se enteró que estuviste aquí por la culpa de Toshiya
-¡Mierda! ¿Te das cuenta en los líos que me estoy metiendo por tu culpa?
-Esto es tú culpa-se puso de pié- Si tu fueras más fácil, yo no me habría obsesionado tanto contigo!
-Vaya manera de decir las cosas
-Eres un mocoso mimado...-suspiró
-He pensado en las cosas que te debo, que por cierto son absurdas. Se más inteligente, deja esto de lado y dedícate a tu trabajo
-¿Para qué? Tengo dos meses libres en los cuales me reemplazará un doble. Lo hecho, hecho está
Uruha se paró también y se le acercó
-Yo no quiero nada contigo ¡Entiéndelo!
-¿Por qué no eres como Ruki?
-¿Qué tiene que ver Ruki?- frunció el ceño
-Estoy seguro que si fuese Ruki el que está en tu posición hace rato ya hubiera sido mío...-se lamió los labios
-¡Imbécil!-le dió un golpe a puño cerrado en la mejilla. Kyo quedó con la cabeza ladeada y comenzó a sonreír- ¡No te metas con Ruki!
-Escúchame Uruha-tomó la mano con la que lo había golpeado y lo miró amenazante- Todo puede ser rápido o duradero... También podría ser tan fácil-lo arrojó al sillón quedando levemente sobre él, comenzó a acariciar su mejilla- pero tú lo haces todo tan difícil...
Aquella mirada de deseo, la misma con la que lo había visto por primera vez comenzaba a intimidarlo de una manera que ni él mismo podría decirlo. Levemente se fue recostando en el sillón ante sus fallidos intentos de alejarse del vocalista, pero cada movimiento era erróneo, difícilmente podría lograrlo... Solo se estaba entregando en bandeja de plata.
-¿Sabes lo que me ha dicho tu mirada desde la primera vez que se sintió acosada por la mía?-lo tomó de ambas manos
Uruha no respondió
-Que mueres por ser sometido a mis deseos-rozó sus labios con los propios
-Dijiste...-evadió la insinuación del rubio- que no intentarías nada...
Kyo rió por lo bajó y se alejó
-Nada que tu no quieras, ya te lo dije, cuando te haga todo lo que yo quiero, pedirás por más y es muy posible que te lo de... Me tienes caliente...-quiso acercarse nuevamente
El más alto se paró rápidamente y tomó su mochila, se dirigió hasta la puerta y desde allí le habló
-Ya me dijiste lo que tenías que decirme... Ahora ¡Vete al diablo!-le gritó para luego cerrar la puerta fuertemente.
Faltaban alrededor de 10 minutos para que las clases dieran su inicio, como último día de la semana, pocos ingresaban al establecimiento, ya que no falta el que despertó unos minutos después pensando que era sábado...
Reita iba caminando cabizbajo mientras era seguido por un Ruki completamente ensimismado en sus pensamientos, acompañado de un inquieto Die, que al mirarlos no sabía si hacer una de sus bromas o simplemente caminar y aburrirse todo lo les quedaba de camino, y esa parecía ser la opción del millón. Por otro lado, Kaoru iba unos pasos más adelante de Uruha, quien a pesar de haber tenido una conversación "madura" la vez pasada, aún no entendía el por qué de su rechazo.
El grupo de amigos se encontró en la entrada, encontrándose quienes iban adelante. Reita levantó su mirada y se encontró con la de Kaoru, no quería mirarlo, pero a decir verdad no podía hacer demasiado como para no hacerlo. Uruha se encontró con la mirada casi indiferente de Ruki, se sintió morir, mientras Die los miraba; en situación más difícil jamás se había encontrado. Pero como una salvación del minuto, el timbre comenzó a sonar
-Nos vemos al recreo...-dijo vagamente Reita
-Oye, Kaoru...-lo llamó el pelirrojo antes de entrar al salón.
El peli morado detuvo el paso y sin contestarle se volteó
-En mi caso, detesto que cosas como estas arruinen mi súper Viernes, así que más te vale solucionar todo de una buena vez o tu fiesta más que fiesta, será funeral-suspiró entrando a la sala, no quería obtener una respuesta, solo quería que Kaoru se diera cuenta.
Reita, Uruha y Ruki llegaron a sus asientos sin decir ni una sola palabra. El rubio de la banda recostó su cuerpo hacia delante en a mesa sin mirar a nadie, el pequeño miró al castaño claro esperando a que este le dijera algo.
-Si no me dices que fue lo que hice difícilmente podré hacer algo...-apoyó su mentón en una de sus manos mientras se dedicaba a mirar al frente
-... Tú nunca haces algo ¿Verdad?
Uruha volteó su rostro levemente hacia el menor, miró hacia abajo y suspiró cansado, no creía que ayudar a su mejor amigo sería el epicentro de las molestias de Ruki... Todo lo superaba
-Es que ese es el problema, Takanori, ¡no hice nada!
-¡Ahh Shimaa!- se tapó el rostro- ¿por qué eres tan poco atinado?-bajó su mirada- ¿Qué... Qué fue lo que sucedió?-preguntó un tanto avergonzado
-Bueno... Supongo que luego lo sabrás
-¡Jamás me dicen las cosas!- hizo pucheros
Uruha lo miró de reojo para luego reír, le encantaba su forma de hacer, no podía ocultarlo.
-Uruha...-lo llamó al verlo un poco sonrojado
-¿Eh?
-Lo de ayer... Yo...-comenzó a jugar con sus dedos- bueno yo...
-Buenos días alumnos
Pero no pudo acabar.
En otro lado de la ciudad estaban todos los de la banda reunidos en el estudio, en un día más tendrían aquel concierto a beneficio y el reportorio no estaba del todo decidido, además de la falta de ánimo de Toshiya y de Aoi.
Mao miraba como las recientes gotas de lluvia que comenzaron a mojar la calle iban invadiéndola al igual que pensamientos a su cabeza. Cada segundo que pasaba al lado de Toshiya, Aoi y Shinya se sentía más inseguro de lo que era capaz de hacer, pues no sabía como reemplazar en su totalidad a Kyo... Definitivamente sería un gran desafío. Kai entró notando el desanimo de la mayoría y suspiró tras ello cerrando la puerta silenciosamente tras él.
-¿Han hablado con Kyo?-preguntó mientras se dirigía al disperso grupo
Aoi se volteó por completo para mirarlo a los ojos
-No
-Ah... ¿Pero saben si al menos está vivo?
-No
-Y... ¿Saben si está en casa?
-No
-¡Mierda, Aoi!
-Eres el manager, ¿no se supone que nadie mejor que tú debería saberlo?-lo apuntó con el dedo
-Pero ustedes son sus amigos
-Para que veas la clase de amigos que somos-miró directamente a Toshiya
El peli azul bajó la mirada, estaba tan arrepentido, porque después de todos sus esfuerzos por perjudicarlo no había conseguido nada bueno al respecto, solo el odio de Kyo y el desprecio de Aoi.
-¡A trabajar! que los instrumentos mañana no se tocaran solos...
Shinya fue a instalar los últimos platillos de su batería mientras Toshiya y Aoi sacaban sus respectivos instrumentos de la funda. Kai se dirigió a Mao quien aún no quitaba la mirada de la calle.
-Mao...-posó su mano sobre el hombro del rubio haciendo que se volteara cuidadosamente- Ve con los demás-le sonrió
-Si... Hoy puedo irme antes ¿Verdad?
-Si, los que me preocupan son los demás, yo se que no habrá problema contigo
-Bien-sonrió
El timbre anunciaba el recreo. Reita suspiró pesadamente volteándose hacia Uruha y Ruki, quienes se ponían de pie.
-Está lloviendo, sugiero que nos quedemos aquí
-No te vas a reproducir-le contestó Uruha- hasta donde yo se no eres un Gremlins
El rubio le echó una mirada de enfado y decidió salir mientras Ruki reía al imaginarse a Reita con la apariencia de uno.
-Dile a cocoliso que se calle-siguió caminando
-¡Uruha, dile algo!
-Reita...
-Par de maricas...-llegó hasta el pasillo donde se encontró con los otros dos.
Luego llegaron los otros dos.
-Akira, es hora de ponerse maduros y enfrentar el tema que me aqueja-le dijo Kaoru apenas se cruzaron las miradas
-Olvídalo, ¿si? No quiero recordarlo-fingió una sonrisa
-Pero…
-Pero nada, como siempre
Die los miró de reojo y luego tomo de los hombros a Uruha y a Ruki para que los otros dos se quedaran a solas, sin que nadie pudiera molestar su reconciliación, aunque al rubio no le interesaba mayormente.
-¡Die!-le llamaron la atención
-¡Shu, tú quieto!
-Imbécil...
-¿Quieren acabar con esta payasada? Hagamos algo para disimular el frío-habló Reita
-Uii~~ Reita, al parecer la imaginación se te abrió-comenzó a codearlo juguetonamente Die
-¿Eh?, sal de aquí loco de patio
-De patio no, de recreo podría pensarlo...-se quedó analizando
Los cuatro se miraron para luego rodar los ojos y dejarlo atrás
-¡Espérenme!-salió corriendo tras ellos.
Una vez ya todos sentados en el suelo de su pasillo favorito, se miraban y se abrazaban a si mismos para no sentir el frío calarle los huesos, a excepción de Ruki, quien estaba refugiado en los brazos de Uruha
-Ustedes deberías guardar sus cositas mariquitas para sus casas, ¿No creen?- dijo Reita
-Que dices Reita-defendió Die- Chicos, ¡ustedes pueden gritarlo al mundo si quieren! Así como en la canción de pluma Gay, el "¡Soy gaaayy!" con orgullo-alzó su puño hacia el cielo en señal de victoria y emoción
-No lo digo porque esté en contra, idiota. Es por si los ven
Ruki se alejó de Uruha y comenzó a abrigarse con sus brazos, el castaño claro lo miró de reojo. Tras un silencio provocado por las golosinas que estaban comiendo, el pelirrojo volvió a abrir la boca.
-Leí en un libro de filosofía-comenzó, todos lo miraron, la última vez que se había puesto intelectual, solo había hecho estupideces de las cuales se avergonzaban hasta ahora- Donde decía que la homosexualidad era justificada para los griegos
-¿Y eso qué?-le preguntó Kaoru
-¡Deja terminar!
-...
-Bien-sonrió para luego seguir- Dice el mito que Zeus castigó al hombre separándolo de su otra mitad, siendo esta la mujer. Entonces por eso que tú la metes en donde ya tú sabes-arquearon sus cejas- Se decía que la mujer era solo para procrear, ya que se necesitaba de la unión de los dos cuerpos. Como la mujer era solo sexo, el amor era entre hombres, porque esa era la suma perfección.
-...
-¿Qué? ¿A que soy culto?-sonrió con superioridad
-¿Por qué mierda leíste algo como eso?
-Porque pienso que la filosofía es un buen aporte para mi integridad como ser humano
El pequeño rubio quedó perdido en lo más profundos de sus pensamientos, le agradaba esa idea, más aún cuando se sentía tan apoyado. Reita pensó en Aoi, y al darse cuenta las intenciones de sus pensamientos, negó rápidamente con la cabeza mientras Kaoru se ponía incomodo debido al silencio de los 5. Uruha miraba a Die tratando de comprenderlo y este lo miraba de vuelta.
-Eh... bueno. Después del aporte cultural de Die, recordé que hoy quiero hacer una fiesta en casa aprovechando la salida de mi madre... ¡Quiero que dure hasta el domingo!
Los cuatro asintieron
-Pensé que habría más emoción-fingió desilusión
-Si serás imbécil, con los ánimos que tiene Reitita y el para nada disimulado enfado de Uruha hacia Ruki, ¿realmente creías que todos diríamos "eeehh" a no ser yo, claro. ¡Ehh!
-¡Agh!-se levantó el peli morado- Si quieren invitan a más personas, me da lo mismo, con tal de que se llene la casa...
-¿Y el alcohol?-preguntaron a coro Die y Uruha
-Estoy más que recargado-dijo emocionado
-¡Yes!
Se había pasado la noche pensando en la conversación que había tenido con el castaño claro, y no es que hubiese sido de mayor importancia en cuanto a lo que se referiría su futuro, si no que cualquier clase de acercamiento con el menor, ya sea bueno o malo, para él tenía un peso significativo enorme. Se sentó en el sillón principal de la sala, con un pote repleto de papas fritas, miraba la televisión un tanto desmotivado.
-¡En qué momento me vine a meter en esto! No lo entiendo... ¡Aahh!-tomó una gran porción de papas y las ingirió- Si tan solo fueras más fácil, ¡nada de esto pasaría!
Cuando iba a comenzar a acomodarse de mejor manera en el sillón, su celular comenzó a sonar. Bufó al tener que meter la mano dentro de su bolsillo, porque a pesar de estar las 24 horas del día en su departamento, seguía teniendo su móvil dentro de sus ropas. Al ver el remitente sonrió, jamás creyó que alguna llamada de Aoi podría hacerlo sentir contento, cuando la mayoría del tiempo se la pasaban peleando y discutiendo por necedades.
-¡Ese enanoo~!-sonó del otro lado de la línea su alegre voz.
Kyo sonrió
-Hola...
-¿Cómo estás? ¿Me extrañas?
-Por supuesto... No tengo a quien molestar-rió
-Que dulce, bebé
-Solo para ti, galán
Ambos rieron
-¿Supiste quien es tu sustituto?
-No...
-Para ser sincero, es demasiado parecido a ti... Ahora que lo pienso, se me hace curioso que hayan ya dos enanos de esta especie
-Imbécil...
-Jajaja, no te enojes~~ Se llama Mao...
-Uhm... ¿Cómo están los demás?
-Bien...
-¡Aoi, ven inmediatamente para acá!
-El deber me llama-dijo con fastidio
-Está bien-rió el rubio- Ve antes de que te hagan parir
-¡Hey! Yo hago parir, a Aoi nadie le ha...
-¡Por la mierda, Aoi!
-Ya, vete
-Si, si. Adiós
-Bye
Cortó la llamada y se echó hacia atrás, definitivamente extrañaba su rutinaria vida, pero no por ello menos interesante y emocionante. Miró la hora y suspiró, se le vendría un día bastante largo, y lo que es peor, no tenía nada que hacer...
El ensayo al menos para él había terminado, afortunadamente era la voz y su reportorio vocal ya estaba más que preparado, ensayado y aprendido. Hace no más de 5 minutos que había llegado al colegio, eran las 12:55, faltaba muy poco.
El timbre sonó y rió cuando escuchó los felices gritos de los estudiantes al término de su jornada escolar. Tomó asiento en la misma banca en la que había estado el día anterior. Se frotó las manos, pues la humedad del aire congelaba hasta lo más profundo de sus entrañas. Refugió su nariz en la bufanda color negro que llevaba puesta y sus manos en su largo abrigo de igual color. Cada vez se sentía más victorioso, todos sus planes iban de viento en popa, y eso le daba una satisfacción indescriptible. Miró hacia el cielo gris para luego darle paso a una leve sonrisa.
-Entonces los espero a las 7 en casa.
-¿A quien más invitaste?-le preguntó el pelirrojo
-A muchos
-Bien, Reita, Ruki ¿lo hacemos como cuando venimos para el colegio?
-Oke
-Uruha...-lo llamó Kaoru- ¿Pasas a tu casa primero o te vienes de inmediato a la mía?
-A la tuya
Ya estaban en la salida, Ruki se acercó a Uruha, los demás entendieron y se despidieron de los dos tortolos, se quedaron conversando entre ellos mientras de un lado bastante cercano observaban interesadamente aquella plática.
-No pude hablar contigo durante todo el día...
-Si…-suspiró el más alto para luego sonreírle y tomar sus manos- ¿Ya pensaste en la respuesta?
Ruki asintió rápidamente
-¿Y?-lo miró expectante
-Yo quiero, si que quiero-lo abrazó refugiando su rostro en el cuello del más alto, mientras este sonreía bobamente.-Pero...-se alejó- Lo que dijo Reita...
-¿Qué dejáramos lo nuestro para nuestras casas?
-Bueno... Si
-Supongo que está bien-le sonrió
-Te amo...-susurró
-Yo también, enano-tocó su frente con el dedo índice
-¡Rukii!-le gritaron Reita y Die-¡Corre!
-Nos vemos...-se alejó retrocediendo de espalda
Uruha levantó la mano mientras lo veía alejarse
-¡Enano! ¡Date vuelta!
Ruki rió y se volteó para dirigirse hacia sus amigos.
Kaoru llegó hasta donde estaba Uruha, el más alto le sonrió feliz y Kaoru lo miró de reojo, para luego comenzar a reír.
-Se ven tan gays
-Envidioso
Comenzaron a caminar pasando sus brazos por encima de sus hombros. El castaño claro se detuvo, Kaoru lo miró extrañado. A unos cuantos pasos más allá estaba Mao, su cabello rubio se desordenaba con la oleada de viento que comenzó y su piel blanca se teñía de rojo debido al frío.
-¿Quien es?-le preguntó el peli morado
-Un chico que conocí ayer. Espérame
Se dirigió hacia él, el rubio fingió no verlo mientras hacía como si estuviera buscando a alguien con la mirada.
-Mao, hola-le saludó el castaño
-¡Uruha!-fingió impresión
-¿Hace cuanto llegaste?
-Hace 10 minutos, pero al parecer mi hermana no vino a la escuela... ¡No la veo!-se tapó la nariz
-Lastima...
-Viaje perdido...- dijo cabizbajo
-Um... Ahora que lo dices, a las siete habrá una fiesta en casa de un amigo ¿Quieres ir?
-¿Me estás invitando?-le preguntó con leve emoción
-Claro
-¿No seré inoportuno?
-Descuida, el punto es llenar la casa y pasarlo bien, ¿Quieres?
-¡Bien!
Kaoru se acercó y saludó con la mano a Mao, este le respondió de igual forma y con una sonrisa en sus labios.
-Kaoru-le estrechó la mano
-Mao-se la aceptó el otro
-Mao vendrá a la fiesta-dijo Uruha
-¡Genial!
-Pero no sabe donde vives
-Cierto-reflexionó el peli morado
-Pero denme la dirección
-Ni loco-habló Uruha- la última vez no sabías donde estabas parado
Mao bajó la cabeza, era cierto, pues no era el ser con más sentido de la orientación, asi que decidió escuchar la posible solución que le darían, no perdería aquella valiosa oportunidad por una estupidez.
-Vamos a casa juntos entonces-propuso Kaoru- de paso y me ayudan con las cosas.
Los dos asintieron y comenzaron a caminar en dirección a casa del peli morado. Kaoru se adelantó al entrar y los dejó un momento afuera, tenía que verificar unas cuantas cosas dentro de su casa para hacer pasar a los dos.
-Amo que esté nublado...-dijo de repente Mao
-Si... Siento que es una buena instancia para no hacer nada
-Cierto-le sonrió- Por cierto, Uruha ¿Cómo te fue ayer?
-Ah...
Perfecto, no lo había recordado durante todo el día y justo ahora debían hacérselo notar. No pudo evitar colocar una expresión de cansancio y desagrado en su rostro. Mao notó enseguida que no había sido el mejor de los encuentros, pero no estaba seguro si eso era bueno o malo para él. Por un lado podía ser perfecto, puesto que Kyo no llevaría ninguna ventaja. Pero por otro podía no serlo, ya que posiblemente verlo a él era como ver al vocalista oficial de Sex Hot.
-Creo que no debí preguntar
-No, está bien. Es solo que preferiría no hablar...
Pasaron unos cuantos segundos en silencio, segundos en los que Uruha recordó el reemplazo de Kyo por un doble... Miró a Mao, este lo miró y allí concluyó su pensamiento, el rubio le daba demasiada confianza como para atreverse a dudar de él...
-¡Al fin terminamos!- exclamó Aoi tras colgar su guitarra dentro de la funda sobre su hombro- Sigo creyendo que fue sumamente injusto que dejaras irse a ese-dijo con desprecio
-Te recuerdo que "ese"-habló Kai-no está por obligación, es un voluntario
-Y además tacaño. No te conocía esa faceta, Kai-dijo con burla el moreno
-Llévense a este antes de que me colme lo poco que me queda de paciencia
Aoi rió traviesamente y salió en dirección hacia su vehículo.
Shinya se acercó a Kai y este cambio rápidamente su expresión, siendo esta notada por el bajista que aún se hallaba presente.
-¿A tú casa o a la mía?
-La mía
Toshiya los vio alejarse, luego se miró y no encontró la existencia de ser más patético, según él, en la historia. Tomó su bajo y decidió irse... Los días sin Kyo no eran más que tortura, se había equivocado, y ya era demasiado tarde como para remediarlo.
Aoi miró su móvil encontrando el número telefónico de Kaoru, no tenía el de Reita y realmente quería saber como seguía de ánimos. Decidió llamar a "su primo" para que le diera aunque fuese un poco de información.
-¿Sii~~?-se escuchó una voz notoriamente alegre y un poco influenciada por el alcohol
-¿Kaoru?
-Siii~~
-Soy Aoi
-¡Qué sorpresa!
-Llamaba para saber como está Reita
-¡Está bien!, de hecho, a las siete habrá una fiesta en casa que espero dure hasta el domingo, ¿quieres venir?
-Tengo concierto mañana...
-¡Pero ven! es sólo una fiesta
-¡Está bien! ¿Estará Reita?
-Obvio, oye
-¿Mh?
-¿Por qué tanto interés?-le preguntó con desconfianza
-Por nada, me preocupo por la gente
-No te creo
-No es el punto-se defendió
-Oke~~ te espero entonces
-Bien
-Bye!
-¡Espera!
-¿Qué?
-¿Dónde vives?
-¡Ciertoo!-comenzó a reír como idiota.
-¡Enano de mierda, DATE PRISA!
-¡Esperen!
-No es un desfile de modas...-le dijo Reita mientras balanceaba sus pies que colgaban del escritorio del más bajo
-Debo verme lindo para Uruha
-¡Qué gay!
-Déjalo, Akira-le respondió Die
-Cierra la boca, gay encubierto
-Soy más macho que todos ustedes juntos
-Si, claro
Mientras discutían quien era más hombre Ruki al fin había terminado y se paró enfrente de ellos, pero ninguno parecía tomarle atención, estaban tan centrados en su discusión.
-¡MIRENME!
Se voltearon a mirarlo preocupados, el pequeño Takanori jamás gritaba
-¿Qué tal?
-Te ves lindo, muy lindo-le sonrió Die
-¿Lo ves? ¡Gané!
-Ya cállense-dijo calmado- vamos
-Esta noche será mi noche-dijo Reita
-¡Será la mía!-reclamó el pelirrojo
-Como sea-habló Ruki- será nuestra noche...