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Adorada estrella de Rock por hina kouyou

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Notas del capitulo: Olo!! Sí, lo sé soy una desgraciada por tardar tanto... Pero el colegio y el preu no me han dado más tiempo que el que tengo para chatear y ver tele u.u Y aproveché mi súper semana de vacaciones para escribir! así que salió todo esto, asíque ojalá no los defraude,porke suficiente tienen con esperarme u.u

lean~

Acciones y decisiones

Capítulo 23




El reloj marcaba las diez de la noche, demasiado temprano para dormir y muy tarde para querer visitar a alguien. Se sentó en el filo de su cama y sacó un cigarro, lo miró por unos segundos y lo encendió una vez en su boca. Le dio la primera calada y soltó el humo en un profundo suspiro, bajó su mano y cerró los ojos al sentir una pequeña brisa rosar su mejilla.

-Se supone que la historia dice que yo jamás pasaría por estas cursilerías...-perdió su mirada en el humo.

Dejó caer su cuerpo hacia tras y recordó la voz de Uruha, por más que quisiera no podía sacárselo de la cabeza. No, porque lamentable o afortunadamente aquella cama y todas las paredes de su habitación y el departamento habían sido testigos de cuando había intimado como nunca antes.

-Pero la historia suele equivocarse...-volvió a dar una calada




-Kouyou, son las diez y media, duérmete-le dijo su madre al ir a dejarle su uniforme limpio

-Mm...-comenzó a cerrar los programas que tenía abiertos en el computador para luego apagarlo.

Su madre salió y miró de reojo el fondo de pantalla sin los iconos ni la barra del escritorio

-¿Por qué mierda puse como fondo de pantalla a ese cuarteto de maricas?...

Suspiró pesadamente y su mirada se perdió el rostro del rubio vocalista, cuando se dio cuenta de lo que hacía la pantalla se había puesto de color negro. Desde aquel día en que se le había entregado por completo, no paraba de pensar en aquellas palabras que le dieron la seguridad que jamás habría sentido con alguien, sus pensamientos tenían un solo nombre y comenzaba a creer que se estaba volviendo completamente un demente. El tema de Ruki cada vez lo dañaba menos, puesto que veía a su pequeño amigo fuerte y sin martirios, creía que al menos todo eso estaba bien y que las cosas no podrían empeorar, sino que solamente mejorar. Pero nuevamente Kyo no quería salir de su cabeza, y vivía auto convenciéndose de que sólo era porque había estado con él hace sólo un par de días.

-Tonto... ¡Eres un tonto Shima!... Pero si lo vuelvo a ver ¿Qué haría?... ¡No lo sé!-escondió su cabeza en la almohada



-Espera... ¿Te das cuenta de lo que me estás diciendo, Mao?

-No seas obstinado... Es tan fácil imaginarlo-extendió sus brazos por arriba del respaldo del sofá- Sólo quiero que saques a Takanori de mi camino, sé que no será difícil. ¿O me equivoco?

-No... Pero no lo sé. He tenido que soportar verlo llorar por la culpa de Shima, no quiero verlo mal otra vez.

-Lo consolarás-dejó caer sus brazos por entre medio de sus rodillas

-...

-¿Me ayudarás?

-Ok. Pero Mao, si esto sale mal juro que te mato. Ruki ama a Uruha y a Kyo...

-Lo sé... Confía en mi, sólo necesito más decepciones de su parte para que mi camino quede libre, ya que Kyo no es el problema-dijo convencido

Kaoru sólo frunció el ceño, no entendía por qué Kyo también estaba metido en el asunto, pero estaba seguro que era para dañar al pequeño y aquello podía ser provechoso para su indeciso corazón. Mao se reitró sin decir nada más y el peli morado cerró la puerta apoyando su espalda en ella. Meditó un instante mirando hacia un punto inexistente y subió corriendo las escaleras hasta tomar el teléfono que se encontraba sobre su velador.

-Vamos Die... Contéstame...-decía mientras se paseaba por los rincones de su habitación

-¿Quien molesta?-contestó

-Kaoru

-¿Qué ocurre moradito?

-Lo sabrás a su debido tiempo. ¡Y ya te dije que no me dijeras...!

-¡Alto!-lo interrumpió- ¿Entonces para que me llamas? Acabas de interrumpir mi masturbación diaria

-¿En serio?

-No, pero de todas formas estaba ocupado.

-¡Idiota! Aún no sé como te soporto

-Mi rojo candente. Pero al menos dame un resumen-le insistió

-No, sólo necesito que mañana vengas después de clases, no iré a la escuela.

-¡Pero dime por qué!

-¡No te lo diré! Sólo ven o de lo contrario me veré en la obligación de quemar tu estúpido monitor LCD!

-¡NO! está bien, mañana iré. Mientras yo, mi trasero y mi hermoso LCD estén bien...



-¡Kyoo!

Grito que rompió la paz del durmiente vocalista, y que sin recordar cómo, había respondido al llamado telefónico

-¿Qué mierda quieres, Aoi?-se sentó un tanto enfadado en su cama con el celular en su oído.

-Me metí en un lío... ¿Podrías venir por mi?

-¡¿Qué?! Llama a Kai, yo no pienso salir

-Pero Kyooo~~ Tu eres mi amigo, no puedes dejarme abandonado en este lugar... ¡Además Kai primero me corta el cabello!-decía con drama, notablemente borracho.

El rubio dio un largo suspiro y miró a su alrededor, se había dormido mientras fumaba su cigarrillo.

-¿Dónde?

Cuando el pelinegro le hubo dado la dirección se dirigió hacia su vehículo y emprendió el viaje hacia dicho lugar. No se imaginaba cómo el guitarrista de su banda había llegado a un lugar como ese,  un prostíbulo de mala muerte. Cuando iba llegando no había nadie más que los borrachos rezagados de la noche, eran las cuatro de la madrugada.

Se bajó e ingresó hacia el interior del lugar buscando con la mirada a su pelinegro amigo, pero no lo veía por ningún sitio. Una muchacha más o menos de la edad de Uruha solo con la mirada le indicó con preocupación que lo siguiera, y el rubio sin más la siguió. Llegaron hacia una de las habitaciones donde vio a Aoi acostado fumando un cigarro.

-¿Qué le ocurrió?- le preguntó a la muchacha

Ella no les contestó y solo se sonrojó bajando su mirada, Aoi lo miró y sonrió sin responderle.

-Quiero irme y te explico

Llegaron hacia el interior del auto de Kyo y el líder de Sex Hot se acomodó mientras buscaba un nuevo cigarrillo.

-¿Me dirás que mierda hacías en ese lugar?-colocó ambas manos en su volante sin hacer partir el automóvil.

-Es que...-encendió el cigarro- Estaba desorientado buscando compañía y me encontré con aquella jovencita y no pude resistirme... Me trajo a este lugar y bebí más de lo que debía. Me siento fatal...

-Irresponsable-encendió el auto

-Es tu culpa-respondió quejándose mientras acomodaba nuevamente su espalda.

Kyo le echó una mirada para luego hacerlo andar y comenzar su camino.

Cuando pueda quizás te llame, oke?...

Aoi perdió su mirada en el vidrio, sintió una fuerte punzada en su pecho y luego miró al rudo vocalista para verlo conducir, dio una pequeña sonrisa de resignación.

Quizás te llame... Que idiota soy
-pensó con frustración el del piercing

-Kyo-lo llamó sin despegar su mirada de la calle

El rubio no le respondió, siguió con su mirada hacia el camino esperando a que su amigo hablara.

-Cuando me dejes en mi casa recuérdame en una hoja de papel lo idiota que soy.

-No soy tu secretaria.

-Vamos, no seas maldito. Necesito de eso para recordar algo...

-Como sea, sólo trataré de no ser tan duro.

__________

Luego de dejar a Aoi en su departamento y haberle cumplido el favor de aquel recordatorio, emprendió nuevamente el viaje, pero el sueño que pudo haber tenido en un principio se fue tras el incidente del moreno. Se detuvo un poco más allá de la casa de Kaoru, sin querer se había dirigido hasta ese lugar. Paró el motor y se fundió en sus pensamientos y recordó que cerca de allí, hace unas semanas atrás, había logrado el primer paso de estar más cerca del castaño. Sonrió tras recordarlo. Luego de encender la radio oyó que eran las siente y media de la mañana.

-Después de todo no hubiera dormido bien...


-¡Me voy!-gritó Uruha llevándose una caja de jugo. Cerró la puerta y luego salió hacia el exterior, miró el cielo y notó que el día no sería más hermoso que la lluvia.


Kyo levantó su mirada y vio una figura conocida salir de una casa, sin mucha importancia lo siguió hasta cruzar la calle y dirigirse en dirección a su automóvil. Al darse cuenta de quien era su corazón comenzó a palpitar desmesuradamente.

-Uruha...

El castaño claro levantó su mirada del suelo y con la bombilla en su boca quedó paralizado, aquel auto sólo podía tener un dueño, y ese era Kyo.

-Kyo...

Ni el vocalista ni el estudiante sabían como enfrentar aquel encuentro, aunque cayera la posibilidad de que ninguno hiciera algo ya que quizá no fueron vistos... Pero no podían engañarse, sabían perfectamente lo que estaba ocurriendo y que aquello no era un juego barato preparado por el destino. Así que con decisión el rubio salió del auto y avanzó los pasos que lo separaban del castaño claro.

-Yo... No creía que sabías que yo vivía aquí...

-Y no lo sabía-llegó hasta su lado- Es sólo que tuve una noche más bien infernal por la culpa de Aoi-sonrió-Y llegué aquí

Uruha frunció el ceño, ¿por culpa de Aoi? Acaso... ¿Se habían acostado?

Kyo notó la expresión incómoda del menor y sonrió más libremente.

-Por supuesto que fue porque debí socorrerlo tras una borrachera

-Ah...-se sonrojó

-¿Te llevo a la escuela?

-La escuela sólo queda a una cuantas cuadras de aquí...

Kyo lo miró y pareció decepcionado, por lo que el menor rápidamente reaccionó.

-Pero llévame

El rubio cambió su expresión a una sonrisa y accedió.




-¡Ruki, date prisaaa!-gritaba Die desde afuera con ambas manos a los costados de su boca.

-¡Baja, marica!-gritaba Reita también

-¿Y qué si lo es?-le preguntó el pelirrojo dejando su antigua posición.

-Qué grave te has puesto, ¡sabes que lo molesto con eso desde hace mucho!

-Me importa un cuerno-le hizo un desprecio

-Entonces calla y no comentes

-¡Listo!-gritó Ruki una vez al lado de los dos chicos-Hoy será un gran día

-¿Cómo estás tan seguro, eh Ru?-le preguntó Die

-¡Tuve un sueño tan bonito!-miró el cielo con ilusión.

-Apuesto a que conseguías un Poni rosa de verdad-habló Reita

-No-le respondió ofendido

-¿Entonces?

-Qué íbamos todos juntos a jugar videojuegos y ninguno se ofendía tras una broma y que Kaoru por primera vez no recurría a la violencia.

-¡Que tierno!-Die tomó las mejillas del pelinegro con sus manos apretándolas- Eres tan dulce Ruu~~

-Me esperaba algo más homosexual-dijo el rubio

Siguieron caminando, Die y Ruki hablaban mientras Reita pensaba en cómo comenzaría su día sabiendo que no era correspondido, aquello aún no lograba salir completamente de su mente. De pronto los tres detuvieron el paso al ver que Ruki quedó mirando hacia el frente un tanto intrigado. El de la banda rápidamente cayó en cuenta, lo que veían era nada más y nada menos que el auto de Kyo.

-¿No es el auto de Kyo-sama?-preguntó al aire el pelinegro pequeño

-Parece...-respondió Reita

Los tres cruzaron la calle para dirigirse al colegio.


Kyo detuvo el auto en frente del establecimiento educacional, miró a Uruha quien mantenía su mirada en la ventana y este al darse cuenta de que ya habían parado, miró de inmediato a Kyo. Al encontrarse con la penetrante mirada del vocalista bajó la suya para comenzar a ordenar su mochila.

-Te ves algo demacrado-le dijo Uruha una vez con su mochila en su hombro

-No dormí-comenzó a buscar su encendedor para encender su cigarro-Y como hoy tengo libre, creo que no habrá problema.

-Ya veo...

Uruha volvió a mirar por la ventana para ver como los alumnos ingresaban a la escuela y entonces se sacó la mochila del hombro para dejarla nuevamente abajo. Kyo lo miraba sin entender.

-¿Puedo faltar?-le preguntó tras encontrarse con su mirada

-¿Me estas pidiendo permiso?

-Más bien te estoy pidiendo permiso para poder irme contigo

Nuevamente el corazón del rubio dio un brinco. Kyo antes de que el castaño pudier huir, echó a andar el auto. Los tres amigos al verlos pasar por enfrente de ellos no les quedó más duda, era Kyo y...

-¿Uruha?-preguntaron al mismo tiempo.

Reita tragó saliva y rápidamente miró a Ruki, este parecía ido, sin ninguna expresión en su rostro.

-¿Qué hacen ellos dos juntos?-preguntó al aire el pelinegro

Y el rubio volvió a tragar saliva

Qué mierda haces Uruha
-pensaba Reita.


Eran las ocho de la mañana y aún no podía concebir el sueño, llevaba aproximadamente siete horas intentando dormir desde que había terminado de ver una película que veía por el cable. Le dolía la cabeza de tanto pensar, sentía que el día que se avecinaba sería igual de insignificante y difícil como a la noche anterior. Miró el amanecer desde su cama con la mirada perdida en las nubes que cubrían el cielo. Se arropó y fue en busca de un café reparador, de alguna manera tenía que sacar esas horribles ojeras que cubrían su rostro, porque a pesar de que pasaría el día en casa, al mirarse al espejo no podía haber sombra de mal humor o de resaca en su ya agitado y despreocupado rostro. Al detenerse en el pasillo observó su figura en el espejo y vio que tenía unos cuantos centímetros menos que hace unas semanas atrás. Sonrió al recordar que todo sería diferente si no hubiera cometido tantos errores con Kyo en el pasado.

El timbre comenzó a sonar, dejó la tasa de café en la pequeña mesita que estaba a un lado del gigantesco espejo para luego amarrarse la bata e ir camino a la puerta.

Era Mao.

-Buenos días-le sonrió haciéndose a un lado para que pasara

El rubio se adentró al departamento tomando asiento en el gran sillón.

-¿Qué pasa?-fue en busca de su café para ir a sentarse junto al ex reemplazante.

-Sé que es temprano, pero no puedo seguir con esto...-lo miró suplicante, como si lo que quería en realidad ya hubiera sido conversado.

-Es un capricho-le respondió inmediatamente- Yo no sé si estoy dispuesto a seguir cometiendo errores... Me han costado caro y lo sabes.

-Pero Toshiya, ¿No te das cuenta de que perder tiempo es perder amor? Yo no estoy dispuesto a dejar las cosas así-pasó sus manos por sus pantalones- Hablé con Kaoru

-Lo imaginaba.

-¡Vamos Totto! No puedes abandonarme en esto, entiende que no quiero perderlo... A noche pensé mucho en que si esto iba a ser igual de negativo cómo lo ha sido contigo luego de haber acusado a Kyo con Kai... Pero sólo concluí que no estoy haciendo la cosas mal

-¿Por qué no buscas el consuelo en Kai?

-Kai cree que estoy demente...-miró hacia otro lado- Y no estoy loco, solo enamorado

Toshiya se cruzó se brazos y prefirió no decir más, porque ni el mismo sabía que negarle la ayuda al rubio era lo que realmente dictaba su corazón.


El timbre no paraba de sonar, eran al rededor de las diez de la mañana y en casa de Aoi ni un alma revoloteaba.

-¡Aoiii!-gritaba Shinya desde el otro lado de la puerta.

Pero el pelinegro seguía postrado en su cama, sin signos vitales que indicaran que almenos respiraba.

-Maldito Yuu... ¡¿Y si murió?!-pensó Shinya tras haber pensado- ¡Señor guardia!-salió corriendo en dirección al ascensor hasta que llegó donde un guardia- Señor guardia, necesito que me ayude-decía con desesperación- Mi amigo, el del 211 no me abre la puerta-termino diciendo con angustia.

-El joven Shiroyama llegó hace unas horas, debe estar durmiendo porque estaba borracho.

-¡Aoi-shi!-exclamó llevando sus manos hacia sus mejillas- ¿Me ayuda con las llaves?

El uniformado sacó un gran tumulto de llaves las cuales tenían el número de cada departamento, eligió la correcta y fue a abrir la puerta del pelinegro. El baterista le agradeció y entró como bala dirigiéndose a la habitación de su amigo.

-¡Aoi!-lo llamaba mientras comenzaba a llorar- ¡Aoiiiiii!

El del piercing se movió perezosamente quedando de espalda y mirándolo con los ojos entreabiertos.

-¡Aoi!-se lanzó a abrazarlo

Mientras el guitarrista se recuperaba de tanta sorpresa, le correspondió el abrazo dejando que sus ojos se acostumbraran a la luz que había en su habitación.

-Me echaron de casa...-dijo mientras se incorporaba para mirarlo a los ojos- Kai no pagó la cuenta del arriendo- lloraba

-¿Kai? ¿Qué tiene que ver él?-se incorporó también mirándolo a los ojos

-Es que como yo soy irresponsable y olvidadizo le había pedido de favor a Kai que el se encargara de eso. Pero cómo ya no me habla y está enojado conmigo, pienso que por eso se olvidó de mi pago-hizo un puchero- Y mis cosas en están en tu sala... ¿Me puedo quedar por unos días?-lo miró suplicante

-Claro...-llevó una de sus manos hacia su frente...

-¡Gracias! Eres mi mejor amigo-se aferró al cuello del pelinegro

-Y tú el mío

-¡Mentiroso! Pero como estoy triste te creeré

Aoi sonrió y apoyó su espalda en el respaldo de su cama

-¿Qué es eso?-le indicó con su dedo índice hacia su velador

El pelinegro tomó el pedazo de hoja y lo leyó

Me llevé tu sexy piercing del labio inferior...-Aoi se tocó rápidamente el labio para comprobar aquello- Por supuesto que no, IDIOTA.

-¡Soy un idiota!-dijo con una sonrisa

-¿Eh?-Shinya no lo entendía

-Debo hacer una llamada, acabo de recordar algo muy importante-se levantó

El castaño claro lo vio salir de la habitación para luego suspirar y formular un puchero en sus labios, Kai se había olvidado de él y aquello no podía afectar más su corazón.

Una vez en la sala, Aoi se dejó caer en el sillón más cómodo de su departamento y comenzó a buscar el teléfono del rubio.

-Realmente me queda demasiado por probar de él...- cuando encontró su nombre en la agenda telefónica, sonrió y apretó "send"


Al abrir la puerta de su departamento, Kyo se hizo a un lado para que Uruha entrara primero, y así fue. Ambos sonrieron ante el gesto y el castaño claro se quedó parado mientras el rubio se sentaba un tanto cansado.

-Desde la última vez que te vi, ahora pareces más cansado...

El rudo vocalista levantó su mirada para verlo directamente a los ojos, le extrañaba que el castaño hiciera esa observación.

-Supongo que debe ser el trabajo-trató de no incomodarse.

-Ciertamente... No es el trabajo.

Uruha prefirió guardar silencio, no quería escuchar un "es por tu culpa" Así que fue hasta un lado del rubio

-¿Te importaría si te cuido?

Kyo lo miró rápidamente sorprendiéndose

-Me importaría si no lo hicieras

El menor sonrió y lo ayudó a caminar, pasando un brazo del mayor por su cintura y él con sus manos libres ayudarlo a mantenerse en pie.

-En realidad no estoy tan mal-dijo el vocalista al ver tanta dedicación

Uruha no respondió y con una sonrisa más amplia lo llevó hasta su habitación. Lo dejó en la cama y fue hacia la cocina volviendo con un Té caliente entre sus manos, lo dejó sobre el velador y se sentó en la cama junto a Kyo quien no paraba de preguntarse si aquello era realidad o que su cansancio realmente le estaba jugando malas pasadas.

-¿Por qué no me miras?-le preguntó el castaño al notar que e mayor estaba perdido en sus pensamientos.

-Antes vivías diciéndome que no lo hiciera

El más alto comenzó a reír y le pasó el té.

-Es que yo... Yo...

Kyo lo miró atentamente mientras bebía cuidadosamente de su tasa.

-Yo... Yo me siento bien cuando estoy a tu lado, y... No sé...-comenzó a jugar con sus manos.

Maldito mocoso hermoso...

Kyo dejó el té de lado y se acercó con decisión hacia el castaño, al verlo aproximarse, Uruha se sonrojó rápidamente y al sentir la mano del rubio en su mejilla cerró los ojos para sentir lo que serían los labios del vocalista sobre los suyos. Y así fue, el mayor fue posesionándose de los labios del castaño y sus manos fueron apoderándose de la cintura del más alto, para luego quedar delicadamente sobre el cuerpo del joven estudiante botando estruendosamente la tasa de té, cosa que no importó lo suficiente como para parar por ello. Uruha fue acomodándose debajo del cuerpo del rudo vocal, dejándole el paso libre para que se apoderara de todo su cuerpo si era posible. De pronto un quejido en los labios de Kyo hizo que el menor se alarmara y lo alejara levemente. El rubio lo miró

-Estás cansado, y si hacemos algo más estarás peor...

El rubio sonrió, lo miró unos cuantos segundos y depositó un delicado beso en sus labios. Se acomodó a un lado del menor y lo invitó a refugiarse en sus brazos, Uruha le hizo caso y así se quedaron, abrazados el uno del otro.

-Entonces duerme conmigo...



Llevaban un par de horas en clases y Reita cada vez que podía se volteaba para ver como estaba Ruki. Este seguía como si nada, aplicado como siempre y no prestando atención a nada más que no sea la pizarra y a la profesora. El rubio volvió en si y suspiró. De pronto, su celular comenzó a vibrar y este con pereza rechazó la llamada sin importarle quien pudiera ser. Así paso el día, sin mayores relevancias entre los tres.

El timbre sonó y con pereza se dirigieron hacia la salida.

-¡Chicos!-se detuvo el pelirrojo- Recordé que debo ir donde Kaoru a dejarle las tareas.

-¿Y eso le interesa?-preguntó Reita mientras guardaba unas guías

-Claro, no es tan vago como tú

-Como no

-Mao-dijo Ruki

Los otros dos fijaron su mirada hacia donde lo hacia el menor, y allí estaba, sentado en una de las bancas. El pelinegro fue hasta él a paso decidido quedando en frente del rubio quien al verlo se extrañó.

-Uruha no vino

Mao frunció el ceño

-¿Sacando carácter?

-Sólo te lo estoy diciendo para que no te hagas esperanzas.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Muchas cosas

Llegaron Die y Reita también, Mao les echó una mirada y comenzó a hablar otra vez.

-No te pases de listo enano-se colocó de pie- No pienses que porque estás con él todo el día se quedará contigo

-Si tratas de buscar culpables del por qué ya no le interesas, el primero en tu lista debería ser Kyo-sama.

-¿Ese?-rió ironía

-Yo no lo vería tan así-sonrió el más pequeño con un deje de malicia- Puesto que esta mañana Shima no vino porque se fue con él quien sabe a donde…

-¿Qué? Que bromista-lo miró sin gracia

-No es una broma-respaldó Die- Kyo vino a dejarlo en la mañana, pero por razones que desconocemos Shima no bajó y se fue con él.

-No puede ser…-perdió su mirada en el suelo- ¿No hiciste nada?-miró l pelinegro con rencor.

Ruki no le respondió, solo miró hacia otro lugar.

-Idiota…-apretó sus puños y se volteó- ¿Vas donde Kaoru?-le preguntó a Die

El pelirrojo asintió

-Vamos

Die miró a a sus amigos poniendo una mueca de extrañeza y se despidió con un gesto para irse con el rubio. Una vez solos, Reita miró detenidamente al pequeño que no parecía triste.

-¿Seguro que no te afecta?

Ruki lo miró directamente a los ojos
-No… Yo sólo quiero que Uruha esté bien-sonrió- Le prometí que cambiaría para bien, y pienso cumplirle esa promesa, y no importa si ya no vuelve a quererme como antes… Además quiero que el idiota de Mao sienta lo que yo he sentido todo este tiempo por su maldita culpa…


-Ruki…

-Con eso basta-se refregó los ojos con los puños de sus manos

Reita sonrió conforme, jamás creyó escuchar por alguna vez algo tan maduro de sus labios.

-¿Vamos? Debo hacer nuestra tarea

El rubio comenzó a seguirlo y lo miró interrogativo, Ruki se dio cuenta y rió

-Sé que no la harás, ni Uruha tampoco. Así que yo se las haré para que el lunes no vendas tu trasero para conseguirla.

-Hey, enanín. Aquello hace que me comiences a caer bien.

-Interesado

-No, como crees.

Ambos rieron y se fueron hasta sus casas. Llegaron a la casa del pelinegro y se despidieron, Reita siguió con su camino pensando en los enredos del corazón de su mejor amigo.


-La casa de moradito Nikura no se irá-le dijo Die al ver que Mao cada vez apresuraba más el paso

-¡Pero es un asunto importante!

-Morado no puede hacer nada para ayudarte, porque el plan para alejar a Ruki de Uruha no servirá…

-¿Y tú como lo sabes?-lo miró preocupado

-Porque sólo con algo tan bajo como eso Kaoru podría estar como está. Te aprovechas sólo porque sabes lo que mi amigo siento por pequeñín.

-Kyo no puede estar metido en esto… Así que Kaoru sigue siendo vital para mi

Die frunció los labios, definitivamente Mao actuaba como un desquiciado cuando se trataba de conseguir el amor de Uruha.



Reita al llegar a su casa tiró su mochila lo más lejos que pudo. Se dejó caer boca abajo en el sillón y luego recordó que tenía una llamada rechazada en su celular. Lo sacó con pereza, y de igual modo lo desbloqueó para poder revisarlo. Cuando vio el remitente quiso matarse.

-¡Soy un tonto!-se sentó rápidamente- Pero…

Cuando pueda, quizás te llame

-Pero no, él me dejó en claro que sólo quiere de mi sexo… Pero no me habría llamado… ¿Y si pudo o tiene ganas de hacerlo? ¡Ahh!-dejó el celular a un lado y lo miró con desconfianza- No puedo ser tan fácil…



Aoi daba vueltas por la sala y Shinya no paraba de mirarlo tras echar papas fritas en su boca.

-Vomitaré si sigues moviéndote

-Hace un rato no me contestó… ¡Rechazó mi llamado!-le dijo como si se tratara de lo peor

-¿Pero quien?

-Akira…

-¿El amigo de nuestro fan número uno?

-Si…-se sentó a un lado

-¡Yo lo llamo!

-¡No!

Shinya fingió un puchero

-¿Por qué no?-bajó su mirada

-Si sabe que estoy contigo no aceptará salir conmigo-trató de arreglar su antiguo tono de voz al hablarle

-¡Ah!-sonrió como si fuera obvio

-Lo llamaré. Pero será la última vez-dijo a modo de advertencia.

Buscó el nombre de Reita y llamó. Se cruzó de piernas y comenzó a acariciar el brazo del sillón, hasta que del otro lado de la línea…

-Mierda…-Reita miraba su celular- ¿Contesto o no? ¡No Reita! No lo harás…-seguía sonando y el rubio nuevamente llevó su mirada hacia el celular y sin negarlo más, contestó- Aoi-trató de sonar frío

-Akira-sonrió, Shinya lo miró expectante- Me preguntaba si podía verte en unas horas más, como es viernes…

-Estoy algo ocupado-comenzó a refregar su mano libre en sus piernas- Si me desocupo antes, quizás te llame. Ahora seguiré con mi tarea. Adiós-cortó- Yo también puedo jugar lo mismo, Aoi…

El pelinegro se quedó helado y el castaño claro ladeó su cabeza con preocupación

-¡¿Quizás me llamará?!-miró incrédulo al baterista.

 

 

Notas finales: muy bien! Ahora solo queda solucionar muchos de los problemas que hay, y luego no inventaré más porque siento que ya es hora de terminarlo u.u y noo que penita u.u

En fin! escribí mucho! hace tiempo que no escribía tanto, y sólo para ustedes que me han tenido tanta paciencia, lind@s!!!

Cuidense muchu! q esten súper =D!

Shuu~~

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