Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Adorada estrella de Rock por hina kouyou

[Reviews - 415]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Olo~ He vuelto rápido! *0* Es que anoche viví las horas más ociosas de mi vida y no podía dejar de escribir =0, estaba tan aburrida u.u Y ahora llueve y es hermoso *-*

En fin, me quedó más largo *0*

Lean n.n

¿Aniversario o calvario?


Capítulo 19



-Olvídalo Reita, ni trates de convencerme- se sentó nuevamente en su silla y comenzó a examinar la carta-Me la escribió...-se la mostró con su mirada angustiada

Reita lo miró por unos segundos, creyó que era mejor dejarlo acompañado de su tristeza  para que pudiera leerla tranquilamente. Sin decirle algo se fue en busca de Die.

Uruha al notar que estaba solo la abrió con nerviosismo, le temía al contenido seguramente romanticón que podría tener. Tenia un dibujo compuesto por muchas figuritas de papel coloreadas, las miraba una por una y sonreía tiernamente al verlas, eran corazones, ositos, perritos, gatitos y un cerdito. Agachó su cabeza, no sabía si hacía lo correcto, ya que Ruki la había dejado caer en un descuido y nadie le aseguraba que él quería realmente que la leyera... Pero la curiosidad lo carcomía por dentro, necesitaba saber que era lo que estaba apunto de hacer el pequeño antes de escuchar aquella frase salir fríamente desde sus labios. Sin más preámbulos la abrió y temblorosamente comenzó a leerla desde la primera letra

Shima:
          Bueno, no sé como empezar... Estoy tan triste y abatido por todo... Quiero que me perdones, quiero que sepas que te amo mucho, muchito ¿Sabes? Ayer tuve un presentimiento extraño, sentí mucha angustia y miedo sin saber por qué, y gracias a eso logré salir de mi estúpida situación... Shima, yo quería que me quisieras mucho, que me  vieras de una manera diferente. Después de que te vi con Mao, sentía que no era para ti, que tu merecías a alguien que fuese decidido, rudo… Y está claro que yo no soy así, lo único que he hecho a sido tratar de que los demás no descubrieran lo de nosotros y sin embargo tú me seguías queriendo... Sólo quería ser alguien mejor para ti, pero me di cuenta que no hacía lo correcto...

Te amo tanto, tanto, tanto, pero tanto... Que ni siquiera puedes imaginarlo, te lo diría todo ahora pero tengo miedo... Porque a la entrada del colegio ni siquiera me miraste. Bueno, quiero decírtelo todo ¡Si quieres me arrodillo para que quieras escucharme! A mi no me da vergüenza, soy capaz de hacer lo que quieras con tal que me escuches... Si te interesa (espero que sí u.u) ¿podemos hablar a la hora de almuerzo?...

                      Siempre, por siempre y para siempre tuyo

                                                                    Takanori Matsumoto.


-Enano...-y una lágrima cayó corriendo un poco la tinta



-¡Pero Ruki!

-¡No quiero nada! ¡NADA!-gritaba mientras Kaoru y Die trataban de calmarlo

Reita entró mirando a los tres quienes lo miraron de inmediato. Die suspiró y dejó a Ruki quien empezó a limpiarse rápidamente las lágrimas.

El pequeño vio sus manos y en ellas no había nada, miró a los demás con terror y salió corriendo a la sala para ver si la carta que había perdido seguía aún allí. Cuando entró vio solamente a Uruha en su puesto, dando pequeños saltos debido al llanto mientras mantenía su cabeza gacha y algo entre sus manos. Ruki se acercó tembloroso, temía que aquello fuese su carta...

-¡¿Por qué la leíste?!-se la arrebató de las manos, Uruha lo miró- ¡Yo no quería que lo hicieras, no te la dí, por lo tanto no te pertenecía!-le gritó con dolor mientras comenzaba a llorar

-Ruki...

-¡No tenías derecho!-la comenzó a romper, el castaño claro se paró para tratar de impedirlo pero ya era tarde, estaba en trozos y ya en el suelo

-Pero...

-Olvídate de lo que decía esa carta...-lo miró con recelo- ¡Ve donde tu Mao y deja que mi amor y yo nos pudramos! ¡TE ODIO TAKASHIMA KOUYOU!

-¡¿PERO QUÉ MIERDA DICES?!-lo agarró por los hombros y comenzó a zamarrearlo- Eres un imbécil, un idiota, ¡yo soy el que te odia! ¿Cómo te das el lujo de tratarme así? ¡Mira como juegas con mis sentimientos!...-se calmó para comenzar a mirarlo, Ruki lo miraba dolido por su tono de voz- Un día me haces creer una cosa y otro día otra... ¿Creías que yo te amaría más si eras como Mao? ¿Acaso sabías que yo te amaba a ti y no a lo rudo que pudieras llegar a ser? ¡Te he aguantado todas tus indecisiones y falta de madurez! Quizás tengas razón, y necesite a alguien seguro de si mismo, no de un mocoso que ni siquiera sabe quien es...

Al mirar el dolor en los ojos de Ruki supo de inmediato que lo que le había dicho no fue lo mejor, pero sentía tantas cosas dentro de si, tanto dolor por el juego que llevaba el pequeño con su corazón, que no tuvo un momento para arrepentirse. Ruki tomó sus manos que estaban sobre sus hombros propios para alejarlas, se dio media vuelta y salió del salón a paso normal.

El castaño claro al verlo cruzar la puerta supo de inmediato que había acabado con su corazón y con el del pequeño.

-Ódiate, Takashima-se dijo a si mismo.

Pero no podía echarse a morir, debía cumplir con su trabajo de traer a la banda musical para el aniversario del colegio, agradeció al cielo por tener que hacer, esa sería la única forma de poder pensar en otra cosa que no fuese el aniversario del colegio. Para su desgracia Reita tenía razón, ¿a quien más podría contactar él? A decir verdad, podría traer a cualquier banda aficionada, y no habría problema ya que lo anormal en este caso sería llevar a una banda como "Sex Hot".

El día había pasado tranquilo, no había ni huella de lo que ocurrió entre el castaño claro y el pelinegro, simplemente se evitaban y los demás se resignaban a aceptar, o al menos tratar de aceptar, el retroceso de personalidad del más pequeño del grupo.

-No quiero llamar a Kyo para preguntarle, no quiero deberle otro favor...-le decía Uruha a Reita mientras se sentaban en el piso de la habitación del rubio.

-Puedo hablar con Aoi...

El más alto lo miró con una expresión burlesca en su rostro y Reita lo miró enfadado

-¿Quieres que hable con él o no?

-Bien, sálvame la vida

-Oke. A propósito

-No me preguntes porque no te diré nada de Ruki-lo interrumpió con firmeza

-Ya veo... ¿Peligroso?

-Dije que no diría nada...


No había resultado difícil contactar a Aoi, puesto que el pelinegro estuvo esperando con emoción la llamada de su adorado estudiante. Tampoco había sido difícil convencer a Kai, ya que al escuchar la propuesta por parte del líder de "Sex Hot" con un rotundo sí cerró el trato. Pero había un pequeño problema, y es que los dos meses de suspensión de Kyo aún no llegaban a su fin, así que sería trabajo para Mao. Este al enterarse quiso matar a Aoi quien lo miraba con una sonrisa repleta de burla y autosuficiencia.

-¿No te sientes capaz de presentarte en frente de tantos chicos adolescentes?-le preguntó el guitarrista

Mao le echó una mirada fulminante, Uruha no podía enterarse que era el reemplazante de Kyo, jamás le había dicho acerca de eso, y justamente ahora, cuando sus planes iban de viento en popa, ¿pasaba esto? Definitivamente su vida era "ingrata" y comenzaba a detestar al del piercing.

-¿Y Bien, Shima?

-Ya tengo la banda-le dijo al presidente del centro de alumnos cuando ya quedaba solo un día

-¡Yes! Siempre supe que debí confiar en tí-le sonrió abiertamente

-¿No me vas a preguntar si es buena?

-Cierto-rió- ¿Lo es?

-Es malísima, pero a todos les gusta-frunció los labios

-¿Todos?

-Si-afirmó el castaño claro- Es Sex Hot...

-¡¿QUÉ SEX HOT TOCARÁ EN LA ESCUELA?!


Y así fue como todo el colegio se enteró y al otro día el establecimiento estaba repleto, pero solo podían ser participes los alumnos que lo integraban. Eran alrededor de las 11 de la mañana y todos estaban nerviosos. Cuando Ruki se enteró se sintió realmente feliz, era la única cosa buena que le pasaría quizá en cuanto tiempo más.


-Sería mejor si Kyo estuviera aquí...-decía Aoi mientras se dirigían al colegio

-Pero está Mao, no seas desubicado-le dijo Shinya al ver la cara de pocos amigos que ponía Mao al escuchar ese comentario.

-Mmh... por cierto ¿Y Kai?

-No sé-hizo un desprecio el batero

-Nos esperará allá-contestó Toshiya

-No te pregunté a ti

Había pasado ya más de un mes y Aoi aún no le dirigía la mirada ni palabra al peli azul, la ausencia de Kyo le afectaba y aún no se lo podía perdonar a su compañero de cuerdas. Cuando llegaron se bajaron y comenzaron a caminar junto con sus guardaespaldas, y a su alrededor había una oleada de Fans. Los tres se dedicaban a saludar a su público juvenil, mientras Mao se acomodaba ágilmente unas grandes gafas oscuras para que la diferencia no fuese notada.

-Mao...-lo llamó Toshiya, el nombrado lo miró- Encógete un poquito

El rubio le hizo caso, y cuando ya iban llegando dificultosamente debido a la gran cantidad de jóvenes no pertenecientes a la escuela, apareció un endemoniado Kai

-¡CUANDO DIGO POR LA PUERTA TRASERA, ES POR LA PUERTA TRASERA! Jamás me hacen caso...

-Relaja la vena-Aoi posó su mano en señal de apoyo en el hombro del manager y entraron junto a la sonrisa de los demás.


-¡Kao, Die!-los llamaba insistentemente el pelinegro pequeño- Estoy nervioso ¡Ayúdenme! ¿Me veo bien?

-Si, bien-le contestaron a coro mientras se le acercaban

-¡Veré a Kyo! Soy tan feliz-sus ojos brillaban, volvería a tener cosas de su banda favorita después de haber eliminado todas las que Uruha le regaló.

-Recuerdan... ¿Cuándo comenzó todo lo que hemos vivido desde que obligamos a ir a Shima al concierto?-recordó Die con melancolía- Ahora siento como si ese día estuviera otra vez... ¡Debemos obligarlo a presenciarlo!-declaró con emoción.

Ruki sonrió sombrío y una pequeña malicia se hacía presente en el brillo de la mirada de Kaoru.

-Pero ya nada es como antes-habló de repente el menor

-Hagamos de hoy un día diferente, olvídemos todo, solo por hoy...-suplicó Die


-¡Pero Reita!

-No, esto me supera. ¡No pienso ir!

-Oye, el Sex Hotfobico soy yo-le dijo Uruha mientras lo llevaba a rastra hacia el "camarín" improvisado que les habían montado en una sala cercana al escenario en donde se presentarían en los próximos minutos.

Cuando estaba consiguiendo moverlo un poco, el celular de Reita comenzó a sonar, este palideció, puesto que la música que sonaba era una que especialmente sonaba cuando lo llamaba Aoi, y esa sería la primera vez en que hablaría con el guitarrista por teléfono.

-¿Vas a contestar?- preguntó Uruha al ver que su amigo aún miraba la pantalla con las mejillas sonrojadas.

-Eh... ¡Ah, si!-apretó el botón verde-¿Sí?

-Akira...

Akira, sonaba tan bien su nombre emitido por la masculina voz de su pelinegro favorito. Sintió como las piernas le flaquearon y como su corazón comenzaba a latir con desesperación

-¿Akira, estás ahí?-preguntó con preocupación del otro lado del teléfono

-Ah... ¡Sí!

El castaño comenzó a reír al ver el cambio rotundo de las expresiones del rubio, se veía realmente diferente a como solía ser.

-¿Me quieres venir a ver? Estoy en la sala 109

-Eh... ¿Pero no habrá problema?

-¡Claro que no! Ven, si no vienes no podré tocar bien-dijo con tristeza fingida

-Bien, voy ahora

-Siii~~ Te espero-y cortó

Reita miró a Uruha y le sonrió, el más alto lo miró dubitativo

-Ve...

El rubio se giró y a paso lento se dirigió hacia donde estaría su adorada estrella de rock esperándolo.

-Mao ¿Quieres calmarte?-trató de tranquilizarlo Kai mientras lo veía ir de un lado a otro

-¿Cómo quieres que me calme? Uruha no puede descubrirme

-¿Pero qué hay de malo?

-¡Sospechará!-se sentó a un lado del manager- Además no le he dicho ¿Qué se puede esperar de alguien que no te ha contado "lo más importante"?

-Ah...-se acercó Aoi hacia la pareja de amigos- También vendrá Kyo-sonrió

El rubio lo miró con odio mientras Kai se tapaba el rostro con las manos

-Pienso que haces esto para perjudicar a tu banda-habló Kai luego de haberse destapado el rostro- ¿Cuándo madurarás?

-No se trata de madurez-y sin decir más fue hasta la puerta.

Shinya se perdía en la silueta de su amado manager, no era justo que Mao se robara toda su atención y que él solo lograra tener la misma que tenía Kyo... O sea, ninguna. Dio un profundo suspiro de resignación y comenzó a jugar con sus baquetas, necesitaba tener la atención de Kai, pero no sabía como tenerla... Decirle a Aoi sería para que siguiera burlándose de él, decírselo a Toshiya sería como pedirle ayuda a los santos: sabría que llegaría, pero no cuando... Y Kyo, Kyo simplemente en el amor era un animal. Pero algo se le ocurriría

Toshiya luego de todo el accidente de Kyo había comenzado a planear el como conseguir el perdón de su aún amado vocalista, pero sabía que estaba muy lejos de lograrlo. Sin embargo, la ayuda que le brindaba Mao al tener alejado a Uruha de su vocal, lo hacía sentirse un poco más seguro de lo que podría lograr.


-¿Para qué acepté ir?-se preguntó Kyo mientras se miraba al espejo- Quizá para burlarme de la derrota de Mao-sonrió con malicia y autosuficiencia- Además estoy harto de este encierro
 
Por una extraña razón, sabía que algo muy bueno le ocurriría esa noche, pero no sabía de que podía tratarse


Aoi seguía esperando a Reita, se estaba demorando demasiado para su gusto, además faltaban apenas cinco minutos para que fueran llamados al escenario. De pronto, a lo lejos pudo distinguir su figura y aquel color tan llamativo que llevaba en su cabeza. Cuando el menor se detuvo en frente de sus ojos, lo saludó tímidamente con la mano. El del piercing sonrió con malicia y lo tomó por el brazo para introducirlo en un lugar secreto que había dentro de esa sala. El rubio palideció al encontrarse a solas con su pelinegro, en la oscuridad y para rematar en un especio sumamente reducido. Sintió la caliente respiración de Aoi en su rostro y la alta temperatura que emanaba su cuerpo y que lo embriaga ante la cercanía de ambos. El mayor pasó su dedo índice por los labios del menor para que no dijera nada, Reita no podía verlo con detención, pero si podía distinguir sus labios con demasiada precisión. Las manos de Aoi se adueñaron de la cintura del de la banda para luego ser sus brazos quienes la rodeaban con fuerza y sus manos masajeaban juguetonamente su espalda

-Hueles bien...-le susurró al oído mientras perdía su rostro en el cuello del rubio

-Aoi...-cerró los ojos ante el placer que comenzaba a inundarlo

El pelinegro sonrió de medio lado para comenzar a pasar juguetonamente sus labios por la sensible piel del cuello de su presa, mientras esta lanzaba un tímido gemido, casi inaudible. Siguió con el roce hasta que se detuvo en la comisura de los labios del menor, se alejó un momento para poder verlo a la cara, ya que sus ojos ya se había acostumbrado a la oscuridad. Reita seguía con los ojos cerrados y una expresión de iniciado placer. Aoi, sin previo aviso, llevó sus labios para unirlos con los del de la banda, cuando Reita se inmutó abrió sus ojos exageradamente para encontrarse con la penetrante mirada del pelinegro, era demasiado intimidante mirarlo a los ojos, así que llevó su mirada hasta abajo, donde podía ver levemente la unión de sus bocas y comenzó a mover sus labios delicadamente mientras cerraba sus ojos, Aoi lo aferró más a su cuerpo y cerrando los ojos también comenzó a corresponderlo.

Cuando el ambiente se ponía más caliente, las manos de Aoi se colaban por debajo de la camisa del rubio y este último introducía su lengua con obscenidad al mismo tiempo que el pelinegro lo hacía, los demás ya se estaban alistando porque un llamado del micrófono los puso a alerta. Pero a ellos poco les interesaba, pues el panorama estaba mejor dentro de esa reducida "habitación"

-¿Dónde mierda está la maravilla de líder que tienen?-preguntó Kai al no encontrar al conflictivo guitarrista

Toshiya y Shinya se encogieron de hombros mientras lo buscaban con la mirada

-No lo veo por ningún lado-respondió Shinya

-Lo sé, Shin. Veo lo mismo que tu...

El batero bajó su mirada, le dolía que fuera tan antipático con él, cuando en el pasado no se atrevía siquiera a contradecirle en alguna de sus infantilidades.


-Aoi, espera-trataba de alejarlo Reita, pero sin éxito, ya que no había voluntad de su parte

-Un poco más...-le pedía mientras besaba su boca

-Pero ya es hora...-lograba articular palabra con dificultad

-Me cago en la hora...

Mao se levantó de su sitio, se dirigió hacia la pequeña puerta que había a un costado de la entrada, solo él había visto al pelinegro entrar allí junto a Reita. La abrió y con una sonrisa los miró y ellos a él

Los demás quienes estaban detrás de Mao quedaron con la boca abierta.

El rostro del de la banda adquirió uno y mil colores, en su vida había sentido más vergüenza que en ese momento.

-¡Vamos!-los llevó Kai

Aoi cuando se disponía de tomar el brazo de Mao para seguramente golpearlo, Reita lo detuvo, se volteó hacia él y este le hizo una señal de que fuera con calma. El pelinegro resignado los siguió y Reita salió en busca de sus amigos mientras acomodaba nuevamente su ropa.


-¡Vamos Shimaaa!-lo tiraba de la manga Die

-¡Nooo!

-¡Shimaaaaaa!-seguía tironeándolo-¡SHIMAAAAAA! ¡SHIMAAAA!

-¡Die, cállate!

-¡NOOOOO, SHIMAAAA!

Kaoru, ya harto de escuchar la chillona voz de Die, se acercó y tomó a Uruha para llevarlo, mientras el pelirrojo lo tomaba de las piernas.

-¡Por la mierda, suéltenme par de malparidos!

-¡Nooo! Jajaja-reían los dos mientras lo llevaban y Ruki los seguía

-¡Ruki, Ayúdame!

El pequeño lo miró por unos segundos ¿Acaso le estaba hablando a él? ¿Le estaba dirigiéndo la palabra a él? Sonrió abiertamente y corrió tras los tres para comenzar a dar pequeños piquetes con su dedo en el brazo de Die y Kaoru

-¿Qué quieres Ruki?

-Suéltenlo...-les pidió con timidez

-¿Y tu crees enano que con esa petición tan patética te haremos caso?-le pregunto Die mientras balanceaba las piernas del castaño

-¡Die de mierda deja de moverme!

-¡De mierda tus calzoncillos!

-Pero Die, Kaoru-los miró a ambos con ruego en su mirar-Shima irá ¿Verdad Shima que si irás?-lo miró con ojos brillantes

-Eh...Yo...

Reita quien llegaba hasta ellos se les sumó

-¡Reita, sálvame!

El rubio sin siquiera tomarlo en cuenta ayudó al par para llevarlo hasta donde se presentarían Sex hot, Uruha gritaba sin éxito y un enfadado Takanori los seguía. Él, siempre Akira Suzuki debía encargarse de verse como la única salvación de su castaño claro.

Cuando llegaron, dejaron a Uruha sano y salvo de pie supervisado por la mirada de todos sus amigos, y la música y los ensordecedores gritos comenzaban a hacerse presentes.

Shinya entró primero, con unos pantalones de cuero ajustados y con unos cinturones a remaches colgado de ellos, una camisa blanca y su pelo extremadamente liso. El grito del "No puedo creerlo" comenzó a hacerse presente entre todo el público. Los ojos de Ruki brillaban y daba pequeños saltitos para poder ver mejor. Die lo miró con lastima, si que era bajito. Así que sin vacilación lo tomó y se lo colocó en la espalda

-¡Gracias Die!-se abrazó a su cuello y siguió viendo.

La Asesina mirada de Kaoru y de Uruha se posó sobre Die, quien al darse cuenta les sacó la lengua.

Luego fue el turno de Toshiya, quien traía unos pantalones rasgados de tela gastada con muchas cadenas y puntas, una playera sin mangas, y su cabello azul perfectamente arreglado en un desorden en la parte de arriba y extremadamente liso el cabello que caía en su rostro. Ya habían varias desmayadas, era una situación completamente memorable. Aoi llevaba unos pantalones blancos ajustados y encima una pequeña falda de igual color con detalles en negro, tenía una polera con el nombre de su banda de color negro. Al entrar hizo una reverencia e hizo un sexy movimiento para luego apuntar con su dedo a Reita, quien al notarlo se sonrojó de sobremanera, pero eso solo pudo percibirlo él mismo, ya que para los demás era un "¡Me apunto a mi!". La música comenzó a sonar y entró Mao con unos pantalones morados, los cuales tenían uno y mil remaches junto a las cientos de cadenas que colgaban de sus caderas y dos cinturones a remaches también, una camisa negra que dejaba ver fabulosamente su perfecto torso. Los gritos se hicieron insoportables para el oído humano, seguramente alguien saldría sordo después de esa presentación.

Uruha al detener su mirada en aquel tan odiado ser le pareció familiar, bastante familiar y a la vez diferente... La voz del rubio comenzó a sonar por todo el lugar junto a los instrumentos. El castaño claro llevó su mirada rápidamente a Ruki, recordaba aquella vez que tuvo que asistir a ese tan comentado concierto para llevarle las cosas de sus ídolos... Bajó su mirada con melancolía, al menos se veía feliz y disfrutando de lo que hace más de un mes su madre le había privado.

Kyo desde la calle podía sentir el bullicio que provenía de aquel establecimiento educacional. Miró hacia adentro y entró sin problema, se detuvo en donde podía ver y hasta donde la cantidad de gente se lo permitía. Se cruzó de brazos y empezó a mirarlo, debía reconocerlo y es que el rubio imitador hacía bien su trabajo de reemplazarlo.

-Algo buena que tenga ese hijo de perra...


-Moriré asfixiado-decía Uruha mientras era apretado por un centenar de chicas

-¿Qué tal si vas al baño?-le propuso el rubio

-¿Y si no vuelvo?

-Volverás-le aseguró Kaoru

Como pudo logró salir de aquel tumulto, luchó contra viento y marea y por fin se vio libre de aquel campo de concentración. Pero se había parado justo en frente de su adorado vocalista, quien a verlo dudó en hablarle

-¿Kyo?-preguntó casi incrédulo para luego mirar hacia el escenario

El rubio no le dijo nada, solo lo siguió mirando

-Pero...

-Estoy suspendido-le recordó

Uruha asintió y volvió a mirar hacia el escenario, un detalle que solo él sabía de Mao pudo notar desde la distancia. El rubio tenía un piercing en la unión de sus pectorales, y gracias al brillo que aquel objeto plateado emitía,ya no le quedó duda ¿Quién más que Mao podría imitar de aquella forma al rubio vocalista de Sex Hot?

-Mao...-pronunció el castaño claro casi incrédulo-¿Es Mao?-le preguntó al vocalista oficial de Sex Hot con la esperanza de que este le dijera que no. Había sufrido tantas decepciones de parte de la gente durante ese último tiempo, que saber que la persona en la que más había confiado durante ese tiempo le hubiera ocultado algo tan importante como eso... Además que nadie le aseguraba si el acercamiento del rubio habría sido solo por un juego con Kyo.

-Mao o como se llame-le respondió con indiferencia

Se mantuvo al lado de Kyo todo lo que duró el concierto, ninguno decía nada, solo miraban y Uruha se dedicaba a pensar, y mientras más lo hacía, más desconfianza sentía, puesto que si lo pensaba detenidamente, todo tenía sentido. Jamás supo a quien Mao iba a ver "exactamente" al colegio todos los viernes, y era extraño que ese interés se hubiera hecho cuando Kyo había sido suspendido por dos meses de las actividades de Sex Hot...

El concierto terminó y volvieron al camarín.

Kyo miró a Uruha y lo tomó de la mano para dirigirse al lugar en donde estarían los demás. Uruha lo miró confundido y luego reaccionó zafándose rápidamente

-¿Me llevas al baño?-le preguntó con burla

-No, quiero que tu me lleves a donde están-le respondió decidido y serio

-Debo ir donde mis amigos

-Después, ahora necesito que por fa...vor-se sorprendió de si mismo al pedir por favor- Me lleves-se sonrojó, pero como Uruha sabía que Kyo era de hierro y que jamás mostraba debilidades pensó que era un síntoma por su fobia hacia Sex Hot

Sin titubear ahora era él quien lo llevaba de la mano hacia donde estaba la sala de la banda.

-¡Amo que me amen!-dijo enérgico Aoi

-¡Yo amo que digan que soy kawaii!-dijo feliz Shinya

El bajista de la banda no dijo nada y sentó con una sonrisa junto a Mao, quien denotaba preocupación en su mirada. La puerta comenzó a sonar, pensaron que era Kai, además la entraba era resguardada por sus fieles perros guardianes. El rubio de paró de su lugar y fue a abrir, pero tal fue su sorpresa al ver a su querido "amigo" junto a su rival, Kyo.

-Uruha...

Este no les respondió y se dirigió hacia Kyo

-Aquí es, nos vemos

Y al decirlo se marchó a paso decidido. Kyo lo miró con una sonrisa maliciosa y Mao lo hizo de igual manera.

-¿Por qué le dijiste?...

-¿Yo decirle qué? No le dije nada, solo me vio

-¡Kyo, viniste!-llegó hasta él el batero. El rubio hizo a un lado a Mao y entro para saludarlos a todos, exceptuando a Toshiya.

Uruha volvió hacia donde estarían sus amigos, pero solo pudo distinguir a un desorientado Ruki, quien lloraba por estar perdido de sus amigos y asfixiado por el gran tumulto de gente que aún quedaba y que no lo dejaban salir. El castaño claro al verlo fue corriendo hasta él y lo sacó de entremedio de todos, lo llevaba pegado a su pecho y con uno de sus brazos rodeándolo, mientras luchaba contra la tempestad por salir de allí. El pelinegro al verlo se sonrojó de sobre manera y refugió su rostro contra el más alto. Una vez ya a salvo

-Gracias...-se sonrojó y ocultó su mirada en el suelo

-De nada-trató de serle indiferente, pero no podía. Se sonrojó también y miró hacia un lado.

-Eh... Voy al baño

-Te acompaño

Se dirigieron a paso lento hacia su destino, ninguno decía algo. Al llegar Ruki se mojó el rostro y luego lo miró con timidez

-Voy a hacer pipi...

-Ve...

El castaño claro se miró al espejo, si que estaba sonrojado. Se mojó el rostro y luego comenzó a arreglarse el cabello y su mente voló hacia el caso de Mao, realmente se había decepcionado y no quería hablar con él, pues sabía que su propia reacción lo llevaría a cometer alguna bobería. Ruki volvió a su lado y se lavó las manos, miró a Uruha y con nueva timidez volvió a hablarle

-Shima...

Lo miró a través del espejo

-Yo no te odio...-miró el agua caer

-Ni yo a ti...-le dijo buscando su mirada, y al no encontrarla lo tomó por el mentón- Pero siento resentimiento hacia a ti, nadie jamás había jugado con mi corazón como tu lo haz hecho...

-Lo sé, soy un idiota...

-Quizá-le sonrió y bajó su mano- Recuerdas que aquí comenzamos "algo"

-Si...-se sonrojó nervioso, cómo olvidar aquella vez...-Shima-volvió a llamarlo. Uruha lo miró-¿Tú crees que algún día podrías volver a quererme como antes?-le preguntó con un brillo de tristeza en sus tiernos ojos

El castaño claro lo miró por unos segundos con emoción, si tan solo supiera que aún seguía amándolo... Pero no quería decírselo. Sin responderle nada se le acercó y tomó su rostro entre sus manos. El corazón de ambos latía con fuerza y juntos podían escucharlos. Unieron sus bocas en un apacible y tierno beso, Ruki se aferró a la espalda del más alto y este lo tomó fuertemente de la cintura. No quería soltarlo, solo quería que el tiempo se detuviera ahí mismo y no tener que darle explicaciones a nadie, ni siquiera a su propio corazón. Siguieron deleitándose con el dulce sabor de sus bocas, de las caricias de sus labios y el juego infantil que mantenían sus lenguas.

-Ruki...-se alejó débilmente de su boca, quedando a unos escasos centímetros- Será mejor parar-le acarició el rostro

El pequeño no se atrevió a insistir, sabía perfectamente que ya nada era lo mismo, y para serlo debía comenzar a cambiar.

Ambos se dirigieron en busca de los demás, y cuando los encontraron los tres los recibieron con un sermón. Luego de terminar los cinco de sentaron en el suelo a descansar. Uno de los guardaespaldas de la famosa banda juvenil llegó hasta su lado.

-¿Reita?-le preguntó un joven corpulento al de la banda, este asintió- ¿Puede venir un momento por favor? Aoi-san lo necesita

-Si..-se paró mientras los demás lo miraban divertidos

-¿Uruha?-esta vez se refirió al estaño claro, este asintió- Necesito que venga también

Los dos se fueron en compañía del guardaespaldas y una vez en la puerta esta fue abierta y lo primero que sus oídos escucharon fue la discusión que mantenían Kyo y Mao

-¡Si, yo quería tener todo lo que tenías!-le gritó ya harto Mao al rubio rudo.

Kyo desde que había llegado comenzó a pedir todo tipo de explicaciones, a Kai y a Mao por  no haber obedecido a sus "órdenes", y como ya solo quedaban escasos cuatro días para que la suspensión momentánea de Kyo llegara a su fin, comenzó a decirle lo que todos ya sabían. Y Aoi en un intento de ser más desgraciado con el rubio reemplazante, mandó a llamar a Reita con la excusa para que Uruha también llegara a escucharlo... Quería ver caer a Mao

-Tuviste a Toshiya, lo tuve. Tenías a Sex Hot, lo tuve... Querías a Uruha, lo tengo...

Unos aplausos se hicieron presentes en toda la habitación, Kai, Shinya, Toshiya, Kyo, Aoi y Mao se voltearon para ver quien era...

-Bravo, Mao-lo felicitó con sarcasmo- Supiste engañarme de la mejor manera-le dijo con dolor

-No, Uruha, no es lo que piensas...

El castaño claro no quiso escucharlo y se echó a correr, sentía como las lágrimas brotaban de sus ojos... Cuando Reita se disponía a seguirlo, Kyo lo detuvo y fue él quien lo siguió. Mao se quedó perplejo, aún procesando lo que había pasado... Esas eran sus intenciones, las que le había gritado a Kyo y, Uruha escuchado por accidente. Cuando al fin notó lo que sucedía una mirada de odio se fundió en Aoi.

-¡Eres un maldito!-se fue hasta el pelinegro y lo tomó del cuello para luego darle un certero golpe en el rostro- ¡Me haz hecho la vida imposible, miserable!

Todos los que estaban en la sala se dirigieron hacia el rubio para detenerlo, pero este no reaccionaba, seguía golpeando al pelinegro


-Uruha…-lo tomó del brazo haciendo que este volteara jadeando

-Déjame... ¡Tú también estás involucrado en esto!

-No-le aseguró

El menor bajó su mirada y dejó ver sus lágrimas

-Sácame de aquí...

 

 

Notas finales:

¿Creen qué ya es hora del KyoxUruha? Porque en lo personal, creo que he sido una maldita perra que desde el principio está weando con este momento y lo he pospuesto por miles de cosas u.u

En fin, cuando escribí este capítulo sentí que por primera vez escribí algo parecido al principio de esta historia

Cuidense! Muchas gracias por leer!

 Shuu~~ =D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).