Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Adorada estrella de Rock por hina kouyou

[Reviews - 415]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Olo~! tardé mucho! y aún así siento q este capítulo no me quedó lo suficientemente bueno como para recompensar todo lo que tardé, sin embargo no quedó tan horrible como para no subir esta vez =0! me ha costado un mundo terminarlo ;O; empecé a escribirlo desde la última vez que actualicé y acabé hoy en ma ladrugada u.u

En fin :B Ahora llueve y es hermoso (L)
Lo detestable de amar

Capítulo 22



Miraban la televisión mientras comían papas fritas y tomaban coca-cola. El panorama televisivo era realmente agotador, no había nada bueno. Die suspiró y prendió el computador, Kaoru lo siguió con la mirada y se paró del suelo para tirarse a la cama del pelirrojo. Desde que habían llegado no pudo lograr sacarle la información que tanto quería, además ya era hora de preocuparse aunque fuera por una vez del chico más divertido del grupo. Pero Die no daba indicios de querer contarle algo, solo veía el monitor con una sonrisa mientras observaba los videos más divertidos de Youtube.

-Hemos estado sanos...-dijo Kaoru para introducir el tema

-Sí, ¿quieres licor?-se volteó junto con la silla a ruedas

Kaoru asintió y Die salió de la habitación por ir en busca de una de las tantas bebidas alcohólicas que jamás faltaban en su casa. El peli morado rápidamente se metió al computador del pelirrojo para ver si había algo comprometedor en él, pero nada.

-¡Moradito!-le gritó desde la puerta, Kaoru se volteó con una cara de terror

-Ups... Yo veía... Veía el video-sonrió con nerviosismo-¡Y no me digas moradito!

-Oh Sí, moradito, si tu veías el video, yo soy Aristóteles-lo hizo a un lado para dejar las dos botellas a un lado de la cama- Como he visto que ni tu ni yo estamos en perfectas condiciones, déjame decirte mi querido Kaoru, que traje dos botellas de Ron para pasar las penas.

-¿No crees que es suicida?

-No-comenzó a abrir la suya- Toma-le pasó la otra

Kaoru le hizo caso y ambos se acomodaron en la alfombra apoyando sus espaldas en la cama del dueño de casa.

-Kaoru...-el nombrado lo miró de costado- Me siento triste...

-Lo sé, tonto

-Pero jamás me había sentido tan así...

El peli morado se acomodó para quedar frente a frente al pelirrojo

-Me gusta Akira-lo miró a los ojos

-¡¿Eh?!-abrió sus ojos exageradamente

-¡Shh!-se tiró encima de él tapándole la boca- Pueden escuchar...

-Estamos solo, baka-lo alejó

-De todas formas...

Die miró hacia el frente, no quería mirar a su amigo, no porque era lógico que se burlaría de él.

-¿Desde cuando?-le preguntó

-No sé... Quizá siempre y yo recién me di cuenta-lo miró a los ojos

-De todas las cosas que esperé escuchar de ti, jamás imaginé eso... No sé, pudo haber sido un "Kaoru, tengo menstruación" "Kaoru, meé mi cama" "Kaoru, tapé el baño de Sex Hot" "Kaoru, vi follar a Ruki y a Uruha"... Bien, eso no. ¿Pero gustar de Akira? Jamás...

El pelirrojo suspiró pesadamente.

-Qué mal gusto tienes...-ambos rieron- Pudo haberte gustado Uruha y yo te hubiera entendido, ¿pero Akira? ¿Akira?

-Ya... Es obvio que jamás se fijará en mí... Ryoko es hermosa, Aoi es Aoi... ¿Y yo? Soy el payaso, el imbécil y el matón de la escuela, que atractivo... ¡Qué atractivo!-se tapó el rostro con sus manos en señal de frustración.

-Vamos, no todo está perdido. Pero una cosa si te recomiendo-le advirtió- No le digas nada

-¿Tú crees que soy un retrasado mental?

-Bueno, solo a veces. Pero no es nada personal

-¡Kaoru!

-Ya, ya-apaciguó moviendo sus manos- Salud por la gente fea-alzó su botella

-¿Y por qué por la gente fea?

-Porque ellos jamás sufren por amor-sonrió

Y eso era cierto, o al menos eso pensaba Kaoru, ya que ellos podían amarse por quienes eran y no por lo que eran.

-Por cierto- Die terminó de dar su primer sorbo- ¿Qué ha pasado con Ryoko?

-No lo sé... Ella no me ha buscado, no me ha dicho nada acerca de su embarazo-le dio otro sorbo a la botella- pero sabes Die, aún pienso que es una broma.

Die no le respondió, solo quedó mirando la botella de Ron

-Ojalá, pobre criatura si llegara a parecerse a tí

-Vuelve a decirlo y te dejo sin descendencia... Aun que si estás con Reita no la necesitarás-sonrió

-Mi potencia es mi potencia, envidioso-tomó Ron

-¿Así? Veamos quien es más potente-bebió también.

-Bueno, pero no llores si la mía es más grande

-Como no. Ya-se paró- Veamos

Bajaron sus pantalones un poco y comenzaron a compararlas.



Todo el tiempo que duró la comida entre Aoi y Reita fue esencial para que el rubio pudiera aplazar más lo que vendría después. El guitarrista lo miró de reojo mientras llevaba la comida a su boca y le sonrió. Podía sentir el palpitar de su pobre ano, aún le dolía y no se imaginaba tener que recibir de nuevo aquello que hace unos minutos atrás lo hizo delirar de homosexualidad. Se movió y soltó un casi inaudible quejido, pero que el guitarrista logró percibir.

-¿Estás bien?-bebió de su copa de vino

-Sí-le mintió- Y... ¿Estás con Shinya-san?

Aoi lo miró directamente a los ojos.

-No, Shinya es sexo. El sexo no es nada más que sexo-volvió a beber

-Claro... Sólo sexo-bajó su mirada

Terminaron de comer, Aoi llamó al mozo y le pidió la cuenta, había algo en su mirada, en su tono de voz que había cambiado. Se levantaron y se fueron, Reita miraba el piso, le dolía tanto el trasero, no quería sentarse, pero Aoi ya le había abierto la puerta y lo miraba confundido.

-Akira, si no te subes nos enfermaremos los dos-volvió a ser el Aoi de antes.

Reita lo miró y accedió a subirse. El guitarrista cerró la puerta y se dirigió a su puesto. Mientras conducía, la mano que tenía libre la usaba para tocar delicadamente la pierna de Reita, este último lo miraba de reojo, pero no hacía algo para mantenerla lejos. Al fin llegaron, el interior del departamento estaba caliente y rápidamente pudieron notar el cambio de ambiente, además de que ambos estaban mojados. No hizo falta que Aoi encendiera la luz, se acercó a Reita y de a poco comenzó a sacarle el abrigo, lo deslizó por sus hombros y lo dejó caer. Posteriormente hizo lo mismo con el suyo y comenzó a conducir al rubio hacia su habitación.

-No quiero que estés frío...-le susurró al oído- Mientras yo pueda calentarte, te aseguro que jamás lo sentirás...-perdió sus labios en el cuello del menor-Sino que sentirás otra cosa...

Reita echó su cabeza hacia atrás y llevó sus manos hacia la nuca del mayor mientras este escabullía hábilmente sus manos por debajo del suéter y polera del rubio hasta sacárselas. Se separó un poco para hacer lo mismo con su ropa y volvió a abrazarlo, esta vez rodeando su cintura con sus fuertes brazos y Reita abrazándose al cuello de su sexy guitarrista. Aoi poco a poco subió su boca hacia la del rubio, cuando llegó a ella comenzó a lamer sus finos labios, los probaba de tal manera, puesto que la primera vez poco se había dedicado a deleitarse con aquella dulzura. Introdujo su lengua para comenzar rápidamente a saborear la ajena. Reita comenzó a desesperarse, quería devorar aquellos labios y quería sentir esa experta lengua lamer cada parte de su cuerpo. Sin lugar a dudas, el estar con Aoi era su máxima perdición, no sabía el tiempo ni el espacio en el que se encontraba, solo sabía que estaba con Aoi y lo demás no importaba.

De pronto, el pelinegro lo dejó caer a la cama junto consigo, su rostro quedó a la altura de las caderas del rubio y comenzó a deshacerse de su pantalón, cuando lo hizo comenzó a besar el oblicuo de su amante, era tan hermoso verlo de aquella manera, que rápidamente se deshizo del bóxer que le impedía una mejor visión al cuerpo de su presa juvenil.

-Es mucho mejor hacerlo aquí, ¿no crees?-le preguntó mientras se acomodaba entre las piernas del rubio

-Es más cómodo...

Aoi rió y tomó las manos de Reita entre las suyas y las llevó hasta sus pantalones para que el menor los sacara. Y así fue. Cuando ambos se vieron libres:

-Prometo que esta vez me cansaré más rápido, ya que estoy haciendo esto solamente de goloso-le sonrió con seducción

Reita se sonrojó y asintió.

Otra vez el calor de su cuerpo frotándose al suyo, el miembro de Aoi dentro de su cuerpo y su experta mano haciéndolo enloquecer. Estocadas que no envidiaban a las que protagonizaron su relación sexual en el baño de aquel restaurant, las obscenas palabras del guitarrista y las ganas de que aquello no acabara jamás. Tan salvaje, tan apasionado y caliente a la hora de poseerlo, todo eso sin duda era la mayor delicia que había probado en su vida. Debió someterse a demasiados juegos sexuales por esa noche, Aoi no habría cumplido su promesa de durar menos.



Un nuevo día, nuevas cosas que hacer y nuevos problemas que enfrentar, eso bien lo sabía Uruha, cuyo pensamiento reinaba en las palabras y amenazas de Mao. Al abrir los ojos se encontró bastante arropado, a su lado no estaba Kyo, ya que este había decidido dormir en el sillón. Se levantó y miró por la ventana, la lluvia al parecer no quería parar.

-¿Kyo?-comenzó a buscarlo con la mirada en la sala, pero no lo veía

-¿Mm?-estaba acostado en el sillón mirando el techo.

-Pensé que te estabas bañando...-se sentó en el sofá continuo .

-En días como estos dan ganas de permanecer en cama...-se incorporó y lo miró- ¿por qué te levantaste?

-Desperté, no había razón para seguir allí solo...

-Eso es convincente-comenzó a buscar su cajetilla de cigarros, pero no la encontraba.

-Toma-se la pasó- pensé que la querías... Estaba sobre el velador.

-Gracias...-la recibió y sacó uno para luego encenderlo.

-Kyo- el rubio lo miró- siento haberte juzgado mal sin conocerte...

-Ocurre a menudo, no te preocupes- dio una calada y soltó el humo- Lo que me agrada de todo esto, es que al menos pude afirmar mi teoría de que eras un tonto que siempre estaba a la defensiva. Creo que cosas tan ridículas como esas me hicieron permanecer siempre al pendiente de ti. Más allá de que eres la cosa más hermosa que mis ojos hayan visto, por supuesto.

Uruha no le respondió, solo rió y miró hacia un costado, sus palabras desde el día anterior le ponían nervioso, y por alguna razón quería seguir escuchándolas.









Volver a la escuela era sinónimo de flojera y de querer permanecer en cama, pero los cinco amigos fueron obligados por sus madres para asistir a ella. Desde el aniversario ninguno supo algo de Ruki, había sido un misterio su existir hasta que todos se encontraron a las afueras del establecimiento educacional.

-¿Estás bien Ruki?-le preguntaron Kaoru y Die al mismo tiempo

-Ehh...-los miró sin comprender- Si-concluyó con una sonrisa

-Uf...-suspiraron

Uruha miró de reojo al pequeño pelinegro, no podía mirarlo a los ojos, su valor no se lo permitía. Ruki si lo hizo, esperaba con ansias el que le diera una explicación, aunque sabía que no existía razón para ello.

-Oye tú, barata ingenua-llamó Kaoru a Die

-¡No me digas barata! Mínimo dime cucaracha. Barata es como si mi precio fuese bajo, y no es así.

-Die, tu eres como un regalo-sonrió Reita para incorporarse con los demás

-¿Regalo?-le preguntó con emoción.

-Sí-afirmó con su cabeza- Porque los regalos no cuestan, son gratis.

Die dejó de caminar y se quedó mirándolos, en especial al chico de la banda. Kaoru miró de reojo al pelirrojo con una expresión preocupada mientras Uruha y Ruki seguían al lado de Reita. Pero al último le extrañó el que Die no le contestara con otra broma, así que se volteó.

-Tú no tienes ideas de cuanto valgo-le dijo con seriedad- ¡Al menos tengo la certeza de que valgo mucho más que tú!-salió corriendo

-¿Pero... qué?-miró a sus amigos quienes estaban igual de confundidos, menos el peli morado, quien bajó su mirada y movió su cabeza de forma negativa.-Iré a verlo

-Solo no le preguntes mucho, ¿si?-le pidió Kaoru

Reita no le respondió, solo le echó una mirada rápida y se fue en busca del pelirrojo.

-Uru...-lo llamó tímidamente el pequeño, Uruha lo miró-¿Por qué te fuiste el otro día sin despedirte?

Kaoru se les sumó a la conversación y miró al castaño claro para que respondiera la pregunta de Ruki, aunque un nulo interés existía de su parte por saberlo.

-Ah, eso...-dijo distraído- Pues veras, supe cosas que no hubiera querido saber jamás. Me sentí mal y me fui-frunció sus labios no convencido con lo que había dicho, puesto que temía a que Mao se le hubiera adelantado cumpliendo su amenaza de contarle a Ruki lo que había pasado con Kyo.

-¿Fue muy malo?-le preguntó con ternura

-Sí, pero ya pasó-lo abrazó por los hombros invitando a Kaoru que también lo hiciera, y así llegaron hasta sus respectivos salones.


-¡Die! espera...-por fin lo alcanzó-¿Qué pasa?-posó sus manos en los hombros del pelirrojo,

-Nada...-miró hacia otro lado

-Vamos Die, sabes que eso no es cierto...

-¡Tú y tus malditos insultos!-se zafó del agarre

-¿Es por eso?-se le trató de acerca una nueva vez, pero Die se corrió-¿Die?

-...

-Si es por eso, juro no volver a molestarte. Pero no te enojes

-Para ti es muy fácil, ¿no?-se sentó en uno de los bancos del patio, el rubio lo imitó al no entender su punto.

-¿Por qué lo dices? Die, siempre hacemos bromas como esas, a veces son peores... No entiendo tu reacción-trataba de buscar su mirada, pero el pelirrojo se negaba a permitírselo.

-¿Cómo te fue con Aoi después?-le preguntó como si nada

Reita tragó saliva, no se esperaba esa pregunta, ¿tan obvio había sido? Se limitó a sonreír nerviosamente ante la seria mirada del pelirrojo, pero el sonido del timbre sonó, así que sin más se salvó. Las molestas voces de las inspectoras les obligaron a entrar a su clase, y así comenzó una nueva jornada escolar en la vida de los cinco amigos.




-Debiste llegar a las ¿nueve?-miró su reloj con ironía.

Lo primero que escucharon sus oídos fue la autoritaria y demandante voz de su manager, no tenía ánimos de tener que lidiar con él, la noche anterior la había pasado con una mujer a la cual no recordaba más que a su cuerpo y gemidos.

-Olvídame...-le respondió Aoi echándose en el sofá

-Con gusto lo haría, pero a estas horas me resulta casi imposible-comenzó a dar vueltas por la sala mientras Shinya lo miraba y tocaba con sus baquetas sus rodillas y Toshiya fumaba-¡Kyo aún no llega!

-¡Es cierto!-la vitalidad del pelinegro volvió- Esa potencia sexual pequeña volvería hoy-sonrió sacando rápidamente su guitarra

-Si es que llega-habló Shinya- en la noche lo llamé para ver cómo estaban sus ánimos para hoy. Por cierto, me insultó y me sacó la profesión de mi querida madre, pero sé que esa es la forma de demostrarme su cariño-sonrió- Pero sonaba extraño...-dijo pensativo llevando una de sus baquetas a los labios

-¿Lo dices por qué su tono de voz al insultarte fue diferente?-le preguntó Aoi un poco interesado, mas la cara de "que estúpidos" en Kai no les permitía seguir con su "interesante" conversación.

-No responderé...-infló sus mejillas el pelilargo-Y tú no me mires así-le advirtió al manager

Kai rodó sus ojos y centró su atención en la puerta. Cuando ya no había esperanzas de que el rubio vocalista llegara, la puerta se abrió ruidosamente haciendo que Shinya pegara un salto.

-¿No dirás nada? ¿Ni siquiera un "Kai, mi estúpido vehículo se quedó sin bencina a mitad de camino"?

-No...-pasó directo a sentarse a un lado de Aoi

-¿Me dirás solo un no?

-¿Quieres que te invente una historia mágica?

Típica respuesta que solía dar el rudo vocalista cada vez que estaba débil emocionalmente, siempre reaccionaba a la defensiva y trataba de ocultar su pesadez sentimental con un mal humor fingido. Situación que no pasó desapercibida por la mirada de Toshiya, sabía que debía hacer algo, pero no tenía la certeza de cómo ni cuando.

El ensayo llevaba un minuto y Kyo parecía ido, tuvieron que repetir la introducción de la canción al ver que el rubio no había comenzado a cantar.

-¡Kyo, era tu turno!-le reclamó Shinya- Se supone que después de tres tiempos debías comenzar

-¿Y si quiero cambiar el tiempo de partida?-se volteó para mirarlo serio.

-Ah bueno, ahí si

-Claro que no-dijo Toshiya- Puedo entender que dos meses de ausencia hayan hecho que te distrajeras o equivocarte, pero estamos a una semana de dar una presentación por televisión y si tu sigues así difícilmente podremos congeniar como banda

Kyo echó un bufido y levantó su mano para que Shinya comenzara, Aoi lo miró de reojo, definitivamente algo no muy bueno estaba pasando por la cabeza de su querido amigo vocalista. Comenzaron con una balada profundamente triste, el destino y trabajo parecían querer dañar una y otra vez al rubio, ¿era necesario ensayar justamente esa canción? Detesto a Shinya por un momento, puesto que a él se le había ocurrido comenzar con aquella canción. El ensayo culminó luego de dos horas, ya que el ánimo de Kyo parecía deplorarse conforme avanzaba en el repertorio musical.

-Supongo que mañana esto será mejor-habló Toshiya

Los tres asintieron para luego comenzar a abandonar el lugar, Kai se había ido al tiempo que comenzaron con el ensayo, así que cuentas profesionales no debían rendirle, al menos por esta ocasión. Aoi vio a un ido vocalista mirar hacia un punto perdido en la mesa de bebidas, se colocó a un lado mirándolo preocupado, Kyo parecía no inmutarse.

-Te ves pésimo-quiso animarlo con su comentario descalificativo, esperando una respuesta grosera de su parte. Pero el rudo vocalista solo le dedicó una mirada neutra.-¿Qué sucede?-se preocupó- sabes que puedes confiar en mi

-...

-Kyo...

-¡Sucede que me salió el tiro por la maldita culata!-se desesperó- pensé que teniéndolo todo pasaría, creí desde un inicio que esto solo sería sexo y una misión casi imposible y deliciosa... Pero no-lo miró a punto de llorar- Me enamoré... ¡Me enamoré maldita sea!-se sentó llevando ambas manos a su frente- ¿Y sabes lo peor? Es que ni siquiera le importo... Debe sentir sólo lastima de mi, ¿por qué fui tan imbécil?...

-¿Uruha?-le preguntó extrañado y triste

Kyo lo miró directamente a los ojos

-Le dije "te amo"... Esa estúpida frase que jamás me atreví a decir... ¡Quedé como un idiota!

Aoi no le respondió, todo eso sonaba realmente inimaginable y anti-Kyo, se le hacía difícil asimilar que Kyo, el ser que más había amado en su vida estuviera confesándole el sentir por otra persona... Era extraño, pero no pudo evitar sentir lástima por él, se veía realmente mal y afectado por todo el asunto.

-Yo... No creo que amar sea motivo de estupidez o de vergüenza...

El rubio volvió a mirarlo

-Es estúpido cuando no eres correspondido

-No lo es-dijo firme- El problema no es amar Tooru, el problema es a quien amas.

Kyo no le respondió, no quería seguir con el tema sabiendo que solo él podía darle una solución definitiva.



-Ruki-se volteó Reita apoyando su mentón en el respaldo de su silla- ¿Hiciste la tarea?

-Sí, pero no te la presto-le sacó la lengua

-Enano egoísta. ¿Y tú Shima?

-No...-le respondió perdido en sus pensamientos

-Apuesto que a Uruha si se la darás-le dijo enfadado al pelinegro.

-No, tampoco-entrecerró sus ojos

-Enano marica, esa era mi salida... ¿No ves que Uru me la daría después?

Ruki le hizo un desprecio y miró a Uruha, estaba más que perdido. Reita suspiró y sacó una hoja del cuaderno de Ruki, cosa que al menor no le provocó gracia. Arrugó el papel e hizo una bolita con él para luego lanzársela en la cara al castaño claro.

-¿Eh?

-Como que estoy hablando para sacarte del trance

-Ah...

-Iidota

-¿Señor Takashima?-lo llamó la profesora, Uruha se puso de pie y fue hasta el pupitre de ella

-¿Sí?

-Necesito que vaya a la biblioteca por unos libros de química

-Ah... Bueno

-Señor Suzuki

Reita se paró más que rápido y la miró desde su lugar

-Acompañe a su compañero a la biblioteca

-¡Hai!

En silencio fueron hasta donde les pidió su profesora, Reita no sabía si preguntarle algo a Uruha, no quería incomodarlo, pero no podía mantener su boca cerrada, era algo que le era casi imposible y más aún cuando la curiosidad lo dominaba.

-¿Piensas vivir un secreto?

-¿Por qué?

-...

-¿Supongo que no hay problema si demoramos un poco en llegar con los libros?

Reita sonrió. Se sentaron en las escaleras que daban hacia la azotea de la escuela, allí comenzó el castaño claro a contarle todo lo que había sucedido entre él y Kyo.

-¿No dijiste nada?

-No Akira, ¿qué querías?

-Bueno si... Pero es increíble.

-El punto es que debía decirlo, solo guárdate la opinión.

-Está bien... Yo, creo que siento demasiado por Aoi-dijo tras un breve silencio. Uruha se enderezó y lo miró totalmente incrédulo, jamás creyó escuchar tales palabras provenientes de los labios de su amigo- Supongo que esa misma noche tuve más que un encuentro sexual con él... Y eso me confundo horriblemente

-¿Quieres que te diga lo que pienso?

-Preferiría que te guardaras la opinión

-Lo supuse...


El recreo al fin había llegado, Ruki dormía sobre su mesa mientras Kaoru y Die enteraban saltando por todos lados, Uruha estaba en situaciones similares mientras Reita copiaba la tarea que hace minutos atrás le había pedido a Ruki.

-Esas caras de funerales-dijo Kaoru sentándose a un lado del pelinegro quien al oírlo levantó su mirada para incorporarse.

-Es cansancio-aclaró Reita- y presión por las malditas tareas

-¿Qué es una tarea?-preguntó Die

-Algo que ni en el jardín hiciste-le respondió el rubio

-Para tu información, amarillo. Yo siempre tenía caritas felices en mis cuadernos y felicitaciones-recalcó con orgullo la última palabra.

-¿Y qué tragedia ocurrió?

-Conocerte-le dio un desprecio

Reita lo miró por unos momentos sin entenderlo, pero prefirió callar, suficiente preocupación había tenido en la mañana por hablar más de la cuenta.

-¡Estoy aburrido!-bostezó Kaoru- Sus caras de trasero no me animan en nada

-Créeme Kaoru, que ni la tuya de payaso me anima-le dijo Reita-Pero yo iré a hablar por teléfono

-¿A quien llamarás?-le preguntó de inmediato Die

-A Dios

El pelirrojo lo miró alejarse con una expresión enfadada en su rostro. Reita llegó hasta un pasillo alejado y le marcó a Aoi, tenía muchas esperanzas de verlo al finalizar la jornada.

El pelinegro del piercing manejaba por las calles buscando un entretenido destino para despejar su mente, sentía rabia consigo mismo al no saber cómo ayudar a Kyo. Paró en un lugar apto para estacionarse y contesto el teléfono

-¿Sí?

-Hola Aoi, soy Akira

-Ah... Hola

-Em... ¿Me preguntaba si podía verte después de clases?

-Lo siento, me temo que estaré ocupado-le respondió mientras miraba el letrero del lugar que estuvo buscando, un bar con compañía segura.

-Ah, bueno-se deprimió

-Akira

Reita cambió rápidamente su semblante

-¿Sí?-respondió más que enseguida.

-Cuando pueda quizás te llame, oke?. Ahora debo colgarte. Adiós-cortó- No soy tan bueno para ti...-dijo el pelinegro mientras miraba su celular.

"Quizás te llame..."


El rubio quedó mirando a la nada con el aparato aún en su oído

"Fue solo sexo... Qué estúpido fui...."

-¿Akira?-llegó Die hasta su lado, se sorprendió al verlo brotar lágrimas sin ninguna expresión en su rostro- ¿Qué... Pasó?-se preocupó llegando hasta su lado

Reita lo miró, no dijo nada. Se limpió las lágrimas y siguió con su dura expresión.

-¡Reita!-volvió a insistir

-Nada...

-Nunca lloras por nada, es más, ¡Jamás lloras!

-No te importa-comenzó a caminar para dejar solo al pelirrojo

-¡Si me importa!-lo volteó tomándolo del brazo-¿Fue Aoi?

-...

-¡Dímelo Akira! ¿Él tiene algo que ver con tus lágrimas?-trató de acercarse para secarle el rostro, pero el rubio lo evitó

-Olvídalo...

-Pero...

-¡Ya! solo olvídalo...-comenzó a caminar, Die lo vio marcharse y una lágrima rodó por su rostro.

-Estúpido... Sufres porque quieres...



Mao prometería lo que había dicho, siempre lo hacía y este caso no sería la excepción. Tomó su chaqueta y celular para salir en busca de quien deseaba, Kaoru sería se suma eficacia para lograr llevar a cabo su plan, sabía que sentía por Ruki y también estaba al tanto del resentimiento que tenía el peli morado a su castaño claro, así que utilizando su cizaña lograría convencerlo. El timbre sonó y todos salieron, esperó a que salieran. Para su suerte Uruha se iría con Kaoru, por ende el peli morado estaría exclusivamente disponible para él. Así que lo siguió hasta que se vio completamente libre y se le acercó.

-¡Kaoru!

El nombrado se volteó y sonrió al verlo, a decir verdad poco le interesaba el que Mao haya tenido que ver con el rompimiento de Uruha y Ruki, es más, hasta le agradaba por aquello.

-¿Qué pasa Mao?

-Yo necesito contar con tu ayuda para algo

-¿Qué sería?-le preguntó con un deje de desconfianza.

-Pues verás, tiene que ver con Ruki y Uruha, yo sé que te conviene...

-Vamos a casa-le dijo de inmediato.

Mao sonrió y lo siguió, Kaoru era pan comido. Pero lo que el rubio imitador no sabía es que debía preocuparse más por Kyo que por el pequeño Ruki.
Notas finales: Disculpen el haber tardado! los kiero mucho a cada uno! gracias por su fidelidad y por querer tanto a esta historia (L) muchas gracias!

Cuidense!

Shuu~~

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).